Enero del 2009.
De madrugada, como de por sí, llegó la noticia. Más fría se hizo la noche fría y, al amanecer, nos descubrimos como con un hueco, como si algo nos faltara, como si hubiéramos perdido algo muy propio.
La geografía donde nos ha tocado luchar a nosotros, nosotras, las zapatistas, es muy extendida. En los mapas lleva el nombre de “México” y caminar sus rincones es una tarea todavía más dilatada.
En el calendario de la Sexta llegamos a uno de sus rincones más extraños, porque a pesar de lo que el mapa y el kilometraje recorrido indicaban, la historia, esa compleja red de calendarios y geografías de abajo, señalaba uno de nuestros adoloridos corazones: Ciudad Juárez, Chihuahua.
Ciudad Juárez. La de las jóvenes obreras asesinadas impunemente. Asesinadas por ser mujeres, por ser jóvenes, por ser trabajadoras… por ser. La de la digna rabia de los habitantes de Lomas de Poleo, resistiendo ataques, trampas, calumnias, silencios.
La de Mamá Corral.
No, no voy a contar su historia. Eso les corresponde a quienes todo este tiempo estuvieron, y están a su lado, luchando por la presentación de l@s desaparecid@s.
Fuimos a hablar con ella. Fue una reunión privada con ella y otros familiares de desaparecid@s. Así lo pidió ella, así lo pedimos nosotros. Fue en la sala de su casa. Ahí nos amontonamos unas 15 o 20 personas.
Doña Concepción García de Corral era la de más edad… y la más fuerte.
Como si los calendarios buscando a su hijo, José de Jesús, no la hubieran agotado. Como si el no claudicar le permitiera ver más lejos.
Hablaron los compas familiares. Palabras más, palabras menos, dijeron: “Queremos saber la verdad”.
Doña Concepción fue más lejos: “Si Dios me ha dado tantos años de vida es porque José de Jesús está vivo y lo voy a encontrar”.
No, no recuerdo si ésas fueron sus palabras exactas, pero creo que sí el sentimiento.
Después hablé yo.
No dije mucho…
O lo dije todo…
No muy me acuerdo, pero creo que les dije lo que yo quisiera que le dijeran a mis familiares si hubiera lugar, tiempo y modo: no nos fuimos porque no los quisiéramos, sino porque los queremos, aunque de otra forma, con otro modo.
No me hagan mucho caso, pero creo que fue entonces cuando abracé a Doña Concepción García de Corral y le dije al oído: “Mamá Corral”.
Luego me fui.
Siempre me voy.
Otra vez llegaron las geografías y los calendarios a llevarnos y traernos. Pero en ellas y por ellos sabíamos de ella.
Creo que hasta una vez le dedicamos un texto. Por ahí debe de andar, creo.
Tal vez se lo leyeron. Tal vez sonrió. Tal vez entendió que le decíamos a ella: “aquí estamos y no olvidamos”.
Y ahora resulta que yo estaba escribiendo unos cuentos porque alguien estaba enfermo y algo había que darle de remedio, así fuera a la distancia.
Y, además, porque tengo un montón de cartas de protesta. Algunas de supuestas sociedades médicas reconviniéndome por mis declaraciones en contra de las inyecciones, y otras son de mamaces iracundas porque se quedaron con la jeringa preparada y la víctima en turno se rehusó a la tortura, aduciendo un supuesto punto de un supuesto programa nacional de lucha que supuestamente prohibía la producción, el tráfico y el consumo de inyecciones. Total, que en resumidas cuentas me hacen responsable de las más terribles epidemias y endemias.
Mentira, no han llegado cartas de protesta. Pero los oídos me zumban, lo que, según decía mi madre, quiere decir que están mal hablando de uno.
Entonces yo, presionado por la Lupita y la Toñita, me puse a trabajar en mi laboratorio para producir una medicina alternativa a las inyecciones. Y entonces salió el primero de estos “Cuentos para suplir las inyecciones”.
Mientras esperaba la decisión de las Comandantas sobre si hacían o no un encuentro deportivo y cultural para el 8 de marzo, llegó, de madrugada, la noticia de la muerte de Mamá Corral.
Venía en una carta, firmada por el Comité de Madres de Desaparecidos Políticos de Chihuahua, que terminaba así: “Subcomandante Marcos reciba usted nuestro reconocimiento y nuestras condolencias. Mamá Corral se fue, pero aún está con más fuerza a su lado y al nuestro. Reciba un fuerte abrazo y nuestra bendición”.
Dolió. Mucho.
Ya más luego releí esas líneas y pensé que sí, que está a nuestro lado y de nuestro lado. Así que, con el permiso respectivo, hice algunos cambios y modificaciones al primero de los “Cuentos para suplir las Inyecciones” y se lo conté a Mamá Corral, a Helena, y a todas las mamaces con el dolor a flor a piel, tal y como a continuación lo transcribo:
I.- Remedio para el dolor de corazón:
Habrá una vez una hojita que estaba arriba de un árbol, en la parte más alta. Contenta estaba la hojita porque tenía muchas hojitas cerca y bien que se cantaban cuando el viento las movía. Y muy lejos podía ver la hojita, todo el valle y hasta las montañas vecinas.
