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Palabra del Ejército Zapatista de Liberación Nacional

Mar222006

Reunión en El Salto, Jalisco. 20 marzo.

Primera intervención del delegado zero en la reunión

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Segunda intervención.

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Primera intervención en la reunión con adherentes en El Salto, Jalisco.
20 de Marzo de 2006

Bueno compañeros y compañeras, gracias por recibirnos, gracias a la comunidad de El Salto, y a todas las comunidades que se han congregado aquí, grupos y colectivos. Unas gracias especiales a la familia Ozorno Calvillo, que es la que nos está recibiendo aquí y al sindicato de trabajadores de Euzkadi, que son los anfitriones.Apenas tres días en Jalisco, y ya estas denuncias que hacen palpable lo que es una guerra de conquista, y este llamado de atención que en los estados donde gobierna acción nacional y el yunque, es donde paradójicamente, lo único que ha cambiado es el índice de suicidios, en Aguascalientes también ha crecido desde que acción nacional tomó el poder ahí en ese estado.

Lo que nosotros estamos viendo en este recorrido, es que, a diferencia de otros años u otras épocas, la destrucción de la naturaleza o su no protección no es producto de la ineficiencia de un gobierno, sino que ahora estamos viendo que las autoridades que deberían encargarse de proteger la naturaleza, son las que se están encargando de destruirla. Y por eso nosotros estamos hablando de una guerra de conquista, de una guerra de destrucción; en los casos que han planteado aquí no se trata sólo de contaminación del agua, no se trata sólo de destrucción de los bosques, sino también de destrucción de la vida humana, como nos explicó la compañera desplazada, de que prácticamente están como perros de caza detrás de ellos, donde se ponen los desalojan una y otra vez, hasta cerrarles toda posibilidad de lucha.

Nosotros pensamos, según lo que hemos recorrido, que este es un punto fundamental; no se trata nada más de hacer la denuncia, sino de denunciar claramente que es el gobierno, el gobierno federal, estatal y municipal, los tres niveles de gobierno, los que están haciendo este programa de destrucción, esta nueva guerra de conquista, como hace 500 años exactamente; y se trata no sólo de destruir la vida comunitaria, en el caso de las comunidades indígenas, sino se trata de destruir a todos los habitantes que abajo están tratando de sobrevivir.

Lo que ha hecho la Otra Campaña, no es levantar un movimiento de defensa de los recursos naturales, sino de encontrarse con él, y en ese sentido también que ese movimiento de resistencia que hasta ahora podría parecer aislado o sólo reducido al horizonte de los encuentros o de los foros, empiece a encontrar un lugar abajo y a la izquierda, donde darse a conocer y donde empezar a levantar ahora si un movimiento nacional. En Quintana Roo, los grupos ecologistas de allá, nos explicaban como se trata de una destrucción perfectamente planeada desde arriba, desde muy arriba, quiere decir desde el extranjero, de la naturaleza y cómo la naturaleza está pasando la factura, la cuenta; y eso es lo que parecen olvidar en esta inmediatez de la mercancía, a ellos no les importa destruir el lago de Chapala, destruir la barranca, todo lo que nos han contado aquí, si esto produce ganancia inmediata, no importa que el costo social sea el equivalente al de una guerra de destrucción. Cuando nosotros hablamos de esta guerra de conquista, no nos estamos refiriendo a que se trate de destruir con bombas o con balas, sino con programas gubernamentales. El gobierno, y en general todo el Estado mexicano, ha dejado de ser desde hace tiempo, desde que se pasa a esta etapa neoliberal, en el garante de la unidad del estado y se ha convertido en un coyote, en un intermediario comercial; todos los supuestos afanes por defensa de la naturaleza en realidad es para desplazar a las comunidades de los territorios que les pertenecen.

Como indígenas nosotros estamos viendo, nosotros somos indígenas zapatistas allá de las montañas del sureste mexicano de Chiapas y traemos un saludo especial para los compañeros de Mezcala.

Como indígenas, nos damos cuenta que ahora la guerra de conquista no es sólo contra los pueblos originarios de estas tierras, sino contra todo lo que ha ido creciendo abajo, en la gente humilde y sencilla; tenemos -por eso, pensamos nosotros- que hermanarnos con todos estos grupos, pero no sólo para conocernos e intercambiar palabras, aplausos, saludos, reconocimientos, que es lo que nosotros también les traemos junto con esto, sino para levantar realmente un gran movimiento; somos una gran comunidad abajo, encerrada cada quien en pequeños cuartos que impida conocernos, la realidad que nos están proponiendo a través de los medios de comunicación masivos, a través de las declaraciones de ese idiota que está de presidente, que es Vicente Fox, o de su segundo al mando o primero al mando, que es Marta Sahagún, es evitar que nos miremos entre nosotros y castigar la pobreza, criminalizarla y perseguirla hasta lo último. Cómo es posible que las grandes madereras, las grandes empresas privatizadoras del agua, no sólo no sean sancionadas, sino incluso reciban premios de defensa ecológica, mientras un campesino o un indígena que corta un árbol, ya seco para leña, es castigado hasta con veinte años de cárcel. Esto es lo que nos han platicado en varias partes empezando desde Quintana Roo, dicen los pescadores en Isla Mujeres, nos lo dijeron ellos primeramente, dicen, «nos están corriendo del lugar, porque dicen que nosotros destruimos la naturaleza, que nosotros rompemos la veda, y estamos viendo las grandes empresas camaroneras y pescadoras, que están sus grandes barcos y nosotros con una barquita somos los que estamos rompiendo la naturaleza y nos están desalojando», pero no es que estén protegiendo la isla o la naturaleza, es que simplemente está cambiando de manos, ahora las grandes empresas hoteleras y navieras. Poco a poco está destrucción se está dando a conocer en todo el país, esta guerra de conquista, como la de hace 500 años decimos nosotros, pero el actor ahora, la víctima no sólo son los pueblos originarios de estas tierras, los pueblos indígenas como se dice en algunos casos, sino todo, la comunidad, el ama de casa, el obrero, el estudiante, el maestro, el… todos los grupos sociales, que de pronto se dan cuenta, cuando quieren conquistar, que estorban, no sólo estorban porque nuestra capacidad de compra es muy limitada, sino estorbamos porque es necesario acabar con nuestra rebeldía, somos molestos, incómodos, un estorbo en ese sentido. Y en el momento en que se empiece a plantear esto seriamente, una unidad nacional de todos los de abajo, viene entonces la pesa romana y a decir, bueno, cuántos somos y qué fuerza tenemos y cuántos son ellos y qué fuerza tienen.

