A Proceso, La Jornada, El Financiero y Tiempo
Señores:
Va comunicado sobre mentiras y engaños que preceden guerras. Ahora, en la euforia del aparente éxito electoral, los que nos orillaron a alzarnos en armas despliegan su campaña en los medios. Una nueva y gran tramoya se construye alrededor del territorio zapatista; programas de electrificación inexistentes, tiendas fantasmas, semillas irreales y camiones de mercancías que nunca llegan a lado alguno. Aprovechan el desconcierto, la impotencia y la frustración que el manejo de los medios de comunicación ha producido en el pueblo. Repetir una mentira, reiterarla hasta que, por la magia de la imagen y el sonido, se parezca lo más posible a una verdad. Sigue lo que sigue, las acusaciones de intolerancia, de belicismo, de sectarismo, la preparación de ese ser informe y maleable que es la opinión pública, el golpe mortal a la cabeza zapatista con tropas de élite, los intentos para negociar con un cuerpo sin cabeza, el baño de sangre, la muerte para estabilizar la bolsa de valores, la venta de la imagen de un país nuevamente en calma y tranquilidad, el resurgimiento de la rebeldía, recomenzar…
No, no entendieron el mensaje de enero. No se dan por aludidos. Ahora apuestan al cansancio, al fastidio, al dulce escapismo del «cada quien a lo suyo», al olvido. ¿Triunfarán? ¿Por cuánto tiempo?
Vale. Salud y un café bien fuerte, que la noche no los abrace dormidos.
Desde las montañas del sureste mexicano
Subcomandante Insurgente Marcos.
P.D. que reprocha con dulzura. Por cierto, hablando de fantasmas, la ayuda humanitaria que se recabó para la Convención Nacional Democrática no llega. Nosotros fumamos y esperamos, sabemos que ya no estamos solos…
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