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Palabra del Ejército Zapatista de Liberación Nacional

Nov142006

Jornada de trabajo del 13 de Noviembre por San Luis Potosí

Audios

Saludo en El Venado, al Frente Campesino del Altiplano

Reunión con adherentes en Charcas, SLP.

Acto público en Charcas

Reunión y preguntas en Charcas

Transcripciones

Municipio de Charcas, San Luis Potosí.
Reunión de adherentes.
13 de noviembre del 2006

Buenas tardes compañeros, compañeras. Queríamos platicar algunas cosas de lo que hemos escuchado y lo que hemos visto.

Hay un estudio que hicieron el compañero Javier y la compañera Isabel, que explican cómo está el estado de San Luis Potosí y hablan como de una escalera, también. Cómo es un terreno en la Huasteca, otro en el Valle, y otro en el Altiplano. Y que cada parte de San Luis, desde abajo —como se dice— hasta el Altiplano, tiene sus propios cultivos. La vegetación es diferente, los modos de la gente es diferente.

Y hablan pues como de una escalera que va hasta llegar aquí donde estamos. Y explican cómo para cada parte el capitalismo tiene una forma de explotar, de despojar —despojar quiere decir robarle a alguien, a la fuerza o con engaños—, de despreciar y de reprimir.

Y lo que estamos viendo también —como explicó Javier— en esa escalera, que hace que los que están aquí en el Altiplano se vayan a buscar trabajo a Estados Unidos, como que se van en otro escalón de esa escalera. Y luego vienen de la Huasteca, o de otros estados, a trabajar aquí.

Y uno puede pensar que la escalera va hacia arriba, y que el que está trabajando en Estados Unidos como bracero, vive mejor que el que está trabajando como migrante fuera de su tierra, aquí en el Altiplano, y el que esté trabajando en la tierra que dejó atrás y que fue despojada.

Pero lo que hay que ver es que esa escalera no va para arriba, ni va para abajo. Esa escalera, nada más, lo único que hace es cambiar la forma en que nos está explotando el que está arriba. Esto que estamos viendo en el Altiplano —que nos han explicado ustedes—y que faltó explicar algunas cosas que las voy a decir ahorita, porque necesitan saberlas los compañeros que están en otras partes de la República, que es esto de los cañonazos.

Según nos explicaron, al cultivo del tomate le hace mal las lluvias fuertes, entonces tienen como unos cañones de iones —así les dicen— que apuntan al cielo y que hacen que las nubes se vayan —que no llueva pues— para proteger el cultivo. Sí, porque si nos dicen cañonazos pues pensamos que están aventando bombas pues —nosotros—. O cañonazos de mordidas —también se le dice— le dan un cañonazo a alguien cuando lo compran con dinero para que traicione a su gente.

Entonces, aquí en el Altiplano estamos viendo lo que habíamos dicho en otras partes, que el capitalismo hace mercancía todo. Ahora resulta que las nubes de lluvia también son mercancías. Y ya no dejan que la lluvia llegue. Es como si esos agroindustriales, los propietarios de esas agroindustrias, dijeran: ésta lluvia sólo me toca a mí, nadie más la puede tener. Y no dejan que se acerque, la alejan. Y con eso ¿qué alejan? Pues también empiezan a afectar a todo lo demás.

Esto que nos platicaron que pasa en El Cedazo pasa en toda la República. Más al rato, cuando sea el acto que venga más gente, va a hablar el compañero Juan Chávez, que es líder purépecha, jefe de los purépechas allá en Michoacán, y nos va a explicar que hay muchas comunidades y ejidos que no están aceptando el Procede y el Procecom. Porque lo que está significando es que les están quitando lo único que tienen, que es la tierra. Y les están haciendo las mismas trampas que le están haciendo al Cedazo: amenazándoles con que los van a fregar pues, como friegan siempre a la gente de abajo, o promoviendo que les invadan la tierra, para obligarlos a que la vendan pues, a que le entren al Procede.

El Procede, este procedimiento de los ejidos, parte de un engaño. Hace rato pasó un compañero a decirnos de que los gobernantes se aprovechan de que no tenemos estudios, y nomás nos llenan la cabeza con palabras y leyes, y no sé qué, y nos dicen que nos va a hacer un bien algo, que luego resulta que nos hizo un mal. Y eso fue lo que hicieron con el Procede. A mucha gente la engañaron. Le dijeron que el problema eran las invasiones de tierra. Y el problema es que todos los ejidatarios y comuneros quieren prosperar, quieren vivir mejor.

Entonces, el gobierno les dijo: “si tú quieres prosperar, tienes que hacerte pequeño propietario. Te vas a hacer como un pequeño ranchero. Ya la tierra va a ser tuya, ya no va a ser del ejido. Entonces, como vas a tener la tierra, entonces, ya todo lo que se produzca ahí te va a dar más dinero, y vas a poder comprar más. Y vas a tener más tierra, y vas a ser de pequeño propietario te vas a hacer mediano propietario y luego te vas a hacer latifundista”. Así le dijeron a la gente pues. Que lo iban a beneficiar. Y así con más tierra, puedes tener más ganado, puedes sembrar más, cosechar más, vender más, y ser más rico.

Fíjense, porque por esto voy a volver más adelante. Lo que le hicieron a los ejidatarios y comuneros es decirle: “piensa en tí mismo”. Que es lo contrario de lo que está proponiendo Javier. Él dice que hay que aprender a decir: nosotros. Y el Procede, el gobierno le empezó a decir: tú di “yo”. Cada quien tiene que decir “yo”: yo pequeño propietario, yo mediano propietario, yo latifundista. Que era una mentira pues, pero así les dijeron.

Y luego, ya que engañan a la gente le dicen: “es que cuando tengas una necesidad, pues vendes un pedazo”. Fíjense, a la gente le dijeron que se entrara al Procede para que comprara tierra, no para que la vendiera. Pero el Procede hace que también se pueda vender. Y también hace que se le pueda embargar. El embargo es algo que acabó con una parte del campo mexicano, completamente.

Y ¿cómo está eso? Pues ustedes llegan y dicen: no pues ahora que soy propietario de la tierra, se endeudan con el banco por semilla, por fertilizante, por maquinaria, o por agua. Y el banco les dice: “sí, yo te presto, pero dame tus papeles, como garantía de pago”. Y ya nos explicaron los compañeros que a la hora, después de estar todo el día trabajando, llegan con el producto al mercado y no tiene precio, no tiene buen precio. Y no sólo aquí en el Altiplano, ni sólo en San Luis Potosí, en todos los estados donde hemos pasado.

En Zacatecas, dicen que el frijol… hay 300 mil toneladas en la bodega compañeros, están echándose a perder porque no hay precio. Y va a estar peor cuando el Tratado de Libre Comercio, que dentro de año y medio se va a abrir y va a entrar el frijol de fuera. Entonces, no va a poder vender ese producto.Y así el producto que tenga cada uno: el cabrito, la vaquilla, el queso, todo lo que están trabajando todo el día. Entonces, no da para pagar.

Entonces, venden su producto y no les alcanza ni para vivir, ni para pagarle al banco. ¿Qué hace el banco? Te presta otra vez. ¡Órale! No importa, la otra es la buena. Y otra vez vuelves a endeudarte. Hasta que llega un momento en que ya no pagas. Ya no puedes pagar porque no te da ni para vivir. Entonces, el banco dice: “aquí está tu papel, de tu ejido —ya no de tu ejido pues— de tu tierra, porque ya eres pequeño propietario, estás cometiendo un delito, porque estás despojando mi tierra”, del banco.

Entonces, ustedes, sus papás, sus abuelos, sus bisabuelos, todo hasta que empezó todo, en la tierra que trabajaron, ahora son invasores, son paracaidistas. Porque el banco los endeudó y se quedó con la propiedad del ejido. Eso hicieron en muchas partes de México.

En otras partes, cuando el ejido, los ejidatarios dijeron: “no, hay trampa”, entonces compraron al comisariado ejidal. Le dieron pues un refresco, un trago, lo que sea que le hayan dado, y lo ponen de su lado. Y el comisariado ejidal falsifica las firmas, sin que sepan los ejidatarios. Vende la tierra, él se queda con el dinero, y la gente de pronto se da cuenta con que la tierra que era de ellos, ya no es de ellos. Ya hay un papel que dice que ya no son propietarios.

Y no importa qué vueltas den a Reforma Agraria, a San Luis, a México, a donde quiera que van a ir, no importa porque el papel ya está firmado. Y si se demuestra que es mentira, porque lo vimos en otras partes que el cabrón comisariado ejidal puso las firmas de los muertos. Fue al cementerio, sacó los nombres y firmó como que habían vendido. Entonces, se demostró que era mentira, pero la empresa que compró puso un amparo. Y ahí está: vuelta y vuelta.

Ustedes saben que en México, la justicia la compra el que tiene dinero, no el que tiene la ley. Aunque ustedes tengan la razón, si el empresario tiene el dinero, él compra al juez. ¡Vaya! compra al presidente de la República, porqué no le va a alcanzar para comprar un juez. Y entonces, él dice —el juez dice— tiene la razón el propietario. Y no le importa lo que haya pasado antes. Y entonces, también así se quita la tierra.

Pero hay muchas comunidades, y ahora que hablaron los compañeros del Cedazo, lo van a oír en otras partes de México, que están diciendo que no, que ni madres, que no se debe vender la tierra. Porque la tierra —como explicó una compañera— no es nada más la que nos da de comer. Sino es la que nos da cultura, la que nos da historia.

Un campesino no puede hallarse sembrando igual en el Altiplano, que si se va a trabajar al otro lado. No es cierto, porque aquí en su propia tierra tiene su historia. Aquí estuvieron sus parientes, su gente, su familia, su historia, su modo —como decimos nosotros los zapatistas—. Y allá es otra lengua, es otra cultura, es otro modo pues. No se halla pues.

Entonces, este proceso que explicaron ustedes mejor que yo de lo que está haciendo el gobierno, y los ricos en el campo, es en todo el país. Pero así como ustedes se están organizando para resistir —como los compañeros de El Cedazo— igual hemos encontrado por todos lados compañeros. No crean que están solos. Tan sólo en pueblos indios, en más de 40 pueblos indios que hay en toda la República, se está diciendo que no al Procede y no al Procecom. Y en otras partes, los ejidatarios que le entraron al Procede y que vendieron las tierras están diciendo: no, siempre no, tienen que devolverme mis tierras.

¿Dónde estuvo el problema? El problema estuvo cuando mi General Zapata, mi General Villa se alzan en armas, consiguen el Artículo 27. El Artículo 27 dice que la propiedad del ejido, y la propiedad de los comuneros, no se puede vender, no se puede comprar, no se puede embargar, no se puede tocar. Es patrimonio —se dice— de los campesinos, de los ejidatarios, de los comuneros.

Y cuando llegó Salinas de Gortari lo cambió. Y dijo: “no, sí se puede, porque por eso el campo está pobre, porque no hay propiedad privada”. Entonces, mete la propiedad privada con este engaño que les platicó. Y lo que hace es que el rico, pues se lleva todo.

Ustedes saben bien que el rico no tiene llenadero. Si uno tiene un millón, quiere dos. Si tiene diez millones, quiere cien. Si tiene cien, quiere mil. Bueno, eso ya lo sabíamos. Pero en estos tiempos que pasaron, apareció una nueva empresa, un nuevo negocio, que es la política. Tal vez, se supone que la política es el que tiene que gobernar, tiene que ver que la gente que esté pobre viva bien, que haya leyes, que se respete la justicia.

Pero lo que pasó en todo este tiempo, es que la política se hizo como un negocio. Así como alguien junta un dinero, y pone una tienda, pues ahora los políticos juntan un dinero y compran una candidatura. Y le meten dinero. Pero si no tienen, ¿qué hace? Pues le pide prestado a alguien. Pero no le va a pedir prestado al Cedazo, porque es gente pobre.

¿A quién le pide prestado? Al latifundista ¿no? Entonces, el latifundista le dice: “órale yo te doy dinero para que compres anuncios, para que te anuncies en la televisión, en el radio, para que hagas tus carteles. Para que todos sepan que eres candidato. Y ya que ganes, me pagas”. Pero no con dinero, sino con una ley para quitarle la tierra a los de El Cedazo. Y así, vas para arriba.

Los narcotraficantes. Ustedes creen que el narcotraficante se preocupa de qué va a decir la policía, o eso. Ésos hacen lo que quieren con los comandantes de la Judicial, porque ya se arreglaron con el mero mero. O sea, ellos pagaron las candidaturas de Felipe Calderón, por ejemplo. Entonces, cuando llega Felipe Calderón, no los va a perseguir porque les debe dinero.

Lo que tiene que hacer Felipe Calderón es decirle a sus ejércitos y a sus policías: “tú hazte pato con el narcotráfico, no les hagas nada. Chinga a los campesinos”. Ahora que nos platican pues esto de El Cedazo, estuvimos en Sonora, con el pueblo indio pima. Es gente muy pobre que vive casi pegado con Chihuahua. Entonces, mira, es gente bien pobre, la tierra es buena, no les dan ningún apoyo. Ni fertilizantes, ni maquinaria, ni precio, ni nada.

Y entonces, lo que hacen los narcotraficantes es que se meten a la tierra, la invaden, y siembran marihuana y amapola. Pero el compa pues ni sabe qué está pasando en su tierra. Entonces, cuando llega el ejército y dice: “aquí está sembrada mariguana, ¿quién es el dueño?” Pues el señor Juan Pérez, que ni sabe. Pues a la cárcel. Y ahí está en la cárcel, por narcotraficante. Y no tiene ni para calzones. Y el gran narcotraficante que llegó e invadió la tierra, ése está libre.

Y así en cada parte está pasando eso. Entonces, se convirtió en un negocio la política. Y entonces, los políticos no están preocupados de las leyes. Ni están preocupados de cómo los van a beneficiar a los campesinos, o cómo le van a cumplir a los ex braceros, o a sus familiares. O cómo le van a hacer para la educación de los jóvenes. Ellos están preocupados de ganar dinero, así como un empresario.

Y el dinero se lo va a dar el que lo tiene, compañeros. Al juez no le importa cuál es el derecho agrario, le importa quién lo puede comprar. Y ustedes saben pues —sabemos— aunque juntemos todos dinero, pues no alcanza pues. El otro nomás saca de su bolsa lo que trae y ahí le da. Y con eso alcanza. Pero no hay forma pues de protegerse.

