Las comunidades indígenas zapatistas han construido durante estos 19 años ese otro mundo posible, que con su esfuerzo y resistencia han demostrado que es posible. Esto en un ambiente constante de hostigamiento y violencia, de una guerra por todos los medios en contra de los compañeros, desde que decidieron tomar en sus manos su destino el 1 de enero del ’94, a la fecha, las comunidades zapatistas resisten el acoso paramilitar y la violencia.
No han sido pocos los intentos del mal gobierno y del capital que pretenden (de manera estéril) acabar con la resistencia zapatista; se han valido de militares, policías, paramilitares, “programas sociales”, desalojos, desplazamientos forzados, matanzas, traiciones, persecuciones, y la cárcel. Frente a este proceso de destrucción, las comunidades rebeldes han elegido crear las condiciones necesarias para una vida digna, por medio de la palabra, el acuerdo, el diálogo y el consenso (ver pronunciamiento de la RvsR contra el hostigamiento).
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