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Palabra del Ejército Zapatista de Liberación Nacional

Feb092006

Sobre los presos políticos, en Oaxaca (08/feb/06)

A las afueras del penal de Ixcotel, Oaxaca

Sobre los presos políticos

Oaxaca, 8 de febrero

A las afueras del penal de Ixcotel

Bueno compañeros, compañeras: buenas tardes.
Acabamos de hablar con hombres y mujeres ahí adentro del penal que están presos. Hemos escuchado su historia, y la historia que hemos escuchado es la historia que hemos escuchado en otras partes de México. Es la de gente humilde y sencilla que trabaja, que defiende sus derechos y, precisamente por eso, por defender sus derechos, está presa.Es gente que está acusada injustamente de un delito que no cometió. Personas a las que se les ha hecho trampas legales para tenerlos ahí presos; que les han inventado delitos. Como es gente que lucha y que tiene una idea de cambio, nosotros —junto con muchos— los llamamos “presos políticos de conciencia”. No están ahí más que por el delito de luchar por sus derechos.Nosotros les hemos dicho que aquí en la Otra Campaña se trata de escuchar la voz de todos y ellos han hablado; han dicho su palabra y explicado su situación. Y los compañeros y compañeras de medios de comunicación que pasaron traen su palabra para darla a conocer a todos los demás.

Nosotros les hemos dicho que en la Otra Campaña hemos puesto como bandera principal, la bandera de la liberación de todos los presos políticos y todas las presas políticas en todo el país y la cancelación de todas las órdenes de aprehensión que hay contra luchadores sociales.

Les hemos dicho que hemos encontrado aquí, en Oaxaca, la democracia del de arriba, que reparte despensas y órdenes de aprehensión con todo aquel que no quiere rendirse y que no quiere dejarse engañar.

Les hemos dicho que vamos a llevar sus casos y los casos de otros presos políticos y de otras presas políticas a los tribunales internacionales, de tal forma que se acabe con esa imagen falsa de que en México no está pasando nada. Y que cada vez que un representante del gobierno mexicano se ponga de pie o pida la palabra en algún foro internacional, junto con él se levante la sombra que son los presos políticos y las presas políticas de nuestro país.

Nos hemos comprometido como zapatistas, y estamos invitando a las demás organizaciones y a todos los miembros de la Otra Campaña a que pongamos en primer lugar, en esta primera gira, la exigencia de libertad a todos los presos políticos, a todas las presas políticas y la cancelación de todas las órdenes de aprehensión que hay contra luchadores sociales, sea a nivel municipal, estatal o federal.

Los compañeros dijeron sus palabras y nos dijeron que están firmes, que no se van a rendir; que están considerando la cárcel como un lugar más de lucha y que en pocas semanas van a iniciar una serie de actividades, como parte de su adherencia a la Otra Campaña. Estaremos pendientes de esas actividades que van a realizar, para apoyarlos en la lucha que estamos haciendo. Y, también, estaremos pendientes de que la voz que escuchamos se haga grande y llegue lejos, incluso, a otros países.

Ese es el informe que les traigo, compañeros y compañeras. Gracias.

Sobre los presos políticos

Compañeros, compañeras, buenas tardes. Espero que ustedes sí me escuchen, porque yo con trabajos escuché algunas de las intervenciones. Les voy a pedir por favor a los compañeros de Codedi, que si me pueden pasar la carta de los compañeros presos políticos de Xanica, para tomar el apunte porque esa parte se me pasó, no escuché bien. Tampoco escuché al compañerito que nos habló, por aquí andaba, a ver si se acuerda para repetirlo.

Compañeros, compañeras: nos parece a nosotros que el resumen que hizo el compañero del Partido Comunista Marxista Leninista, del FPR, es un excelente panorama de lo que es Oaxaca. Y, como él mismo dijo, él ha tenido el privilegio de recorrer los seis estados anteriores. Se puede aplicar a cualquiera de los estados de la República que hemos pasado. Para nosotros, ese resumen refleja una situación aquí en Oaxaca y en todo el sureste de México —y pensamos que tal vez lo vamos encontrar en el resto del país—.

