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Buenas mediodías.
El que fue antes el médico de una columna guerrillera, describía de la siguiente forma, algo ocurrido hace 50 años:
“Quedé tendido; disparé un tiro hacia el monte siguiendo el mismo oscuro impulso del herido. Inmediatamente me puse a pensar en la mejor manera de morir en ese minuto en que parecía todo perdido. Recordé un viejo cuento de Jack London, donde el protagonista, apoyado en un tronco de árbol se dispone a acabar con dignidad su vida, al saberse condenado a muerte por congelación, en las zonas heladas de Alaska. Es la única imagen que recuerdo. Alguien, de rodillas, gritaba que había que rendirse y se oyó atrás una voz, que después supe pertenecía a Camilo Cienfuegos, gritando: “Aquí no se rinde nadie…” y una palabrota después” (“Pasajes de la Guerra Revolucionaria”).
Dos años después de aquel diciembre de 1956, el mismo médico, pero siendo ya Comandante del Ejército Rebelde (o sea un ex médico), condujo a sus tropas a la victoria en una de las páginas más brillantes de la historia militar de América Latina, la Batalla de Santa Clara, destrozando la columna vertebral del ejército del dictador Batista en la víspera del triunfo de la Revolución Cubana.
El nombre de aquel médico, y después comandante, era Ernesto Guevara de la Serna, quien tiempo después sería conocido en todo el mundo como el Ché Guevara.
Y, 50 años después de aquel combate de Alegría de Pío, las palabras de Camilo Cienfuegos siguen alimentando el andar y luchar de esa solitaria estrella de dignidad que brilla en el Caribe: Cuba.
A lo largo de esta mezcla de dolor y esperanza que es América Latina, las palabras de Camilo Cienfuegos también se han repetido y hecho convicción y camino.
Y mucho tiempo antes, cuando el castellano no dominaba la palabra de estos suelos, la firmeza en la resistencia y la lucha tenía la voz del Purépecha, del Mayo, del Seri, del Yaqui, del Cora, del Wixaritari, del Rarámuri, del Nahuátl, del Pápago, del Pima, del Tepehua, del Kikapú, del Kiliwa, del Kumiai, del Paipai
La resistencia frente al dominio del poderoso habló también en la lengua de los pueblos Aguacateco, Amuzgo, Cakchiquel, Chatino, Chichimeca, Chinanteco, Chocho, Chontal, Chuj, Cochimi, Cucapá, Cuicateco, Guarijío, Huasteco, Huave, Ixcateco, Ixil, Jacalteco, Maya, Popoloca, Quiché, Solteco, Tacuate, Tepehuan, Tlapaneco, Kanjobal, Kekchí, Lacandón, Matlatzinca, Mazahua, Mixe, Mixteco, Motozintleco, Ocuilteco, Opata, Ñah ñú-otomí, Pame, Popoluco, Triqui, Zapoteco, Totonaco.
Y en las montañas del sureste mexicano tuvo canto de lucha en la palabra del Tzeltal, del Tzotzil, del Tojolabal, del Chol, del Zoque y del Mame en las comunidades indígenas que después sumarían a su nombre el de “zapatistas”.
Y esta palabra pretendió ser ignorada por españoles, norteamericanos, franceses, británicos, japoneses, koreanos, y las distintas banderas con las que el dinero ha cubierto su afán de destrucción y ganancias.
Hay un documento por ahí, ignorado por las modas intelectuales recientes, que entre otras cosas, presenta una muy completa lección de historia, La II Declaración de la Habana. En ella se dice
“Treinta y dos millones de indios vertebran –tanto como la misma Cordillera de los Andes – el continente americano entero. Claro que para quienes la han considerado casi como una cosa, más que como una persona, esa humanidad no cuenta, no contaba y creían que nunca contaría.” (II Declaración de La Habana. 1962).
Que los poderosos del continente no contaran con los pueblos indios no es de extrañar. Pero el reproche alcanza también a la izquierda ortodoxa latinoamericana.
La que, todavía hasta el día de hoy, sigue sin contar a los pueblos indios con su propia identidad, su historia, su cultura, su tradición de rebeldía.
