IX.- La Compañera la más bonitilla.
Obra de teatro en varios actos con notas de pie de página.
Monólogo a muchas voces.
Para el maestro con cariño, esperando que
se recupere pronto de que duele su panza.
(Se abre el telón. Pero resulta que no está listo todo y lo vuelven a cerrar. Pero no muy cierra porque se atora la cobija que es el telón. Tardan. Ya por fin se abre el telón y empieza la obra de teatro. Sale al escenario un compa que de por sí no muy quería participar, pero ni modos, qué le va a hacer, le tocó).
El compa empieza a hablar:
– “Bueno, yo les voy a contar la parte que me toca. Porque la problema no fue sólo que éramos un chingo de personas quienes vimos la obra de teatro. O sea “la seña”, que así le decimos también acá. El caso o cosa, según, es que para mirar y escuchar no es que te sientas y ya. No. Porque el auditorio se movía y unas veces veías de un lado, luego de otro, luego de arriba, después de abajo. Y también a veces podías mirar lo que miraban los que participaban. Por ejemplo, a veces mirabas lo que miraba la Marijose, o la Verónica Palomitas, o el Monarca o el Capitán. O sea que podías mirar y escuchar todas las partes del todo, pero desde diferentes lugares. Un relajo pues”. (nota de pie de página Uno).
“Bueno, pero éramos muchos por razón de que era un secreto. El Capitán le dijo a la Verónica Palomitas que hay que hacer una obra de teatro, pero no le digas a nadie. Y, bueno, pues la Verónica es su modo que, si le dices que es un secreto, rápido va y lo publica. Y luego la Marijose le pidió permiso al Manuel de poner un letrero en la taquería “TaCostilla” para anunciar la obra.”
“El caso o cosa, según, es que se corrió la voz y al rato ya todos sabían de la obra de teatro. Y más por el título, porque las jóvenas zapatistas se organizaron para asistir y criticar: si la compañera la más bonitilla está gorda o flaca, o es alta o chaparra, si tiene su ojo chueco, si camina jorobada, si muy rabona su nagua que de una vez no se puede creer, y así. Yo las critiqué que no sirve que hacen así, pero me respondieron que van a mal hablar, sí, pero en común y organizadas. Los jóvenes, o sea los machitos, pues con más razón. Hasta partidistas, porque todos querían saber quién era la compañera la más bonitilla. Hasta las compañeras ya de edad llegaron, porque, dijeron, “de seguro anda con su nagua toda rabona que si se agacha se le ve hasta la garganta”. Total, que éramos creo más de dos chingos”.
“Y a unos les tocó sentarse arriba del escenario que sea que veían como si fueran un dron. Y otros les tocó mero abajo, que sea que veían las suelas y todo desde abajo, como si fueran bichitos. Los demás en los lados, alrededor de donde se presentaba la historia. Y donde te sientas, se mueve por todos lados”.
“Bueno, les digo esto para que entiendan que, aunque les voy a contar la historia, en realidad sólo les voy a contar una parte, la que me tocó mirar. Si quieren saber el todo, pues van a tener que hacer una asamblea y una compartición con todos los que asistimos”.
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Nota de Pie de Página Uno. – El local donde se presente la obra deber ser como una esfera. En su centro o núcleo estará el escenario y las bancas para el público estarán por todos lados en la esfera alrededor del escenario. Pero las bancas se mueven por toda la orillada de la esfera teatral. O sea que, como quien dice, ni cuarto muro, ni primero, ni segundo, ni tercero, ni arriba, ni abajo, ni a los lados. Así el escenario no estaría en el centro de una circunferencia de dos dimensiones, sino en el centro de una esfera multidimensional, agregando a la 3D la dimensión temporal.
O sea que la base de los espectadores es giratoria en todas las dimensiones. De modo que las escenas se aprecien por todos los lados, o sea desde diferentes y distintos puntos de vista. A los lados, por arriba, por abajo y en el lugar simultáneo de quienes actúan. Sería como un átomo, donde los neutrones serían la escenografía y las luces; los actores serían los protones; y los espectadores serían como los electrones girando alrededor del núcleo o escenario.
Ok, ok, ok. Sí, en caso de que fuera posible esto, sería carísimo, pero en realidad el problema está en que, para obtener una visión del conjunto de la escena, se necesitarían una serie de comparticiones en asamblea, donde cada quien diga lo que vio y así complete la visión de los demás. Y, aun así, se tendría sólo una parte, y sería necesario un número infinito de asambleas para tener el todo a partir de las partes.