Claro que había sus inconvenientes porque, por ejemplo, como había muchas hojitas juntas pues rápido se hacían los chismes. “Ya viste que la tal por cual anda muy pegada con ésa otra”, a veces decían. Y se hacía mucha bulla porque luego se sabía el chisme y entonces contestaban: “y mira quién habla, si tú te pasas todo el tiempo al lado de ésa de más allá”. O sea que mucho peleaban entre sí las hojitas, como de por sí.
Y también ocurría que, cuando llovía, las hojitas de arriba eran las primeras en mojarse y no podían decir aquello de “qué bonito es ver llover y no mojarse”.
Pero había sus compensaciones, porque, cuando el sol salía, las de arriba eran las primeras hojitas en secarse.
Bueno, pues así estaba la hojita de este cuento, en el vaivén de lluvias y soles, cuando vino un viento fuerte y la arrancó de la rama donde estaba viviendo. Y la hojita empezó a volar, dando giros, subiendo y bajando por las corrientes de aire.
“¡Qué chido!”, dijo la hojita que era medio skatera.
“¡Síííííííííí!”, gritó cuando pudo hacer un doble rizo muy cerca del techo de una champa. Luego una ráfaga de aire la acercó a una nube que tenía una pinta de muchos colores que decía: “Libertad y Presentación de l@s desaparecid@s polític@s”.
Y en otra se leía: “Lo bueno de rayar nubes es que acá no llega la tira”.
Y así andaba de un lado a otro la hojita.
Pero pasó que el viento se fue con su canción para otra parte y la ley de gravedad se aplicó con todo rigor, así que la hojita, casi como no queriendo, fue a llegar hasta el suelo.
“¡Órales!”, se dijo la hojita, “¿y ahora qué voy a hacer?”.
La hojita quería regresar otra vez a la parte más alta del árbol. Aunque eran muy chismosas, ahí estaban sus amigas. Y aunque era la primera en mojarse con la lluvia, también era la primera en calentarse con el sol y podía ver muy lejos. Y aunque el viento la volviera a tumbar, ella podía ensayar nueva piruetas que ya se le estaban ocurriendo, y hasta pensaba rayar alguna nube con letras de muchos colores y tamaños muy divertidos y demandar libertad y justicia.
La hojita probó en caminar, pero como siempre había estado en el árbol agarrada de una rama, pues nomás no se le daba lo de la caminadera.
Entonces una hormiguita pasó por donde estaba. La hojita la reconoció, porque era una hormiguita que una vez había estado en lo alto del árbol y hasta le había dado una mordida a la hojita.
“¡Hola!”, saludó la hojita a la hormiguita.
“¿Y tú quién eres? Acaso te conozco”, respondió la hormiguita que, para variar, andaba de malas.
La hojita se presentó: “Me llamo Hojita y vivo en la parte más alta del árbol, pero me caí y ahora quiero regresar a mi casa pero no sé cómo hacerle, ¿podrías ayudarme?”.
La hormiguita la quedo mirando, luego quedó mirando al árbol, luego volvió a quedar mirando a la hojita. Tardó mirando la hormiguita.
Ya luego dijo: “No pos ora que sí ya se chingó la Roma ésa, porque te tendría que cargar y luego tendría que subir tooooodo el árbol sin que me coman los pájaros o el oso hormiguero. Y ya luego, si es que llegamos hasta la parte más alta, pues la problema va a ser cómo te pegamos a la rama que te toca”.
La hojita quedó mirando a la hormiguita y luego quedó mirando al árbol. Tardó mirando la hojita, o sea que ya estaba agarrando el modo de la hormiguita.
Ya luego dijo: “no hay problema, porque podemos ir a comprar pegamento a la papelería o me puedo agarrar bien fuerte de la rama que me toca”.
La hormiguita escuchó a la hojita y la quedó mirando y… bueno, y ya no vamos a decir que tardó mirándola porque si no el cuento se hace muy largo.
Entonces la hormiguita dijo: “Tá güeno, te voy a llevar, pero antes tengo que ir a ver a mi comagre para pedirle maíz porque a mí ya se me acabó. ¿Vas conmigo o aquí me esperas a que regreso?»
La hojita pensó que, cuando la hormiguita encontrara a su comagre, iban a tardar mirándose y el cuento se iba a terminar sin que ella resolviera su problema, así que respondió: “¡Voy contigo! Y sirve que de pasada compramos el pegamento en la papelería”
Entonces, la hormiguita cargó a la hojita en el lomo y empezó a caminar rumbo a casa de su comagre.
Por el camino, la hojita iba mirando muchas cosas que no conocía… o que conocía, pero vistas desde lo alto del árbol donde vivía.
Y pasó a un lado de la piedrecita inconforme, la que quería ser nube, y la vio muy grande. Mientras miraba a la piedrecita inconforme hacer ejercicios para bajar de peso, la hojita pensó: “Tras que desde arriba se ven muy otras las cosas”.
