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Reunión con adherentes en Atizapán de Zaragoza Lea aquí la transcrición
Reunión pública en Zumpango Lea aquí la transcrición
Fotos del mitin en el CCH Naucalpan
En la reunión de Atizapán
Fotos del mitin en Zumpango
Palabras del Delegado Zero en el CCH Naucalpan
Estado de México
24 abril del 2006
Buenas tardes compañeros, compañeras, es un honor regresar a mi alma mater, la Universidad Nacional Autónoma de México. Y un honor todavía más grande, entrar por la puerta del Colegio de Ciencias y Humanidades de Naucalpan.
Compañeros y compañeras, la mayoría de ustedes eran niños todavía cuando miles de indígenas del sureste mexicano levantaron la bandera del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y le declararon la guerra al supremo gobierno, demandando Democracia, Libertad y Justicia para todos los mexicanos.
Un accidente militar provocó que las cámaras y micrófonos se concentraran en los primeros días del alzamiento en una nariz mal oculta detrás de un pasamontaña. El Marcos, que ustedes conocen y que está aquí, no existe. Existen las comunidades indígenas que son las que sorprendieron a este país y al mundo con esa gran enseñanza de rebeldía, que no hacía sino repetir la rebeldía que en otros rincones de nuestro país se estaba dando en silencio y sin ser vista.
La mayoría de aquí son estudiantes, hay maestros, trabajadores. Los estudiantes que pudieron ingresar acá, durante este tiempo tendrán que elegir la profesión a la que se van a dedicar. Y durante el transcurso de estos tres años descubrirán que una cosa es lo que quieren hacer cuando sean egresados de una carrera de licenciatura, y otra muy diferente la que es posible realizar.
Un sistema universitario que deja fuera a miles, a decenas de miles, no sólo para ingresar al nivel medio superior, sino también para ingresar a las primeras carreras, las principales, que son seleccionadas por un organismo externo a esta universidad y a la comunidad que lo conforma: el Ceneval.
Quienes quieran ser doctores, licenciados, ingenieros, doctoras, licenciadas, ingenieras, sea en el área de ciencias o de humanidades, tendrán que esperar a ver si hay cupo en la carrera que están eligiendo. Incluso, ya graduados, con honores o sin honores, tendrán que enfrentar el mercado de trabajo, y darse cuenta que no importa su capacidad, el empeño que hayan puesto en el CCH o en la Universidad, para darse cuenta que no hay el empleo que merecen y que necesitan, que lo que se necesita allá afuera para conseguir un empleo, son palancas, hacer favores sexuales, o sumarse a un partido o a una organización política.
Conforme se avanza en ese trayecto de estudio, vamos a descubrir que una cosa es el aroma de los libros nuevos, del laboratorio, del salón de clases, del campo deportivo, y otra cosa muy diferente lo que luego nos va a tocar oler en la calle, como jóvenes, como estudiantes, como universitarios.
La rebeldía que se enarbola en sus rostros, en sus formas de vestir, en su forma de hablar, es enfrentada por el poder como una enfermedad y esa enfermedad se controla con el analgésico de la tira, el analgésico de la represión. Y aquellos que no hacen nada: los bien portados, las bien portadas, descubren que como quiera no vale obedecer, no vale portarse bien, ni abrazar esa rebeldía de Hello Kity que vende Televisa, como quiera —este micrófono está medio charro, porque digo una cosa y sale otra allá por la bocina, esperemos que sea mejor, lo que está saliendo en las bocinas—.
Compañeros, compañeras, no importa si te portas bien o te portas mal, si obedeces o eres desobediente, como joven, vas enfrentando en la casa, en la calle, y ahora en la escuela, cuando vienes a descubrir que las autoridades de este plantel, son corruptas y son mediocres. No sabemos si son corruptas por mediocres o al revés, pero lo sabemos que no resuelven los problemas, ni de los trabajadores ni de los maestros, ni de los estudiantes.
Y se viene a descubrir que esas autoridades de una universidad que se supone que debe ser plural, tolerante, incluyente, habilitan a un grupo de porros, de golpeadores, para poder eliminar la rebeldía organizada que empieza a surgir desde acá, desde la educación media superior y que llegará a sus niveles más luminosos y sorprendentes en la educación superior.
Como estudiantes y como jóvenes, enfrentamos esta terapia médica que da el sistema en la casa, en la calle, en la escuela, en el centro deportivo, una y otra vez nos tratan de domesticar, de que digamos sí, que bajemos la cabeza, que obedezcamos. Y una y otra vez, un grupo, uno, dos, una, tres, hombres y mujeres jóvenes, dicen: “no, ¡ya basta, ya no!”, y empiezan a enfrentar todo este proceso de otra forma.
Aparecen otros caminos que nos ofrecen como jóvenes y como estudiantes, y tenemos que elegir ahí qué camino vamos a seguir. Y en ese camino, compartir el miedo y la angustia, regresar a la casa, ¿cómo te fue?: me violaron. Te fue bien porque estás viva. ¿Cómo te fue?, me robaron. Te fue bien porque estás libre, estás vivo. Y así ir coleccionando dolores y finalmente sólo agradecer que no nos hayan matado, aunque nos hayan humillado, reprimido, hecho menos, nada más porque somos jóvenes, o nada más porque tenemos una forma de peinarnos, de vestirnos, de hablar, de escuchar música, o nada más porque somos jóvenes.
Y ellos piensan, allá arriba, que después de este proceso de educación, de domesticación, nos vamos a curar, y vamos vernos al espejo y vamos a vernos sensatos, prudentes, maduros, culeros. Esto es lo que quieren ellos, que nos vayamos preparando en la resignación y en rendirnos.
Y vemos allá afuera, un sistema de injusticia que se renueva cada tres o cada seis años. Y llegan ellos allá arriba a prometernos que ahora sí se van a portar bien, que ahora sí no se van a robar el dinero, que ahora sí las universidades van a ser para los universitarios y no para que un pequeño grupo de burócratas esté escalando puestos, mismo en la universidad o en el gobierno de la ciudad o en el gobierno del estado, o en el gobierno de la República. Todo eso lo vamos viendo, y ellos están esperando que nosotros nos domestiquemos y obedezcamos.
La Otra Campaña no viene a proponerles que se sumen a un partido político, tampoco que apoyen a Marcos o cualquier otro idiota para que sea presidente de la República. Lo que viene a proponerles la Otra Campaña es que se organicen como estudiantes, como maestros y como trabajadores, y que con plena autonomía e independencia, unan su lucha a nosotros. Si hemos venido desde las montañas de sureste mexicano, desde Chiapas, es para hablar con ustedes, para escucharlos y para decirles que queremos ser sus compañeros y sus compañeras como zapatistas que somos.
Venimos a avisarles, comunidad universitaria de la UNAM y del CCH Naucalpan, venimos a avisarles que nos vamos alzar y vamos a derrocar al supremo gobierno. Venimos a avisarles que vamos acabar con el sistema capitalista, que vamos a sacar a los ricos de este país, y que vamos a levantar otra vez, otro país, otro México. Lo vamos hacer en todo el país, en todas partes, hombres y mujeres, mayoritariamente jóvenes, se están huyendo, uniendo a la Otra Campaña, y eso es lo que vamos hacer. No nos importa quién va a quedar después del dos de julio, el que quede será derrocado.
Venimos a invitarlos a que se unan a esta lucha, que nosotros les ofrecemos respeto a sus formas de organización y a su propia lucha. Venimos a ofrecerles escuchar su palabra y que nadie, nadie, ni Marcos, ni nadie, venga más a mandar o a decir qué se debe hacer en la UNAM o en el CCH, sino sea la misma comunidad universitaria, la que decida su destino, su paso, su ritmo, y su compañía. Si ustedes se unen a nosotros, sepan que los necesitamos, que necesitamos de su fuerza, de su inteligencia y de su creatividad. Se los decimos nosotros, como miembros del EZLN, pero también se los decimos como parte de la Otra Campaña.
Compañeros y compañeras, ahora sí que llegó la hora de elegir: si seguimos cargando con nuestra angustia y con nuestro miedo, esperando nada más agradecer que estamos vivos, pedir permiso para vivir, pedir perdón por existir. O de una vez por todas, nos alzamos y acabamos con ese sistema que nos tiene en esta situación.
Nosotros, nosotras, somos la Otra Campaña, lo mejor de este país, la gente más humilde, la más humillada, la más golpeada, la más despreciada: indígenas, trabajadoras sexuales, trabajadores sexuales, mujeres, jóvenes, ancianos, niños. Todos los que estamos acá somos gentes de abajo, y desde abajo es como se cambian las cosas, porque es desde abajo como se levanta la historia.
