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Primero que nada pues contestarle a la compañera que nos dijo que hay que resolver el problema de los que no tienen papeles ahí en Ferromex y de las mujeres solas que no tienen terrenos. Nosotros lo que estamos haciendo es pasar a avisar que vamos a derrocar al supremo gobierno, a los gobiernos estatales y a los gobiernos municipales y, entonces, no vamos a hablar con las autoridades más que para decirles cuántos años les tocan de cárcel por todo lo que han robado.

Entonces, el problema que tenemos no venimos a resolverlo sino venimos a invitarlos a que le entren juntos con nosotros a resolverlo. La historia que nos han contado lo he escuchado con mucha atención y es lo mismo que hemos escuchado en otras partes. Les pido que me pongan atención porque les voy a contar lo que ya pasó en otros lados con lo que les quieren hacer a ustedes. Los quieren destruir completamente Campos. Ya ha pasado en otras partes; recorrimos en el estado de Hidalgo, de Puebla y de Tlaxcala, lugares donde parece que accidentalmente se secaron la laguna. Y resulta que fue adrede; que cerraron las fuentes donde la laguna crecía, se secó completamente, la declararon zona de desastre, la agarró el gobierno, la vendió y ahora van a hacer un centro habitacional de lujo, ahí, exactamente al lado de la gente que vivía con una comunidad como ésta. Y a todos los habitantes de esa colonia los van a desplazar, los van a reubicar, les dicen.

Y les voy a contar lo que pasó en la costa de Chiapas. A los que fueron afectados por el huracán Stan les dijeron: “ya quedaron destruidas sus casas, les vamos a hacer otras” y les enseñaron un dibujo: una casa bien bonita, con su jardín, sus habitaciones, puertas, ventanas, todo, con todos los servicios. Los engañaron y, a la hora que la gente aceptó la reubicación, a la zona donde llegaron era un galerón donde metían a todas las familias juntas. A la hora que quisieron regresar a sus tierras porque los habían engañado ya estaba el ejército y la policía y no los dejaba pasar. El gobierno, cualquiera que sea, el municipal, el estatal y el federal, lo que quiere es volver a conquistar las tierras. Por lo que hemos escuchado, quieren hacer otra guerra de conquista en Colima.

Ayer estuvimos en la comunidad de la Yerbabuena, al pie del volcán. Llevan años resistiendo porque los quieren desalojar, diciendo que corren peligro porque si el volcán hace erupción los va a matar. Y resulta que es un engaño porque ahí cerquita hay un hotel de lujo, de unos extranjeros, que quieren esas tierras de la Yerbabuena, de esa comunidad, para extender las cosas que les pueden ofrecer a los turistas norteamericanos. Pasar una noche en ese hotel que les estoy contando cuesta de 35,000 a 55,000 pesos la noche… una noche nada más. Es el más lujoso que hay en el mundo y esa cadena hotelera tiene fama de tener los hoteles más lujosos del mundo. A los de la comunidad de la Yerbabuena les están ofreciendo que para salvarles la vida, lo mismo que les están diciendo a ustedes, los van a reubicar en otro lugar en casas muy buenas. Algunos lo creyeron y los fueron a aventar en otro lugar sin tierra y a ver qué van a hacer.

Lo que están contando de la Termoeléctrica nosotros les queremos preguntar si ustedes aquí en Campos pagan menos tarifa eléctrica (contesta la gente que NO). Bueno esa era una pregunta porque, a lo mejor, como tienen la Termoeléctrica ahí y les está afectando deberían cobrarles menos. Si ustedes averiguan cuánto están pagando de luz los hoteles en la zona de lujo de Manzanillo van a ver que pagan menos que ustedes, porque están subvencionados. Entonces por qué esa Termoeléctrica que les contamina el aire, que los enferma… Y aquí les cuento otra historia, esto es en Salamanca, en Guanajuato, también una colonia como ésta. La gente de pronto empezó a adquirir enfermedades de cáncer. Está toda la zona de Salamanca, entras a esa colonia y automáticamente cuando menos uno en cada familia está enfermo de cáncer, enfermedades de la piel, enfermedades gastrointestinales y enfermedades respiratorias. La gente pensaba que era mala suerte o que es muy pecadora y dios la está castigando o cosas por el estilo, hasta que se hizo un estudio y resulta que es una fábrica que está dentro de la colonia. Llevan años resistiendo y demandando que la empresa, la dueña de la fábrica, les pague todas las cuentas, todo lo que se han gastado en médicos.

