Palabras de delegado zero en San Luis, Guanajuato
Escuche aquí:
Buenas tardes, compañeros y compañeras, mi nombre se Marcos, Subcomandante Insurgente Marcos, soy el jefe militar del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Voy a contar un poco nuestra pequeña historia y luego a explicarles qué es lo que estamos haciendo aquí en San Luis de la Paz.
Nosotros somos una organización de indígenas, de indígenas de Chiapas, indígenas de raíz maya que son de los pueblos indios tzotzil, tzeltal, chol, tojolabal, mame y zoque. Las condiciones en las que vivíamos tienen mucho que ver con lo que han platicado las compañeras y compañeros que vienen de la región chichimeca.
Durante muchos años en los lugares donde nosotros vivíamos no existía nada, ni el gobierno, estábamos aventados en las montañas, en el último rincón de este país, y nuestras gentes no tenían tierra, las buenas tierras estaban en manos de los terratenientes, con agua, con carreteras, con buena tierra para sembrar lo que fuera; y en lugar de sembrar alimentos, los grandes terratenientes sólo sembraban zacate para su ganado, miles de cabezas de ganado que servían para que las vendieran a la capital del estado. Nosotros como indígenas vivíamos mero en el cerro, entre puras piedras; con trabajo lográbamos arrancarle algo de maíz a la tierra, nosotros en nuestra tierra no usábamos el arado ni el tractor, usamos la coa, un palo para hacer un hoyo en la tierra y ahí depositar la semilla; pero entre piedras, sin buen riego y sin maquinaria; como quiera algo sacábamos de maíz para poder comer. Si conseguíamos un poco de dinero era por los cafetales que tenían algunas comunidades, cada que llegaba la cosecha de café, toda la familia, hombres, niños, mujeres, ancianos, iban a trabajar en el cafetal, para sacar unos cuantos kilos y después caminar dos o tres días, con cincuenta kilos en la espalda, llegar a la carretera, pagar un camión particular para ir a la cabecera municipal a vender el café y encontrarnos con que ahí estaba el coyote, el intermediario, que nos engañaba en el peso que le estábamos dando y nos pagaba menos y si nos negábamos a vender, entonces teníamos que regresar otra vez a nuestra tierra cargando el mismo café. En lugar de hacer eso teníamos que malbaratarlo, lo dábamos al precio que ellos querían.
Al regreso, las pocas monedas que habíamos juntado se iban en la primera enfermedad de los niños, o de las mujeres, o de los ancianos o de los adultos. Y cada vez que está pasando esto, como quiera se mandan comisiones a la cabecera municipal o la capital del estado, o la ciudad de México para hablar con el presidente de la república para pedir solución, para pedir apoyo, y nada, nos ignoraban, nos despreciaban, porque éramos indígenas, porque somos indígenas. La mayoría de nosotros no habla español, habla estas lenguas mayas que heredamos de nuestros antepasados. Como quiera, si alguien se enfermaba y lograba llega a un hospital o a una clínica de campo, no lo atendían, porque decían que no entendían la lengua que estábamos hablando, decían que éramos guatemaltecos, salvadoreños, hondureños, en nuestra propia tierra que es México nos trataban como s fuéramos extranjeros despreciables y nos dejaban morir, sin siquiera dejarnos pasar al consultorio.
Nuestra pobreza fue creciendo y creciendo; y entonces pasó esto que todos conocemos, que llego Carlos Salinas de Gortari a la presidencia de la república y empezó a vender el país, como si fuera un bazar, y para lograr hacerlo cambió el artículo 27 de la constitución, que decía que había que repartir la tierra a los campesinos y que no se podía vender el ejido ni la tierra comunal. Y entonces allá en nuestras montañas nos enteramos de que ya no podíamos tener tierra solicitada con el gobierno; y si íbamos, el gobierno nos decía «no hay tierra», y nosotros veíamos ahí en las cañadas, grandes extensiones de tierra, miles de hectáreas, en manos de un propietario, mientras que unas cuantas hectáreas, las nuestras, de mala tierra, en manos de miles de familias.