Aún después de las luminosas lecciones de los indígenas en Chile, en Bolivia y en el Ecuador; después de las lecciones de dignidad de los pueblos originarios en la presuntuosa Unión Americana; después de los ejemplos de construcción de alternativas anticapitalistas en la organización social de los pueblos indios de México; aún después del alzamiento de los indígenas zapatistas, justo cuando, sobre los escombros del Muro de Berlín y del campo socialista en Europa, el poderoso declaraba la culminación de los tiempos con él arriba y dominando; aún después de todo esto, los indígenas mexicanos siguen sin contar para un importante sector de las organizaciones políticas de izquierda de nuestro país.
Como no cuentan, tampoco, los esfuerzos anticapitalistas y autogestionarios de cultura e información, de grupos y colectivos de jóvenes anarquistas y libertarios.
Pero las grandes transformaciones sociales, las que cambian radicalmente la faz del mundo, se hacen sin el permiso de manuales y de esquemas tan cuadrados como el pensamiento de quienes los hacen, difunden y defienden.
Nosotros, los pueblos zapatistas, somos pueblos indios de México, y lo somos también de América. En esa patria grande encontramos, abajo, el espejo moreno de nuestro dolor y la morena esperanza de nuestra lucha.
Mirando abajo encontramos a quien es como nosotras, como nosotros. Y no es en las cumbres del poder político donde buscamos a nuestr@s iguales, sino en la lucha por la defensa de nuestra identidad, de nuestro modo, de nuestra tierra, del agua, del aire, del mundo que cuidamos y hacemos crecer, pero para que sea para todos, no para un puñado de ladrones que, con fuero político, venden lo que no les pertenece.
Y abajo encontramos Otra Latinoamérica.
Una Latinoamérica que tiene las enseñanzas escritas con sangre por los movimientos de liberación nacional, por las grandes movilizaciones obreras, campesinas, indígenas y estudiantiles, que arrancaron casi al mismo tiempo en el que las independencias obtenidas frente a los poderes españoles, portugueses, británicos, holandeses y franceses, fueron mediatizadas, corrompidas y compradas a precio de baratillo por el dinero norteamericano.
Una Latinoamérica que, para nosotr@s, l@s zapatistas, no sólo existe cuando baja de las montañas y cubre con sus colores las ciudades y las grandes capitales, sino que mantiene cotidianamente la doble ala de su vuelo de libertad: la resistencia y la construcción de una alternativa.
De esa América Latina es que se alimenta nuestro corazón.
Y la rebelión que ahora, como antes, estremece al continente, es también nuestra. Y nuestra es la misma aspiración de libertad, nuestro el mismo deseo de justicia, nuestro el mismo reclamo de democracia, y nuestra la misma decisión de luchar y conquistar nuestra segunda independencia como Naciones.
Alguien por ahí ha criticado que, cumpliendo lo señalado en la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, se haya enviado maíz zapatista al noble y digno pueblo de Cuba.
Siempre es difícil poner en palabras un sentimiento. Y cuando este sentimiento es la simpatía y solidaridad con quien lucha, se corre el riesgo del panfleto, la sensiblería, el lugar común.
Así que, en lugar de tratar de razonar un sentimiento, permítanme contarles dos anécdotas que tal vez ayuden a entender lo que nosotros, nosotras, las zapatistas, los zapatistas, sentimos por el pueblo de Cuba.
En los primeros años de la guerrilla, cuando el EZLN lo formaban un puñado de mujeres y hombres, la supervivencia era el tema principal de nuestras vidas. Conseguir el alimento, conocer la montaña, aprender a vivir en ella para después pelear bajo su cobijo.
Con la ropa y el cuerpo rotos, sin que nadie nos llevara la cuenta (si acaso una montaña, primero recelosa y luego amable), subimos y bajamos cerros, cruzamos ríos y lagunas, nos adentramos en cuevas y cabalgamos el lomo de sierras. Pronto tuvimos el color y el olor de la montaña. Alguien bromeó diciendo que éramos la prueba viviente de la transformación del hombre en mono.
La supervivencia: el tema principal, pero no el único.
Hace 22 años, el 7 de octubre de 1984, montamos un campamento al que bautizamos “Che Guevara”. El campamento se encontraba al pie de una colina que permitía la vigilancia y la defensa. La tropa del EZLN entonces éramos 5 insurgentes, así que imaginen ustedes tres o cuatro techos de plástico, dispersos en torno a una fogata que, en el suelo, calentaba una olla conteniendo algún brebaje desconocido. Salvo por el combatiente que le hacía de cocinero, no se apreciaba ningún movimiento.
