Al pueblo de México
A los pueblos y gobiernos del mundo
A los mexicanos miembros de la CND
Hermanos:
Invitamos respetuosamente a los mexicanos y organizaciones de mexicanos que asistirán a la segunda sesión de la CND que analicen estas posiciones, las critiquen, enriquezcan, rechacen o, si están de acuerdo con todas ellas o con parte de ellas, las apoyen junto al EZLN, en las mesas de discusión y en los resolutivos de la Convención Nacional Democrática.
1. ¿Por qué es necesario un programa de lucha de la Convención Nacional Democrática?
Considerando el momento actual por el que atraviesa la lucha de la sociedad civil en estos tiempos poselectorales, el EZLN recuerda su palabra dada a conocer a todos los mexicanos antes de la justa electoral del 21 de agosto:
La lucha por la democracia, la libertad y la justicia en México no se inicia ni se acaba en las elecciones. La lucha electoral es sólo un aspecto de la lucha por la democracia. El fortalecimiento de las organizaciones independientes, la lucha por las demandas sociales, por los derechos ciudadanos, la defensa de las conquistas populares, no se agotan ni satisfacen con la lucha electoral ni la defensa de la voluntad popular es sólo la defensa del voto.
La resistencia civil no es llevar adelante a un gobernante o a un gobierno, sea mediante el voto, sea mediante la defensa del voto por esa opción. La resistencia civil se convierte en insurgencia civil cuando se lleva adelante la lucha, por todos los medios posibles, por el cumplimiento de los derechos y la satisfacción de las demandas populares. La lucha electoral es sólo un momento de la defensa de la voluntad popular. La insurgencia civil es la movilización en torno a un programa popular y revolucionario que rebasa a un programa de gobierno.
La CND deberá pronunciarse por un programa de lucha, el programa de la Convención. Un programa que, en su aspecto revolucionario, incluya un plan de acción para luchar por el cumplimiento de los acuerdos de la Convención más allá del proceso electoral.
2. ¿Cómo debe de ser el programa de la CND?
Primero.‑ Debe responder a los intereses históricos de nuestro pueblo, pues es claro para todos que el grito de dignidad surgido desde el rincón más olvidado de México el primero de enero de 1994 es un canto de guerra contra la miseria, la injusticia y la humillación de todos los indígenas de nuestra patria, de todos los campesinos, de todos los obreros y empleados, de todos los pobres de México.
Segundo.‑ Debe contener tanto la lucha por las reivindicaciones materiales y sociales más sentidas como las reivindicaciones políticas que en esta tierra mexicana el grupo en el poder escamotea, mediante la imposición, la represión y el engaño, a la mayoría de la población.
Tercero.‑ Debe ser un llamado a la unidad de todos aquellos que luchan por un cambio basado en la libertad, la democracia y la justicia. Es claro que el poderoso basa gran parte de su fuerza, y por lo tanto de su permanencia en el poder, en la división que siembra entre nuestras comunidades, nuestras organizaciones, nuestras personas. En el programa de lucha de la CND debemos reconocernos todos aquellos hombres y mujeres dispuestos a dar hasta nuestra vida, si es necesario, por la construcción de un México más justo, más libre y más democrático.
Cuarto.‑ Debe ser bandera de lucha que nos permita avanzar cada día, con la convicción de que nuestro camino es el correcto; de que nuestra lucha tiene vocación de victoria pues está basada en lo más profundo de la lucha de nuestro pueblo: la lucha contra toda tiranía que usurpa la voluntad popular, roba el pan de nuestras mesas y nos entrega al extranjero.
3. ¿Cuáles deben ser las demandas mínimas del programa de lucha de la CND?
Seis puntos que responden a las demandas básicas que tienen que ver con aquellas condiciones mínimas de sobrevivencia, sin las cuales el hombre no puede tener una vida digna en lo material: trabajo, tierra, techo, alimentación, educación y salud.
El trabajo y la tierra nos forman como hombres y mujeres, de ahí obtenemos los medios para vivir y conseguimos lo que somos: campesinos, obreros, profesionistas, técnicos. Por lo tanto el derecho a la tierra y a todos los medios para hacerla producir, así como a un trabajo digno, seguro y bien remunerado, es lo menos por lo que tenemos que luchar. Y como fruto de esta tierra y este trabajo, una vivienda digna y una alimentación suficiente y nutritiva es lo menos que podemos pedir, junto con una educación completa, científica y una atención médica eficiente y gratuita para nosotros y nuestros hijos. Si una nación y su gobierno no pueden garantizar estos seis puntos elementales para todos sus individuos, esa nación y ese gobierno fallan en lo más elemental.