La asamblea que se reunió acá, tal vez tiene diferentes concepciones de lo que debe ser la Otra Campaña pero, en resumen, la Otra Campaña es el espacio para hacerse escuchar. Y a la hora de escucharnos entre nosotros es que nos vamos conociendo. Por eso es importante que tomen la palabra sin pena. Aquí no estamos calificando si alguien habla bien español, o si es buen orador, sino lo que estamos tratando es de encontrarnos entre nosotros; de encontrar nuestras luchas, conocerlas y, como dijeron los compañeros de OIDHO, aprender a respetarnos y a conocernos.

Esta es la primera reunión de tres que va a haber con compañeros y compañeras que están adheridos a la Sexta Declaración. Las otras dos son en la mañana y en la tarde del día 10, pasado mañana. Queremos decirles que, según lo que hemos visto nosotros, estamos como en un país al que le están prendiendo fuego los de arriba; lo están destruyendo, desbaratando y poniendo a la venta.

De una u otra forma, todos nosotros, ustedes y nosotros, nos hemos agarrado de algún lugar y hemos construido ahí nuestra resistencia. Llegó el momento, decimos nosotros. Si vamos a quedar viendo cómo se venden los últimos restos del país y no quedan sino escombros. O ahí de nuestros lugares donde estamos y donde tal vez, olvidando qué fue lo que nos llevó para allá a nuestra resistencia, a nuestro dolor, a nuestra rebeldía, a veces nos dedicamos a enfrentarnos entre organizaciones y a disputar quién duele más; quién tiene más presos o quién acumula más derrotas.

De lo que se trata, compañeros y compañeras, en la Otra Campaña es tomar por asalto el país que nos pertenece; el que nosotros levantamos y construimos. No estamos pidiendo que nadie abandone su lucha, que nadie cambie de nombre, que nadie deje de hacer lo que está haciendo, sino que nos pongamos de acuerdo para volver a desembarcar en ese país antes de que lo vuelvan a destruir. Y hagamos a un lado, completamente —o los depositemos donde deben estar, es decir, en la basura—a los grandes propietarios de la tierra, a los grandes banqueros, a los grandes industriales, a los grandes comerciantes y con ellos —de pilón— metamos a los partidos políticos y a la clase política que ha estado a su servicio.

Lo que nosotros estamos proponiendo es un gran movimiento, donde cada quien tenga lugar. Lugar en su voz, en su historia y en su dolor. Y empecemos por lo primero: si esta Otra Campaña empezó con un llamado a nombrar a nuestros muertos, a nuestros desaparecidos, a nuestros presos, es el momento de empezar a luchar juntos —sin importar qué organización sea— por la liberación de los presos políticos y de conciencia.

Ya no, como hasta ahora, que cada organización lucha sola por sus propios presos, por sus propios muertos y contra sus propias órdenes de aprehensión. Tenemos que levantar un movimiento nacional, desde aquí: desde uno de los estados que más padece el dolor de la arbitrariedad y de la represión. Ayer Murat, hoy Ulises. Siempre los mismos que mandan, los mismos que reprimen y que nos meten a la cárcel.

Tenemos que levantar ya un movimiento ahora, no esperarnos hasta después, ni hasta que pasen las elecciones, ni hasta que conseguimos algo de la lucha que estamos emprendiendo. Tenemos que hacer este movimiento ya y empezar a exigir, con movilizaciones conjuntas, con acciones conjuntas, la libertad total e incondicional de todos y cada uno de los presos y presas políticas y de conciencia, sin importar a la organización a la que pertenezcan. Tenemos que luchar por la cancelación total de todas, absolutamente todas, las órdenes de aprehensión en contra de luchadores sociales.

El primer paso de la Otra Campaña es ese: reconocer a nuestros presos y a nuestros perseguidos; exigir la presentación de los desaparecidos y retomar y lavar el nombre de nuestros muertos. Si la Otra Campaña no es capaz de reconocerse a sí misma y sus dolores, y luchar por aliviarlos, entonces, no tiene futuro. Estamos invitándolos aquí en Oaxaca a que hagamos eso; que juntos, la Otra en Oaxaca, la Comisión Sexta del EZLN, hagamos un llamado a todos los compañeros y compañeras de la Otra Campaña en todo México y empecemos a avanzar en esta campaña nacional por la liberación de los presos políticos y de conciencia y por la cancelación total de las órdenes de aprehensión en contra de luchadores sociales.