“O no se ven”, dijo la hormiguita, que además de ser enojona podía escuchar lo que pensaban los demás seres.
“Sí, o no se ven”, quedó pensando la hojita.
Siguieron caminando.
Bueno, caminaba la hormiguita, porque la hojita nomás iba mirando el mismo mundo que había visto desde arriba pero que, visto desde abajo, era otro mundo.
Y mucho mundo miró la hojita.
Por ejemplo, miró al Mal y al Malo vestidos de gobiernos, de empresarios, de aviones bombardeando niños y niñas, de policías golpeando y asesinando joven@s y desapareciendo luchador@s sociales, de hombres violentando mujeres, de perseguidores de los otros amores, de racistas, de locutores de radio y televisión, de periodistas, de analistas políticos, de comisarios del pensamiento.
Pero también miró a un escarabajo con yelmo, fumando pipa y escribiendo en una ultra-mini-micro-computadora.
Y miró a la Lupita y a la Toñita jugando con unas jirafas que les regalaron en el Festival de la Digna Rabia. Y miró al Sup cuando les decía a las niñas que no eran jirafas, que eran unas vacas y que les habían estirado el pescuezo porque las querían hacer caldo, pero las vacas no se dejaron y se resistieron y que eran una vacas rebeldes y que se les había quedado el pescuezo estirado por su resistencia, pero no eran jirafas. Y miró que la Toñita y la Lupita lo regañaban al Sup y le enseñaban un libro de animales para que viera que sí eran jirafas y que no eran vacas con el pescuezo estirado. Y miró que el Sup les respondía que no era cierto, que ese libro lo habían hecho los mismos que querían hacer caldo a las vacas. Que para que no se publicara que tenían un su delito, dijo el Sup. Y miró que las niñas traían unas inyecciones porque decían que el Sup estaba enfermo y por eso decía tarugadas, y que lo iban a curar al Sup. Y miró que el Sup corría y corría. Y ya no miró si es que lo alcanzaron.
Y miró el lado oscuro de la luna, cuando Sombra, el guerrero, la llevaba cargando en un mecapal.
Y miró a Elías Contreras, Comisión de Investigación del EZLN, llevar unas flores a la tumba de La Magdalena.
Y miró al Viejo Antonio forjándose un cigarrillo en hoja de doblador.
Y miró a hombres y mujeres indígenas, que nunca habían ido a la escuela, explicarle el mundo a una investigadora con un doctorado en ciencias sociales.
Y miró a las tropas zapatistas haciendo la champa para Radio Insurgente.
Y miró al Moy platicando con las Comisiones Agrarias Autónomas sobre un problema de tierras.
Y miró a una pareja tocándose con toda la piel desnuda, y miró que no importaba si la pareja era de mujer y hombre, o de hombre y hombre, o de mujer y mujer, o de otr@ y otr@.
Y miró a alguien rayar en una pared “Un muro sin grafiti es como un barquillo sin helado”, y miró que el muro se convertía en bandera.
Y miró que nadie se preparaba para enfrentar a Polifemo.
Y miró a los calendarios y geografías caminar a encontrarse.
Todo eso y muchas cosas más miró la hojita, pero son para otros cuentos.
Por fin llegaron donde la comagre de la hormiguita y, como era de esperar, la comagre no estaba porque no llegaron rápido y le tocaba trabajar en otro cuento, así que se fueron a la papelería para comprar el pegamento.
A la hojita, con todo lo que había mirado, ya se le había olvidado que iba a comprar pegamento. Así que le dijo al dependiente de la papelería: “Quiero un cuaderno y unos lápices de colores muy divertidos”.
El dependiente respondió: “Acaso son divertidos los lápices de colores. Los lápices de colores son lápices de colores”
De ahí se siguió una larga discusión sobre la capacidad o no de sentimientos de las cosas inanimadas, discusión que nos vamos a saltar porque si no el cuento se va para otro lado.
Bueno, resulta que al final la hojita consiguió sus lápices de colores, su cuaderno y su pegamento (porque la hormiguita le recordó a qué habían ido a la papelería).
Ya luego, la hormiguita y la hojita llegaron al pie del árbol.
Ya iban a empezar a subir cuando, ¡zas!, se sintió como un terremoto. Todo empezó a crujir y como a romperse.
Como si se desarmara un rompecabezas y las piezas se desordenaran.
La radio, la televisión y los periódicos de arriba no dijeron nada porque también se habían desarmado, así que lo que se supo fue porque lo publicaron los medios alternativos de comunicación.
Porque resulta que los zapatistas, las zapatistas, habían ganado la guerra contra el olvido y todo el mundo se estaba volteando de cabeza y quedando todo al revés.
Y el sol ya no salía por el oriente, sino por el poniente.
Y lo que estaba arriba quedaba abajo, y lo que estaba abajo quedaba arriba.
Y entonces resulta que, para ir a la rama donde vivía la hojita, ahora tenían que bajar, en lugar de subir, a la copa del árbol.
“Mta magre” dijeron a coro la hojita y la hormiguita, y se pusieron a discutir entre ellas.
