Palabras del delegado zero en la reunión con adherentes
Reunión con adherentes en Guadalajara
22 de Marzo de 2006
– «¡Aquí están!»
Ah, perdón, si.
– «¡Ahí están esos son, los que chingan la nación!» «¡Ahí están esos son, los que chingan la nación!»
Bueno compañeros y compañeras, el compañero que me regaña cada vez que interviene porque no hablo de los trabajadores de la calle; en varios lugares, entre ellos en Puebla, que estuvimos en una vecindad, hablamos de los trabajadores de la calle, y hace rato en la mañana, mencioné explícitamente lo de los trabajadores de la calle (tos).
Y quería señalarles antes que nada, un problema que se dio en la mañana, a la hora de las…del encuentro este, con intelectuales, que una y otra vez se dijo que la única forma de ser anticapitalista era por el socialismo, la Otra Campaña ha demostrado que no, que hay otras propuestas políticas frente al capitalismo, anticapitalistas, que no son socialistas. De manera predominante la anarquista…Que han aparecido como la anarquista, la libertaria, la punk, los que proponen combatir al capitalismo a través del mercado; hay muchas opciones para ser anticapitalista. Y lo digo yo porque nadie dijo nada, y pues nuestro deber es escuchar todo lo que se ha dicho.
Bueno. Una breve historia de lo que somos nosotros y de lo que se propone. Nosotros somos la última generación de una estirpe guerrera maya; nos remontamos pues a hace mucho tiempo y cada tanto se va heredando esta tarea, en la mañana cuando hacía la intervención, hacía la referencia a lo que es el código ético del guerrero y cómo se tienen que aprender ciencias y artes, no sólo la cuestión militar; durante todos estos años, siglos, de una generación a otra se hereda la vigilancia y la protección de nuestro pueblo, como pueblo indio; cuando nos llegó el momento a nosotros, a nuestra generación, nuestros pueblos indios mayas estaban a punto de desaparecer, sin que nadie supiera que existían.
Como nosotros además de todo lo que hacemos, somos soldados, así nos forman, como guerreros, nuestro deber era proteger, incluso con nuestra vida, la existencia de nuestras comunidades; llegamos a un callejón sin salida, nuestra gente se estaba muriendo de hambre, de enfermedad, de diarrea, de calentura, se estaba cometiendo un genocidio y este país, y el mundo, no sabían que existíamos. Nosotros estamos en el último rincón de México, en las montañas del sureste mexicano, o sea, cruzas una montaña y está Guatemala, no hay carreteras, no había carreteras, ahora hay porque hay cuarteles contra nosotros. Y llegó este momento de desesperación de nuestra gente, de que tuvo que elegir si moría así, en el silencio, o apostaba a vivir peleando; y a nosotros como los guerreros, como los guardianes de nuestros pueblos, pues nos tocó salir.
En ese entonces, lo dijimos claramente, nuestra propuesta, la propuesta final del Ejército Zapatista de Liberación Nacional era y es, de hecho, tierra, trabajo, pan, salud, educación, libertad, democracia, independencia, justicia, para todos los mexicanos. En el momento en que nos alzamos en armas, no nos fuimos a esconder en las montañas para pelear contra los soldados, fuimos a atacarlos a sus cuarteles, a las ciudades; bajamos no diez, ni veinte, sino varios miles de indígenas, y atacamos a los soldados, primero declarándoles la guerra, les dijimos «les declaramos la guerra», ya que les avisamos, fuimos y los atacamos; no pensamos que tuviéramos ninguna oportunidad más que la de llamar la atención de todos ustedes y de mucha gente en México y en el mundo, sobre las condiciones de miseria criminal en las que vivían las comunidades indígenas en Chiapas.
Pasó lo que pasó, que la gente volteó a ver y no sólo volteó a ver esta situación de las comunidades indígenas, sino que también empezó a demandar que no se siguiera ese camino, que no se siguiera el camino de enfrentarnos militarmente unos con otros y que intentáramos la vía del diálogo.
