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Palabra del Ejército Zapatista de Liberación Nacional

Oct032006

En la plática conjunta Análisis de la realidad nacional, 1 de octubre.

Palabras del delegado zero

Palabras de la Comisión Sexta del EZLN en la plática conjunta sobre la situación nacional, el 1 de octubre del 2006, en el local del Frente Popular Francisco Villa-Independiente (UNOPII), México, D. F.

Buenas tardes compañeros y compañeras.

Primero que nada queremos agradecer al Frente Popular Francisco Villa Independiente (UNOPII) que es el anfitrión de esta reunión, y especialmente a los compas del Frente aquí en Pantitlán, que son los que nos reciben.

Voy a presentar a los compañeros de la delegación:

La compañera Comandanta Grabiela, delegada uno.
El compañero Comandante Zebedeo, delegado dos.
La compañera Comandanta Miriam, delegada tres.
La compañera Gema, delegada cuatro.
La compañera Comandante Hortensia, delegada cinco.
La compañera Lupita, delegada cinco y cuarto.
El compañero Comandante David, delegado seis.
El compañero Comandante Tacho, delegado siete.

Estos compañeros y compañeras, comandantes y comandantas, fueron nombrados por las comunidades para dar un mensaje especial al pueblo de Atenco, y a los presos y presas políticas en ese movimiento. Ayer estuvimos ahí, hablando con la asamblea de ejidatarios.

Las compañeras Comandanta Grabiela, el Comandante Zebedeo y la Comandante Miriam, van a quedar aquí en el DF, pendientes de los compañeros de Atenco, y en las movilizaciones de apoyo por la libertad y la justicia para los presos y presas de Atenco.

Y los compañeros, Comandante David, la Comandante Hortensia, la compañera Lupita, la compañera Gema y el Comandante Tacho se regresarán mañana a Chiapas para informar del mensaje que dieron nuestros compañeros de Atenco a las comunidades zapatistas.

No pocas veces, en nuestra lucha, nos hacen falta mediaciones entre nuestra concepción general de la realidad en la que vivimos, la teoría pues, y los dolores que nos hacen rebelarnos.

A veces, se tiende a vagar en los aparentemente infinitos caminos de la teoría, en la especulación, y llegar al supuesto principio del conocimiento del yo cartesiano: “yo sólo sé que no sé nadar”.

Otras nos concentramos tanto en un aspecto de la realidad que no podemos levantar la vista a tiempo para ver el golpe que habrá de derribarnos.

Se puede decir que para eso está el aplicar los elementos teóricos a la realidad, y ahí ir descubriendo las relaciones que se dan entre los individuos y las cosas, y entre los individuos entre sí.

La teoría que nos convoca en La Otra Campaña y como EZLN, permite desmontar en abstracto los engranajes del sistema capitalista, en parte con un paquete de conceptos: por ejemplo, el establecer a las relaciones económicas como la columna vertebral de todo un sistema social. Es decir, lo que está en juego en cualquier parte de una sociedad es una relación económica. Y también el definir que en esas relaciones económicas la propiedad, el propietario de las cosas o de las personas, es lo que marca un sistema. No basta entonces, señalar que hay unas relaciones económicas, hay que agregar que en ellas hay una relación de propiedad. Alguien es propietario de una o algunas de las cosas y personas que se están relacionando.

Según nuestro pensamiento, en el capitalismo hay relaciones de trabajo, o de producción, y en ellas alguien es propietaria de una parte y alguien no tiene nada.

Hay un salto, pues, entre los conceptos básicos para entender una sociedad y lo que se ve, vive y muere en un lugar específico de esa sociedad.

Hay quienes hacen una complicada maniobra que, lo confesamos, nosotros no entendemos bien. Por ejemplo, para “bajar” los conceptos teóricos se recurre a análisis y ejemplos… ¡de la Rusia zarista!

