Palabras del delegado zero en Colina del norte, organización Aldea y colonos Lea aquí
En el valle de San Agustín, Ciudad Juárez, con braceros y campesinos Lea aquí
Colina del Norte, Ciudad Juárez, Chihuahua
Acto con colonos, grupo Aldea y jóvenes
31 de octubre del 2006
Buenas tardes, compañeros, compañeras: primero que nada, gracias a los vecinos aquí de Colina del Norte que nos recibieron, al grupo Aldea, a la red y a los jóvenes estudiantes que nos están dando nuestra palabra.
No estamos cansados, donde pasamos escuchamos no nada más la historia de los dolores, las injusticias que se padecen. Sino también las historias de sus luchas y su decisión. Y eso es lo que nos hace fuertes.
Ustedes saben que nosotros somos un movimiento indígena de Chiapas, del sureste, y lo que estamos haciendo es recorriendo el país, para descubrir el mundo que no sale en los medios de comunicación. Que no está en los discursos de Fox, ni de Calderón, ni de Reyes Baeza.
Ese Otro Chihuahua, que está abajo y que hemos ido descubriendo. Que no tiene nada que ver con los letreros que vimos ahorita en la carretera —venimos de Chihuahua— donde dice pues que tantas cosas que ha hecho Reyes Baeza. Y llegamos aquí a la colonia y nos damos cuenta que no. Pasamos desde la escuela, cómo está aquí que falta drenaje, la luz está muy cara, el precio del agua, cómo están las calles. Todo lo que hemos visto.
Hemos recorrido ya parte del norte, ahorita estamos digamos como a la mitad del norte de México. Y estamos descubriendo —precisamente por la gente que habla con nosotros— que es mentira lo que está diciendo el gobierno y lo que dicen los medios de comunicación: que el norte es panista, que el norte vive bien, que tiene un gran, alto, nivel de vida. Y que por eso está separado del sur de nuestro país.
Nosotros estamos viendo en las comunidades indígenas en el noroeste: en Sinaloa, con los yoremes mayos; en Baja California con los cucapás, los kiliwas, los kumiai; en Sonora con los o’odham, los seris o comca’ac también se llaman, los pimas, los yaquis y también los mayos, que las condiciones de los pueblos indios en el norte —venimos ahora de la Sierra Tarahumara y de la ciudad de Chihuahua— son iguales a la de los indígenas del sureste.
Pero nosotros pensamos que la lucha, el sufrimiento, lo que estamos haciendo, no sólo le toca a la gente que tiene sangre indígena. Sabemos que las injusticias alcanzan a muchos más: jóvenes, mujeres, trabajadores, colonos, amas de casa, niños, y sobre todo ancianos. Que son tocados por las injusticias que están haciendo los gobiernos.
En efecto, sería interesante preguntarle a Reyes Baeza porqué se está destinando tantos recursos —a él y a Fox, y al presidente municipal— no para los juarences de abajo, sino que se está destinando al otro proyecto, al otro Juárez: el de arriba. Y se está dejando a toda esta gente sin los servicios básicos. Habría que preguntar que preguntar qué está haciendo con todo el dinero que se genera de la riqueza de la gente que trabaja en Juárez y que no se destina a sus propias necesidades.
Nosotros venimos a escucharlos, compañeros y compañeras. A escuchar su historia y que se conozca por todos lados. Los compañeros y compañeras que vienen de los medios alternativos, vienen de varias partes del país y de varias partes del mundo. Ellos lo que quieren escuchar su voz, su imagen, y llevarla lejos, llevarla a otros lados. Ese es el compromiso que estamos haciendo aquí en la Otra Campaña.
Queremos que Juárez, el Juárez de abajo, sea nuestro compañero y nuestra compañera. No sólo de los zapatistas, sino de todas las organizaciones que hemos visto por todo nuestro recorrido por el país. Éste es el estado 26 que llevamos. Nos faltan seis estados para acabar de recorrer toda la República mexicana.
Y esperamos que al final podamos tener una imagen, todos, de lo que es el México de abajo, de las injusticias que se padecen. Pero también de las luchas que se están llevando a cabo. Y podamos, ahora sí, desenmascarar a Fox, a Calderón, a los diferentes gobiernos de los estados y de los municipios, para ver lo que están haciendo con la gente, que es la que no sale en la televisión. Pero que la Otra Campaña, sí es la que cuenta.
Eso es lo que queríamos decirles. Esperamos que en la reunión que vamos a tener al rato, podamos escuchar su palabra, directa. Que nos cuenten todo. Y nosotros, nuestro trabajo, es llevarla más lejos. Llevarla para otros estados, aunque estén lejos de aquí, y a otras partes del mundo, para que se conozca lo que realmente está ocurriendo aquí en Ciudad Juárez.
Gracias compañeros, gracias compañeras.
Valle de Juárez, San Agustín, Chihuahua
Acto con braceros y campesinos
31 de octubre del 2006
Compañeros, compañeras: buenas tardes.
