Palabras del delegado zero en la reunión con adherentes, en donde se dice que la lucha tiene que ser colectiva, contra el capitalismo y cómo se puede ir haciendo desde la otra
Durante el evento cultural en Cañada Honda
Durante el mitin en la ciudad de Aguascalientes
Fotos en Cañada Honda
Fotos del mitin en la ciudad de Aguasclaientes
Reunión con Adherentes de Aguascalientes en Cañada Honda,
16 de Marzo de 2006.
El capitalismo no se impone por un contrato libre, esa es la creencia; el capitalismo nace rezumando sangre, lodo y muerte. En ningún lado ha surgido que alguien libremente decida ser explotado, esclavizado, despreciado y todo lo que nos hace el sistema.
Esto está planteado claramente en la Sexta Declaración de la Selva Lacandona. Y si se plantea esto en términos personales, individuales o de voluntad, se corre el peligro esto de que se esté prediciendo la muerte o la crisis terminal del sistema y nos sentemos a ver pasar el cadáver del enemigo; si hacemos esto vamos a ver pasar el cadáver del compañero, el cadáver de nuestro país y detrás de él, nuestro propio cadáver. No pensamos que sea una actitud correcta en la lucha, pensar que ya todo se va a acabar allá arriba, va a desaparecer -lo que va a desaparecer es el puesto de Gurría en todo caso, o la organización que los está… que está regulando en esta crisis lo que está pasando-, y ya tenemos que empezar a construir el salvavidas al que vamos a acudir. No es así, no ha sido nunca así. En cada crisis que el sistema ha tenido puede salir adelante si no hay una alternativa que se le oponga frontal y radicalmente.
La Otra Campaña, los que estamos en ella, organizaciones políticas, grupos, individuos, familias, pensamos que es necesario construir esa alternativa al sistema, para poder salir de esa crisis y por eso estamos en esto. Es este sistema el que considera a los indígenas como ignorantes, el que considera a los jóvenes como rijosos, violentos y desmadrosos; el que considera a las mujeres como mujerzuelas, que si son golpeadas es que «también pa’que le contestan al marido» y si son violadas es «también por qué se visten así y están provocando»; es el mismo que considera a los niños idiotas y que si son secuestrados o violados es porque no obedecen, porque no se lo cuentan al que esté mas cercano de ti; es el mismo sistema que considera a los ancianos como productos deshechables, que ya, ya dieron lo que tenían que dar; es el mismo sistema que considera a los obreros como haraganes que están buscando la mejor forma para trabajar menos y ganar más; es el mismo sistema que considera a los estudiantes como algo que hay que tolerar mientras entran al aro; es el mismo que considera a los maestros como simples reproductores de lo que viene de allá arriba; es el mismo sistema, y por eso estamos en la Otra Campaña, el que es responsable de nuestro dolor y de nuestro sufrimiento, cualquiera que este sea; desde el ama de casa, el pueblo indio, el estudiante, el maestro, el trabajador de los medios de comunicación (no hay que olvidar que en ningún país y en este sexenio, han sido perseguidos e incluso asesinados periodistas, como en este, del cambio).
Todo esto que está pasando es lo que nos está uniendo, no sólo nuestro dolor, por eso en ese sentido, no se trata sólo de venir a decir qué es lo que está mal, sino contar nuestras luchas, la propuesta de alternativa que hay, y entender, por eso estamos en la Otra Campaña, que no podemos solos. Y lo digo precisamente nosotros, lo decimos nosotros, de las comunidades indígenas zapatistas, que a vuelo de pájaro se ve que se tienen muchos avances; no es posible construir la autonomía de los pueblos indios más allá de donde se ha llegado, si no se transforma radicalmente el sistema, no sólo no es posible, tiene el tiempo medido. Si dejamos que las cosas sigan allá arriba como están, vamos a ser destruidos todos, individualmente o por grupo, mientras nos mantengamos separados. Lo que está haciendo el sistema es diferir la crisis, para poder reajustarse, y eso es lo que está haciendo ahora no sólo en México, sino en todo Latinoamérica. Si no logramos construir una alternativa radical, de izquierda anticapitalista que empiece a construir otra propuesta de sistema al mismo tiempo que lo combate, de eso se trata, entonces no va a haber más país, no va a haber con quien hacer comercio equitativo, no va a haber con quién solidarizarse en una causa, no va a haber luchas, va a haber un páramo, un país completamente destruido, un montón de ruinas con un letrero que dice «Se Vende».