Pero nosotros les preguntamos a ustedes compañeros ¿cuánto vale su salud? Que les digan, que llegue la Termoeléctrica o la regasificadora o todo lo que quieren meter y les digan: esto que vamos a hacer aquí va a hacer que uno de cada tres de ustedes se enferme de cáncer, pero le vamos a pagar el médico; se va a morir más pronto de lo que le toca, pero le vamos a ayudar para que pague su sepelio. ¿Quién va a aceptar eso? Y ahora resulta que el gobierno lo que está haciendo es eso y todavía tenemos que luchar para que nos de un poco de ayuda por matarnos… literalmente. Porque la gente se muere. Y no se muere porque la atropellan o porque ya es muy anciana, se muere porque adquiere una enfermedad que vino a traer una fábrica que antes no estaba. Son cosas reales, no las inventé yo, me los contó la misma gente que así como ustedes están contando aquí, hemos ido escuchando a través de nuestro recorrido por toda la República Mexicana. Nosotros preguntamos por qué la termoeléctrica está en Campos y no está en la zona residencial de Manzanillo. Si es cierto que no hace nada, que se la lleven a la colonia de los ricos. Porque en Salamanca preguntamos por qué esa empresa —porque dice el gobierno que no es cierto, que no hace daño—, por qué no la pone en el rancho de Fox que está ahí en Guanajuato. No la pone porque sabe que hace daño.

Y entonces, lo que estamos viendo es que estos ricos con la ayuda del gobierno están volviendo a conquistar la tierra y cada gente que vive en un lugar estorba, molesta, incomoda, hay que hacerlos a un lado. A veces con engaños, a veces comprando a alguno de ustedes, para que se venda. Porque les vengo a contar la otra historia que en Querétaro, en el Batán, les quieren hacer perforaciones de agua para sacar el agua que está abajo mediante pozos y llevarla a la zona industrial de Querétaro. Y resulta que hubo un cabrón que se vendió y falsificó la firma de todos los ejidatarios. Se la vendió al gobierno, el gobierno se la vendió a los propietarios, y resulta que esa gente que nació, creció, trabajó en ese ejido, llega un día la policía a decirle que es invasor y que tiene que salir, si no, lo van a meter a la cárcel. A la hora que empiezan a investigar qué pasó descubren que en el acta del ejido están falsificadas sus firmas y están las firmas de gente que ya murió. Pasaron al cementerio a buscar a sacar los nombres y a presentar la firma.

Entonces lo que nosotros vemos es que lo que está pasando es que mediante varias estrategias o mañas, decimos nosotros, lo que quieren hacer: ellos eligen un lugar, aquí vamos a hacer un hotel, acá vamos a hacer una planta, acá vamos a hacer una industria y la gente que está ahí hay que sacarla. Hay dos formas de sacarla: una, mandándola al panteón, que es lo que quieren hacer con ustedes; o reubicarla en otro lado. Para reubicarla en otro lado necesitamos engañarla pensando que van a vivir mejor. La gente que tiene más edad aquí en Campos podrá decir que Campos no era así, que Campos empezó a destruir, a empobrecer, a vivir con angustia y con enfermedades a la hora que llegó el progreso. Porque entonces yo he escuchado aquí que dicen ustedes “no estamos en contra del desarrollo y del progreso”.

Nosotros sí. Nosotros somos indígenas de Chiapas y nos alzamos el primero de enero del 94, nos alzamos en armas contra el gobierno federal porque el progreso y el desarrollo era el de ellos, el de los de arriba. Y ellos se desarrollan y progresan a costa de nuestra miseria. A nosotros nos querían hacer lo mismo que a ustedes, nada más que era mediante el olvido. Nadie sabía lo que estaba pasando en las montañas del sureste mexicano: ya eran cientos, miles de familias que estaban muriendo de enfermedades curables. Entonces nosotros les pedimos que piensen bien esto, porque cuando ellos allá arriba hablan de desarrollo y progreso hablan del desarrollo y el progreso de los ricos, no de ustedes ni de nosotros. Al revés, ellos se van a desarrollar, van a tener más empresas, mejores hoteles como el que quieren meter en la Yerbabuena o mejor desarrollo con la gasificadora, la termoeléctrica, todo lo que nos contaron que va a pasar aquí. Ese desarrollo va a ser para que ellos ganen dinero y se hagan más ricos. En este tiempo donde se ha destruido todo esto que nos han contado y en otras partes del país, un hombre en México ha pasado a ser el tercer hombre más rico del mundo: Carlos Slim, es el dueño de Telmex, entre otras cosas, de Sanborns, de muchas, de bancos, y es el que está detrás, en muchos casos, donde hay despojo de terrenos como éste que quieren hacer.