El día había transcurrido en la rutina señalada puntualmente en la orden del día. Llegó la hora de la comida. Habíamos tratado de reservar un faisán para la cena del día siguiente. El ave había sido herida en un ala y fue operada para que no muriera de inmediato, esperando alguna de las espaciadas celebraciones que teníamos: el 1 de mayo, el 10 de abril, el 16 de septiembre, el 8 de octubre, el 17 de noviembre, además de los días en que recordábamos a nuestros compañeros y compañeras caídas en el combate entonces silencioso. Pero, o al faisán le faltó resistencia o a nosotros oficio médico. El caso es que murió y hubo que echarlo a la olla. Comimos. Siguió la reunión de la célula y las pláticas nocturnas de la tropa: sobre alguna película de Bruce Lee, las ampollas en los pies, la diarrea, el saraguato que escapó herido, el tlacuache que asolaba nuestra magra despensa.
Serían las 0000 horas cuando el superintendente, un recluta de recién ingreso, informó que ya no había azúcar.
Si la supervivencia era el tema principal que nos ocupaba, lo dulce era una obsesión. La ración por combatiente era entonces de dos cucharadas en la mañana, una al mediodía y dos en la tarde. En ocasiones la tomábamos con agua, pero las más de las veces era sola, masticándola y tragándola con lentitud, tratando de alargar lo más posible el dulce alivio del polvo en el paladar.
Lejos estaban todavía los días en que los pueblos nos mandarían panela (hecha con miel de caña), y lejos quedaba también el buzón donde estaba una reserva de alimentos: arroz, frijol, sal, jabón… y azúcar. Había que caminar lo menos 12 horas en total, ida y vuelta, para recoger, en ese buzón de campaña, 2 kilos de azúcar.
Serían las 0020 del 8 de octubre cuando el mando pidió un voluntario para ir, temprano en la mañana, a traer el dulce.
Serían las 0020 y segundos cuando dos combatientes se ofrecieron de voluntarios.
Serían las 0021 cuando el mando designó a uno de ellos.
Serían las 0045 cuando la tropa se fue a sus techos, ahora con el azúcar como tema de conversación.
Serían las 0700 cuando el insurgente se alistó para salir.
Serían las 0730 cuando recibió las indicaciones de la misión.
Serían las 0800 cuando salió del campamento “Che Guevara”.
Serían las 1000 cuando cruzó por el campamento “De tres, tres”.
Serían las 1200 cuando pasó a un costado del campamento “Cecilia”.
Serían las 1245 cuando tomó la picada principal, marcada por las huellas de una danta (un tapir, para ustedes).
Serían las 1355 cuando coronó la loma “del Purgatorio”.
Serían las 1420 cuando llegó al campamento “Rosita”.
Serían las 1425 cuando sacó del buzón los 2 kilos de azúcar, e inició el retorno.
Serían las 1700, con la noche ya descolgándose de las copas de los árboles, cuando vadeó un arroyo crecido y estuvo a punto de naufragar con la preciada carga.
Serían las 1800 cuando la posta le marcó el alto a la entrada del “Che Guevara”.
Serían las 1815 cuando se reportó con el mando.
Serían las 1830 cuando empezó a limpiar su arma, mientras comía frijol con una hierba llamada “momo”, y agua endulzada con 2 cucharadas de azúcar.
Serían las 1930 cuando participó en el acto cultural de la célula “Emiliano Zapata”, leyendo el poema del cubano Nicolás Guillén: “Che Comandante Amigo”.
Serían las 2140 cuando el mando lo llamó para decirle que, como recompensa, podía escuchar el radio, en la estación que quisiera, por media hora antes del toque de silencio.
Serían las 2200 cuando el insurgente buscó, sin éxito, el programa “La canción es también un arma de la revolución” que trasmitía entonces Radio Habana Cuba.
Radio Habana, junto a unas 2 o 3 estaciones más, era lo único audible que podía agarrar el pequeño radio de onda corta. Por sus emisiones nos asomábamos al mundo de fuera, excluido México, porque los noticieros cubanos poco o nada decían antes de nuestro país.