Es esta convicción que tenemos nosotros que estamos en la Otra Campaña el que nos hace levantar este movimiento, hablo no sólo del EZLN, sino de todas las gentes que han entrado, y se trata de construir algo nuevo donde tenga lugar usted compañera, como ama de casa, individualmente o como jefa de familia, pero también grupos, colectivos, organizaciones de izquierda, sindicatos, movimientos campesinos, pueblos indios, todo lo que se ha logrado agrupar en la Otra Campaña y que a lo mejor no se ve aquí, en esta reunión de Cañada Honda, o a lo mejor no se alcanza a ver en Aguascalientes.
Y en ese sentido, lo que hemos ido recogiendo en nuestro trayecto, es un montón de rabia y de indignación; que tiene diferentes matices: Puebla, la mixteca poblana, pasan a hablar unas trabajadoras jóvenes, como la mayoría que están aquí, que tienen que trabajar dieciséis horas por cuarenta y cinco pesos diarios, y si quieren aumento de sueldo les dicen que trabajen horas extras y no se las pagan; dramático, se para un indígena de la mixteca poblana y dice «yo no entiendo, nosotros ni sueldo tenemos», «luchan por la tierra, nosotros ni tierra tenemos. Nos pagan -cuando llega el que da el trabajo- diez pesos por coser un balón de futból y nos lo cobran a cuarenta pesos si lo echamos a perder. El que nos llega a contratar, no nos paga, se va y cuando regresa, si es que regresa, nos paga lo que hicimos la vez anterior». Y en ese peso de dolor, que hasta un compañero o compañera decía «yo ya no voy a hablar porque lo que voy a decir no tiene nada que compararse con el dolor de estas compañeras», eran mujeres; y son mujeres, porque sus maridos y sus hijos emigraron a Estados Unidos, no los han vuelto a ver, no saben si están vivos o muertos, y han tenido que levantar la comunidad en las condiciones más extremas de miseria, solas ellas con sus niños más pequeños. Sin embargo lo que une a ese indígena de la mixteca poblana, con la trabajadora de la maquiladora, con el maestro que habló de cómo los estaban oprimiendo el sindicato charro, con los obreros de otra industria que estaba ahí cerca, textilera, que estaban demandando reinstalación o indemnización por despido, con los estudiantes que estaban demandando también mejores condiciones en la escuela, becas, apoyos, etcétera, era la Otra Campaña, era lo único que podía tender ese puente entre dos realidades tan dolorosas pero tan distantes una de otra, y era el estado de Puebla.
Guanajuato: San Juan, Salamanca, hay una fábrica que está contaminando el barrio completo, a nadie le preguntaron y no firmó ningún contrato; se dieron cuenta de esta contaminación a la hora que las amas de casa empezaron a aparecer con leucemia, con enfermedades de la piel, con enfermedades de las vías respiratorias, y de ellos a sus hijos y a los hijos de sus hijos; es un barrio pobre, más pobre que este donde estamos, donde lo único, la única, el único símbolo del poder, es esa fábrica. Y están desesperados, gritando, luchando, se organizaron, están demandando que sean indemnizados, que les paguen las cuentas de las medicinas e todos los tratamientos que han recibido, los ignoran; y encuentran en la Otra Campaña la capacidad de que esa lucha primero se conozca por otros. Y entonces aquí es un deber, que faltó, que no escuché que nadie mencionara, que es el compromiso, de la Otra en Aguascalientes, para saber que pasa con las Otras en otras partes del país; es el compromiso básico. Porque cuando hablamos con ellos nosotros les dijimos: «nosotros vamos a platicar su historia, pero echemos trato de que ustedes van a escuchar la historia» en este caso de Aguascalientes o de Guanajuato o de Querétaro, Puebla, estoy hablando de lo que está cerca, si.