Eso es lo que vamos a hacer. Les pedimos que lo pienses y ahí lo vean, porque lo que va a pasar, va a pasar de por sí.
Gracias compañeros, gracias compañeras.
Palabras del Delegado Zero con adherentes, Atizapan de Zaragoza
Estado de México
24 de abril del 2006
Compañeros, compañeras, ya buena tardes.
Queremos agradecerles que nos hayan recibido a la familia que nos recibió aquí en su casa, y que esperó hasta el final para decir el problema que está pasando en todas partes —no nada más aquí— que es: el problema este del despojo y cómo están invadiendo todos los lugares.
La compañera Mari, de PIFSI —¿sí dije bien?— nos platicó, junto con todo el equipo, un diagnóstico que fue completado con las demás intervenciones. Esta reunión que estamos teniendo ahora es de las más ricas que hemos tenido en reuniones con adherentes, porque nos han aportado no sólo la lucha que lleva cada quien, su dolor, su resistencia, sino también este diagnóstico sobre lo que está pasando en la zona, no sólo en Atizpán, sino en Naucalpan y todos los demás que estuvieron mencionando.
Y esto es importante porque nos permite ubicar los problemas que hay aquí, como parte de una problemática más general, que es lo que trata de hacer la Otra Campaña, ubicar al enemigo o al responsable de esos dolores que estamos padeciendo cada uno de nosotros, como grupo, como colectivo, como familia y como individuo. Y es también rica la reunión porque hablaron organizaciones políticas, colectivos, grupos, familias e individuos.
Y está la pregunta que dejó pendiente Mari y PIFSI —que no la hizo, pero quedó en el aire—, que es: ¿qué hubiera pasado si no hubiera hecho nada? Y es la pregunta que todos nos estamos haciendo en la Otra Campaña. Si es mejor no hacer nada, quedarnos como estamos cada quien cargando con la indignación o con lo que estamos viendo, sea porque lo padecemos directamente o porque vemos que otros los están padeciendo, o hacemos algo. Y esa es la pregunta que nos deja ella y que tenemos que responder.
Y la respuesta que hemos escuchado en otras partes de la República es que sí, que si no hacemos nada, igual nos van a pasar todas esas cosas. Porque está ocurriendo todo este desbocado avanzar de los poderosos, de los ricos, de los capitalistas —como decimos nosotros—, a través de sus partidos políticos que están a su servicio, para irse apoderando de todo y de todos, y vencer cualquier resistencia.
La otra pregunta que deja pendiente la intervención de todos es: ¿hasta dónde vamos a llegar? Si vamos a llegar hasta que consigamos que el gobierno nos escuche; si vamos a llegar hasta que pongamos a alguien que tal vez va a hacer las cosas, tal vez no; o si vamos a llegar hasta el final. Y esa pregunta la Otra Campaña también la tiene respondida entre quienes la forman. Vamos a llegar hasta el final, lo dijo el compañero que habló al principio, él decía: la Otra Campaña es para toda la vida, para toda nuestra vida con ese objetivo que nos estamos planteando.
En ese sentido, los horizontes que nos estamos proponiendo como Otra Campaña se van moviendo una y otra vez, y estamos buscando que cada quien identifique el mismo horizonte. No importa si es pueblo indígena, si es campesino, si es obrero, si es estudiante, si es ama de casa, si es maestro, si es joven anarquista, libertario, punk o como se llame cada quien. El horizonte que nos estamos proponiendo es un sistema, que es el que nos está estorbando en nuestro desarrollo. Y ya no conforme con eso, ahora se está convirtiendo en nuestra principal amenaza, no sólo a nuestra existencia como colectivo, como grupo, o como persona, sino incluso, una amenaza contra la vida, la vida real pues.
Y la otra pregunta también que queda pendiente es: ¿si hay un lugar aquí o no para nosotros? Yo no sé porqué metieron en los seis puntos en su discusión si se hacía pública o no la lista de, perdón, su dirección. Nosotros preguntábamos esto, porque nos mandaban preguntar de cada estado, cómo los contactaban para convocarlos a las reuniones para organizar la Otra Campaña. El problema no es si nos estamos escondiendo de el Cisen, del gobierno, o de los partidos políticos —que también tienen gente que esté espiando lo que está pasando en la Otra Campaña—, el problema es si no nos estamos escondiendo de nosotros mismos. Porque esta etapa es para que nos conozcamos. Yo no digo que den su dirección, su número de teléfono, ni siquiera su dirección electrónica, pero sí que saquen una o algo, para que otras gentes que piensan como ustedes, los puedan conocer.
Los compañeros de… —ahorita pérenme que lo encuentro— del colectivo Luz Casas Cruz tienen un planteamiento muy interesante sobre lo que es este planteamiento de la Constitución. Hemos escuchado eso en otras partes. ¿Cómo se van a contactar a la hora que, a través —gracias de los medios de comunicación alternativos que están aquí sacando su palabra para que llegue más lejos—, otras personas que piensen igual, cómo van a contactar al colectivo? Van a tener que recurrir a la otra regional, en el Estado de México, ésta, y a ver si los encuentran. Y se empieza a burocratizar todo el trayecto para ir de un lado para otro.
No se trata de que el intermediario de todos nosotros sea el EZLN, vaya al EZLN y el EZLN lo mande a los demás, sino que se trata que realmente la Otra Campaña sea de nosotros, de todos, no nada más de los zapatistas y no nada más de la Comisión Sexta. Entonces es importante crear mecanismos de comunicación para que entre ustedes se pueden encontrar, no sólo para dirimir diferencias o para discutir y debatir, también para encontrar similitudes.
¿Cuál es el lugar de la Otra Campaña para los individuos o individuas? Si como quiera siempre van a estar separados y por algo no están en un colectivo, por algo no están en una organización, no es nada más porque no encuentren lugar, sino es porque una convicción que como familia o como individuo les dice: “aquí hay un lugar para mí y lo tengo que construir”. Pero hay miles, no se trata de cuatro o cinco que estén en cada lugar. La mayoría de los miembros de la Otra Campaña son individuos, y ¿dónde está el lugar para que se encuentren?, ¿cómo se van a comunicar entre ellos?
Sí, estamos claros que el gobierno quiere ponernos cola y saber qué estamos haciendo para, en dado caso, poder golpearnos. Pero también hay mucha otra gente que quiere encontrarse con nosotros, también con los colectivos. ¿Dónde van a encontrar a los colectivos que han participado aquí y, sobre todo, a los que no participaron? Fuera porque les da miedo el micrófono, fuera porque desconfían todavía de lo que es la Otra Campaña y de su rumbo, o porque todavía están viendo de qué se trata todo esto y si no es cierto que alguien está lidereando u homogenizando la Otra Campaña.
Cuando el EZLN saca la Sexta Declaración y dice: “vamos a levantar un movimiento juntos”, vamos a cumplir esa palabra. Juntos es juntos, es que no vamos a dirigir nosotros. Y el hecho de que se centralice la comunicación en un punto, es una forma de control. Por eso nosotros decimos: si se hace público, entre cualquiera se pueden comunicar entre ustedes sin depender de iniciativas del EZLN o de la Comisión Sexta, ni de eventos o reuniones que sean masivos. Y entonces la Otra Campaña empieza a adquirir una vida diferente a todas las demás organizaciones y movimientos que han nacido en este país.
Cuando dice la Comisión Sexta: “estamos levantando un movimiento que no tiene precedentes”, es eso, es en realidad, es eso. Si pudiéramos conseguir todo esto, se podría generar una salud mental y política dentro de la Otra Campaña que ningún partido político, por muy masivo que sea, lo va a tener. Que podamos debatir todas las ideas, todos los puntos de vista entre nosotros, sin perder de vista que somos compañeros sobre dos ejes básicos: somos de izquierda, somos anticapitalistas. Y los otros ejes que se fueron agregando: es que no estamos en la cuestión electoral, que no estamos buscando cargo.
Pero es interesante que se conozca la lucha de cada quien, y la conozcan otros, y que sí sepan “ahí están”. “Somos muchos”, como dijo la compañera que pasó por la familia. Pero a lo mejor no basta con eso, con saber que estamos, y si queremos debatir, si queremos discutir, si queremos saber más entre nosotros, está el tope de que se esté circunscribiendo sólo a actos públicos, donde como ya dijeron, hay cinco minutos para exponer todo lo que están haciendo.
No se puede sintetizar organizaciones, grupos, colectivos, familias que llevan años de lucha, que no están naciendo a la lucha anticapitalista en la Otra Campaña —aquí se están encontrando—, pero es difícil de exponerlo en tres minutos y en cinco minutos. Y son experiencias muy valiosas. Nosotros las hemos conocido por otros lados y queremos seguirlas conociendo.