Las pilas o las baterías, como gusten llamarlas, se cuidaban más que el azúcar (lo que ya es decir bastante), y el tiempo en que la radito permanecía encendida era el mínimo necesario para escuchar el noticiero. En la mañana, después de las noticias empezaba ese programa, y apenas se escuchaban los primeros acordes de la guitarra o el inicio de canciones de Silvio Rodríguez o Pablo Milanés o Noel Nicola o Pablo Ferrer o Carlos Puebla, cuando el mando apagaba el aparato y a darle a la cacería, a la exploración, a la cocina, a la posta, al estudio, al entrenamiento.
Tiempo después, cuando ya hicimos contacto con los pueblos, supimos que ahí también se sintonizaba esa estación y que conocían bastante de la revolución cubana. Quiero decir, bastante más que el común de los ciudadanos.
Cuba no era, para las comunidades que después serían zapatistas, un país extranjero. Era, es, un pueblo que levantaba, y levanta, la dignidad como sólo la levantan los de abajo, es decir, con decisión y firmeza, mascullando entre dientes el “aquí no se rinde nadie” que enfrentó y sobrevivió a la invasión española y a las invasiones que, con banderas distintas, se han ido sucediendo en las tierras indias de México.
Eso fue hace 22 años…
Hace unos meses, cuando todavía nuestras tropas insurgente barbechaban los campos para el maíz que sería para el pueblo hermano y compañero, llegó en la mirada morena de nuestras comunidades el trabajo y el destino que concretaban lo que habían votado y aprobado en la Sexta Declaración.
Las jefas y jefes zapatistas, las comandantas y comandantes del EZLN, habían decidido que esta pequeña muestra de hermandad con un pueblo que resiste con dignidad, no fuera una carga extra en las ya de por sí difíciles condiciones de vida de las comunidades zapatistas. Para esto se giraron órdenes para que fueran las tropas regulares zapatistas las que, sin abandonar el fusil alerta de defensa, cosecharan de nuestra tierra rebelde el maíz que llegaría a tierras cubanas.
Alguien vio la milpa trabajada por l@s insurgent@s y la noticia recorrió los valles y montañas. Hubo enojo e indignación en nuestras comunidades y en sus autoridades autónomas. Un viento inquieto recorrió nuestras montañas. Se hicieron reuniones y se escuchó.
Los pueblos reclamaban que no aportaran ellos al modesto puente que se tendía desde las montañas del sureste mexicano hasta el caribe digno. Se explicó, se aclaró, se argumentó. Fue inútil. Y, como en tierras zapatistas manda quien manda, comunidades enteras fueron apartando de sus cosechas, del maíz que tortilla y pozol y tamales y marquesote sería en sus mesas, los granos que después llenaron los costales marcados con la leyenda “De las comunidades zapatistas para el digno pueblo cubano”.
El apoyo entre hermanos de lucha es siempre una fiesta.
Y como fiesta se sembró, se cosechó, se limpió, de empacó y se mandó, al pueblo cubano, el maíz zapatista.
Tal vez algunas notas de la cumbia que tocaba la marimba zapatista, lograron colarse en los costales y alcanzaron a verse libres en territorio cubano.
Al elegir Cuba, no sólo elegimos reconocer y saludar una historia y una lucha.
También elegimos una definición: el enemigo del pueblo cubano es el mismo enemigo de los pueblos indios zapatistas, de los pueblos indios de México, de los pueblos indios de América.
Y elegimos esa definición cuando la moda era, y es, atacar a la revolución cubana.
Cuando se busca desesperadamente a donde voltear la mirada sin que implique compromiso y consecuencia. Y cuando se mira a otros lados que permitan o reafirmen la comodidad de la palabra sin acción.
Para nosotr@s, elegir Cuba es elegir señalar un dolor y una esperanza.
El dolor inflingido por un bloqueo ilegal e ilegítimo, por los intentos de sabotaje y crimen, por la afrenta de una bandera extranjera en una porción del territorio cubano, por la campaña mediática permanente de verdades a medias y mentiras completas. El dolor inflingido por el Poder de las barras y las turbias estrellas que, en el norte geográfico y social, piensa y actúa como si el mundo entero fuera de su propiedad.
Y la esperanza que da un ejemplo que se asoma ya a su medio siglo de edad. El ejemplo de que es posible y necesario que los pueblos tomen en sus manos su destino, y decidan sus pasos, sus modos, su rumbo.