Lo que hemos escuchado aquí y seguiremos escuchando en estos días es la historia de dolor, pero también de rebeldía. Si ahora Oaxaca está entrando en la historia por donde debe entrar, que es por abajo, es porque tiene mucho que enseñarnos a nosotros. A nosotros primero que nadie: a los zapatistas. Su historia de lucha como pueblos indios; su historia de lucha como magisterio democrático; su historia de lucha como jóvenes que luchan por una cultura alterna; su historia de lucha como estudiantes.

Siempre, cualquier movimiento en cualquier lugar encontró en tierras oaxaqueñas la mano que ayuda y el hombro que apoya. Es justo, ahora, que el resto del país devolvamos a Oaxaca algo de la gran ayuda que nos ha dado. Queremos decirles lo que ya vamos a decirles más adelante: no están solos compañeros. Ni como organizaciones, ni como grupos, ni como colectivos, ni como individuos. La Otra Campaña es esto: la gran hermandad, la gran red de apoyo de los de abajo en todo el país.

Si ya recorrimos Chiapas, Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco, Veracruz, es símbolo que el número siete, el número de nuestros grandes antepasados le toque a Oaxaca. Aquí en este estado, y en el Istmo, es donde se está decidiendo si este país se parte en pedazos —para que el gran imperio de Norteamérica y de Europa se nos coma a todos nosotros—, o si en este lugar se está construyendo el eslabón que una las luchas del sureste con las luchas del centro y del norte del país.

Si en algún lugar podemos decir que se está definiendo el futuro de nuestro país, es aquí, en tierras de Oaxaca. Aquí, con las organizaciones sociales; aquí con los sindicatos; aquí con los pueblos indios; aquí con las personas: jóvenes, mujeres, niños, ancianos y adultos que han hecho de Oaxaca no el lugar del lujo y del turismo, sino el lugar de la lucha y de la rebeldía.

Hasta ahora, compañeros y compañeras, estamos solos, cada quien en su lado. Hasta ahorita, cargamos nuestros dolores, nuestros presos, nuestros muertos, nuestros desaparecidos, nuestros perseguidos, solos. Es el momento de que unamos esa carga y entre todos descubramos que podemos llevarla bien y empezar a hacer la justicia como tenemos que hacerla: tomándola en nuestras manos.

No se trata de seguir suplicando o pidiendo al que tiene todo. Se trata de que tomemos en nuestras manos lo que nos pertenece. Y Oaxaca, la Oaxaca de abajo y de a la izquierda, sabe mejor que nadie que lo primero que es nuestro y que nos pertenece es la libertad. Tenemos que empezar a tomarla ya.

Hemos pasado por el reclusorio de Tehuantepec, también en la mañana por el otro reclusorio y escuchamos entre esos compañeros presos no el dolor, sino la rebeldía. Escuchamos no la tristeza, sino la firme convicción de que están ahí no por un delito, sino por haber sido consecuentes con sus ideales. Lo menos que podemos hacer todos nosotros, los que estamos acá afuera, es corresponder a esa rebeldía y a esa firmeza, diciéndoles claramente que no los olvidamos.

Y no como una declaración, sino como el inicio de una serie de movilizaciones, manifestaciones y movimientos para exigir la libertad de todos, de absolutamente todos, en todas partes de nuestro país. Esto es lo que les queremos decir, compañeros y compañeras.

Al que no habló todavía, le pedimos que pasado mañana tome el micrófono y hable. Su voz no sólo la voy a escuchar yo, no sólo la van a escuchar los que estén aquí: su voz va a llegar muy lejos. Va a llegar a otros mexicanos y mexicanas; a otros indígenas, a otros obreros, a otros jóvenes, a otras mujeres, a otros ancianos y a otros niños en todas partes del país.