Y es que la hojita le echó la culpa a la hormiguita porque tardó mucho mirando y en ese tiempo los zapatistas, las zapatistas, ganaron y voltearon el mundo al revés.
“Para que el mundo ya esté cabal”, así dijeron las zapatistas, los zapatistas, y, como ya es costumbre, nadie les entendió.
Tan-tan.
Vale. Salud y paciente rabia, Mamá Corral, paciente rabia.
SupMarcos.
México, Enero del 2009.
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No sabemos porque para vivir tenemos que morir. Aprendimos amar y hablar frente a un
pedazo de papel frío y sin vida. Una fotografía. No podía haber respuesta, ni sentir la piel
de quien mirabamos en la foto, menos sentir el calor de un beso.A sido absurdo el dolor que
nos lleva caminando haciendo historia, pero amamos este camino que nos ha llevado a la
necesidad de conocer y abrazar la libertad, la justicia y la dignidad. Nos encontramos con la
riqueza que sobre abunda en el corazón. La rebeldía, la insumisión y la terquedad de tener
con nuestros hijos arrebatados por la locura que gobierna un mundo nuevo. Nos reencontramos
cara a cara con el amor, en la selva Lacandona, en los amados rincones zapatistas ese amor
se envolvió con esperanzas, en los ojos de las y los zapatistas sentimos el beso que no se concretizó,
la sonrisa que no miramos y el calor tierno y fraterno de un rostro que no conocimos.
Varias veces nos invitaron y estuvimos junto a ellos, no nos importó recorrer cientos de
kilómetros para llegar y conocer su «hacer». Cuando estuvimos ahí algunas con dolor y angustia
pensamos: NO VOLVERÉ, luego a medida de que el amor crecía y crecía pensamos: QUIERO
VOLVER VOLVER. Ese amor nació en 1994. entonces se extendió un hermoso puente de
frontera sur a frontera norte, en medio un enorme corazón envolviéndolo todo. Luchando
con rebeldía y terquedad por la libertad de nuestros hijas e hijos desaparecidos políticos y por
la reconstrución de nuestra Patria. No estamos solas, estamos con la fuerza, la resistencia y
la autonomía de nuestros iguales, nuestros mayores el EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACION
NACIONAL. Junto a todos ellos esta un puntito, un granito de arena, una gotita de agua, UN
PEDACITO DE CIELO. Dios lo bendiga. Aquí estamos, resistiendo y peleando bebiendo del
manantial de una política con ética, entendiendo nuestras prioridades y conociendo y trasmitiendo
nuestra Digna Rabia. Todavía no nos vamos, estamos junto a una, dos tres que llevan nuestra
voz, nuestra fuerza y tienen la tarea de escribir nuestra historia. Hablaran de nuestra vocación
el amor, que nos hizo audaces, valientes y nos enseñó a enfrentar grandes retos.
Nos enseño a vivir, resistir la muerte y amar la utopía. Dios bendiga nuestro pueblo.
Comité de Madres de los Desaparecidos Plolíticos de Chihuahua.
Comentario de marta — enero 31, 2009 @ 8:05 pm
En éste mundo que le urge quebrarse y hacerse de nuevo, hay cosas bellas que la dejan a una sin palabras, pero pocas (bueno no tan pocas) se nos meten en el corazón así como tengo ya éste cuento. Orale! que todavía falta lo que falta.
Comentario de uva — febrero 1, 2009 @ 2:02 am
me maravillo el cuento… me maravilla la organizacion zapatista.
desde el interior de la argentina, con un profundo y gigante deseo de estar cerca de esta verdadera lucha….un abrazo de corazones
Comentario de alejandra arosteguy — febrero 1, 2009 @ 7:19 am
Desde este proyecto de crìtica literaria y crítica social siempre leo las novedades de Enlace Zapatista con pasión, con usted, Subcomandante, desde Colombia.
Comentario de Rodolfo Garcia — febrero 1, 2009 @ 9:15 am
[…] Un cuento del SCI Marcos para Mamá Corral […]
Pingback de un cuento para Mamá Corral « MANGUM — febrero 1, 2009 @ 10:18 am
Buenas, la verdad es que admiro la forma que tiene el SCI Marcos de contar historias, que aparte de tener moraleja al final, la tiene a lo ancho y largo del cuento.
Soy de Buenos Aires, Arg., y sin embargo creo en que los pueblos nos tenemos que unir, toda América Latina para cambiar la injusta realidad, tenemos que dejar de mirar hacia otro lado y hacernos cargo de lo que nos toca, saber entendernos y ayudarnos, querernos como hermanos, y hacer todo lo posible para que el mundo mejore.
Saludos a tod@s l@s zapatistas de México y del mundo.
Muchos saludos también para el SCI Marcos, la verdad que admiro todo lo que hizo y hace por la gente (y tambien sus cuentos!)
Saludos desde el sur de nuestra Latinoamérica!
Carla
=)
Comentario de Carla — febrero 1, 2009 @ 10:54 am
no; morir no es desaparecer, al contrario es estar de otra forma, que aún no hemos aprendido a conocer, que aún no sabemos sentir ni vivir.