Pero en el largo y extendido dolor de América, Cuba es un alivio, pero no la medicina.
Nosotr@s habremos de curarnos por nosotr@s mism@s, de sanar nuestras heridas, de levantarnos como Nación y como Nación conquistar nuestra segunda independencia, nuestra libertad, nuestra democracia, nuestra justicia.
En el maíz que enviamos al pueblo cubano iba también nuestro mensaje: el “esto soy” y el “aquí estoy” de los pueblos indios zapatistas.
Somos indígenas, somos zapatistas, somos mexicanos, somos latinoamericanos.
Y como tales, no sólo vemos nuestros dolores, también a quienes son los responsables.
Y uno de ellos, el más grande y poderoso de la historia, anida en las grandes metrópolis del norte del Río Bravo.
Si ignorarlo es un error, callarlo es una cobardía.
Y nosotras, nosotros, el EZLN, no podemos asomarnos al mundo y hacer como que Cuba no existe, como que no hay un bloqueo; como que no existe la base norteamericana en Guantánamo; como que no se calumnia y miente con los endebles disfraces de preocupaciones supuestamente democráticas; como que no se pretende humillar a un país; como que no resiste ahí un pueblo entero; como que no es una bandera de dignidad, como que no aprendemos de sus aciertos y sus errores; como que no han sido y son ejemplo; como si no hubiera un sentimiento nuestro, inexplicable en palabras castellanas, que une a nuestros pueblos zapatistas con esa Nación que desafía al imperio más poderoso en la historia de la humanidad.
Cierto. Tal vez estarán de moda los supuestos gobiernos de izquierda en América Latina (ese apocado empeño por hacerle manicure a las garras del neoliberalismo), los coloquios de intelectuales preocupados por la democracia pintada de barras y estrellas, los distanciamientos de los pasajeros fugaces de todos los movimientos de liberación.
Pero ya ven que a l@s zapatistas las modas nos aburren y hacen bostezar.
Y ahora decimos que lástima que sólo pudimos mandar maíz y gasolina, y no algo que represente de forma más cabal todo el respeto y admiración que tenemos por el pueblo cubano.
Y si no les gusta, pues échenle azúcarrrrrrr… y que se chingue Roma.
Tan-tan.
¡Libertad y justicia para las presas y presos de Atenco!
Desde el Otro Nayarit, México.
A nombre de los hombres, mujeres, niños y ancianos, indígenas mexicanos en su inmensa mayoría, del EZLN.
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Importantisimo puente de palabra en el rearranke de la otra…
tiempo definiciones para ke no haya confusiones:
anticapitalismo rebelde latinoamericano!
por todo el continente, camina ese rio antisistemico y autonomico, apesar de lo ke pase arriba; abajo se sigue caminando y luchando..desde hace mas de 500 años..
¡adelante latino rompe dictadura!
—un saludo al otro norte mexicano
-bienvenida la APPO al DF!
Comentario de JOSE MARTI — octubre 8, 2006 @ 11:08 pm
Estoy de acuerdo con lo que dijo el sub,Marcos cuba merese nuestro respeto nuestra admiracion, por ser lo que son por no dejarse dominar por las barras y las estrellas que actuan como duenos del mundo.y cuba es un pais que le a puesto el ejemplo a mexico, que a pesar de ser un pais chico en extencion nos ha demostrado que es un pais grande en fuerza y en autodominio propio en corage y lucha por ser un pais independiente que no le come mierda a nadien:y quiero desir que viva el EZLN la lucha sige; y que juntos aremos un mexico mejor gracias marcospor ser tu un representante de todos los pueblos indigenas por apoyarlos y por que estoy segura que dios te ba abendecir, adios les deseo lo mejor a ti y alos tuyos.Directamente acia la victoria.>..