Miren, fuimos ahí a Baja California —por ahí viene un compañero que es de allá—, fuimos con otro pueblo indígena que son cucapás. Tienen prohibido pescar. Ellos pescan desde hace 9 mil años, o sea hace 90 siglos, ahí. Toda su historia es de pescar, así es como viven. Y viene una ley del Fox y dice: “no pueden pescar”. Pero los indígenas, los pobres, porque están los grandes barcos pescando, y ésos no tienen problema porque dan dinero para el permiso.

Entonces, los indígenas se organizan y van y le dicen a Fox:
—Oye Fox, no chingues, pues si nosotros tenemos que vivir de esto, danos el permiso.

Les dice:
—No, porque es reserva.
—No, ¿cuál reserva pues? Si ahí vivimos nosotros.
Entonces, les dice:
—Junten un dinero y hagan un estudio.

Y los cucapás pues se encabronaron. Dicen:
—Pues si tuviéramos dinero no estaríamos pidiendo que nos dejen trabajar. ¿De dónde vamos a sacar dinero? Millones de pesos para pagar un estudio ecológico que diga que nosotros sí podemos pescar.

Entonces, ahí la gente se encabrona, porque además de que es una injusticia, pues sienten que se están burlando de ella. Así como nos han platicado ustedes. Hace rato, en la mañana, pasó aquí un señor de la CNC. Es un sinvergüenza porque viene a decirles: “ustedes organícense para que yo tenga respaldo para ir a hablar con el gobierno”. ¿Ustedes saben lo que es la CNC? Mientras más gentes tenga, más cobra el líder. ¿Por qué no le preguntaron al de la CNC, por qué firmó él de acuerdo que se cambie el Artículo 27? Su primero, es su firma de la CNC.

¿Qué ha pasado con el campesinado en México con la CNC? No ha mejorado. Y ellos estuvieron de acuerdo con el Procede y con el Procecom. ¿Y ahora le vamos a creer que nos va a defender? Pues si no somos tarugos. Dice que se va a oponer a los cañonazos… Va ir a que le den algo para que ya deje el movimiento de los cañonazos. Y él va a decir: “yo controlo a toda esta gente”.

Entonces, nosotros no podemos estar creyendo lo que nos digan otros. De otros lados pues. Porque nos dicen que nos va a hacer un bien, y luego resulta que se voltea y que nos va a hacer un mal. Miren, voy a contar otra forma la historia de los compañeros ex braceros, si me permiten.

Hay una guerra mundial, se están peleando allá en Europa y los gringos mandan a sus ejércitos a pelear allá. Y luego dicen: a chingados y ¿quién va a trabajar la tierra, y quién va a arreglar los ferrocarriles para que se puedan caminar las mercancías? Entonces dice el gobierno gringo —Roosevelt, era el presidente—, dice: “no pues traigan a los mexicanos” y echa un trato con Miguel Alemán, no, con Ávila Camacho —era el presidente de México— y le dice: “vamos a dar permiso que vengan cada 45 días de trabajo, los mexicanos aquí a trabajar”. Órale, dice el presidente de México, y le empieza a decir a los mexicanos: “órale, los que quieran ir a trabajar al otro lado, váyanse”.

Y entonces, ponen sus centros de reclutamiento, que es donde se van a apuntar pues cuando van a ir a trabajar. Y desde que los pepenan, compañeros, como se transportan las cabras y los cabrones —sin agraviar a nadie—, las vacas, y todo, todos amontonados en un camión o en el ferrocarril. Bajándose, se desnudan todos y les echan agua como si fueran animales. Y luego los empiezan a revisar los dientes, el culo, todo. Ustedes lo saben pues, les da pena, pero todo eso revisaron.

Y luego les echan desinfectante pues, como si fueran animales, para las garrapatas, los piojos, no sé qué chingados q uerían, para dejarlos pasar. Fíjate, como si llevaran una enfermedad. Y los compañeros braceros lo que llevaban era el trabajo y la vida. Porque si ellos no hubieran cruzado, Estados Unidos hubiera perdido la guerra. Eso es lo que no quieren decir.

Porque una guerra no se gana en el campo de batalla, la guerra se gana en el pueblo, si tiene para comer. Y lo que hicieron los braceros en ese periodo: 1942 hasta 1965, fue darle de comer al pueblo de Norteamérica. Ésa fue la verdad pues. Bueno, después de humillarlos así que si fueran animales, los dejan pasar. Y los ponen a trabajar en los campos y en las vías del tren, pa’ que estén buenas pues.

Y ¿qué pasa compañeros si los alemanes echan una bomba en Estados Unidos? No se van a morir gringo, se va a morir el bracero que estaba trabajando ahí. Tampoco dicen eso. Porque ese país estaba en guerra. Y si está en guerra lo puede atacar otro.

Entonces, estos compañeros braceros cruzan al otro lado, los tratan como animales, están produciendo riqueza para el pueblo de Norteamérica y están arriesgando la vida. Quiera dios pues que no hubo ataque, por eso están vivos los que están vivos todavía. Pero si hubiera habido un ataque, la mayoría hubiera sido la mexicanada que hubiera muerto, no el blanco, no el bolillo pues, no el gringo.

Bueno, después de eso le dice el Roosvelt al Ávila Camacho: “vamos a echar un trato para que esta gente cuando regrese, no vaya sin nada. Entonces, le vamos a quitar el 10 por ciento de su salario. Y lo voy a juntar aquí en el banco. Y ya cuando se regresen, te lo mando a tí y tú se los das”. Ése fue el trato que hicieron, que firmaron.

Entonces, los compañeros están trabajando. Se burlan de ellos porque son mexicanos, se burlan de cómo hablan, de qué color tienen, de lo que comen. ¿Saben cómo les decían? Frijoleros. Así decían los gringos pues, porque puro frijol pues, y porque además tenemos color de frijol.

Entonces, los están humillando ahí y explotando. Porque además los traen en chinga todo el día y pues muy poco les pagan. Y de ese poco que les pagan todavía le mochan un pedazo ¿qué no? El diez por ciento. Entonces, va el trabajador y le dice:
—Pues aquí nomás hay 8 dólares, ¿dónde está el resto?
—No pues los otros dos dólares te lo guardé y te lo voy a mandar allá cuando regreses a México.
Pero así a cada uno por separado. Así como el Procede ve a cada propietario por separado.

Bueno, se acaba el contrato y se regresan a México. Y ya, pues llevan algo de paga, y están en su problema. Y qué pasó con la guerra y cómo está la familia y todo eso. Y se queda como en el olvido. Cada familia dice:
—Oiga, mi dinero.
—Ahí luego, date otra vuelta.

Pero fíjense que cuando estaban juntos… estaban juntos cuando estaban trabajando. Pero cuando regresan cada quien jala por su lado. Por eso hay unos en Tlaxcala, otros aquí en San Luis, otros en Zacatecas, otro estado de México, otros en el DF, en Guerrero, en Puebla, en todas partes donde está la Asamblea Nacional de Braceros. Cada quien está solo. Y pues solo, a cada uno, pues nos duermen, nos echan vuelta y vuelta.

Y ya, pasa el tiempo, uno ni se acuerda del dinero. O ni sabe, porq ue los gringos hablan en inglés y los braceros hablaban español. Entonces, a lo mejor no sabía que tenía ese dinero. Y entonces, empieza un pequeño grupo en Tlaxcala para decir: oigan ¿y mi diez por ciento? Y empieza a hacerse… a conocer. Empiezan a decir… Y otros en otras partes a decir: yo también trabajé ahí, sí es cierto ¿dónde está mi diez por ciento?

Y entonces, se empieza a hacer la bulla. Y entonces, lo que estaba separado, se junta otra vez. Y empiezan a demandar justicia. Y cuando un pobre demanda justicia, el gobierno siempre responde con una limosna. Entonces, el gobierno lo que quiere hacer es ganar tiempo para que se acaben de morir todos los braceros. Está haciendo la cuenta. Dice: “pues ahorita ahí deben de andar por los setenta y los ochenta. Me hago pato diez, veinte años, se mueren todos y se acabó el problema. Y mientras ¿qué les digo? Que no hay dinero”.

Bueno, no hay dinero. Y ¿de dónde salió lo que se gasta la señora de Fox? la Martha Sahagún ésa. ¿De dónde salió lo que se gastaron los partidos políticos? Diez veces lo que se le debe a los braceros. ¿En qué? En anuncios de televisión, en anuncios de radio, en anuncios de periódico. Como si fueran jabón. A poco no si ves así que PRI, PAN, PRD, pues éste limpia mejor, éste limpia más, éste huele más bonito. Ahí se gastaron ese dinero. Entonces, ¿cómo el gobierno dice que no tiene dinero para la gente?

Que es lo que justamente tiene. No es que está pidiendo una limosna. El bracero, el ex bracero, no es que está en una esquina diciendo: ahí denme para vivir. Eso, está exigiendo lo que es de él. Lo que trabajó: es su salario que se le retuvo. Les digo porque un compañero en Zacatecas nos decía: ni madre, nos tienen que dar todo lo que, el diez por ciento, más los intereses, y nos lo tienen que dar en dólares, porque en dólares nos lo quitaron, no en pesos. Y luego ya ves que el peso luego ni sirve para nada.

Entonces, se empieza a organizar y se empieza a decir esto, y el gobierno dice: “no hay dinero”. No dice que ya se lo robó, porque sí lo mandaron los gringos. Está el papel, ya lo investigaron que sí, el banco gringo sí se lo mandó al banco mexicano. Nomás que eso se lo agarraron los gobiernos. Ta bueno que se lo robaron: tienen que ir a la cárcel por eso. Pero como quiera ¿el dinero dónde está? “No pues que ya me lo gasté dice el gobierno”. Pero y entonces, todo lo demás que te estás gastando ¿por qué?

Entonces, ahí está el dinero compañeros. Ahí está. No es cierto que no hay dinero. Y eso del fideicomiso es una limosna. Y cuando la Asamblea Nacional de Braceros dice no a los 38 mil pesos, está diciendo: “no, porque yo no te estoy pidiendo limosna. Estoy pidiendo lo que es mío”.

Y por eso, nosotros decimos: la lucha de los ex braceros nosotros la apoyamos, porque es lucha por justicia. Pero si cada uno de ustedes lo hubiera dicho solito, nadie lo oye. Fue hasta que se organizaron y que se juntaron. Y entonces, sí se ve la fuerza cuando tapan la calle, cuando van a marchar, cuando hablan. Y así como están hablando ahorita, pues otros que fueron braceros en otros lados se van a escuchar y van a decir: sí es cierto ¿y mi dinero?

Eso es lo que hace la Otra Campaña. Así como habló un bracero y dijo éste es mi problema y otro lo escuchó, y se empezó a hablar y se empezó a conocer. Porque así hacen —según nos platican aquí en el Altiplano— se empieza a dialogar, se empieza a hablar. Y uno empieza a decir: pues a mí me pasa lo mismo que a él. Así va a pasar con los de El Cedazo, en otros lados van a oír; a mí me pasa lo mismo que El Cedazo. Me pasa el mismo problema de los ex braceros.

Entonces, se empiezan a conocer. Y a la hora de empezarse a conocer, pues empiezan a ver cómo se van a organizar. Entonces, así como pasó con la Asamblea Nacional de Braceros, pero de todos los dolores que hay en nuestro país. Eso es lo que está haciendo la Otra Campaña.

Lo que está haciendo es que la gente misma hable. Y que todos escuchen. Y a la hora de escuchar empecemos a ponernos de acuerdo en una gran lucha. Así como la fuerza de los ex braceros es más o menos así en San Luis Potosí o en el Altiplano. Pero si la juntas con Zacatecas y Tlaxcala ya es más grande. Y si la juntas con todo el país ya es mucho más grande.

Pues imagínense esa lucha si la unimos con la que tienen los chicanos que están en el otro lado. Que ellos dicen que son mexicanos pues, no son gringos. Nomás que ya crecieron allá y tienen su propia lucha pues. Pero ellos sienten que su raíz está en la tierra mexicana.

Y si lo juntamos con los obreros que no tienen trabajo. Porque ya nos dijeron pues lo que nos explicaron aquí cómo hacen el empleo. Que si está una muchacha que estudió la universidad y acabó de ingeniera, pues resulta que está trabajando de mesera, porque no hay trabajo de ingeniera. Pues ahí hay una trampa. Porque Fox dice: “sí hay empleo”. Sí, pero los doctores, ingenieros, químicos, biólogos, farmacéuticos, todo eso, están trabajando vendiendo tacos, tortas, de taxistas, de choferes. Entonces, no están en el empleo que se necesita.

Y aquí en Charcas, o en lo que sea, pues hacen falta médicos, hacen falta ingenieros, diseñadores gráficos, todo eso. Pero no hay empleo. No hay empleo para eso. Entonces, si juntamos todas esas luchas, y juntamos también la de los pueblos indios, pues la fuerza da para mucho compañeros. Es muy grande, no para cambiar un gobierno, da para cambiar un país, este país que es México.

Entonces, lo que nosotros queremos decirles es que esta palabra de ustedes, porque aquí no importa que si habla bien en el micrófono, o si tiene bonita voz. Lo que importa es que hable pues el corazón y diga: así está esto. Y la gente que está en la Otra Campaña es gente sencilla, compañeros. No es gente así muy de arriba pues.

Hablan los compañeros y dicen: perdón, yo no tengo estudio pues. Pero si los jefes zapatistas nunca fueron a la escuela. Pero decía una compañera en otro lado, dice: no se necesita estudio para entender. Y entendemos que estamos explotados, entendemos que nos están robando, entendemos que nos desprecian por ser pobres, y entendemos que nos reprimen porque somos organizados, por que nos resistimos.

Entonces, si juntamos toda esa fuerza en el Altiplano —¿sí? que se juntan pues los colectivos para hacer un acuerdo—, pues ya el ruido es más grande. Ahí se va a poner trucha el latifundista, el cacique, el Marcelo de los Santos. Dice: “no pues hay que aplacar al Altiplano”. Pero si también en la capital están organizados. Y empiezan a hacer bulla, pues entonces ya son dos lugares que tiene que cubrir. Y si también en la Huasteca se organizan para luchar, pues ya son tres partes. Y si son muchos, ya es más difícil.

Y si es en Zacatecas también, y en Tamaulipas, y en Nuevo León, y en el Distrito Federal, y en Querétaro, y en Veracruz, y en Hidalgo, y en todo el país, entonces ya no alcanza compañeros. Se les hace un despelote como dicen ellos. Entonces, no hay ni para dónde hacerse. En ese momento, cuando ya el de arriba ya es un desmadre como es ahorita, si la gente no dice: “por acá es el camino”, entonces el gobierno se arregla. Dice: “bueno, vamos a ver, vamos a hacer un programita ahí para tenerlos contentos, y que se calmen”, y la gente se engaña.

