Orizaba
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Córdoba (incompleto)
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Palabras completas del delegado Zero en el mitin en Córdoba, Ver.
3 de Febrero de 2006
Bueno, bueno, bueno… bueno, bueno. Compañeros y compañeras, buenos días Córdoba. Les agradecemos la paciencia y la espera, para escuchar nuestra voz y la voz de sus demás compañeros y compañeras. No se si se está escuchando… Sí, bueno.Primero que nada, quisiera referirme al señor que pasó hace rato, que vino a gritarnos aquí, con ese discurso que es una mezcla de manual esotérico y manual de superación personal. Los que estamos en la otra campaña nos estamos organizando para que nunca nadie nos vuelva a gritar como hizo él. Y también, fue por eso que nos alzamos en armas el Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Mi nombre es Marcos, subcomandante insurgente Marcos, del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, una organización formada mayoritariamente por indígenas chiapanecos: tzotziles, tzeltales, choles, tojolabales, mames y zoques, de ascendencia maya. Nosotros, en manos de nuestra finada comandanta Ramona, en 1994, en la catedral de San Cristóbal de las Casas sacamos la bandera nacional que habíamos lavado con nuestra sangre y con nuestro sudor y con nuestras lágrimas. Esa bandera la volvió a enlodar Ernesto Zedillo, la volvió a enlodar Vicente Fox, y la volvieron a enlodar los partidos políticos electoreros, los partidos institucionales con las leyes que han hecho para despojarnos a todos de lo que tenemos, de nuestra patria. Si la bandera de México no está ahorita aquí es porque la estamos lavando de la mierda que le han puesto todos esos políticos y los grandes ricos (Aplausos).
Y la estamos lavando con nuestro sudor de trabajadores, con nuestras lágrimas de mujeres, de jóvenes, de niños, de ancianos, de indígenas, con esa sangre que hemos vertido. Porque hay que recordar aquí que quienes ahora aducen el nacionalismo ese son los que tienen presos a Jacobo Silva y a Gloria Arenas, como señala esa manta que está allá. Es la que ha llenado de presos políticos las cárceles de este país. Mientras los verdaderos criminales están gobernando o están en las grandes empresas. La bandera de México que estamos lavando en la otra campaña con nuestro sudor, con nuestra sangre, con nuestras lágrimas se va a levantar otra vez, a la hora que este país se vuelva a levantar de nuevo.
Toda la gente, compañeros y compañeras, principalmente los jóvenes –que son a los que se ha vi aplaudirle a este señor– tienen que tener cuidado con la gente que les haga ver que la solución a los problemas que tenemos está en el espíritu, en los astros, en la cuestión esotérica, en que si tienes mala suerte, o si Dios así lo quiso. Es mentira compañeros, el problema no está en el espíritu. El problema está en un sistema económico de explotación. Si nosotros nos vamos por ese cuento de mal gusto, de Enrique Krause y Abascal de que somos un país mestizo, esa es la justificación para que nos repriman y nos desprecien como pueblos indios. Hay aquí en esta región, gente de sangre indígena, completamente indígena o indígena mezclada, que a la hora que nos venden el cuento de un México mestizo, nos quieren decir que los pueblos indios no existimos. Que sí, que fuimos mezclados con la sangre española. Nos quieren decir que somos iguales los que estamos aquí que los grandes ricos de la bolsa de valores de México. Nos quieren decir que somos iguales a Fox, a López Obrador, a Madrazo, a Patricia Mercado, a Felipe Calderón. Y no somos iguales. Lo fundamental aquí en la otra campaña es que nos hemos dado cuenta que los problemas que tenemos, los dolores no son producto de un problema del espíritu, ni un problema que se pueda resolver en el diván psicoanalítico o rezando. Nosotros sabemos que no somos iguales. El problema aquí es que hay una gran cantidad de gente que trabaja todo el día y no tiene nada al final de esa jornada. Y hay una gente que no trabaja y tiene mucho dinero, y esa riqueza no se la sacó en la lotería, no la heredó. La sacó precisamente de explotar nuestro trabajo. Nosotros en la otra campaña creemos que el problema fundamental de este país es que hay quien vive de la explotación del trabajo de los demás, y eso es lo que queremos cambiar.
Hay quien se espanta con la hoz y el martillo, hay quien se espanta con la mano izquierda levantada, hay quien se espanta con la palabra socialista. Nosotros somos los zapatistas, nosotros nos alzamos en armas, nosotros desafiamos al supremo gobierno y lo derrotamos. Nosotros derrumbamos el gran sueño de Salinas del primer mundo. Nosotros hemos aprendido a reconocer que así como a nosotros nos identifica el pasamontañas, hay compañeros que los identifica la hoz y el martillo, que los identifica el brazo izquierdo levantado, que los identifica el socialismo (Aplausos). Y así como ellos reconocen en nosotros a compañeros, nosotros reconocemos a compañeros del Partido de los Comunistas, en el UNÍOS, en la CUD, en el Partido Comunista Marxita-Leninista, en el Partido Obrero Socialista, en la Corriente en Lucha, y en todas las organizaciones políticas que rectifican el socialismo. Hemos aprendido a conocerlos como compañeros, los respetamos, ellos nos respetan, y es para nosotros un honor tenerlos en la otra campaña. Y junto con ellos, es un honor tener a las Comunidades Eclesiales de Base, a los cristianos que se dieron cuenta que no es posible cambiar el mundo encerrado en una iglesia, orándole a un santo. Sino que, dentro de sus creencias, luchan en las comunidades, se organizan y encuentran nuevos caminos de liberación aquí en la Tierra, sin cuestionar lo que esté pasando después allá en el cielo. Y es un honor para nosotros tener como compañeros y compañeras a las organizaciones no gubernamentales que luchan por los derechos humanos. Y es un honor para nosotros tener como compañeros a los jóvenes, agrupados en grupos culturales, en colectivos que hacen trabajo de información, de cultura, de formación, de educación. Y es un honor para nosotros tener como compañeros a las mejores organizaciones sociales que ha parido este país: organizaciones sociales de colonos, de campesinos, de obreros. Y es un honor también para nosotros, tener como compañeros a familias: el padre, la madre, los hijos, el abuelo. Familias enteras que han entrado en nuestra lucha junto con nosotros. Y es un honor también tener a personas individuales, hombres y mujeres que no tienen militancia partidaria, que no tienen grupo ni colectivo, pero sienten la misma rabia e indignación que sentimos todos nosotros.
