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Palabra del Ejército Zapatista de Liberación Nacional

Mar222006

En la colonia Miravalle, Guadalajara. 20 de marzo.

El delegado zero habla con colonos y distintos grupos y adherentes

Acto en la colonia Miravalle, Jalisco.
20 de Marzo de 2006Buenas tardes, compañeros y compañeras de la colonia Miravalle, y compañeros y compañeras de organizaciones, colectivos, grupos adherentes a la Sexta. Queremos agradecerles la invitación y empezar un poco a pensar lo que está pasando.

Habrá gente entre la que nos está escuchando, que se preguntará de qué se trata esto; se trata de responder una pregunta, la pregunta que empieza a surgir en cada uno de nosotros, en nuestra casa, en el barrio, en la calle, en la fábrica, en los lugares donde vivimos, donde luchamos, donde sufrimos, nos humillan o nos reprimen; la reflexión que surge en el joven o en la jóvena, a la hora que está doliéndose del golpe de la policía, a la hora que está tratando de juntar el dinero para salir libre del apañón; la historia, o la pregunta que se hace el ama de casa, a la hora que hace las cuentas y ve que no alcanza para pagar la luz, el predial, el teléfono, el gas; la pregunta que se hace el obrero a la hora que tiene que ver que trabaja catorce, dieciséis horas, que aumentan los precios de los productos que consumen en su casa y su salario se va disminuyendo; la pregunta que se hace el maestro, a la hora que ve reducido cada vez más su salario y las condiciones en las que tiene que dar clase; la pregunta que se hace el estudiante, cuando ve que la escuela, que debía ser pública y gratuita, empieza a optar por cooperaciones por apoyos que les piden a los padres de familia y se empieza a convertir lenta pero inexorablemente en una escuela privada; la pregunta que se hacen los que luchan socialmente, cuando ven que sus líderes se venden por una miseria, cuando ven que un movimiento se levanta por una causa justa, noble, y termina en el enriquecimiento de una o de un grupo de personas; la pregunta que se hace el niño o la niña, cuando ve la angustia que hay en su casa por la sobrevivencia; la pregunta que se hace un anciano, una anciana, cuando dice, «¿qué voy a hacer ahora?». Eso es lo que nos estamos preguntando todos, en el mar, en la montaña, en los campos, en las calles de México, y Jalisco no es la excepción. Y resulta que si uno piensa cómo va a responder esa pregunta solo, lo único que puede poner sobre la mesa y sobre sus manos, es la soledad y la tristeza. Y del otro lado, allá arriba, que lo único que hacen es ofrecernos su omnipotencia, la humillación «nada puedes contra mí, nada ahora, nada solo», y que nos lo repiten en los medios de comunicación, nos lo repite la policía en las calles, nos lo repite el patrón en la fábrica, nos lo repite el director en la universidad o en la escuela, nos lo repiten por todas partes, los funcionarios grandes o pequeños, desde Vicente Fox hasta el menor caga tintas que está cobrando por los impuestos que les damos.

Y en esa soledad en la que estamos, es en la que cada uno de nosotros busca una respuesta, nosotros como indígenas del sureste mexicano, chiapanecos, cien por ciento mexicanos, buscamos esa respuesta en ustedes, empezamos a recorrer el país, y a buscar a otros como nosotros, a otras como nosotras, porque si nosotros sentimos este amor por este suelo, México, nosotros que lo levantamos, nosotros que lo sembramos, nosotros que lo construimos, incluso mucho antes que llegaran los españoles a conquistar y detrás de ellos los norteamericanos, los europeos, los orientales; y haciendo la cuenta de todos los dolores y humillaciones, llegamos a la conclusión de que si seguimos solos y separados, ya no va a haber nada que lamentar, porque no va a haber suelo, ni tierra, ni bandera, ni cielo que nos represente.

Eso vimos nosotros, hemos encontrado esas historias como la de aquí de Miravalle en otras partes de la república, gente que es envenenada sin que se de cuenta, sabiendo que luego el responsable es un gran empresario, sabiendo que el responsable es el cómplice que en el gobierno oculta esta historia; pensando que las enfermedades que tenemos son producto de una maldición divina o de mala suerte, y resulta que al cabo del tiempo se descubre que nos estuvieron envenenando y que alguien es el culpable, como es el caso de la cementera aquí. Y a la hora que alguien se levanta solo, sobre él todo el peso, todo el peso e arriba, esta gran unidad que hay entre los ricos y los gobiernos.