Por eso este esfuerzo de allá arriba, de la clase política, en casi gritarnos al oído que no miremos hacia abajo sino que miremos hacia arriba, y vienen todas estas promesas sobre protección del medio ambiente que no son más que este avance despiadado del capitalismo de convertir en mercancía todo, absolutamente todo, incluso nuestra pobreza. Pareciera paradójico, que aquí en El Salto, empieza a sintetizarse, todo lo que hemos visto a lo largo del país, una comunidad, una colonia popular, en San Juan Salamanca, Guanajuato, que empieza a descubrir que tiene enfermedades de leucemia, de cáncer, de enfermedades de la piel, bronco-respiratorias, producto de una contaminación, de una fábrica ahí cerca, que se supone que llegaba a traer el progreso a ese lugar, y la lucha de esa comunidad pequeña, que está esa desesperación de que somos muy pocos, y la oportunidad en la Otra Campaña, de sin perder su identidad, son dejar de ser lo que son, hacer crecer su lucha a la hora que se hermanan. Estamos seguros que estos compañeros de ahí de Salamanca escucharán estas historias, y la gente del Apaseo, también en Guanajuato, que les quieren meter un basurero ahí, y que les dicen «no importa va a estar debajo de la tierra» y que empiecen luego a contar enfermedades, muerte, destrucción y desalojo. Y todo esto a través de leyes que legalizan el despojo, la base jurídica de toda esta guerra de conquista está en esto del PROCEDE y el PROCECOM, de como empiezan a destruir las comunidades, sobre todo las comunidades rurales, pero no sólo, y sobre todo las comunidades indígenas pero no sólo, ese espíritu de comunidad y esa relación con la tierra, y no me refiero sólo a la tierra, sino a todo lo que es el medio ambiente, el agua, los árboles, los animales, es convertir a cada quien en un pequeño propietario, en un comerciante, en un pequeño comerciante, que se vaya quedando sin nada hasta que sólo le queda el lugar donde vive, y entonces lo pone a venta, porque entre sobrevivir o morir, tiende naturalmente a la sobrevivencia; la Otra Campaña está proponiendo otra alternativa, es tender naturalmente a la rebelión, pero ya no solos.

Lo que estamos descubriendo entonces en la Otra Campaña, son todos estos movimientos como el que aquí nos hablaron y cómo se empiezan a enlazar, como dijo el compañero, resulta que todo es una cadena, primero ficticia, porque nos hacían creer que el problema de Chapala es la gente de abajo de El Salto, y luego le siguen y siempre va por abajo; y si nos empiezan a decir, «es que esta destrucción que vamos a hacer, es porque lo necesita el desarrollo y el progreso», olvidan decirnos que el desarrollo y el progreso es el de ellos, el de allá arriba; que ni el agua que se van a robar, ni la basura que van a tratar de deshacerse, ni las aguas negras, son para beneficiar a otros como nosotros, sino son para beneficiar a los grandes empresarios. Por qué no les importa, ¿porque son idiotas? o porque ese es el plan, nosotros pensamos que porque ese es el plan, se trata de destruir todo el país, como país, como nación y rehacerlo ahora como una estrella más en la bandera de las barras y las turbias estrellas, la norteamericana. Y para eso estorban los mexicanos de abajo, porque son los que guardan todavía, la historia de rebeldía y de independencia, que hizo nacer la guerra en 1810 y luego la refrendó en 1910, y que tenemos que volver a hacer, ahora ya no como un alzamiento militar, sino como un alzamiento civil y pacífico.