Desde Chiapas al Distrito Federal, pasando por Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco, Veracruz, Oaxaca, Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes, Jalisco, Nayarit, Colima, Michoacán, Guerrero, Morelos y el Estado de México, el paso de La Otra, es decir, el oído colectivo que convoca, fue encontrando no ejemplos, sino realidades que confirmaban el presupuesto fundamental de su vocación: el sistema capitalista en México está desarrollando una guerra en todo el territorio nacional.

Hace diez años, expresamos nosotros que en el neoliberalismo se destruye y se despuebla, y casi simultáneamente se reconstruye y se reordena. Las ruinas de nuestro país están ocultas no sólo bajo la escenografía del México que ve la esquizofrénica clase política mexicana (una de cuyas partes “despierta” en el diván del fraude electoral y encuentra que la política es en realidad lo que es, es decir, una mierda), también bajo los grandes centros comerciales, las cadenas hoteleras, los centros históricos privatizados, campos de golf, corredores industriales, maquiladoras que aparecen y desaparecen con la misma celeridad.

Imaginemos un territorio devastado por la guerra, reducido a un montón de ruinas, con la gente ausente o dispersa, sin ningún sentido de humanidad, es decir, de colectivo que le de identidad, rumbo y paso.

El análisis de nuestra realidad que han presentado los compañeros de UNIOS, del Partido de Los Comunistas, y del Frente Popular Francisco Villa-Independiente (UNOPII), nos ayudan a entender lo que está pasando a gran escala, a nivel nacional.

Los testimonios que hemos encontrado en La Otra Campaña nos confirman en lugares concretos, en situaciones concretas, con nombres y apellidos, lo que el sistema capitalista está haciendo en nuestro país.

No agregaremos más a lo que ya han dicho los compañeros y compañeras de estas organizaciones adherentes a la Sexta Declaración y a La Otra Campaña. Coincidimos con ellos en que tenemos que levantar de nuevo la demanda por la libertad y la justicia para los presos y presas de Atenco; y coincidimos, también, en que Oaxaca representa no nada más una urgencia que hay que atender y hay que apoyar, sino también un ejemplo de organización.

Como Ejército Zapatista de Liberación Nacional, sólo quisiéramos agregar, a lo que han dicho los compañeros de UNIOS, del Partido de Los Comunistas, y del Frente Popular Francisco Villa- Indpendiente (UNOPII), que nosotros los zapatistas, para ver la situación nacional, vemos abajo, lo más bajo que se pueda.

Y abajo encontramos a Lupita.

Para ella, un cuento…

(El siguiente cuento es un fragmento del Prólogo al libro “La Otra Campaña de Salud Sexual y Reproductiva para la Resistencia Indígena y Campesina en México”, editado por el colectivo Brigada Callejera, del D. F. (adherente a la Sexta y a la Otra), de próxima aparición).

El Amor según el Andulio.

Era agosto, pero hace 11 años. Llovía. Estaba yo en la champa de la comandancia. Trataba de armar una trampa para un ratón que asolaba mi magra biblioteca de montaña. Debo decir que se trataba, justo es reconocerlo, de un ratón ilustrado, pues tenía una marcada preferencia por los clásicos. Habiendo devorado las ediciones de “Sepan cuántos” de La Ilíada y La Odisea, iniciaba a roer la primera parte de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, cuando lo descubrí.

La trampa que le preparaba era de una crueldad sofisticada: consistía en un compendio de las propuestas de los partidos políticos electorales.

Seguro moriría indigestado.

Llegó entonces el Andulio y se sentó en la banquita, a mi lado. A diferencia de otras veces en las que el Andulio se interesaba en lo que estuviera yo haciendo, esa vez sólo suspiraba profundamente, la mirada perdida. Al principio me alegré, pensaba yo que por fin el Andulio había entendido que no me gustaba que me interrumpiera con preguntas existenciales.

Al séptimo suspiro me preocupé y le pregunté qué le pasaba.