Nosotros decimos: ¿a poco no le interesa a un indígena de Quintana Roo conocer lo que están haciendo acá? Y como dijo PIFSI… Yo alcancé a hojear las carpetas que me mandaron, realmente es un desafío el que hicieron, porque desnudaron completamente el aparato político aquí: todas las tranzas y corruptelas, con sus mismos elementos. Todo lo que intuimos en todo el país respecto a las tranzas que hay en los gobiernos y sus ligas con el poder económico está ahí, con hechos que son comprobables. Claro está aquí, en esta zona del estado de México. Pero si hay otras organizaciones que están haciendo lo mismo, si juntamos nuestra fuerza y nuestra voz para hacer lo mismo, pero no nada más con la simpatía que despierta alguien que habla con el corazón, sino la simpatía y el respeto que despierta el conocer una lucha que no nace en ese momento, sino que tiene su trayectoria.
Tenemos que insistir una y otra vez en esto: es necesario conocernos para que aprendamos a respetarnos, y para conocer el tamaño de nuestra fuerza. Saber que las compañeras de PIFSI son compañeras, pues a nosotros nos da mucha fuerza. Porque no nos cabe duda, no necesitaban decirnos que intentaron comprarlas y no se vendieron. Era evidente que con todo lo que tenían, lo que estaban sacando, alguien les iba a decir: “¿qué quieres?”. Y a la hora que ellas dijeron: ¡no!, y que muchos estamos diciendo ¡no! por todas partes, lo que tenemos que hacer es unir esos No´s y conocerlos.
Y vamos a aprender pues, en nuestro corazón, que esa fuerza, no sólo es mucho más grande que las arbitrariedades de los militares, de los gobernantes, de los funcionarios que extorsionan a los ambulantes o a los vendedores de banqueta —como definieron—, o a los que quieren despojar el predio aquí para hacer el fraccionamiento o destruir el cerro, todo lo que nos fueron platicando. Vamos a descubrir que esa fuerza es muy grande y la vamos a descubrir como propia.
Si la Otra Campaña dice: “no se trata de hacer un movimiento para que lo lideree Marcos, o lo lidereen los zapatistas, o lo lidereen los comunistas, o los anarquistas, sino que es un movimiento donde cada quien va a tener su lugar”, necesitamos que ese cada quien tenga su lugar, lo conquiste delante de otros, no en el micrófono, porque hay mucha gente que le da pena hablar. Que conquiste ese lugar a la hora que se empieza a relacionar con otros, a la hora que la palabra va y viene.
Cuando dice la Otra Campaña: “la primera parte es aprendamos a escuchar” es eso. Se presenta cada quien y dice: “yo soy”, y cuando dice yo soy, no dice “yo me llamo así y vivo en tal dirección”. Sino: “yo soy, ésta es mi lucha, esto es lo que me hizo colectivo, lo que me hizo familia, lo que me hizo individuo y por eso estoy aquí”.
Y a la hora que decimos: “esa persona individual, aunque sea una niña —la que trajo las flores—, tiene un lugar en la Otra Campaña y vale igual que la organización corporativa que tiene miles de afiliados, es que lo tenemos que cumplir, sino pa’ qué madres lo decimos. Y aquí respondo pues a los compañeros que cuestionaron porqué los adherentes. Es nuestro modo de los zapatistas —y si no me equivoco, de la mayoría de los pueblos indios de este país—, darle un valor a la palabra. Y cuando nosotros decimos: “vamos a entrarle a este movimiento, ¿le entras?”. Y alguien nos dice: “sí”, se adhiere, nosotros pensamos que va a hacer honor a esa palabra.
Porque hay gente que nos dice: “yo estoy”, pero no estoy. Porque a la hora que me dice yo estoy, es: “yo me estoy comprometiendo”. Y a la hora que dijimos esta primera gira, ¿qué es lo que nos importa?: conocer a los compañeros.
Porque allá me van a preguntar —por eso me mandan a mí—: ¿qué compañeros tenemos?, ¿quiénes son? Por eso estoy apunte y apunte, y les pido lo que dicen, y todo eso, porque tengo que darles cuenta. Porque nosotros así crecimos, conociéndonos, y respetándonos. No crecimos como que éramos muchos, no estamos buscando los grandes actos, pudimos haberlo hecho: nos aliamos con un partido político.
Nos decían en Oaxaca: ¿quieren gente? —unos maestros pues, medios charros—, ¿cuántos camiones quieren?, ¿los quieren llenos o vacíos? Para sus actos, para que se vea que había mucha gente. Y eso es porque en Jalapa del Marqués hicimos una reunión de adherentes con tres compañeros. Esos eran los tres adherentes ahí, y nos salimos a la calle, porque ni siquiera su casita daba para donde meterse ni siquiera los tres y los que veníamos, pusimos unas sillas y empezamos hablar y a escuchar. Y entonces este es uno de los compromisos que les estamos pidiendo como adherentes aquí donde están.
Ahorita el problema no es sólo mantener la organización que hizo posible que llegara la karavana y que llegara la Comisión Sexta. Es cómo hacer posible que esta misma estructura, empiece a regresar el oído que recibió ahora —porque fundamentalmente esta reunión fue de escucha—, y a lo mejor vieron que yo apunté. Pero seguramente en esas cámaras y esos micrófonos que son de gente que a eso se dedica, que esa es su forma de luchar, hacer grande la palabra y que llegué lejos, pues igual pasaron en otros estados y van a pasar en otros estados, incluso en otras regiones del estado de México.
Entonces hay que corresponder ese oído, porque eso es lo que estamos diciendo. ¿Qué paso ayer en Xalatlaco?, sería importante escuchar esa parte y encontrar toda la línea de coincidencia del despojo. Y ver que el corredor azul no existe, todo es el mismo, y no importa qué color tenga: si es PAN, si es PRI, o si es PRD. Toda la política de despojo se está generalizando por todo el estado de México, mucho más en los bordes con el Distrito Federal, porque el Distrito Federal va para arriba y se está encontrando con el estado de México de arriba. El DF de arriba con el estado de México de arriba.
Y entonces ¿dónde vamos a hacer que se encuentre? Porque es nuestro deber como Otra Campaña que se encuentre el estado de México de abajo, con el DF de abajo y con Morelos, y con Michoacán, y con Zacatecas, y con San Luis Potosí, y con Baja California.
Son cosas que nos parecen imposibles. Pero a la hora que escuchamos sus testimonios: los testimonios de ella, los testimonios de las compañeras de PIFSI, los que cada uno fue pasando, nosotros decimos: viera que estamos juntos y me cae que no nos duran. Viera que estamos juntos, pero no en una declaración que se firman, y fírmele el que sea, que eso fue lo que dijo la Sexta Declaración: ¿quién se adhiere? Pero no se convierte en movimiento hasta que sabemos que somos compañeros. Y no sabemos que somos compañeros hasta que nos respetamos y nos conocemos.
Ahora escuchamos a los compañeros del Colectivo Antidominante, y a otros compañeros, entonces así aprendemos: bueno, esta lucha, ¿en qué vamos a coincidir y en qué nos vamos a diferenciar? ¿Quiere decir que vamos a obviar las diferencias? No, vamos a seguir discutiéndolas. A lo mejor nos convencemos, a lo mejor no, pero lo fundamental —como decía el compañero del FPR— es: ¿cuáles son las coincidencias?, ¿en dónde nos vamos a encontrar? Y nos vamos a encontrar en el dolor, ahí, ahí es donde vamos a estar todos juntos.
Y a la hora de la hora que hay que luchar no va a ser en este espacio de una reunión, a la hora de que vamos a luchar va a ser en la calle, en la fábrica, en la colonia, en el mitin, en la movilización, en el bloqueo, en el campo, en la montaña. Pero viera que cada quien levanta esa lucha sabiendo que al mismo tiempo otro está haciendo otra cosa en su lugar, según su modo, según su forma de lucha, entonces se hace un gran movimiento, que es el que nosotros estamos proponiendo.
Las luchas, más o menos que nos explicaron aquí, señalan un aspecto fundamental: el gobierno no sirve, no gobierna más que para los ricos. Y por eso la sociedad, la gente, los ciudadanos, las señoras —como nos platicaban—, espontáneamente se organizan para resolver el problema que el gobierno no resuelve. Tan elemental, como que se está matando la gente ahí en tu calle —ahora sí que sales a barrer y encuentras un muerto—.
Y hay gente pues que le vale madres, pero hay gente que no, y poco a poco empiezan a invadir los problemas. Y lo que parecía que le pasaba a otros —y que nos vienen a decir en la televisión, en la radio, en los periódicos: por revoltosos—, resulta que le empieza a pasar cada vez a más gente que no la debe ni la teme, esto se está generalizando por todas partes.