Si no hay camino, la gente se queda parada. Y el escalón, la escalera, sigue yendo plano, no cambia. Entonces, lo que está haciendo la Otra Campaña es decirle a la gente: sí hay camino, es por otro lado. No hacer un partido político. Sino vamos a quitar a los políticos de arriba. Ustedes véanlo compañeros en su corazón. Díganme pues de un funcionario que no sea tranza. Uno. Que no esté al servicio del rico. Que no los esté dando vueltas.

Si los braceros, los campesinos del Cedazo, los que han pasado a hablar acá, dicen: bueno, y si en lugar de usar mi fuerza para ir a dar vueltas a Reforma Agraria, si en lugar de hacer eso, uso mi fuerza y me junto con los otros compañeros y compañeras de todo el país, pues mejor quito al gobierno. Porque ese gobierno no está haciendo nada. Bueno, se está enriqueciendo porque lo vemos que cada vez tiene más dinero y vive mejor. Pero ¿para qué lo queremos y los estamos manteniendo nosotros? Mejor lo quitamos.

¿Para qué queremos una ley que no nos respeta? Quitamos la ley. Y ¿qué vamos a hacer? Pues otra ley. Una ley donde se respete al campesino, donde se respete a la mujer. Y ahora sí que el que no cumpla, el castigo. Y quitar a todos los jueces corruptos. Y hacer otro todo, otra vez de nuevo. Por eso nosotros decimos: una nueva Constitución.

Pero ¿qué va a tener esa nueva Constitución? Pues no va a tener así lo que a ver qué se le ocurre a Marcos que está por allá en Chiapas, o a ver qué se le ocurre a otro que está en otro lado. O aquí en el Altiplano, a ver qué se le ocurre a los que viven en la capital, en San Luis. No, nosotros decimos que la misma gente en cada lugar tiene que decir qué es lo que se necesita. Y eso tiene que estar en el Programa Nacional de Lucha.

Los mismos ex braceros tienen que decir: el Programa Nacional de Lucha tiene que decir que me tienen que pagar a mí o a mis descendientes. Porque hay gente que ya murió, pero es algo que le pertenece a él o a su familia, es como lo que heredó. En lugar de heredarle una injusticia o un dolor, pues estos compañeros y compañeras les van a heredar a sus hijos un acto de justicia, que es que les tienen que pagar.

Y entonces, esos hijos, o esos nietos que tengan, cuando reciban ese dinero van a decir: “esto lo ganó mi abuelo en la guerra mundial”. Porque era la guerra mundial. Lo ganó trabajando en el otro lado. “Y después de luchar muchos años, aquí está y esto es lo que me dejó. No sólo el dinero, también me dejó la enseñanza de que hay que luchar por nuestros derechos”. Por eso, no es cierto que se van a morir… El primero que se va a morir es el gobierno, antes de que se acaban los braceros.

Y en el caso pues de los compañeros de El Cedazo, o de los campesinos pues que hemos visto, el problema que vamos a decir —o que dicen—, también pasaron los compañeros, dicen: es que de qué me sirve que me den la tierra y ahí está el papel y tengo mi título, pero ¿si no tengo agua?, y ¿si no tengo créditos?, y ¿si no tengo maquinaria?, y ¿si no tengo precio para mi producto? Entonces, ¿para qué quiero la tierra?

Entonces, ese Plan Nacional de Lucha tiene que decir que la tierra va con todo: va con el riego —y sí hay compañeros, lo que pasa es que lo tiene los otros—, va con la maquinaria —sí hay, pero la tienen los otros—, va con el precio del producto —sí hay, lo que pasa es que lo controlan los coyotes y los grandes empresarios—.

Entonces, si quitamos a los políticos y si quitamos a los empresarios, que son los que se quedan con el dinero. Y entonces, ese dinero ¿quién lo va a tener? Pues la gente que trabaja. Entonces, tiene que haber una ley que diga qué se va a hacer con ese dinero. Porque se crea mucho dinero, si no para qué viene tanta gente de fuera a robar. Es por que se está produciendo mucha riqueza.

En otros lados nos estaban diciendo, creo que en Sonora, decían: no pues es que dicen los gringos que los mexicanos somos muy güevones. Y entonces, ¿por qué traen sus empresas acá? Porque no es cierto, porque sí trabajamos. Lo que pasa es que la riqueza se la están quedando ellos.

Entonces, lo que nosotros decimos es: ¿cómo va a ser la lucha en el Altiplano? Como digan los compañeros del Altiplano. ¿Cuál va a ser el programa de lucha en el Altiplano? Lo que diga la gente del Altiplano. No lo que dice otro en otro lado. Y a la hora que luchemos y ganemos, que triunfemos. Que derroquemos a los gobiernos y saquemos a los ricos —o los metamos a la cárcel, si es que no tienen para agarrar un boleto a otro país—, entonces, lo que se va a hacer en el Altiplano, es lo que diga la gente del Altiplano, no lo que diga la capital de San Luis Potosí, ni la capital de México.

Eso es lo que nosotros decimos que es cuando el pueblo manda y el gobierno tiene que obedecer. Y ahorita es al revés, ustedes lo saben compañeros. El gobierno da orden, y si no obedeces: a la cárcel. Si no obedeces te dan de golpes, lo que sea. Y debiera ser al revés. Debiera ser que el pueblo mande y si el gobierno no obedece: a la cárcel, o a salarlo, o no sé a ver qué se le hace pues, porque no está cumpliendo su trabajo.

Nos platicaron de las condiciones del salario, compañeros. El salario mínimo anda entre 45 y 50 pesos. ¿Quién lo puso? Un político. ¿Qué político gana 45 pesos al día? Ninguno. Entonces, ¿cómo es posible que el que gana más dinero le diga al pobre que gane menos? ¿Por qué no cambiamos las cosas? Que ahora los políticos tengan salario mínimo y que toda la gente gane el salario de los diputados locales de San Luis Potosí.

Van a ver cómo alcanza para muchas cosas. Y además, trabajan más ustedes que el diputado que el diputado que está ahí en San Luis Potosí. Porque ustedes si producen riqueza, y el otro cabrón no produce más que mierda pues, cuando va al baño, cuando no está estreñido —y si está estreñido, ni eso—.

Entonces, nosotros estamos viendo esto compañeros. Entonces, decimos: no, es que si pasamos en cada lugar y le pedimos a la gente: a ver háblanos, cuéntanos. Pues no nada más por que nos interesa el chisme pues. Sino porque vienen estos compañeros pues que agarran su palabra y la mandan para otro lado. Y otro los oye: mañana, pasado, los van a escuchar sus compañeros de Tlaxcala, de Guerrero, de Zacatecas, de la Asamblea Nacional de Braceros, y van a decir: “ésos son mis compañeros pues”.

Ya ven, no estamos solos. Porque a veces, cada tanto, se necesita decir que está uno presente. A lo mejor unos están en su casa, sentados, tristes, pensando que —como dijo un compañero— siempre tienen su pie en mi pescuezo. Y cuando salen a marchar ¿a poco no sienten bonito de que son un buen tanto? Pues has de cuenta igual.

A la hora que el de Tlaxcala, el de Guerrero, va a escuchar su voz, va a decir: “¡uta! no estoy solo, hay otro compañero allá que también está luchando, y que también está exigiendo lo mismo. Y que tampoco se va a vender, ni se va a rendir”. Y así, cuando escuchen a los compañeros de El Cedazo, los campesinos ejidatarios que están en Baja California Sur, en El Centenario, que les hicieron la misma chingadera, van a decir: “no pues tenemos que unirnos con los de El Cedazo y luchar”. Y que ellos manden en Baja Sur, y ustedes manden en el Altiplano. De eso se trata.

Entonces, ya que nos reconocemos todos, ya aprendemos a dejar de estar solos. Ya no importa el “yo”. Ya no es el problema de uno mismo, de uno solo. Y es cuando —como dice Javier— uno aprende a decir “nosotros”. Y se puede decir: bueno, nosotros los braceros, nosotros los ejidatarios, nosotros los despojados, nosotros los jóvenes, nosotras las mujeres, nosotros los ancianos.

Porque si no, uno nomás dice: yo Pedro Pérez, yo María Puñales, o como se llame cada quien. Pues ahí es donde está solo y es donde lo chingan. Pero cuando aprende a decir nosotros, aprende a ser nosotros. Esa es la siguiente parte que decimos nosotros. Decimos: la siguiente parte de lo que se trata es del Programa Nacional de Lucha. Donde tiene que venir en cada lugar cuál es el problema.

Si aquí el problema es el agua, el problema es lo que se le debe a los ex braceros, el problema en la educación —todo lo que nos han explicado—, entonces, aquí se tiene que luchar porque esas demandas se cumplan. Si no, no está cabal, no sirve pues nuestra lucha. Y entonces, ya que tenemos el Programa Nacional de Lucha, o sea que ya nos pusimos todos de acuerdo qué queremos, entonces, ya nomás es de ponerle fecha, y una hora y qué día se va a caer el gobierno. Porque es mucha fuerza. Es mucha fuerza.

No es como dice un compañero pues que pasó hace rato en la mañana, que dijo: no pues hay que agarrar las armas otra vez. No. Porque él dice: 1810. Sí, se tomaron las armas. Y ¿qué pasó? Pues que pasó otro cabrón y abajo seguimos igual. Lo dijo un compañero bracero: desde Guadalupe Victoria hasta Fox, no hay ningún arreglo. Entonces ¿de qué sirvió que se muriera gente?

1910, ¿no se levantaron los campesinos y todo y murieron? Y ¿quién quedó? Otro cabrón. Entonces, nosotros decimos: vamos a hacer lo mismo, pero no con las armas. Si se va a morir alguien, que se muera el rico. ¿Por qué nos vamos a morir los pobres? Ya estuvo bueno.

Entonces, si hacemos un movimiento pacífico, todos parejos, unidos, puestos de acuerdo, no aguanta. Nosotros ya lo vimos en Bolivia, en Ecuador, en Argentina, en varias partes de América Latina: se hace muy fuerte, y se caen los gobiernos. El problema es que a la hora que caiga el gobierno ¿qué vamos a levantar? Si no, pues va entrar otro cabrón. Y también va a ser la misma historia.

Entonces, apenas estamos el trago de la fiesta porque ya tumbamos al gobierno y ya nos están poniendo otras leyes. Entonces, por eso el Programa Nacional de Lucha. Porque tumbando a ésos, tiene que quedar claro qué sigue. Y todos tenemos que estar de acuerdo. Y todos tenemos que apoyarnos para que sea así. Para que el que caiga ya no se levante. Y a los ricos los vamos a enterrar boca abajo, para que si se quieren salir, se metan más hondo.

Eso es lo que nosotros queremos hacer compañeros. No queremos hacer una lucha armada. Porque ya vimos que no sale. Además ustedes saben pues que la lucha armada, pues sólo el que tiene el arma. Y sólo el que tiene pues, capacidad física. Pero si uno ya está grande de edad, pues no va a andar brincando los cerros. O si tiene que cuidar a los críos, a poco va a andar con los críos de un lado y la ametralladora por el otro, no se puede.

Pero además ya vimos que no se trata de eso. Se trata de que el pueblo participe: todos. Y entonces, habrá una señora, o un señor que dice: yo no voy a gritar, pero yo aquí en mi casa voy a poner un letrero que diga “Calderón se va a caer”, lo que sea. Y se va a ver, se va a sentir la fuerza, así como se siente la fuerza cuando los escuchamos a ustedes.

Entonces, esto que estamos escuchando hoy aquí en el Altiplano, y que escuchamos ayer en la capital, y que vamos a escuchar mañana en Nuevo León, ya lo escuchamos pues en todos los estados donde pasamos. Y en todos los estados están diciendo: órale, estamos de acuerdo. Vamos a conocernos todos. Y luego vamos a hacer el Programa Nacional de Lucha. Pero ahí tiene que ir lo que dice ese compañero, no importa que no estudió.

Que si sólo ponemos a unos licenciados, pues ¿él que va a saber del Altiplano, si estudió en la universidad pues? Tenemos… mejor le vamos y le preguntamos al campesino del Altiplano: oye, aquí ¿cómo está? No pues así está. Y entonces ¿qué se necesita? Esto, esto, y esto, y esto. Y hay que apuntarlo. Porque cada quien le tiene que decir a la Otra Campaña le tiene que decir: aquí está mi palabra, tú dijiste que la vas a respetar. Y tiene que la vas a respetar. Porque si no, te vas pa’ fuera.

Porque aquí no se trata de que si manda Marcos, o si manda el EZLN, o Javier, o Isabel, o cualquiera. Se trata que es el mismo colectivo. Porque eso es lo que aprendimos a decir: “nosotros”. No vamos a regresar otra vez a decir “yo”. Y si el nosotros vive bien, entonces, el yo de cada quien, el individuo, va a vivir bien, van a ver.

Entonces, cuando nos dicen: tenemos que ser nosotros, es que tenemos que unirnos compañeros, organizarnos. Pero que somos diferentes. No todos nos vamos a hacer campesinos, ni todos nos vamos a hacer ex braceros, ni todos universitarios. Cada quien lo que es. Y se une y se apoya mutuamente pues.

Así como los compañeros pues, católicos, que no ven a dios allá arriba, sino que lo ven pues entre la gente pues. Que hay que luchar por ella, y es su forma de… Dicen pues: “es que yo expreso mi amor a dios, amando a mis semejantes”. Y ¿qué es amar a mis semejantes? Pues no es que les voy a prender una vela, es que voy a luchar con ellos. Y eso es lo que están haciendo. Pues lo vemos aquí en el Altiplano pues, claro ¿no?

Y así hay por todas partes. Y entonces, que podamos hacer esto todos entre nosotros. Y entonces van a ver que la fuerza va a estar muy grande. Ustedes pídanle a los compañeros que están en la Otra Campaña: oye, a ver cómo está eso de que en Baja California Sur también hubo. Y ahí se meten ellos a la computadora y sacan: sí mira, ahí hay unos que se llama El Centenario que les quitaron la tierra, pero que no se van a conformar, que quieren pelear.

Y entonces, otra vez se va a tomar la tierra compañeros. Para qué nos vamos a estar preocupando que si Reforma Agraria, y que no sé qué, si no va a haber Reforma Agraria. No va a haber funcionario, no va a haber Marcelo de los Santos, no va a haber presidente municipal, ni nada. Va a haber otra cosa, lo que ustedes mismos decidan.

Y ahorita, a lo mejor se está riendo el Fox porque dice: “yo ya voy de salida y me chingué a los ex braceros”. Y Calderón va a decir: “¡chin! ahora seis años, a ver cómo le voy a hacer con ellos”. No va a terminar Calderón, se va a caer. Bueno, no se va a caer, lo vamos a empujar para que se caiga, lo vamos a tirar.