La Rosita -, dijo el Andulio como si dijera “mirad esta mortal herida que no cierra y en su luz se renueva”.

Debo decirles que la Rosita era, entonces, una niña de unos 6 años (ahora ya debe ser toda una soltera) que vivía en el pueblo del Andulio. La Rosita solía jugar con la banda de los niños de “San Tito” que por lo regular incluía, además de al Andulio, a la Mariya (que era algo así como la jefa de la pandilla), el Andresito (que era como el novato al que todos le cargan la mano), el Huber (el gandalla de la banda y hermano de la Rosita), y la Rosita (que era la callada y discreta).

Fue el Andresito quien explicó lo que le ocurría al Andulio:

Oí Chiup, si me lo das una vejiga te digo que el Andulio está bien enamorrado con la Rosita, pero si no me das entonces no te digo -.

Yo, sin dejar de notar la falta de habilidad del Andresito para negociar, busqué una vejiga mientras miré de reojo al Andulio.

El Andulio ni se dio por enterado de que el Andresito lo había delatado, lo que era grave.

Le dije al Andresito que fuéramos a pescar a la laguna.

La laguna no era una laguna, sino un charco muy grande que las lluvias formaban en medio del bosque a las afueras de “San Tito”. Pescados no tenía, era un charco pues, pero el Andulio y el Andresito solían invitarme a “pescar” cada que tenían que huir de la Mariya y sus regaños por no hacer la tarea de la escuela autónoma zapatista. No siempre los acompañaba, pero a veces me sentaba con ellos a la orilla del charco y escuchaba en silencio las pláticas que entre esos dos niños zapatistas se daban. A ninguno de nosotros parecía molestarle el hecho de que no llevábamos ni siquiera hilo para la pesca, la versión oficial era que estábamos pescando. Y ahí, sentados y platicando, nos pasaba el tiempo hasta que la tarde diluía sus últimos colores en la sombra de una noche adelantada.

La mamá del Andulio me contó una vez que los dos niños llegaban contando historias increíbles, que habían pescado un “monstro” en la laguna y que el “monstro” lo quería comer al Zup, que el Zup muncho miedo tuvo pero que el Andulio lo había pegado en su cabeza al monstro y lo había dejado privado y que lo habían echado otra vuelta a la laguna, porque claro lo vieron que el monstro se había encabronado porque lo sacaron del agua, y el Zup se puso contento de que el Andulio le salvó la vida, y entonces les contó un cuento y por eso tardaron pero que mañana sí lo iban a hacer la tarea.

Y la Mariya:

Acaso hay monstro en la laguna. Puro ajolote y sapos hay -.

Y el Andulio:

Hay -.

Y la Mariya:

No hay -.

Y el Andulio:

Hay, ¿verdad Andresito? -, pero a esas alturas el Andresito ya se había dormido, de pie y recargado en las piernas de su madre.

No hay -, insistía la Mariya.

Hay monstro, pero acaso sale cuando hay niñas. Pregúntalo al Zup -, así zanjaba el Andulio la discusión.

Cualquier día, en la tarde, cuando la escuela y los múltiples quehaceres les dejaban algo de tiempo, la banda del Andulio aparecía en nuestro cuartel. La Mariya y la Rosita llegaban también, pero acaso intuyendo lo que significaba el letrero que en un costado de la champa rezaba “Club de Tobi. No se admiten mujeres”, se iban con las insurgentas en algo así como lo que llaman “solidaridad de género”.

El Andulio, sin que nadie se lo requiriera, se asomaba a lo que estuviera yo haciendo, intentaba alguna plática y, si no era secundado, se iba al fogón donde la tropa insurgente preparaba la segunda de las dos comidas que componen la dieta zapatista.

Una vez, después de que se fue el Andulio, aparecieron todos los varones insurgentes amontonados en la puerta de la Comandancia. Al preguntarles que qué pasaba, respondieron:

Es que el Andulio dijo que el Sup estaba viendo mujeres encueradas -.