Entonces va a llegar un momento en que toda esa gente tiene que decir: “¿qué voy a hacer?”. Y si no hay otra cosa, compañeros y compañeras, entonces va a estar el argumento que hay ahorita: hay que irse con el menos peor. ¿Qué vamos hacer el dos de julio?, ¿por qué?, porque no hay otra cosa.
Entonces, tiene que surgir este movimiento para que cuando la gente empiece a voltear y decir: “bueno y ahora ¿qué hago?”, la Otra Campaña, el otro movimiento, el otro estado de México, el otro Atizapán —o Atizapunk, como le dicen—, tiene que decirle: “aquí, aquí con nosotros tienes tu lugar”. Y aquí no se trata que alguien se va a enriquecer, o que alguien se va a hacer más poderoso, o que alguien se va a quebrar, o que alguien se va a vencer —o se va a desmayar, decimos nosotros—, alguien va a decir: “hasta aquí nada más”.
Sino que cada quien va a tener su lugar y ese es el que va a garantizar que el movimiento no agarra mal camino, porque sino es la desconfianza que se va heredando. En lugar de que estamos heredando —como dijo la compañera de la familia— a los niños una lucha, le estamos heredando una desconfianza: “no importa qué hagas, siempre va encontrar el de allá arriba a quién corromper, a quién doblar, a quién comprar”. Y nosotros decimos: no. Porque sí hay mucha gente que ni se vende, ni se corrompe, ni se deja vencer. Lo que necesitamos hacer es que esa gente tenga confianza en sí misma y que construya con esa confianza un lugar dentro del movimiento. Y que ese movimiento lo levantemos todos juntos. Eso es lo que está planteando la Otra Campaña.
Al terminar el estado de México, si no pasa lo que sigue pasando, la Otra Campaña en el estado de México deja de ser de la Comisión Sexta y es del estado de México. Entonces, esta regional que se organizó para que llegáramos nosotros, y para que se reunieran y se escuchara su palabra, pues ahora ya tiene que ser la Otra aquí. Porque es absurdo que la Otra en Atizapán, tenga que conectarse hasta las montañas del sureste mexicano para encontrarse entre ellos.
Y cuando nosotros estamos diciendo: “no vamos a dirigir la Otra Campaña”, es que estamos diciendo esto de que todos vamos a ser dirigentes, entonces hay que agarrar esa Otra Campaña. Y como dijo el compañero: “bueno y si alguien le quiere entrar y no tiene Internet o no sabe hablar español”, pues es trabajo de la Otra aquí en Atizapán o en la regional o sub regional como le llamen, ir con esa gente, convencerlo de que éste es el lugar de la lucha, éste es el lugar para ellos, y que entre. Que nos de su palabra nada más, y si quieres que llevemos un control de quién es adherente y quién no, y que vamos a repartir credenciales… Es el compromiso que cada quien tiene que dice: ”yo di mi palabra y ahora la voy a cumplir”.
Pero no estamos viendo a ver quién se atraviesa, a ver ven adelante, estamos buscando gente que está luchando, que ya está haciendo de por sí, pero lo está haciendo sola. Lo que estamos haciendo es el acuerdo para hacer toda esta red. Si hubiera toda una red de comunicación, no se trata de que alguien va a mandar, por ejemplo, entre todo el movimiento punk, anarco punk, o los libertarios, o los individuos, o las señoras, o las mujeres, o los homosexuales, o las lesbianas, que se conocieran entre sí. Esa primera parte del conocimiento que te dice —lo que ustedes nos gritaban antes— ¡no están solos! Es que no estoy solo en mi lucha, ni como colectivo, ni como grupo, ni como familia, ni como individuo, ni como organización social o política. Esa fuerza es muy importante porque es la que te permite desafiar al que está allá arriba.
Entonces, eso es lo que les vamos a pedir compañeros: ya cuando acabe esta pesadilla que es el paso del Delegado Zero —porque yo sé que no han dormido ni comido bien, por estar en lo de la organización—, hay que hacer una reunión de evaluación. Ustedes mismos: qué salió bien, qué salió mal. Hay que hacer una comisión de enlace, primero para enlazarse directamente con nosotros, sin teléfono rojo, que todos sepan lo que va y lo que viene. Pero lo más importante no va a ser eso: lo más importante va a ser que con ése se van a relacionar directamente con las Otras, en otras regiones del estado de México y en otras partes del país.
Y entonces ya no importa si Marcos, si la Comisión Sexta, si los Comandantes, lo que importa es el movimiento que empieza a agarrar su propio paso y empiezan a encontrarnos, a encontrarse perdón entre ustedes, y a encontrarse con nosotros. Porque ahorita lo que está pasando es que nosotros sí nos estamos encontrando con todos los compañeros, pero falta que todos lo compañeros y compañeras se encuentren entre sí, y ese va a ser responsabilidad de la Otra en cada lugar.
¿Y cómo vamos a garantizar que los que no vinieron aquí sepan qué está pasando? Pues ustedes mismos se tienen que organizar, así como se organizaron para que viniéramos nosotros, tienen que organizarse también para que los demás estén informados y para que estén informados de regreso todos los demás a través de ustedes.
Lo primero que tenemos que hacer como organización es cuidarnos a nosotros mismos. Entonces no debe pasar que nadie, absolutamente nadie, reciba —de la Otra Campaña— un hostigamiento, una persecución, un ataque, cualquier cosa, sin que lo sepamos todos y todos protestemos y todos nos movilicemos.
Entonces, cómo vamos a saber si al compañero pues anarco punk por allá lo agarran, si no hay un lugar donde puede hacer la denuncia. Si lo sabemos que anduvo en cinturones de seguridad de Morelos, por ejemplo, sin deberla ni temerla, lo invitaron y fue a cuidarnos a nosotros. Y ahora está de organizador aquí y ahora pasa hablar y todo eso, échale que le meten cola, nomás para darle un susto —como dicen ellos allá arriba— y no hay a quién le va decir. ¿Cómo nos vamos a enterar nosotros para hablar por él? Porque él estuvo dispuesto a protegernos a nosotros, lo elemental es corresponder.
Pero igual tiene que responder el que está en Baja California que ni siquiera lo conoce ni sabe como se llama, pero va a saber que es compañero. Entonces tiene que haber un lugar, un teléfono, algo, para que la gente que es de la Otra Campaña diga: “me está pasando esto”. Y no nos enteremos tres días después, una semana después, un mes después, que lo estaban molestando.
Entonces, que los gobiernos y los poderosos sepan que se están enfrentando con un movimiento nacional, ya no con un grupo o colectivo, ya no con una región del estado de México, ya no con el estado de México, sino con un movimiento nacional, entre los que están los zapatistas, pero hay muchas otras organizaciones.
El tamaño de lo que está creciendo ahorita es muy grande, no sé ni como decirlo pues. Y no me refiero tanto a la cantidad —que es bastante—, sino a la calidad de los grupos, colectivos, personas, individuos, organizaciones que está. Es gente bien chingona, como ustedes, lo mejor que hay en este país está acá. Y nada más por eso, es que merecemos la victoria. Aunque no la mereciéramos, vamos a merecerla, y lo vamos hacer, y lo vamos a ganar.
Entonces compañeros, como pasaron y dijeron varios en el sexto punto, tareas. Sigue un chingo de trabajo, pues ahí van las tareas inmediatas: hay que mantener el enlace directo con nosotros, para que nosotros le pasemos ese enlace al resto del país y se empiecen a relacionar directamente. Hay que cuidar a los compañeros y a las compañeras adherentes a la Sexta y a la Otra. Hay que informarlos a todos, de lo de esta reunión, de lo que pasa en el estado de México, y de lo que está pasando en toda la Otra en todo el país.
Y hay que convertirse en un canal de comunicación efectivo, de todo, de cual adherente, no importa si es un grupo grande o si es una sola persona, para que se pueda comunicar y hacer sentir su denuncia, su injusticia, su protesta. Y pedir el apoyo de toda la Otra en todo el país. Imagínate qué hermoso que a una persona que está adherida individualmente, como la maestra que pasó, le quieran hacer algo, y de pronto llegue una protesta nacional para defender a una persona. ¿Qué movimiento va a hacer eso? Ninguno, sólo la Otra Campaña. Y entonces los poderosos tienen que aprender esto: si se meten contra la Otra Campaña, se meten contra todos nosotros, somos más y somos mejores.
Esas son las tareas, hay también que hacer la difusión de la Sexta. Que se lea, como dijo la compañera que pasó, dice: “pues es que gente que llegó que ni siquiera había leído la Sexta y quería opinar, o participar, o que la leyó pero no le dio importancia”. No se trata sólo de leer, sino de entender, porque ese es el puente que estamos construyendo entre nosotros.