Y entonces, ahí va a aparecer el dinero. Y entonces, se va a decir: bueno, ¿quién es ex bracero? A ver, ¿tus papeles? No, ¿por qué? Los que están organizados como ex braceros, ahí es donde dicen: ¿el compañero es ex bracero? Sí, aquí está su organización. Eso es lo único que necesita: la palabra. ¿Por qué le están pidiendo pues papeles? Si además le quitan el papel y luego lo queman y dicen: “ya no tienes papeles, ¿cómo sé que eres ex bracero?” Pues porque es mi palabra pues. Si fuera mentiroso, sería político, no sería ex bracero pues.

Entonces, todas esas cosas se tienen que hacer así. Y entonces, va a llegar aquí la paga —ahí se acuerden de mí, ahí si me invitan algo, no— se acuerden de mí. Va a llegar aquí la paga y los mismos ex braceros van a decir:
—Somos éstos.
—No pero falta Chencho.
—Dile que se venga.
Y ya le dicen a Chencho:
—Aquí está tu paga —y no sé qué—. Acuérdate que no creías —todavía le da su calambre, pero tiene que darle porque es justicia—.

Y los campesinos de El Cedazo y todo lo que estuvimos oyendo. Ahí está la tierra, los papeles, el crédito, y la maquinaria, el precio garantizado para el producto. Porque vamos a mandar a la chingada el Tratado de Libre Comercio. Y entonces, el frijol que está embodegado se va a vender bien, a precio justo, y la gente va a tener qué comer.

Y entonces sí ya se va a consumir lo que el país produce. Y va a ver que empieza a caminar por otro lado. Ustedes pues piensan que a lo mejor el Marcos pues le hizo daño la comida, está soñando. No compañeros, sí se puede. El día anterior parece que no se puede. Hasta que ya amanece, entonces dice: ah caray, tras que sí. Y así tan seguro como que el sol va a salir, que aquí va a haber un cambio.

Y toda la gente de Charcas, y del Altiplano, va a poder elegir, pero no un candidato, va a tener que elegir si va a estar viendo desde la ventana lo que pasa, o va a estar en la calle, en el campo, en la montaña, en la ciudad, luchando por sus derechos. Pero todos parejos en todo el país. Y van a ver que la quemazón no se va a detener en el Río Bravo, se va a cruzar, porque allá tenemos compañeros del otro lado también.

Y entonces sí, ni los gringos van a saber por dónde les llega. Y qué bueno pues que nos tocó. Porque a lo mejor piensan los que ya tienen más edad: “¡uta! eso que dice el Marcos quién sabe cuándo va a ser, ya no me toca verlo”. Lo van a ver, porque es pronto. Es pronto que va a ser porque ya lo que estamos viendo es que hay mucha inconformidad. Y si ya estamos de acuerdo, cuando acabemos de ver todo, pa’ qué nos vamos a esperar. Mejor ya darles pa’ fuera.

Entonces, compañeros y compañeras, nosotros lo que les pedimos es que escuchen a sus otros compañeros de otras partes de San Luis y de México, del norte. Ahí están en el internet. Y ahí está pues con estos compañeros: está el audio, o sea que se oye la voz pues. A veces hay video, a veces hay fotos. Y van a ver que son iguales que ustedes. No crea que es gente trajeada, ni perfumada. Es campesinos, señoras, gente humilde pues, y sencilla. Y van a escuchar su voz y van a decir: “¡ah! sí es cierto lo que dijo el Marcos. Y ellos también están bravos y también quieren pelear”.

Entonces, ése es el trato que les pedimos: si escuchamos nosotros, ahora ustedes tiene que devolver el trato. Somos gente de palabra: escuchamos, ahora les toca escuchar a ustedes. Y luego ¿qué? Pues tienen que decir cómo tiene que ser la Otra Campaña pues. Si es que vamos a meternos partido político o no, seguimos como estamos. Si es que nos vamos a quedar así nomás en un pedazo o vamos por todo.

Y entonces, ya, seguir organizados. Y en la siguiente vuelta que damos, ya empezamos a trabajar con todos. Tanto con la gente que va a entrar luego, con todo el Altiplano. Para que esté ahí cabal cuál es la demanda de la gente. Ése es el Programa Nacional de Lucha. Y ya que sepamos cuántos somos, dónde estamos, todo eso. Pues ya nomás la pregunta que tenemos que contestar es ¿cuándo? Día, hora, y ya que salga el acuerdo, ese día a esa hora se cae porque se cae.

Pero para ese día ya tenemos que estar listos con qué sigue. Ese es el Programa Nacional de Lucha.

Entonces, nosotros les pedimos compañeros, pues que se vuelvan a reunir otra vez ustedes solos, ya sin bulla, sin micrófono. Porque a veces se habla más cabal, más a gusto pues, cuando no lo están grabando a uno. No tiene miedo que va a decir una tarugada, pues ya quedó grabado, ya ni modo que lo borran pues. Pero así, entre uno mismo, pues habla más cabal. Y comenten esto, pónganse de acuerdo pues en sus trabajos de aquí.

Porque van a ver que más gente se va a acercar. Van a decir:
—Oye ¿cómo está eso de que van a tumbar al gobierno?
—Pues de por sí lo vamos a tumbar —le tienen que decir—.
—Pero qué ¿es que le van a tirar bala?
—No, pura movilización pacífica.
—¡Ah chinga!
—Pues ah chinga, ahí vas a ver.

Y van a ver que la gente va a empezar a decir:
—Pero ¿cómo le van a hacer?

Se va a interesar. Y le hacen las mismas preguntas que les hice yo:
—A ver ¿qué político es bueno?
—No pues ninguno.
—Entonces, ¿para qué los queremos? Mejor entre nosotros mismos vamos a organizarnos.

Y van a ver que va a crecer. En todas partes va creciendo. Y así, estar comunicándonos pues. Porque ahorita está el problema que dijo Javier, es: ¿cómo decimos nosotros en el Altiplano? Y yo les doy más tarea: ¿cómo decimos nosotros en San Luis? ¿Cómo decimos nosotros en el norte? ¿Cómo decimos nosotros en todo México? ¿Cómo decimos nosotros en todo el mundo?

Porque no nos vamos a detener ahí nomás. Si ya vamos encarrerados, de una vez conquistamos Europa otra vuelta. Y les regresamos lo que nos hicieron hace 500 años.

Entonces, eso es lo que tenemos que aprender compañeros, y lo que les pedimos que es sus reuniones próximas pues vayan viendo eso. Porque ya hay que ver lo del Programa Nacional de Lucha.

Es todo, compañeros, compañeras. Gracias.

Altiplano potosino, San Luis Potosí
Saludo en el Venado al Frente Campesino del Altiplano.
13 de noviembre el 2006

Estamos viendo aquí que está, aquí en el municipio de Cerritos —también en San Luis Potosí—, es un poco lo que nos han explicado también ahí en la minera San Xavier, ahí en San Luis Potosí. Ésta es una cementera que está en las comunidades de Montaña y Joya de Luna, que se llama “Cementos Moctezuma”, que lo que está haciendo es contaminando el medio ambiente y está afectando la salud de los niños, principalmente, y de los ancianos. Y se suponen que tenía que cumplir unas medidas para no contaminar y pues no lo está haciendo, ¿no?

Ahorita compañeros y compañeras, nosotros venimos de la capital, de San Luis Potosí, y vemos ahí todas las tranzas que está haciendo ése, el panista, Marcelo de los Santos. Y vemos también ahora —por lo que nos platican— que también aquí en Venado, el PAN está haciendo lo que hacen todos los políticos, que es robar.

Entonces esas casas se supone que debían ser para la gente pobre y les están pidiendo 20 mil pesos, pues son casi dos años de trabajo con salario mínimo —si es que dan salario mínimo—.

Entonces, lo que nosotros vamos a hacer compañeros y compañeras, es llevar a todas partes esta denuncia que están haciendo, para que se sepa lo que está haciendo el PAN a nivel nacional con Fox y luego con Calderón, en el estado con De los Santos, y aquí ¿cómo se llama el presidente municipal? Guillermo Martínez Guerra. Ese es el nombre del que está oprimiendo aquí.

Nosotros lo que vamos a hacer, hay que tumbar al señor Guillermo Martínez Guerra, quitarlo de presidente municipal. Y a De los Santos.

Una señora: —Pero nunca se ve, como acaba de ceñir la Señora. Nunca se deja ver, va uno a buscarlo y no está.

SCIMarcos: Por eso, si no se deja ver ¿para qué está cobrando? Está cobrando de balde y nomás se está llevando los servicios a su rancho “El Clérigo”. ¿Para dónde queda el Clérigo? Ahí vamos a pasar ahorita.

Ah miren, porque aquí con nosotros vienen en el autobús —que se bajaron—, son compañeros que hacen noticia, pero no de paga como Televisa —ése no saca nada ni TV Azteca—. Entonces, ellos lo que hacen es que lo pasan por todo el país, para que se sepa mero, porque como acá está retirado, hay gente que no sabe que está haciendo esto y nomás escucha las mentiras de Fox y de De los Santos.

A ver si pueden mandar una comisión o algo, para que los demás que están organizados aquí, conocen la lucha y empiezan a unirse pues, y empezamos a unirnos entre todos.

Porque ya vimos que sí hay riqueza, pero se la está quedando el presidente municipal. Viera que no se la queda él y que se reparte cabal, pues entonces esas casas es pa’ la gente que lo necesita, sí, no para el que ya tiene.

Una señora: —En nuestra comunidad siempre comprábanos la agua y ahora ya no nos la quiere vender, ya ni por ningún precio, que ya no hay y que pues él ya va a salir y ya. Y ahí estamos batallando sin agua en nuestra comunidad.

SCIMarcos: —La tiene que dar y gratis, pero además en su rancho no le falta.

Un compañero: —No, ahí hay pozos de agua.

SCIMarcos: —Ahí está… bueno compañeros, compañeras. Entonces, con permiso.

Charcas, San Luis Potosí
Reunión de preguntas
13 de noviembre de 2006

Bueno, miren compañeros y compañeras: de la pregunta de al otro lado de la frontera, de por sí hay Otra Campaña del otro lado. Nos estamos juntando con ellos en los puntos de frontera: en Tijuana, en Ciudad Juárez y ahora próximo en Nuevo Laredo. Entonces, no pueden pasar todos, porque la mayoría son indocumentados. Entonces, si cruzan pues ya no pueden retachar. Entonces, ahí hay dos grandes grupos de compañeros de la Otra Campaña que son los chicanos, mexicanos pues de allá, pero que reivindican sus raíces mexicanas. Y los indocumentados.

Entonces, estos dos grandes grupos presentan problemas especiales, y reclaman para ellos su propia identidad. Porque el chicano no es un mexicano en el otro lado, es un chicano. Es otra forma de identidad. Así como es diferente la identidad del indígena, del punk, de los jóvenes, de las mujeres. Se construyó una identidad cultural y política ahí con sus propias demandas. Entonces, ellos reivindicaron ser parte de la lucha en México, porque se sienten parte de México, no de lo internacional.

Y en el caso de los que están sin papeles, indocumentados, reivindican la lucha que vaya contra lo que los obligó a migrar. Pero ahí mismo se están construyendo otra identidad, pero siguen con sus puentes de comunicación con la gente de donde vienen, sobre todo comunidades indígenas. O estados completos, como Zacatecas: más de la mitad de la población está en Estados Unidos.

Entonces, ellos se están organizando también allá de ese lado, no podemos cruzar pero llegamos a los bordes —bueno, si cruzamos, cruzamos dos veces ahí—, pero ya para reunirnos estamos haciendo esto que estamos haciendo ahorita. Nos reunimos, nos conocemos y cada quien va creando su propio proceso organizativo. No se trata de llegar a dirigir ¿no? Pero sí estamos en contacto con ellos, están organizados así en unidades de trabajo —como se dice—, unidades organizativas de trabajo. Y están aportando la identidad del otro lado a la Otra Campaña.

Tal vez no se alcanza a ver porque es recién este paso que hicimos, pero ya están los documentos de Tijuana donde se oye hablar a ellos como lo dicen. Y los de Ciudad Juárez. Y en muchos casos está en los estados donde vamos pasando, donde la gente dice: yo tengo familiares de aquel lado y por esto y esto, esto, y lo que me mandan sólo alcanza para tales cosas. Prácticamente para alimentación. Ese espejismo de que las remesas sirven para hacer pequeñas… los changarros que decía Fox, no es cierto. La mayor parte se dedica en sobrevivir.

Pero entonces sí están esos puentes. No reconocemos esa frontera y la Otra Campaña también está en el otro lado.

En el caso pues de los que no están, es por varias razones, pensamos nosotros. Una es porque la política pues va de pierde, cualquier política. Entonces, cualquier grupo que empieza a plantear: hay que organizarse, hay que luchar, pues la gente su primer reflejo es: ¿para que se enriquezca quién? ¿para que llegue al poder quién? ¿para que nos venda quién?

Entonces, hay un gran escepticismo de la mayoría de la población sobre cualquier movimiento político. Eso se lo debemos a los partidos políticos electorales. Entonces, no es tan fácil como decirle a la gente: órale éntrate porque ahí hay una nueva organización política o un movimiento, porque no le va a entrar. Porque la experiencia previa es de traición, de burla, de desprecio, de venta pues de los movimientos completos.

Necesitaríamos convencer a esa gente que este movimiento es otra forma de hacer política. Y va a demostrarlo si en sí mismo lo practica. Por eso es importante la palabra, escuchar a todos, no nada más a uno. Si la Otra Campaña dentro de sus mismos miembros y adherentes no se escucha, entonces, ¿cómo vamos a convencer a la gente de allá afuera que la vamos a escuchar?

A la hora que empecemos a construir dentro de nosotros mismos esta otra cultura política, vamos a poder practicarla. Va a servir con los mineros, con los trabajadores de la maquila, que en lugar de que alguien llegue a rollarlos, llegue a preguntarles: ¿cuál es su necesidad, cómo luchan, cuáles son sus dolores? Que eso es lo que debiera hacer la Otra Campaña. Porque un partido político llega y les dice: “vota por mí y voy a resolver tus problemas”. Aunque ni siquiera sepa cuáles son sus problemas.

Entonces, nosotros pensamos que no hay que desesperarse, que habría que consolidar el grupo de adherentes, consolidar esa forma de hacer política, y eso va a empezar a irradiar dentro de nuestros mismos compañeros hacia afuera.

