En la Normal de San Marcos
Transcripciones
Loreto, Zacatecas.
Reunión en la Normal Rural San Marcos
9 de noviembre del 2006
Bueno compañeros, compañeras. Primero que nada, gracias a la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México y a la Escuela Normal Rural de aquí de San Marcos, que nos hayan dado el hospedaje y que nos hayan recibido y escuchen nuestra palabra. Y nos hayan regalado la suya.
¡Híjole! Casi nomás les faltó preguntar porqué uso pasamontaña. Y a diferencia de lo que dice el líder purépecha indígena Juan Chávez, se ve que no conocen nada del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, ni de lo que pasó en 1994 y para acá.
Voy a pedirle disculpas a los compañeros de la karavana, porque algunos vienen oyendo lo que voy a decir ahora desde Quintana Roo, cuando menos. Algunos hasta desde hace 12 años, y voy a contarles nuestra historia. Que ojalá sirva de algo, pero entendemos pues que Chiapas está lejos, como estaban lejos los pueblos indios.
Nosotros somos indígenas de raíz maya. Nuestros pueblos se llaman tzeltal, tzotzil, chol, tojolabal, zoque y mame. Porque son las lenguas que hablamos y son nuestra cultura. Nosotros vivimos en las montañas del sureste mexicano, que es el último rincón que hay en este país, casi en la frontera con Guatemala.
Y estábamos completamente olvidados, no sólo del gobierno, sino también de las escuelas normales rurales. Ahí no llegaba ningún maestro, ni siquiera había escuelas, no había hospitales, no había doctores, no había medicina, no había partidos políticos, no había gobierno, no había registro civil. No había nada, ni siquiera carreteras.
Nuestra gente tenía que caminar dos o tres días de camino, a pie, por las montañas, por los caminos de extravío, brechas —o caminos reales, les decimos nosotros, porque están desde antes de la conquista—, para poder llegar a una carretera y poder luego llegar a la cabecera municipal para vender nuestros productos.
Vivíamos en las montañas y ahí sembrábamos. Si alguien tiene alguna noción de agricultura —yo creo que los compañeros que vienen de los ex braceros, saben a lo que me refiero—, nosotros ni siquiera la yunta usábamos. Usábamos la coa: es un palo que vas haciendo un hoyo y ahí vas poniendo la semilla. Y sembrábamos en la mera ladera del monte, entonces no daba nada de maíz. Las buenas extensiones de tierra estaban en manos de los latifundistas —finqueros les decimos allá—.
Llegó una época en que hubo mucha enfermedad y empezaron a morir los niños, muchos, miles. Y entonces, las comunidades, los pueblos indígenas se enfrentaron con la disyuntiva que iban a desaparecer como cultura. Hagan de cuenta que estuvieran aventando bombas y balas que sólo mataran a los menores de cinco años. Nada más que las balas eran calenturas, diarreas, enfermedades curables.
Nosotros estábamos en las montañas. Yo nací en 1984, en las montañas, y ahí nos estuvimos preparando diez años en el arte de la guerra. Y en el arte de la palabra. En esos diez años, las comunidades transformaron lo que era el EZLN original en un ejército al servicio de las comunidades. Un ejército que los obedeciera.
Cuando llegaron estas enfermedades, junto con el recorte que significaba en la expectativa de la tenencia de la tierra, con la reforma de Salinas de Gortari, las comunidades decidieron alzarse en armas, porque eligieron la forma de morir. Si morían como animales, sin que nadie se diera cuenta, ni siquiera ustedes, o si moríamos peleando.
Las comunidades decidieron morir peleando e hicieron el planteamiento, por asambleas de todos los pueblos, de declararle la guerra al gobierno. Nos preparamos, y el primero de enero del 94, con más de cinco mil hombres y mujeres tomamos siete cabeceras del suroriental estado mexicano de Chiapas.
Inmediatamente que tomamos esas ciudades, empezaron los combates con el ejército federal. Y hubo un movimiento nacional e internacional pidiendo que cesaran los combates. Tal vez, como dice el compañero, la gente se iba se iba a levantar. Nosotros lo que vimos es que la gente se levantó para decir que no hubiera guerra. Fueron millones de gentes en todo el país, y en el resto del mundo, pidiendo que se detuviera la guerra, y que se solucionaran las demandas de los indígenas de Chiapas nada más.