Y con eso estoy diciendo lo que es la otra campaña compañeros y lo que es el rumbo. No nos estamos reuniendo para analizar los astros, no nos estamos juntando para ver si tenemos problemas emocionales. Nos estamos juntando porque todos estamos claros que el responsable de nuestro dolor, que el responsable de nuestra miseria, el que le está robando la tierra a los campesinos, el que está destruyendo la naturaleza, el que destruye los derechos laborales de los trabajadores de la ciudad, el que les quita su salario, el que humilla a la gente que es de otro color, que es de otra lengua, que es de otra cultura, el que desprecia a los pueblos indios, el que persigue a los jóvenes por su forma de pensar, por su forma de vestir, por sus modos de música o de baile, por su cultura pues, el que convierte a las mujeres en un objeto de hostigamiento y persecución, el que las reduce a una cuestión sexual, el que presenta como símbolo de la mujer liberada a Martha Sahgún, a Rosario Robles, a Elba Esther Gordillo, el responsable de todo esto y de que muchos mexicanos abandonen sus tierras para tener que ir a buscar trabajo a Estados Unidos –y tal vez no encuentra trabajo, sólo encuentra la muerte– el responsable es un sistema, el sistema capitalista, donde unos cuantos ricos son los que están se están enriqueciendo con la destrucción de este país y de su puesta en venta. Y quieren que nos ___ como comerciantes para que ___ a esos partidos políticos que allá arriba ahora se están disputando las elecciones. Nosotros podemos elegir, compañeros y compañeras, principalmente los jóvenes, podemos decir que todo lo que hemos escuchado y lo que vivimos cada día es responsabilidad de que no hemos desarrollado nuestro espíritu, nuestra buena vibra, o porque no hemos puesto suficientes veladoras. O podemos suponer que el problema es que nos está gobernando un partido, y que hay que cambiar por otro. Podemos pensar que nuestros problemas se resuelven allá arriba, o podemos elegir y mirarnos nosotros y escucharnos acá abajo. Hay quien dice que tiene problemas el ser humano, y nosotros pensamos que el problema es de los trabajadores, y de todo lo que tiene que ver con ellos. Nosotros en la otra campaña, y a eso los estamos invitando, estamos viendo hacia abajo y a la izquierda. Y abajo y a la izquierda hay trabajadores, hay campesinos sin tierra, hay obreros negados de sus derechos laborales, hay jóvenes perseguidos y humillados, hay pueblos indios despreciados, hay mujeres perseguidas, hay todo eso que algunos todavía dicen que se llama país y que se llama México. Y en ese lugar, abajo y a la izquierda, encontramos estas organizaciones que no nacieron ayer, ni siquiera nacieron en 1994, que tienen muchos años peleando y organizando a la gente por sus derechos. Y que pudieron haberse vendido, y que pudieron haberse rendido, y no lo hicieron. Ni se vendieron, ni se rindieron, ni abandonaron sus ideales. Gente como esta es la que necesitamos en la otra campaña.
Nosotros no podemos permitir que la imagen de la izquierda sea la de un individuo con traje, lamentándose que no tiene más bolsas en el saco para meterse los dólares que le están pagando. La izquierda no se vende, está organizada. Sí tiene su misma cara, tiene su misma independencia y autonomía. Lo que se está construyendo en la otra campaña es la unidad, la unidad de todas esas fuerzas de izquierda, entre todos esos movimientos sociales, entre todo ese movimiento cultural, entre toda esa juventud, a la que sólo se tiene paciencia para ver cuando se le va a acabar la rebeldía. Cuando tenga su tarjeta de crédito, no va a haber tarjeta de crédito, va a haber que emigrar a otro país, o prostituirse, o venderse para poder ir malpasando el día. Eso es lo que nos están diciendo también, qué pasa con los jóvenes, qué pasa con las mujeres, con los adultos, con los mayores, o ancianos, o de la tercera edad, o como le quieran llamar. Gente a la que se le ha explotado toda una vida y después de 70 años, como explicó el compañero, se le quiere arrojar en un rincón, como si fuera la envoltura de un producto chatarra. Nosotros ya no podemos soportar este país, no se ustedes.
Y hablo precisamente aquí a los compañeros que no son adherentes, que se están acercando no para desconfiar, no para orejear, porque hay muchos aquí que son orejas del gobierno. Estoy hablando a los compañeros y compañeras que me están preguntado si la otra campaña es realmente otra cosa. Si no se trata de encontrar otro líder que acabe con una buena casa, con buenos carros, con viajes al extranjero, rico cuando no tenía nada. Que es la historia de muchos movimientos que se levantan. Están aquí para preguntarse si la otra campaña es su lugar, su lugar como jóvenes, como campesinos, como obreros, como estudiantes, como maestros, como pueblos indios. Y yo he venido aquí nada más para decirles que sí, este es su lugar. Que si ustedes se consideran gente honesta, noble y consecuente este es su movimiento. No pedimos que se entren a una organización, no pedimos que deshagan la organización que tienen. Al revés, lo que les pedimos es que hagan sus propias organizaciones, que se sumen con otros, y si no les gusta no importa. Lo que se está planteando aquí es un movimiento nuevo, un movimiento nacional de rebelión en contra de un sistema, no en contra de un partido político. Lo que les están ofreciendo allá arriba es un engaño, lo que les estamos ofreciendo nosotros es hablarles sin mentiras, sin engañarlos. Y les estamos invitando a este movimiento, a que entren ahí y lo hagan suyo, hagan valer su palabra y su oído para todos los que están abajo y a la izquierda.
No es cierto que no hay excluidos en la otra campaña, sí hay excluidos. Aquí no entran los ricos, aquí no entran los que quieran engañarnos, distrayéndonos de cuál es nuestro trabajo y nuestra explotación y nuestra miseria. Aquí no entran los partidos políticos que están en las elecciones, que nada más se están disputando el presupuesto de a ver cuanto va a ganar cada uno y cada otro. Aquí abajo está la gente que realmente quiere al país, que no va a pedir nada a cambio, ni un puesto, ni una cantidad de dinero, ni un prestigio moral o intelectual. Aquí, la gente que está en la otra campaña es que va a llevar sentir orgullo de llamar compañero y escuchar la voz de un indígena, de un campesino, de un trabajador, de un chofer, de un ama de casa, de un joven, de un estudiante, de un maestro. Ese va a ser el único pago, de poder decir si somos compañeros de la gente que hace andar a este país, de los que hacen que la tierra produzca, de los que hacen que las máquinas caminen, que hacen productos del campo, productos de la ciudad, los que producen la riqueza que finalmente se quedan otros.