Sería la primera vez que un movimiento le pregunta a la gente por qué va a luchar antes de hacerlo. Casi siempre lo que se hace es que un pequeño grupo dice: queremos esto. Y ya el que quiera sumarse, le entra. Y es la primera vez que un movimiento empieza: bueno, ¿qué queremos entre todos? Que ese nosotros empiece a construirse desde las demandas mínimas. Desde quién es cada quien, cuál es su historia de lucha, cuáles son sus problemas y cómo piensa que deben resolverse.

Porque no se trata de decirle a las maquiladoras o a los mineros: ustedes lo que tienen que hacer es esto, y esto, y esto. Sino empezar a crear en ellos la confianza para que digan: pues yo me imagino que mi trabajo sería justo si tuviera esto, esto, y esto, y éstas otras cosas. Y ése es el Programa Nacional de Lucha.

No se trata de que todo el pueblo de México entre a la Otra Campaña. No, se trata que la Otra Campaña construya otra forma de hacer política y se genere un movimiento que no sabemos en qué va a acabar. Es como si empezáramos a pintar un cuadro —para usar una imagen de los compañeros y compañeras de la universidad que hacen trabajo cultural—, y no supiéramos cómo va a terminar, pero sí supiéramos cómo no va a terminar.

Y lo que sabemos en la Otra Campaña es lo que no queremos: no queremos ser un partido político. No queremos repetir los mismos errores de siempre. No queremos hablar nada más, sin escuchar. Y a la hora de decir: y entonces ¿qué sí quiere la Otra Campaña? Entonces tenemos que responder eso entre todos. No Marcos, ni no el EZLN, ni no Caboche, ni todos los grupos que estén. Sino que la misma gente empiece a construir esa respuesta colectiva.

No es fácil, nosotros no decimos que es fácil. Pero contamos con la ayuda inestimable de la clase política mexicana y del sistema voraz. Como si estuvieran aventando a toda la gente a la orilla de la mesa y ya no hubiera más que caerse. Y apareciera un puente. Un puente que va hacia un lugar donde vamos a tomar en cuenta a la gente de a dónde quiere llegar. Entonces, no… Nosotros pensamos que no habría que desesperarse que no estén ésos ahorita ¿no?

Los grandes movimientos, los que realmente trasforman las sociedades, empiezan con pocos siempre. Y es su capacidad de crecer, de abrirse, de ser incluyente, de sumar, donde dan el paso adelante. Ahí lo que ha contestado hasta ahorita la Otra Campaña es a quién no quiere sumar. Y está apuntando a ver quién sí quiere que entre. Pero la Otra Campaña tiene que responder también a la pregunta ¿cómo? Si van a ser nuestros seguidores, o van a ser nuestros compañeros.

Nosotros los zapatistas decimos que tenemos que conseguir compañeros, no seguidores, no masas. Y así como fue difícil encontrar en el Altiplano la flor del cactus, que demostrara de que también en el desierto florece. En este caso, la Otra Campaña, vamos a encontrar en el movimiento minero, y en el movimiento de las trabajadoras y trabajadores de la maquila, gente que le va a entrar, van a ver. Porque además no hay de otra. No hay más que luchar o morirse pues. Entonces, nosotros pensamos que va por ahí.

Los puntos neurálgicos que preguntaba el compa que hemos detectado son: uno, es el problema de la tierra. Pero no tierra de la que está en el suelo, sino el entorno —como decimos—, el territorio. O sea tierra, agua, aire, naturaleza, subsuelo. Hay una serie de leyes y líneas de avance de los grandes empresarios que van para despojar también de eso. O sea, lo que nos decían de las nubes, del agua, es que hay un proceso de transformación de todos esos elementos en mercancías.

Y el problema de la mercancía es quién la tiene, quién la puede vender. Entonces, por eso el despojo a los ejidos, a las tierras comunales. Por eso es la ley de minería, por eso la ley de agua, por eso la ley de usos del suelo, por eso la ley de bosques. Son las leyes que van a permitir que los grandes capitales entren a apropiarse de esas mercancías. Ése es un punto básico.

Sobre ése, se ha construido toda la política de destrucción del campo mexicano. Y, principalmente, de las comunidades indígenas. Porque esos recursos están sobre todo en comunidades indígenas. Como la relación del indígena con la tierra es diferente a la del campesino no indígena. El indígena ve a la tierra no sólo como la que le da de comer, sino como su relación cultural, su relación de vida, su relación con la muerte, entonces, las reservas naturales están en territorios indios. Las que se mantienen todavía.

Si hacemos un mapeo de México, de dónde están las selvas, los manantiales, los grandes bosques, están siempre en territorios indígenas. Entonces, se trata de destruir mediante leyes esa propiedad. Porque así como está el Procede, está el Procecom que va contra las tierras comunales. Entonces, ése es un punto neurálgico.

El otro punto tiene que ver con la política y la democracia. Lo que ha pasado en todas partes es que la política fue secuestrada por los profesionales de la política. Entonces, sólo puedes participar en política, si eres de un partido político con registro. Y el partido político con registro —como decía hace rato— es como un negocio. Lo registras y tienes que cumplir determinadas caracteríticas.

Si cualquiera de aquí dice: no pues vamos a lanzar al compañero Pedro de candidato a la presidencia, porque es una persona honesta y sabemos que va a obedecer. No puede ser candidato. Tiene que entrar a un partido político. Porque así está la ley. Entonces, hicieron las leyes para que la política fuera de unos nada más. No de los ciudadanos. Entonces, los ciudadanos sólo participan cada tres años, o cada seis años. Y simplemente se limitan a decir quién.

Pero no hay libertad, porque no pueden elegir al que necesitan, sino sólo entre los que les presentan. Por ejemplo, en el caso de las elecciones presidenciales, sólo había tres candidatos —bueno, había cinco pero tres fuertes—, eran: López Obrador, Calderón y Madrazo. El ciudadano no podía decir: no quiero a ninguno de ésos, quiero otro. Podía decirlo, pero no valía. Y los partidos políticos te dicen: entre éstos, los que quieras. Pero nadie pregunta ¿por qué entre ésos, por qué no otros?

Entonces, hay todo un problema ahí de cómo la clase política secuestró y dejó a los ciudadanos fuera. Entonces, nada más tu única participación política es ir a votar. Y en ese momento, relegas todo, toda tu voluntad en una persona durante tres años o seis años. Porque no hay un procedimiento para quitar al político que no sirve. No hay.

Entonces, si el pueblo mexicano dos años después de que empezó Fox se dio cuenta que era un fraude, no podía quitarlo, más que por un levantamiento. Pero así, legalmente no había un mecanismo. Bueno ahora vamos a preguntarles a ver si están de acuerdo con Fox, hubiera perdido. Pero no está esa ley.

Entonces, sólo cada tres o cada seis años y de forma individual. No puedes organizarte en colectivo para participar en política. Porque el voto es individual. Y por eso desprecian mucho la política en los pueblos indios. Porque ahí se participa en colectivo.

Entonces, un punto neurálgico: la propiedad del territorio y su conversión en mercancía. Otro punto: el quehacer político, y ahí va pegado el problema de la democracia. Por eso, la democracia no es el gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo —que es lo que debiera ser—, sino es elegir, la libertad de elegir entre varios, nada más, los que te presentan.

Y aún así, eso no se respeta, porque en las elecciones pasadas ganó López Obrador. Le hicieron un fraude para que quedara Felipe Calderón. El fraude lo hizo el IFE y presidencia de la República, con los medios de comunicación. Entonces, nio siquiera ese pequeño espacio de libertad fue respetado.

Y el tercer punto neurálgico, que es el más grave, o es el que empieza a hacer saltar todo, es el de las relaciones comunitarias, o personales. O sea, cada vez más, si te fijas, la relación entre el hombre y la mujer está alcanzando los límites de la violencia. No sólo la que ya se conoce, sino incluso intrafamiliar. Entre hombres y mujeres ya no sólo hay una relación de dominio. Sino una relación violenta, que llega incluso al asesinato.

En el caso de Ciudad Juárez, es emblemático porque ahí es donde más se conoce. Pero prácticamente en cualquier parte del país, está creciendo el número de mujeres asesinadas, por ser mujeres. Porque se ve que las lastimaron en su ser mujer. O sea, no mataron a un ser humano: mataron a una mujer. La torturaron, la violaron como mujer. Así como en Atenco, torturan a las mujeres que tomaron presas, como mujeres.

Y también empieza a haber una ruptura del tejido familiar. El más evidente es la migración. Hay una familia y un miembro, dos, o tres de esa familia tiene que irse al otro lado. Entonces, el espacio mínimo de convivencia que es la casa está roto. Falta el padre, falta la madre, faltan los hijos, o faltan el padre y la madre y los hijos quedan con el abuelo. Como si hubieran muerto, que es cuando pasa, o con el padrino o la madrina.

Y en las comunidades, como se empieza a despoblar, también se rompen las relaciones comunitarias. Las costumbres, la raigambre cultural. Por ejemplo, los festejos culturales en las poblaciones, los tradicionales, empiezan a ser desplazados o privatizados. Voy a poner un ejemplo: cuando veníamos bajando, hay una calle que tiene muchos adornos. Es porque hay una fiesta del pueblo. Entonces, eso da dinero: venta de cerveza, de juegos, o lo que sea. Primero, el político con los permisos. Y luego hay empresas que se dedican a eso. A hacer fiestas de pueblo.

Entonces, si antes significaba algo que el pueblo se organiza para hacer la fiesta, ahora ya no. Llega una empresa que organiza la fiesta y el pueblo pasa a ser espectador nada más. En muchas partes de provincia está ocurriendo eso. Porque la fiesta del pueblo, no era nada más la fiesta del pueblo: es que el pueblo se organiza para hacerla. Y ahora no, es igual como si fueras a una feria en cualquier lugar, porque ya no participaste en cómo se hacía.

Entonces, así hay muchos ejemplos donde se rompen, se destruyen estas relaciones comunitarias. Entre familias, entre sexos, entre edades también. Esto que se decía de la generación. Porque la juventud tiene que defenderse del hostigamiento de las autoridades o migrar. Y la relación con la gente de edad es muy distante. Y es muy cercana a la lástima, o a la limosna ¿no? O al estorbo. O sea, gente que se refiere a los más viejos o ancianos como que los rucos, los que ya muérete, o te tengo que mantener, o te tengo que sostener, todo eso.

Entonces, se empieza a romper por todos esos lados. Entonces, donde antes había una tradición histórica, ya no hay nada. Y entonces, ese vacío lo llena la cultura que está arriba, la de los gringos pues. La cultura de la ganancia, del reventón, de las drogas, del desmadre, porque hay un vacío ahí.

Nos platicaba… No, en ese estudio pues que hicieron Javier e Isabel, dice pues cómo se da este desplazamiento en que la gente cambia su hábito alimenticio. Entonces, en lugar del aguamiel: la coca cola. Y en lugar de la comida local: las papas fritas. Pero ésa cuesta más dinero. Entonces, a la hora que se cae el sueldo, pues ya no alcanza para la coca y la papa. Aunque ahí esté el aguamiel. Entonces, esa gente emigra a otro lado. Y acaba de romper. Fíjate, con algo tan simple como la mesa, como qué hay en tu mesa, se rompe la relación. El tejido comunitario pues, como se dice. Ese es el otro punto neurálgico. En todas partes estamos viendo esto.

Y el cuarto punto, es el que nos hace a nosotros decir que es una guerra: hay un proceso de despoblación de todo el país. Esta escalera, que nos platicaban en el resumen que hacíamos, está en todas partes. O sea, has estados completos que se vaciaron de sus gentes. Y se rellenaron de gentes de otros estados. Y entonces, uno se pregunta: bueno y esa gente que salió de los estados ¿qué paso ahí? Pues son desiertos, desiertos humanos. No desiertos de naturaleza. Lo vimos en Sinaloa: grandes extensiones de tierra sin gente trabajándola.

Son terrenos baldíos que nomás están esperando a que suban de precio para ser vendidos. Y en muchas partes como en la frontera con Guatemala, pues están siendo suplidos por centroamericanos. Que ya no van al otro lado, o sí van al otro lado, pero su otro lado es México. Entonces, has de cuenta que hubiera una guerra, y los jóvenes tuvieran que irse a pelear. Nada más que en lugar de irse a pelear, se van a trabajar.

Entonces, hijos que crecen sin los dos padres, pero no porque se hayan divorciado, sino que si no, no viven. Entonces se empieza, pues a revolver todo ¿no? Entonces, nosotros decimos que es como una guerra de conquista otra vez. Pero, como en una guerra de conquista, hay como lugares de resistencia, como fuertes o trincheras, o barricadas —para usar la imagen de la APPO— donde la gente se trinca y dice: aquí no, aquí no van a pasar.

Esas barricadas o esos núcleos de resistencia están en todo el país, pero no las conocíamos. Cada quien estaba en su lado, como solo. Y lo que ha hecho la Otra Campaña es: a la hora de caminar, es encontrarlos y hacerlos visibles, señalarlos. Como hacen los políticos que dicen: ¿cuáles son los puntos rojos de la República? Es donde puede haber problemas. Eso hizo la Otra Campaña y se dio cuenta de que todo el país es rojo. Todo el país está en peligro y en resistencia.

Y es cuando nosotros podemos decir: ¡uta! viera que unimos todo eso, y entonces sí va a pasar otra cosa. Si esas resistencias son pequeñas porque están solas. En el momento en que se empiecen a unir, que empiece a unirse el Altiplano con la capital, con la Huasteca, van a ver que eso va a ser un polo de atracción a los mineros, a las gentes de las maquiladoras y a todo eso. Porque es la alternativa que empieza a crecer.

Y eso, crecerlo con el resto del país. Nosotros pensamos que teníamos que verlo nosotros mismos y escucharlos. Miren, un grupo de intelectuales de la Otra Campaña nos dijo que el norte iba a ser un fracaso para la Otra Campaña. Que en el norte del país, los estados del norte del país, no luchan. Un poco como ustedes dicen: es que aquí en el Altiplano nadie lucha.

Y entonces, nosotros les dijimos: bueno, pues vamos a ver si sí, o si no. Porque ellos estudiaron las estadísticas: tantos votos para el PAN, tantos para López Obrador. Que es lo que les llevó a decir esto de que el norte es azul, o sea panista. Y el centro y el sur es amarillo, o sea perredista. Y que el nivel de vida del norteño es superior al sur y al centro del país. Y no. Mentira, completamente mentira.