– Err… Acaso son mujeres encueradas, es un libro de anatomía -, dije yo mientras tapaba, con un pasamontañas sucio, una revista con muchas equis.

Pero, bueno, les contaba yo de esa tarde cuando fuimos con el Andresito a “pescar” a la laguna de San Tito.

Lo llevamos al Andulio, que caminaba como zombie.

Mientras el Andresito juntaba piedras para estar preparado por si el “monstro” se aparecía, me senté junto al Andulio. Encendí la pipa y esperé en silencio, sabiendo que las heridas que el amor infringe no tardan en buscar aliviarse, en vano, con palabras.

Oí Zup, ¿qué voy a hacer? -, rompió el silencio el Andulio y agregó:

¿Acaso me va a querer?

Yo estaba por describirle al Andulio diferentes formas de suicidio, algunas elegantes, otras ordinarias, pero el Andresito regresó con un cargamento de piedras que, por su tamaño, dudo que le hicieran daño alguno al supuesto “monstro” de la laguna.

De por sí no lo quieren, yo ya la pregunté – dijo el Andresito mientras acomodaba las piedras en montoncitos.

¿Y qué le preguntaste? -, cuestioné agarrando una piedra y la tiradora del Andulio, no fuera a ser cierto lo del “monstro” y yo desarmado y con mi supuesto defensor, el Andulio, herido de gravedad e irremediablemente moribundo por culpa de la Rosita.

Le pregunté claro si es que lo va a casar con el Andulio -, respondió el Andresito calando su tiradora.

– ¿Y qué te dijo? -, insistí mientras probaba puntería contra un árbol. Fallé.

Se corrió chillando a su casa, pero yo lo miré en su ojo que iba a decir que no -, dijo el Andresito y acertó al árbol.

No me pareció una conclusión objetiva, así que traté de explicarle al Andulio que no todo estaba perdido, que seguramente el Andresito no había mirado bien su ojo de la Rosita y que lo más seguro era que quién sabe si lo iban a querer o no.

Que en estos casos lo mejor era seguir alimentando la incertidumbre, porque no fuera a ser que, en efecto, no lo quisieran y yo me iba a quedar sin defensor y que tal que ahora sí aparecía el “monstro” y entonces sí se chingó Roma.

El Andulio me miró con atención mientras escuchaba mi argumentación que, dicho sea de paso, era mejor que la de las autoridades electorales para justificar la imposición de Felipe Calderón como presidente de México.

Cuando terminé, el Andulio, demostrando que estaba en otro canal, preguntó:

¿Y esa señora Roma es bonitilla como las mujeres encueradas que mira usted?

Yo me quedé callado, dudando entre volver a probar puntería en el árbol o en la cabeza del Andulio.

Porque la Rosita sí es bonitilla -, dijo el Andulio sonriendo con cara iluminada.

Acaso es bonitilla, es niña pues -, intervino el Andresito demostrando que, a diferencia del Andulio, él todavía era niño.

Es -, dijo el Andulio mientras recuperaba su tiradora y tomaba una piedra del montoncito.

El Andresito empezó a tomar distancia. Un redoble de tambor presagiaba el duelo. Bueno, en realidad no sonó nada, pero es para darles una impresión del ambiente. Pero si no se escuchó un tambor, sí lo hizo un crujido que anunció el desgajamiento de la rama de un árbol.

¡El monstro! -, gritó el Andresito, y salió corriendo. Detrás de él, pero igual de veloz, se fue el Andulio. Yo me levanté con una elegancia que olvídate de Gandalf en El Señor de los Anillos, me aseguré que no hubiera nadie viendo, y corrí dejando botadas mi dignidad y las piedras que el Andresito había juntado.

Al otro día, en la tarde, llegaron el Andresito y el Andulio a la champa de la Comandancia Zapatista.