Independientemente de en qué acabe la discusión de los seis puntos, ahorita ya el acuerdo mínimo común es la Sexta Declaración y es la Otra Campaña. Entonces tenemos que comprometernos a que más gente le entra. Ahorita el espejismo de las elecciones se acaba el día 2 a las diez de la noche. El día 3 en la mañana empieza la realidad otra vez, se reparten ellos los huesos, y a nosotros vienen otra vez los golpes, los despojos, todo lo que han hecho durante el resto del tiempo y ahorita como que se están frenando.
En la mayoría de la gente hay una indignación por el trato de idiotas que nos dan los partidos políticos, porque nadie puede sinceramente considerarse inteligente y decir que las campañas tienen un gran nivel de discusión, de inteligencia, pues.
Entonces, toda esa gente hay que encontrarla y decirle, entre o no le entre, hacerle saber que hay otra cosa, que hay Otra Campaña. Y entonces, que ellos ya cada quien decida si le entra o no le entran, o cuando se sale también. Porque también la prerrogativa de cada uno de los adherentes es, en cuanto ve que el movimiento está agarrando otro camino, puede decir hasta aquí nomás. Nada más que en ese momento tiene que responder también la pregunta: ¿qué hice yo como adherente para evitar que siguiera ese mal camino, que lo que me convocó, ahora me está desconvocando?
La entrada a la Sexta y a la Otra Campaña es libre si se cumplen esos requisitos básicos que están ahí: quiere luchar contra el capitalismo. Porque ahí es donde uno plantea el horizonte, si uno dice: “no, yo nomás quiero luchar porque me reconozcan mi tierra”, pues no es éste el lugar. Sí lo apoyamos, pero aquí necesitamos a unos cuantos —pero bien chingones— hombres y mujeres, niños, ancianos, jóvenes, adultos, lo que sea, pero que sí vean dónde está el horizonte.
El horizonte, como dijo Galeano, se va moviendo una y otra vez. Y ahorita el que nos pusimos está bastante retirado, mucho más allá. La compañera que pasó de PIFSI lo dijo muy claro: “nosotros, eso de las acciones como que está muy abajo de nosotros no alcanzamos a verlo”. Eso es cierto, la Otra Campaña está muy arriba, porque su horizonte es muy lejano y justo, y lo vamos a lograr.
Pues esa es nuestra palabra compañeros y compañeras. Échenle ganas y sobre todo, piensen pues que acabando esta reunión —o lo que vaya a haber el día de hoy en esta zona—, hay que seguirle pues con los otros trabajos: valorar lo que pasó, hacer la evaluación y entrarle pues a la otra chamba para protegernos.
A los compañeros jóvenes: anarquistas, punks, libertarios y todo eso tenemos un mensaje especial que daríamos en, no sé si se va a hacer todavía el mitin en CCH Naucalpan, porque dice que parece que no, si no entonces en Zumpango, ahí lo vamos a hacer.
Gracias compañeros, gracias compañeras.
Palabras del Delegado Zero, acto público en Zumpango.
Estado de México.
24 de abril del 2006
Buenas tardes Zumpango, buenas noches casi.
Les traemos un saludo de las comunidades indígenas zapatistas, las bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
En agosto del año pasado, en el 2005, en las reuniones preparatorias que hubo en la Selva Lacandona, llegaron compañeros de Zumpango.
Hubo un compañero que está aquí, que pasó hace rato, que tomó la palabra ahí, delante de todos nosotros, los Comandantes y Comandantas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, y delante de muchos organizaciones, grupos y colectivos que se habían reunido.
Nos platicó un poco la historia de acá, nos platicó la historia de la gente que no podía estar en ese momento junto con nosotros para decir lo que nosotros ya sabíamos en boca de él, que había otro Zumpango, un Zumpango rebelde y digno que se estaba levantando en condiciones muy difíciles. Y desde entonces, recibimos la orden de nuestros compañeros de que teníamos que venir a escuchar su palabra y a aprender de todos ustedes, en esto que se llama la Otra Campaña.
Lo sabemos bien lo que está pasando acá, cómo los grandes centros comerciales están destruyendo al pequeño comercio y a los ambulantes. Y sabemos que no llegaron solos, que vinieron de la mano de ésos que están allá arriba escondidos detrás de esas ventanas, porque están viendo a un pueblo reunido sin necesidad de acarreo, sin falsas promesas, sin decirles que van hacer lo que no han hecho nunca, que es atender las necesidades de la gente.
Sabemos también la historia de despojo de tierras y de despojo de nuestra historia, y del esfuerzo que se está haciendo por rescatarla, por conservarla, por hacerla crecer y cuidarla como se cuida un árbol. Sabemos, sobre todo, la historia de los jóvenes, de los hombres y mujeres jóvenes que son perseguidos porque se rayan la piel, porque se pintan en la piel los tatuajes para representar una posición política y una rebeldía hacia los que están arriba, y que por esos tatuajes son tachados de criminales, perseguidos o discriminados, que no les dan trabajo, ni los dejan entrar a ningún lugar.
Sabemos también la discriminación y el desprecio que hay a los jóvenes punks, a los libertarios, a los anarquistas, a todos ésos que están luchando y organizándose, y conquistando sus propios espacios. Y lo sabemos que la gente, que hace creencia de lo que está pasando allá arriba, mira a esta gente con desprecio, con miedo, con desconfianza. Y cuando ven a alguien vestido de negro, con el símbolo de la A del anarquismo libertario, cuando ven el peinado punk, cuando ven los tatuajes, se hacen a un lado. Y cuando hay un crimen o un delito, acusan a estos jóvenes, a estos hombres y mujeres. Y venimos a descubrir aquí, que los verdaderos ladrones y los verdaderos criminales no visten así, sino con traje y corbata. No llevan la A del anarquismo libertario, sino llevan el símbolo del PRI, del PAN y del PRD.
¿Por qué vamos a desconfiar de estos jóvenes, si son ellos los que han construido esta rebeldía y este espacio que permite que la voz de los indígenas zapatistas llegue hasta ustedes y que su palabra a través de nuestro oído, llegue hasta las montañas del sureste mexicano?
Cada quien, en la calle, en el mercado, en el trabajo, en el volante, donde quiera que está trabajando, sabe bien quién es el que roba, el que le quita lo que tiene, el que lo persigue y el que lo desprecia. Es ese que está allá arriba, a mi derecha, que es de por sí como están ellos, el presidente municipal, el cabildo, el gobernador Peña Nieto, el presidente Vicente Fox. Son ellos y no otros los que atentan contra nuestra seguridad, son ellos los que nos están robando de los bolsillos y lo están haciendo por medio de las leyes.
Tal vez hay campesinos aquí que me escuchen, campesinos que todavía trabajen la tierra. Sepan que nos van a despojar de ella si nos dejamos, ellos, los que dicen que van a defender el campo, los que ahora están prometiendo que va a haber buen precio para los productos. Ellos, por medio del Procede y del Procecom, nos van a convertir en pequeños propietarios, nos van a endeudar y nos van embargar, y finalmente nos vamos a quedar sin nada.
Todos los partidos políticos que están allá arriba están de acuerdo en esta guerra de despojo. Lo sabemos bien, porque lo vemos: todo el día trabajando de sol a sol, si llueve mojados, si hace sol sudados, y como quiera no sale el precio del producto que estamos trabajando.
Y cuando acudimos a una dependencia gubernamental a pedir apoyo ¿a quien reciben?, ¿a poco no reciben al que lleva traje y corbata, al que es rico, al que es propietario? ¿Cuándo el presidente municipal de Zumpango o el gobernador del estado de México o el presidente de la República ha recibido a uno de estos pequeños propietarios y de pequeños comerciantes que están luchando cada día por sobrevivir? Pero en cambio, los gerentes y los representantes de Wal Mart, de Comercial Mexicana, de cuánta madre de centros comerciales que nos están robando, hasta les ponen los pies para que se limpien y puedan caminar bien.
Compañeros y compañeras y pueblo que nos está escuchando: nosotros no venimos a contarles mentiras ni a prometer nada. No estamos buscando cargo, ni les estamos pidiendo dinero, ni les estamos repartiendo gorras, ni playeras, ni matracas, ni tortas, ni refrescos. Por eso no les podemos echar mentiras, porque no venimos a quitarles nada. Pero tampoco venimos a prometerles nada en falso. Esos que están allá arriba, que hace poco reunieron a mucha gente aquí acarreada, nada más para burlarse de ella, aprovechándose de su necesidad, porque saben que en cuanto pase el dos de julio, se van a enriquecer ellos, no importa qué partido político sea. Y no sólo ellos, sino los grandes ricos a los que sirven. Ellos quieren destruir este país, destruir el estado de México y destruir Zumpango, pero el de abajo, porque se quieren apoderar de él.