Eso es la Otra, el lugar para que nos escuchemos entre todos y unamos nuestra lucha. Por eso, lo estamos levantando acá, desde abajo y a la izquierda. Por eso no estamos volteando a mirar arriba a ver si otro —como dijeron los compañeros de OIDHO— a ver si algún hombre providencial es el que nos va a sacar de los apuros que tenemos. No, ningún hombre, por enmascarado que esté, va a resolver esto. Lo que lo va a resolver es el pueblo organizado, sea en organizaciones indígenas, sea en organizaciones de mujeres o juveniles, organizaciones políticas, o de colonos, o sindicatos.

Ese pueblo organizado, que mantenga siempre el respeto a sus diferentes partes, es el que va a poder conquistar el México que ya se echó a andar con esta Otra Campaña y que no va a haber forma de detenerse. Y no va a parar hasta que este país quede cabal. Donde su destino, debe estar en manos de todos nosotros. Que, por Oaxaca, ya no decida más el que está arriba. Que, por Oaxaca, ya no decida más el que tiene dinero, poder, el que engaña. Que, por Oaxaca, decidan los oaxaqueños, los que trabajan y lo hacen andar.

Gracias compañeros, gracias compañeras.

 

 


Au sujet des prisonniers politiques, à Oaxaca

Oaxaca, le 8 février 2006

Aux abords de la prison de Ixcotel
Bien compañeros, compañeras: bonjour

Nous venons de parler avec des hommes et des femmes qui sont détenus dans cette prison. Nous avons écouté leur histoire et l’histoire que nous avons entendue est l’histoire que nous avons déjà entendue dans d’autres endroits du Mexique. C’est celle de personnes simples et humbles qui travaillent, qui défendent leurs droits, et c’est précisément pour ça, pour défendre leurs droits, que ces personnes sont emprisonnées.
Ces gens sont injustement accusés d’un délit qu’ils n’ont pas commis. Ce sont des personnes à qui on a légalement tendu des pièges pour qu’elles soient emprisonnées, à qui on a inventé des délits. Comme ce sont des gens qui luttent et portent l’idée d’un changement, nous les appelons – nous et beaucoup d’autres – «prisonniers politiques d’opinion». Ils sont là pour le seul fait de lutter pour leurs droits.

Nous leur avons dit que dans l’Autre Campagne il s’agit d’écouter la voix de tous et ils nous ont parlé; ils ont dit leur parole et expliqué leur situation, et les compañeros et compañeras des moyens de communication qui étaient là portent leur parole afin de la faire connaître à tous les autres.
Nous leur avons dit que dans l’Autre Campagne nous avons comme principal étendard celui de la libération de tous les prisonniers et toutes les prisonnières politiques dans l’ensemble du pays et l’annulation de tous les ordres d’appréhension qu’il y a contre les militants sociaux

Nous leur avons dit que nous avons trouvé, ici à Oaxaca, la démocratie de celui d’en haut qui distribue les vivres et les ordres d’appréhension à tous ceux qui ne veulent ni se rendre ni se laisser berner.

Nous leur avons dit que nous allons présenter leurs cas et les cas des autres prisonniers et prisonnières politiques devant les tribunaux internationaux, afin d’en finir avec cette fausse image qui veut qu’au Mexique il ne se passe rien. De cette façon, à chaque fois qu’un représentant du gouvernement mexicain se lèvera ou demandera la parole dans un forum international, avec lui se lèvera l’ombre des prisonniers et prisonnières politiques de notre pays.

Nous nous sommes engagés comme zapatistes, et nous invitons les autres organisations et tous les membres de l’Autre Campagne, à mettre au premier plan, pendant cette première tournée, l’exigence pour la libération de tous les prisonniers et prisonnières politiques ainsi que l’annulation des tous les ordres d’appréhension qu’il y a contre les militants sociaux, et ce au niveau municipal, régional ou fédéral.

Les compañeros ont dit leur parole et ils nous ont dit qu’ils seront fermes, qu’ils ne se rendront pas, qu’ils considèrent la prison comme un autre lieu de lutte et que dans quelques semaines ils commenceront une série d’activités comme partie de leur adhésion à l’Autre Campagne. Nous serons attentifs aux activités qu’ils vont réaliser pour les soutenir dans cette lutte que nous menons. Nous serons également attentifs à ce que cette voix que nous avons écoutée grandisse et s’entende loin, jusque d’en d’autres pays.