Nosotros pesamos que en esta etapa está este lugar del «yo soy» que cada quien dice, como individuo, como familia, como grupo, como colectivo, como organización, y a la hora que esa voz se levanta y es escuchada por el otro que es como nosotros, es como decía el pescador de Isla Mujeres, el otro pescador porque es compañero de la Otra Campaña, es como nuestra palabra agarra aire y llega lejos. Así, entonces, con este conocimiento podemos construir un movimiento, y entender que ese movimiento no es sólo por defensa del medio ambiente, sino que empieza a seguir la cadena no abajo, sino hacia arriba, y encontrar en el sistema al responsable. Si no alcanzamos a ver esto, vamos a pensar que lo que se necesita es tener un gobierno eficiente, que ese gobierno eficiente en lugar de robar, en lugar de ser corrupto, si va a aplicar los programas, pero el problema que los programas son des destrucción, con esta mentira del progreso y del desarrollo, entonces tal vez podamos conseguir allá arriba alguno o unos pocos, nosotros lo dudamos, pero échale que nos equivocamos y que allá arriba hay alguno que otro gente decente, finalmente lo que va a hacer es, sin robarse mucho dinero o un poco, es aplicar ese mismo programa de destrucción, mantenernos separados, y vender al resto del país, que se trata de una banda de revoltosos que se opone al progreso y al desarrollo de Jalisco, del Salto, de Guadalajara, de Chapala.

Y nosotros lo que estamos haciendo en la Otra Campaña es descubrir, que los revoltosos, los agitadores, somos millones en todas partes, y en esos revoltosos y agitadores y futuros transgresores de la ley, por fin vamos a compartir el título, en esos está el futuro de este país, incluso físico, ya no se trata sólo del sentimiento de una nación, de este ser mexicanos y mexicanas, sino la destrucción del espacio físico donde vivimos, donde trabajamos, donde comemos y donde nos relacionamos con la naturaleza y con la historia, en el caso nuestro como pueblos indios.

Nosotros pensamos que hay que hacer esto más grande todavía, estas denuncias, que han aparecido aisladas a través de los estados, pero son como las puntas de un iceberg, de este iceberg de rebelión, de indignación, de coraje por la destrucción, que en cada lugar adquiere características diferentes pero es este mismo plan. Tenemos que hacer otro, un encuentro, otro, sólo sobre este tema, primero para que nos conozcamos entre todos, para la gente de aquí de El Salto que está en esta lucha, encuentre a los compañeros de Quintana Roo, de Tabasco, de Oaxaca, de Puebla, de Tlaxcala, donde están surgiendo estos movimientos en Campeche, también está este movimiento, que nos encontremos y nos demos cuenta de que no estamos solos en esta lucha y allá arriba se den cuenta de el mensaje fundamental de la Otra Campaña: «NO, acá abajo no estamos solos, estamos nosotros y hemos decidido lanzarles este desafío». Decíamos antes que estamos como en una comunidad, y el lobo, que tiene cara de partido político o tiene cara de empresario próspero, cada tanto va y ataca nuestra comunidad; el sistema que allá arriba está proponiéndose, es que cada quien defienda su casa, su familia, ni siquiera como sindicato, ni siquiera como grupo ecologista, ni siquiera como colectivo o como organización social, que cada quien se rasque con sus uñas y enfrente al lobo, y termine por conformarse con que le mate algún, algo poco de ganado y no mucho. Y está esta opción que empezaba a crecer antes, donde en efecto, cada grupo se repliega y resiste y se defiende, como si hubiera un naufragio y cada quien buscara una tabla donde salvarse. Lo que nosotros estamos diciendo en la Otra Campaña es que ya no basta, que viene una gran catástrofe si no la evitamos, pudiéramos pensar que podíamos seguir la vida así, tratando de defendernos del lobo, nosotros decimos, hay que ir por él a su cueva, allá arriba, y hay que acabar con él, necesitamos vivir en tranquilidad, podemos levantar este país, hacerlo mejor, mucho mejor, sabemos que es posible crecer y prosperar abajo sin destruir la naturaleza, sin convertir el agua en una mercancía, sin convertir el aire en una mercancía, sin convertir la naturaleza en una mercancía. Podemos hacerlo, pero ahora estamos como a la defensiva, esperando a qué horas nos van a atacar, ahora resulta que las organizaciones sociales o ciudadanas nacen para defenderse del gobierno, cuando se supone que el papel del gobierno es defender a la comunidad. El gobierno y el estado mexicano, ha pasado a ser parte de los agresores, en un proceso mas o menos complicado que no detallaré aquí, y es la punta de lanza de esta guerra de conquista.

Entonces nosotros pensamos por qué vamos a estar mirando allá arriba, a ver quien va a encabezar esta destrucción, si abajo estamos conociendo estas alternativas de defensa reales además, y mandar el mensaje a todos los grupos que están en esta línea de lucha, de una gran red dentro de la Otra Campaña, con su propia lógica y con su propia palabra. Como dijo la compañera, no se trata aquí de que vamos a subsumir nuestra lucha, a subordinarla, nuestra historia a otros, o a otros que ahora nos prometan desde otro lado llegar al poder y resolver los problemas, si sabemos que es en nosotros mismos en nuestra fuerza, donde hemos podido obtener lo poco o mucho que hayamos logrado. La palabra sobre esta defensa, sobre esta resistencia debe ser de quien la encabeza, la Otra Campaña, no pretende suplantar ningún grupo, sino abrir el espacio para que se dé este encuentro.

Nosotros vamos a buscar si en uno de los estados del centro de la república nos hacen el favor de hacer la sede, y le propondríamos a los compañeros y compañeras de Jalisco, que están en esta línea, que lanzáramos la convocatoria conjunta a un encuentro nacional por la defensa de la naturaleza anticapitalista y de izquierda.