Quieren acabar con el pequeño comercio para que sólo existan aquí grandes centros comerciales. ¿Cuándo alguno de nosotros puede adquirir algo en esos lugares? Pura gente fina, pura gente con dinero y como dijo aquí alguien: “pura gente con tarjeta de crédito”. Nosotros no somos sujetos de crédito. ¿Quién nos va a fiar en un banco, en una tienda? Si nos desprecian por cómo nos vestimos, hasta cómo olemos. No tardan en poner un detector de olores a la entrada de un centro comercial y todo el que huela a pobre, el que huela a trabajo no va poder entrar. Sólo el que huela a holgazán y a haragán va a poder ingresar a esos centros comerciales.
En todas partes donde hemos pasado, compañeros, compañeras, hemos visto este desplazamiento del pequeño comercio, de los ambulantes, que son perseguidos por la autoridades que se suponen que están para servir al pueblo. ¿Cuánta gente hay que tiene necesidades de trabajo y cuántos pocos son los que se enriquecen los centros comerciales? Y sabemos que los corren y los persiguen todavía aparte de que los están extorsionando con lo impuestos, con los permisos, con todo lo que inventan los inspectores para sacar dinero y enriquecerse. Y todavía vienen aquí y nos dicen: “voten por nosotros, nosotros somos la salvación de México, nosotros le vamos resolver el problema”. Y cada uno de nosotros sabe que está escuchando una mentira, pero que no hay otra cosa, qué vamos a hacer, ni modo, son los únicos que quedan.
Y vemos también como jóvenes, hombres y mujeres, perseguidos nada más porque somos jóvenes. Ni siquiera hay un espacio cultural para nosotros, para escuchar la música de rebeldía y de conciencia, como la que acabamos de escuchar con los grupos y con el compañero trovador. No hay ese espacio, lo único que nos ofrecen son esos programas para idiotas que saca la televisión masiva, sólo son esos y las películas también que nos están ofreciendo.
Y si nosotros nos negamos, como jóvenes, a consumir esa idiotez, y construimos un espacio, un grupo, un colectivo, para buscar otra cultura, una que nos haga pensar, que nos haga crecer el corazón, que nos haga crecer el cerebro, entonces somos perseguidos. ¿Por qué?, ¿cuál es nuestro delito? si no hemos robado nada, no hemos matado a nadie. Y en cambio, los que han robado y matado son los que tienen el poder. ¿Cuándo han visto en la cárcel a un rico o a un gran político? Nunca. Los que están en la cárcel son la gente que trabaja y la gente que lucha.
Muchas veces, si es indígena, ni siquiera sabe de qué está acusado porque no habla español. Todas las cárceles y todo el sistema de justicia en este país, se compra y se vende. ¿Y quién tiene dinero?, ¿nosotros o ellos? Si tenemos un problema con un rico, si un pequeño comerciante, un ambulante, tiene un problema con los grandes centros comerciales, ¿a quién le va a hacer caso el juez? Al que tiene el dinero, no al que tiene la razón.
Y sabemos que estos pequeños comerciantes del mercado llevan años en esa lucha, llevan años sobreviviendo dignamente. Y ahora resulta que una bola de holgazanes que dicen que son las autoridades, les abren las puertas a los grandes centros comerciales, que sólo significan la muerte para muchas familias. Son esos mismos gobernantes los que ponen como maestros de los jóvenes a los tiras, para que los eduquen con golpes, con el apañón, con todo lo que sabemos que nos hacen, nada más por nuestra forma de vestir, de bailar o la música que escuchamos. Y lo saben bien por qué: porque esa forma de que somos jóvenes es una posición política, es una posición que está diciendo No al poder. Es una posición que está diciendo: hay otra cosa, yo, nosotros, el colectivo que empieza a construir otra cultura, otro arte, otra forma de autogestión.
Esa bandera que está allá arriba en el hasta, está descolorida porque la han descolorido esos que están allá arriba: tanto PRI, como PAN, como PRD. ¿Para qué nos hacemos patos si son los mismos, nada más cambian de color? Y la bandera nuestra, es la que está ondeando abajo y a mi izquierda, esa bandera nacional, limpia y brillosa, que es la que tenemos que levantar nosotros.
Les he dicho antes que no vengo a pedirles un voto, nosotros somos de la Otra Campaña, nosotros y nosotras, y no sólo el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, es una organización y un movimiento que está en todo el país, y que tiene muchos movimientos, muchas organizaciones, muchos grupos, muchos colectivos. Lo que nos une a nosotros, es que hemos dicho: ¡ya basta! a esos políticos ladrones, embaucadores y embusteros. Y hemos dicho ¡ya basta! también al sistema capitalista, al que está detrás de esos grandes centros comerciales, detrás de los grandes terratenientes, detrás de los banqueros, detrás de los grandes industriales, detrás de los que son los dueños reales, del estado de México, y que tienen como sus empleados y capataces a Peña Nieto y a los presidentes municipales, a los diputados locales.
Los que son los dueños de este país, son los que nos quieren destruir y quitarnos lo poco que nos queda.
Lo sabemos bien que no estoy echando mentiras. Las señoras lo ven en su casa, en su mesa, ¿no es cierto cada vez que se come menos y peor?, ¿no es cierto que sube la cuenta de la luz, del predial, del teléfono, del drenaje?, ¿no es cierto que cada vez son peores los servicios por los que pagamos?, ¿no es cierto que cada vez que tenemos una necesidad y tenemos que acudir a una oficina gubernamental, tenemos que llevar dinero para pagar por la justicia, porque nos hagan caso, por sacar un papel?
Lo saben los trabajadores de la ciudad, tanto ambulantes, artesanos, pequeños comerciantes, choferes, empleados, saben que cada vez el salario es más pequeño aunque vaya subiendo un poco, que cada vez alcanza para menos y que cada vez es más lo que nos quitan también con la corrupción de los políticos. Que hay que mocharse con el policía de transito y con el que da el permiso y con el inspector que está revisando y otro tanto para la navidad del presidente municipal y otro tanto para su querida.
Todo eso lo sabemos que lo estamos viviendo. Y entonces, ellos nos dicen que lo que tenemos que hacer es sentarnos, tener paciencia y esperar a que llega otro allá arriba, que ése sí se va a portar bien, que ése sí nos va a cumplir. Pues no, nosotros, nosotras, en la Otra Campaña decimos: ¡No!, ni madres, no vamos a voltear hacia arriba, no vamos a escuchar ya más mentiras, ni les vamos a hacer caso.
Y en lugar de estar pensando que no hay otra cosa, vamos a construir y a levantar otra cosa, Otra Campaña, una donde sí cuente la gente que trabaja, la gente que hace que este país avance. No esos holgazanes que son los que salen en los periódicos, en la televisión y en la radio, haciendo declaraciones que nadie entiende más que entre ellos. Otra Campaña, otro movimiento que tome en cuenta las necesidades de la gente, que se levante un movimiento donde la gente mande y el gobierno obedezca.
Nosotros ya nos decidimos, nosotras, en la Otra Campaña, venimos avisarles que nos vamos a levantar para derrocar al supremo gobierno, a todo, al que está aquí al lado y también a los que están en el Distrito Federal. Nos vamos a levantar en todo el país, con una movilización civil y pacifica. Y no nos vamos a conformar con meter a la cárcel a todos esos que ahorita están felices pensando en cuánto se van a repartir después del dos de julio, también vamos a ir por los ricos para echarlos.
Ya no les vamos a pedir perdón, ni les vamos a pedir permiso a nadie, ni a ellos ni a nadie. Ahora se trata que cada quien, nosotros, como individuos, como familias, como grupos, como colectivos, como organizaciones, tomemos en nuestras manos nuestro propio destino. Que nunca más nadie nos venga a mandar, a explotar, a despreciar, a perseguir, por lo que somos, nadie: ni PRI, ni PAN, ni PRD, ni ningún pinche partido que venga a decirnos qué es lo que tenemos que hacer. Sino que el mismo pueblo organizado decida hacia qué rumbo va y cómo va hacer en su vida.