No morimos cuando hay una lucha que nos alimenta, y junto a ella estan la justicia, la igualdad, la libertad.
El sueño de que un dia todas y todos podamos mirarnos a los ojos y reconocernos, apesar de las diferencias queriendo y haciendo todo lo que esté a alcance y no para que ese otro este bien, sea feliz, sea reconocido, respetado, valorado.
No morimos porque el sueño está presente, vivo; porque siempre estaremos aquí hasta el dia de la victoria.
Desde el sur de latinoamerica… sur….siempre sur…
con el corazón
Comentario de Magdalena violeta — febrero 1, 2009 @ 12:25 pm
Que ellos, los reformistas, sigan con sus maniobras de pacotilla dictadas por los tanques pensantes gringos, que nosotros seguiremos marchando hacia el triunfo.
Con ustedes desde Chile, No hay cordillera alguna que nos separe de su lucha.
Hasta la Victoria Siempre
Venceremos
Comentario de Patricia Rodríguez — febrero 1, 2009 @ 4:25 pm
subcomandante marcos, compá zapatista…
– sentí frio doloroso percorrendo minha espinha dorsal ao ler este conto seu à digna Mamá Corral, como se ouvisse falar meus companheiros brasileiros desaparecidos:
– «no nos fuimos porque no los quisiéramos, sino porque los queremos, aunque de otra forma, con otro modo» …………………… gracias!
miriam malina
«y tan-tan………..»
Comentario de miriam malina — febrero 1, 2009 @ 8:32 pm
La muerte es un ratito… un ratito nada más!
Un besote tronador para Mamá Corral.
Comentario de Rafel — febrero 2, 2009 @ 5:15 pm
Un abrazo para todas las Mamas Corral que luchan.
Que seria de nosotros sin su luz !, que seria de nosotros sin la sabia digna rabia de los pueblos originarios que hicieron posible al zapatismo!.
De tanto mirar para arriba buscando los grandes hombres que nos dieran las respuestas nos dimos cuenta que a nuestro alrededor estaban esas mujeres, esos niños y esos ancianos que con su lucha cotidiana nos enseñaron muchisimo mas que las universidades, que el saber enclaustrado prisionero en su forma centralizadora, negadora de la otra realidad de los de abajo, los olvidados, los invisibles, los sin rostro.
Que seria de nosotros sin la luminosidad de todas esas luces, generosas en su diversidad y en la creatividad de su hacer.
Desde Argentina, Bs As un abrazo para el Sub. Gracias por esos hermosos cuentos y por su lucha.
Alfredo babelseviche
Comentario de Alfredo — febrero 2, 2009 @ 7:52 pm
Desde las tierras del General Emiliano Zapata, solo un saludo pues…un decir mas, un estar sin, y un hacer hablando…
Comentario de mannu — febrero 3, 2009 @ 12:41 pm
no claudicar, no claudicar…es largo el camino, y mucho mas doloroso transitarlo…pero es verdad, FALTA LO QUE FALTA…desde argentina (ansiando estar em mexico) mi mas calido abrazo y grito de aliento para tod@s l@s zapatistas del mundo…siempre de su lado querido SCI MARCOS
Comentario de MARCO — febrero 3, 2009 @ 2:28 pm
por cada ser justo (y rebelde) que parte de este mundo quedan sembradas semillas de esperanza para nuestro mañana y habrá un día en que esas semillas sean tantas y tan productivas que no habrá forma de cegarlas nunca más…
un saludo desde el norte a nuestros hermanos del sur que no se dejan, y que mueven nuestro corazones áridos en la eterna lucha por la igualdad…
Comentario de francisco motlaloceltol b.s. — febrero 3, 2009 @ 3:44 pm
Buenos aires en mexicanos estamos. Gracias zapatistas por la inspiraciòn. Desde el mundo vuelto al revès, que aparenta ser màs cabal.
Comentario de ponciano — febrero 3, 2009 @ 7:32 pm
Hola sup:
Somos los compas de la UCIDEBACC, de Pinotepa Nacional, Oaxaca, dejeme decirle que estas super chido su cuento, se lo conte a mi hijo de 5 años y le encanto… nuestro mas sentido pesame por la muerte de mama corral» ojala y por cada mujer de ese calibre nacieran 10, nosotros tenemos un organo informativo un pequeño periodiquito se llama «el jornalero», espero nos permita publicar su cuento como una manera de difundirlo y asi otros compas a los q esto de la internet no se les da lo lean… y lo disfruten como nosotros lo hicimos…..
…..Reciban un fraternal saludo
atte.
Su comp@ Lucero de la UCIDEBACC
Comentario de Lucero — febrero 3, 2009 @ 10:01 pm
¡¡ SI, SEÑOR !!
LA LUCHA SIGUE… DESDE EL ADOLORIDO JUAREZ, UN FUERTE ABRAZO SOLIDARIO A TODOS Y TODAS.
Comentario de cristina — febrero 4, 2009 @ 2:35 pm
Roma, Italia, 5 de febrero de 2009
Queridos compas zapatistas, queridisimas mamas en digna lucha,
por primeros: los quiero tanto, y da mucho tiempo.