Ni son panistas, ni viven bien, ni se dejan, ni se rinden, ni han dejado de luchar. Pero en este espejismo de las elecciones parecía que sí. En las elecciones parece que el norte es conservador. Así como ustedes dicen: San Luis es conservador, porque no está en la Otra Campaña. Pues va a estar, vas a ver. Pero a la hora que empiecen a recorrer San Luis, van a ver que no es cierto. Hay otras luchas que están sueltas ahí, pero la gente piensa que ya no hay camino pues, que no se puede.

Entonces, eso fue lo que nosotros nos dimos cuenta a la hora de recorrer. Y nosotros pensamos que a la hora de que acabemos el recorrido —precisamente en la Huasteca potosina, ahí acaba todo el país— podríamos presentar un informe, donde todos nos diéramos cuenta que México sigue siendo México, abajo. Aunque arriba sea extranjero.

Y que lo que tenemos que hacer es voltearlo. Ya hable mucho, ya. Bueno compañeros, pues rápidamente. La visión de la Otra Campaña para niños y jóvenes es que tienen que tener su propio espacio y decidirlo ellos o ellas. Nosotros pensamos que más que suplir demandas o espacios, o vocerías, la Otra Campaña tiene que ser el espacio de todos los espacios.

En este caso, de los obreros, en lugar de hablar por ellos, debiera abrirse el espacio y ellos mismos que planteen sus demandas. Más que decirle a los jóvenes qué es lo que tienen que hacer o cómo deben ser, debe ser el abrir el espacio para que los jóvenes planteen sus demandas. Igual en el caso de los niños.

Si la Otra Campaña es capaz de hacer eso, va a ser capaz de crear un movimiento nacional pluriclasista, de todos los colores pues, de la gente de abajo. Porque ésa va a ser su definición fundamental. Y no que esté suplantando identidades como en la política tradicional, que está —por ejemplo— este Napito, que nunca ha entrado a una mina, representando a los mineros supuestamente, peleándose con Elías por la representación, pero ninguno de los dos ha sido minero. Así como Fidel Velázquez no era obrero y representaba a los obreros. Eso se trata de un mecanismo de suplantación.

Tanto mujeres, como ancianos, como jóvenes, como niños, y también referentes a su realidad, como obreros, como obreras, como indígenas, como campesinas, como trabajadores de la maquila, encuentran su espacio y ahí se definen. Y la Otra Campaña abre el espacio para que eso se dé.

Y en el caso de Oaxaca, pues lo que hace la Otra Campaña es acompañar y apoyar una demanda, no suplantarla. No se trata que la Otra Campaña se siente en lugar de la APPO, o junto con la APPO a negociar con el gobierno. Sino reconoce una lucha legítima de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, la APPO. Y hace lo que puede para apoyarla, dentro de sus posibilidades. Por ejemplo, no hace acciones violentas, armadas, como los grupos guerrilleros que hicieron para apoyar a Oaxaca. Sino hace movilizaciones pacíficas, como cierre de carreteras, manifestaciones, marchas, mítines, campañas de información.

Pero en ningún momento se suplanta a la APPO en Oaxaca, pero se le apoya. Hasta ahí llega. Así como en el caso de Atenco, no tomamos decisiones por el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra. Exigimos la libertad de sus dirigentes y de todos los compañeros que están presos, pero nada más. Sobre qué rumbo deciden, cómo le hacen y todo eso, es decisión de ellos. Y es deber de la Otra Campaña respetar y apoyar esa decisión.

Lo que está pasando en Oaxaca, es lo que va a pasar en el resto del país. Cuando los pueblos se empiezan a organizarse y a responderse la pregunta: ¿qué hacemos con los políticos? Y responden: correrlos. Que es en el caso de Ulises Ruiz: este gobierno no sirve para nada, más que para molestarnos, tiene que salirse. Luego tendrá que responder la pregunta: ¿en lugar de Ulises, quién? Eso lo tiene que responder el pueblo de Oaxaca, no la Otra Campaña en el Altiplano.

Igual va a pasar aquí en el Altiplano: va a entrar en su propio proceso y sus propias demandas. Y va a esperar y a recibir de la Otra Campaña en el resto del país apoyo a sus demandas. Pero sus decisiones fundamentales, las van a tomar ustedes, nadie más. Otros podrán opinar, o lo que sea. Pero el deber primario es que no nos dejemos solos unos a otros.

Y ya, como se están pasando de rosca, yo quisiera que contestaran porqué se llama Colectivo Abajo en el Desierto, y Cabuches, y Respuesta Alternativa, porque ya se van a ir los compañeros de los medios. Y no sé si es un albur, o tiene sentido que se llamen así.


Municipio de Charcas, San Luis Potosí
Acto público
13 de noviembre del 2006

Bueno compañeros, compañeras, yo les voy a pedir que a la generosidad que tuvieron para recibirnos aquí en sus tierras, tengan la paciencia para contarles la historia que les vengo a contar. Porque tal vez han escuchado hablar de nosotros, del EZLN, en la televisión, en el radio, en los periódicos. Y a lo mejor lo más seguro es que no esté completa, cabal, la verdad. Y también explicarles pues a qué venimos acá a San Luis Potosí, al Altiplano y a Charcas, para que lo sepan bien.

Miren, yo me llamo Marcos, Subcomandante Insurgente Marcos. Subcomandante porque encima de mí están los comandantes. Nosotros somos indígenas chiapanecos, de Chiapas, y somos de pueblos de raíz maya. Según nuestra lengua es como nos llamamos, y antes pues vivíamos de plano bien jodidos compañeros.

Estamos nosotros donde no llegaban las carreteras, no llegaba el gobierno, no llegaban las escuelas, ni los hospitales. Y las buenas tierras estaban en manos de los latifundistas, como en la época de Porfirio Díaz, pero todavía el año de 1993, hace 13 años. Entonces, lo que pasaba es que nuestra gente se moría de hambre y de enfermedad. Los niños no llegaban a los cinco años. Se morían antes de diarrea, de calentura, de dolores que no sabíamos qué eran. Porque ni siquiera podíamos llevarlos a un hospital, porque no había.

Nosotros allá producimos café. Y pues nos lo quita el intermediario, así como aquí a los campesinos los intermediarios son los que se quedan con todo, pues igual allá. Pero nosotros pues no hablamos español, hablamos nuestra lengua indígena, y lo que pasaba es que cuando llegábamos a la ciudad, después de días de caminar, porque no hay carretera, teníamos que cargar en la espalda los bultos de café: 40, 50 kilos varios días. Y luego llegar a la cabecera municipal y pues nos engañaban en el preso… en el peso, perdón, y en el precio. Y pues ni modo de regresarnos. Porque nos decían: bueno, si no quieres regrésate. Pero pues no vamos a regresar cargando el café y luego qué vamos a comer. Tons como quiera agarrábamos la poca paga que nos daban, que pues no nos alcanzaba para nada.

Miren, si una mujer se enfermaba, como no hay hospital, había que cargarla así en la espalda y llevarla varios días de camino, y llegar a la clínica del Seguro Social y que no la reciben porque es indígena. Entonces se iba a morir en la calle, en la puerta. Y entonces lo que pasaba es que ya cuando la gente se enfermaba pues los mismos enfermos decían: no, pues ya pa’ qué me llevas, me voy a morir allá, mejor me muero aquí.

Y entonces la muerte se empezó a hacer así como algo muy común y corriente. Como si hay sol y hay noche, pues hay muertos. Pero cuando empezaron a morir los niños y nadie se da cuenta. Porque nadie se daba cuenta. Aunque estamos en México parece que no existimos. Ni los políticos, ni nadie nos mira. Entonces estaba de presidente este cabrón de Salinas de Gortari.

Entonces pues llegó pues en el pensamiento de nuestros jefes, nuestros comandantes y comandantas. Que son indígenas ellos, indígenas de varios grupos y que es gente que no tiene estudio, nunca fue a la escuela, la mayoría de ellos no habla español. Pero sabe lo que es el dolor de la explotación, lo que es el dolor de que se burlen de uno por el color. Que se burlen de uno por cómo habla. Que se burlen de uno por cómo es: chaparrito pues. Que se burlen de uno de la cultura, o sea de cómo va uno vestido.

Allá en Chiapas todavía en esos años los indígenas no podían caminar en la banqueta. Porque decía que la banqueta era para la gente y para ellos —los ricos, los finqueros— los indígenas éramos animales. Teníamos que caminar en la calle. Pero no les estoy hablando así de la época española. Estoy hablando cuando estaba Salinas de gobernante.

Entonces lo que dijeron nuestros jefes pues es que ya no. ¡Ya basta! Que ya estuvo bueno de que vamos a morir así como animales, y entonces decidimos que nos vamos a morir peleando. Y nos alzamos en armas, compañeros. El primero de enero 94, cuando está Salinas de Gortari y los ricos festejando el año nuevo, nos salimos varios miles —no éramos poquitos— miles: hombres, mujeres, gente ya de edad.

Y entonces la preocupación era de que si nos van a ver… Por ejemplo si los ven a ustedes haciendo algo, pues luego le pueden hacer daño a su familia. Y entonces dijeron los compañeros: no pues vamos a taparnos la cara pa’ que no nos vean. Y entonces cuando salimos a pelear salimos con la cara tapada.

Bueno. Pues fuimos y nos fuimos a sus ciudades, compañeros. Y atacamos a la policía estatal: salió corriendo. La policía municipal también salió corriendo. El ejército salió corriendo y luego regresó. Y empezamos a echar bala. Como en las películas, pero de de veras: aviones, tanques, helicópteros. Y nosotros pues con las armas que le habíamos quitado a los latifundistas que tenían sus guardias blancas.

Y ahí nos estamos dando pues con ellos, y entonces se hace un gran movimiento en todo el país. Porque entonces como que el país dijo: ¡ah, chinga! como que… tras que hay indígenas y están bien mal. Porque se acuerdan que Salinas de Gortari entonces decía que todo México está muy bien, que ya somos como los gringos, que somos del primer mundo —por eso hizo el Tratado de Libre Comercio—. Entonces la gente dijo: no, pues mejor que no haya guerra, que haya diálogo.

Y entonces empezamos a hablar con el gobierno. Pero ya se quedó la idea ésta de que sólo nos voltearon a mirar cuando nos tapamos la cara. Porque cuando estamos así normales no nos miraban. Pasa un indígena y como que si pasa un perro. A veces ni pa’ darle para un centavo pues, sino: quítate de aquí pinche indio, pinche india pues, así nos decían. Entonces nosotros dijimos: bueno, pues ora salió que cuando nos tapamos la cara sí nos vieron. Entonces vamos a quedarnos con la cara tapada, para que al gobierno le de vergüenza que la gente cuando se tapa la cara la mira y cuando está así normal no la mira.

Ustedes lo saben pues, porque los gobiernos de aquí no los miran. Más que cuándo es del voto entonces sí viene y les dice: vote por mi, yo te quiero mucho. Pero si los vieron, ni se acuerdan. Y si luego llegan ustedes ahí a su oficina del presidente municipal, o del gobernador Marcelo de los Santos, o de Fox. Le dices:
—Oye Fox ¿te acuerdas de mi?
—No, no se ni quién eres.
—Pero si fuiste ahí Charcas y me dijiste que vas a cumplir.
—No, yo no sé quién es usted.

Pero, viera que llega con pasamontaña: ¡ah! rápido lo va a mirar quién es. Entonces así quedó nuestro modo. Así como los de Atenco usan el machete como su símbolo, o los campesinos usan sombrero, pues nosotros los zapatistas usamos el pasamontaña. Pero somos mexicanos. Mexicanos, como cualquiera de ustedes, y somos indígenas. Y a mí me mandaron pues porque yo hablo español y hablo lengua. Tons soy como el traductor. Así fue el trabajo que me dieron.

Bueno, pues empezamos a hablar con el gobierno. Ustedes ya saben lo que pasa cuando uno habla con el gobierno. Que el gobierno te dice: “sí, ven siéntate aquí y vamos a platicar”. Y firma que sí va a cumplir. Y no cumplió. Y nosotros no estamos pidiendo salario, estamos pidiendo que nos respeten como indios. Porque estamos contentos de ser indios. Queremos nuestra cultura, queremos nuestra lengua.

Pero queremos ser mexicanos. Y nos tratan como si fuéramos extranjeros. Y nosotros estamos aquí en estas tierras de México antes que llegaran los españoles. Y ¿por qué nos tratan como extranjeros? ¿Cómo es posible pues que el gobierno diga que todo está bien y hay pueblos enteros que se están muriendo de hambre? Así estábamos nosotros.

Bueno, pues entonces cuando hacemos la guerra le quitamos la tierra a los latifundistas. Y mucha gente empezó a apoyar. Y empezamos a hacer sin ayuda del gobierno. Nosotros no hacemos caso del presidente municipal, ni del gobernador del estado, ni del presidente de la República. No vale ahí. Vale lo que dicen las comunidades. Y entonces con esa ayuda, compañeros, se hicieron escuelas, hospitales, se repartió la tierra. Y la tierra donde antes pastaba el ganado del latifundista, ahora da maíz, frijol, verduras para los indígenas.

Entonces comemos mejor, nuestros hijos estudian y ya no se mueren de enfermedad curable. Pero nuestros doctores no son los del gobierno, son los mismos de la comunidad que aprendieron la medicina tradicional —que le dicen— con hierbas pues. Y con ése empezamos a curarnos. Y llegó ayuda de otras partes y compramos medicina de esa que se conoce. Y llegaron doctores y enfermeras, gente así normal como ustedes, no de partidos políticos. Dijeron: yo te voy a ayudar, durante un día voy a dar consulta. Dentista, a operar, a curar mujeres, que las enfermedades de las mujeres.

Entonces empezó a subir nuestra vida. Y las comunidades del PRI, que reciben ayuda del gobierno, ésas siguen igual, compañeros. Porque el gobierno sólo les está dando pues una limosna. Llega el gobierno y les da —¿saben qué hace?— a los priístas les dice: te voy a regalar una celda solar, porque no hay luz. Compañeros, en Chiapas llueve nueve meses al año. O sea no hay sol. Sólo tres meses al año. Pa’ qué sirve una celda solar. Y Chiapas produce energía eléctrica. Pero para las comunidades indígenas no hay. Y si hay es como aquí en Charcas: bien cara —¿a poco no?—. Cada casa pues le cobran un montón pues de la cuenta de la luz.

Entonces nosotros así… Nosotros le llamamos a eso autonomía indígena. Que es que el mismo pueblo pone al gobierno y lo manda. Pero nosotros vemos pues… Nuestra tierra, compañeros, es diferente de aquí. Allá hay muchos árboles altos, más altos que este auditorio, muchos, tupido, ríos por donde quiera, manantiales, mucho monte porque es selva. Pero ahora lo saben ustedes pues —los que son campesinos aquí del Altiplano— pues que ahora el agua la quieren los ricos. La quiere la Coca Cola, la quieren las grandes empresas pues. Porque con el agua riegan. Entonces se la quitan al pobre y riegan sus sembradíos.