Quiere decir esto que no nos vamos a conformar con denunciar que el basurero va a afectar la naturaleza, sino tenemos que ir a quien y a quien sirve que ese basurero se ponga ahí, a quien le sirve que se destruya Chapala, y con él, con ese lago, las comunidades que están al rededor. Nosotros por lo que nos platican los compañeros de Mezcala, pues mas o menos entendemos, se trata de que se vayan y en su lugar entren las empresas hoteleras o turísticas, rehacer el lago, pero ahora no como un espacio e vida, de historia, de cultura, sino como una mercancía pues, como que vas al cine, y entonces esta destrucción va sobre eso.

Uno puede pensar, cómo es posible que el sistema esté haciendo eso, ¿es qué no se dan cuenta?, se dan cuenta y no les importa, no les importa realmente que se destruya su vida, no les importa la compañera desalojada ni su historia de que no encuentren trabajo sus hijos, no les importa que se contamine la barranca y se convierta en una letrina, porque al fin y al cabo, ellos no van a vivir ahí, y si ustedes van a vivir ahí, «muy su problema a ver como le hacen». Es esta irracionalidad del sistema, la que espanta y aterra, imagínense lo que va a pasar si los dejamos, allá arriba, que hagan como quieren, todo, todo se va a destruir y se va a volver a colonizar, ahora bajo otra lógica; y vamos a tener que elegir entre ser extranjeros en nuestra propia tierra, incluso como indígenas, o ser extranjeros al otro lado del Bravo; ni siquiera al otro lado del Bravo porque ahora la frontera va a estar en el Istmo de Tehuantepec, a lo mejor va a resultar la paradoja que los mexicanos y mexicanas van a tener que emigrar a Centroamérica buscando trabajo, tampoco, el campo de batalla agarra todo América Latina, y por eso es importante que nazcan en otros países también esos movimientos de resistencia, cuando son de abajo.

Entonces compañeros y compañeras, este es el lugar, la Otra Campaña, aquí es posible encontrar a la compañera desalojada, a los indígenas también afectados, toda la cadena que abajo se pasaba la culpa uno a otro, y descubrir juntos que la cadena va pero para arriba, y podernos juntar con los compañeros obreros, con los pueblos indios de otras partes, con estudiantes, con maestros, con homosexuales, lesbianas, transexuales, con mujeres, con ancianos, con niños, y entonces descubrir que la cadena, que en el caso de la destrucción, reconstruyeron aquí muy bien, alcanza a otros sectores y se convierten en el sistema.

Además su trabajo es importante, porque falta, según hemos visto nosotros, en las organizaciones de izquierda, organizaciones sociales, grupos y colectivos, esta conciencia de la destrucción de la naturaleza como una acción capitalista. Porque en determinados sectores se enfrenta la lucha contra el capital de forma más inmediata, adquiere el rostro del policía que desaloja al pequeño comerciante, el rostro de la autoridad laboral que destruye el contrato colectivo, el rostro del extranjero que por medio de una empresa transnacional, va alargando la jornada laboral al mismo tiempo que reduce el salario y parece como que lo de la naturaleza es de gente rara, o de gente que no tiene nada que hacer, que está mirando los pajaritos y está preocupada por eso. Nosotros como hemos escuchado aquí y en otras partes, no sólo se trata de un discurso perfectamente articulado sino que es muy radical, señala exactamente quién es el responsable, y es el que mejor ha descrito hasta ahora en lo que llevamos de la Otra Campaña, el carácter de guerra de conquista de la etapa neoliberal del capitalismo.

Si hasta ahora solos, separados, hemos resistido esta guerra, tan hemos resistido que aquí estamos y son las historias, no hay otra oportunidad que pasar a la ofensiva en la Otra Campaña; nosotros les decimos pues, vamos por ellos, somos muchos, pero es importante que, dentro de la Otra Campaña, estos discursos diferenciados, estas luchas, que son diferentes unas de otras, no pierdan su identidad, no pierdan su forma de expresarse, su forma de lucha; y que se dé este proceso de aprendizaje para que dentro de la Otra Campaña, otros sectores también aprendamos esto. Y dando y dando, que ustedes también dentro de su lucha, aprendan la especificidad de la lucha de los pueblos indios, de la lucha de homosexuales, lesbianas, transgéneros, de la lucha de los obreros, de la lucha de los campesinos sin tierra y así de todos los sectores.

Ha sido una de las mejores lecciones que hemos recibido, la que hemos escuchado acá, intensa concisa, y no me acuerdo como alguien… un compañero dijo «hay que ser breve, conciso y concreto»; en este caso, está el recorrido completo, desde los desalojados, los pueblos indios, las colonias afectadas, la destrucción de la naturaleza, este mensaje de desafío que nos mandan de arriba «para nosotros ustedes son un basurero y no mas falta que les mandemos lo que nos está sobrando a nosotros», imagínense el desprecio de un sistema que te convierte en el canal de desagüe de sus inmundicias, y todavía así dice que el cambio, que te respeta, que la dignidad, encabrona ¿no?. Eso es lo que está haciendo la Otra Campaña, descubrir esos encabronamientos, unirlos y hacer un sólo movimiento.

Gracias compañeros, gracias compañeras.