Entonces, usan esta trampa que nos contaron los compañeros que estudian esto del medio ambiente, que dicen: vamos a quitar la termoeléctrica porque contamina y a cambio de eso le vamos a meter veinte empresas más o (veinte bombas de esas), las bolas estas del gas, que lo que van a hacer es acabar de destruir la vida comunitaria de aquí. Van a convertir a la laguna en un puerto, dice el compañero de Baja California Norte, un buque cada tercer día… compañeros y compañeras, viene el buque y con él vienen los marineros y en el puerto: los burdeles, las cantinas, la droga ¿y la vida comunitaria qué? No crean que van a llegar canchas de básquetbol, de fútbol, cines y teatros, no. Va a llegar todo lo que necesita la tripulación de esos buques-tanques para pasar el día y entonces la gente que trabaja en los buque-tanques: a drogarse, a la prostitución y a emborracharse los días que esté aquí, mientras los dueños de los buque-tanques, de las empresas, se van al hotel de la Yerbabuena, un plan completo.

Y entonces, ahí los que estorbamos somos nosotros ¿Ustedes creen que esos que pueden pagar 50 mil pesos por una noche en un hotel quieren vivir con los campesinos de la Yerbabuena? ¿quieren salir y toparse a gente morena, pobre, chaparrita, que no habla bien el español, mucho menos inglés, francés, japonés o chino? (parece que los propietarios son orientales). No. Y si ustedes piensan pues que a los dueños de los burdeles, de las cantinas, de los tabledance —o como se llamen los bares, esas madres—, les importa que a la hora que maten a alguien, que haya lo que sea, eso afecte a un niño, a una niña, a un joven que no puedan dormir tranquilos… no les importa. Les van a decir claramente lo que les vienen diciendo ahorita: “si no les gusta, váyanse”.

Y si ustedes piensan que el gobierno los va a defender, están equivocados porque es el gobierno el que está haciendo eso. Si están confiados nada más en que hay que respetar la Constitución porque el artículo 17, 18 y 19 dice que uno tiene derecho a protestar… Protesten lo que quieran, pero les vamos a quitar la tierra, su casa, su pequeño comercio, su escuela, su futuro, su historia, su vida y, o se van a donde los estamos mandando —a ver a dónde—, o se van a buscar trabajo a Estados Unidos. Y eso sí, van a tener el derecho de protestar. Pero la empresa se va a instalar porque hay una ley que aprobaron los diputados, senadores, del PRI, del PAN, del PRD, el gobernador del Estado, el presidente municipal, el Congreso local y el presidente de la República. La misma ley que ustedes quieren respetar es la que los va a despojar de todo.

Y sí, van a poder hacer canciones de protesta y marchas pero no van a tener nada. Y podemos hacer las comisiones que quieran para ir a pedirles: “ora, por favor no sean cabrones, no nos maten”. Resulta que le tenemos que suplicar a aquél que está encargado de garantizar nuestra seguridad, nuestra existencia y nuestro bienestar que no atente con nuestra vida, con nuestras propiedades y contra nuestro bienestar, porque el plan detrás de la termoeléctrica, de la regasificadora, de la destrucción de la laguna, de la instalación de ese puerto es acabar con la vida comunitaria de aquí… Campos se acabó. Esa es la propuesta que están haciendo. No les estoy vendiendo una profecía malvada, es lo que ya pasó en otras partes de México y que nos lo contó la gente que lo padeció. Y nosotros decimos: si en lugar de estarnos lamentando o esperando que el gobierno tal vez ahora sí va a entrar uno que sí nos va a escuchar, por qué mejor no nos organizamos, tumbamos al gobierno, sacamos a los ricos y hacemos el país de nuevo y otra Constitución ora sí que garantice todo lo que nos están quitando ahorita.

Si se hubiera cumplido lo que nosotros demandábamos como pueblos indígenas, nada se podía hacer en Campos sin la autorización de la Asamblea. Y yo les pregunto si a ustedes les preguntaron si querían la termoeléctrica, o qué beneficio les trajo la termoeléctrica: ni siquiera pagan menos de luz, pagan igual o más que otros que no tienen la termoeléctrica. Pagan igual o más que aquellos que tienen muchas cosas ¿por qué? Porque el gobierno está al servicio de ese sistema y ese es el que nosotros nos proponemos destruir. Nosotros les pedimos que cuando les hablen de desarrollo y progreso pregunten ¿el desarrollo y el progreso de quién? Y si les dicen que el desarrollo y el progreso es del empresario, entonces va a ser a costa de su destrucción. Y si les dicen: el desarrollo y el progreso es de ustedes, entonces quiere decir que van a sacar la termoeléctrica, que ya no van a hacer nada en Campos sin el permiso de la comunidad, del pueblo. Eso es lo que nosotros estamos proponiendo: que nadie haga nada en un lugar sin que la gente que lo habita esté de acuerdo. Y entonces sí que nos digan: vamos a poner la termoeléctrica, va a tener luz toda la costa de Manzanillo, los grandes hoteles, claro, a ustedes les va a dar cáncer, se van a enfermar de la panza, de la piel, van a gastar un dineral en doctores, pero como quiera el progreso va a ser importante porque el gobernador va a poder decir que Colima es un gran lugar turístico.