Cuando nosotros nos alzamos en armas, nosotros somos comunidades indígenas donde todos se conocen, hay quien está y quien no está, el problema que nosotros teníamos es que ahora nuestra gente, después del alzamiento, si sobrevivía, iba a ser señalado por los otros, y sus familias, sus hijos, iban a sufrir la represión o las represalias del gobierno. Entonces llegó de nuestros jefes la idea de que teníamos que cubrirnos el…que se tenían que cubrir el rostro, para que si alguien los veía no los identificara, dentro de su comunidad, era un mecanismo de defensa. Como yo era, soy, el jefe militar del EZLN, tenía que portarlo también, a mí me tocó atacar la ciudad de San Cristóbal de las Casas, hace mucho frío, y entonces en lugar del paliacate rojo que usábamos, como los bandidos en las películas, para taparnos el rostro, ahí se usan los pasamontañas, por el frío.
Cuando se da el ataque a San Cristóbal, tomamos el cuartel de la policía, tomamos el palacio municipal, empezamos a desplegarnos para atacar el cuartel de Rancho Nuevo, que es un cuartel muy grande del ejército federal, los compañeros, nuestros jefes, los que están arriba del subcomandante Marcos, por eso es subcomandante, son los jefes indígenas, son los comandantes, pero…
SALTO
….al revés, perdón, era un hijo que estaba acusado de parricida, de haber matado a su papá, y todos los días el que le llevaba las tortillas era su papá.
RISAS
De veras, esa era la justicia en Chiapas, no es broma, así era. Bueno, entonces está toda esa situación, el gobierno dice, «si firmo los acuerdos de San Andrés», porque así se llamaba la comunidad donde lo firmamos, y luego pues hace lo que hace el gobierno, o sea, se hace pato, no cumple, no cumple, no cumple, no cumple, y a nosotros nos… nosotros estábamos en diálogo, pues aguantamos, no hacemos movimiento militar, y el ejército está cercando y cercando y cercando; y no es tanto de que esté nada más el soldado ahí, es que con él llega la prostitución, meten indocumentadas de Centroamérica a hacerles el servicio a los soldados; entonces imagínate para una comunidad indígena, la comunidad indígena se basan en la comunidad; entonces empiezan a aparecer prostitutas, esas sí, prostitutas así enfrente del pueblo, y el desmadre que se arma en la comunidad; o sea gente que ni siquiera conoce pues la cabecera municipal, de pronto ve una chamaca pues con… que si se agacha se le ve hasta la garganta, ¿no?
El alcoholismo, que estaba prohibido en las comunidades zapatistas, entra para darle servicio a los soldados, y las ligas entre los generales y mandos medios y todo eso, con los narcotraficantes, ¿no?, «órale, vamos a echar trato», todo eso; entonces empieza a convertirse en contra de las comunidades, no sólo la presencia militar, sino todo lo que va contra ella, y empieza a chocar contra el modo de las comunidades. Las primeras protestas contra la entrada del ejército, y que se empezó a asentar en cuarteles, no fueron de comunidades zapatistas, fueron de comunidades priístas, a la hora que los soldados empezaron a robarse a las hijas de las familias, y las usaban y las soltaban, así como se sabe pues, ¿no?, pero no era una película, era la realidad ¿no?.
Entonces decimos, pues que vamos a hacer nosotros, porque hicimos este trato y no nos están cumpliendo, entonces nosotros dijimos, bueno pues vamos a decirle a esa gente que dijo que no peleáramos, pues a decirle «oye, pasó esto, que ¿vamos a hacer algo juntos? Si se trata de hacer una movilización pacífica, pues vamos haciéndola»; y empezamos a hacer las movilizaciones que varios platicaron aquí, que dicen «yo estuve», «yo estuve», «yo estuve», «yo estuve». Pues es que le intentamos por todos lados pues, que una consulta, primero, y luego otra consulta, y para hacer esa otra consulta, pues que vayan los zapatistas a todas partes, mero de la comunidad indígena, entonces vinieron aquí a Guadalajara y pusieron una mesa y le preguntaban a la gente «¿estás de acuerdo que se reconozcan los derechos y la cultura indígena o no?», y la gente decía «Sí» o «No», más de tres millones de gentes dijeron «Sí»; entonces fueron a decirle al gobierno: «Aquí está, son más de tres millones»; no, no lo hacía y no lo hacía, y así una y otra vez, hasta que pierde el PRI, entra Fox; y entonces decimos pues «ya, vamos a hablar con el Congreso, vamos a hacer una marcha para eso», y le pusimos la marcha del color de la tierra, de la dignidad indígena también le decimos; entonces vamos hasta…hacemos un recorrido por varios estados, llegamos a la ciudad de México, después de un estira y afloja de que los, ya vez que los diputados son muy pupurufos así, «cómo va a entrar un indio aquí al Congreso de la Unión», «me va a manchar el piso» y cosas así, no querían principalmente los del PAN y los del PRI, Fernández de Ceballos era el que estaba diciendo que no, y finalmente «sí, bueno que entren y que hablen», no entró Marcos a hablar, fue una mujer indígena, Esther, comandante esa sí, y Esther no crean que dijo «que caiga el supremo gobierno» y «muera el capitalismo», dijo no «yo soy una mujer indígena, y esto es lo que me pasa y no queremos que vuelva a pasar nunca más», la escucharon, le aplaudieron, nos regresamos, y sacaron otra ley que no tiene nada que ver con la que ya habían firmado.