Y hay mucha madera. Al rico no le importa que si pela todo el monte se va a acabar el bosque. Él lo que quiere es vender la madera cara ¿sí? Y hay también petróleo. Entonces lo que quieren los ricos pues es entrar a nuestra tierra y robarse todo, como hace 500 años, igual. Y son empresas extranjeras.

Los gobiernos que vemos allá nosotros es que nomás están para servir al rico extranjero. Así lo vemos claro. Y entonces estamos pensando pues qué vamos a hacer. Porque el gobierno nos engañó —como engaña a todos— que va a cumplir y no cumple. No nos respeta como indígenas. Porque nosotros decimos: bueno, pues ya hicimos una guerra y pues nomás nosotros. Entonces qué tal que vamos a hacer mejor, en lugar de una guerra, vamos a hacer una lucha pacífica, civil. Pero no nada más en Chiapas, ni no nada más indígena, sino nacional.

Puta, pero ¿cómo le vamos a hacer? Pues hay que ir a ver a otros, a que nos cuenten cómo está. Entonces a mí me dijeron: te vas para San Luis Potosí, y vas al Altiplano, y vas a Charcas y pregúntales cómo viven. A lo mejor viven bien. Porque en las noticias sale que vive bien. Sale Fox diciendo: no, ya todo México está contento. Y pues nosotros lo vemos y decimos: pues a lo mejor namás en Chiapas estamos jodidos. A lo mejor así nos tocó.

Pero empezamos a caminar por todo el país, compañeros. Ya nomás faltan dos estados para que completamos todo el país, y donde quiera está igual, y donde quiera hay mentira, y donde quiera están engañando a la gente. Pero nosotros no venimos a decir: vamos a alzarnos en armas, no. Porque ya lo vimos que no. Entonces nosotros decimos: vamos a que nos enseñen cómo está la vida allí en Charcas, cómo está la vida en el Altiplano ¿viven bien? ¿viven mal? ¿quién los está fregando? o ¿están contentos con Marcelo de los Santos Fraga? o ¿están contentos con Fox? Y entonces pues ya nos enteremos porque preguntamos.

Ustedes ven que los políticos cuando llegan, llegan, tiran su rollo: voten por mí, se van. Anda vete. Pero no hay político que llegue y les diga: a ver, cuéntenme su problema. Y eso es lo que estamos haciendo nosotros, que la gente nos cuente sus problemas.

Y vemos pues, pues que no hay justicia. Así como nos platicó el compañero de Atenco. Están los compañeros mineros de aquí de la zona ¿No les robaron no se cuántos millones de dólares el cabrón este de Napito —el hijo de Napoleón Gómez Sada—? ¿Y a poco se los van a devolver, compañeros? ¿A poco está en la cárcel él? Está paseándose por varios lados. Quesque no lo agarran, que no lo encuentran. Si todo mundo sabe dónde está. Y el dinero ¿qué va a pasar?

Porque nos platicaron los ex braceros que estuvieron muchos años trabajando en Estados Unidos, y les descontaron de su sueldo, así como a los mineros les descontaron de su sueldo. Y ya tiene qué ¿60 años pues algunos? y no se los pagan. Pero es dinero de ellos, así como el dinero que se robó Napo es de los mineros ¿Cuándo se los van a regresar?

Tons ahí nosotros vemos que no hay justicia, igual que en Chiapas. Pero también lo vimos en Baja California, y lo vimos en Chihuahua, y en Veracruz, y en Guerrero, y en Oaxaca. Y en todas las partes donde pasamos vemos que la justicia no es para la justicia, es para el rico, para el que paga. Y nosotros pensamos: bueno, y si pasa en todo el país porqué no nos unimos, para luchar que haya justicia.

¿Qué hay democracia? Compañeros, pues si ya lo vimos en las elecciones que hicieron trampa. Porque no ganó Felipe Calderón. Lo que hizo, fue el Fox, es que metió pues, hizo trampa para que queda Felipe Calderón. ¿Para qué? Para que le tapa sus bribonadas de Martha Sahagún. Que lo sabemos que sus hijos se hicieron ricos. Y no trabajaron nada, nomás son hijos de Martha Sahagún. Viera que todos somos hijos de Martha Sahagún pues vamos a vivir bien. Pero pues nosotros no somos hijos de la fregada pues, y ellos sí, por eso pues están haciendo eso.

Y luego vamos preguntando pues en los trabajadores: ¿se paga bien al minero? ¿al que trabaja en la maquiladora? Bueno, nos cuentan: maquiladora 45 ó 100 pesos al día, 10-12 horas de trabajo. Compañeros, nos dicen unos que estudian, dice: si quieres vivir bien —sacan la cuenta de lo que se compra— necesitas 485 pesos al día, diez salarios mínimos. Para que una gente humilde viva, no para un rico. ¿Quién gana 10 salarios mínimos al día? Nadie. Todos andan entre dos o uno, o algunos ni eso ¿sí? Nomás les dan la comida como esclavos.

Es que no hay dinero —dice el gobierno—. Y entonces ¿por qué el político es más rico cada vez? ¿Por qué el dueño de la fábrica o de la mina, o de la maquiladora, gana mucho dinero. Entonces nosotros decimos: ¿qué pasa si en la mina sacamos a los mineros? Ya no produce. Si se queda sólo el patrón, no produce, no puede. ¿Y qué pasa si quitamos al patrón? No pasa nada, sigue produciendo la mina. ¿Y qué tal que la riqueza que salga la mina en lugar de que se la lleva el patrón, se la quedan los mineros? ¡Ah! Eso sería lo justo, porque el minero es el que trabaja. Si la trabajadora de la maquiladora se quedara con la ganancia, viviría bien. Si quitamos a la maquiladora la fábrica no produce. Si quitamos al capataz no pasa nada, y al dueño: igual produce.

Entonces nosotros estamos viendo eso y decimos: no pues es que lo que está mal aquí es quién se queda con las cosas, y eso es lo que tiene que cambiar. Porque no es justo que el que no trabaja gana mucho, y el que trabaja mucho gana poco o no gana nada. Entonces eso vemos pues, digamos: mineros y obreros y obreras.

Pero vemos en el campo. Bueno, lo que vemos es que les quitan la tierra a los ejidatarios con el Procede. Pero ¿no les dijeron que iban a ser pequeños propietarios?, y ¿qué iban a tener grandes extensiones de tierra y mucho ganando? Y resulta que ni siquiera hay precio para el producto. Y como quiera les compran bien barato el cabrito. Pero, si van a comerlo a Monterrey, no alcanza pues. Una semana pa’ comprar un plato. Pero aquí les dan unas cuantas monedas. Igual el queso. Igual todo lo que producen.

Los trabajadores agrícolas que están en las empresas estas de tomate pus cada vez les pagan menos. Pero el tomate, el rey del tomate —como dicen—, o sea el dueño, ése cada vez está ganando más dinero. Pus no lo vemos que esté pobre. Vemos que tiene una casa y luego ya tiene otra, y luego ya tiene un carro, y luego ya tiene otro carro. Y que cada vez está mejor él, pero no trabaja. Igual el líder sindical, igual el patrón, igual el político.

Entonces nosotros decimos: no pues lo que tenemos que hacer es voltear las cosas. Que el que está abajo viva bien, porque trabaja. Y el que no trabaja pues que no viva bien. Porque ahorita está como chueco, como que se enchuecó todas las cosas y ¿por qué? Y ¿por qué hay tantas injusticias? Miren, si ustedes van a la cárcel de aquí, municipal, o a la cárcel de la capital y abren la puerta van a encontrar pura gente igual que ustedes. Pero no van a encontrar ningún político. No van a encontrar a Napoleón Gómez Sada, y es el que debía estar. Y le van a preguntar a un preso:
—¿Tú por qué estás preso?
—Ni sé. Llegó la policía me agarró y me metió.

O uno dice:
—No pus es que yo agarré una manzana del mercado y me metieron al bote.

Entonces, ¿por qué el que se robó millones de dólares está libre, y el que se robó una manzana está preso? Pues porque el otro tiene dinero.

Si ustedes como campesinos van a demandar a Reforma Agraria: ¡bah! vuelta y vuelta ¿qué no? Y sellos y sellos, y no hay respuesta, no hay positivo pues. Pero si va el dueño de la empresa agrícola, ¡puta! hasta le sirven café cuando llega ¿qué no? Y si eres un campesino, en la puerta, si es que te reciben, si no: venga otro día.

Y ya nos platicaba un compañero ya de edad, que le quitaron su casa. Entonces empezó a demandar que su casa se la devuelven. Y lo metieron a la cárcel. A él, no al que le robó la casa. Y es ya de edad pues, esa gente dónde va a meterse. Entonces donde quiera estamos viendo esto. Entoncess nosotros decimos: ¿por qué no nos unimos todos? Y nos quitamos de los políticos, pero también de los empresarios. Y empezamos a hacer pues otra cosa.

Pero no se trata que viene alguien a decirnos cómo va a ser aquí. Sino que la misma gente de aquí de Charcas, de Venado… Cuando veníamos para acá, en Venado nos taparon unos campesinos y no dijeron: que el presidente municipal, que es del PAN —igual que Fox, igual que el gobernador— no les da el agua a ellos. Pero se está haciendo un rancho, pero de lujo. Y ése sí tiene pavimento, tiene agua, tiene luz, tiene drenaje. Y las comunidades que están al lado no tienen nada.

Nos lo dijeron pues, no es que lo inventé yo. La misma gente nos paró y nos dijo eso. Y dice: hay unas casas que dieron, que dio el gobierno dice: ayuda para los pobres. Y las casas tienen que pagar 20 mil pesos. Pues si tuviera 20 mil pesos no estaría pidiendo casa. Entonces ¿quién se está quedando con las casas? el que tiene dinero y el pobre no.

Y así nos estamos viendo pues muchas historias aquí en San Luis y en todo el país. Entonces nosotros decimos: ¿por qué no nos unimos todos? Y que cada quien en su lugar se organice y mande. Por ejemplo, los compañeros mineros que ellos manden ahí, no que mande otro que viene de fuera. Porque ellos saben mero cómo está ahí la situación.

Que la gente, las amas de casa de Charcas dice: aquí tiene que hacerse así las cosas, no como el presidente municipal se le ocurre. Que además se queda con un buen tanto, lo sabemos bien.

Y así en cada lugar, que la misma gente tome. Tons dice: no pues es que si lo hacemos aquí en Charcas solito pues nos va a caer la policía. Pero compañeros también en San Luis capital están luchando, también en la Huasteca, y también en Zacatecas, y en Nuevo León y en Tamaulipas, y en Veracruz. Y en todo el país hay gente, nomás que está como suelta, como regada.

Y entonces lo que estamos haciendo aquí la Otra Campaña. Así le decimos porque no es para agarrar un puesto. Lo que estamos haciendo es preparando un movimiento. Así como el de la revolución y como de la guerra de independencia. Pero no con las armas, sino con lucha pacífica. Y que todos nos levantemos al mismo tiempo, y botemos a todos los políticos. A todos, no vamos a respetar ninguno: presidente municipal, regidor, gobernador, diputado local, diputado federal, senador, presidente, su esposa del presidente, todo pues eso quitarlos. Ya si quitamos eso queda un buen tanto de dinero.

Compañeros, qué les va a decir Fox o Calderón de aquí. Ni sabe que existe Charcas. No sabe, él sabe namás que está San Luis Potosí y ahí le manda decir a De los Santos, y el otro se roba un tanto, otro tanto se roba el diputado, otro tanto el presidente, otro el regidor. Y ya a la gente no le llega nada. Tons…

Pero eso sí, a la hora de cobrar el impuesto: ¡ah! cumples. Y a la hora de cobrar la luz, y el agua, y el drenaje, y la renta. Y a la hora que vas a vender tu producto: unas monedas. Y a la hora que vas a comprar para comer o vestirte no alcanza ya.

¿Qué haces pues? Ni modo que no vas a comer. Pues le remiendas el calcetín otra vez, o vuelves a ponerte el mismo sombrero, o lo que sea . Porque no hay pa’ donde hacerse. Que va a estudiar el niño en la escuela, porque es gratuita. Le piden cuota para la fiesta del maestro. Que tiene que llevar uniforme. Que tiene que comprar el cuaderno. Que tiene que comprar el libro. Que tiene que dar cuota para no sé qué. Y entonces resulta que está pagando la escuela ¿y de dónde? Pues que no va a la escuela. Y entonces para qué es niño, si no lo dejan estudiar.

Entonces nosotros decimos: quitamos a todos esos y de una vez, ¿pa’ qué nos detenemos? De una vez vámonos también con los propietarios. Que la empresa esa de tomate sea propiedad de los trabajadores y que se vaya el patrón. Que la mina sea propiedad de los trabajadores, de los mineros, y que se vaya el patrón. Y así en cada lugar, que cada quién sea dueño de la riqueza.

Y entre todos nos pongamos de acuerdo y vas a ver cómo vivimos mejor. Eso es lo que nosotros estamos diciendo y lo que estamos proponiendo. Y los invitamos a que lo piensan.

Porque aquí no se trata pues de que vamos a ser presidente, vamos a ser gobernador. No. Se trata que la misma gente se organiza para exigir sus derechos.

Aquí hay unos compañeros que son de la Otra Campaña y se van a reunir el día 10 de diciembre a las 2 de la tarde en la casa de Jesús. ¡Lleguen! No, no les vamos a pedir cuota. Pero no vamos a dar gorras, ni tortas, ni nada. Vamos a escucharlos. Y entonces vamos a aprender ahí de ustedes.

Y entonces lo que estamos haciendo es un… se llama Programa Nacional de Lucha. Porque ya ves que llegan los políticos y dicen: yo prometo no sé qué cosa en el Altiplano. Pero no les pregunta. Y nosotros lo que vamos a hacer es: no, en el Altiplano se va a hacer esto ¿por qué? porque la gente del Altiplano dijo que esto es lo que se necesita: agua, que se acaben los cañonazos de ion contra las nubes, que se reparta la tierra, que haya precio para el producto, que haya buenas condiciones laborales para los mineros, que haya buenas condiciones y se respete el salario y la jornada laboral de las maquiladoras. Todo lo que tiene cada quien. Pero no es que alguien lo inventó, sino es lo mismo la gente que dijo.