Otra trampa: nos está platicando la compañera pues, que dice que ahí en Manzanillo no hay, en la colonia donde está, no hay ni un parque ni no hay nada, y ni siquiera hay camino y tienen que dar la vuelta. ¿Por qué? Porque si empiezan a meter camino y empiezan a poner parques, escuelas y todo eso la gente se halla y se queda. Y así como está, todo despoblado, sin ningún apoyo, el dinero para pagar la tierra es más barato. Esperan a que la gente se canse, se empobrezca y tenga que irse a otro lado y ellos compran la tierra. Compañeros y compañeras: 20 centavos el metro cuadrado. Y en el momento en que ya ponen la carretera, ponen los centros comerciales y la zona hotelera —porque es un lugar turístico—: 1,000, 1,500 metro cuadrado. Y la gente que vivía ahí rondando por otros lados, en la orillada de Manzanillo o ya buscando por el lado de Michoacán a ver dónde hay lugar.

Lo que nosotros les venimos a decir es que esto que quieren hacer en Campos, en Manzanillo, en todo Colima, lo están haciendo ya en todo el país. Y una de dos: o hacemos algo, o acaban de destruir todo.

Porque no crean que están solos en este dolor, hay muchas comunidades. Ya les dije de cinco estados que están igual, más los que nos faltan de recorrer. O hacemos algo o los dejamos que nos destruyan. Lo que nosotros decimos, que lo que hay que hacer es acabar, destruir al sistema que es el que nos está haciendo eso, y hacer otra cosa, hacer otro México, otro país. Si ya vamos a levantar un movimiento no nos vamos a conformar con que el presidente nos perdone la vida; el presidente municipal o el gobernador y diga “está bien ya no voy a hacer la gasificadora, quédense con la termoeléctrica”. ¿Para qué? Si ya levantamos un movimiento nacional, a la chingada el presidente municipal, el gobernador, el presidente de México, los diputados y senadores. Un movimiento nacional, una rebelión nacional, eso es lo que vamos a hacer nosotros, que acabe con todos ellos y volver a hacer todo de nuevo. Porque si ya estamos juntando toda esta fuerza en todo el país que valga la pena pues y que sea por algo.

No los estamos invitando a que se alcen en armas, ni tampoco a que se vayan de Campos o de las colonias, del Pacífico, de Santiago, donde está cada quien. Lo que les estamos diciendo: organícense para luchar ahí, contra la termoeléctrica, contra la regasificadora, y que esa lucha esté unida con todas las luchas que les conté y otras que no me alcanza a contar, de campesinos, de obreros, de pueblos indios, de mujeres, de estudiantes, de maestros, de personas de la tercera edad, de discapacitados, de invidentes, de niños…. Y que unamos esta lucha y en todo el país al mismo tiempo y de acuerdo nos levantemos y tumbemos al gobierno. Si nosotros queremos tumbar al gobierno federal ¿por qué vamos a perdonar al presidente municipal de aquí, que sabemos que es tan cabrón como los otros? Porque lo sabemos, que si están ahí no es porque nos van a servir, si no ¿por qué cuando entran son pobres y cuando salen son ricos? es porque se están robando el dinero. Y todo lo que están haciendo de leyes, su trabajo, es para beneficiar al que está rico no para el que está pobre.

Entonces nosotros les venimos a preguntar ¿cuántos se van a morir, cuántos casos más de cáncer, cuántos niños más con enfermedades pulmonares, o de la piel, para que Campos diga no, ya no, ya basta?, como dijo un compañero. Ustedes van a decir pues qué fácil es que el Sup llega, nos calienta y se va, y nosotros aquí quedamos solos. Nosotros decimos ¡no! Se trata de que no quedemos solos. Nosotros no venimos a pedirles que voten por Marcos ni por nadie de los que está aquí, no queremos ser presidente, ni gobernador, ni presidente municipal, queremos otro país. Y entonces, cuando cambie todo esto, que la gente de Campos decida qué es lo que va a haber aquí, aquí en este lugar; en lugar de la termoeléctrica qué va a haber; en lugar de donde quieren hacer la gasificadora qué va a haber; y quién va a gobernar; y si no sirve, quitarlo. Nosotros allá decimos que el gobierno tiene que obedecer y el pueblo tiene que mandar. Y aquí en Colima, como en todo el país, manda el gobierno y el pueblo obedece.