Segunda intervención en la reunión con adherentes en El Salto, Jalisco.
20 de Marzo de 2006

Compañeros y Compañeras, sobre este punto, antes responderle brevemente a la compañera maestra, por qué no debe votar por Marcos. Según nuestra concepción como zapatistas, nosotros pensamos que hay que invertir la relación de poder y que debe ser la gente de abajo la que mande y los gobiernos los que obedezcan, por eso en el EZLN tenemos prohibido que los dirigentes y los miembros militantes del EZLN participen en algún cargo de gobierno, y nuestro deber es organizar a la gente, a la gente de abajo, para que pueda elegir buenas autoridades y pueda ejercer su mandato sobre esas autoridades. Esto está sintetizado en la leyenda de las Juntas de Buenos Gobierno, en su territorio, que dice «aquí el pueblo manda y el gobierno obedece». El propósito de nuestra participación en la Otra Campaña, no es construir la candidatura de Marcos, ni de nadie, sino hacer este punto de encuentro y levantar un gran movimiento que organice a toda la gente de abajo y entonces sí, plantearse el problema del gobierno. A parte que no, no muy se me da eso del gobierno, hay que decirle a los niños que no, que nunca voten por Marcos.

Para tocar este tema, vamos a explicarlo como de por sí hablamos los zapatistas, tal vez sólo nos entiendan los compas indígenas de Mezcala. Pero en la Sexta Declaración, nosotros empezamos a reflexionar sobre este problema del sistema capitalista, a partir de nuestra realidad como pueblos indios y empezamos a seguir la cadena, como dijo el compañero también indígena de Mezcala, a ver donde estaba el origen del desprecio, de la humillación, del racismo y además de la explotación que tenemos como pueblos indios, porque además de que nos desprecian por nuestra cultura, por nuestra lengua, además como campesinos, pues somos explotados por los coyotes, por el gobierno, por los patrones, a veces como obreros agrícolas, a veces como pequeños comerciantes o ambulantes, y a veces como productores del campo. Nuestro producto allá es fundamentalmente el café, que es de donde obtenemos algo de dinero, y el maíz, el frijol, pues lo usamos para consumirnos, para comer nosotros y para ayudarnos entre nosotros, porque hay comunidades que batallan con esto de la producción del maíz, sobre todo los de la zona altos.

Cuando estamos viendo esto del capitalismo, llegamos a la conclusión de que el núcleo o el corazón del capitalismo no está en el mercado, sino que está en la producción, en la producción de mercancías. Y es lo que trata de explicar la Sexta Declaración, dice, el problema es que el capitalismo nos dice que es en el mercado donde se da esta desigualdad, y es en el mercado donde las mercancías ya no tienen la carga de explotación; lo veíamos cuando hablábamos en Puebla, con compañeras y compañeros jóvenes que trabajan en las maquiladoras, que qué pasaría si en el marcado encontrábamos los pantalones de mezclilla, como explicó el compañero aquí que es del Salto, que es la mejor mezclilla del mundo, si ahí viniera un recado donde dijera «este pantalón, esta chamarra, esta ropa de mezclilla, fue hecha por tal trabajador, en tantas jornadas laboral, y tanto le pagaron», o sea, en que sentido, cada mercancía no lleva en el mercado, la carga de explotación que supone. Y todo lo que va en torno a eso.

Entonces decíamos, en el mercado, que es donde están circulando las mercancías, grandes pequeñas, complicadas, sencillas, no aparece ahí la explotación, y ahí es donde no se puede dar el encuentro con el que es explotado, con el que es humillado; de hecho se da esta paradoja de que gente que esté luchando está usando ropa o cosas, ignorando que son producto de un proceso de explotación. Entonces nosotros decimos, bueno, si no es aquí, si aquí es el engaño del mercado, en dónde es donde si se está dando esto, donde no se puede negar; y llegamos a la conclusión que es donde se producen las mercancías, que es ese lugar donde está el núcleo del capitalismo y que en ese lugar se genera la mayor carga de explotación y empieza a crecer, como si fuera el corazón que empieza a bombear su sangre, que es el que produce el desprecio y la humillación a homosexuales, lesbianas, transgéneros, es el que produce también, se transforma en desprecio y racismo hacia los indígenas, es el que destruye la educación como vocación o como valor ético, es el que destruye también el quehacer científico como un quehacer a favor de la humanidad y lo convierte en una guerra; y que en todo momento si planteamos nuestra lucha sólo en lo que es la periferia del capitalismo, o sea, sólo en los efectos de ese núcleo de explotación, se vuelve a regenerar. En ese sentido, pensamos nosotros, todas las luchas que no vayan al núcleo del capital, que no vayan al núcleo de la explotación, necesariamente tienen la maldición de repetirse una y otra vez, cada vez de forma más complicada.

Si nosotros mantuviéramos como pueblo indio, sólo la demanda de los derechos y la cultura indígena, obtendríamos tal vez algunas concesiones y en un tiempo, como nos han platicado aquí, las leyes no serían cumplidas; o sea, a la hora de la hora en la ley, como hemos visto con el compañero que le robaron al pensión, eso es lo que está denunciando, en contubernio entre el banco y el patrón, con el AFORE le dice, «ahora no te vamos a dar» o se la van a hacer cansada pues, hay que apoyar pues a este compañero; sería una ley muerta que por otros medios implicaría que nos pudiéramos constituir en sujetos históricos, que es lo que queremos como pueblos indios, que nos reconozcan así; si sólo se plantea la demanda del respeto a la dignidad de homosexuales, lesbianas, transgénero, igual también la historia se va a volver a repetir porque el núcleo que generó esa injusticia y ese racismo, sigue existiendo; si sólo nos planteamos la defensa de los recursos naturales, sin ir al que la está destruyendo, otra vez se vuelve a repetir una y otra vez; mientras no planteemos, pensamos nosotros como zapatistas, aquí no estoy recogiendo lo que he escuchado en otras partes, mientras no vayamos al núcleo del capital, al núcleo de la explotación, obtendremos algunas concesiones o algunos logros.