De lo que se trata la otra campaña, compañeros y compañeras, es de hacer algo que no tiene precedentes ni en México ni en el mundo. No van a encontrar en ningún lado esto que estamos haciendo porque no existe, lo estamos haciendo. Y este movimiento del que ahora hablo, no es nada más del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, es también de esta señal de la cruz con el brazo izquierdo levantado. Es también, de la S de UNÍOS. Es también, de la hoz y el martillo del Partido de los Comunistas y del Partido Comunista Marxista-Lenninista. Es también, la imagen del POS, y también la imagen de los cristianos de base, y la imagen de los artist ___ y trabajadores de la cultura, y la imagen de los jóvenes y estudiantes. Todo esto es lo que nos forma y lo que nos hace. Es lo que venimos a ofrecer y a proponer. Nada a cambio, más que la satisfacción del deber cumplido.
Este movimiento ya es nacional, compañeros y compañeras, no lo estamos haciendo apenas. Lo que estamos haciendo ahorita es poniéndonos de acuerdo y conociéndonos. Porque para eso sirven estas reuniones, para eso sirve que se hable, para que uno y otro conozca cuál es la idea, la cara, el rostro del otro. Porque para allá arriba no importa que tengamos el rostro destapado, no importa que tengamos nombre, no valemos para nada. Nadie nos mira, somos nada más un número en la encuesta, nada más. Y eso se va a resolver el dos de julio, y de ahí tres años más, seis años más. Y los compañeros y compañeras que me escuchan quieren sentarse a esperar a ver qué va a pasar. A ver si el que salga ahora va a salir bueno. A ver si él va a respetar la tenencia de la tierra, a ver si él va a conseguirles trabajo para que no tengan que cruzarse al otro lado. A ver si él sí va a respetar los derechos laborales. A ver si él sí va a bajar los precios. A ver si él sí va a reconocer los derechos y la cultura indígena. A ver si él sí va a respetar a las mujeres. A ver si él sí va a apoyar a los jóvenes. Que se queden sentados porque nada de eso va a pasar. Nada. Y si no, hay lo vean a la vuelta de uno o dos años. Y entonces sumen a sus ilusiones que tuvieron los setenta años del PRI, los seis años del PAN, los años que sigan al gobierno que vaya a quedar.
Si al contrario, en lugar de quedarnos sentados esperando a ver que va a pasar, ustedes como nosotros sienten que van a hacer algo, sienten que no pueden esperar a que alguien dentro de unos años les cuente los corridos, los poemas, las anécdotas y las historias del movimiento más maravilloso que ha existido en este país. Y ustedes tuvieron la oportunidad de ser parte de él, y se conforman con ser espectadores y lamentar que pudieron participar y no se decidieron, allá ustedes. Pero, la puerta está abierta. Aquí no está en discusión cuál es el destino de este movimiento. El destino es la victoria, y es la victoria construir de nuevo un país. Y entonces sí, levantar la bandera tricolor, con el águila devorando una serpiente. Pero, ya limpia, lavada, sin la suciedad que le han dado los políticos y los ricos. Y entonces nunca más, nunca más volver a permitir que otro la enlode, que otro la manche. Y esa bandera, la bandera de México va a tener ___. La primera las propuestas como base de todos nosotros. Pero, va a ser entonces un orgullo saludarla, un orgullo levantarla y antes no. Nosotros los estamos invitando compañeros y compañeras, a entrarse junto con nosotros, en igualdad de circunstancias como compañeros, en el movimiento que va a transformar este país. De la única forma que se puede transformarlo: abajo a la izquierda.
Compañeros y compañeras, durante mucho tiempo nos hemos tenido que construir una parte alternativa. Así como los niños de la calle tienen que buscar un hogar alternativo, porque no tienen hogar o porque en el hogar donde están los persiguen, los golpean, los violan. Nosotros, todos nosotros los que estamos aquí, y todos los nosotros que estamos en la otra campaña, tuvimos que construir esta parte alternativa a causa de nuestra resistencia y de nuestra rebeldía. No podemos seguir viendo como la patria que nos heredaron está siendo destruida. Ya no vamos a estar solos, ya no vamos a estar resistiendo, ya no vamos a estar esperando a ver que pasa. Estamos pasando a la ofensiva, estamos diciendo claramente para que lo escuche el que lo quiera escuchar: Que vamos por ellos, que hay un lugar para ellos, los que están arriba en el México que vamos a construir y ese lugar se llama cárcel, y que ellos mismos allá adentro recuerden las porquerías que hicieron, y lamenten entonces el desprecio que nos regalaron. Y entonces, ese día van a salir de la cárcel los presos políticos, va a salir la gente pobre que fue tomada por ignorancia, y van a entrar entonces los verdaderos criminales de este país: los Salinas de Gortari, los Zedillos Ponce de León, los Bibriesca, los Sahgún, los Fox y los nombres de las grandes familias ricas de este país. Y afuera vamos a ver entonces, los que no teníamos nombre, los que no teníamos apellido ni rostro. Y entonces, este país va a empezar a caminar de veras.
Gracias Córdoba, gracias compañeros y compañeras.
Palabras del delegado Zero a los adherentes en Córdoba, Ver.
3 de febrero de 2006
Bueno, compañeros y compañeras, esta es una reunión de trabajo. Entonces, lo que les estamos pidiendo nosotros es que se organicen aquí, ya en Córdoba y lo que tiene que ver con esta región, primero que nada para una comisión de enlace. Se necesita ya que la otra en Córdoba agarre ya la otra. Entonces, que nosotros les entregamos a ustedes la organización aquí en la zona, de la otra campaña. Y que ustedes se encarguen, primero de promover la difusión de la otra campaña y de promover las adhesiones. Que ustedes ya lleven ese control de adhesiones y lo estén mandando ya como Córdoba, ya no individualmente o como organizaciones políticas o sociales, lo manden directamente a enlace zapatista.
Y también para que, ya que formen su comisión, empiecen a hacer contacto con otras comisiones de la otra en el Puerto, en el Norte del estado y en el Sur, y luego en Orizaba, donde vaya a haber, pues, esa otra. Y también, que también entren en contacto con Tabasco, con Yucatán, con Campeche, Quintana Roo y Chiapas, que es donde ya están agarrando cada quien la otra campaña. Necesitamos que hagan esta comisión de enlace, para que la información que está saliendo en cada estado nosotros se la mandamos a esa comisión y esa comisión ya la reparte aquí. Para que todos estén informados.
Porque el trato es que en la otra campaña dicen su palabra, pero también se comprometen a escuchar la palabra de otros, para conocernos. Entonces, se trata de que esta comisión de enlace que se forme aquí, que no sea –como decirle– un producto de celos, o de disputas, o que se empiecen a pelear de porque está uno y otro no. Que su único trabajo sea recibir la información y luego repartirla, y también recibir la información de lo que pasa en Córdoba y mandarla, para mandarla a los demás estados. Por ejemplo, si hay persecución, hostigamiento, represión a cualquier gente que esté en la otra campaña, luego, luego hay que hacer la denuncia. Pero, no nada más en Córdoba o nada más en Veracruz, sino pasarla a todo el estado.