Despues de haber leido este lindo cuento, tantas cosas, tantas cosas queria decir, pero, ugual que a la hojita del cuento, me encanté mirando el mundo desde otro lado, desde vuestro lado (como siempre me ocurre con ustedes, hermanos zapatistas) asì que no me salen bien las palabra….pero, poquita hay que salir: grazias por la alegria y la esperanza que me llevò leerlo, la emocion fecunda … Y grazias a ustedes y a Mama Corral por la ternura con la qual rellenate el mundo.
p.s.: entre tantas cosas, estoy muy feliz de saber que Elias no se olvide de la Magdalena, aun lo sospechava ya.
Comentario de Gaia Capogna — febrero 5, 2009 @ 10:54 am
de alguna forma y por mil motivos la lucha sigue !!
todos apoyando !! México está con ustedes compañeros !!
La lucha sigue !!
Un saludo desde la Ciudad de México
Comentario de Eduardo — febrero 6, 2009 @ 1:22 am
dicen que irse no es tan dificil como regresar…
dicen que cuando nos vamos es por que siempre queremos regresar…dicen que siempre vamos a regresar y sabemos que a veces nunca nos fuimos aunque estemos tan lejos…
Comentario de pablo p. — febrero 6, 2009 @ 3:42 am
como dijo el che guevara:
si avanzo, sigueme
si me detengo, empujame
si retrocedo, matame!
siempre con ustedes EZLN!
contigo Subcomandante Marcos
de aca de Jalisco
esperamos su visita a Cd. Guzman
Comentario de Susana Ponce — febrero 8, 2009 @ 9:40 pm
Desde argentina, un saludo enorme a todas las madres en lucha, y como dice aquella frase:» el hombre hace, pero la mujer hace todo lo que el hombre no puede» que se enaltezca la labor de la mujer en toda Latinoamerica. SCI Marcos, este granito de arena q soy yo, siente como propia cada palabra que leo de usted, y solo me resta agradecerles por enseñarnos tanto EZLN, ojala que a futuro toda America Latina sea unida en una misma causa por justicia,tierra, pan, paz y trabajo para todos!
Comentario de Adriana R — febrero 9, 2009 @ 11:59 am
No hay mayor honor que trascender via muerte por aqull@s que nos han merecido respeto, ejemplo de vida e igualdad, así logramos el mas grande reconocimiento eterno. Al Grande se le recnocen los grandes hechos, al Digno una trayectoria de vida sin importar que fin carnal tenga.
Cuando se muere por algo, aún en vida, se ha entendido el significado de esta preciada vida.
Esta Digna Rabia, que nos lleve a luchar cual hormiga contra el invierno o la lluvia, la unidad nos levanta pero la voluntad y dignidad individual nos motiva.
Comentario de jorge — febrero 18, 2009 @ 1:01 pm
Dos cosas, talvez tres…despues podran ser muchos…quizas…!
Una al respecto del libro ese que durito escribio, en el que se relata en la selva lacandona.. donde fue al df y regreso despues, donde escondio el tabaco que compartio despues… donde encontro un delirio nocturno vuelto dia vuelto realidad, vuelto suspiro, echo angustia y antes echo hecho, aprendizaje vuelto enseñanza..donde uno se da cuenta que la soledad del otra realidad encarada en la selva y la persecucion de esas botas que representan todo aquella que despoja la vida, es fantasia real nacida de la parte que olvidamos ante las usanzas de la cotidianidad y la comodidad… bueno comentaba pues, decia una cosa al respecto, dos pues, primero una luego la otra…en tos la primera…sobre lo que se escribe y comenta el durito sobre el extracto sacado del libro del Monsivais de su libro, que no recuerdo el nombre porque no eh leido, pero que dice que el extracto sacado de la pagina 250…yo me respondia tambien, y acaso le respondo a nadie, acaso pregunto algo alguien y aun asi con el respeto del estimado Monsivais, yo le repondo… sobre ese texto-extracto idea poetica que resume la realidad que nos absorve y la cortedad en la cual nos consumimos y digo yo pues…digo segun en respuesta…»Yo le respondo a Carlos Monsivais que aunque no ha preguntado nada, en el apartado de su pagina 250 en los rituales del caos, un libro muy suyo, es que cuando un uno ve cara a cara, la luz, la esperanza, el andar se disfraza de apocalipsis..? En tos por lo menos aunque muy visto que aunque muy cara al menos ya le reconocemos, porque sera…? que no hay pero fantasma que el que no se puee tocar, reconocer pues, quitarle esa mascara que aunque muy suya, al menos ya sabemos del tirante que le sujeta…?» y ese es el camino que caminamos pues, el de los desvelados que toda historia necesita, porque negarnos al caos, a la condicion misma que nos extruje, es negarnos la posibilidad de otro amanecer…ahi pues lo vean un decir, que aunque no mucho y ya dicho, lo importante es decirlo pues no callarlo, caminarlo maquilarlo pues….