Entonces vimos que ya no había salida. Durante muchos años nos estuvimos preparando en las montañas para alzarnos en armas contra el supremo gobierno, esperando cuándo era que llegaba la orden de los pueblos. En el Ejército Zapatista de Liberación Nacional no mando yo, ni manda nadie, los que mandan son las comunidades zapatistas. Llegó un momento en que la desesperación era muy grande, cientos, miles de niños menores de cinco años se estaban muriendo de enfermedades curables; no había esperanza de tierra; el gobierno ni siquiera volteaba a vernos para hacer elecciones, las urnas se quedaban en la cabecera municipal, y pagaban una torta y un refresco o una cerveza a gente que estuviera llenando las boletas, la elección anterior a que nos levantáramos en armas, el PRI ganó las elecciones con el 110% de la votación, se les pasó la mano en las boletas que falsificaron; y a nosotros nomás nos llegaban a decir que ya hay un nuevo presidente municipal, que hay un nuevo gobernador, que hay un nuevo diputado, un senador, un presidente de la república; pero teníamos las armas en las manos esperando a que esta decisión llegara. En 1992, cuando se cumplían 500 años de que los españoles descubrieron las tierras de América e iniciaron la conquista a sangre y fuego sobre los pueblos de estas tierras, hubo una consulta en todas las comunidades zapatistas, hombres, niños, mujeres, ancianos, se reunieron en asambleas comunitarias, decenas de miles votaron que había que alzarse en armas contra el gran gobierno. Nos preparamos en 1993 y esperamos el mejor momento para atacar a las fuerzas federales, ese mejor momento fue la madrugada del primero de enero de 1994, cuando los grandes ricos, la policía, los soldados, se encontraban festejando borrachos, que había un año nuevo y que ya entrábamos al tratado de libre comercio.
Se descuidaron, y salimos miles de hombres y mujeres hacia las ciudades y tomamos siete cabeceras municipales del estado de Chiapas, y empezamos a combatir contra las fuerzas de la policía estatal, la policía municipal y el ejército federal. Durante varios días, nosotros 100% mexicanos, 99.99% indígenas enfrentamos a las fuerzas federales, sus tanques, sus aviones, sus helicópteros, sus bombas, sus ametralladoras; y cuando nos estamos batiendo contra ellos por democracia, por libertad, por justicia, porque nos reconocieran y respetaran como pueblos indígenas que somos, una gran movilización de personas como ustedes se levantó en todo el país y pidió que se detuviera la guerra, que dejáramos de luchar con las armas y empezáramos a explicar qué era lo que queríamos, que tratáramos de que llegáramos a una solución pacífica de nuestras demandas.
Empezó así un proceso de diálogo con el gobierno; el gobierno nos preguntó que qué quieren los zapatistas y los zapatistas contestamos: queremos buena vivienda; queremos tierra y buen precio para los productos, que la tierra sea del campesino no de los terratenientes, que se respete la tierra ejidal y comunal, que se acabe la reforma salinista al artículo 27 y vuelva a ser otra vez por lo que peleó Emiliano Zapata; luchamos porque el trabajo de los trabajadores de la ciudad, de los obreros, de los empleados, de los choferes, de toda la gente que vive en la ciudad tenga un salario digno, no una miseria; luchamos porque tengamos buena alimentación en nuestras casas, porque los hijos se alimenten bien; luchamos porque hubiera clínicas, hospitales, medicinas para la gente pobre; luchamos porque hubiera escuelas y maestros; luchamos porque los gringos no dieran órdenes en estas tierras que son mexicanas; luchamos porque se respetara la voluntad del pueblo para poner o quitar a un gobernante; luchamos porque hubiera justicia para los pobres, porque, como nos explicaron aquí, ahorita sólo hay justicia para el que tiene dinero; y luchamos por la paz, porque lo que nos estaban haciendo a nosotros como indígenas era una guerra, nos estaban matando por miles, sin que nadie dijera nada, sin que nadie supiera, siquiera, que existíamos, así como dice el gobierno de Guanajuato, que ni siquiera sabe que hay indígenas en este estado, pues igual, todo el país no sabía que había indígenas en las montañas del sureste mexicano.
