Saludo en Punta Chueca, Nación Seri Lea aquí
Palabras en la reunión en Punta Chueca Lea aquí
no se han encontrado imágenes
Descarga de audio y textos al final del artículo
Punta Chueca, Sonora
Saludo al pueblo comca’ac
22 de octubre del 2006
Buenas tardes compañeros y compañeras:
Traemos un saludo de las comunidades indígenas zapatistas que, también como ustedes, son pueblos guerreros. Le agradecemos al Consejo de Ancianos y a las autoridades tradicionales que nos hayan recibido. Es un honor para nosotros estar con ustedes.
Estamos recorriendo todo el país, para darnos cuenta de las injusticias y de lo que hacen los grandes gobiernos que están en las ciudades. Y en todas partes donde hemos pasado hemos visto el dolor de las comunidades indígenas, de los pueblos indios, acá en el noroeste de México.
En todas partes donde hemos pasado, hemos visto que los grandes gobiernos quieren la tierra, el mar, las montañas, el aire, las aguas y los manantiales que están cuidando los pueblos indios. Y los quieren para vendérselos a los extranjeros.
Lo vimos en Baja California Sur, en Baja California, en Sinaloa, y ahora lo estamos viendo en Sonora. Junto con nosotros, vienen compañeros jefes de otros pueblos indios, purépechas, náhuatls, que estamos juntos en el Congreso Nacional Indígena. Que estamos luchando porque nos respeten y nos reconozcan nuestros derechos y nuestra cultura indígena.
También vienen hombres y mujeres, jóvenes la mayoría, de otras partes de México, y otras partes del mundo, para escuchar su palabra de ustedes y poderla llevar muy lejos. Para que se conozca no sólo el dolor del pueblo comca’ac, sino también su rebeldía y su lucha. Para que podamos aprender todos de ustedes. Y podamos unirnos en una sola lucha de todos los pueblos indios de México, y de todo el continente.
Gracias compañeros, gracias compañeras.
Quiero contarle una historia al pueblo comca’ac —seri—, que es nuestra historia y es la historia de todos los pueblos indios.
Nosotros somos indígenas, y así como para el comca’ac el corazón es la Isla del Tiburón, para nosotros nuestro corazón es la montaña.
Yo no soy el jefe de los zapatistas. El jefe de los zapatistas son hombres y mujeres como ustedes, como el compañero, y como ustedes que están ahí sentados.
Llegó un día que el rico quería robarse también nuestra montaña, porque tiene petróleo, porque tiene agua, porque tiene árboles, porque tiene aire. Ya nos habían robado la tierra, la buena tierra la tenían los terratenientes, y nosotros estábamos en la montaña como si fuéramos animales.
Y llegó un día en que se reunieron nuestros jefes y jefas —así como ustedes— y dijeron que ya no, que ya basta de tanta injusticia. Y entonces, nos levantamos en armas contra los ricos y contra el gobierno. Y sacamos a los terratenientes de las tierras, y las tomamos nosotros. No para uno, sino que las repartimos en colectivo para los pueblos.
Desde entonces, en nuestras tierras no manda el gobierno, no manda el ejército, no manda la policía. Mandan las comunidades.
Pero vimos nosotros que cuando estamos solos es cuando tenemos que pelear con armas. Pero si estamos juntos con otros que nos apoyan, no se necesita armas, sino se necesita la palabra, el acuerdo.
Entonces, nosotros vimos que era necesario que tenemos que caminar por todo México para buscar a los pueblos indios, para aprender de ellos.
Y fuimos a Baja California Sur y ya no hay pueblo indio, lo mataron a todos. Y fuimos a Baja California, o sea al norte, y ya sólo quedan muy poquitos.
Estuvimos con el pueblo indio cucapá, que también vive de la pesca. Y si ellos salen a pescar, el gobierno no les da permiso. Al rico sí le da permiso. El rico tiene grandes barcos y saca mucho camarón y mucho pescado. Y el indígena cucapá apenas tiene una panga y cuando sale a pescar lo ataca la marina, la armada de México. Le avienta sus grandes barcos en contra de sus pangas para hundirlos. Y no le importa si es mujer que está embarazada, lo lleva preso. Y le quita su lancha.
Y nos platicó el cucapá que lleva 90 mil años pescando. Noventa siglos. No existía el español todavía, y el cucapá ya vivía de la pesca. No existía el gringo y el cucapá ya vivía de la pesca. No existía el mexicano y el cucapá ya vivía de la pesca.
Y ellos pescan en el delta del Río Colorado, que va a caer exactamente aquí atrás, en el Mar de Cortés, o Golfo de California.
Y nos platicaron también ellos del pueblo kiliwa. Que sólo quedan 54 familias, y sólo cuatro hablan kiliwa, ya no hablan la lengua. Y nos contaron que las mujeres ya no quieren parir hijos, para que no nacen esclavos.