En ese momento, nosotros no entendíamos nada y sabemos que ustedes, y muchos como ustedes tampoco entendían nada. Se decía que Marcos era extranjero. Que el EZLN era pagado por —el oro de Moscú ya no, porque ya no existía la Unión Soviética—, pero por alguien estaba siendo pagado del extranjero para desestabilizar al país. Se decía también que los indígenas estaban siendo manipulados por un grupo de mestizos venido de fuera.
Y se decía también que éramos pagados también por una fracción del PRI, o una fracción del gobierno que estaba en contra de Salinas de Gortari. La mayoría de ustedes no se acuerda, pero creo que deberían estudiarlo. Pero en 1993, Carlos Salinas de Gortari era el hombre más poderoso de este país. Y nadie se atrevía a hablar en público del socialismo, por ejemplo.
Se había derrumbado la Unión Soviética. Y con ella, se había derrumbado todo el campo socialista. Sólo quedaba Cuba, sólo queda Cuba. Precisamente en América Latina, sosteniendo esa alternativa para la humanidad. Y parecía que no había remedio. El PRD que tanto entusiasmo les causa, estaba completamente bocabajo. Salinas de Gortari los había asesinado a unos cuantos, y a otros los había comprado —no unos cuantos, más de 300 mató—.
Y uno de ellos, de los que los mató, y que también fue culpable de los golpes que recibió la Escuela Normal Rural de Mexe, en Hidalgo —sus compañeros y compañeras—, uno de ellos que los golpeó: José Guadarrama se llama, es ahora flamante senador por parte del partido que tanto entusiasmo les causa, porque es una opción para los pobres.
En ese entonces, nosotros nos alzamos en armas con esta declaratoria que se decía: ya basta. Se da este movimiento, nos sentamos a dialogar con el gobierno, perdón, pero no nos sentamos solos nosotros compañeros. Invitamos a todos los pueblos indios del país y se sentaron junto con nosotros de nuestro lado. Y del lado del gobierno mandaron pues a una delegación que cada sexenio va cambiando, junto con el presidente. O a veces cuando pasa algo los cambian antes.
Pero, al mismo tiempo, empezamos a conocer otras cosas que no conocíamos. Nosotros no sabíamos lo que estaba pasando en el resto del país. Así como el resto del país no sabía qué estaba pasando con nosotros. Empezamos a encontrarnos con este movimiento: civil le dijimos nosotros. Sociedad civil, porque no lo ubicábamos como clase política. Porque la clase política eran los partidos electorales.
Y entre ellos encontramos a gente de Zacatecas, gente de abajo, no líderes, ni políticos, ni nada. Que nos empezó a contar no sólo de Zacatecas, sino también de otras partes del país empezaron a llegar allá —los que podían, porque está lejos— y a contarnos también de las necesidades, de los sufrimientos, y sobre todo de la luchas que estaban pasando en el resto del país.
Nosotros hicimos varias movilizaciones para exigir que el gobierno cumpliera lo que firmó. Tal vez en alguna de sus clases de historia les digan que el gobierno firma las cosas y luego no las cumple. Firmó los acuerdos de San Andrés que, en lo básico, significaban que el gobierno y la sociedad reconocían a los pueblos indios.
Y reconocía sus derechos. Y el derecho de los pueblos indios es el derecho al territorio. Todo lo que está donde vivimos nosotros, es nuestro. Y nadie lo puede tomar, comprar, vender o invadir, o a entrar ahí si quiera, sin permiso de los pueblos indios. Eso es lo que dicen los acuerdos de San Andrés y que el gobierno no cumplió.
En el año 2000… En el año de 1994, nosotros nos encontramos con el entonces candidato a la presidencia de la República por el partido que tanto entusiasmo les causa, que era Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Cárdenas pierde la elección, lo mandan a tercer lugar, queda en primer lugar Zedillo —que era el relevo de Colosio, el candidato que mató el mismo Salinas de Gortari, en segundo lugar Fernández de Cevallos y en tercer lugar Cárdenas.
Lo que hace el PRD es decir que perdieron por culpa nuestra. Porque el EZLN apoyó a Cárdenas. Pasaron los seis años de Zedillo, fuimos traicionados. En 1995, volvimos a pelear contra el ejército, en febrero del 95. Nos causaron bajas, les volvimos a causar bajas otra vez. Y entraron esos Acuerdos de San Andrés —que les digo que no se cumplieron—, que se firmaron en 1996.