El gobierno preguntó que cuándo y con quién había que arreglarse, nosotros dijimos que queríamos todas estas cosas pero para todo el pueblo de México, pero que podíamos empezar entonces, porque en la constitución mexicana, se reconocieran los derechos y la cultura de los pueblos indios. El gobierno dijo que está bien y firmó un acuerdo de que lo va a cumplir; y pasó el tiempo, días, semanas, meses, años y el gobierno no cumplía; y entonces pensamos de hacer un gran llamado para moverse a toda la gente en todo el país, para demostrarle al gobierno que nuestra causa, que nuestra demanda era justa. En 1999 hicimos una consulta en todo México, no vino a hacerla el gobierno, salieron 5 mil compañeros nuestros, 2500 hombres, 2500 mujeres, indígenas todos, indígenas todas, a hacer la consulta por los derechos y la cultura indígena; más de tres millones de personas dijeron que está bueno, como cien dijeron que no. Llevamos esa demanda al gobierno y el gobierno de Zedillo no hizo caso. Nosotros pensábamos que qué íbamos a hacer, y cuando el señor Fox entra de presidente de México, nosotros hacemos un llamado para hacer una marcha en todo el país, para exigir, que los diputados, los senadores, el presidente, la suprema corte de justicia, todo lo que son los gobiernos, por fin cumplieran esta demanda de los pueblos indios. Hicimos la marcha en el 2001, pasamos por aquí por tierra de Guanajuato, por el lado de Acámbaro; llegamos a la ciudad de México, al Congreso de la Unión, y ahí, una mujer indígena, como las compañeras Chichimecas que pasaron, habló y pidió para las mujeres indígenas y para los pueblos indios de México, respeto a la dignidad.
Después de eso, se pusieron de acuerdo el partido de acción nacional, el PAN; el partido revolucionario institucional, el PRI y el partido de la revolución democrática, el PRD, y desconocieron lo que habían acordado con nosotros, y en lugar de hacer la ley que nos reconocía como pueblos indios, lo que hicieron fue una ley que nos vuelve a poner como si fuéramos limosneros en las esquinas, como si sólo sirviéramos para tomar fotos, o para que se rían de los chistes que hacen sobre nosotros, o para que los mexicanos se insulten unos a otros diciendo «pareces indio, pareces india».
Después de habernos alzado en armas y haber muerto varios de nuestros compañeros peleando contra las fuerzas federales, el gobierno volvía a burlarse de nosotros; pero nosotros no nos quedamos así contentos o tristes, lo que hicimos fue seguir trabajando, y llevamos adelante el modo de cada comunidad, o sea la experiencia que tienen de nuestros antepasados, y se formaron Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas, les decimos nosotros; y se formaron Juntas de Buen Gobierno, y sin recibir ningún apoyo del gobierno, ni un quinto, empezamos, con la ayuda de la sociedad civil de México y de otros países, gente como ustedes aquí en el estado de Guanajuato, empezamos a levantar escuelas, empezamos a que la misma gente de la comunidad empezó a ser maestro; levantamos hospitales y clínicas, y la misma gente de la comunidad aprendió a inyectar, a dar consulta, a manejar la medicina tradicional. Poco a poco empezó a reducirse la muerte de niños menor de cinco años por enfermedades curables, poco a poco la gente empezó a ir a la escuela, pero compañeros y compañeras, en nuestras escuelas no se estudia lo que dice el gobierno, se estudia lo que dicen las comunidades y los niños crecen aprendiendo la historia d lucha del EZLN y la historia de lucha de las comunidades indígenas en todo el país, crecen siendo orgulloso de ser indígena, no arrepintiéndose de su cultura, ni de su lengua, ni de su color; las tierras que estaban en manos de los terratenientes, las tomamos con las armas aquel primero de enero del 94 y las repartimos en colectivo; después de doce años de guerra mejoró un poco la alimentación de nuestros pueblos que morían de hambre, mejoró la educación, mejoró la salud, y gracias a que las mujeres se organizaron y prohibieron el consumo de alcohol, también mejoró la vivienda, porque el dinero que gastaban los hombres en el trago, en emborracharse, ahora estaba prohibido y tenía que usarse en otra cosa y fue como mejoró un poco la vivienda.