Y eso que estoy contando no es que pasó cuando los españoles. Está pasando ahorita. Y nosotros vimos que a ese pueblo lo quieren matar, así como nos quisieron matar a nosotros los zapatistas. Y como sí pudieron matar a los pueblos en Baja California Sur.
Después seguimos caminando y llegamos con el pueblo tohono o’odham. Y nos contó que sus tierras las usa el rico para meter basura. Basura que hace daño, que envenena la tierra. Y así como para ellos su corazón es el desierto, para el seri es la Isla, y para el zapatista es la montaña, también la están envenenando. Y nos dijeron que les están quitando la tierra, con leyes mañosas.
Y entonces, nosotros decimos que hicimos una lucha para que hay una ley para que se respeta así como dice el letrero que dice, a la entrada de este pueblo, ahí dice: “no se puede hacer nada, ni tocar una piedra, ni un animal, ni una planta, sin permiso de la autoridad tradicional”.
Y nosotros decimos que eso debe ser en todos los pueblos indios de América, no sólo de México.
Porque lo sabemos que cuando el rico viene y se lleva una piedra, es porque va a hacer daño con esa piedra. Nosotros vemos que quiere estas playas, no para cuidarlas, las quiere destruir. Nosotros sabemos que quiere el camarón para acabárselo, como mercancía.
Y nosotros preguntamos: ¿por qué el gobierno viene con esas pendejadas del ordenamiento ecológico, si el comca’ac está aquí hace miles de años, y la naturaleza está contenta. Es cuando el gobierno viene que hace daño.
Dice el compañero que hay una sobrepoblación de coyotes en la tierra comca’ac. Lo que hay es una sobrepoblación de políticos. Y de ricos. Ésos son los que están sobrando en estas tierras, y en nuestras tierras, y en las tierras cucapá y del o’odham. Y en todas las tierras de los pueblos indios, el que sobra es el rico que se está llevando las cosas.
Entonces, nosotros vemos si es que vamos a pedir justicia. Si sabemos que la ley que está haciendo el señor Fox, o Calderón, o Bours —el gobernador del estado—, o el presidente municipal, si esa ley lo que quiere es quitarle al seri su tierra. Matar al coyote, quedarse con la Isla del Tiburón.
Y, quitándole el corazón al seri, arrancándoselo, matarlo de una vez. Que ya nadie hable la lengua, que nadie se vista. Y que ese color azul, blanco y rojo —que es su símbolo— se muera. Eso es lo que quieren ellos.
No importa qué vueltas damos, eso es lo que quieren. Y si pedimos justicia, ¿quién es que está en la cárcel? En la cárcel no está el rico que roba y que mata. En la cárcel está el indígena que lucha y se defiende y es acusado falsamente. En la cárcel está José Alfredo Monroy, por defender la tierra. Y en la cárcel también está Carlos Gaudencio Pérez Astorga, injustamente preso, por defender la tierra.
Y el que debe estar en la cárcel es el presidente municipal. Es el marino que atacó y que detuvo a esta gente. Y es el dueño del barco camaronero, que es un rico, que se está robando la riqueza del seri, sin dar el pago justo.
Y también está en la cárcel Diego Romero López, y o están acusando injustamente de un homicidio. Y nosotros lo que queremos es llevar estos nombres: el de José Alfredo, el de Gaudencio y el de Diego, para que todo México sepa que aquí, en Sonora, el gobierno hace injusticias.
Y lo vamos a hacer compañeros y compañeras. Vamos a luchar porque esa gente salga libre y porque entren a la cárcel los verdaderos.
Ahora, lo que nosotros queremos hacer, que por eso estamos pasando en cada lugar —y le agradecemos a las autoridades tradicionales— es lo que están haciendo ustedes aquí, pero que ya no hagan solos. Porque nosotros teníamos ese sufrimiento, y porque estábamos solos tuvimos que pelear con las armas.
Y lo que nosotros queremos es unirnos: zapatista con el seri, con el kiliwa, con el cucapá, con el tohono o’odham, con todos lo pueblos indios del país, y de otros países, que están también en Estados Unidos y en Canadá. Y en Centro y Sudamérica. Y hacer una sola fuerza que se levante, así como se levanta este bastón para decirle al pueblo por dónde va a caminar.
Y queremos que ese bastón de todos los pueblos indios tenga el respeto al color, al modo de cada quien. Nosotros no queremos mandar al seri, queremos que el seri se mande a sí mismo y que se respete. Que aquí no mande nadie, más que su propio corazón.
Que en la tierra del o’odham no mande nadie, sino ellos. Y que en la tierra zapatista no mande nadie, sino los zapatistas.