Nota de pie de página a la nota de pie de página Uno. – Este planteamiento escénico será conocido luego como “La Paradoja del Capitán”. Nada de que Schrödinger, DC, ni Marvel, ni tortura animal, ni cosas por el estilo. Resistencia y Rebeldía. Fuck Trump and Fuck Netanyahu. Oh, lo sé, pero no pude resistirme.
Nota de pie de página a la nota de pie de página de la nota de pie de página Uno. – Como se puede apreciar, el autor de este delirio no desaprovecha para meter, como quién dice, la política. Ignorando así el sabio precepto que indica que el arte es arte y no política, y que una cosa es una cosa y otra cosa es no me chingues. Amén.
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Bueno, de ahí que aparece el Capitán que está en su champa y a saber qué está garabateando en un su cuaderno. Entonces se escucha que lo llama por radio el SubMoy. No es que dice “soy el SubMoy” sino que lo conocí su voz. Entonces el Capitán lo responde en el radio que “adelante”. Y el SubMoy le dice: “te voy a mandar un colego que necesita que lo apoyes”. “Está bueno”, dice el Capitán.
Y ahí nomás llega un chamaquito, como de unos 4 o 5 años que dice que se llama “Chinche”. El niño explica que se llama “Chuy”, pero como siempre está haciendo maldades, su mamá le dice “Pinche Chuy, tiraste el agua”, “Pinche Chuy, mojaste la ropa seca” y así. Pero el Chuy no habla bien y no sabe decir “pinche”, y dice “Chinche”. Entonces así se le quedó.
Y el Chinche le dice al Capitán que lo tiene que buscar quién es la compañera la más bonitilla. Que para qué quiere saber, le pregunta el Capitán. “Pues porque ya lo estoy buscando una mi mujer”, dice Chinche. “Pero si eres un crío de 4 o 5 años”, le dice el Capitán. “No importa, quiero buscar de una vez para luego no andar batallando de un lado a otro, y que regalitos y que canciones y que hay que bañarse y peinarse, y que ropa para verse bien galán, y de una vez no se puede creer”. “Pero qué vas a hacer, y qué tal que no te quiere”, le dice el Capitán. “Bueno”, dice Chinche, “pues ahí lo voy a ver yo, le echo la política para convencer. Pero tú no tengas pena y cumple la orden de que vas a apoyar”. “Bueno”, dice el Capitán, “ahí te aviso luego lo que salió de la investigación”. Bueno, tardan más hablando, pero les estoy contando como quien dice el resumen. Y se va el Chinche.
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Bueno de ahí sigue otra parte. Creo que dicen “otra escena”, pero es en el mismo lugar o sea en la champa del Capitán. Lo agarra su radio y dice “martillo, martillo”. Entonces se oye la voz del Monarca que dice “adelante, adelante”. O sea que “Martillo” es el Monarca. Entonces el Capitán le dice “Búscalo al Comando Palomitas y lo mandas”. “No se escucha, repite, repite”, dice el Martillo. El Capitán le repite que lo busque al Palomitas. Pero se ve que no recibe bien su radio del Monarca. “No se escucha, repite, repite”. Y el Capitán como que se desespera y grita “¡Que mandes al Palomitas!” Ahí sí lo escucha el Martillo y responde “copiado, copiado, ahí llevo”. Y al rato llega el Monarca cargando un costal pergamino lleno de palomitas de maíz. “¿Y eso?” pregunta el Capitán. “Pues pediste palomitas. Las acaban de hacer el compa Faustino y la Angelina”. “Dije “El Palomitas”, o sea el comando palomitas”, como que se enoja el Capitán. Y se va otra vez el Martillo, mientras el Capitán se atasca de palomitas. Bueno, pues regresa el Monarca con la Verónica Palomitas.
La Verónica lo está buscando si hay dulce de chamoy. El Capitán le pregunta por qué llegó nomás ella. La Verónica dice que el Amado y el Chinto ya están viejos y ya lo están buscando una su marida. Y la Cintia y el Chuy a veces llegan, pero no están ahorita.