Ceci est l’information que j’apporte, compañeros et compañeras. Merci

Sur les prisonniers politiques.
Compañeros et compañeras, bonjour. J’espère que vous m’entendez parce que j’ai entendu certaines interventions difficilement. Je vais demander aux compañeros de Codedi(1) qu’ils veuillent bien me transmettre la lettre des compañeros prisonniers politiques de Xanica afin de prendre note parce que j’ai manqué cette partie, je n’ai pas bien entendu. Je n’ai pas entendu non plus le compañerito qui nous a parlé, il était par là, s’il pouvait répéter.
Compañeros, compañeras: il nous semble que le résumé qu’a fait le compañero du Parti Communiste Marxiste Léniniste, du FPR(2), est un excellent panorama de ce qu’est Oaxaca. Et, comme il a lui même dit, il a eu le privilège de parcourir les six Etats précédents. Ce résumé peut s’appliquer à n’importe quel Etat de la République que nous avons traversé. Pour nous, ce résumé reflète une situation ici à Oaxaca comme dans tout le sud-est mexicain. Et nous pensons que nous allons peut-être la retrouver dans le reste du pays.

L’assemblée qui s’est réunie là-bas a peut-être des conceptions différentes quant à ce que doit être l’Autre Campagne mais, pour résumer, l’Autre Campagne est l’espace pour se faire entendre. Et c’est en nous écoutant que nous nous connaissons. C’est pour ça qu’il est important de prendre la parole sans timidité. Ici nous ne regardons pas si la personne parle bien l’espagnol, si c’est un bon orateur, mais ce que nous essayons de faire c’est de nous rencontrer, de rassembler nos luttes, les connaître et, comme ont dit les compañeros de OIDHO(3), apprendre à nous respecter et à nous connaître.
Ceci est la première des trois réunions qu’il va y avoir avec les compañeros et compañeras qui adhèrent à la Sixième Déclaration. Les deux autres auront lieu le 10, après demain, le matin et l’après midi.
Nous voulons vous dire que, selon ce que nous avons vu, nous sommes dans un pays où ceux d’en haut auraient mis le feu; ils le détruisent, le démantèlent et le mettent en vente.
D’une façon ou d’une autre, nous tous, vous et nous, nous nous sommes raccrochés à quelque chose et nous avons construit notre résistance. Le moment est venu comme nous disons. Si nous allons attendre et voir comment se vend ce qui reste de ce pays et il ne restera que des décombres. Ou si de là où nous sommes, oubliant peut-être ce qui nous a amené à résister, notre douleur, notre révolte, parfois nous nous employons à nous confronter entre organisations et à débattre qui a plus mal, qui a le plus de prisonniers ou qui cumule plus de défaites.
Dans l’Autre Campagne, compañeros et compañeras, il s’agit de prendre d’assaut le pays qui nous appartient, celui que nous avons soulevé et construit. Nous ne demandons à personne d’abandonner sa lutte, à personne de changer de nom, que personne ce cesse de faire ce qu’il fait, mais que nous nous mettions d’accord pour débarquer à nouveau dans ce pays avant qu’ils ne le détruisent à nouveau. Et laissons de côté, complètement – on peut aussi les déposer là où ils doivent être, c’est à dire dans la poubelle – les grands propriétaires terriens, les grands banquiers, les grands industriels, les grands commerçants, et avec eux – en prime – mettons les partis politiques et la classe politique qui a été a leur service.

Ce que nous proposons c’est un grand mouvement où chacun ait une place. Une place dans sa voix, dans son histoire et dans sa douleur. Et commençons par le début: si cette Autre Campagne a commencé par un appel à nommer nos morts, nos disparus, nos prisonniers, c’est le moment de commencer à lutter ensemble, quelque soit l’organisation à laquelle nous appartenons, pour la libération des prisonniers politiques et d’opinion.