Nosotros dijimos, bueno y ahora qué vamos a hacer, peleamos otra vez, los volvemos a atacar, o buscamos otra forma; para esto pues ya vimos que hay mucha gente que siente la indignación de lo que está pasando; y entonces nosotros decimos, bueno, por qué no vamos y buscamos a otros como nosotros y les proponemos, y aquí es donde está el plan; les empecé diciendo que nosotros somos guerreros, y por lo mismo también somos soldados, hay una ley militar que dice que el mejor plan es el más simple; entonces nuestro plan, nuestra propuesta es vamos por todos lados, hablamos, nos escuchamos, nos conocemos, echamos trato, tumbamos al gobierno, sacamos a los ricos y hacemos otro país.
Ahora, es un movimiento, pacífico, civil y pacífico, porque un movimiento militar armado es selectivo, o sea, sólo va a pelear el que puede y el que tiene, ahí dejas fuera mucha gente, y además en una confrontación la población civil queda en medio, aunque no quieras; entonces decimos, si es cierto lo que nosotros pensamos, hay suficiente fuerza en este país, como para que no sea necesario un movimiento armado, sino que sea civil y pacífico, nosotros decimos eso, ahí todos tienen lugar; y no se trata de que hay que ponerse el pasamontañas (es como la chingada eh, sobretodo cuando te ponen en el sol a hablar y todo eso, no sabes para dónde hacerte, -risas- este, además se te quema aquí, parezco mapache, -risas- este, no porque en tiempo electoral decir mapache no sirve verdad pues, este…) ni siquiera que vámonos para otro lado, nosotros le estamos diciendo a la gente, ahí tienes una injusticia, algo que está mal, ahí lucha, pero ya no solo, decimos nosotros, sino que, como ya nos conocemos, ahora si, echamos trato, pues entonces nos apoyamos unos a otros; entonces imagínense, si todas las luchas que hemos escuchado aquí, no sólo aquí en el auditorio, sino en los días que hemos estado aquí en Jalisco, lo que escuchamos en El Salto por ejemplo, lo que escuchamos en Miravalle, lo que así, porque no llevamos tampoco muchos días, lo que escuchamos en la Sierra Huichola, pues ya con eso dices, pues ya no está tan… ya no estás solo pues, y no estás agarrando un arma ni matando a nadie, estás que tu propia lucha empiece a agarrar fuerza con otro y con otro, ahora imagínate en todo el país.
Y entonces nosotros decimos, hacemos la cuenta, a lo mejor nos equivocamos, creemos que no porque no estamos solos, o sea el movimiento no es del EZLN, es de un chingo de organizaciones y nosotros somos la parte, una parte; entonces nosotros decimos, bueno si se junta todo eso y lo vemos en la pesa romana (la pesa romana es la que tiene dos platitos, nosotros la usamos así para el café, para lo que se va a vender) nosotros pensamos, que este lado, el lado de los que trabajan, de los que luchan, de los que estudian y todo eso, pesa más que el lado de los que se están enriqueciendo; entonces en esa pesa, no se puede mantener el país, si la gente de abajo se rebela, no se puede, por más ejército que metas, por bombas o lo que sea, o que vengan los gringos, no se puede, o sea cuando un país, el pueblo de un país, se rebela, así sea por medios civiles y pacíficos, es incontrolable, no se puede.