En el 2000, compañera, como estaba esta presión de que por culpa de nosotros éramos una opción violenta, armada, mal encarada, mal hablada, mal educada, ponemos los codos en la mesa y subimos las patas encima de las sillas, nosotros dijimos: bueno, nos vamos a hacer a un lado. Si la supuesta izquierda electoral dice que le perjudicamos, entonces nos quedamos callados y vamos a esperar qué pasa.
Pasó que perdió el PRI y no perdió —como se ha demostrado estos seis años—, porque no cambió nada en lo fundamental, a pesar de que Acción Nacional haya tenido el poder. Cualquiera que haya revisado sensatamente las políticas económicas de Fox, las de Zedillo y las de Salinas ve que hay una continuidad. Que no hubo ningún cambio.
Cambió, en efecto, el color del que está arriba, pero no cambió su política para los de abajo. Siguió el despojo, siguió la explotación, siguió el racismo y siguió la represión. Como se demostró en estos seis años.
Ni siquiera cambió el tipo de gobernante. Porque es tan idiota Fox, como lo fue Zedillo. Y es tan baboso al declarar como lo fue Zedillo. NO hubo ningún cambio pues es ese sentido.
En el año del 2001, nosotros lanzamos una iniciativa pacífica para que el gobierno, el Congreso del Estado hiciera las reformas constitucionales para que nos reconocieran como pueblos indios. Fue la Marcha del Color de la Tierra —dijimos nosotros—, o de la Dignidad Indígena.
Hicimos la marcha, se juntaron millones. Millones de gentes por todo el país y en el resto del mundo, que decían que sí, que había que reconocer los derechos. Y los tres partidos políticos: el PRI, el PAN y el PRD, votan en contra de esa ley y votan otra ley. Esa otra ley nos tiene otra vez como limosneros, y como productores de artesanías. No como dueños de la tierra.
El senador que coordinaba la bancada del PRD en el Senado es Jesús Ortega. Si le suena a esa opción de los pobres de López Obrador, fue el coordinador de la campaña presidencial de López Obrador.
En el año de… Nos traicionaron ahí y nosotros dijimos: ya no podemos seguir hablando con los de arriba, porque nada más nos engañan. Dicen que van a resolver las cosas, y no las resuelven. Pero además, ésos que se dicen de izquierda y que tienen la opción por los pobres, es pura mentira. En realidad, están con los ricos. Ni siquiera quieren reconocer a un movimiento legítimo, que ha puesto nuestra sangre —nuestra sangre— en las calles. No las palabras, la sangre nuestra. Ni siquiera eso reconocieron.
Sólo se acercaron a nosotros para tomarse las fotos. O para hacer declaraciones, o para decir que era izquierda. Pero cuando tenían que demostrarlo, no lo hicieron. Porque nuestro, el reconocimiento de nuestros derechos significaba un golpe muy duro a las transnacionales que se quieren apoderar del agua, del petróleo, del aire y de los árboles. Y de otros minerales que hay abajo.
Bueno, entonces, nosotros dijimos: ¿para qué vamos a hablar con los de arriba? Mejor vamos a hablar con los de abajo. Pero tenemos que prepararnos para eso. No podemos ir así nada más por el resto del país, si no estamos preparados a cambiar las cosas también en nuestra forma de hacer. Hasta entonces, cuando salíamos, sólo hablábamos nosotros y la gente escuchaba. Y nosotros decíamos que teníamos que salir ahora a lo contrario: a escuchar nosotros primero. Y luego si había chance hablábamos, si no, pues no.
Todo ese tiempo nos estuvimos preparando. Y en nuestras comunidades, lo que se empezó a hacer es aplicar esa autonomía. Nuestras comunidades formaron los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas, o sea, no obedecen ni a los gobiernos municipales, ni al estatal, ni al federal. Y no reciben ninguna ayuda del gobierno. Ninguna, ni un quinto. Y formamos las Juntas de Buen Gobierno.