En eso estábamos, con estas pequeñas mejoras, que cualquiera de ustedes puede ir a ver, si es que tiene modo, y si no, que le platiquen los que han ido para allá, porque nosotros no venimos a echarles mentira. Durante todo este tiempo nosotros vimos, que sin que nos diéramos cuenta nosotros y muchos, nuestro país lo iban destruyendo poco a poco, no sólo Salinas de Gortari, no sólo Zedillo, también el señor Fox y la señora Marta Sahagún, porque dicen que los dos son los que mandan. Y sin darnos cuenta fueron destruyendo todo, todo lo que teníamos, y si fue posible fue porque estábamos separados; si antes no se pagaba por ir a la escuela, ahora se paga, aunque Fox salga en la televisión diciendo que la educación pública en México es gratuita, lo sabe cualquier padre de familia, cualquier ama de casa, que el que su hijo vaya a una escuela oficial significa gastar dinero, como explicó el compañero que habló hace rato, también vimos que en el campo nos están despojando de la tierra por medio del PROCEDE y de engaños del gobierno, nos empiezan a arrinconar, a que estemos amontonando deudas, porque el campesino está todo el día trabajando y a la hora que llega al mercado a vender su producto, resulta que le pagan una miseria; y entonces de que sirve trabajar todo el día, si lo que se produce no tiene buen valor. Las compañeras, las mujeres que me están escuchando, que son amas de casa, saben perfectamente que cada día llega más caro el recibo de la luz, que cada vez llega más caro el recibo del agua, aunque el agua no llegue, como explicó la compañera; que el impuesto predial sube, que todos los trámites que se tienen que hacer con el gobierno ahora son mas caros, que el maíz, el frijol, el azúcar, la sal, la ropa, todo lo que necesitamos para vivir cada día está más caro, y sin embargo, el salario que se recibe por trabajar no sube; y los precios de los productos que hacemos en el campo, no sube, al revés, bajan; y a lo mejor estamos pensando pues que de por sí «es mala suerte», que «ni modo, ya antes hemos estado pobres y como quiera vamos a sobrevivir», pero lo que nosotros estamos viendo es que esos, los ricos, no se conforman con vernos pobres, quieren vernos muertos, y no les importa si somos indios o no somos indios, lo que les importa es que somos pobres.
Y eso que quieren hacer en la misión chichimeca, que es una parte pobre, es que quieren deshacerse de estas comunidades, y quieren apoderarse de esas tierras para poner fábricas, como la que vimos cuando estábamos llegando, o maquiladoras, o centros comerciales o hoteles. Porque para eso quieren esta tierra de México, y esta tierra de San Luis de la Paz y esta tierra de Guanajuato, para poner sus industrias y sacar mas dinero, o para poner sus centros de diversión y venirse a pasear aquí a Guanajuato.
Y vengo a decirle esto compañero, compañera, aquí en Guanajuato, porque en Guanajuato fue donde se levantó está lucha por la independencia de México y es de Guanajuato ese que la está vendiendo, sin que nos demos cuenta, o si le damos cuenta no le importa; porque eso es lo que hace el señor Fox. Y si antes Guanajuato era conocido por ser la cuna de la independencia, ahora tiene que cargar con el peso de que cada vez que Fox abre la boca y dice una idiotez, todos preguntan de dónde es; y da vergüenza como mexicanos, que ese señor esté ahí y que su señora también abra la boca para decir las estupideces que dice y además estén cobrando de los impuestos, esos de la luz, esos del agua, esos del predial, todo lo que se está pagando, es donde están sacando ellos el dinero. Y estoy yendo mas arriba, si bajo a los diputados y senadores, ¿qué hacen?, lo sabemos pues por las noticias, que se reúnen, van cuando quieren y cuando no quieren no van, pero nunca faltan a la hora de cobrar, y si vemos lo que han hecho esos diputados y senadores son leyes que benefician a los ricos, son las leyes que tienen libres a los grandes ladrones, a los gobernadores que trafican con niñas, a los gobernadores que se roban parte de lo que le toca al estado, o le dan puestos a sus parientes, a sus amigos, a sus conocidos, sin importar si sirven o no para el trabajo.