En Guanajuato, el Apaseo. Les meten un basurero industrial, pero le ponen otro nombre, ahí en su comunidad, va a destruir todo lo que está ahí al lado, a parte de la contaminación y todo eso. Se organiza la comunidad, la ciudad prácticamente; y empiezan a hacer movilizaciones de protesta pero igual, están solos, no sólo ahí en el Apaseo sino en todo Guanajuato, lo que empieza a unir su lucha con el resto del estado es la Otra. Es lo que no hace un partido político que quiere ganar las elecciones, porque ni siquiera los escuchó, ni siquiera pudieron hablar del problema; alguien le pasa el tip «no pues aquí hay ese problema», el candidato tira su discurso, la gente aplaude y cada quien a su lado. Pero dónde está la experiencia de lucha de esa gente del Apaseo, o la de San Juan en Salamanca.
Y así en cada lugar donde estamos pasando, aparecen estas historias de resistencia, estas formas de buscarle salida, y este topar pared una y otra vez, primero en que estamos solos, la convicción, que nos dicen allá arriba: «estás solo, de valde te estás resistiendo, algún día vas a caer»; y sobre ese criterio golpean a los jóvenes, sobre ese criterio humillan a las mujeres, a parte de la agresión de la violencia, a parte todavía las humillan: «no m’ija pues tu pa’que andas así con ese…con esa forma de vestirte, tú lo provocaste»; y así en cada caso, se va destruyendo, todos los derechos laborales de la constitución, que habló aquí el compañero que es estudiante de derecho, hay una reforma al ISSSTE pendiente que va contra los maestros, son los que están levantando, y no levanta porque no se conoce; el que está tendiendo ese puente es la Otra Campaña.
Y son estos compañeros, eh?, como habló la compañera, de los medios alternativos de comunicación, que sí están sacando su palabra y la están mandando a otro lado, a otros estados, a otras amas de casa, a otras familias, a otros grupos ecologistas, otros grupos que buscan lo de la economía alternativa, otros grupos de jóvenes anarcopunks, que hemos encontrado muchos grupos organizados a lo largo de la Otra Campaña; pero si en cada lugar no agarran ese compromiso de escuchar esa palabra, pues se va debilitando la red que se está tejiendo. Y es perfectamente claro que no podemos esperar que la gente que está allá enfrente, que a lo mejor ni sabe que estamos aquí, se vaya a enterar por la computadora, es defecto es lo que está señalando ¿no?, que finalmente los medios alternativos están clavados sobre el medio internet, aquí hay puras direcciones electrónicas ¿no?; pero está el trabajo de la Otra en Aguascalientes, de ustedes, de organizarse para eso, para recibir esa información, ponerla de tal forma, en volantes, en publicaciones, en pintas, en graffitis o lo que sea, para que la gente se empiece a dar cuenta de este mensaje fundamental de la Otra Campaña, es «no estamos solos», Aguascalientes no está solo, ni es sólo el Aguascalientes del Yunque y del PAN, que nos platicaron aquí, ni es sólo el Aguascalientes que humilla a los estudiantes y a los maestros, que está promoviendo el chambismo en la universidad a la hora que no les reconoce los derechos laborales a los maestros y los trae brincando de una cátedra a otra para juntar algo de paga; con qué autoridad moral le vamos a exigir a ese maestro «tiene que se de calidad -por usar un término foxista- tu exposición académica» si tiene que brincar de un lado a otro para pode comer, en ese sentido deja de convertirse el magisterio en una vocación y se transforma en un medio de sobrevivencia, y no es lo mismo, los maestros lo saben, no es lo mismo preparar una clase y preocuparse por los alumnos, con las condiciones resueltas, a estar viendo a ver como se va a pagar la luz que además está subiendo, el gas, el impuesto predial. Todas esas cosas que están pasando abajo y que con la Otra Campaña nos estamos enterando, que ese descontento no es de Aguascalientes, no es de Guanajuato, no es de Querétaro, no es del Bajío, es de todo el país y de abajo; y que, como decían muy bien, no va a salir en las noticias, porque ahorita la noticia es «quién sigue» y sobre eso está cargado todo eso; como quiera en algún medio, cuando encontramos periodistas honestos, que los hay, o medios también que en algún momento abren el espacio, pues algo se cuela; pero fundamentalmente, la difusión de lo que es la Otra Campaña, de lo que es este gran movimiento, que es el que va a transformar a este país, ningún otro lo va a hacer, recae en quienes somos parte de ese movimiento.