Y aquí se abre una gran diferencia sobre lo que se está convocando en esto de la Otra Campaña como anticapitalista, porque hay gente que dice «si el enemigo es el anticapitalismo… es el capitalismo -perdón- hay que levantar el movimiento anticapitalista, pero hay que combatirlo en el mercado, hay que hacer un gran movimiento de sabotaje al consumo del producto de las transnacionales, hay que cambiar nuestro hábito de consumo» nos dicen, y es combatir al capitalismo en su punto terminal, a la hora que la mercancía ya está en el mercado. Y nosotros pensamos que no, que hay que combatirlo en la producción; en ese núcleo del capital, a la hora que se producen las mercancías, como dijo un compañero, hay quien tiene la paga, que es el dueño de la fábrica, el dueño de las materias primas, en el caso de los textiles, el dueño de los hilos, de las telas, y hay quien no tiene nada, más que su capacidad de trabajar; entonces ahí se da una relación de explotación, porque hay quien tiene y hay quien no tiene, y el que no tiene se ve obligado a aceptar las condiciones en las que trabaja, primero que no le pagan el salario de lo que produce, sino nada más le pagan el salario para vivir, pa’que no se muera, pa’que siga trabajando; y luego que le desconozcan todos sus derechos, a la salud, a la educación, nos explicaban los compañeros pues, obreros, como una forma de golpearlos es quitarles el seguro, y cuentan muertes por la lucha, que no los mataron con bala, pero los mataron quitándole el derecho a la salud, porque estaban rebelándose.

Entonces, en ese núcleo que es donde se están produciendo las mercancías, en las fábricas, es donde también, según nosotros, se experimentan las formas de explotación, de represión, de desprecio, como nos explicaban los compañeros, donde se experimentan las enfermedades o las formas de exterminio de la gente, desde el hostigamiento y la persecución sexual a las mujeres, o incluso a niños, el trato a la niñez, todo esto que salió a flote de como los empresarios están ligados con la red de pederastas y de pornografía infantil, todo está en torno ahí, eso es lo que nosotros pensamos; y que mientras no ataquemos ese núcleo, estamos condenados a repetir, a ir coleccionando pequeñas victorias que no modifican la situación de manera sustancial. En el ejemplo que dábamos como indígenas del lobo que llega, si no llegamos a la cueva, que es ese núcleo de explotación, ese corazón del capitalismo que es el que bombea la sangre, se vuelve a reproducir una y otra vez la pesadilla que cargamos, o sea, la derrota.

Bueno, y entonces nosotros decimos ¿quién es que enfrenta…, ¿quién enfrenta directamente este proceso?, el obrero. Nosotros como pueblos indios, muchos campesinos, otros sectores, enfrentamos las consecuencias de esta explotación, del núcleo del capital que explota, se hace grande, se expande e invade a otros países, y estamos cargando con…somos las víctimas colaterales de esa guerra, y podemos defender nuestro propio derecho a que no nos maten tan feo, o a que no sea tan rápido, como es en pueblos indios, pero la guerra va a seguir existiendo si no se lleva nuestra guerra, nuestra lucha, como Otra Campaña a ese núcleo.

Entonces, en ese sentido, según nuestra concepción, si ahí está el corazón, entonces quien vive ahí directamente ese proceso puede ver cosas que nosotros no podemos ver, no sólo eso, es el que va a tener el arma principal para clavarla en el corazón del capital, que es el obrero, principalmente el obrero industrial. Entonces cuando nosotros decimos, nos están faltando esos, como Otra Campaña, nosotros como pueblos indios, nosotros como Ejército Zapatista de Liberación Nacional, que nosotros decimos, pues nos faltan las lesbianas, los homosexuales, los jóvenes anarcopunks, nos faltan los estudiantes, los maestros, hacemos la Otra Campaña y ahí nos juntamos en igualdad de circunstancias, decimos, nos está faltando el que va a dar el golpe final, el obrero.

Y aquí se abren dos grandes tendencias dentro de la Otra Campaña, quienes piensan que al sector obrero hay que llegarle por arriba, o sea, haciendo tratos con los líderes o neocharros, con esta justificación, «pues es que ahí están los obreros», y sí, ahí están, pero se está llegando a ellos por arriba, se hace trato con esos líderes y ellos con el mismo sistema corporativo o de control, consiguen que los demás se junten. Esa es nuestra crítica al III diálogo nacional, que se está llegando por arriba. Probablemente estemos equivocados nosotros en esa crítica y realmente vaya a dar más resultados; pero como zapatistas, como esto que le explicaba yo a la maestra, que nosotros nuestra experiencia que es entrar por abajo, está esta otra, otra forma de hacer trabajo con los obreros que es entrar por abajo, directamente a los sindicatos, no con los líderes sindicales, neocharros en este caso, que se supone que son afectados un poco por la política neoliberal y que tienen descontento. Pero esto de atacar sólo la política neoliberal no toca el núcleo central del capital. Y está esta otra historia que nos cuentan los compañeros de Euzkadi, de Uniroyal, que es entrar por abajo, y empezar a organizar los obreros y empezar a topar las paredes sucesivas que va poniendo el control de ese núcleo, el charrismo, la autoridad laboral, la gran empresa local, y la transnacional y el aislamiento que todo movimiento enfrenta, sobre todo si son obreros que se suponga que, puesto que tienen un contrato colectivo y un salario pues son privilegiados, cuando la gran mayoría de la gente está en el desempleo; los medios de comunicación venden esta idea: «no es que esos están bien, están explotados, pero están bien comparados con otros, por lo tanto no los apoyes, no los ayudes».