Seis puntos más, sin los cuales no se pueden alcanzar los seis anteriores, ni por lo tanto sentar las bases para una vida digna, y que sin estar relacionados directamente con las condiciones materiales mínimas de sobrevivencia, son igualmente valiosos para la existencia del hombre:
El derecho a la justicia que castigue el delito y no la pobreza. Que se castigue la corrupción de los gobernantes, de los narcotraficantes, la explotación y el asesinato. Que se abran todas las cárceles del país para dejar en libertad a todos los presos políticos y a todos los pobres que penan por el delito de la miseria.
El derecho a una cultura democrática y popular, que nos afirme en nuestra historia y nuestros valores comunes, sin aislarnos de las influencias benéficas que podamos aprender y asimilar de más allá de nuestras fronteras.
El derecho a la información, libre y sin cortapisas, que incluya a todos los medios de comunicación y los ponga al servicio de la mayoría y los obligue a hacer de la verdad su mayor compromiso.
El derecho a la independencia, es decir a que este país funcione por y para los mexicanos, que todas las decisiones que influyen en la vida política, económica y social de nuestro pueblo estén en manos, realmente, de los mexicanos.
El derecho a la libertad para organizarnos en la forma que a cada quien le convenga, de acuerdo a sus intereses e ideas y con la única limitante de no contravenir el bien común, con una correcta aplicación de la justicia en condiciones de igualdad, legalidad y con pleno respeto a los derechos humanos.
El derecho a la democracia, para que la opinión de todos tenga valor, se respete y se cumpla la voluntad popular, eligiendo, o destituyendo si es preciso, una forma de gobierno y a los funcionarios públicos de ese gobierno. Para exigir que el que mande, mande obedeciendo.
Y como último punto, si el camino emprendido por las mayorías resuelve los problemas que planteamos y construimos una patria justa, libre y democrática, habremos transitado la vía más directa hacia la paz tan anhelada por todos, una paz con justicia y dignidad.
Cumplir los primeros seis puntos del programa zapatista para todos los pobres del país es de elemental justicia, sin eso no puede haber paz. Construir una patria digna de la que todos estemos orgullosos porque no se somete a dictados extranjeros, por más capital que haga falta o por más mercancías que le convenga vender, es de elemental independencia y democracia. Si esta justicia, y esa democracia, no son respetadas y seguimos padeciendo represiones a nuestra libertad no habrá paz. Para conseguirla debemos conquistar los 13 puntos anteriores.
El programa de la CND debe adoptar la lucha por los trece puntos porque resumen todas las demandas del pueblo y nos permiten unificar luchas y fuerzas para conquistarlas.
La CND lucha por tierra, trabajo, vivienda, alimentación, educación, salud, cultura, información, justicia, independencia, libertad, democracia y paz para todos los mexicanos.
4. ¿Qué debe incluir un plan de acción para luchar por el programa de la CND?
Primero.‑ El plan de difusión y propaganda del programa de lucha. Todos los mexicanos deben conocer la respuesta a la pregunta «¿Por qué lucha la CND?» .
Segundo.‑ El plan de enlace y comunicación con todas las organizaciones y grupos sociales que luchan por los 13 puntos o por alguno de ellos para brindar apoyo y difundir las experiencias de lucha locales, regionales y nacionales.
Tercero.‑ El plan para la creación de Comités Locales de la CND, como parte de las Convenciones Estatales Democráticas, según el interés y capacidad de los grupos sociales. Comités por comunidad, ejido, colonia, centro de trabajo, escuela, empresa o cualquier otro lugar de lucha colectiva, deben ser formados por mexicanos honestos, hombres, mujeres y niños, sin importar su filiación política, su creencia religiosa, su raza o su posición social.
Cuarto.‑ El plan de reforzamiento del trabajo y desarrollo de las Convenciones Estatales Democráticas.
Quinto.‑ El plan de seguimiento del cumplimiento de las demandas de los distintos sectores sociales a nivel nacional, regional y local.
Sexto.‑ El plan de lucha permanente por el respeto a los derechos políticos y humanos del pueblo mexicano.
Séptimo.‑ El reconocimiento de la validez de todas las formas de lucha y la decisión de llevar adelante el programa de la CND por medios civiles, pacíficos y legales.
Ésta es nuestra posición hermanos.
¡Democracia! ¡Libertad! ¡Justicia!
Desde las montañas del sureste mexicano
C C R I – C G del E Z L N
No hay comentarios todavía.
RSS para comentarios de este artículo.