Donde antes no había medicinas, ni escuelas, ni hospitales, ni tierra, ahora hay compañeros y compañeras. Antes no había. Y no se levantaron con programas gubernamentales, ni con presupuesto, ni con proyectos, ni con Procede, ni Procecom, ni Progresa, ni todos los nombres que han tomado esas políticas gubernamentales. Se construyeron con la ayuda de gente como ustedes en este país, y en otras partes del mundo.
Nosotros, no hemos recibido para nosotros, ni un quinto. Nosotros nos mantenemos de lo que la gente nos da. En este caso, cuando estamos allá, de lo que el pueblo nos da: tortilla, frijol, arroz, lo que nos da, y eso es lo que comemos. Nos hacemos nuestra propia ropa. Nos cocemos nuestras propias botas. Pero toda esa ayuda que empezó a llegar porque el EZLN despertó muchas simpatías en México y en el mundo, en lugar de usarlo nosotros, para nosotros mismos, se usó para el beneficio de las comunidades.
El EZLN tiene el orgullo de ser un movimiento que no postergó para después el beneficio para sus comunidades. Sino en el mismo transcurso de la lucha, nuestros compañeros y compañeras bases de apoyo viven mejor que las comunidades priístas que sí reciben el apoyo del gobierno.
En una de ésas, otra vez ese partido que tanto los ilumina, el PRD en Zinacantán quería obligar a unos compañeros a que fueran autoridad. El principio del EZLN es que nosotros no vamos a tomar el poder, no vamos a ser gobierno. Nuestro trabajo es organizar a la gente para que ponga el gobierno que necesita, que merece. Y nuestra concepción es que el gobierno tiene que obedecer al pueblo. El pueblo manda, el gobierno obedece es nuestra consigna.
Entonces, éstos del PRD querían obligar a unos zapatistas a que fueran regidores. Los compañeros se negaron porque nuestro principio lo prohíbe. Y aquí está la diferencia que preguntaban entre ser rebelde y ser revolucionario: rebelde es mi General Emiliano Zapata, que cuando llega a la ciudad de México ve la silla presidencial y se da media vuelta y se regresa. Es mi General Villa que se sienta en la silla, se toma la foto, se para y se regresa otra vez. El rebelde es el que cree que es el pueblo organizado el que va a cambiar las cosas. Y el revolucionario, con mayúscula, para diferenciarlo del revolucionario con minúscula, es el que piensa que si toma el poder, desde arriba va a empezar a cambiar las cosas. Nosotros decimos que hay otro que es el revolucionario con minúsculas, que es el que piensa que hay que hacer las dos cosas: organizarse abajo y tomar el poder.
Pero cuando Julio Scherer hace esa pregunta, que es la entrevista de televisión que se refería el compañero, él está preguntando si somos Revolucionarios con mayúsculas. O sea, si nos planteamos tomar el poder y ya ahí, un líder: Marcos o el que sea, él solito va a empezar órdenes para que se cambie todo y lleguen las cosas abajo. No, nosotros dijimos no. Nosotros preferimos trabajar con la gente de abajo y organizarla. Y entonces sí, que se levante todo. Y que cambien el gobierno. Pero no sólo el gobierno, sino también las instituciones.
Este gobierno de Zinacantán, para reprimir a los compañeros que no querían ser autoridad fíjate, no es que querían carro, ni tierras, ni nada. No querían ser regidores. Les cortaron el agua. Las mangueras, porque tampoco crean que es tubería. Son mangueras que vienen de los manantiales. Se las cortan para que no puedan tener agua. Los compañeros piden hablar para llegar a arreglo. Les dicen que no, que tienen que obedecer. A un zapatista le puedes decir todo, menos que obedezca a alguien que no es zapatista.
Entonces, se organizaron los compañeros de la zona de los Altos e hicieron una manifestación muy grande, muchos miles de compañeros, para llevar agua. En bidones, en cantimploras a los compañeros que estaban allá. Cuando acabó la marcha y se iban regresando los perredistas paramilitares, esa opción para los pobres, los atacó a balazos. No crean que les gritaron mentadas de madre. Ésas duelen pero no matan. Les aventaron balas. Y el PRD, ni ustedes, dijeron nada. Y los agredidos eran zapatistas.
Pero ya no dijeron nada, porque los agresores eran perredistas. Si hubieran sido priístas entonces sí se hubiera hecho mucha bulla. Pero eran perredistas, aunque el día anterior eran priístas. Bueno, ni modo, dos traiciones. La de la ley indígena y la del ataque de Zinacantán.