Y entonces para nosotros como zapatistas, la lucha de Euzkadi en particular, y de toda la industria hulera, presenta una hermosa lección de historia contemporánea, a caso la más hermosa que hemos recibido en los últimos años, de cómo se pueden lograr victorias y ya no acumular derrotas, corridos, poemas y nostalgias, «qué heroicos fuimos pero perdimos». Durante muchos años como izquierda cargamos esta historia de dignidad y de derrota; y que nosotros pensamos que ha llegado el momento de no acumular corridos, de «qué heroicos fuimos», sino de acumular también victorias, que ahora los que pierdan sean los de allá arriba.

Y en ese sentido, la lección del sindicato de Euzkadi, para reducir el nombre, porque así los conocemos, es para nosotros, como zapatistas, esa lección de que es posible construir no sólo una victoria, sino que además ahí está el germen de esa otra cosa que dicen que no se puede, y dicen que no se puede porque nos dicen que el patrón siempre es necesario, que en todo caso hay que luchar nada más por mejores condiciones laborales y hasta ahí, que el patrón siempre es necesario, es la enseñanza del capital de que el capitalismo siempre es necesario, que ese núcleo tiene que mantenerse y que lo único que hay que cambiar son sus excesos, ojo porque esa es una propuesta de un partido político como programa de gobierno, es no tocar el núcleo del capital y suavizar los excesos, que como pueblos indios, que como colonos, que como defensores de la naturaleza, que como jóvenes, como estudiantes, como maestros, padecemos. Ese es el imposible que decimos nosotros, porque todas esas injusticias que se dan en la periferia, son atenuadas y son posibles porque ese núcleo existe, y cualquier esfuerzo por atenuar todo esto es una chaqueta mental si no toca el núcleo del sistema, el núcleo del capital.

Entonces nosotros estamos viendo esto, y a la hora que estos compañeros de Euzkadi, doblan al capital, por un proceso que nos contaron, y no se quedan así de que «bueno doblamos al capital y ahora tenemos mejores condiciones laborales», sino que toman la administración de la empresa, o sea la carga de subversión de eso es muy fuerte, o sea, decir que un trabajador puede tomar en sus manos su destino, su destino ahí en el núcleo del capital, esa es una lección que hay que cuidar sobre todo. Esos compañeros de Euzkadi pues han sido solidarios con todo el que pueden, pero nosotros como zapatistas pensamos que como Otra Campaña, como cualquier movimiento, cualquier gente honesta y digna, tiene que prestar para que ese ejemplo no se pierda. No digo que compremos llantas, pero si que apoyemos a estos compañeros en su lucha y estemos pendientes para que ese ejemplo no se caiga, porque ahí está uno de los gérmenes; porque nos dicen continuamente, no se puede atentar contra el capital, porque el capital es necesario, los compañeros atentaron contra el capital y siguieron produciendo. Entonces resulta que esta lección que intuía la Sexta Declaración, que dice, aquí el que sobra es el capitalista, no el trabajador; porque la gran lección del neoliberalismo nos está diciendo, sobran los trabajadores, y está ofreciendo esta especie de guerra de las galaxias, donde todo sea producido por robots o por la robótica. Y resulta que no, que los trabajadores son los que son necesarios y el que está estorbando o sobrando es el propietario de los medios de producción.

Entonces por un lado esta lección, a parte de la fuerza que nos da en la sangre, saber que hay más victorias, porque no es cierto que la Otra Campaña sólo esté recolectando derrotas, humillaciones y dolores, también está recolectando estos triunfos que no se conocían, no sólo como los de Euzkadi, también de grupos ambientalistas, también de grupos indígenas, también de estudiantes, de jóvenes, como los compas anarcopunks que pasaron, que tienen su propia forma de resistir y tienen sus logros, en este caso el auto consumo. Y esas victorias nos hacen falta, porque también la otra mentira que nos venden es que no tenemos más futuro más que la derrota o la resignación, resulta que no, que si luchamos puede ser que no seamos derrotados.

