A: Señor Francisco Huerta.
Programa Radiofónico Voz Pública.
México, DF.
Señor Paco Huerta:
Recibí el cassette que me mandó. No se crea usted que se quedó extraviado en alguna subsecretaría de Gobernación o en la PGR. Por vientos y tiempos de distinta dirección y procedencia, la respuesta a su cassette se fue posponiendo hasta ahora, en que en medio del conteo de votos y análisis de opiniones sobre las propuestas de Acuerdos de Paz, hay tiempo y viento propicios para la palabra escrita. Espero que comprenda mi recelo a hablar delante de una grabadora solitaria, no porque esté sola sino porque es fama que mi torpeza verbal hará leyenda en estas tierras. Sin embargo, como será evidente en el cassette adjunto, he tenido cuidado de grabar esta carta para que, si es posible, la ponga usted al aire y pueda yo así saludar a sus radioescuchas y disculparme de no responder directamente a las opiniones y preguntas que venían en la cinta hablada, no porque desprecie yo el mensaje oral sino porque su manejo acertado es algo que me fue negado. Permiten las letras una distancia y una reflexión que soy incapaz de ejercer en el hablar. ¿Por qué? No lo sé, pero sirve este pretexto para saludar a los profesionales del periodismo oral, el primero en tiempos históricos en la historia de la información y el más difícil de ejercer con acierto y honestidad en estos tiempos de modernidad, videos y etcéteras electrónicos que seguro nos amordazarán con el inefable Tratado de Libre Comercio.
Bien, para ser una disculpa concédame usted que ha sido bastante amplia. Ahora recuerdo que algunas de las opiniones de sus radioescuchas se referían al «SubcomandanteMarcos«, permítame usted entonces algunas dispersiones sobre tan manoseado tema. Permítale usted a Marcos decir unas palabras sobre Marcos. Permita que el hombre detrás del pasamontañas y de la nariz pronunciada diga algunas cosas sobre el pasamontañas de nariz pronunciada. Vale:
Marcos viene a ser una ventana. Un cristal a través del cual se puede ver. Pero también, como en los cristales sucios sucede, en esta ventana hay un pálido reflejo que permite que uno alcance a verse como en un espejo. Quiero decir que la función del marco-Marcos es eso, ser marco de la ventana a través de la cual se ve lo que hay al otro lado y también se alcanza a intuir lo que está de este lado por el reflejo que alcanza a dibujar toda ventana que se precie de serlo. Es decir, Marcos es marco y cristal de esa ventana que se abrió, ante el estupor de todos (nosotros incluidos), el amanecer de este año que nos asfixia. Un accidente, créamelo usted, pone el Marcos-marco frente a los medios de comunicación el día lo. de enero. Lo que estaba definido a través de la palabra escrita de pronto debe definirse también en la imagen y el sonido. Es decir, de por sí me tenía que encargar de los comunicados escritos, ser marco de letras para mostrar a un país enfermo de amnesia histórica, lo que ocurría con sus pobladores originales. Pero de pronto choco, en el parque central de San Cristóbal, con grabadoras y cámaras de video. Si esto fue algo afortunado o desafortunado para nuestra causa es algo que todavía no se puede definir. Pero bueno, supongamos que vemos que el Marcos-marco se abre en imagen y sonido y entonces la función de ventana puede mejorarse o entorpecerse, eso es algo que falta por definir todavía.
Pero entonces uno puede pensar que la función de cristal que tiene la ventana, que lleva el nombre de Marcos y tiene pasamontañas además de una innegable nariz pronunciada, pasa a primer plano y se puede ver lo que ocurre al otro lado de la ventana. Y está bien pero no es completo: nuestras miserias son el botón de muestra de una miseria nacional, la orfandad de democracia, libertad y justicia. O, por el contrario, puede ser que la función de espejo que tiene la ventana, que lleva el nombre de Marcos y tiene pasamontañas además de una innegable nariz pronunciada, es la que sobresale y está bien pero no es completo: la orfandad de justicia, libertad y democracia en estas tierras alcanza niveles extremos y absurdos. Hasta aquí puede ser un problema de balance, de énfasis, «o de iluminación» dirán los expertos en imagen. En fin, que el desequilibrio hacia el cristal o hacia el espejo no es una sorpresa.
La sorpresa es éste tan dilatado detenerse no en lo que se ve a través del cristal, no en lo que alcanza a reflejar, sino en el marco mismo, en Marcos pues. Yo me aterrorizo y, como siempre me ocurre cuando me asusto, entonces me río, me río del marcoMarcos, del pasamontañas, de la nariz pronunciada, de la ventana que no quería ser marco sino ventana, cristal y espejo para ver y para verse.
Me conmueven los reclamos de los periodistas que insisten en entrevistar a Marcos para preguntarle por qué lo entrevistan tanto. Me enternecen los sapientes discursos psico-socio-pato-gallo-lógicos sobre un supuesto sex-appeal del mentado marco de la ventana, de su «embrujo» sobre una clase media supuestamente frustrada que se «realiza» a través de ese cristal. Yo sé que me estoy poniendo serio y que lo que trato de explicar es lo bastante confuso como para que sus radioescuchas intenten cambiar de estación. Pero tal vez una relectura permita entender lo que trato de decir. En todo caso lo podemos posponer para otro improbable cassette.
Por ahora yo sólo quería aprovechar que unas buenas personas se extraviaron por estas tierras y dicen que lo pueden buscar a usted y entregarle esta carta y el cassette adjunto para saludarlo y felicitarlo. Uno siempre puede ser injusto y reconocer en otros lo que ya es tradición de lucha por la verdad en los medios informativos, por ejemplo la tradición del señor Huerta y la amable sorpresa de un periódico que lleva el mismo nombre del programa Voz Pública que hacen, como en el radio los radioescuchas, los lectores. Este país tiene mucho que aprender de sí mismo, no entiendo el empecinamiento de algunos por mirar en las siempre lejanas fronteras…
Vale, señor Huerta. Salud y no sea rencoroso por mi tardanza, recuerde que la paciencia es virtud necesaria de TODOS los luchadores.
Desde las montañas del sureste mexicano
Subcomandante insurgente Marcos
P.D. Permítame agregar la lectura de la parte de una carta que ya debe haber salido en la prensa. Vale.
«Marcos es todas las minorías intoleradas, oprimidas resistiendo… diciendo «¡Ya basta!»… buscando… lo que devuelva la mayoría a los eternos fragmentados, nosotros… eso es Marcos«
(28 de mayo de 1994).
No hay comentarios todavía.
RSS para comentarios de este artículo.