Entonces, necesitamos que se pongan de acuerdo con esa comisión de información. Si es posible, que hagan su propia dirección electrónica para que reciban los correos que se mandan, y ya se reparten. También, si hacen una página de internet que sea de la otra en Córdoba, y que ahí ustedes puedan meter información. Y entonces, pueden plantear y decir sobre la otra en Córdoba: dónde se reúnen, qué días, qué actividades tienen, pues ahí en tal dirección electrónica. Sobre todo los jóvenes, se puede promover así porque tienen más la cultura de entrar al internet y ahí buscar información.
Entonces, se trata de que se haga la comisión de enlace con la comisión sexta del EZLN, o sea conmigo directamente, y entonces ahí repartan información que yo mando, y ustedes me mandan a mí para mandar a otras partes. Ya cuando acabe todo el recorrido, se supone que vamos a tener que cada lugar donde hay compañeros ya son los que tienen la otra, ya no el EZLN, como hasta ahorita hay. Y ya se van a poder comunicar entre regiones. Por ejemplo, intercambiar o compartir información con campesinos de otras zonas, con obreros, con estudiantes, con mujeres, con jóvenes, con todos los grupos, pues, que están entrando en la otra.
Necesitamos una comisión de enlace, y les recomendamos esa misma comisión, u otra de información para la gente. Ahorita no hay información en los medios de comunicación, está todo lo de la campaña electoral. Pero, conforme vaya avanzando la otra en toda la república, pues más gente va a voltear a vernos. Porque lo que estamos viendo es que las propagandas de los partidos políticos no están pegando, o sea no hay mucha gente que esté interesada en eso. Y entonces, más gente, conforme avance esta gira más gente va a querer saber qué es la otra campaña.
Es de entender que en Córdoba, o en las comunidades cercanas a Córdoba quieran entrarle o quieran información. Entonces, se necesita también esa comisión de trabajo. Son comisiones de trabajo. Es importante que mantengan las reuniones, que no sea la última ya cuando nos vamos a Orizaba, y que se den un espacio, o sea un tiempo para conocerse. No hagan reuniones separados, porque luego se reúnen sólo organizaciones políticas de la otra, sólo organizaciones sociales, o sólo individuos. Porque finalmente van a tener que jalar todos juntos. Es necesario que los que son individuos conozcan a las organizaciones, y al revés. De tal forma que se empiece a hacer un cuerpo unido, aunque sea diferente. Para que de tal forma, si tocan a uno todo Córdoba responda, y detrás de Córdoba todo México responda.
Es importante esas cosas. Tal vez, algunas de las organizaciones políticas y sociales que hay aquí pudieran prestar un local, o algún lugar de un local que ya fuera para trabajo de la otra. Donde se pueda llegar a conseguir los volantes, los carteles, lo que se esté produciendo realmente, que es sólo de la otra. Sobre todo lo digo por los jóvenes, que sí tienen ganas de difundir y escuchar ______. Pero, dónde consiguen el material. Y nosotros pensamos que las organizaciones políticas y sociales pues ya tienen experiencia en eso, en lo que se llama prensa y propaganda ¿no? En producir los materiales, pues, para difundir más la otra. Entonces, lo que nosotros les pedimos, pues, es que no se dejen solos a sí mismos. No permitan que le hagan nada a nadie, sino protestar todos. No permitan que se caiga el trabajo que ya levantaron. El acto salió muy bien, y en condiciones en contra. Porque sabemos, pues, que el gobierno no permitió, sabemos que los medios de comunicación hicieron el vacío para que menos gente llegara y para que tuviera miedo de llegar. Entonces, si ya _________ un __________ de trabajo, ahorita el peligro es que se caiga. Necesitan mantener reuniones, para estar informados de qué pasa. Ahorita hay mucha información que hay que escuchar, que hay que analizar. Información de lo que ya está saliendo de Quintana Roo, de Chiapas, de Yucatán, de Campeche, de Tabasco, y ya del sur de Veracruz, del norte de Veracruz, y ya lo que se está generando en el centro, en el Puerto –perdón– y en Jalapa y Papantla. Entonces, que todo eso ya lo empiecen a ver, para que puedan detectar los grupos con los que hay que intercambiar. Los que hacen trabajo cultural pues ya se ________ lo que está pasando en las otras reuniones, van a ver que hay otros grupos culturales aquí en Veracruz, en el sur, en el norte y en el centro. Conviene que empiecen a intercambiar direcciones, correos, teléfonos o algo para que se mantengan en contacto. Igual organizaciones sociales, organizaciones indígenas, organizaciones campesinas, todos de por sí los que hay en la otra. Hay que mantener la comunicación dentro del grupo de Córdoba, de Córdoba con los demás compañeros que hay en el estado, y de todo el estado con el resto del país.
Esa es la propuesta que traemos nosotros: la comisión de enlace, un lugar para reunirse, un lugar para tener información y distribuirla, que es más o menos lo que estamos viendo nosotros. Y luego, más adelante, va a haber que hacer otra vez este trabajo, porque nosotros regresamos en el mes de noviembre de este año. Y ya regresamos con más compañeros, ahora sí del EZ, vienen compañeros comandantes y comandantas. Tal vez le toca a Tacho, Zebedeo, algunas de las comandantas que ya conocen y ya se trata de que vamos a estar más tiempo. No nada más la reunión que tuvimos así ahora, sino ahora se trata de ir al corte de caña, a hablar con los campesinos de ahí, ir a las escuelas y a donde se reúnen los jóvenes, a los espacios culturales de los que se habló aquí. En fin, salir del local de lo que es la otra, y ahora sí ir con la gente y empezar a sacar el apunte de lo que es el Programa Nacional de Lucha para Córdoba, según lo que dice Córdoba. Pero eso va a ser por ahí del mes de noviembre, pero igual va a haber que preparar todo esto.