Entonces es lo que queremos. A las 2 de la tarde, en la casa de Jesús, el día 10 de diciembre. Hay tiempo pues para pensarlo, menos de un mes. Y a lo mejor pus nomás quieren asomarse a ver de qué se trata. Pus órale, no pasa nada. Si no les gusta pues igual no hay problema pues. Pero lo que sí les tengo que decir, es lo que va a pasar si no hacemos nada.

Miren, ustedes lo saben lo que está pasando aquí, que mucha gente se está yendo a trabajar a otros lados. O sea como que se está despoblando. Y saben que también que los ejidatarios que vendieron su tierra, y que no se fueron al otro lado, ahora están de peones en su misma tierra. Pero ahora es el dueño es otro. Entonces lo que está pasando es que aquí van a mandar los gringos, o sea México se va a desaparecer.

Ya no va a haber patria, ni bandera, ni himno nacional, ni cactus, ni nada. El Altiplano va a ser un desierto como el de Arizona y aquí van a estar los gringos, y nosotros vamos a estar de sus sirvientes.

Si no hacemos nada, los gobiernos van a acabar de vender el país. Y cada vez nos va a ir peor. Parece que ya no puede ir peor. Sí puede ir peor. Nosotros ya lo vivimos. Que es que alguien se muera sin que nadie se de cuenta. Es lo que nosotros decimos: que se olviden de uno, y que no importa si se muere, si vive, si sufre, ni nada. Que seamos como animales, como perros de la calle que a nadie le importa. Eso es lo que va a pasar, compañeros y compañeras.

Entonces nosotros los invitamos a que se unan. No al EZLN ¿sí? Sino que su misma organización la unan con otras. Para que cuando hay un problema nos apoyamos. Si los mineros tienen una demanda, nosotros apoyamos con otras organizaciones. Si los ejidatarios de El Cedazo tienen problema los apoyamos. Si las trabajadoras de las maquiladoras… y así nos vamos apoyando. Y también si hay problema en otro lado ustedes apoyan. Hasta que ya terminamos de ponernos de acuerdo todos. Y entonces sí vamos por esos de arriba. Pero vamos pues por todos. Y eso es lo que les quería contar.

Porque ustedes saben que cuando luchan tienen una demanda: no sale en la televisión. Y si luchan dicen: no pus es que son unos delincuentes. Aunque uno esté luchando por la tierra. Y así como dicen mentiras de nosotros, van a decir mentiras de ustedes. Pero como ya nos estamos conociendo, pues ya no vamos a creer eso. Cuando digan algo de Charcas, pues vamos a preguntarle a los compañeros y compañeras de Charcas:
—¿Cómo está ahí?
—No pues está así.
—¡Ah! Entonces no es como dice la televisión.
—No.

Porque ya ven que echan muchas mentiras de los mineros, de las maquiladoras, de los ejidatarios, de los maestros, del magisterio, de los estudiantes, de los jóvenes. Pero ya no lo creemos eso que está allá arriba. Lo que creemos es lo que la misma gente nos está diciendo.

Tonses compañeros y compañeras, pues ahí piénsenlo. Aquí no se trata que manda otro, sino que ustedes mismos mandan. Y nos ponemos de acuerdo.

Nosotros lo único que queremos allá en Chiapas es que nos dejen en paz. Queremos ser indígenas, no queremos ser mestizos. Queremos ser indígenas, hablar como indígenas y seguir siendo mexicanos. Y ser compañeros y compatriotas de San Luis Potosí, de Baja California. No queremos hacer otro país. Porque de por sí peleamos por México en la independencia, y peleamos por México en la revolución mexicana, y vamos a pelear en esto de la Otra Campaña por métodos civiles y pacíficos.

Queremos que nos dejen con nuestras costumbres, sembrar la tierra, vivir bien, educarnos, tener salud. Y pensamos que ustedes también quieren que los dejen en paz, que no los tengan con el pie en el pescuezo, que no los deja ni respirar. Que cada día puedan acostarse en la noche sin la angustia de que: ¡chin! ¿qué va a pasar mañana? ¿será que no me van a correr? ¿será que me va a alcanzar el dinero? ¿será que voy a poder ir a la escuela? ¿será que no me van a pegar, a golpear, a violar? Porque así estamos viviendo todos.

Lo que nosotros queremos es vivir en paz todos en todo el país. Y los que no nos dejan vivir en paz son dos: los políticos y los empresarios. Entonces tenemos que quitarlos a ellos y empezar a vivir bien.

Gracias compañeros, gracias compañeras.

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17 Comentarios »

  1. Gracias compañeros de la Comisión Sexta, Delegado Zero y Karavana zapatista, medios independientes, gracias por escuchar nuestra palabra y visitar la capital de San Luis Potosí. Gracias por difundir los sentires zapatistas de hombres y mujeres que integran la otra san luis.

    Un abrazo femenino y combativo.

    http://www.memoriazapatista.blogspot.coom

    Hasta muy pronto.

    Comentario de Montserrat Balcorta — noviembre 14, 2006 @ 11:38 am

  2. !saludos desde de Viena/Austria!I just read about the slaughter of the Companer@s y Nin@s enChiapas…Mis pensamientos y dolor con Tod@a!!!-I`m also on my way to see a video taken by Sr.Leo G. in Augusto en Oaxaca.Even though there`s nothing mentioned on the EZLN-Site,there`s actually quite some Soli-stuff going on here in Vienna.-Saludos y Libertad y Paz para TOD@S!!!-iris-

    Comentario de iris — noviembre 14, 2006 @ 11:48 am

  3. hola acabo de escuchar que en chiapas se enfrentaron presuntos zapatistas con indigenas lacandones a balazos por un predio y que hay muertos, hace unos momentos en las noticias de la radio de adriana perez cañedo hoy 14 de nov 2006

    Comentario de EMILIO G.M — noviembre 14, 2006 @ 1:18 pm

  4. hay que esperar confirmacion, compañeros, fue en palenque por lo que escuche en las noticias, hace 15 minutos, se dijo la noticia segun fue un enfentamiento por un predio, no hay que caer en provocaciones, pueden ser grupos, provocadores

    Comentario de EMILIO G.M — noviembre 14, 2006 @ 1:25 pm

  5. hola soy del municipio de charcas, estuve escuchando las palabras del subcomandante marcos, me parecio una persona muy bien preparada y que tiene razón en muchos aspecto

    Comentario de norma delia reyna — noviembre 14, 2006 @ 3:14 pm

  6. Un saludo muy afectuoso a los compañeros de Charcas, Venado, San Juan del Tuzal, Coyotillos y Mezquitc.
    Suerte en su lucha y que la esperanza no decaiaga.

    Comentario de Pollo Elviro — noviembre 15, 2006 @ 12:29 am

  7. Anoche, ya muy noche, nos enteramos del ataque a los compas en Viejo Velasco Suárez, Chiapas.
    La lista de fallecidos que da el Fray Ba es:
    1. Artemio Benítez Pérez.
    2. Domingo Pérez López.
    3. Elizabeth Benítez Pérez
    4. Felicito Pérez Parcero
    5. Filemón Benítez Pérez
    6. Hilario Pérez López
    7. María Núñez González
    8. María Pérez González
    9. María Pérez Pérez
    10. Martha Pérez Pérez
    11. Noyli Benítez Pérez (8 años)
    12. Pedro Núñez Pérez
    13. Petrona Núñez González
    14. Un recién nacido.
    Pensamos que el gobierno está queriendo obligar al EZLN y a otros grupos a irse por el camino de las armas, es decir, como Acteal, como las anteriores agresiones (incluida la de los perredistas en Zinacantán), quieren cerra la puerta a la lucha pacífica. Porque tanto la Otra Campaña como la lucha de la APPO y el pueblo de Oaxaca tienen mayor peligro para el gobierno por la vía pacífica que cualquier supuesta vía armada.
    Tenemos que lograr una organización fuerte, que descarrile los atentados violentos del gobierno, que logre que respeten a todos y todas nuestros compas.
    Así que, hasta SLP, y donde anden, un saludo desde Jalapa, Ver., a toda la Karavana de la Otra.

    Comentario de Javier Hernández Alpízar — noviembre 15, 2006 @ 10:56 am

  8. Saludos compas, pues ya empezaron estos hijos de puta con sus
    hostigamientos, empecemos a darle difusión y a cuidarnos mucho, aquí les dejo la nota que aparece en la página de Marko (por cierto, también ya los estamos identificando, ya estamos hablando con otras personas sobre la presencia del MURO en la UASLP, creo que de aquí puede venir el ataque, por mi parte yo ya lo comenté con algunos integrantes de la
    karavana):

    http://colordelapalabra.blogspot.com/2006/11/san-luis-en-la-otra-campaa.html

    Un anónimo dijo:

    Para lo que me pagan, esta paginita tan culera como las otras que tienes
    no afectan en nada. Nosotros, tambien universitarios de la UASLP, te
    seguimos vigilando.
    Lanzamos nuestra primer declaratoria anonima. Ya los identificamos para
    que le digas a tu bandita que se empiece a cuidar.
    Un saludo a Pablo, Moises, Gabriel y a los otros imbeciles que
    participan como seudo estudiantes y seudo guerrilleros zapatistas. No me
    hagan reir.

    miércoles, noviembre 15, 2006 1:41:00 PM

    Comentario de Gabriel — noviembre 15, 2006 @ 5:37 pm

  9. http://chiapas.indymedia.org/display.php3?article_id=138784

    QUE YA NO CHINGUEN ESOS POLICIAS A LOS COMPAÑEROS DE MONTES AZULES EN CHIAPAS

    UNAMOS CONTRA ESTA ACCION VIOLENTA Y SINVERGUENZA DE LOS MALOS GOBIERNOS.,

    MUERA EL MAL GOBIERNO

    VIVA LA OTRA CAMPAÑA

    Comentario de TOCHRLI — noviembre 15, 2006 @ 8:41 pm

  10. Que onda compañeros, espero que esten bien. Les recuerdo que no importa cuanto nos repriman, nosotros somos mas y aparte (parafraseando a Marti) la razon y la justicia esta de nuestro lado y por eso trunfaremos, y ya saben que estamos en pie de lucha (pasifica), sin embargo si es necesario con gran valor le entraremos a los chingasos porque las cosas ya no pueden seguir asi. Saludos fraternos a todos los compañeros de la otra y tambien a los compas de la caravana. ¡EXITO!

    Comentario de Ana Lilia — noviembre 15, 2006 @ 8:49 pm

  11. Bien hermanas y hermanos cada ves somos mas los que luchamos, ideologicamente o activamente.
    Las nesidades cada ves son mas notorias en esta lucha donde solo la unidad vencera.
    Recordemos que el mal gobierno está unido, aun que son pocos pero son muy malos y disponen de muchas herramientas.
    Confrontan a indigenas, grupos sociales, de estudiantes, etc. etc.
    No permitamos que nos dividan, usemos todos los medios disponibles y con mucha inteligencia.
    Suerte a toda la carabana y luchadores donde quiera que estén.

    Comentario de Pradip — noviembre 15, 2006 @ 10:48 pm

  12. POR FAVOR PONGAN EN ESCRITO LO QUE SE DIJO EN LA REUNION.. GRACIAS Y LES MANDO SALUDOS A TODOS USTEDES… GRACIAS HERMANOS Y HERMANAS DE LA CARABANA

    Comentario de XOLOXOCHILT — noviembre 16, 2006 @ 11:58 am

  13. SALUDOS DESDE EL OTRO MATAMOROS.

    ME CONSIDERO UNO MAS DEL MOVIMIENTO KE CADA DÌA ESTÀ GANANDO MAS PERSONAS KE ESÀN CANSAD@S DE VIVIR OPRIMID@S Y EXPLOTAD@S.

    SOMOS MUCH@S L@S KE KEREMOS KE LA TIERRA SEA DE L@S CAMPESIN@OS Y NO DE LAS PINCHES RATAS DEL GOBIERNO.

    ME DESPIDO DE USTEDES Y RECUERDEN KE AKÀ EN MATAMOROS: ZAPATA VIVE Y LA LUCHA SIGUE Y SIGUE.
    «L@S KE MUEREN POR LA VIDA NO PUEDEN LLAMARSE MUERT@S»…ERNESTO CHE GUEVARA.

    Comentario de LUIS ERNESTO CASTRO — noviembre 16, 2006 @ 7:32 pm

  14. Muchas gracias se los agradesco infinitamente el que hayan puesto el escrito a mi me gusta imprimirlos y los tengo guardados en carpetas para despues leerlos y reflexionarlos… muchas gracias viva la resistencia zapatista, saludos a mis compañeros de queretaro que ayer marcharon por las calles, no se desanimen ustedes pueden… ustedes ya saben que son y quienes soy, porque viven y porque luchan no como los aristocratas politicos y policias que ante su ignorancia utilizan la fuerza bruta… pero nosotros y nosotras que si tenemos inteligencia porque tristemente hay personas sobre todo del gobierno, secretarias entre otros anexos que caresen de ella, que utilizan la violencia para demostrar que son fuertes y que tienen el poder, pero nosotros mujeres y hombres, niños y ancianos no vamos a descanzar, hasta el final

    pd. gracias compañero por la fecha y la cita y si con mucho gusto… les ayudare

    Comentario de xoloxochilt — noviembre 18, 2006 @ 12:37 pm

  15. Compañeros Zapatistas, estoy muy sorprendido y contento, por este gran mobimiento que encabezan ustedes, junto con el delegado cero, es para mi un aliento saber, conocer, que se lleve a cabo esta labor patriota, con un criterio real es decir verdadero, «El pueblo debe mandar»! aqui y en todo el mundo. Este tipo de gobierno tiene que caer, solo hay que organizarnos como pueblo y tomar las deciciones. Un gran abrazo a todas las personas que andan haciendo esto realidad.

    Comentario de alid perez — noviembre 27, 2006 @ 1:36 pm

  16. Hola soy un indígena mas de esta bella America felicito por la integración en la tecnologia, ya que no hay contemporáneamente otra herramienta de comunicación que tenga cobertura global que permite y permitirá hacer una legislación planetaria para hacer cierto la aldea global donde se ponga de manifiesto las necesidades y los avances sociales y la evolución del pensar.
    Carlos Moreta (escultura Poesía)
    » No hay mas Dios que la naturaleza ni mas religión que el amor a la tierra y al universo.)
    Carlos Moreta

    Comentario de Carlos Moreta — diciembre 14, 2006 @ 6:36 pm

  17. me parece muy chingon k haya gente komo ustedes km estan dispuestos a hacer algo por nuestros hermanos haya en chiapas siempre es bueno saber k no estamos solos gracias. la tierra para kien la trabaja

    Comentario de selene govea — octubre 26, 2007 @ 7:23 pm

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