Y entonces ahí en nuestra soledad empezamos a buscar por dónde y ellos, los que están arriba nos dicen «mírame, escúchame, vota por mí, yo voy a solucionar el problema», y al cabo del tiempo vemos que esa persona, en efecto llega al poder, con un montón de promesas y con la cartera vacía, y se va con el mismo montón de promesas y con la cartera llena, vemos que desde el más pequeño funcionario, hasta el presidente de la república salen con millones de pesos, con mejores casas, con mejores autos, con más lujos, incluso con propiedades en otros países; y entonces vuelta a empezar a ver si otro, a ver si el que sigue, a ver quien se traga ese cuento engaña bobos del programa alternativo de nación, el que dijo hace rato el compañero que está dando la palabra, si se trata entonces de que entre el PRI y el PAN, escojamos a ese que suma lo malo de los dos, que es el partido de la revolución democrática, si volvemos a apostar que uno, dos, un grupo, va a hacer por nosotros lo que tenemos que hacer nosotros mismos. Y nosotros allá en las montañas del sureste mexicano, hicimos la cuenta, y llegamos a la conclusión de que todo lo que tenemos, poco o mucho, lo hemos conquistado sin ellos, y la mayoría de las veces, a pesar de ellos y contra ellos.

Y llegó a nuestro pensamiento que qué tal que hay otra gente como nosotros en el país, que ve con el mismo dolor que sentimos nosotros, como esto que llamamos patria todavía, se está vendiendo y destruyendo sin que nadie haga nada allá arriba. E hicimos esto de la Otra Campaña y la Sexta Declaración, para poner en medio, en medio de este país, nuestra sangre y nuestra vida y decir: aquí el problema no es quien gobierna, no es el color del que está allá arriba, aquí el problema es que siempre el que está arriba es el gran propietario, el propietario de la tierra, el propietario de las fábricas, el propietario de los grandes comercios; y que si hacemos la cuenta, ya que en eso estamos, esos, los que están arriba y son poderosos, son unos cuantos; y que la riqueza que han logrado acumular, es a costa de nuestro trabajo, a costa de nuestra miseria, y ahora, como nos han contado aquí, también a costa de nuestra muerte. Y hacemos la cuenta, también allá, entonces qué están haciendo los políticos, si es que son idiotas de por sí y por eso no pueden hacer el trabajo de administrar un país, o es que realmente están para eso, para acelerar, para administrar la destrucción que desde allá arriba han dictado.

Hace un rato, en El Salto, aquí en Jalisco, escuchamos una gran reseña de lo que es una guerra de conquista; que ahora no sólo son españoles, norteamericanos, japoneses, franceses, ingleses, los que están destruyendo nuestro suelo y a nuestra gente, y no en sentido figurado, se trata de destrucción de manantiales, se trata de destrucción de bosques enteros, se trata de desertificación de la tierra, incluyendo el asesinato masivo de la gente que lo puebla, y está entonces la esperanza que nos ofrecen allá arriba, lo que decíamos en la plaza, en Guadalajara, que hay quien nos ofrece crear un segundo piso al que nunca vamos a subir, y allá arriba circularán los carros, los grandes empresarios y sus grandes políticos, mientras aquí abajo no queda nadie, o los pocos que quedan empiezan a contar, ya ni siquiera sus desesperanzas, sino sus miserias. Si alguien imagina la película de terror más grande es la que se está gestando en este país. Y con qué vergüenza vamos a mirar ahora la bandera nacional, nuestra bandera, nosotros como indígenas, que la pintamos con nuestro color, en 1810, que la volvimos a remarcar los colores en 1910, y que ahora sentimos esta obligación y esta necesidad, de ahora, cien años después, volver a levantarla, ahora con dignidad.

Nosotros compañeros y compañeras, no pensamos que la solución está allá arriba, pensamos que aquellos que apuestan a que arriba hay un camino, están engañando a su gente, los están engañando a ustedes, y finalmente si se autocritican o no, ya no va a tener ningún remedio, porque la destrucción que se va a hacer es irreversible. Y entonces, en lugar de ver allá arriba y pensar que si uno u otro, que si el tricolor, que si el azul, que si el amarillo negro, decidimos entonces mirar hacia abajo y voltear el oído hacia abajo, hacia ustedes, hacia gente como ustedes en todo el país. Decidimos en lugar de ir a hablar con los grandes funcionarios, con los directores de las universidades, con los grandes políticos, con los grandes empresarios, todos esos que siempre nos han despreciado por nuestro color, por nuestra lengua, por nuestra cultura, por el lugar en el que estemos, todos aquellos para el que somos un estorbo, en lugar de a esos, venimos a buscarlos a ustedes y a pedirles respetuosamente que nos enseñen, que nos cuenten su historia, cómo es el dolor aquí en Jalisco, pero también cómo es la rebeldía, y en base a ese conocimiento, que conozcamos el dolor y la rebeldía en Aguascalientes, en Guanajuato, en Querétaro, en Puebla, en Tlaxcala, en Oaxaca, en Veracruz, en Tabasco, en Campeche, en Yucatán, en Chiapas, en Quintana Roo, en todos los estados que forman esta, todavía dolorosa república mexicana, y preguntemos ahora, si la respuesta a esa pregunta de qué hacemos, la respondemos otra vez como cada seis años, como cada tres años, individualmente, o empezamos a tratar de responderla en colectivo, unidos.