“¿Pues cuántos años tienen pues?” “El Amado y el Chinto ya tienen 14 años, o sea que ya son palomitas rancias, ya no sirven”. Bueno, de ahí el Capitán le dice que hay un trabajo muy importante y muy secreto, que no puede decir a nadie ni andar publicando.
La Verónica, ya me acordé, en la obra se llama “Tiendera”, que porque siempre está en la tienda. O “Tamale Crudo” porque hace que duele tu panza. Bueno, la Verónica pregunta si en el trabajo hay chamoy. “Hay”, le responde el Capitán. La Verónica dice “bueno, ahí lo voy a ver si es que me conviene y si cumplo o no”. El Capitán la regaña porque es orden del SubMoy, pero la Verónica dice que ella es niña y por eso luchamos, para que las niñas hagan lo que quieran y los niños sí tienen que obedecer. Se ponen a discutir los dos, la Verónica con el Capitán. Tardan y nomás están neceando, entonces eso me lo salto. Ya por fin el Capitán le dice que hay que buscar a la compañera la más bonitilla. Entonces se ve que ahí está la problema como quien dice, porque la Verónica pregunta:
¿Pero dónde voy a buscar? Pues entre todas las compañeras, le responde el Capitán. ¿Todas las compañeras todas o sólo unas todas? Todas. ¿Aunque sean de otro planeta? ¿Cuál otro planeta? Bueno, fuimos a unos lugares que son muy otros, acaso llueve agua, llueve nieve y las niñas nos tenemos que forrar como tamale por el frío. Todas, dije. Bueno, pero ¿qué les digo o qué hago? Les tomas foto para ver si es que cumpliste el trabajo y ver cuál es la más bonitilla.
Ya lo sé cuál es la compañera la más bonitilla. ¿Quién? Mi mamá. ¿Pero quién te dijo eso? Mi papá. No vale. ¿Por qué no vale si mi papá es hombre y los hombres siempre dicen esas cosas raras de que si muy bonitilla o no mero? Bueno, pues porque tu papá tiene que decir eso porque si no tu mamá se embravece y se convierte en gorsodoma y hasta ahí nomás llegó tu papá. Es la más bonitilla. No es. Sí es. Tardan.
El Capitán como que se rinde y no tiene mucho saldo para mandar a la página el escrito de la obra y dice: “Bueno, entonces vas a buscar a la segunda más bonitilla”. “Bueno”, dice la Verónica. “Entonces te voy a prestar mi celular y tomas foto y traes para ver”, la despide el Capitán. Se va la Verónica Palomitas.
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En la siguiente escena entra la Marijose saludando al público, como si estuviera desembarcando en Vigo, Galizia. Luego dice: Aquí lo traje tu celular, capitán. ¿Cómo? Si le di a la Verónica para que toma fotos. Bueno, es que llegó la Verónica al puesto de tacos con una su banda de palomitas y pidió 5 órdenes de tacos, surtido. ¿A poco se zampó 25 tacos? No, sino que los compartió con su banda. ¿Y luego? Bueno, pues a la hora de pagar, pues no trae paga. Entonces me da el celular y me dice que queda en prenda y que ya que tenga paga viene a pagar su debe y ya le devuelvo su celular. Maldita Verónica. Entonces lo miré que es tu celular y te lo traje porque creo que va a tardar la Verónica en conseguir la paga. Bueno, ni modos, pero dile al Manuel que no se olvide de mis tacos, que ahí le voy a pagar luego. Já, dice la Marijose, o sea que lo sabe que no hay cuándo va a pagar el Capitán, mientras se retira saludando y mandando besos al público.
El Capitán revisa las fotos que tomó la Verónica de la compañera la segunda más bonitilla y son puras selfies de la Verónica haciendo caras y gestos. El capitán reflexiona y entiende que, en su cabeza de Verónica, ella es la segunda más bonitilla porque es la hija de la primera más bonitilla.