Comentario de Ruth lozada — octubre 8, 2006 @ 11:29 pm
Los saludo hermanos y hermanos zapatistas. Los saludo y les mando mis mas grande esperanzas, y comparto con ustedes la vida misma de nuestros pueblos, de esos pueblos que hoy estan aquì peleando y luchando, que no se rendiran, que no nos rendiremos pues la lucha es mayor,que nuestro propio corazòn, el amor hacia lo nuestro, hacia la vida misma, pues tan sòlo los que estamos aqui, sabemos que significa luchar, vencer el miedo y pelear, ya nada podemos hacer, la sangre nos llerve pordentro cuando las injusticias se hacen presentes,pero que importa, que màs da, la gran mayorìa de personas se conforman con poco, con muy poco, hoy lo nuestro, la vida del campo esta en peligro, la libertad y las esperanzas se tenjen a lo lejos y hoy nuestro sendero se clarifica nuevamente, estamos aquì siempre presentes, los descalzos, los que pedimos en la calle, los que hemos sido olvidados, los que atraves del tiempo no nos dejamos vencer, pues quienes mas que nosotros sabemos lo que es el estar aquì, pues somos lo que somos, un pueblo guerrero, un pueblo insurgente, viva zapata, tierra y libertad, y cuando uno no tiene lo uno tampoco puede negar lo otro, pues tal vez te cambia el corazòn que suele ser voluble como las mujeres, como la inocencia misma rota y perdida, pero aquì tan solo el rio suena y las laderas anuncia una revuleta, los tiros por entre los montes, y los casiques que se hacercan a cobrarnos lo de las cosechas, pero las cosechas este años se nos hecharon aperder, «tanto trabajo para nada» primero que porque no llovia y luego que porque llovio demaciado, luego nos fuimos para la ciudad a vender nuestras muñecas, ahi los inspectores nos apañaron, nos quitaron nuestras muñecas y a una que otra mujer la golpearon, asi es esto de ser «indio» ¿Cual revoluciòn, cual independencia? si al final de cuentas seguimos siendo indios, gobiernos van y gobiernos bienen, hoy el 9 de octubre anuncia el diario de Queretaro que hay 30% de pobreza en Queretaro, cifra vulgar e infame, tan maquillada, tan peculiar, pero quien piensa en eso ahora, el amor se escapo por las coladeras del centro en donde hoy tan solo veo la miseria, esa miseria, ese hambre ese escarneo el mismo de siempre, pero aquì estamos parados y de pie, sin temer, sin nisiquiera movernos un sentimetro de lo que comenzamos, pues basta ver en los ojos de esas mujeres su esperanza, la fe con que bordan sus muñecas, la paz que yo nunca obtendre aun con miles de estudios y trabajos doctorales, casas o dinero, fue asi como la reveldia se apodera de nuestras entrañas, pues solo cuando se pierde el miedo se alcanza la dignidad.
Se que a veces la tormenta puede pareser invensible…
Se que a veces los sueños parecen tan lejanos, tan dogmaticos…
Pero solo cuando se pretende alcanzarlos es cuando nos damos cuenta que es posible reafirmarlos..
VIVA ZAPATAS LA REVELDIA Y EL TRIUNFO INSURGENTE.
Comentario de XOLO XOCHILT — octubre 9, 2006 @ 9:17 am
saludos a las y los compas de la caravana y al delegado zero.
Todo mi apoyo al pueblo cubano,
saludos
jaime montejo
p.d.
el libro ya casi está, esperamos encontrarle cuando lo tengamos impreso, antes de que termine su recorrido por el norte.
saludos de las compas de la brigada callejera y de la red mexicana de trabajo sexual.
Comentario de jaime montejo — octubre 9, 2006 @ 7:30 pm
cada dia el poder norteamericano se hace mas rico y mas poderoso y tiene como amigos a la gente mas rica y mas poderosa del mundo. juntos este grupo de gente poderosa usara el neoliberalismo para enpoderarse del mundo y luego trataran de controlar a la humanidad totalmente. a fines de septiembre paso una ley por el congreso de los EEUU que dice que el ejercito, bajo el comando de bush, puede encarcelar y torturar a cualquier persona sin dar evidencia y sin jurado. esta ley ahora solo espera la firma de Bush. estan en platicas los planes para construir una gran carretera que conectaran a canada, los EEUU,y a mexico. esto construira una gran economia norteamericana para el beneficio de las grandes empresas.
el sueno de esta gente poderosa no sera realizado. nosotros somos muchos. la historia se esta escribiendo y cuando hablen de la revolucion contra el neoliberalismo y la globalizacion hablaran del EZLN y de la otra camapana. diran que fue uno de los capitulos mas grandes en la revolucion latinoamericana y en la revolucion mundial. sigamos organizandonos y siguamos pasando la palabra. VIVA EL EZLN!