Y entonces si, nosotros decimos, bueno vamos a hacer todo esto, ya para todo esto, decimos, bueno, pues para qué cambiamos no más de gobierno, mejor vamos cambiando todo y vamos haciéndolo de nuevo, decimos nosotros; ahora, ese nuevo de dónde va a salir, por eso aclaré esto de que si el socialismo, porque una pregunta que alguien dijo es que si se va a proponer el comunismo, no se va a hacer lo que diga Marcos, ni el EZLN, ni ustedes tampoco, ni los de la hoz y el martillo, ni nada, sino lo que saquemos el acuerdo entre todos, ¿si?; nosotros decimos que ese nuevo acuerdo es una nueva ley, una nueva constitución, y ahí nosotros la parte que vamos a decir es que esté lo de los derechos y cultura indígena, porque no vamos a permitir que vuelva a pasar lo de la revolución mexicana y lo de la guerra de independencia, nosotros no; estamos tan seguros de que va a salir bien, que ahorita nada más lo que estamos haciendo es tratando de convencer a la Otra Campaña que no se olvide de nosotros como pueblos indios.
Ahora, nosotros salimos y empezamos a escuchar estas luchas y estos dolores, y nos damos cuenta que indios hay muchos, aunque no sean indios, cómo tratan a los homosexuales, lesbianas, transexuales, a los ancianos, «como que ya no serviste y hazte a un lado» esos a la basura; así muchos sectores que empiezan a ser tratados, nosotros decimos, como indios, como nos trataban a nosotros pues; entonces se da todo este movimiento, que está suelto, que está disperso, y que, a lo mejor, sin necesita el pretexto de la Otra Campaña para encontrarse; porque yo vengo desde Chiapas compa, y yo creo que ustedes hubieran podido reunirse sin que yo viniera, pero no, tuvimos que venir nosotros pues. Y ahorita lo que estamos haciendo, y aquí quiero aclarar, porque hay, se ve que hay una mala vibra, se siente ¿no?…
…si no por qué estoy solo yo aquí, se supone que alguien es el que dice «pasa» y no se qué; nosotros no venimos a juzgar a nadie, a nadie, ni si una lucha está buena o está mala, la Sexta Declaración es muy clara, nosotros nada más le pedimos a alguien pues, «tú estás dispuesto a luchar por tu país, por medios civiles y pacíficos, por hacerlo libre, porque si no lo van a destruir, los que están allá arriba pues, los malos gobiernos, y que no estés en la cosa electoral porque si no se usa el movimiento para que alguien se encumbre» nosotros decimos no, la solución está abajo, no está arriba, así pensamos nosotros. Entonces sobre de eso, ya cuál es la historia de cada quien la respetamos, porque eso es lo que estamos ofreciendo, y no convertir las reuniones en el ajuste de cuentas de que «el otro si» y «el otro qué dijo», porque no vamos a acabar, se supone que estamos obrando de buena fe y que la gente que nos dice «yo no estoy en la cuestión electoral» le creemos, a lo mejor nos engaña, o a lo mejor entre aquí hay muchos que nos están engañando, pero con que haya diez que no nos engañaron, que si están, con esos, con esos nos vamos en la Otra en Jalisco y con esos paramos de cabeza este estado y este país, pero son más, mucho más que diez.
Entonces, les digo pues, compañeros y compañeras de la Otra aquí de Guadalajara o zona conurbada, ya no sé cómo se dicen, este, nosotros no venimos a juzgar a nadie, si nos dicen que el otro y no se qué, pero pues nosotros lo oímos y ya, no vamos a decir «a tu tienes razón», «aquel está mal» no, no ponemos tache y palomita, no venimos para eso, venimos a conocerlos, para ver cómo está la jugada porque nosotros no sabemos el modo en Guadalajara, o sea si llegamos así nada más pues, pues a lo mejor decimos una grosería, lo que allá no es grosería, porque ya ves que cambian los modos de cada quien; o hacemos algo que está mal, o no le sabemos hablar a la gente, por ejemplo aquí hablan medio golpeado, nosotros hablamos más cantadito, entonces que tal que nos están hablando bien y nosotros decimos «ya se encabronó», entonces empiezas a hacer…
Si me entienden ¿no?, uta, peor en el norte, imagínate cuando vamos a llegar al norte, nos vamos a agarrar a trancazos con el que sea.