No puede ser que nuestras tierras estén siendo invadidas por las inmobiliarias y por los fraccionamientos. Que el agua se esté robando, en todas partes donde hemos llegado, en las comunidades que tienen manantiales o mantos freáticos —o sea agua debajo de la tierra— se las están robando, y la están privatizando y la están embotellando. Y ahora tenemos que comprar el agua que antes se daba como una señal de hospitalidad y de cordialidad, como se da un saludo, ahora es una mercancía. Y también es una mercancía el aire, porque con esa ley que aprobaron los partidos políticos que quieren ser ahora los mandos. Con esa ley, ahora resulta que los únicos que pueden usar el aire para transmitir su señal son los grandes ricos y poderosos, y las comunidades no. Todas las radios que tenemos comunitarias pasan a ser ilegales, y todas las mentiras que ellos hacen, pasan a tener el monopolio. Este es el país que tenemos, y tenemos que elegir y tenemos que escoger cada quien.
Hace rato, un compañero habló de 1810 y de 1910. Habló de la Guerra de Independencia y de la Revolución Mexicana. Lo que vamos a hacer acá, en la Otra Campaña, es mucho más grande, más terrible y más maravilloso que esos movimientos. Vamos a levantar desde abajo, con la gente humilde y sencilla este país. Vamos hacer el movimiento más maravilloso que ha tenido en la historia México. Vamos a darle la gran lección de amor que este país merece, por quienes realmente lo quieren y lo aman: por sus pobladores, por la gente humilde y sencilla, por los indígenas, los empleados, los trabajadores del campo y de la ciudad, los campesinos sin tierra, los campesinos que están siendo despojados, por los estudiantes, los jóvenes, los maestros, todos los que estamos abajo. Que estamos esperando nada más el tiempo que pase de que nos conozcamos entre todos, hagamos el acuerdo, y entonces podamos levantarnos y acabar con esta pesadilla que se renueva uno y otro día.
Compañeros y compañeras, venimos a invitarlos, porque queremos ser parte junto con ustedes de esta página de la historia. Queremos que tenga su nombre de ustedes y su rostro. Mentira que si es que los zapatistas se cubren el rostro para que no los vean: a ninguno de ustedes los ven ni saben su nombre. Qué importa qué rostro tienen, qué figura, cómo se llaman. Qué les importa a ellos allá arriba la historia de dolor, de coraje, de rabia, que tiene cada uno.
No nos ven, qué importa si alguien tiene la cara tapada o no, si como quiera no nos ven, y los que realmente se están ocultando son los grandes políticos y los grandes ricos de este país. No estoy hablando sólo ante la gente de Zumpango, traigo la voz de mucha gente humilde y sencilla de Chiapas, de Quintana Roo, de Yucatán, de Campeche, de Tabasco, de Veracruz, de Oaxaca, de Puebla, de Tlaxcala, de Hidalgo, de Querétaro, de Guanajuato, de Aguascalientes, de Jalisco, de Nayarit, de Colima, de Michoacán, de Guerrero, de Morelos, y ahora, de la digna gente del estado de México.
No puede ser, compañeros y compañeras, no puede ser que el estado de México sea asociado a los Hank González, al grupo Atlacomulco, al Partido Acción Nacional, o a cualquier partido que aquí tenga el poder. Hay otro estado de México, lo hemos visto en las comunidades indígenas que hemos recorrido, lo vimos también con los estudiantes del CCH Naucalpan y de otros centros educativos de la UNAM con los que hablamos hace rato, y ahora lo escuchamos con ustedes y los vemos.
No podemos permitir que nos sigan oprimiendo. Tenemos que quitarnos de ellos, hacerlos a un lado. Sacar las cuentas y ver todo lo que han robado y los crímenes que han cometido, y ponerlos donde deben estar: no en la silla gubernamental, no en la silla del presidente municipal o del presidente de la República, sino en la cárcel. Hay que abrir la cárcel, sí, para que salgan los presos políticos, para que salga la gente humilde y dejar la puerta abierta para poder meter a todos estos políticos ladrones. Nos están oprimiendo y todavía les estamos pagando. ¿Alguien sabe cuánto gana el presidente municipal al mes? Cientos de miles de pesos. ¿Alguien sabe en dónde se queda todo el dinero de infraestructura de obras públicas que hay que hacer aquí en Zumpango y no se hacen? Lo tiene él, y lo reparte entre su gente nada más.
Lo sabemos pues que así es. ¿De dónde sale esa riqueza, de dónde sale ese dinero? Lo producimos nosotros, los trabajadores del campo y de la ciudad. Y ellos, los que están más arriba, los dueños de los grandes centros comerciales, los dueños de los bancos, de la industria, del comercio, de la tierra, son los que quieren conquistar estas tierras como hace quinientos años.
Quiere que vamos a elegir y tenemos que elegir bien. Pero no quién va a ser el nuevo responsable de nuestro dolor, de nuestra desilusión y de nuestra rabia. Tenemos que elegir si vamos a participar con respeto, con autonomía, con dignidad, en este gran movimiento del que va a nacer el otro México.
Compañeros y compañeras, les pedimos que se informen, no tomen una decisión así nada más. Lo que les estamos pidiendo es que no miren hacia arriba, que no se dejen engañar por los políticos, hay otra cosa, hay otra forma de luchar y de cambiar este país, y es esto que es la Otra Campaña.
Si se deciden y le entran, tendrán un lugar digno con nosotros, los respetaremos, no importa que sea una sola persona, no importa su edad, ni su sexo, ni su creencia religiosa. Lo que importa es que en su corazón esté la decisión de cambiar este país. Si deciden no entrar, siéntense en sus casas a esperar a ver pasar la historia. Y nos verán pasar a nosotros con esa bandera levantada ahora sí bien alto, y les contaremos lo que fue luchar por este país para hacerlo libre y digno en su segunda independencia.
Compañeros y compañeras: es un honor estar en estas tierras, será un honor pasar la noche también en las dignas tierras de Zumpango. Ahora podremos dar la buena cuenta… ahora podremos dar buenas cuentas cuando regresemos a las montañas del sureste mexicano. Les diremos que tenemos compañeros y compañeras, tan dignos y rebeldes como nosotros, igual de decididos que nosotros, igual de dispuestos que nosotros para hacer otro México. Y ¿dónde están ésos? Acá, en el otro Zumpango, en el otro estado de México.
Gracias compañeros, gracias compañeras.
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el pasado 24 de abril, desperto en mi un sentimiento de hermandad, y una sed, sed de justicia y de democracia, con la visita del delegado zero, vi que el movimiento no solo esta en chiapas, sino ahora esta en toda la republica, ke el moviento tiene un fin puro y claro, ke es nuetro momento , ke llego la hora de demostrar a los politicos, que ahora somos mas y ke la lucha se levantara desde las cenizas, gracias, ezln.
Comentario de seul — abril 26, 2006 @ 5:31 pm
24 de abril , fue el dia en ke mi vida dio un giro total, kon la voz del delegado zero , y en mi nacio un amor por este movimiento , kon la voz del pueblo ,kon la voz de nosotros mismos ,nuestra propia voz y medi kuenta ke esto vale la pena , vale la pena por ke yo kiero dejar un mundo mejor pera los ke vienen tras mio , no kiero ke las futuras generaciones sufran la represion ke hoy vivimos nosotros , no kiero eso para mexiko , no mas …..
SER JOVEN NO ES UN DELITO!!!!!!!!!!!
ORGANIZATE Y LUCHA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Comentario de DANIEL — abril 26, 2006 @ 6:04 pm
Doy gracias a Dios por el tiempo que me toco vivir, gracias al sol que me da la luz para mirar a esta gente (mis hermanos!) hombro a hombro, mas alla del miedo, avanzando por el sueño, por y para el mañana, gracias al aire que respiro, y me da vida, y me deja saber….
….entonces me toca elegir, y elijo la verdad, y elijo poner mis aptitudes, pequeñas pero sinceras, al servicio no de los zapatistas, sino al servicio de la dignidad (Palabra cuyo valor los indigenas han vuelto a darle sentido), y de eso que llaman rebeldia….y que otro nombre pueden darle los poderosos?
Al delegado Zero….un abrazo fraterno, una persona que pudo tener todo de ese mundo al que ahora le hace frente, que con toda humildad se minimiza para mostrar lo evidente, que el es solo un vocero, que la fuerza viene detras suyo, que es solo un interprete…y que se ha ganado su lugar tras inimaginables tormentos.
Que Dios lo guarde, y su ejemplo vivira por siempre.
Hasta la victoria siempre!!!
Comentario de Mitch — abril 26, 2006 @ 8:18 pm
CUANDO MI CONCIENCIA ES ENTENDIDA Y ESCUCHADA ES UNA BUENA RAZON PARA ALZAR LA VOZE SO ES MAS QUE LO QUE E TENIDO EN MUCHO TIEMPO
ABAJO Y A LA IZQUIERDA ESTA EL CORAZON
Comentario de OSIRIS — abril 26, 2006 @ 11:10 pm
Si alguien sabe el día y lahora en que estará la otra campaña en CU, por favor avísenme.
