Al Grupo Santa Julia. 26 de julio
Atención: Marcos Rascón.
Hermanos:
Nos separan kilómetros de distancias. Nos acercan toneladas de miserias, desengaños y desprecios. A ustedes les dicen que nosotros estamos bien, que tenemos nuestro pedacito de tierra, nuestros animalitos, que no pagamos renta, que no tenemos smog, que vivimos sin el stress citadino y que sí elegimos a nuestro gobernador. A nosotros nos dicen que ustedes están bien, que tienen luz, teléfono, televisión, lavadora, refrigerador, que no tienen que caminar para ir al trabajo, que no se enlodan al caminar,, que tienen muchos hospitales y escuelas, que comen bien, que tienen muchas formas de divertirse y que no necesitan preocuparse de elegir gobernador porque al regente lo nombró… el Presidente. A ustedes les dicen que nosotros estamos mal, que no tenemos educación, que vivimos casi a la intemperie, que no sabemos «castilla», que no tenemos higiene, que no tenemos modernidad, que somos ignorantes, que no nos interesan la democracia ni el país, que sólo nos interesan nuestra tierra y nuestra familia. A nosotros nos dicen que ustedes están mal, que pierden el tiempo y la vida en vicios, que son malhechores, que la casa en la que viven no les pertenece, que no van a la escuela porque no quieren, que hablan muy otro el español, que son sucios, que son inmorales, que no les interesan la democracia ni el país, que sólo les interesan su colonia y su familia. A ustedes les dicen que nosotros nacimos para perder y se conforman. A nosotros nos dicen que ustedes nacieron para perder y nos conformamos.
Y entonces nosotros pensamos que, tal vez, de dos nacidos para perder puede ser que resulte no un nacido para perder al cuadrado, sino algo que ya no se conforme con perder y que dos conformidades bien pueden producir una gran inconformidad. Y entonces nosotros decidimos inconformarnos y supimos que ustedes también decidieron inconformarse, y entonces vemos que empiezan a acercarnos nuestras inconformidades y que una de ellas es la inconformidad con la mentira que nos venden, a ustedes de nosotros, a nosotros de ustedes. Y vemos que sería muy bueno que las dos inconformidades, la del campo y la de la ciudad, se sentaran a platicar su inconformidad y, tal vez, podamos organizar nuestra inconformidad y empezar a sumar y a multiplicar inconformidades con otros inconformes y hacer que esa inconformidad nacional termine, de una vez por todas, de inconformar a esos que tan conformes están con sus riquezas y su cinismo, los 24 más ricos en conformidad que la conformidad de los poderosos evalúa cada año.
Y entonces nosotros queríamos invitar a su inconformidad de ustedes para que visite la inconformidad nuestra porque resulta que hay varias decenas de miles de razones verde-olivo que le impiden, por ahora, a nuestra inconformidad ir a visitar su inconformidad de ustedes. El lugar donde se darán cita un buen número de inconformidades de todo el país será el llamado Aguascalientes, así nombrado en saludo a la reunión de inconformes de 1914, y las fechas son del 6 al 9 de agosto del año de la inconformidad: 1994. El nombre para esta macroinconformidad es «Convención Nacional Democrática».
Nombren sus delegados inconformes y mándelos; serán recibidos como lo que son, como hermanos en la inconformidad.
Vale, la Patria y la inconformidad son de todos, no de los 24 conformistas. Salud y botas de hule, porque acá, al lodo, la inconformidad le viene haciendo los mandados.
Desde las montañas del sureste mexicano
Subcomandante Insurgente Marcos
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