Viene una campaña en contra muy dura, en dos sentidos. La campaña de apagar la luz, decimos nosotros, que es que se vacíe de información en torno a la otra campaña. Que no se sepa que está pasando. Como cuando la marcha de San Cristóbal, el primero de enero vamos caminando y el presidente municipal iba apagando la luz, hasta que ya no se pudo y tuvo que dejarla prendida. Igual así van a ser los medios de comunicación, los políticos, los noticieros, todo eso. Es no hablar del movimiento. Por eso es importante la comisión de enlace. Porque también a nosotros de aquí se sale la otra campaña de los medios, pero va a seguir. Entonces no van a encontrar en los periódicos nacionales, ni locales, ni en la radio, ni en la televisión ninguna información de lo que está pasando en otras partes. Pero, sí va a estar pasando. Están los compañeros aquí de medios alternativos, les decimos nosotros. Son compañeros que su trabajo es ir con la caravana por todos lados, y hacer las grabaciones, hacer los videos, las películas. Ellos cada tanto producen materiales, hacen videos, hacen programas de radio. Entonces ellos necesitan a quién le mandan en Córdoba. Porque si no, a lo mejor le mandan a algún conocido, y los demás qué. Por eso es la comisión que les estamos pidiendo. Que mantengan la duda de la otra campaña dentro de ustedes, aunque se vaya alejando de Veracruz el convoy, según vamos avanzando nosotros.
Y la otra forma de atacarnos, a parte de esa de apaga la luz, es que empiecen a golpear. Y no me refiero sólo a que repriman a alguien o lo hostiguen, que es lo que están haciendo ahorita en los estados donde estamos pasando. Sobre todo, a los compañeros que fueron de la comisión organizadora del evento les ponen cola –decimos nosotros– que los empiezan a seguir. Pero, los empiezan a seguir para que se den cuenta que los están siguiendo, para que se den cuenta que los están vigilando. Ese es un hostigamiento. No es una vigilancia a escondidas. Es, fíjate que te estoy vigilando, no vayas a hacer nada. Entonces, ese tipo de golpes es el que no hay que permitir. Luego, luego que alguien detecte seguimiento, hostigamiento, tiene que denunciarlo. Y está el otro golpe que es hacer que la gente se salga, o empiece a mal hablar de la otra campaña. Se trata de que compran a alguien, o lo convencen. Y ese mismo dice: No, pues yo creo que la otra campaña veo que está muy mal lo que están haciendo los del Partido de los Comunistas, o la CUD, o UNÍOS, o las Comunidades Eclesiales de Base, lo que sea. Entonces, empieza a mal hablar, y se empieza a dar a ver de que la otra campaña se está dividiendo y rompiendo. Y esto hay que separarlo, porque son campañas en contra que vienen de arriba. Hay que separarlo de lo que es natural y saludable, que es que haya debate, discusión y diferencias. Porque no vamos a dejar que la otra campaña sea sólo de un modo de alguien que está en la otra campaña. Necesitamos mantener el nivel de debate teórico, político, práctico en la otra campaña. Es bueno que se discutan las posiciones, que se escuchen las diferentes posiciones, que se debata con pasión, como debe ser. Pero, que no se pierda de vista que lo que nos está uniendo aquí es el trabajo por un rumbo, que es enfrentar a un enemigo, que es un sistema. Nosotros les pedimos que sigan discutiendo, pero que mantengan siempre el horizonte de que aunque seamos diferentes somos compañeros. Y eso es lo que nos está haciendo una cosa. Los compañeros y compañeras que están a título individual no necesitan meterse a una organización, manténganse como individuos. Pero, si en el transcurso de la otra campaña encuentran a otros que piensen como ustedes, pues hagan su colectivo, no hay problema.
Lo que debe pasar con la otra campaña es que debe crecer la situación social. Deben surgir grupos estudiantiles, grupos de jóvenes, grupos de mujeres. Que se estén organizando con sus propias demandas, sin perder de vista esto de anticapitalista y de izquierda. Igual hablo de pueblos indios o de campesinos. Y si no, pues tampoco se desesperen. Si no encuentran a otro o a otra con el que puedan trabajar juntos, manténganse como individuos y mantengan la exigencia de que se escuche su voz. Que no se callen porque son uno, por una organización porque son muchos. Porque la otra campaña tiene que garantizar que no importa el tamaño, ni la edad de cada quien. Tenemos que escuchar su voz y respetar su pensamiento. Nadie los va a defender por ustedes, si ustedes no lo defienden.
Tienen que decir cuando vean que hay algo mal, denúncienlo, critíquenlo abiertamente, no por abajo. Para que se pueda confrontar esto. Porque, a veces no es que alguien sea cabrón, sino se mal entiende, o llega cansado del trabajo –sobre todo ahorita, los que están cansados por la chinga que se pararon, porque ahorita hay mucho cansancio, mucho encabronamiento de cosas que salieron mal o bien, o lo que sea. Entonces, lo que les pido es que se dejen unos días de descanso, se vayan a la playa –no, no es cierto– se den unos días de descanso y hagan una reunión de balance. De balance de ________, donde cada quien diga cómo lo vio. Nosotros de dónde estábamos lo vimos muy bien. Pero, sólo vimos ya el acto. No vimos, pero lo sabemos que existió, el trabajo que hizo posible el acto, y ustedes sí. Y ahí pueden decir: No, pues es que no se dio el lugar, o sí, o nos falló esto, o el otro. Hagan una valoración sincera del acto, y ahí lo que haya salido mal, ustedes mismos vean para dónde se enmienda para otras situaciones después. Pero, no la hagan ahorita luego, luego. Porque están cansados y encabronados con los periodistas, la gente que se quería colar, todo eso. Entonces, uno agarra de enemigo al compañero y ahí empieza a desahogarse.
Entonces, les pedimos ese trabajo, atentos a esos ataques: a lo de apagar la luz y a lo de golpearnos por diferentes medios. Y no pierdan el ímpetu que llevan. Para no perderlo pues hay que abrir el oído a lo que va a pasar en el resto del país y en sus ____________. Y esa es la propuesta de trabajo, compañeros: una comisión de enlace con la comisión sexta, que luego pueda ser comisión de enlace con otros estados; una comisión de información, o de prensa y propaganda, no se como le quieran llamar; y un lugar virtual o sea lugar en internet que sea de ustedes. Ahí suben la información, y entonces nosotros le metemos la liga en la página de la otra campaña que tiene el EZLN. Se le pone un punto que diga: pase a la otra en Córdoba. Entonces, cualquiera que quiera ver que pasa en la otra en Córdoba se entra en nuestra página y ya hacemos el link, para que entre donde están ustedes. O que entren directamente ahí, no se ustedes como lo vean. Que si los golpean, los hostigan o los persiguen, inmediatamente haya un lugar donde ustedes digan: Oye, está pasando esto. Y todos respondan al mismo tiempo. Y nos dan información para que toda la otra sepa que está pasando esto y que vamos a hacer algo. Atentos a que los van a querer dividir, comprar y cansar. Que los que ya tienen tiempo en la lucha, ya saben que así es esto ¿no? Cada que se levanta una lucha social vienen esos golpes, vienen esos ataques. Esta es nuestra propuesta, compañeros y compañeras.
Se dan otras participaciones en torno a la organización y sobre las sugerencias que hizo el delegado cero. De estas participaciones se desprenden preguntas, y el delegado Zero participa otra vez.