En 2004, nosotros vemos que ya estamos listos, que tenemos que preparar las cosas y tenemos que avisarle a la gente que si antes creíamos en el PRD, ya no creíamos en el PRD. Entonces, empezamos a hacer público las críticas al PRD. Que tampoco les gustaron. Pero nunca las contestaron. Nunca dijeron que era mentira lo que estábamos diciendo. Porque era verdad lo que estábamos diciendo.
Cuando lanzamos la Sexta Declaración, nosotros estamos diciendo: queremos ser sus compañeros y compañeras, no sólo de la Federación, ni de la Normal. Sino de los campesinos también, de la Tesorera. O de los indígenas que viven en la Sierra de Morones. De todos los que están abajo, queremos ser sus compañeros.
Pero teníamos que conocernos. Porque así como ustedes no saben nada de nosotros, nosotros tampoco sabíamos nada de ustedes. A la Federación la encontramos en Ayotzinapa, en la Normal. Nos reciben, nos dan el hospedaje y la alimentación —así como ustedes— y nos cuentan de qué se trata. Y entonces, ya nos conocemos. Y a la hora que dos se empiezan a conocer, se empiezan a respetar.
Pero así como conocimos a la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, y las luchas de las normales rurales, también estamos conociendo muchas otras luchas que antes no se conocían. Así como ahorita ustedes reflejaron que no conocían nada del EZLN. También, muchos en muchas partes no conocen cuál es la lucha de las normales rurales. Ni cuál es la lucha de la Federación.
Y estas visitas, y estas reuniones para eso sirven. Para que ustedes mismos cuenten su historia, sus problemas y sus luchas. Y otros, gracias a esos compañeros que vienen en la karavana —que traen las cámaras y los micrófonos— las lleven para otro lado, para que otros las conozcan. Otros sepan qué es la Federación, qué es una escuela normal rural. Porqué nació, cuál es su historia, qué pasó en 69. Qué les pasó en Macumatzá, qué les pasó en el Mexe. Porqué están luchando, porqué se defienden, cuál es la reforma que quiere hacer el Estado.
Eso es lo que queremos nosotros. Primero, que nos conozcamos entre todos. Y luego, empezar a hacer acuerdos para luchar juntos. Si se entiende que no sepan qué está pasando en Chiapas porque está muy lejos…
Sobre eso quería decir: nosotros nunca hemos dejado las armas compañeros, ya no vean Televisa ni TV Azteca. Nuestro ejército está en armas y está defendiendo a las comunidades, que en estos momentos están ejerciendo su derecho a gobernar y a gobernarse, sin partidos políticos, sin la Federación, sin el Estado, y sin los municipios. Y si los paramilitares y la policía no los toca es porque hay un ejército en armas ahí en Chiapas.
Pero nosotros no venimos a invitarlos a una lucha armada, por eso no traemos armas. Venimos a invitarlos a una lucha civil y pacífica de movilizaciones. Porque creemos que a nivel nacional eso es lo que hay que hacer. Tal vez estamos equivocados, pero estamos dispuestos a morir por lo que creemos. Y en eso creemos.
Cuando… Si no saben qué está pasando en Chiapas, yo no entiendo como no saben lo que está pasando en La Tesorera que está aquí cerca, o en la Sierra de Morones. Porque en La Tesorera nos platicaron todo lo que hizo un prestanombres de Ricardo Monreal, que fue su gobernador, y que ahora es uno de los dirigentes de la opción por los pobres. Y ustedes no dicen nada de Monreal. Ese señor es un ladrón, así para decirlo tal cual. Tiene un prestanombres que se está enriqueciendo a costa de los campesinos de la zona de La Tesorera. Más lo que salga en otras partes.
Ése es el que está al lado de López Obrador, junto con puros ex salinistas. Los mismos que hicieron la política de Salinas y que prometieron gobernar 24 años, están en el grupo de López Obrador. ¿Por qué cuando fue lo de Atenco, que ya nos platicó el compañero Octavio, que fue el presidente del PRD municipal el que pidió la entrada de la policía, por qué no le preguntaron a López Obrador por qué no decía nada? Y López Obrador no dijo nada, porque las encuestas decían que no convenía decir nada.