Si seguimos más para abajo, el gobernador, el presidente municipal, el congreso local, vemos que es gente que empieza a enriquecerse sin que haga absolutamente nada y cuando vamos a pedir un apoyo como gente pobre, o que bajen los precios de algo, nos responden «no hay presupuesto, no hay dinero», pero en cambio su salario de él ese no falla, en cambio cuando sale de ser autoridad ya tiene más casas, tiene más carros, se va de viaje al extranjero, gasta mucho dinero y de donde es que lo sacó, si nos dijo que no había dinero.
Entonces compañeros y compañeras, nosotros estamos pensando esto y nos estamos preguntando por qué no nos damos cuenta, y según nosotros, pues no nos damos cuenta porque estamos mirando hacia arriba, estamos mirando todo el ruido de los partidos políticos, que ya va a salir Fox, por fin, antes se tardó, y que ahora va a entrar otro y que se están peleando entre el PRI, el PAN y el PRD a ver quien va a ser presidente de México, y algunos van a venir tal vez aquí a hacer campaña electoral, y van a ver que se va a llenar todo esto porque van a traer gente de todas partes, les van a dar una gorra, un refresco, una torta y se van a subir aquí y si alguien pide la palabra no le van a hacer caso y les van a prometer todo, les van a prometer «ahora si me voy a portar bien», «ahora si no te voy a robar», «ahora si ya te voy a hacer caso», «ahora si ya te voy a tomar en cuenta»; y los que ya tienen más edad se van a acordar, eso dijeron hace tres años, hace seis, hace nueve, hace 12, hace 24, siempre han dicho lo mismo y siempre pasa igual que cuando acaba la elección «no sé quien eres»; si tienes un buen traje, si tienes un buen color, te pasan luego luego a la oficina; si eres alguien que nadie conoce, ni te reciben, te dejan parado en la puerta, si haces una solicitud de apoyo, la agarran directo a la basura; pero si eres alguien que tiene dinero, por favor, luego luego lo resuelven; cualquiera que se ha enfrentado en un problema con alguien que tiene dinero, sabe que la justicia en México no vale para nada, que el que tiene dinero gana siempre, y a veces uno dice «pues ya mejor ni denuncio, porque el otro, el que me hizo daño es alguien que tiene influencia, que tiene poder, para que voy a perder el tiempo, mejor que así se quede».
Y nosotros lo estamos mirando que está pasando todo eso, y nosotros decimos, si en lugar de estar mirando para arriba empezamos a mirara para abajo; cada quien tiene aquí, en esta plaza, en este municipio y en este estado y en este país, un dolor y una rabia, cada quien la tiene y la conoce, al que humillan por su color, por su lengua, porque no sabe expresarse bien, porque es de color moreno, porque lo explotan en trabajo, porque lo humillan en la escuela, porque después de estar estudiando durante muchos años sale de la universidad de doctor, de ingeniero, de licenciado, y no encuentra trabajo, pero no por que no haya sino por que el trabajo que le tocaba a él se lo dieron al primo del cuñado del hermano del que le bolea los zapatos al gobernador del estado, ese es el que gana que ni siquiera estudio, lo sabemos bien, y entonces ese joven o esa jovena se está preguntando «¿bueno, y entonces para qué estudié tanto?; y el campesino que está todo el día en la tierra y que por fin logra arrancarle algo, porque es difícil arrancarle algo a la tierra, no es que le tocas y ya te va a dar, ustedes saben todo lo que hay que meterle de trabajo, de cuidarla, de quererla, y a la hora que por fin está el producto y lo quiere vender, no sale, no sale la cuenta y eso da rabia y da coraje; y el comunero y el ejidatario ve que de pronto se empiezan a meter las empresas extranjeras y no supo, llega un momento en que lo quieren desalojar de su tierra y le presentan un papel «ya vendiste, aquí está tu firma», «pues yo no firmé nada», lo falsificaron, mientras se averigua si sí o no, sales con todas tus cosas de la tierra que te heredaron tus padres, tus abuelos, tus bisabuelos y así hasta el principio que empezó este país; y está el dolor de las amas de casa, que ven que no alcanza el dinero y cada vez hay menos en la mesa, cada vez hay menos y cada vez es más malo, y aunque sea conseguir ropa como sea y vemos que no dura y a la hora que el niño, la niña pide algo para la escuela, no alcanza, hasta que le tenemos que decir «te tienes que salir de la escuela y te tienes que ayudar a trabajar»; y si hace toda esta cuenta igual el trabajador, que dice la ley que debe