Comentario de Lola — abril 27, 2006 @ 12:01 am
El acto del Sub Marcos en CU es el 2 de mayo a las 12 del dia en las islas
Comentario de Alejandro — abril 27, 2006 @ 12:16 am
TODOS LOS QUE APOLLEN LA OTRA CAMPAÑA , DEVEN ESTAR CONCIENTES QUE NO SOLO ES MARCOS , SOMOS TODO UN MOVIMIENTO , DE CAMPESINOS , ESTUDIANTES , PROFECINISTAS, AMAS DE CASA , GENTE CON NECESIDAD , OPRIMIDOS Y QUE YA NO BAJAREMOS LA VOZ.
SI TE VAZ A ALINEAR , CONSIENTISATE , QUE VAS A APOYAR O A PARTISIPAR ,NO HA DIBULGAR FALSA INFORMACIÓN , INFORMATE
RECUERDA QUE DE NUESTRO LADO HAY GRANDES INTELECTUALES , ECONOMISTAS , POLITOLOGOS , ABOGADOS, ARQUITECTOS , NO DEVEN TENER MIEDO ESTO ES UNA GRÁN MOVILISACIÓN YA NADA NOS VA HA PARAR
Comentario de ALEJANDRO PIÑA — abril 27, 2006 @ 12:36 pm
SI COMPAS TODO MUY BONITO PERO CUANDO SE TRATA DE ESCUCHARNOS A NOSTROS Y NO AL SUB NI QUIEN PELE, ES MAS CADA VEZ LA GENTE SE VA MAS POR EL ATRACTIVO VISUAL DEL SUB QUE SU MENSAJE, SERÁ.
Comentario de victoria — abril 27, 2006 @ 12:58 pm
El mitin del pasado 24 de Abril en el CCH Naucalpan sirvio para que much@s estudiant@s,profesor@s y trabajador@s de la UNAM, quisieran adherirse y ser parte del mejor cambio social que le ha podido ocurrir a Mexico y al mundo.
Pero debemos de recordar siempre ser el mejor ejemplo de que «Ésta es nuestra palabra sencilla que busca tocar el corazón de la gente humilde y simple como nosotros, pero, también como nosotros, digna y rebelde».
Comentario de Daniela — abril 27, 2006 @ 2:56 pm
cuando van estar en CU y en el zocalo
Comentario de Rodrigo — abril 27, 2006 @ 5:50 pm
estubo bien cabron lo de zumpango es el evento mas chingon que ee estado en toda mi corta vida ,viva el ezln y la otra campaña
Comentario de lukores — abril 28, 2006 @ 11:47 am
estaremos con solo cuando estemos en una verdadera REVOLUCION asi como estubimos en nuestra queria escuela cch naucalpan
Comentario de zeke — abril 28, 2006 @ 6:35 pm
Chido lo que dijo el delegado zero en Atizapán, escúchenlo.
Comentario de Santiago — abril 30, 2006 @ 12:44 am
que tal compas? la neta esta chido que empiecen la lucha o mas bien que la continuen en contra del mal gobierno y que ahora si nos escuchen porque aqui estamos para no dejarnos. LA VICTORIA POR SIEMPRE Y ADELANTE.
Comentario de josue — mayo 2, 2006 @ 9:20 am
en zumpango hubo una gran movilizacion en torno a nuestro lider el sub-comandante marcos y al escuchar el gran discurso que dio me di a la tarea de recojer los comentarios de la gente y cual es mi sorpresa que la gente da un apoyo total al delgado zero, ahora que ya somos perseguidops por la secretaria de gobernacion por que ya nos estan investigando, a nuestras familias y nuestros trabajos, pero no nos asustan compañeros si quieres contactar conmigo y eres de aqui de zumpango escribeme aqui,
ZAPATA VIVE.
SIEMPRE HASTA LA VICTORIA.
VIVA MARCOS
Comentario de fernando — mayo 2, 2006 @ 9:47 am
Quisiera adherirme ,pero estoy tan lejos de mi pais ,que no sé si srviria de mucho he escuchado los discursos ,y es verdad todo lo que dice el delegado zero ,estoy decepcionada ,por que cada vez que regreso a México me da miedo ,hay tanta inseguridad e injusticia, ya tiene uno que agradecer que no te maten y sobre todo vergüenza por el mal gobierno ,ya no hay opciones ,todo se reparten el hueso y estan mas preocupados en hablar de cuanto tienen y cuanto declaran ó cuanto se llevan a suiza a depositar. Cada vez son mas sinicos ,ahora es cuando tenemos la posibilidad que la historia cambie ,de uno en uno podremos formar mantañas o moverlas ,por que no? desde el otro lado del charco les mando mis bendiciones y LA LUCHA SIGUE!!!
Comentario de mariela ortega b. — mayo 2, 2006 @ 12:14 pm
hola soy una mujer que no termino la normal por falta de recursos economicos y me dirijo a usted de la manera mas atenta para pedirle trabajo y poder terminar la normal soy originaria del estado de michoacan del municipio de zitacuaro y me gustaria colaborar con usted tengo un hijo soy madre soltera y me encantaria trabajar en chiapas espero tener buenas noticias, me seria de gran utilidad si me ayuara
Comentario de karen cortes reyes — mayo 3, 2006 @ 2:26 pm
hola soy una mujer que no termino la normal por falta de recursos economicos y me dirijo a usted de la manera mas atenta para pedirle trabajo y poder terminar la normal soy originaria del estado de michoacan del municipio de zitacuaro y me gustaria colaborar con usted tengo un hijo soy madre soltera y me encantaria trabajar en chiapas espero tener buenas noticias, me seria de gran utilidad si me ayuara oseguir luchanndo como usted puedo apoyarlo por favor ayudemeeeeeeeeeee
Comentario de karen cortes reyes — mayo 3, 2006 @ 2:28 pm
espero contestaciòn muy pronto por el movimiento ezln. gracias por escucharme tengo 24 años de edad.
Comentario de karen cortes reyes — mayo 3, 2006 @ 2:30 pm
la otra campaña esta siendo un medio para ver y dr a conocer al mexico y el mundo todo lo que esta sucediendo en los estados de esta republica mexicana y todo lo malo que esta realizando este mal gobierno, uno de los ejemplos mas claros ahora es lo de atenco, con nuestros hermanos, estan en resitencia, capitalista , por eso un mundo donde quepan muchos mundos
Comentario de francisco — mayo 9, 2006 @ 8:52 am
q estubo chido los comentarios y espero q nuncamuera la otra campaña y sigua abiendo reuniones en zumpa del ezln
Comentario de omar hernandez — julio 24, 2006 @ 6:02 pm
de la region2
del estado de mexico
a todos los adherentes del estado de mexico y a la region sur de hidalgo.
compañeros tenemos el agrado de invitarles al compameto ke realizaremos con la finalidad de consultar los 6 puntos de la plenaria de la otra, ke dara inicio el sabado 7 de octubre y concluira el el domingo 8
la cita sera a las 10:00 a.m en avenida av. morelos eskina con ejercito del trabajo en santa maria cuevas Zunpango estado de mexico.
de alli seremos trasladados al lugar del campamento, donde se iniciara el registor, para comensar primero con una explicasion de la nesesidad de resolver los 6 puntos de la plenaria, ke son y antesedentes.
posteriormente se realizaran mesas de trabajo en especial sobre el 5 punto sobre la posision respecto a otros esfuersos organizativos la promotora, el frentote y los dialogos.
domingo 8
se realizara la plenaria sobre este punto
invitan la region 2 del estado de mexico y la region sur del estado de hidalgo
Comentario de sergio rodriguez — septiembre 13, 2006 @ 1:32 am
estoy contigo subcomandante marcos
¡ TIERRA Y LIBERTAD!
ANARQUIA.
HOJALA Y PUEDAN SER UNA CAMPAÑA A ZUMPANGO
Comentario de SCOK — enero 16, 2008 @ 6:43 pm
estoy contigo subcomandante marcos
¡ TIERRA Y LIBERTAD!
ANARQUIA.
PORQUE ESE MAL GOBIERNO DE PURA CORRUPCION Y SOBRE TODO PONEN EN PRIMER LUGAR AL CAPITALISMO ESO SON PURAS TONTERIAS.
MUCHOS ESTAN EN CONTRA UN EJEMPLO ES EL SUBCOMANDANTE MARCOS QUE PIDIO LIBERTAD A LOS INDIGENAS Y CAMPESINOS Y HA HECHO CAMPAÑAS QUE MUCHA GENTE NO SE DA CUENTA PERO EN FIN…
ZAPATA VIVE
SIEMPRE HASTA LA VICTORIA
RESISTENCIA
Comentario de SCOK — enero 16, 2008 @ 6:51 pm