Preguntaban, pues, aquí a los compañeros para dónde va todo esto. Pues vamos a ganar, y ahí es donde empieza la parte aburrida. Pero, antes de que ganemos –porque ya ganados ya no vamos a saber que vamos a hacer– lo que va a pasar es que se van a volver a iluminar las calles con la lucha de los trabajadores, a ondear la bandera de las luchas, en el campo va a crecer la situación y las organizaciones campesinas, en las escuelas, en los grupos culturales. Se va a generar un movimiento cultural como no ha conocido nunca este país: muy rico en pintura, en teatro, en literatura, en canto, en música, los medios de comunicación alternativa van a dar una gran lección a los grandes medios de paga, el nivel intelectual y el debate teórico se va a elevar, y va a empezar a llegar gente de otras partes del mundo para tratar de aprender lo que aquí ocurre. Y cada quién va a sentir que es parte de ese movimiento. O sea que ahorita es la parte divertida, cuando ganemos nos vamos a aburrir, compañeros. Vámonos a comer.
Palabras del delegado Zero en la reunión con adherentes y organizaciones de Orizaba, Ver.
3 de Febrero de 2006
Bueno, bueno, si bueno… bueno. Buenas tardes, compañeros y compañeras. Gracias por estar aquí presentes, y por la paciencia y el calor que deben tener. Mi nombre es Marcos, subcomandante insurgente Marcos, y soy del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, una organización formada mayoritariamente por indígenas, indígenas chiapanecos. Y como indígenas traigo esta palabra para ustedes, dirigida hacia los hombres y mujeres de los pueblos indios aquí del centro de Veracruz, dirigida a los compañeros y compañeras sexoservidores y sexoservidoras, a los que aprovecho para decir que es un honor tenerlos como compañeros y compañeras. También, dirigido a los trabajadores de la industria textil. También dirigido a los colonos, a los obreros, a los campesinos, a los estudiantes, a las mujeres, especialmente a las madres solteras.
Nos contaba uno de nuestros compañeros jefes, que llevaba el nombre de Antonio y que lo llamábamos el Viejo Antonio. Porque allá en nuestra tierra, los que dirigen nuestra lucha son indígenas, hombres y mujeres de edad, ya mayores –decimos nosotros– o viejitos –dicen ustedes– o ancianos. Y decía uno de ellos –él ya murió– que se llamaba el Viejo Antonio. Nos contaba hace 22 años, en un enero como este, pero hace 22 años. Nos contaba la historia de unas palabras, que tal vez venimos a aprender aquí en la otra campaña, con toda la gente que hemos escuchado aquí, que ha pasado a tomar la palabra aquí en Orizaba, y también que ha pasado a tomar la palabra en el sur de Veracruz, en el norte y en las diferentes ciudades y comunidades donde hemos estado aquí en el centro de Veracruz. De una u otra forma lo que es la otra campaña, lo que es nuestro movimiento está representado aquí en este salón. Somos a quienes desprecian los que están allá arriba, son a los que persiguen, a los que explotan, a los que extorsionan, a los que meten a las cárceles, a los que matan. Y decía el Viejo Antonio, que nos contaba la historia de las palabras, nos decía él como nació la palabra yo.
Decía él que los primeros hombres y mujeres que poblaron estas tierras eran como la mayoría de los que están aquí, indígenas. Y decía que al principio, el trabajo que hacían estos hombres y mujeres era parejo repartido para todos, y que después llegó el poderoso, el rico y empezó a quedarse con lo que era el trabajo de cada uno. Y entonces dicen nuestros primeros maestros, nuestros mayores, que empezó entonces una historia de dolor y de lucha a recorrer la tierra, la tierra que somos y que hoy llamamos México. Y dicen entonces, que uno empezó a hablar y a decir yo cuando empezó a nombrar su dolor, su rabia, su indignación. Y cuando uno empezó a decir yo sufro, yo peno, yo tengo estos problemas es como aprendió a reconocerse a sí mismo como un ser humano. Antes del yo no había nada, y antes del yo que nació entonces no había explotación ni miseria. Cuando uno dice yo dice un individuo, no dice un colectivo. Entonces, dice el Viejo Antonio que cuando decimos yo nombramos nuestra historia, y ahí a partir de eso empezamos a aprender las otras palabras. Aprendemos a reconocer por la mirada y por el oído al otro que es diferente, y le nombramos él, ella. Pero seguimos siendo nada más nosotros en un individuo solo, separados del resto. Y es hasta cuando abrimos no el oído no la palabra, sino cuando abrimos el corazón, que empezamos a reconocer en el él, en la ella esos mismos dolores y esas mismas penas. Y dice el Viejo Antonio que cuando el yo encuentra a él o a ella, y descubre que es lo mismo el dolor que tienen, empieza a construir una palabra que es la más difícil de construir y difícil de madurar, que es la palabra nosotros. Dice el Viejo Antonio que es en el momento cuando el yo, y el él, y el ella, y el tú –cuando hay más confianza, y el usted –cuando es signo de respeto– se convierten en nosotros; es entonces cuando hay la oportunidad de que el dolor y la pena, que hizo nombrar el yo, que hizo nombrar a él, a ella, al tú, al usted, tienen la oportunidad de transformar el yo en alegría.
Y decía el Viejo Antonio que llega un momento en que los dolores se juntan, que se junta el yo con el él, con la ella, con el tú, con el usted, y empiezan a preguntarse quién es el responsable de ese dolor y de esa pena, que empezó siendo individual, que pasó a ser de una familia y luego de un grupo de trabajo. Y entonces es cuando hablando y escuchando descubren que el responsable de eso es el que está arriba, y es entonces cuando nace la palabra ellos. Dice el Viejo Antonio que cuando uno dice ellos o ellas mira hacia arriba, al que construye su riqueza a costa de nuestra pobreza, al que construye su felicidad a costa de nuestra infelicidad, el que construye su futuro a costa de nuestro presente y de nuestro pasado. Y entonces dice el Viejo Antonio que es entonces cuando queda acomodado cabal lo que es la forma de hablar de los que están abajo. Y entonces, les dice lo que enseñó a nosotros, que tenemos que dejar el yo en algún momento, y aprender a identificar el él y el ella con el que íbamos a construir el nosotros que necesitaba nuestro país. Decía él que teníamos que apartarnos del nosotros, por muy doloroso que fuera, por muy terrible que fuera. Y teníamos que aprender a mirar al otro, que es de la única forma que hemos aprendido nosotros como pueblos indios a mirar al otro que es con el corazón. Y entonces nos dijeron, nos dijo el Viejo Antonio, que tenía que llegar el momento en que los pueblos indios tenían que conocerse entre sí, y tenían que aprender a decir nosotros. Y que aún así no iba a bastar, porque sin duda iba a seguir existiendo el ellos, los ellas que nos estaban explotando y humillando y despreciando. Y que era necesario como pueblos indios, que aprendiéramos también a escuchar otros corazones y a encontrarnos con ellos.