Dentro de unos meses, el dos de julio, se va a dar esta gran mentira que es reducir los problemas de está nación a una credencial, la de elector, al número que eres, el número que somos, porque ni siquiera importa la foto ni tu nombre, lo que importa es el número que eres en la encuesta y que ya decidió desde hace unos meses, quién será el próximo presidente de la república y de qué color será la camarilla que se va a enriquecer a nuestra costa, y a costa, ahora a diferencia de antes, de la destrucción del país.

Y nosotros decimos, si en lugar de mirar hacia arriba, nos miramos entre nosotros, nos escuchamos, nos damos cuenta de que somos muchos, millones, por todas partes, y que nuestra debilidad está en que no nos vemos, en que no nos escuchamos y que no entendemos que el responsable de ese dolor que enfrentamos individualmente o en la familia es un sistema que está cobrando el mismo dolor a muchos, a millones en todo el país.

Y nosotros decimos que de lo que se trata es de unir todo eso, no para que nos estemos quejando ahora a nivel nacional, sino para levantar un movimiento y derrocar a aquel que hasta ahora a demostrado que está al servicio de los poderosos, el supremo gobierno, cualquiera que sea su nivel, cualquiera que sea su color, y que no nos detengamos ahí, que de una vez derroquemos también el poder del dinero, que acabemos con los grandes propietarios de la tierra, con los grandes comerciantes, con los grandes industriales, que los expulsemos de este país, y volvamos a construir otro país, otro México, donde pueda levantarse con dignidad y con vergüenza la bandera del águila devorando una serpiente, el verde, el banco y el rojo, que ahorita con el gobierno de acción nacional, antes con el gobierno del pri, mañana con el gobierno del prd, va a estar siendo enlodada por el extranjero.

Nosotros compañeros y compañeras, no sólo somos el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, somos la Otra Campaña, la única esperanza de que este país se levante sin vergüenza un día, la única esperanza de que un día, cada mañana podamos levantarnos sin una angustia que administrar por el resto de las horas, la única oportunidad de no irnos a dormir sin contestar la pregunta de qué sigue mañana, es la única oportunidad de que cada día podamos levantarnos y decirnos mexicanos y mexicanas con otro dolor y con otra esperanza, la que es de la Otra Campaña.

Nosotros los estamos invitando a aquellos que todavía están pensando «¿qué voy a hacer?» y no encuentran la respuesta, que intenten escuchar lo que aquí se ha dicho, lo que se dijo en El Salto, lo que se dijo en Guadalajara, lo que se va a decir en el resto del estado de Jalisco y antes en la sierra Huichola, y después escuche lo que se ha dicho en otras partes del país, y verá que, en efecto, el movimiento de la Otra Campaña, no es un movimiento de locos, o en todo caso la locura se ha extendido por todo el México de abajo; desde el último rincón de este país, desde las montañas del sureste mexicano, hasta el otro extremo, hasta Baja California, cientos, miles, cientos de miles de mexicanos han decidido unirse a esta lucha, y estamos juntando esas luchas en una sola, en una que permita derrocar al gobierno, que permita destruir al sistema y juntos empezar a discutir qué es lo que queremos hacer con este país. Que este movimiento ya inició, que se va a levantar, está aquí en este lugar donde estamos, estuvo en Guadalajara y en la Sierra Huichola, estuvo en El Salto, está en cada parte de los estados donde hemos pasado; y todo ese movimiento es el que un día se va a desbordar, pero ya no sólo, ya no solitario, ya no apartado, sino en una gran fuerza, la de la Otra Campaña, que acabe con el sistema y empiece respetando a cada quién el lugar que tiene.

La respuesta a la pregunta ¿por qué entrar a otro movimiento, que qué tal que va a terminar igual? Está en ustedes mismos compañeros, este movimiento lo estamos haciendo nosotros, la Otra Campaña garantiza el lugar de cada quien, no importa el tamaño, no importa el número, ni la estatura, ni el peso, ni el color, lo que importa es dónde está el corazón que, si no me equivoco, sigue estando a la izquierda. Nosotros queremos decirles, compañeros y compañeras, entren con nosotros, de aquí va a salir la historia, la nueva, la historia de Jalisco ya no va a ser la de la nostalgia, la historia de Jalisco va a ser la que empecemos a construir junto con todos los mexicanos en todo el país, una historia que empiece como empiezan las cosas, abajo.

Gracias compañeros, gracias compañeras.

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2 Comentarios »

  1. esta muy bien k pongan imagenes de mi colonia ok

    Comentario de miguel angel — enero 2, 2007 @ 5:13 pm

  2. bueno q el presi dente de la replublico pero q el presidente mejores porq so tontos y no sabe aser presidente

    de:karina nahomi fansia luisa valeria nicolas

    Comentario de karina — septiembre 2, 2008 @ 6:52 pm

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