trabajar ocho horas y que le deben pagar un salario digno, y lo tienen trabajando 14 o 16 horas al día y le pagan una miseria, y si va a protestar ese trabajador «no me alcanza con 45 pesos al día», el gobierno le dice «trabaja otro», entonces en lugar de trabajar ocho horas trabaja 16, y va a ser 90 pesos, «¿no te alcanza?, trabaja 24 horas» y van a ser 120 pesos, y como quiera no va a alcanzar y a qué horas va a dormir, a qué horas va a comer, a qué horas va a descansar, a qué horas va a estar con su familia, entonces eso da el coraje y la rabia; y da el coraje y la rabia de la gente que tiene estudios, que está un poco mas o menos así en su vida económica y que ve como se burlan de nosotros los políticos, y da coraje que le insulten la inteligencia y que lo estén tratando como si fuera un idiota, que le estén tratando de engañar en lugar de explicarle bien de qué se trata eso, que lo quieran engañar con las boberías que son las campañas electorales y eso también da coraje; y da coraje cada vez que sale algo que pasa en México y dice uno «chin yo soy mexicano, no será que puedo cambiar el pasaporte o el acta de nacimiento», porque no puede ser que esto esté pasando, y sentir que cuando vienen los turistas dicen «Oh! Mecsicanos, very beatiful!» muy bonitos, pero que sonzos pues, porque se siente que se están burlando de nosotros. Y cada quien tiene esa rabia y si empezamos a verla entre nosotros y si nos empezamos a platicar esa rabia y esa rebeldía, y empezamos a darnos cuenta que podemos unirla, entonces las cosas pueden cambiar, decimos nosotros, porque no estamos obligando a nadie, estamos explicando un pensamiento y que cada quien vea si está bien o no.
Nosotros lo que decimos es que allá arriba ya se arreglaron, se van a hacer patos con que si hay elección par seguir gastándose el dinero en la televisión y en el radio y en los periódicos; pero ya saben quien va a ganar, ya saben quien va a ganar y ya están buscando puestos, por eso, ustedes saben, que están brincando de un partido a otro, el que ayer era pan ahora amaneció prd, el que era pri amaneció prd, entonces ya no se sabe, lo que pasa es que ya se otro color, pero si revisan los nombres ese era el mismo que ayer estaba en otro partido, es que ya saben quien va a ganar y están viendo como se va a repartir todo, y nos van a engañar diciendo que nosotros vamos a elegir, y nos van a volver a encontrar solos. Y venimos a decir aquí en Guanajuato, que está tierra que nació libre e independiente en estos suelos, bajo estos cielos de Guanajuato que fue donde empezó, ahí va a morir, si dejamos que allá arriba sigan haciendo lo que están haciendo.
Entonces nosotros decimos, mejor vamos a organizarnos, vamos a pasar por cada parte de México a escuchar la palabra de la gente humilde y sencilla, de la gente de abajo, no vamos a hablar con políticos, no vamos a hablar con los grandes señorones del dinero, vamos a hablar con la gente y le vamos a pregunta cómo está tu problema, cuéntanos, y nos cuentan las compañeras chichimecas, y nos cuentan los otomís de donde venimos, de Tierra Blanca, y nos empiezan a decir «aquí hay un cerro que es sagrado para nosotros y cada tanto les vamos a rendir pues homenaje a nuestros ancestros, y hay una antena de Telmex», y entonces yo les digo, telmex, el dueño de telmex es Carlos Slim, ayer salió en el periódico que es el tercer hombre más rico del mundo, no de México, del mundo, es el dueño, es ese que quiere poner una antena encima de la cruz que tienen los otomíes en ese lugar, la congregación; no les importa si sus creencias, lo que les importa es que ahí hay dinero y ahí lo ponen, y al rato, veíamos, que lo van a cercar y no van a poder entrar a su centro ceremonial y, como dijo la compañera que agarraron la ofrenda y como si estuvieran limpiando para hacer espacio, así tiraron las creencias de estos compañeros indígenas. Así en cada lugar compañeros y compañeras, y si ustedes piensan que su pobreza la van a respetar, están equivocados, véanlo en sus propias familias, cuanta gente no ha tenido que migrar hacia Estados Unidos, y por qué se llaman braceros, porque tiene que cruzar nadando a brazo, así les pusieron, y antes les decían espaldas mojadas, porque se mojaban al cruzar el río, así los conocíamos pues, así salían; y antes eran unos cuantos, y ahora unos cuantos son los que se quedan y, como dijo la compañera, se va uno y la familia se va rompiendo, se va deshaciendo y también la comunidad.