En eso llega la Verónica a cobrar los intereses de su salario como Comisión de Investigación. El Capitán le reclama que no cumplió. La Verónica alega que quién dice que no cumplió si sí lo hizo el trabajo. No hiciste. Sí hice. No. Sí. Míralo, ahí está la foto de la compañera la más bonitilla. Entrega una piedrita. Pero esto es una piedra. “No, ahí está la foto de todas las compañeras de todos los planetas. Porque todas las compañeras son las más bonitillas porque son compañeras y son compañeras porque son las más bonitillas. No hay quien más ni quien menos, sino que cabal”. Pero no se mira. Es que no sabes mirar bien, tienes que mirar dentro de la piedra. ¿Entonces la rompo la piedra? ¿Con un martillo? No, tienes que mirar dentro, pero respetando a la piedra porque la piedra no tiene delito. Pero no hay fotos. Hay. ¿Cómo sabes que no hay si no has mirado? ¿Y cómo voy a mirar? Lo agarras la piedrita y lo pones cerca de tu oreja y ahí lo vas a mirar. ¿Lo voy a mirar con la oreja? Bueno, pues de plano no entiendes. Así son los pinches hombres, que no saben mirar. Ah, y te aviso que tienes debe en la taquería, con el Manuel y la Marijose, porque en la chinga del trabajo pues tengo que comer, que sea el motor necesita gasolina. Pero fueron tacos, no gasolina. Es que hay diferentes tipos de motores. Ahí que te pasen la cuenta. Se va la Verónica Palomitas.
El Capitán queda pensando. “Bueno, pues entonces hay que cambiar de estrategia”, dice, “hay que buscar a la compañera la tercera más bonitilla”.
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Llega el Chinche a ver si ya hay razón de su encargo. El Capitán le dice que se siente, le pasa un dulce de chamoy. El Capitán tiene en las manos la piedrita que le dio la Verónica. La mira y le da vueltas. La pone cerca de su oreja. Le siguen dando vueltas. El Chinche ya se acabó el dulce y como que tose para que el Capitán vuelva a la realidad.
El Capitán suspira y le dice:
“Bueno compa, lo primero que tienes que hacer es conseguir un martillo”.
Telón… Telón… dije “Telón” … ¿?
Bueno, pues no hay telón. Era su cobija del Capitán y se la llevó. Y, como no cae el telón, entonces, como quien dice, se mira todo. Y así es como sabemos que, en Registro del Encuentro de Resistencias y Rebeldías próximo, hay ya 768 asistentes y participantes, de 37 geografías (Alemania, Argentina, Australia, Bélgica, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Chipre, Colombia, Dinamarca, Ecuador, Egipto, Eslovenia, El Salvador, Estado Español, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Gales, Galicia, Ghana, Gran Bretaña, Grecia, Guatemala, Italia, Kurdistán, Los Balcanes, Marruecos, México, Noruega, País Vasco, Panamá, Perú, Rumania, Suiza, Uruguay). Y unas 252 participaciones apuntadas.
Eso, y un mensaje corto para el Frayba:
Todas las agresiones, hostigamientos, persecuciones y ataques de los malos gobiernos a quienes tienen, en la defensa de los derechos humanos, su vocación y destino, no son sino la confirmación de que están cumpliendo con la labor que abrazaron; y que las víctimas del Poder tienen, en ustedes, una esperanza de verdad y justicia.
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¿Ahora sí telón? ¿Ya consiguieron para reponer? … ¡No chinguen, ésa es la cobija del SubMoy! ¡Corran por sus vidas!
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
El Capitán.
México, mayo-junio-julio del 2025.
Imágenes de preparativos para el «Encuentro de Resistencias y Rebeldías Algunas Partes del Todo» en agosto del 2025, Terci@s Compas Zapatistas
Audio: Voz y palabras de Eduardo Galeano, «Reuniones Cumbre» y «Experto Internacional».
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Eskerrik askoooooo 🍉 El Chuy a la búsqueda de su bonitilla mayor, la más, la única, la ella, la que te hace reír y sonreír solo soñándola, la que sabes te está pensando cada que su corazón late, la que te buscará el globo más colorido y te guardará el dulce que tomó de su mamaces… Chuy hace bien de acudir al Capitán es el que mejor sabedor del mundo mundial cómo hacer para liarse a niveles estelares y lunáticos, lo pasarán bien juntos y que se encuentren con su amigo Lur que excepto en defenderse, es sabio en todo lo demás, la bondad lo preside, para hacer teatro si tiene que decir palabrotas pues eso no, lo demás ahí se mantiene elegante y colorido. De bonitilla grande la Lupita que además es médica y así nos atiende los males de amores… La Marijose también nos ayuda siempre con garbo. Mil abrazos a cada quien 🐞
Comentario de Teexa Gil Ruiz — julio 31, 2025 @ 3:57 am