Los políticos así son: se callan cuando les conviene y hablan lo que convenga hablar, no lo que haya que decir. Un compañero preguntaba aquí: ¿qué ganábamos nosotros cuando apoyamos a una organización o a un movimiento? Ganamos la satisfacción del deber cumplido. Y si les están enseñando bien aquí en la normal, ésa es la mayor satisfacción para un hombre o una mujer honesto. No recibir una paga, o sacar raja política. Sino saber que está haciendo lo que debe de hacer.
¿Que qué estamos haciendo cuando está pasando lo de Oaxaca? Nosotros, hace unos días, cerramos el estado de Chiapas compañeros. Si no salió en el periódico es porque es mal ejemplo, pero el día primero de noviembre no podía circular ningún vehículo, e Chiapas, sin permiso de los zapatistas. Se cerraron todas las carreteras principales. Y en otras partes del país, que hizo la Otra Campaña. Pero nosotros, como EZLN, en Chiapas eso hicimos. No hicimos volantes, ni manifestaciones: cerramos las carreteras y nada pasaba.
Ahora, nosotros no le vamos a decir a la APPO, ni a la Sección 22 qué debe de hacer. Nosotros respetamos ese movimiento y ellos van a decidir qué hacen. Nuestro trabajo, como EZLN y como Otra Campaña, es apoyarlos si son golpeados. Pero nosotros no les vamos a decir: esto sí acéptalo, esto… Es un movimiento independiente y autónomo y nosotros lo respetamos. Pero como es un movimiento que es golpeado, nuestro deber es apoyarlo, sin pedir nada a cambio. Ni que nos obedezcan, y hagan como que nosotros les mandamos. Ni que entren a la Otra Campaña. Porque la Sección 22 no está en la Otra Campaña.
¿Cuál es el concepto que tenemos de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México y de las escuelas normales rurales? Los estamos conociendo compañeros, desde Ayotzinapa, también los encontramos en Tlaxcala. Ahora los encontramos aquí otra vez. Y esperamos seguirlos encontrando donde se encuentran las fuerzas que luchan, que es abajo, con la gente.
Ahora en la marcha mañana, en solidaridad con Oaxaca, junto con los compañeros del magisterio. Y en cada lugar donde haya que luchar e incluso cuando el golpe lo reciban ustedes, recibirán nuestra ayuda incondicional. Sin pedirles nada a cambio. Y esperamos encontrarnos más seguido, más abajo, y más frecuentemente en la historia de nuestro país.
¿Hacia dónde va esto? Compañeros yo les tengo que decir, porque quién sabe si están viendo lo que está pasando, ya no digo en México, sino en Zacatecas. Lo que va a pasar es que va a haber un levantamiento en este país. Un levantamiento civil y pacífico nacional. Tan grande o más que el de la Revolución de 1910, que el de la Guerra de Independencia de 1810. Se van a caer todos los… No se van a caer, los vamos a tirar, todos los gobiernos, todos. No nada más Felipe Calderón, ni no nada más Amalia, ni el güey que esté de presidente municipal aquí. Sino todos.
Y va a volverse a levantar otro tipo de relación. Ustedes pueden decir: pero ¿qué van a hacer por nosotros?, por los estudiantes normalistas, o por las escuelas normales rurales. Nosotros decimos: eso lo tienen que decir ustedes. Por eso explicó el compañero Juan Chávez que después de esta etapa que acabemos por recorrer toda la República, sigue una etapa de hacer el Programa Nacional de Lucha.
No es que yo venga a decirles: ustedes, en la Escuela Normal Rural se va a hacer así, así, y así. Que por cierto, el gobierno que golpeó a la Normal de Macumatzá fue apoyado por el PRD para llegar a la gubernatura ahí en Chiapas. Ésa es su opción para los pobres. Sino que se trata que ustedes digan: así deben ser las normales rurales. Así deben ser la capacitación, las becas, el plan de estudio, todo eso. Que la misma gente que está en cada lugar diga cómo deben ser las cosas.
Los compañeros ex braceros tienen que decir: me deben tanto, y se les tiene que pagar eso. No lo que diga el gobierno. El gobierno les dice que no tiene dinero, y resulta que se gasta una millonada en elecciones, o en los vestidos de la señora Fox. O en las transas de los hijos de Martha Sahagún. Tienen que decir ellos: esto es lo que es mi derecho y mi justicia. Y así se tiene que cumplir.
