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Sobre cese de fuego ofensivo 

Al pueblo de México:

A los pueblos y gobiernos del mundo:

A la prensa nacional e internacional:

Hermanos:

El Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional declara lo siguiente:

Primero. En fechas recientes, cerca de la ciudad de Tapachula, Chiapas, fue atacado un puesto de migración del Gobierno Federal, como producto de ese ataque murieron dos agentes de migración. Algunos sectores oficialistas de los medios de comunicación pretendieron, irresponsablemente, implicar al EZLN en dicho ataque.

Segundo. El Ejército Zapatista de Liberación Nacional ratifica que, desde el día 12 de enero de 1994 y hasta la fecha de hoy, mantiene el cese de fuego ofensivo y no ha realizado ataque alguno en contra de ninguna fuerza gubernamental, ni en Chiapas ni en el resto del país. Las tropas zapatistas recibieron la orden, el día 10 de junio de 1994, de mantener el cese de fuego ofensivo y han cumplido cabalmente.

Tercero. El Partido de Estado, en boca de algunos diputados que se autodenominan representantes populares, ha hecho la acusación de que el EZLN recibió apoyo económico del extranjero a través de la Diócesis de San Cristóbal. Los ilegítimos diputados señalan a algunas organizaciones humanitarias alemanas como las que enviaron dinero alEZLN para la compra de armamento.

Cuarto. El EZLN reitera que no recibió ni recibe apoyo económico alguno para la compra de armamento, ni de nacionales ni de extranjeros. Que el supremo gobierno pretende ocultar de nuevo la verdad: que el principal apoyo que recibió y recibe el EZLN viene de la política neoliberal del mal gobierno y de los fraudes reiterados a la voluntad popular.

Quinto. El EZLN denuncia que estas acusaciones irresponsables forman parte de la estrategia del partido de Estado y de su candidato, para obligar al señor Salinas de Gortari a dar una solución militar al conflicto chiapaneco antes del 1 de diciembre de 1994. De esta forma, el señor Salinas cargaría con la responsabilidad de ensangrentar al país, el candidato del partido de Estado podría llevar adelante el fraude que lo lleve al poder y no tendría que «heredar» el problema del EZLN; es decir, el problema de satisfacer los reclamos populares de democracia, libertad y justicia. La línea dura del sistema de partido de Estado presiona, también a los altos mandos del ejército federal para que abandonen la vía de la solución política y asalten las posiciones zapatistas.

Sexto. El EZLN reitera su disposición a una solución política del conflicto y su decisión de no rendirse, ni frente a amenazas ni frente al poderío militar federal, resistiremos.

¡Democracia! ¡Libertad! ¡Justicia!

Desde las montañas del sureste mexicano

C C R I – C G  del  E Z L N 

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