En 1999, hace siete años, regresaron los compañeros bases de apoyo del EZLN que se repartieron por todo el país para la consulta indígena. En esa época, salieron nuestros compañeros y compañeras que son, como ustedes nada más que indígenas, a cada parte, a cada estado del país, para preguntarle a la gente si era justo que este país reconociera que se había levantado sobre las espaldas de los pueblos indios.
Llegaron los compañeros que estuvieron aquí con ustedes y entregaron la bandera que les dieron. Yo soy Subcomandante, encima mío están mis comandantes, los jefes y jefas del EZLN, y ellos preguntaron entonces: ¿quién era la gente que tan dignamente por trece años había levantado esa bandera y había conquistado una victoria que no era conocida en muchas partes de México y del mundo? Y a eso venimos: a conocerlos.
Hay una historia que yo quiero completar, que es la historia de los ex braceros. Porque en varias partes de la República mexicana los hemos encontrado, porque hay dolores que no se están contando y que es necesario saberlos. Ellos entraron a trabajar al otro lado en plena guerra mundial. No sólo recibieron esas humillaciones que nos están mostrando en las fotos. Sino también vivieron con el peligro de un ataque en contra de Estados Unidos.
Si las potencias del Eje: Alemania, Japón o Italia, hubieran atacado territorio norteamericano, la sangre que se hubiera vertido, hubiera sido la de ellos: la de mexicanos, no la de norteamericanos. Y esa parte se olvida porque a pesar… Además del desprecio que recibieron, de la explotación que recibieron en los campos de trabajo, además vivieron siempre con el peligro de morir, por un país que no era el suyo. Esa parte se olvida.
Y también se olvida otra parte: de que trabajaron diez, quince, veinte años, y les están negando lo que es su derecho. Lo que se ganaron trabajando. Y ahora viene a la memoria, porque el baboso de Vicente Fox, por seis años de hacerse tarugo —pérame—, va a recibir 3 millones 350 mil pesos. Nada más por estar atendiendo a la señora Martha, que fue lo único que hizo en estos seis años.
Y los ex braceros que estuvieron arriesgando la vida, y levantando ese país en una economía de guerra que —como dijeron aquí— no hubiera podido mantener ni triunfar, si no es por el trabajo de los ex braceros, les están negando lo que es su derecho. Porque no es sólo el fondo de retiro, sino los intereses que es estos años se debieron haber juntado. Ambos gobiernos son cómplices de ese robo: el norteamericano y el mexicano.
Y sabemos bien que esto que hizo Fox, de incumplir una promesa —como muchas otras que hizo, como que dijo que iba a resolver las demandas del EZLN, junto con otras—, es algo que es un pendiente y que tenemos que cobrar, llegado su momento.
El dolor que hemos visto en nuestro recorrido por el país, acabó con esta mentira de que el norte es diferente al sur, o al centro de la República. En todas partes nos están dando. En todas partes se están cometiendo injusticias. Y lo que olvidamos es que en todas partes se está luchando.
El señor Vicente Fox se está retirando con las manos ensangrentadas de niños. Ya nos platicó el compañero Octavio que mataron un niño en Atenco. Ahora en Oaxaca, el domingo, mataron a otro niño. Y Fox está diciendo que no hubo ninguna baja, que no hubo ningún muerto. Que los enseñen a los muertos, dice. Y se le olvida decir que la Policía Federal Preventiva cargó con el cadáver del niño, para que no fuera identificado.
No podemos dejar a Oaxaca sola. No podemos decir que el norte, que Juárez, que Chihuahua, que todo el noroeste del país, y el centro del norte de México, está tan alejado de Oaxaca. Porque lo sabemos cada quien, cuando ya se ha levantado, cómo el gobierno y los grandes medios de comunicación dicen mentiras sobre nosotros.
Cuando alguien se levanta para exigir sus derechos es un delincuente. Cuando alguien comete un crimen desde un puesto de gobierno hasta premio le dan. Sabemos que las cárceles de Chihuahua están llenas de gente pobre. De tarahumaras, primeramente. Y de gente humilde: albañiles, empleados, gente que tiene que trabajar para vivir. Y sabemos bien que los que tienen que estar ahí son los grandes políticos. No sólo de Chihuahua, sino de todo el país, que son los que le están haciendo daño a nuestra tierra.
Nosotros pensamos que esto no puede seguir así. ¿Hasta cuándo vamos a aguantar? Nosotros los zapatistas y muchas organizaciones, grupos, colectivos e individuos que están en la Otra Campaña, están diciendo que ya no. Ya no vamos a soportar más.
Y no se trata de cambiar una ley: se trata de cambiar un país. Y cuando nosotros logremos eso, y podamos acabar con los malos gobiernos y con los ricos que están vendiendo nuestra patria, y que nos están chupando la sangre, entonces, lo que vamos a hacer es a meter a todos los políticos en una congeladora y mandárselos a Bush, que también, que se lleve. Y entonces que diga que México exporta políticos corruptos y ya no gente indocumentada.