Entonces decimos, vamos y buscamos compañeros de la Otra Campaña, y les decimos «enséñenos», acuérdate en la mañana lo que decía, el deber del guerrero es aprender; y nosotros decimos vamos a Guadalajara, vamos a Jalisco y vamos a aprender, no a decirles lo que tienen que hacer en Jalisco, sino que ustedes nos enseñen: «mira Marcos, Tacho, Esther, -todos los comandantes que van a venir después- clase» y entonces ustedes se suben acá, nosotros nos bajamos allá, y nosotros si vamos a tomar el apunte, no como ustedes que se estaban durmiendo y se salían a cada rato.
Y vamos a aprender su modo, vamos a aprender su modo, y entonces, pero tampoco vamos a dirigir Jalisco, entonces vamos a ir otra vez a las montañas y vamos a decir, tenemos unos compañeros en Jalisco y unas compañeras, luchan así y así, ya echamos trato, si hay problema, contamos con ellos, y si ellos tienen problema, cuentan con nosotros, tan tan, nosotros no vamos a dirigir Jalisco, ni a los obreros, ni a los estudiantes, nosotros nuestro horizonte son los pueblos indios y de Chiapas y sólo una parte; no queremos la vanguardia, ni la estamos disputando, ni…, nos preciamos de tener un coeficiente intelectual suficientemente alto para no ser diputados, ni senadores, ni gobernadores.
Es todo compañeros, compañeras, gracias.
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Ese 21 de marzo yo estuve presente en el auditorio Salvador Allende y fué para mi un hecho histórico que no podía perderme.
Si antes mi pensamiento ya estaba con el EZLN y La Otra, en ese momento al escuchar hablar al Sub, supe que no tenía más nada que definir; sino el hecho de ¿cuándo? me iba a decidir a levantarme como muchos hermanos de este pueblo, de otros y del mundo a luchar por nuestra tierra.
Creo que nunca como ahora me han quedado más claras las palabras del inolvidable Allende, «Ser joven y no ser revolucionario, es una contradicción hasta biológica» .
Entonces, quiero darle las gracias a Marcos y todos los Marcos que están en cada uno de los estados, de nosotros mismos, por despertar a este corazón de por sí rebelde, por no dejar que el protocolo, el consumo o las formas, paren y ceguen esta lucha.
Lucha que ahora tiene más aliados, porque ahora ya no estamos solos, ya muchos no nos miramos con indiferencia, ahora muchos nos identificamos en la calle, en la escuela, en el trabajo y la mirada y la palabra se conectan diciendo: «sí, yo también soy un luchador social» ; «sí, extendamos nuestros brazos y nuestra palabra» .
Gracias pues a todos los que hacen posible este movimiento, no nos rindamos ZAPATA VIVE, LA LUCHA SIGUE!!!!!!!!!
Comentario de Yanis — mayo 17, 2006 @ 9:42 am
El 21 de marzo del 2006 sera un dia inolvidable para mi ya que si antes seguia el movimiento desde mi casa y la computadora, desde ese dia sali a la calle con otro semblante, con otra forma de ver la vida.. con otra lucha..
Y asi fue desde lo del 28 de mayo supe que todo no era color de rosa como me lo habian planteado..El movimiento desperto en mi un curiosidad por investigar y darme cuenta de la relidad de mi pais, de mi gente.Entonces todo esto desperto en mi una rebeldia en contra de un sistema, un gobierno y una sociedad adormecida por tanta publicidad.
Y pues ahora mas que nunca estoy segura por donde quiero dirigir mi vida y mi lucha… Al lado de todos esos krnalitos que sufren por el mal gobierno y no se rinden.
Quiero darle las gracias a todos los que resisten y comunicarles que hay otra persona que se esta adheriendo a esa lucha constante…
A todos les mando buena vibra. Y RESISTENCIA KARNALITOS!!!abajo y a la izquierda
Comentario de Vero — noviembre 28, 2006 @ 12:50 pm