Para nosotros como zapatistas es un orgullo tener como compañeros y compañeras a los compañeros sexoservidores y sexoservidoras. Ojalá y nos tomemos una foto juntos, va a ser un honor para nosotros tener ese recuerdo. Y es un honor para nosotros también, tener como compañeros y compañeras a los pueblos indios de la sierra de Zongolica. Y es un honor también para nosotros, tener como compañeros y compañeras a las mujeres madres solteras, a los jóvenes, a las jóvenas –como dicen nuestros compañeros, a los campesinos que se les ha despojado la tierra, a los que trabajan en los medios de comunicación alternativa, a los grupos culturales o de defensa de los derechos humanos, o a la gente que se organiza para luchar por la equidad de género, o por la identidad, o contra la violencia contra las mujeres, o contra los niños, o contra la diferencia.
De una u otra forma aquí, en la otra campaña y en este cuarto está reunido todo lo que desprecian ellos los que están allá arriba. Y de una u otra forma nos ponen a escoger lo que es la palabra de arriba y la palabra de abajo. Y de una u otra forma, la palabra de arriba nos individualiza y nos devuelve el yo vacío, nos lo devuelve con el mismo dolor a cambio de una vaga esperanza, de una esperanza que no se va a cumplir. Nos está prometiendo un futuro que no existe más que para ellos. Y si nosotros nos rebelamos solos, solos vamos a perder y solos vamos a desaparecer. Así como he dicho todo esto, es para nosotros también un orgullo tener como compañero a Jacobo Silva y como compañera a Gloria Arenas, porque ellos como parte de la otra campaña son ya nuestros compañeros. (Aplausos ¡De norte a sur, de este a oeste! ¡Ganaremos esta lucha, cueste lo que cueste!) Y también son nuestros compañeros los hermanos detenidos hace unos días aquí en Veracruz, acusados injustamente de ser del EPR. Compañeros y compañeras lo que nosotros nos proponemos es que lo que está aquí, lo que representa aquí en este cuarto, que es lo que hace andar este país. Sea en taxi, como los compañeros de aquí taxistas de Orizaba independientes; sea en ropa, como los compañeros textiles; o sea en combustible, como los compañeros petroleros; en electricidad, como los compañeros electricistas; en el campo, como los compañeros campesinos; en las madres solteras, con el trabajo que producen y que hacen andar; en los pueblos indios, labrando nuestra historia para traerla aquí otra vez, a recordarla y a aprender de ella; como jóvenes, como estudiantes, como maestros, como la gente que somos. Aquí y sólo aquí es dónde está la posibilidad y la esperanza de que nuestros problemas se resuelvan, que nuestras necesidades que tenemos como individuos se resuelvan. Y tenemos que aprender a decir ese nosotros que tanto trabajo nos cuesta. Porque nos cuesta trabajo saber que el otro es diferente, y nos cuesta trabajo escuchar el dolor y encontrar ahí la semejanza. Y entonces nos separamos entre hombres y mujeres, nos separamos entre heterosexuales, homosexuales y lesbianas, nos separamos entre jóvenes y viejos, nos separamos entre estudiantes y maestros, nos separamos entre campesinos y obreros, entre pueblos indios que hablan una lengua y otra, entre veracruzanos y chiapanecos.
De lo que se trata la otra campaña es de construir juntos ese nosotros, porque únicamente ahí nuestro país tiene futuro. Si dejamos que ellos, los que están arriba, sigan lo que están haciendo, van a seguir destruyendo la naturaleza, van a seguir expulsando de estas tierras a los mexicanos y mexicanas, para mandarlos a otro país a trabajar. Si seguimos dejando que esos que están allá arriba, ellos sigan con su trabajo, entonces va a seguir la persecución de la diferencia, va a seguir el desprecio a las mujeres, la humillación para los jóvenes, el racismo contra los pueblos indios. Lo que nosotros nos estamos proponiendo compañeros y compañeras, es usar toda esa fuerza que está ahorita aislada, separada una de otra, y unirla en un gran movimiento de liberación, un gran movimiento de rebelión que alcance todo el país.
Hace cien años, en 1906, aquí en tierras Veracruz empezó un gran movimiento que transformó al país durante un tiempo, la Revolución Mexicana, y empezó con los trabajadores. Cien años después, venimos otra vez a Veracruz para decirles que ahora no se trata de que empiece uno solo, sino que empecemos todos juntos. Que aprendamos a decir nosotros y volvamos otra vez a luchar, a levantar este país, a sacudirlo desde abajo, y dejarlo ahora sí cabal, ahora sí derecho y plano. Porque hace cien años no quedó bien. La lucha que estamos emprendiendo no es de un momento para otro. Pero, lo que hemos venido escuchando ya en Chiapas, en Quintana Roo, en Yucatán, en Campeche, en Tabasco y ahora que terminamos con Veracruz, nos hace pensar, y se los decimos claramente, que no está tan lejos lo que estamos haciendo. Porque cada vez que caminamos y abrimos el oído y el corazón escuchamos cada vez más rabia, indignación y organización. Y eso es lo que necesita este país. Porque organizarse; aunque sea individualmente, por familia, en un grupo, en una organización social, o en una organización política; organizarse significa aprender a decir nosotros y construir esta otra cosa que no está buscando la respuesta arriba, sino que la está construyendo abajo.
Lo que está pasando allá afuera, pasando esa puerta compañeros, es el mundo de ellos. Ahí mandan ellos, ahí es su palabra la que se escucha, no la nuestra. Si nosotros no aprendemos al salir de aquí, que tenemos que construir ese nosotros entre todos, ellos nos van a seguir ganando. Y tampoco por mucho tiempo, porque su victoria significa la muerte y la destrucción de este país. También allá afuera van a encontrar mucho ruido, ni siquiera van a alcanzar a escucharse su dolor ni su pena, mucho menos su indignación y su rebeldía. Saliendo allá afuera lo único que se escucha es: Vota por este, vota por el otro. Este es el menos peor, este es un criminal. El otro es un mentiroso, el otro es un hipócrita. Y entonces allá arriba ellos y ellas han decidido como deben ser las cosas. Y ellos y ellas nos dicen que la política es la política de arriba. Y que la cultura es la cultura de arriba. Y que la información es la información de arriba. Y que la liberación femenina es la que hay allá arriba. Y que la juventud es la que está allá arriba. Y que los pueblos indios son los que están allá arriba con Xóchitl Gálvez. Y así, en cada lugar y en cada cosa, allá afuera se está construyendo un mundo que es el de ellos, el de arriba, donde nosotros no tenemos ninguna esperanza. Donde cada día que pase vamos a ver cómo las cosas suben de precio y nuestro salario, la paga que requerimos no alcanza.