El Andresito abrió la conversación:

Oí Chiup, lo venimos a mirar si es que ya moriste ya -.

– No morí –, dije con mentiroso orgullo.

¿Y el monstro? -, preguntó el Andresito mirando nervioso a todos lados.

Murió. Lo peleé y lo derroté y le saqué el cuero -, dije mostrando orgulloso un pedazo de bota rota.

El Andresito abrió los ojos con una mezcla de admiración y espanto, pero no se atrevió a tocar siquiera la “piel” del “monstro”. Se fue diciendo que iba a ver si quedaba un hueso del “monstro” para hacerse una espada mágica. Quedó el Andulio.

Hasta entonces me di cuenta que el Andulio sonreía de oreja a oreja y ponía cara de “pregúntame cómo me fue”.

¿Y cómo te fue? -, le pregunté encendiendo la pipa.

Pos yo creo que sí me va a querer, pero lo más seguro es que quien sabe, de repente sí, creo. Es que estaba yo sentado, tomando mi pozol. Acaso estoy pensando nada. Estoy nomás así, mirando. Y entonces llegó la Rosita y se sentó junto de yo -.

– ¿Y qué dijo? -, le pregunté ansioso.

Acaso dijo nada. Pero se quedó sentada conmigo hasta que se acabó su pozol -.

– ¿Y tú? -, le insistí interesado.

Yo acaso lo terminé mi pozol, si no bajaba. Estaba con mucha nerviosidad –, dijo el Andulio con cara de “hazte cargo de mi situación”.

¿Y entonces qué vas a hacer? –, cuestioné con morbo.

¿Yo? Vos, vos vas a escribir una carta, una carta de amores y esas cosas -.

– Mmh… una carta de amores y esas cosas… ¡pero Andulio, la Rosita no sabe leer! -, le dije para desanimarlo… y para eludir el trabajo.

Todavía, pero va a la escuela autónoma zapatista y de repente un día va a saber y lo va a leer y se va a enamorrar conmigo -.

– ¿Y luego? -, le pregunté.

El Andulio quedó pensando. Como que esa parte no la había tomado en cuenta. En eso regresó el Andresito.

Acaso hay hueso del monstro -, dijo desilusionado.

Acaso tienen huesos los monstros. Tienen adentro unos alambres mágicos… como éste-, dije tomando del suelo un cable suelto que debió ser de algún aparato de radio.

El Andresito quedó pensando. Después de un rato dijo:

¿Y qué tal que el monstro tenía hijos y se crecieron y están encabronados porque lo sacaste el cuero de su papá monstro y van a venir a comerte de una vez? -.

Yo tragué saliva, pero me recompuse rápidamente:

¿Acaso los monstros comen subcomandantes? –

– ¿No? ¿Y comen niños? -, preguntó temeroso el Andresito.

Sólo si se llaman Andrés -, dije como de pasada.

Ahora fue el Andresito el que tragó saliva, pero también se recompuso:

Yo de por sí me voy a poner otro nombre de lucha y ya no voy a ser el “Andresito” -.

– ¿Ah sí? ¿Y cómo te vas a llamar? -.

– Chuip -, dijo el Andresito y tomó una de mis pipas.

No se puede, porque yo ya me llamo así -, le dije mientras le quité la pipa.

Sí, pero yo soy… ¡el otro Chuip! -, exclamó el Andresito y tomó de nuevo la pipa y salió corriendo.

Yo dudé entre salir corriendo con un machete detrás del Andresito, o avisar por radio a la guardia para que lo detuvieran y torturaran hasta que entregara la pipa, o acusarlo con su mamá para que se lo sonara, o intentar sobornarlo como si se tratara de un funcionario electoral, o consolarme con que la pipa ya estaba rota de la boquilla.

Antes de que decidiera, el Andulio interrumpió mis pensamientos y me recordó lo de la carta para la Rosita.

Se la escribí y el Andulio garabateó su nombre como firma. Dobló con cuidado la carta y la guardó en una bolsita de plástico.