Nosotros estamos viendo que este dolor que nos platicaron aquí, y que está en estas tierras. Pero también esa victoria que tuvieron a la hora de echar atrás el basurero tóxico, debe ser escuchada por el resto del país. Por eso, en la karavana, en esto de la Otra Campaña, vienen también compañeros de los medios de comunicación alternativos. Porque a lo mejor las grandes televisiones no van a sacar nada de lo que dijeron. A lo mejor los periódicos de Juárez, tampoco van a sacar nada.
Pero estos compañeros van a escuchar su palabra, y la van a mandar a otras partes. Y en otros estados de la República, no sólo del norte, también del centro y del sur del país, se va a escuchar su historia. Y otros ex braceros de otras partes de México, se unirán a la lucha que levantó el compañero Marentes, y a la de ustedes. Y de esa fuerza y de esa demanda, no sólo van a salir los 38 mil, ni siquiera los 100 mil, que se les deben, sino cabal: todo lo que se les robó.
Porque además se les robó mucho de su salud y de su trabajo y de su riqueza durante esos años. La lucha de los ex braceros es nuestra. No sólo de los zapatistas, sino de toda la Otra Campaña. Nosotros sólo lo queremos decir una cosa: que no peleen solos. No luchen sólo aquí, pero tampoco les pedimos que se vayan para otra parte de México.
Lo que les pedimos es que se unan con nosotros. Y que luchando aquí, se luche también en Chiapas, en Yucatán, en Quintana Roo. En cada una de las esquinas que tiene este país, donde está el mismo dolor, nos levantemos juntos. Nos levantemos y derroquemos a todos los gobiernos, porque ninguno sirve. Y saquemos a todos los ricos, porque ninguno ha ganado legítimamente su riqueza. Siempre la ha ganado a base del crimen, del robo, de la explotación, y del desprecio.
Y entonces, juntos, cada quien en su lado, decida su propio destino. Porque se supone que todos luchamos por la libertad. Y no se trata de que aquí en el Valle de Juárez mande nadie más que la gente que es del Valle de Juárez. Y que esa historia de dignidad que han levantado, levante también un buen gobierno ahora, junto con el resto del país. Y aquí se decida para dónde va. Y se decida volver a la vida el Río Bravo —como ha dicho el compañero—, que hasta ahora es sólo una línea de agua, llena de muerte, gracias que al otro lado, los pinches rangers, los minute men, y la migra nada más está cazando a nuestros hermanos como si fueran piezas de caza, como si fueran animales.
No es cierto que el norte está separado del sur. Si nosotros vemos nuestro dolor, la injusticia que padecemos, tiene un mismo lugar de origen: el de arriba, el político, el rico, el corrupto. Y nuestra lucha, que es la que nace abajo, es la que nos hace diferentes. Si entendemos que el dolor que tenemos tiene un mismo origen, podríamos unir nuestra lucha, respetándonos. Sin tratar de que uno manda al otro. O que uno dice que hay que seguir un camino u otro.
Se trata de que sigan en su lucha como ex braceros, en su lucha por un buen gobierno, en su lucha por la libertad, por la justicia, por todo lo que se les debe, por la tierra. Pero ahora la unan a la lucha también de nosotros, de los pueblos indios, como dijo el compañero Juan Chávez. Y a la lucha de todos los que están aquí que están luchando cada quien como mujeres, como jóvenes, como ancianos, como niños, como trabajadores, como empleados, de éste y del otro lado.
Porque lo que nosotros pensamos de la frontera, lo hicimos en Tijuana: nos orinamos en ella. Esa frontera para nosotros no vale. Si cae Ulises Ruiz, como dicen ustedes, que caiga también la frontera.
Gracias compañeros, gracias compañeras.
Descargue aquí los archivos de este artículo en su formato original.
RSS para comentarios de este artículo. TrackBack URL
Estuve en 3 de los encuentros ke tuvo la comision sexta aki en Juárez y coincido totalmente con las propuestas ke hiso el delegado zero, el unirnos, el tender puentes, el ser un solo México y no creernos la supuesta division del norte y el sur de Mexico. Luchar siempre desde abajo todos juntos.
Comentario de oLy Caudillo — noviembre 4, 2006 @ 8:19 pm
valle de b.c.s.
valle de mexicali
valle del yaqui
valle de san agustin
!la union hace la fuerza!
l.y.k.
Comentario de socorro robles gonzalez — noviembre 5, 2006 @ 6:33 pm
Soy indigena chicana, ni de aqui ni de alla, sobreviviendo in the belly of the beast. Mis abuelos paternos llegaron aqui en Califas durante la revolucion Mexicana. La familia de mi mama fue indigena de la frontera de New Mexico & Chihuahua. Tambien soy enfermera de salud publica, trabajando con muchos immigrantes. Gracias for traveling all of MX- allowing people to speak their truths. Incredible bridges are being built in front of my eyes! I agree that the struggle is in our own backyard.
Comentario de Eva — noviembre 6, 2006 @ 11:31 pm
Hola . me gustaria saber si podemos hacer algo con el mastuerzo alla en ciudad juarez para la otra campañan pues el estara por alla el 21 de junio. gracias. un abrazo.
Comentario de CINTHYA ROSAS — junio 14, 2007 @ 11:38 am