Nosotros les estamos diciendo que si nos organizamos, Campos va a volver a ser lo que era: productor de frutas, de pescado, no productor de enfermos de la piel, del cáncer, de los pulmones, de los intestinos, que es lo que está ahorita. Y si piensan que si se mueren todos allá se van a conmover… mejor para ellos, no les importa. No les importa que tú tengas cáncer, que estés enfermo. Le van a echar la culpa al de los tacos y si no hay tacos que coman no les importa; si se mueren, mejor para ellos. Y ya queda el terreno baldío. Y otro, y otro, y los que queden jóvenes que se vayan a trabajar a Estados Unidos a ver si no los matan allá. Y entonces, se pueda comprar la tierra o tomarla simplemente, como una guerra de conquista. Y créanme que nosotros, indígenas de Chiapas, sabemos lo que es una guerra de conquista.

Entonces lo que nosotros estamos invitando compañeros y compañeras es que lo piensen, que piensen. Como yo no vengo a pedirles el voto, ni dinero, ni nada, pues no tengo por qué echarles mentiras ¿Para qué? ¿A poco vine de tan lejos para venir a cuentearlos? No gano nada, lo que yo les estoy diciendo es la verdad. Véanlo, a lo mejor no es cierto lo que estoy diciendo, a lo mejor si están mejor que antes, a lo mejor la termoeléctrica les trae beneficio, a lo mejor el gobierno sí va a cumplir, a lo mejor la gasificadora los va a respetar, a lo mejor no es cierto que detrás del puerto en la laguna vienen los prostíbulos, las cantinas, las drogas. Pero si alguien piensa que a lo mejor sí y que hay que hacer algo, infórmense con los compas de aquí, con los que ya son de la Otra Campaña, a ver de qué se trata eso, cómo está eso de que queremos levantarnos todos al mismo tiempo. Y ahí, cuando hablen con los compañeros y compañeras de aquí, les van a explicar: no, es que este es un movimiento nacional, no es de Colima ni tampoco es de Chiapas, y no es del zapatismo es de muchas organizaciones, grupos, personas e individuos que se están organizando. Como en 1910, como en 1810, se están preparando, porque va a llegar el momento en que tenemos que decidir si desaparecemos como pueblo mexicano y nos convertimos en un montón de fantasmas que esté buscando a ver dónde acabar de morirse, o volvemos a levantar el país, nuevo, otro, donde ya esté cabal. Si lo vamos a hacer de nuevo ¿por qué vamos a poner otra vez a cabrones a que nos exploten o que nos humillen o que se burlen de nosotros o que nos roben?

Ustedes conocen bien a la gente aquí en la comunidad, saben que si alguien es ladrón ¿por qué lo van a mantener, por qué lo van a hacer presidente? Y ahora resulta que viene un partido político y que te dice: este que todos saben que es un hijo de la chingada es candidato, y ese queda, porque no hay otro. Viera que el pueblo tiene realmente el mando, pues dice no ese no, va a ser el que sea, el que nosotros digamos y ese que nosotros digamos no puede hacer nada si no le decimos nosotros que lo haga. Y entonces vamos a ver si la comunidad de Campos vota por la termoeléctrica, yo creo que va a votar que no, que se vaya, ¿a dónde se va? ese es problema de quien la puso ¿a dónde se va la gasificadora? que busque en las casas de los ricos que van a quedar abandonadas a ver si ahí puede quedar.

Eso es lo que les venimos a plantear nosotros compañeros, piénsenlo y ahí lo vean, porque nosotros lo vamos a hacer como quiera, ahora sí que estamos pasando el aviso de un lado a otro. Y lo vamos a hacer y vamos a ganar. Y entonces, el que no quiera pelear, como quiera vamos a hacer ese mundo nuevo, ese otro país, también por él. Y se va a acordar cuando hablamos aquí, cuando pasaron ustedes mismos a contar los problemas y cuando Campos, una persona, un hombre, una mujer, dijo: “yo estoy decidido a luchar, no con las armas, aquí con lo que estoy”. Y entonces, ese país que va a nacer de nuevo va a ser trabajo también de él. Entonces les pedimos compañeros, compañeras, que lo piensen, se decidan y si se deciden pues sean nuestros compañeros y compañeras, que eso es lo que queremos.

Es todo compañeros, compañeras, muchas gracias.