Nosotros lo que queremos es unirnos, junto con ustedes, todos los pueblos indios, en el Congreso Nacional Indígena. Así, si algo pasa aquí en Punta Chueca, en el territorio del seri, y la nación comca’ac, en Chiapas nos levantemos nosotros también juntos. Y en Michoacán los purépechas. Y en Jalisco, los huicholes. Y en Chihuahua, los tarahumaras.
Y en todas partes donde hay pueblos indios, nos levantemos juntos para exigir que respeten esta tierra, así como exigimos que respeten nuestra tierra.
Nosotros no estamos con partido político. Los partidos políticos, pensamos, no sirven. Nada más están para sacar dinero. Y ustedes lo saben, porque cuando hay elección para presidente o gobernador, sí viene el político aquí. Y promete muchas cosas. Y no hace nada.
Y son los mismos que mandan a la naval, que mandan al ejército y a la policía municipal que golpea al seri, nada más porque es moreno, porque es seri, porque habla diferente. Pero viera que es gringo, no le hace nada, aunque tampoco habla castilla.
Y nosotros decimos: que viera que nos unimos todos, todos los pueblos indios, y no dejamos que toquen a uno solo, sin que todos respondamos, entonces los gobiernos tienen que bajar la cabeza.
Porque así, un buen gobierno así hace: baja la cabeza y obedece al pueblo. No que ahorita tenemos gobiernos muy alzados. Tan alzados que no miran para abajo. No miran a la gente. Sólo miran la paga, el dinero.
Y nosotros tenemos que defender, junto con ustedes, la Isla del Tiburón. Y tenemos que defender al coyote. Y tenemos que sacar a José Alfredo, a Caros Gaudencio y a Diego de la cárcel.
Y tenemos que dejar claro que no pueden tocar ya a nadie y que nos vamos a quedar callados. Queremos invitarlo que se entra todo el pueblo acá, con el Congreso Nacional Indígena, y en la Otra Campaña.
No es que le va a dar orden nadie. No. Nada más se trata que su palabra, así con estos compañeros… Estos compañeros, compañeras, no son periodistas, son luchadores, nomás que luchan de otra forma. Así como uno lucha con manifestación, con protesta, con cosa jurídica, ellos luchan con la información.
Porque aunque la televisión no saca nada, los periódicos no sacan nada, ellos sí. Y ahí va su palabra de ustedes. Y va la historia de las chingaderas que hace la naval. Junto con las chingaderas que les hace a los cucapás.
Y en todas partes se va a empezar a saber. Porque ese problema que tienen ustedes: el camarón, lo tienen también en Sinaloa, pescadores pobres. No los dejan pescar, les dicen que está prohibido, sólo el rico puede pescar. Pero también en Chiapas, en la costa de Chiapas, también tienen el mismo problema.
Y ustedes saben qué hacen los gobiernos. Si siempre todo está más caro: la luz, el impuesto, el agua, lo que comemos todo es bien caro. Y como quiera, no les abasta. No tienen llenadero. Quiere todo, y quiere destruirnos.
Nosotros queremos decirle al pueblo comca’ac que resita, que luche, y que defiende esta tierra. Esta esquina de nuestro país que es Punta Chueca. Y esta joya de nuestro país que es la Isla Tiburón.
Pero no queremos que lo haga solo. Sino que junto con nosotros, respetándonos. Que se organicen, que cuidemos la lengua, la cultura, a nuestras autoridades tradicionales. A los gobernadores de nuestro pueblo. No a los gobernadores cabrones que están en Hermosillo nada más robando.
Eso es lo que le venimos a invitar compañeros y compañeras. Si se entran, nosotros vamos a respetar su modo. Y cada vez que les hacen un daño, nosotros vamos a movilizar para defender. Y cada vez que tienen una demanda, nosotros vamos a apoyar para que se cumple.
Y vamos a hacer que esa su palabra que dijeron hoy, se escuche por todo el mundo, no nada más México. Y que este color —azul, blanco y rojo— que los identifica, se junte junto con todos los colores que estamos luchando por un México más justo.
Gracias compañeros, gracias compañeras.
Descargue aquí los archivos de este artículo en su formato original.
RSS para comentarios de este artículo. TrackBack URL
[…] Sigue leyendo o escucha en Enlace Zapatista, Piezas del rompecabezas. […]
Pingback de culturaTecate.com » Blog Archive » No están sol@s — diciembre 21, 2006 @ 3:36 pm
Poro padelante zapatistas qui les saludo un personal de la fuerzas armadas de la nación comca’ac
Comentario de Manuel Torres — marzo 13, 2012 @ 12:22 pm
Se les comparte el filme «¿Quién soy tú?», donde la Nación Comca´ac es filmada y es la línea guía espiritual del filme.
http://www.quiensoytu.com
Comentario de Al — agosto 3, 2015 @ 1:43 pm