Entonces lo que nosotros estamos diciendo se que no vamos a dejar que eso pase, aquí en Guanajuato venimos a decir, que vamos a hacer un levantamiento nacional pacífico, más grande que la revolución mexicana de 1910, más grande que la guerra de independencia, y de lo que se trata no es de cambiar a un gobierno, porque nosotros no estamos haciendo la campaña para buscar un cargo, no queremos ser presidente, ni diputado, ni senador; estamos pasando para conocerlos a ustedes y para conocer su lucha y para aprender de eso, y para invitarlos a que no luchen solos, sino que se unan a esto que llamamos la Otra Campaña, que es una organización nacional, donde cada quien está entrando, no importa si es una persona, si es una familia, si es una organización, y va a entrar pues y va a recibir respeto; y los que estamos de acuerdo todos los que estamos aquí es que hay que sacar a los ricos y al gobierno que los sirve, no importa que partido político es. Que acabemos con eso y entonces se vuelva a repartir de la riqueza, se vuelva a organizar el país y volvamos a organizarlo pues, de forma cabal y hagamos una nueva constitución. Nosotros no les venimos a decir «San Luis de la Paz, tu tienes que luchar por esto y por esto y por esto», al revés, venimos a preguntarles «¿Qué es lo que se necesita aquí?» pero no lo vamos a resolver nosotros, lo vamos a resolver la lucha aquí de ustedes uniéndola con todos los demás, pero a la hora que va a llegar el triunfo, porque va a llegar, no es que otro les va a decir, sino en ese plan de lucha que vamos a hacer, va a venir la palabra de ustedes; y ahorita hablaron unos, vamos a hacer otra vuelta y vamos a hablar con todo el que quiera hablar, y a tomar la nota, ¿qué es lo que se necesita?, como indígenas, como mestizos, como hombres, como mujeres, como estudiantes, como maestros, como ancianos, esto se necesita, por esto vamos a luchar en todo el país.
Esto es lo que está haciendo la Otra Campaña, y decimos que es otra campaña porque no está buscando cargos, y decimos que otra campaña porque primero se trata que la gente hable y diga su problema y luego ya explicamos qué es. Y decimos que esa otra campaña de lo que se trata es de hacer un plan nacional de lucha, no lo que se nos ocurre a nosotros, sino lo que la misma gente demanda, y que al final cuando esto vuelve a quedar cabal, que triunfamos, hagamos un nuevo acuerdo de cómo vamos a vivir, una nueva constitución, una nueva justicia que no beneficie al rico sino que sea para la gente humilde y sencilla, y ya no va a haber ricos, por eso no vamos a necesitar leyes para ellos, sino que vamos a estar todos iguales respetándonos como somos; habrá respeto a la mujer y a su dignidad, al indígena y a su dignidad, al joven y a su dignidad, al anciano y a su dignidad, porque lo sabemos bien, lo están escuchando, acaso alguien respeta aquí a los ancianos, si nos tratan como basura, como que ya sobramos, ya a ver cuando te mueres de una vez, todo eso nos está diciendo el gobierno y los ricos, «porque ya no puedes trabajar», lo explicó bien la compañera, «o sea que ya no te podemos explotar». Eso es claro, lo que queremos nosotros, no venimos a echar mentiras, ni a prometer nada, si ustedes están de acuerdo, que lo piensen y aquí en Guanajuato, en la tierra que dio luz a la independencia de México, dicen, «nosotros le queremos entrar», pues hay que entrarle, con su propia organización, no es que se van a meter en otra organización, ni es que nos vamos a lazar en armas, ni nos vamos a tapar la cara, se trata de que como movimiento civil y pacífico nos levantamos todos en todo el país por esos derechos, y a lo mejor si nos pueden hacer algo si sólo aquí, o si sólo en la colonia de la misión de chichimecas, pero si todos al mismo tiempo, no pueden, eso es lo que nosotros vemos.