Se fue.

Esto que les cuento fue hace más de once años. Ahora la Rosita ya debe estar crecida.

Tal vez el Andulio no le entregó la carta.

O tal vez sí.

O tal vez el Andulio le va a entregar la carta todavía.

Tal vez el Andulio y la Rosita, bajo el techo de esas letras, encontrarán sus cuerpos y se encontrarán una madrugada. Tal vez un relámpago recorrerá sus pieles. Tal vez sus suspiros renombrarán cada parte nueva que nazca de las caricias.

O tal vez no.

Tal vez son otros los ojos que desvelan al Andulio, otras las piernas que se enredan con las suyas, otra la humedad que sediento bebe.

Tal vez es otra la mano que recorre la geografía de la Rosita, otro el abrazo que ciñe su cintura, otro el cuerpo que monta hasta el dulce cansancio.

O tal vez el amor, ese impertinente, acecha aún en la sombra.

Y tal vez el Andresito encontró por fin un hueso de monstro, y se hizo una espada mágica y ahora la blande desafiando al poderoso, como de por sí se alzan las rebeldías en la Otra Campaña, en todos los rincones de México… y en tierras zapatistas, en las montañas del Sureste Mexicano.

Tal vez…

Vale. Salud y, en cualquier caso, tal vez para todo eso también sirve este libro.
El Sup afilando la espada de la madrugada.
México, Agosto- Septiembre del 2006.

 
 

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21 Comentarios »

  1. AQUI SIGO, Y SEGUIRE SIEMPRE, CON EL CORAZÓN ZAPAISTA, LUCHANDO DESDE MI TRINCHERA… LA LUCHA INDÍGENA ZAPATISTA VA MUCHO MÁS ALLA DE CUALQUIER DIFERENCIA…
    LA LUCHA SIGUE

    Comentario de PERLA — octubre 3, 2006 @ 11:16 pm

  2. Mi corazon sigue abajo y a la izquierda un poco herido esperando que sanar…ya que en vano no lo hara si deliberamos…atlacuicihualt

    Comentario de atlacuicihualt paola — octubre 3, 2006 @ 11:46 pm

  3. Han pasdo 9 años desde que mi tambor tronó y dió sentido a mi lucha, la cual se identificó con el movimiento zapatista, muchas cosas no son lo que eran, todo ha cambiado detrás de mis ojos… lo que nunca cambiará será el motivo para seguir apoyando y luchando con el movimiento neo-zapatista…
    salud por el cuento ZUP.
    que viva la otra campaña…
    que viva el EZLN!!!!

    Comentario de TAMBOR Y TRUENO — octubre 3, 2006 @ 11:57 pm

  4. Un texto conmovedor kon tanta ternura komo la que inspira la lucha, la ternura de la que el soldado de la noche necesita alimentarse…

    Un poco de ternura.. en los niños la verdad, en los niños la razon de luchar

    Comentario de Oliver — octubre 4, 2006 @ 2:46 am

  5. El cuento es un respiro y una forma de seguir caminando con la mira en que otro mundo es posible.
    En este momento no me encuentro en México, pero me han llegado noticias de la represión que sufrieron compañeros de la otra campaña durante las actividades del 2 de octubre en Guadalajara, he revisado la página del enlace y no he econtrado información. Lo que yo he sabido es que los reprimió la policía y los tuvieron detenidos por unas horas, entre ellos estaba «el chilaquile» adherente a la otra campaña y que intervinó durante la estancia del Sub en Guadalajara. Creo que es necesario que se sepa lo que ha ocurrido.

    Comentario de Claudia — octubre 4, 2006 @ 5:14 am

  6. solo el AM@R nos salvará y por su pertinencia esta en L@s Niños (d JAH-Sophiae).:LIBERTAD

    Comentario de la neta amorfa — octubre 4, 2006 @ 10:58 am

  7. cuando habla la lucha, hay que escuchar, el capitalismo ah muerto.