Por otro lado, otra lección también, de los compañeros de Euzkadi, de los compañeros que trabajan en las distintas luchas obreras, es esto que una organización política puede entrar a trabajar con un grupo social, sin suplantarlo, que es el ejemplo, la liga esta, que en algunas intervenciones se saltó, porque en esa lucha no hay que olvidar la presencia del Partido Obrero Socialista; cuando ellos dicen, hay tres líneas fundamentales de nuestra victoria que es, nuestra familia, y ahí la compañera pues lo dijo muy claro, porque la explotación también los afectaba, en determinado momento la familia dijo «está también es mi lucha aunque sea mi compañero, mi pareja, el que está ahí enfrentándolo, yo lo estoy viendo en la mesa, si eso se acaba, se acaba todo», y el hecho cuando ella cuenta que se desintegró la familia, hubo divorcios, muertes, suicidios, todo eso, es hasta que punto el capital estaba dispuesto a matar y a destruir; entonces ellos marcan esto, nuestras familias fueron importantes; la solidaridad internacional a la hora que sacan su lucha del aspecto sólo nacional o sólo local, y salta de El Salto a Alemania, para usar la reiteración, se va a Alemania y entonces el gran capital dice «hay cabrón, ya se metieron aquí», de la misma forma como el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, lleva la muerte a las calles de San Cristóbal, lleva la muerte a las calles de los terratenientes, de los finqueros, de los gobernantes, y entonces si brincan, porque una cosa es que un indígena se muera en la montaña y nadie se entere y otra cosa es que se venga a morir aquí frente a mi casa y salga en la televisión; ellos marcan también esta segunda línea de importancia para su triunfo, y marcan una tercera que se escapa y se diluye en todo lo demás, que es el apoyo que recibieron de esta organización política, entonces resulta que si es posible que una organización política se relacione con un movimiento social sin que esto implique que la va a vender o que la va a suplantar; porque pudo haberse hecho, tan pudo haberse hecho que hay ejemplos de otros movimientos que así son, entra una organización política, coopta el movimiento social y lo negocia, como platicó un compañero, dice, luego resulta que hay movimientos donde lo único que se resulta es que el líder se enriquece, que es la historia de todo el charrismo sindical por supuesto. Y entonces resulta que hay otra forma de hacer política que no es una retórica nada más, no es un buen deseo o algo que tal vez esté muy bien para dentro de muchos siglos, como dicen los intelectuales del prd, «qué bonito es lo que dicen los zapatistas, pero ojalá tarde muchos años en hacerse realidad, porque se nos acaba el negocio», sino que ya está actuando, pero no lo veíamos, no lo escuchábamos o no lo conocíamos, y en lugar de leerlo un libro, aunque habrá que leerlo, pues es mejor escuchar de ustedes su propia lucha y que lo escuchen todos los demás.

Esta lección de aquí, de El Salto, no sólo la ambiental, la de la defensa de los recursos naturales, de la naturaleza; de los compas indígenas de Mezcala, de más ponerle la carga de nosotros como indígenas además tenemos todos estos dolores, pero también esta firmeza y esta dignidad, que no nos avergonzamos de ser lo que somos, de las luchas obreras que aquí se dijeron, pues, brilla con luz propia la lucha de los obreros de Euzkadi, es un honor haber hablado con ustedes, es un honor escuchar su historia, y esperamos que se siga conociendo esa historia y se siga reflexionando porque para la Otra Campaña tiene muchas cosas que enseñar, no sólo a nosotros como zapatistas sino a muchas organizaciones políticas que están aquí, a grupos y a colectivos, porque muchas veces cometemos este error, de traducir lo que es una organización política arriba, electorera como se dice, y luego generalizar a todas las organizaciones políticas de izquierda, a todas las que se plantean el problema del poder.

En hora buena compañeros, nosotros no usamos llantas, pero si usamos será las de la cooperativa.

Está este acuerdo que hicimos con los compañeros del sindicato de Uniroyal, allá en Querétaro y que finalmente podemos concretar aquí, con varias organizaciones sindicales o tendencias sindicales y organizaciones políticas, para hacer un Primer Encuentro Nacional Obrero, voy a dar lectura a la convocatoria.

LECTURA DE LA CONVOCATORIA AL PRIMER ENCUENTRO NACIONAL OBRERO

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4 Comentarios »

  1. yo quiero agradecer por preocuparse por nuestro pueblo yo soy nacida en el salto jalisco y asisti a este primer foro por los trabajadores y agradesco su visita

    Comentario de ATAHUALPA SOFIA — diciembre 21, 2006 @ 12:09 pm

  2. Necesitamos saber el domicilio exacto del lugar agradecidamente compañer♠4s en lucha y en camino del encuentro…

    Comentario de Luna — junio 19, 2008 @ 7:26 pm

  3. Qiero agradeser x su lucha y sigan adelante grasias x su lucha

    Comentario de victor encizo — septiembre 25, 2008 @ 9:52 pm

  4. Mi admiracion y Respeto para ustedes, quiero decirles que, tuve el honor de estar con ustedes en las comunidades de la cañada de Ocosingo- san Quintin. en especial en la Garrucha. los años que vivi con ustedes, me marcaron el camino por el que hoy sigo andando. desde hace 8 años sigo siendo el presidente del comite ciudadano de defensa ambiental del Salto, Jalisco. he sido criminalizado por los gobiernos estatal y municipal, al grado de ser detenido y acusado de delitos contra la salud, inventados para tratar de detener mi lucha que impulsamos desde este comite ciudadano. contra la contaminacion que sigue matando a nuestro pueblo. este proximo 13 de febrero, se cumplen 6 años de la muerte tragica del niño Miguel Angel Lopez Rocha. el cual cayo al Rio Santiago y murio despues de 18 dias en coma. esta muerte destapo la corrupcion y la impunidad que por desgracia sigue reinando en nuestra patria. los invito a unirse a esta nuestra lucha, por un lugar limpio y digno para vivir. nuestra lucha es por la vida con Justicia y Dignidad! les mando un fuerte y cordial abraso para tod@s!¡VIVIR POR LA PATRIA O MORIR POR LA LIBERTAD!

    Comentario de Raul Muñoz Delgadillo — enero 18, 2014 @ 7:56 am

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