Y como quiera, también les decimos, que este movimiento de la Otra Campaña, no es nada más de Ejército Zapatista de Liberación Nacional, nosotros somos un pedacito así. Ya hay organizaciones, mas de mil organizaciones, mas de tres mil personas y familias, pueblos indios de todo el país, cientos de miles de mexicanos que ya están listos, y que cuando ya se decida entre todos, nos vamos a levantar y vamos a hacer que se tumbe el gobierno y que se tumben los ricos, y esto va a pasar para todos, porque es una lucha que es para todos los que son de abajo; y hay quien le va a entrar, y hay quien no le va a entrar, el que no le va a entrar, como quiera va a ver cómo cambian todas las cosas y va a tener la vergüenza de que no hizo nada, que pudo haber hecho algo y no lo hizo, y aquel que le entra, ya no se va a contentar con leer que si Hidalgo, que si Morelos, que si la cuna de la independencia, va a decir «aquí, aquí, en San Luis de la Paz nació otro México conmigo, con mi fuerza, con mi lucha y con la lucha de muchos mexicanos en todas partes, y entonces esa va a ser una historia que vivimos y que vamos a platicar nosotros, no que otro nos va a decir que hace muchos años pasó eso, y entonces ya la imagen de Guanajuato no va a ser la del idiota de Fox, sino va a ser la de la gente de abajo sencilla y humilde que se va a levantar, por fin, por la democracia, por la libertad y la justicia.
Eso es lo que estamos diciendo compañeros y compañeras, muchas gracias.
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miy sierto todo lo que dice y lo felicito por luchar por nuestra jente ypor nuesto mexico yo vivo en estados unidos por lo mismo de que en mxc no tenemos la oportunidad de mantener nuestras familias pero le doy gracias a dios que tengo vida vida para seguir luchando por sobrevivir ya que en mexsico no podemos estar mateniendo nuestras familias gracias ………………………….
Comentario de gabriel munoz — mayo 6, 2006 @ 1:03 am
Creo que ya era hora de que los indigenas se levantaran !!!! que luchen por lo que les pertenece, ya basta de que nuestros propios hermanos se burlen de nosotros, de la gente humilde y trabajadora. Basta de ser conformista !!! Basta de taparnos los ojos con nuestras propias manos !!!! nosotros podemos ser el c ambio, no tenemos que esperar a que nuestra gente muera por pobresa , y de que nuestros niños se pierdan en las calles de la ignorancia !!!! yo apoyo 100% al EZNL, soy mexicana, soy azteca, una guerrera. y si luchar por mi gente y por mis derechos me lleva a la muerte, pues bienvenida sea !!!!!
Comentario de wendy roaro — mayo 9, 2006 @ 12:47 pm
disculpen pero yo ando buscando familiares que tengo en san luis de la paz y no los conosco yo soy hija de rosalio palacios mendez y ignacia perez martinez
mis abuelitos paternois fueron, graciano palacios y bernabe mendez y mis abuelitos maternos juen perez y ma. reyez martinez.
gracias por su atencion
Comentario de lucia — julio 4, 2006 @ 12:28 pm
esto que se dice es muy apreciable para el bienestar de todos los mexicanos.
y espero que ya no se demore mas el dia en que esto suceda.
urge un a accion como esta.ya porque nosotros lo nececitamos.estamos esperando el comunicado
Comentario de JOSE — julio 14, 2006 @ 5:58 pm
esperando que la soberanidad del pueblo renazca y que esta lucha tan justa sea remunerada mínimo con respeto y dignidad,compartiendo con ustedes el infinito deseo de igualdad y democracia, así seguiré hasta que la justicia o la muerte me arranquen esta sed ardiente de bienestar para mi familia y mis compatriotas!!!
Comentario de una más — febrero 19, 2007 @ 8:45 am