Y en ese sentido el paso que estamos haciendo nosotros por toda la república, lo que se trata es de… de hacer un poco de ola, o de viento, para que esto se difunda, pero alguien aquí habló, una compañera, que decía «la angustia es que, qué va a pasar cuándo salgamos de ahí, cuándo se acabe esta reunión», este evento, o el acto que va a haber en Aguascalientes, o el que va a haber aquí en Cañada honda, y ya. El trabajo fundamental que queda es que más tienen que conocer esta noticia: «no estamos solos, se levantó un movimiento ya», porque no es que lo estamos levantando a penas, ya hay n movimiento nacional, en todo el país, de mucha gente de abajo y a la izquierda, que no está mirando arriba, más que para decir «vamos por ti», no «vamos a echarnos trato».
Y eso es lo que se está aprendiendo fundamentalmente en la Otra Campaña, tenemos que conseguir que la gente que no está mirando arriba ya, por hastío, por ira, por indignación, que siente esta ira e indignación y dice: «¿cómo creen estos que están allá arriba que me van a volver a engañar, otra vez?», que es toda esta gente que dice: «no, ya las elecciones ya no», pero entonces ¿qué?, «pues a ver qué, ahorita tengo el problema de cómo voy a sobrevivir»; que toda esa gente sepa que hay otro movimiento en el que se le está otorgando, se le está ofreciendo un lugar de respeto, no importa de qué tamaño sea, ni su edad, ni si es mucha gente o si es poca. Y que en ese lugar que tiene su palabra tiene un lugar y es tomada en cuenta, y por eso se está haciendo esto. Y así como nosotros hacemos, que nosotros venimos desde las montañas del sureste mexicano, para tomar el apunte de su palabra, a ustedes les toca tomar el apunte del otro Aguascalientes, el de abajo. Y a la hora que volvamos a regresar, porque es la primera vez que llegamos, pero no va a ser la última, vamos a venir otra vez, pero ahora sí con los comandantes y comandantas, tengamos no esta misma gente que nos está dando su palabra, sino mucha más, y no que nos reunamos en un sólo espacio, sino que vayamos a su ejido, que vayamos a su parroquia, que vayamos a su casa, a su barrio, al mercado, a su fábrica, a la escuela, a donde está el centro de investigación, a donde está haciendo la cultura, donde producen el fanzín; donde cada quien está haciendo esa lucha y escucha esa palabra, pero también se empieza a escuchar las otras palabras. Y empieza a surgir desde abajo esa propuesta, no que alguien llegue y nos diga «se va a hacer esto y esto y esto, los que estén de acuerdo que levanten la mano», que eso es la votación, y el que no esté se abstiene, su palabra no cuenta porque no hay otra cosa. Y ahorita lo que hay es eso, estamos construyendo esa otra cosa; y el dolor que hemos visto en estos estados donde hemos pasado, es ya suficiente para hacer explotar este país, y todavía nos falta más de la mitad del país, y más de tres meses de recorrido, llevamos dos y medio… bueno casi tres ya.