Comentario de juan b — octubre 9, 2006 @ 8:50 pm
Sin más, hoy, día luctuoso por el asesinato hace 39 años de un símbolo, Ernesto CHE Guevara, confirmamos la resistencia de las y los nuevos y permanentes revolucionarios, niños, joeves y canosos ancianos de los que aprendemos.
Con el son de la cumbia zapatista retumbando en las estrellas de la Cuba vieja y revolucionaria y digna, confirmamos nuestra adhesión para cambiar, juntos, este mundo de nosotros y de los que vienen.
Desde San Lius-Capital, organizando la visita de la Comisión, y más allá aún, la Otra San Luis.
Comentario de Markos — octubre 9, 2006 @ 9:17 pm
escribo para expresar mi mas grande respeto y admiracion por el subcomandante marcos y en gral. al EZLN por todo los aufrimientos y el poder de lucha por todos los nescesitados por luchar por la causa mas noble que hay en este mundo cruel y despiadado materialista tuve oportunidad de ir a su conferencia aqui en tepic nayarit espero que de corazon que cada dia que pasa se una mucha gente que todos luchemos para tener mejor oportunidad de vida por nuestros ideales por la justicia por los principios de libertad muchas gracias hasta la victoria siempre
Comentario de YALIL — octubre 10, 2006 @ 3:54 pm
ESTE MENSAJE VA PARA EL SUB C. MARCOS, PERSONA QUE NO ADMIRO NI QUIERO QUE MIS HIJOS TOMEN EL EJEMPLO DE EL Y CREO QUE UNA PERSONA RAZONADA NO PENSARIA EN TOMARLO COMO EJEMPLO. SOLO QUIERO VERTIR UN COMENTARIO EL CUAL PRETENDE DESPOJARLO DE SU CAPUCHA CON LA CUAL CUBRE NO EL ROSTRO DE UN HOMBRE DE LUCHA, SI NO, A EL TITERE DE INTERESES OSCUROS QUE LO MANEJA CON FINES MUY LUCRATIVO PARA OTRA COSA PERO NO PARA LOS FINES DE LOS INDIGENAS.TRISTE ES QUE ASI SEA( UNA COSA, NO SOY UN BURGUES RICO NI NADA POR EL ESTILO) SOY UNA PERSONA QUE DIA A DIA LUCHO POR SACAR ADELANTE A MI FAMILIA Y A MIS FINES PERSONALES, PERO NO SOPORTO A UNA PERSONA QUE HACE QUE LUCHA Y NO LUCHA. ¿O ACASO CREE QUE NO ME DOY CUENTA DE SUS MAGICAS APARICIONES? NO A MI NO ME ENGAÑA Y NO ME DEJO ENGAÑAR POR ESA BANDERA DE IZQUIERDA QUE DICE ENARBOLAR PORQUE ESA IZQUIERDA ES UNA IZQUIERDA ARCAICA Y AÑEJA, UNA IZQUIERDA QUE SOLO LE GUSTA A LA GENTE QUE PIENSA QUE CON VIOLENCIA SE SOLUCIONA TODO. ME GUSTARIA SABER, SI SABER QUE GRUPUSCULO LO FINANCIA Y CUAL ES SU FIN.
NO ME SALGA QUE ES EL BIEN DE MEXICO PORQUE SI ESO FUERA SE QUITARA LA CAPUCHA PERO NO ESA SI NO LA CAPUCHA DE LA VERGUENZA Y DE TITERE QUE TIENE Y QUE ESA ES LA OTRA RUTA QUE BUSCA. ME DA TRISTEZA PORQUE LOS INDIGENAS SE DEJAN EMBAUCAR POR ESTOS VIVIDORES DE LOS SUBSIDIOS QUE EL MISMO GOBIERNO DA. PORQUE DE AQUI SALEN ESTOS SUBSIDIOS QUE NO DIGA QUE NO. BUENO TAMBIEN DE LOS EMBAUCADOS QUE BUSCAN LUCIMIENTO PERSONAL. SE QUE NO LES GUSTARA MUCHO A TODAS ESTAS PERSONAS PERO SOY LIBRE DE EXPRESAR MI SENTIR Y MI IDEA. NUEVAMENTE REITERO SOY UNA PERSONA TRABAJADORA QUE PAGO IMPUESTOS Y LUCHO POR SACAR A MI FAMILIA ADELANTE. POR OTRO LADO DIGANME ¿SI CUBA ES UN PAIS MARAVILLOSO CON SU REGIMEN SOCIALISTA POR QUE MUCHA GENTE SE SALE Y DECEA SALIR DE AHI?. ¿PORQUE SI EL REGIMEN SOCIALISTA ES EL IDEAL PORQUE EL PAIS QUE ORIGINO ESTO YA NO LA SIGUIO?