Plus comme jusqu’à maintenant, où chaque organisation lutte seule pour ses propres prisonniers, pour ses propres morts et contre ses propres ordres d’appréhension. Nous devons soulever un mouvement national, de là où nous sommes: depuis un des Etats qui souffre le plus des procédés arbitraires et de la répression. Hier Murat, aujourd’hui Ulises. Toujours les mêmes qui commandent, les mêmes qui punissent et nous mettent en prison.

Nous devons construire un mouvement maintenant, ne le laissons pas pour plus tard, n’attendons pas que les élections soient passées, ou que nous obtenions quelque chose de la lutte que nous entreprenons. Nous devons créer ce mouvement maintenant et commencer à exiger, par des mobilisations conjointes, par des actions conjointes, la liberté totale et inconditionnelle de chacun des prisonniers et prisonnières politiques et d’opinion, sans que nous importe l’organisation à laquelle ils appartiennent. Nous devons lutter pour l’annulation de tous, absolument tous les ordres d’appréhension contre les militants sociaux.

Le premier pas de l’Autre Campagne est celui-là: reconnaître nos prisonniers et nos persécutés; exiger la présentation des disparus et rappeler et laver le nom de nos morts. Si l’Autre Campagne n’est pas capable de se reconnaître elle-même et reconnaître ses douleurs, lutter pour les soulager, alors elle n’a pas d’avenir. Ici à Oaxaca nous vous invitons à cela, qu’ensemble, l’Autre à Oaxaca, la Sixième Commission de l’EZLN, nous lancions un appel à tous les compañeros et compañeras de l’Autre Campagne du Mexique et que nous avancions dans cette campagne nationale pour la libération des prisonniers politiques et d’opinion et pour l’annulation totale des ordres d’appréhension contre les militants sociaux.

Ce que nous avons écouté ici et que nous continuerons à entendre les jours qui viennent c’est l’histoire de la douleur, mais aussi de la révolte. Si Oaxaca entre maintenant dans l’histoire par la voie qu’il se doit, c’est à dire d’en bas, c’est parce que Oaxaca a beaucoup à nous apprendre. A nous avant quiconque: aux zapatistes. L’histoire de sa lutte comme peuples indiens, l’histoire de sa lutte comme enseignement démocratique; l’histoire de la lutte des jeunes qui luttent pour une culture alternative, l’histoire de la lutte des étudiants.

N’importe quel mouvement de n’importe quel endroit a toujours trouvé sur les terres de Oaxaca la main qui aide et l’épaule qui soutient. Il est juste maintenant, que le reste du pays rendre à Oaxaca une partie de l’immense aide qu’il nous a donné. Nous voulons vous dire ce que nous allons vous dire plus tard: vous n’êtes pas seuls compañeros. Ni comme organisations, ni comme groupes, ni comme collectifs, ni comme individus. L’Autre Campagne c’est ça: la grande fraternité, le grand réseau d’aide entre tous ceux d’en bas dans tout le pays.

Si nous avons déjà parcouru Chiapas, Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco, Veracruz, c’est un symbole que le numéro sept, le numéro de nos ancêtres revienne à Oaxaca. C’est ici dans cet Etat et dans l’Isthme que se décide si ce pays se coupe en morceaux, pour que le grand empire d’Amérique du Nord et d’Europe nous mange, ou si c’est ici que se construit le maillon qui unit les luttes du sud-est avec les luttes du centre et du nord du pays.
S’il y a un endroit où l’on peut dire que se détermine le futur de notre pays, c’est ici, sur les terres de Oaxaca. Ici, avec les organisations sociales, ici avec les syndicats, ici avec les peuples indiens; ici avec les personnes: jeunes, femmes, enfants, vieillards et adultes qui ont fait de Oaxaca non pas le lieu du luxe et du tourisme mais l’endroit de la lutte et de la révolte.