Ahora la otra cosa, esa que dije que eran dos de estas letras… Si aun si llegar a ser juntas de buen gobierno, aun siendo la misma contrariedad la que las crea, nacientes pues de los mismo sistemas partidos los cuales gobiernad la infinada de pueblos que somos…es posible el reconocimiento de los unos por los otros, eld e saberse pueblo, el de conocer cual es nuestra realidad y en tos echar andar juntos una idea de gobierno… En tos como si estas fuerzas se conjuntan, que las que representan estas…son las misma de abajo, las misma que se necesita representar en todo Mexico, en cada rincon.. en tos si ya nos damos cuenta que las fuerzas que aunque sabemos que aun se visten de un color electoral, aun siendo estas fuerzas de abajo genuinas o de la tierra misma que necesita de otros abonos pa volverse a labrar… como es que un sentido o un hacer les podemos otogar para echarlas andar y sembrar mas la semilla… y aun asi en la contradiccion de quienes somos o semos… que fundamentos otros podemos compartir para ellos, queremos que sean nosotros…. en tos el alcance, la enseñanza pues para un gobierno que aunque no siendo junta, se busca eso una luz mas en la oscuridad que nos alumbra…en tos ahi manden unas ideas no…? orale pues…un abrazo a toda la banda que lucha y que sigue en esto, seguiremos pues….ganaremos, vamos ya haciendolo…
Comentario de Siyaj mannu — febrero 23, 2009 @ 11:57 am
es un cuento maravilloso la cual se relata la realidad en la que estamos asi solamente con cuento las personas puedan enterder lo que realmente esta pasando nuestro pais, me alegra deleitar mis ojor leyendo toda esta maravilla… estamos contigo EZLN
un saludos desde la facultad de ciencias sociale de san cristobal
Comentario de lizeth — febrero 27, 2009 @ 12:08 pm
Hola
Yo no conocí personalmente a Mamá Corral, así como no conosco a las madres de plaza de Mayo en Argentina, ni a las muchas Mamases que han perdido o tienen un hijo desaparecido. Pero el saber el sufrimiento de no encontrar a un ser querido, es ser victima del Estado y de los engaños me hace sentirlo en lo más profundo del corazón, así como cada compañero que se encuentra preso y cada compañero que se encuentra muerto, no perdon asecinado por el Estado, me duele en el corazón. Y ahora lei la nota de Mamá Corral y de que se murio y me dolió en también mucho y no puedo explicar en palabras porque, solo que me dolio mucho. Por nuestros muertos, por nuestros desaparecidos, por nuestros presos, por nuestros compañeros y sobretodo por los compañeros más chiquitos, es un hecho que vamos a ganar.
¡Presos Politicos Libertad!
Tierra Agua y Libertad
alf…
Comentario de alf... — febrero 28, 2009 @ 5:06 pm
Hermanos y Hermanas Zapatitas:
Reciban un saludo desde Guadalajara y mis condolencias por la perdida de una mujer tan importante como Mama Corral, desafortunadamente, yo no pude hablar con ella en persona, tanto que creo que tendria aprender de ella, sin embargo como bien lo menciona el Subcomandante ella esta con nosotros, sigue en la lucha.
Referente al cuento es cierto es dificil ver el mundo desde arriba no se ve lo msimo estando abajo; el mes de enero estuve haciendo una estancia de investigacion en una comunidad muy cercana de ustedes, tuve el placer y honor de conversar con miembros de su movimiento; he de decir que esto me a cambiado mi perspectiva, aprendi tanto de sus ideales, de su lucha, de su movimiento, no es lo mismo ver las cosas desde adentro; todo lo que aprendi en mi estancia lo llevo en el corazon; este cuento me permite conocer parte de su alma, no hay mejor manera de concoer a una persona que conocer lo que escribe; lo que escribimos es un espejo de nuestros sentimientos ; realmente me interesaria tener sus libros subcomandante, sin embargo aca en Guadalajara no los he podido conseguir, si alguien me podria decir como consegurilos se los agrardeceria.
Reciban un cordial saludo desde su casa en Guadalajara, espero pronto estar con ustedes en persona o que ustedes venagan aca, saben que son bienvenidos, apesar de las geografias siempre estaremos juntos, al igual que esta con nostros Mama Corral.
Alejandra Gutierrez
Comentario de Alejandra Gutierrez Torres — marzo 6, 2009 @ 1:20 pm
Los Indios somos futuro pa toda la humanidad.
COMUNALIDAD es nuestra palabra y con ella nuestra esperanza.
Comentario de Xhey Kruz. — marzo 8, 2009 @ 2:05 pm
hasta la victoria siempre…
Comentario de kar — marzo 15, 2009 @ 11:03 pm
Hoy 21 de marzo de 2009 me levanté algo triste por todos los problemas que pasan a nuestro alrededor y tuve la necesidad de abrir su página para que esto me ayudara un poco a salir de esta tristeza, pero cuando vi la información y leí elcuento me dio mucho ánimo para seguir esta lucha donde a veces parece que uno está solo, pero también me dio fortaleza para continuar desde mi espacio y buscar a otras personas que añoren un proyecto de nación distinta. Gracias por existir porque me revitalizan. Y en especial al Subcomandante Marcos por todo lo que aprendemos de ti.