Igual con las comunidades indígenas en la Sierra de Morones. Igual con los ejidatarios, y las señoras, y los colonos, las amas de casa, todos los que están en La Tesorera. Y así en cada parte de Zacatecas. Igual con el magisterio: ellos tienen que decir cómo va a ser su organización sindical, cuáles son sus prestaciones, sus cursos de capacitación, cómo debe ser la escuela en México.
Todo eso es lo que va a pasar. Y el gobierno que vaya a surgir de ahí, de ese movimiento, va a ser un gobierno que obedezca. Frente a un pueblo que ya está organizado para mandar. Que eso es lo que nos está faltando.
Preguntaba un compañero que: ¿cuál es el siguiente paso? El siguiente paso es organizarse compañeros. Como estudiantes de normal, como magisterio, como magisterio, como campesinos, como ex braceros. Y unir esa organización y esa lucha, exigiendo siempre el respeto a su independencia y autonomía, con otras luchas.
La Federación va a ser más fuerte si se une con la lucha del Congreso Nacional Indígena, que lucha por derechos indígenas. Si se une con el movimiento sindical democrático del magisterio, por ejemplo. Si se une con la lucha de los jóvenes, por el respeto a su diferencia. Si se une con las mujeres, por la equidad de género. Si se une con cada uno de los que están abajo, sin perder su autonomía y sus demandas, va a ser más fuerte.
Ahorita lo que nosotros decimos en la Otra Campaña es que si a alguien lo tocan o lo atacan, todos tenemos que apoyar. Eso fue lo que hicimos con Atenco. Eso es lo que estamos haciendo con Oaxaca. Porque en Oaxaca hay compañeros de la Otra Campaña.
No sé si se me pasó alguna de esas preguntas maravillosas que me hicieron… ¿Qué está haciendo la gente del EZLN, mientras el delegado hace gira por el país. Ya lo contesté yo, y en el caso de Oaxaca también ¿no? ¿Del financiamiento? Pues ya les digo, si les sobran unas botas, ahí se las encargo porque éstas ya están rotas. ¡Ah! Ésta es importante: si la Otra Campaña se presentó como una campaña alterna a lo electoral, ¿qué sigue ahora si ya se acabaron las campañas electorales?
La Otra Campaña se llamó así porque está planteando otra forma de hacer política. Diferente a la de los partidos políticos. Nosotros le estamos diciendo a la gente que hable, que se presente. Que diga dónde está, que explique cómo ve el mundo. Y hay quien lo ve desde el punto de vista de mujer. Hay quien lo ve como anciano. Hay quien lo ve como joven. Hay quien lo ve como comunista. Hay quien lo ve como socialista, como anarquista, como libertario, como punk, o como indígena.
Y son esas presentaciones las que van a hacer que nos conozcamos. Y nos aprendemos a respetar. Y entonces, sí podamos conocer lo que está pasando en el México de abajo, que nunca vamos a encontrar en la televisión, ni en la radio, ni en los grandes medios de comunicación.
A nivel internacional, hay otra línea de apoyo que es la Zezta Internazional. Que se están organizando los compañeros y compañeras que hay en otras partes del mundo para hacer un encuentro, de todos los continentes, de los cinco continentes, para definir cuál estrategia de lucha a nivel mundial. La Otra Campaña está definiendo la estrategia de lucha aquí en México, en nuestro país.
Y ya, yo creo que ya se aburrieron, pero espero que haya respondido todas las preguntas. Gracias compañeros, compañeras.
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Concuerdo con algunos puntos que los dos exponen, seria interesante escuchar las grabaciones de la gente, no solamente del delegado zero; que aunque siempre es interezanto escucharlo, el espiritu de la otra campaña es escucharnos entre nostros. Y acabar de una vez con los mitos.
Bueno ese mi punto de vista
Comentario de Kyoto now! — noviembre 14, 2006 @ 11:14 am
Me parece que una de las ideas basicas que sio origen a este sitio fue la de ser bitacora del delegado zero, tambien existen ligas a los medios alterantivos donde se difunde integramente la palabra de cada uno de los compañeros por cada lugar donde pasa la comision sexta.
Comentario de A. Antonio Beltrán — noviembre 15, 2006 @ 10:46 am