Jusqu’à maintenant, compañeros et compañeras, nous sommes seuls, chacun de notre côté. Jusqu’à aujourd’hui nous portons nos douleurs, nos prisonniers, nos morts, nos disparus, nos persécutés, seuls. C’est le moment de réunir ce poids et entre tous découvrir que nous pouvons le porter et commencer à rendre justice comme nous devons le faire: en la prenant en main. Il ne s’agit plus de supplier ou de demander à celui qui a tout. Il faut que nous prenions en main ce qui nous appartient. Et Oaxaca, le Oaxaca d’en bas et à gauche, sait mieux que quiconque que la première chose qui est à nous et nous appartient c’est la liberté. Nous devons commencer à la prendre et tout de suite.
Nous sommes passés par la prison de Tehuantepec, dans la matinée nous sommes allés aussi dans l’autre prison et de ces compañeros emprisonnés nous avons entendu non pas la douleur mais la révolte. Nous n’avons pas entendu de la tristesse mais la firme conviction qu’ils ne sont pas là pour un délit, mais pour avoir été cohérents avec leurs idées. Le moins que nous puissions faire, nous qui sommes dehors, c’est répondre à cette révolte et à cette fermeté en leur disant clairement que nous ne les oublions pas.
Et pas seulement comme une déclaration, mais comme le début d’une série de mobilisations, manifestations et mouvements pour exiger leur liberté à tous, absolument tous et partout dans le pays. Voilà ce que nous voulons leur dire, compañeros et compañeras.

A celui qui n’a pas encore parlé, nous lui demandons qu’après demain il prenne le micro et qu’il parle. Sa voix je ne vais pas l’entendre seulement moi, ne vont pas seulement l’entendre ceux qui sont ici: sa voix va aller très loin. Elle va être entendue par d’autres mexicains et mexicaines, d’autres indigènes, d’autres ouvriers, d’autres jeunes, d’autres femmes, d’autres vieillards et d’autres enfants partout dans le pays.
C’est ça l’Autre, l’endroit où nous pouvons nous écouter et unir nos luttes. C’est pour ça que cet appel se fait d’ici, en bas et à gauche. Pour cette raison nous n’orientons pas notre regard en haut pour voir si un autre – comme ont dit les compañeros de OIDHO – pour voir si un autre homme providentiel va nous sortir de l’embarras dans lequel nous sommes. Non, aucun homme, tout masqué qu’il soit, va résoudre ça. Ce qui va le résoudre c’est le peuple organisé, soit au travers d’organisations indigènes, soit au travers d’organisations de femmes ou de jeunes, d’organisations politiques, d’associations de quartiers, de syndicats. Ce peuple organisé, en maintenant toujours le respect envers ces différents membres, est celui qui va pouvoir conquérir le Mexique qui a commencé à avancer avec cette Autre Campagne et qu’il sera impossible d’arrêter. Et il ne s’arrêtera pas avant que ce pays soit juste. Là où est son destin, il doit être entre nos mains à tous. Que pour Oaxaca ne décide plus celui qui est en haut. Que pour Oaxaca ne décide plus celui qui a l’argent, le pouvoir, celui qui trompe. Que pour Oaxaca décident ses habitants, ceux qui travaillent et le font avancer.
Merci compañeros, merci compañeras.

Ndt:
(1) Codedi: Comité de défense des droits indigènes
(2) FPR: Front Populaire Révolutionnaire.
(3) OIDHO: Organisation Indienne pour les Droits de l’Homme à Oaxaca.

(Traduit par Susana)

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2 Comentarios »

  1. […] El 8 de febrero de 2006 el subcomandante Marcos visitó el penal de Ixcotel.  Señaló que “empecemos por lo primero: si esta Otra Campaña empezó con un llamado a nombrar a nuestros muertos, a nuestros desaparecidos, a nuestros presos, es el momento de empezar a luchar juntos —sin importar qué organización sea— por la liberación de los presos políticos y de conciencia.” […]

    Pingback de La escuela de los presos políticos en Oaxaca « Desinformémonos — agosto 5, 2013 @ 12:10 am

  2. […] 8 de febrero de 2006 el subcomandante Marcos visita el penal de Ixcotel. http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2006/02/09/sobre-los-presos-politicos-en-oaxaca-8-febrero/. Ahí señalaba “Y empecemos por lo primero: si esta Otra Campaña empezó con un llamado a […]

    Pingback de Las siete piezas del rompecabezas loxicha: La Otra Campaña en Oaxaca. Entrevista a La Voz de los Zapotecos Xiches en Prisión | SubVersiones — agosto 5, 2013 @ 3:08 am

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