    Comentario de em — octubre 4, 2006 @ 12:09 pm

  8. quisiera que el cuento terminara como todos los cuentos de hadas. andulio y rosita se casaron y vivieron felices por siempre jamas. sub. exijo que ese sea el final. que no quede el final abierto , porque las fantasias pueden ser tan bellas como la realidad que construyamos.

    Comentario de margarita — octubre 4, 2006 @ 4:12 pm

  9. todos los finales abiertos estan lindos, yo dejaria el mejor , el amor ese impertinente acecha aun en la sombra y el andulio y la rosita un dia se encontraran una madrugada.porque las mas bellas fantasias podemos construirlas en la realidad. eso lo sabemos todos lo de la otra campaña y tambien, claro el Andulio y la Rosita

    Comentario de margarita — octubre 4, 2006 @ 4:45 pm

  10. Compañeros: Podrían subir a la pagina lo propuesto por los compañeros de UNIOS y los de UNOPI.
    Gracias.
    No más represión en Oaxaca!!
    El gobierno dice que no va haber represión y ya hay muertos, detenidos y perseguidos.

    Comentario de Ana Laura — octubre 4, 2006 @ 6:33 pm

  11. Atodos aquellos q tal ves sigan con el miedo como el andresito d enfrentar a ese poderoso monstro «capitalismo», solo es cuestion d cambiar tu lugar sus posturas ante la sociedad, aqui estamos siguiendo y resistiendo en dond todos los mundos caben y asi como el andresillo, se animo a enfrentar a ese monstro y asi con unos mas unos los derrotaremos, desd abajo y a la izquierda.
    Por los pueblos reprimidos todos unidos, por Oaxaca libre!!!

    Aqui estamos somos la dignidad revelde, el corazon olvidado de la patria!!!

    nestaalex11@hotmail.com

    Comentario de Alex Gdl. Mex. — octubre 4, 2006 @ 8:43 pm

  12. Abajo y a la izquierda – Antropologia Visual

    Cheken : http://www.mictlanphoto.com

    Comentario de Ciro — octubre 5, 2006 @ 12:34 pm

  13. Apenaz está amaneciendo con mi gente… apenaz el sol intenta saludarnos cuando unos desgraciados que manejan a la nacion, ya estan sacando demasiado smog y estan nublando nuestro dia, pero sabemos que detras de esa oscuridad está la luz, solo hay que saber esperar, no perder las esperanzas.
    Saludos y deseos buenos para todos y todas l@s que estamos en la trinchera

    Comentario de Zocra — octubre 5, 2006 @ 3:38 pm

  14. ya dejense de llorikeos y frasesitas estupidas mejor ponjanse un momento a pensar y aser algo por lo ke supuestamente luchan o creen por ke siguen esperando a ke alguien mas lo aga por ustedes.ke no entiende ke esto nunka va acabar sino hasta ke kambiemos nosotros mismos.

    Comentario de david — octubre 5, 2006 @ 6:09 pm

  15. Una de las cosas que aún sorprenden, es que hay personas que gritan- hay que cambiar- hay que hacer esto o hay que hacer lo otro, (aplican el «marchómetro», el «trabajómetro») unos creen en AMLO, otros en FECAL, otros en una revolución armada, pero son los zapatistas, y han sido ellos quienes se han mantenido, quienes no han dado la espalda a los que les llaman. Son los zapatistas quienes han mantenido el corazón, manos y cerebro abierto, para con nosotros, los de abajo, los desheredados.
    Adelante compañeros.

    Comentario de Joel Medrano — octubre 5, 2006 @ 11:18 pm

  16. El Sup no se detuvo en Toluca, pero entendemos que lo podrá hacer en otro momento. Está invitado, en su calidad de Delegado Zero de la Comisión Sexta, a intercambiar puntos de vista con los grupos en lucha de por esta región.