Entonces imagínense cuando juntemos todo ese dolor y esa decisión de lucha, que la juntemos, pues entonces falta nada más decir qué vamos a hacer, y cuándo lo vamos a hacer. Y como nosotros estamos planteando esto en un movimiento pacífico y civil, es eso, que no estamos pidiendo héroes a la antigua usanza, sino los que podemos ser ahora. Y entonces Aguascalientes no se va a construir sobre la nostalgia de los ejércitos de Villa y Zapata cuando se encuentran aquí en la Convención Revolucionaria, sino en lo que ustedes como aguascalentenses o como hidrocálidos están construyendo, pero junto con nosotros, con nosotros como EZLN, con las organizaciones políticas, con los grupos, con los compas de medios alternativos, y con otros que nunca van a conocer ni a ver, y en ese sentido tienen más tapado el rostro que yo, porque ni su nombre van a saber, que también están en la Otra y son nuestros compañeros, sus compañeros y compañeras, que están en el norte de México, que están en Campeche, en Quintana Roo, en cada esquina de este país, que es donde está la Otra Campaña, porque es de donde se está levantando el Otro país.
Entonces la propuesta que nosotros les hacemos es primero que no olviden quien es el enemigo, porque sobre ese vamos, y la Otra Campaña, no importa quien se va a quedar, no se va a acabar hasta que acabe el sistema que le dio origen, el mismo sistema que nos trata a nosotros como indígenas, como objetos de decoración para dar limosna o como productores de artesanías; el mismo que trata a las mujeres, como si fueran prostitutas; a los jóvenes, como si fueran reventados; a los niños, como idiotas; a los ancianos, como inútiles; a los trabajadores, como haraganes, todo el recorrido de ese dolor que hemos ido juntando. Entonces cuando logremos esto, en vía paralela están todos estos esfuerzos de los que nos han hablado, en medicina, en economía alternativa o en otra economía, en otro sistema de relación comercial, en otra cultura, como nos platicaba también una compañera y los jóvenes que están en esa línea, en otra escuela, en otro sistema de educación; para que a la hora que esto se derrumbe empiece ya a aparecer otra propuesta de país, otro México; y no sobre las ruinas empecemos a decir «bueno y ahora si qué vamos a hacer». Entonces lo que nosotros les decimos es que hay que seguir en esos esfuerzos pero hay que ligarse continuamente por medio del oído y de la palabra, con el esfuerzo fundamental de la Otra Campaña, que es destruir al capitalismo, sin concesiones, sin «vamos a humanizarlo», sin «vamos a limarle sus aristas», sin «vamos a ver que no sea tan cruel», no, desaparecerlo completamente, eso es lo que está proponiendo pues la Otra Campaña, y se trata pues de avanzar en esas dos líneas; ahora, la ventaja que les trae la escucha es que van a conocer que hay otros esfuerzos como el de ustedes, tanto en economía alternativa, como en medicina alternativa, como en cultura alternativa, grupos anarcopunks, problemas de estudiantes, como habló el compañero de la UNAM, de organización de género, de homosexuales, de lesbianas, en todo el país, que tienen una historia y una experiencia que no sólo va a servir para establecer relaciones con ellos, sino para dar nuevas ideas de cómo luchar donde está cada quien.
Como quiera lo que dijo mi otra mamá, es fundamental, es necesario más trabajo de difusión de lo que es la Otra Campaña y cómo se convierte poco a poco en una alternativa. Eso es lo que les queríamos decir compañeros y compañeras.
A los simpatizantes, veo que la prensa trae gafete de simpatizante, ni modo no había de otro… …este, en el acto de la tarde le vamos a contestar a Abascal las declaraciones que hizo sobre lo que está pasando en nuestras tierras en las montañas del sureste mexicano.
Sólo eso compañeros y compañeras, muchas gracias.
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