GRACIAS POR SU ATENCION
Comentario de jose guadalupe duarte — octubre 18, 2006 @ 6:48 pm
Quisiera hacer enfacis en el querido «trabajador» Jose Guadalupe, el anterior companero que dejo su puto mierdero de escritura. Primero quisiera amigo mio que estudie, que se eduque y no trabaje tanto porque esta volviendo mas ricos a los explotadores, y que se eduque en lo que ha politica social respecta; yo soy mexicano por suerte y por desgracia. primero; por suerte porque es un pais super rico en cultura, lleno de gente humilde, y de lleno de filosofia. Segundo, por desgracia; porque ala vez tiene gente llena de mierda en la cabeza como usted querido amigo. Yo actualmente resido en Estados Unidos, y pregunteme porque todo pinche Mexico quisiera immigrar para el pais de las pesadillas, sera por que el sistema mexicano esta creando Mexicanitos que les limpien el pinche culo a los Gueros? No amigo mio primero pongase a estudiar la dinamica o la problematica de las cosas y no hable a lo p[endejo
ATT. Espiritu Magonista
Comentario de Espiritu Magonista — octubre 19, 2006 @ 11:55 pm
hola saludos desde la repubica BOLIVARIANA DE VENEZUELA. mas que una reflexion hacia el movimiento revolucionario en MEXICO, el cual espero me ayuden a comprender mejor. me gustaria su opinion acerca de VENEZUELA y como los compañeros mexicanos ven el tema de la integracion!?
Comentario de roger sifontes — diciembre 1, 2006 @ 4:01 pm
Me parece muy interesante esta pagina y que permita a los usuarios expresarse pero tengo una recomendación o sujerencia. Espero que pongan algunas palabras en este idioma fuera de esto los felicito.
Comentario de Liliana Itzel — mayo 8, 2007 @ 6:40 pm
Saludos revolucionarios desde Colombia. a los zapatistas del mundo y de latinoamerica envio mi mas fuerte grito de rebeldia, de apoyo a su causa y desde este paqueño terruño, acosado por el Fascismo corporativo de Alvaro Uribe Velez. soy un ciudadano mas, que cree y siente su herencia indigena y por ello les apoyo y espero que su causa, asi como la de aquellos que reclamamos justicia a igualdad, vea la luz y se levante como sol de la mañana que enseña el horizonte y marca el camino a seguir
Viva el EZ y todos los pueblos indigenas de mi querida latinoamerica.
!!!!aguante compañeros!!!!
Comentario de Lorenzo — agosto 5, 2007 @ 1:31 pm
Hola creo ke hoy en Mexico se encuentera mas presente que nunca la presencia de Enesto Guevara de la Serna, El Che o El Fuser, creo que Marcos a creado algo parecido a lo que siempre fue la ideologia de el Fuser , creo que hoy mas que nunca hay seguir los ideologia y manera de conceptualizar el mundo , sobre todo las injusticias que subre la gente indigena, la gente del pueblo, creo hoy mas que nunca que todos deberiamos de luchar por nuestros derechos y no permitir la injusticia que prebalecen en la tierra en nuestra tierra, quiero y deseo sinceramente elevar mi grito al cielo y exclamcar que el EZLN esta vivo y que nunca se rendira; asi pues mi respeto mas cordial a la Cuba a la linda isla de encanto que tambien lucho a braso partido para derrocar el Gobierno dee Batista, asi pues Mexico sigue esa lucha incanzable que el Che siempre siempre tuvo…..
HASTA LA VICTORIA SIEMPRE, PATRIA O MUERTE.
UN ABRASO CON FERVOR REVOLÑUCIONARIO….
Comentario de Rafa Sosa — agosto 19, 2007 @ 3:32 pm
muy bien
Comentario de yeiosn andres — febrero 16, 2009 @ 2:10 pm