Son ya más de 15 años de la injusta e ilegal detención y secuestro de nuestro compañero Álvaro Sebastián Ramírez, quien a junto a Abraham García Ramírez, Agustín Luna Valencia, Eleuterio Hernández García, Fortino Enríquez Hernández, Justino Hernández José, habitantes de la región loxicha fueron sentenciados por razones que nada tienen que ver con ellos. Sus procesos han estado plagados de irregularidades, al momento de su detención fueron incomunicados, torturados física y psicológicamente, obligados a firmas hojas en blanco como medio para después ser llenadas con mentiras y así obtener la “autoinculpación” de nuestros compañeros.
El Estado mexicano, ha montado toda una campaña de desprestigio en contra de los presos Loxicha. Los ha calificado como “terroristas”, pertenecientes a una organización político-militar bajo la acusación de rebelión. Lo anterior ha sido desmentido por cada uno de ellos, no olvidamos que estas “confesiones” fueron arrancadas por medio de la tortura.
La burocratización de su caso, la aplicación de los códigos penales de manera arbitraria y parcial, nos deja claro que la consigna del Estado mexicano, en este como en muchos otros casos cuando se trata de luchadores sociales, es política. En este país la justicia sigue siendo una simulación.
Recluidos en el penal de Ixcotel en Oaxaca, en la madrugada (02:40) del viernes 7 de junio fueron sacados de manera irregular y sin que ninguna autoridad haya dado una versión oficial del por qué y el hacia dónde se los llevaron. La única información de manera pública que las autoridades han dado respecto a su paradero ha sido una escueta declaración a la prensa diciendo que fueron trasladados al “Centro Federal de Readaptación Social” número 13, que se encuentra en Miahuatlán; este penal que concesionado a la iniciativa privada, fue recientemente inaugurado por la administración de Enrique Peña Nieto en representación de Manuel Mondragón y Kalb, el llamado comisionado nacional de Seguridad, en suma, el lucro de la libertad y la justicia en manos de quienes son responsables de la marginalidad, la miseria, la pobreza y la falta de libertades en este país y el mundo.
Las hijas e hijos, así como compañeros de los presos Loxicha, fueron a rescatar las pertenencias de sus familiares, compañeros y amigos al penal de Ixcotel y exigieron poder tener comunicación con ellos para poder conocer su estado físico y psicológico, y para confirmar lo que se les había dicho horas antes sobre el lugar al que habían sido llevados. La respuesta de las autoridades ha sido mezquina e intimidatoria.
Las muestras a nivel nacional e internacional de solidaridad, apoyo y acciones han comenzado a darse, desde cartas, pronunciamientos, mesas de información, reportajes y entrevistas desde los medios libres, por mencionar algunos.
Hoy en el país se vive un Estado policíaco, se castiga la pobreza y el crimen es gobierno; se criminaliza a los luchadores sociales y los corruptos y asesinos llenan los Congresos y palacios de gobierno, se condena la vida y se celebra la muerte. En este país todas y todos estamos presos.
El terrorismo de Estado que busca implementarse por medio de jueces corruptos, legislaciones y códigos penales a modo, procesos judiciales irregulares, es tan sólo una muestra del miedo que allá arriba tienen de las formas de organización antisistémicas que se tejen desde abajo y a la izquierda en los distintos espacios de lucha en las comunidades, las calles, los campos, las ciudades, en las escuelas, y en cualquier rincón donde los diferentes comiencen a reconocerse y a decidir juntas y juntos el destino de sus vidas.
La Red contra la Represión y por la Solidaridad hace responsables a los ejecutivos estatal y federal, Gabino Cué Monteagudo y Enrique Peña Nieto, de la integridad física y psicológica de nuestros compañeros.
Reafirmamos que seguiremos con nuestro compromiso que adquirimos como adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, de ser con el otro, con la otra, no dejaremos solas y solos a nuestros presos políticos, a nuestras compañeras y compañeros que hoy luchan desde esa trinchera.
Continuaremos con la construcción de un mundo donde la vida sea digna, donde la justicia signifique el respeto a la diferencia, donde la libertad nos permita decidir nuestro destino en comunidad y en colectivo.
La justicia que buscamos no será una concesión de los de arriba, la libertad que soñamos es algo que vamos a luchar en cada esquina del mundo donde los pueblos se rebelen.
Que lo entiendan bien los carceleros del mundo, no les tenemos ningún respeto, por nuestros corazones se ha abierto la ventana de la libertad, las grietas de sus muros ya son muchas, continuaremos peleando hasta derribarlos.
¡LIBERTAD Y JUSTICIA PARA ABRAHAM GARCÍA RAMÍREZ!
¡LIBERTAD Y JUSTICIA PARA AGUSTÍN LUNA VALENCIA!
¡LIBERTAD Y JUSTICIA PARA ELEUTERIO HERNÁNDEZ GARCÍA!
¡LIBERTAD Y JUSTICIA PARA FORTINO ENRÍQUEZ HERNÁNDEZ!
¡LIBERTAD Y JUSTICIA PARA JUSTINO HERNÁNDEZ JOSÉ!
¡LIBERTAD Y JUSTICIA PARA ZACARÍAS GARCÍA LÓPEZ!
¡LIBERTAD A TO@S LOS PRES@S POLÍTIC@S!
Contra el despojo y la represión… ¡la solidaridad!
Red contra la Represión y por la Solidaridad en el Valle de México
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ante tal salvajismo una manera mas de exijir la justicia que a tod@s nos apremia es no cooperar con ellos (con el mal llamado gobierno)no paguen impuestos no les cooperen con nada. larga vida a los pueblos dignos a los pueblos originarios como a todos en este bello planeta.
Comentario de alan — junio 21, 2013 @ 3:33 pm