    Comentario de Abelardo Hernández Millán — octubre 6, 2006 @ 11:46 am

  17. Al paso, enganchando las Raizes, la palabra del que toda lengua son,en cáda infinitamente abajo comienza-suigue, el pensanmiento ya encontrado mismo. será él demostrante de lo que ya es irreversible, la libertad.
    !todo el poder para la gente¡

    Comentario de alejandro — octubre 6, 2006 @ 12:12 pm

  18. SIEMPRE HE PESNADO QUE LOS ESCRITOS E HISTORIAS DEL SUB O DEL EZLN, DEBERIAN DE SER LECTURAS OBLIGATORIAS PARA LOS NIÑOS QUE VAN A LAS ESCUELAS.

    APRENDERIAN MUCHO.

    Y CLARO TAMBIEN PARA TODA LA GENTE DE ABAJO AUNQUE NO VAYA A LA ESCUELA.

    Comentario de gersain — octubre 6, 2006 @ 9:23 pm

  19. Hola a todos los compañeros y compañeras zapatistas. Uno de mis puntos a exponer es; no solo remitirnos gritar y convocar a mitines ya que ello no son acciones de lucha del estado, son solo una demanda de las incorfomidades que nos aquejan a todos, y una manera de dar aconecer el problema. Tambien es importante estar conciente de las convicciones y eso solo se logra atraves de la lectura por ejemplo alguno de los libros que yo recomiendo son; «Hegemonia del poder y el imperialismo» de Naom Chomski
    La visión de los vencidos, entre otros.

    Pero algo de las acciones contundentes contra este sistema de poder es el boicot contra las empresas transnacionales y las televisoras como televisa y tv azteca, y por ejemplo empresas como coca-cola, kimberly clark, grupo bimbo,pepesicola, sabritas, entre muchas otras ya que esta son las que controlan a los poderes facticos y los gobernadores y prsidentes que han pasado atrves de la historia en nustro pais, ya que nuestros gobernantes solo han sido marionetas de estas, y entre mas consumamos sus productos mas poder les estamos otorgando. Por eso una de las tantas acciones contundentes a aparte de la organizacion atraves de las celulas autogestivas, y la consientización de las masas, tambien es el boicot ya que es uan manera de realmente atacar a estas empresas ya que son ellas, las que verderamente controlan el pais, y siempre velan por sus intereses, y no les importa aplasta y atropellar a todos aquellos que se topen en su camino.

    Como los movimientos sociales, como lo es la APPO, Y EL EZLN por ejemplo entre muchos otros; por eso propongo no consumir sus productos y sobre todo no acudir a comprar a walt-mart y oxxo y todo ese grupo de cadenas comerciales ya que ellas explotan desde los trabajadores hasta los productores.

    Por eso invito a toda la cominidad que integra y apoya al ezln que otra manera de atacar al sistema de poder, es atraves del boicot y no necesitas usar las armas y considero que es mas facil llavarlo acabo.

    Comentario de OCTAVIO FEDERICO ARIAS — octubre 7, 2006 @ 11:04 pm

  20. compañeras y compañeros todos todas, nuevamente utilizo este medio para pedir su apoyo para reunir libros, lapices etc. para que lo mandemos a Roberto Barrios, a la escuela autonoma.
    La fecha 1 de diciembre del 2006, el lugar sigue pendiente pero yo creo que sera en chimalhuacan estado de México, en una secundaria donde edgar gato polho trabaja.
    muchas gracias, el cuento estuvo de fabula.

    Comentario de edgar gato polho — octubre 8, 2006 @ 5:31 pm

  21. lo unico malo del cuento es que la rosita, la sujeta de amor del Andulio, tenia que ser la callada y discreta… nadie se enamora de las desordenadas, de las rebeldes de las habladoras… Salud por eso, porque somos mas libres…

    Comentario de Alejandra — noviembre 10, 2006 @ 12:15 pm

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