Comentario de libertad — marzo 21, 2009 @ 10:37 am
Un abrazo de la Esperanza,
La esperanza, espera y no desespera en el esperar, la esperanza en el oriente de antioquia, Colombia, espera que la dignidad resista, como ha resistido la de la esperanza que espera con ansias estar del lado de los que un dìa pretendieron ser enterrados sin serlo, pues los pusieron a volar en sus corazones. La dignidad no tiene fronteras, fuerza EZLN adelante compañeros y compañeras y un abrazo gigante a Don Durito y su escudero narizòn infatigable el Sup CI Marcos
Comentario de Lenin — abril 26, 2009 @ 11:52 am
desde la galaxia azul, la otra galaxia, desde aki desde alla, y entre aki y alla, luchamos , vivimos , amamos y soñamos amando, desde la tierra shiry, quitus y ahora ecuador, desde el mundo, desde lo ke no fue , por ke no es pasado y nunca dejo de ser, desde lo ke es y en lo ke sera, ke viva mi ezln, ke viva dentro muy dentro y pa fuera muy pa fuera, en marcos , en ud , en ti, en vos y en el yo estamos, dia a dia, creando con nuestras manos llenas de digna rabia el otro mundo, fuerza compañeros, adelante¡¡¡¡
Comentario de mansoul — mayo 1, 2009 @ 6:17 pm
Como decimos por aquí, haciendo alusión a las películas de «cobóis», en relación a una situación extraña por desacostumbrada, por subversora de los valores establecidos: «una vecita que ganen los indios».
Está bien lo del «patas pa rriba», pero sólo por un tiempito, porque estaríamos en la misma. Como para que los de siempre arriba se embarren un poco. Pero después lo ideal sería (pensando y escribiendo metafórica, ilusoria e ingenua y hasta estúpidamente), un giro de 90° para que todo lo vertical quede horizontal, y entonces ya no habrán hojitas que le tapen el sol a otras hojitas, por diferentes que estas sean.
Desde Tucumán, al norte de Argentina.
La lucha continuará
Comentario de miguel die guita — junio 5, 2009 @ 6:47 am
Esperemos que las palabras y las hojas donde se escriben no se las lleve el viento como hojas marchitas. Luchemos por convertir nuestras palabras, nuestra digna rabia, nuestros ideales en dignas acciones. Mexico, Latino-america y el mundo necesita el movimiento de todos los hermanos humanos. Necesitamos lideres como el Sup en cada rincon, necesitamos que el Sup asuma su rol que ha trascendido de lo local a lo mundial. Necesitamos bocas que nos den voces, manos, piernas y corazones que nos den acciones.
Los de abajo somos todos sin importar donde nos encontremos y de donde vengamos y las luchas se deben hacer desde cada rincon de la madre tierra.
Un caluroso abrazo desde Londres
Un soldado razo
Comentario de Soldado Razo — septiembre 1, 2009 @ 6:23 am
Versos al Quetzalcoatl que vive en nosotros. Lo escribi hace tres anos pero HOY lo reitero!
A Quetzalcóatl
«Hoy sería un buen día
Hoy es un buen día
Hoy, hoy, hoy.
Hoy te espera tu tierra
Hoy te espera tu gente
Hoy te exige tu legado
Hoy la experiencia
acabó con la ciencia
que dejó tanta paciencia.
Hoy la intolerancia
dejó sin armas a la conciencia.
Hoy tanta tolerancia
nos ha robado la inocencia.
Hoy el olvido se hace presente
Hoy la historia es la gran ausente.
Hoy tu pueblo esta perdido.
Hoy nosotros tristemente
dudamos si aún somos tu gente.
Hoy sería un buen día
Hoy es un buen día
Hoy, hoy, hoy.
Si algún día pensaste regresar
seriamente deberías considerar…
Hoy.
Hoy la tierra del nopal
carece de Serpientes
con plumas de Quetzal.
Hoy, hoy, hoy. »
Calido saludo a todos mis hermanos humanos
Un Soldado Razo
Comentario de Soldado Razo — septiembre 1, 2009 @ 6:45 am
LA LIBERTAD DE UNO TERMINA DONDE EMPIEZA LA DEL OTRO.
VIVA LA NATURALEZA Y LAS MANOS DIGNAS QUE LA TRABAJAN Y RESPETAN!!!!
LA REVOLUCION NUNCA MUERE, FUEZA COMPAÑEROS!!!!!!!!
Comentario de TATA INTI — septiembre 19, 2009 @ 12:01 am
hasta ahora leí este cuento,como son todos los cuentos del sub,siempre demuestra su amor por los demàs y màs por los que luchan.revolucionan ,este pais cada dia más desgraciado por los gobiernos despotas ,traicioneros .egolatras.asesinos.que no les impor tan los muertos que haya ,solo andar vocifernado logros que solo el se inventa,pobre mexico con tanto mexicano de mierda y nosotros sin hacer nada…..saludos a los hermanos del EZLN y al sub.ya sabe mi admiraciòn.
Comentario de luci — abril 13, 2010 @ 7:32 pm