En pocos lugares hemos escuchado tanto dolor como la historia de los compañeros cañeros. Que la mayoría de ellos no pueden venir aquí porque está ahorita en el corte de caña. Seis de la mañana a seis de la tarde, por una miseria. Y a parte tienen que pagar la comida. Y a parte tienen que aguantar que el patrón se burla de ellos porque comen mucho, toman mucha agua y gastan mucha leña. Esa historia ya la conocimos compañeros, y fue hace cien años exactamente. Y fue esa historia de dolor y de humillación y de explotación la que dio origen a lo que ahora se conoce como la Revolución Mexicana. La conocimos nosotros en Chiapas, en las fincas cafetaleras. Y la historia que nos cuentan las mujeres que son madres solteras también la conocimos hace cien años, y también la conocimos en Chiapas. Pero, ya no sólo ahí. Las estamos escuchando en todos los estados donde pasamos. La historia de los trabajadores y de los obreros que se organizan para exigir sus derechos, y son despedidos sin que nadie haga nada, también la escuchamos aquí en Veracruz hace cien años. Y la historia de los taxistas que son reprimidos, hechos a un lado cuando su derecho a trabajar se hace como si fuera un crimen, también la hemos escuchado en todas partes donde hemos llegado.
Aquí lo que está ocurriendo, compañeros y compañeras es que el que trabaja, el que produce es un delincuente. Y entonces, doce años después de que los gobiernos nos pusieron que éramos nosotros los zapatistas unos transgresores de la ley, doce años después aquí en Orizaba, en Veracruz, venimos a descubrir que somos millones de transgresores de la ley. De la ley de arriba, que es la que nos hace delincuentes. Hemos escuchado en varios estados de la república, como los campesinos y los indígenas tienen que pagar para poder trabajar su tierra. Las grandes empresas madereras se están llevando la madera, y si un indígena corta un árbol para su leña, o para hacer su casa, es un delincuente. Y lo meten a la cárcel si no paga una cantidad de dinero. Escuchamos también la historia de los compañeros y compañeras trabajadores del sexo, y escuchamos como son extorsionados. Y nosotros lo entendemos bien como pueblos indios, porque a nosotros nos extorsionan también, nada más porque somos diferentes. Y la autoridad, el gobierno que debería garantizar un trabajo digno es el que lo hace criminal. Qué nos ofrecen, entonces, ellos los que están allá arriba. Nos ofrecen hacernos delincuentes, o irnos de estas tierras. Dejar Orizaba, dejar Veracruz, dejar México e ir a Estados Unidos. A ver si no nos ahogamos a la hora de cruzar el río. A ver si no nos detiene la border patrol. A ver si no nos humillan los grandes patrones. Para, lejos de nuestra familia, lejos de nuestra tierra y de nuestra historia volver a encontrar la misma explotación, la misma miseria y el mismo desprecio.
Nosotros lo que estamos haciendo compañeros y compañeras es proponiendo otra cosa. No irse al otro lado, quedarse aquí y luchar. Hacer grande la lucha que tiene cada quién. La lucha por la libertad de los presos políticos, la lucha por el reconocimiento al derecho a trabajar de los taxistas, al derecho a trabajar de los obreros textiles, al derecho a trabajar de cualquier campesino, al derecho a la cultura y a la lengua de los pueblos indios, el derecho de los estudiantes a estudiar y a tener un empleo a la hora de terminar, el derecho de las sexoservidoras y sexoservidores a tener un trabajo digno y ser tratados como lo que son, como trabajadores, el derecho de los maestros a un salario digno, el derecho de las madres solteras a recibir apoyo, porque son trabajadoras y porque necesitan apoyo para sus niños, el derecho de los homosexuales y las lesbianas a ser reconocidos como lo que son, como seres humanos. El derecho de todos los de abajo, que es el que hay que levantar y unir. Y eso es la otra campaña.
Y nosotros le decimos otra campaña, nada más porque nos da flojera decir todo el nombre, porque lo que dice la otra campaña es que vamos a hacer otra política. Y ya saben que allá afuera cuando salgan, llegan los partidos políticos y van a decir: esto se va a hacer en Orizaba, esto se va a hacer en Veracruz, esto se va a hacer en México. Y nosotros lo que estamos haciendo es yendo a cada lugar, en todo el país, a cada estado, y preguntándole a la gente qué piensa, cuál es su dolor, que nos diga su yo. Que cada quién pase y diga: yo soy esto, yo esto me duele, yo esto me indigna, yo esto me da rabia. Y entonces, así escuchando empezamos a escuchar todos, y aprendemos a decir él, ella, tú. Y con estas palabras que se van construyendo empezamos a decir nosotros. Nosotros compañeros y compañeras somos los otros, las otras, somos la otra campaña. Esa es otra forma de hacer política, y estamos aprendiendo. De repente, tarda mucho cuando están hablando y como que entra el sueño. Pero, a nosotros no nos entra el sueño, y estamos tomando el apunte de lo que están diciendo, para que no se pierda su palabra. Y están los compañeros de los medios alternativos, que son gente que hace películas, videos, grabaciones, programas de radio, periódicos. Y todo eso lo están guardando también, y lo van a empezar a dar a conocer en otras partes de México. Entonces, ahí lo que estamos haciendo es que en esas cajitas de esos compañeros que son de los medios alternativos, están guardando todos los yos que están hablando en la otra campaña. Y al final, junto con todos nosotros cuando acabemos el recorrido por todo el país, vamos a tener más o menos la respuesta a la pregunta ¿quiénes somos esos otros y esas otras de la otra campaña? Por eso decimos que queremos hacer otra forma de hacer política.
Pero, no sólo es que estamos viendo de que nos gusta estar acalorados, encerrados y escuchando la historia de cada quién. Sino que esto tiene que tener un rumbo, un destino. Y lo que queremos es, que lo de lo que dice la gente empezar a hacer un Programa Nacional de Lucha. No sólo la gente que puede venir aquí. Sino tenemos que ir con los trabajadores cañeros, a escucharlos a ellos ahí, donde viven y trabajan. Tenemos que ir con los compañeros trabajadores y trabajadoras sexuales a escuchar ahí, en su lugar de trabajo sus necesidades. Ir a las casas y a los centros de trabajo de las madres solteras. Ir a las escuelas donde están los estudiantes. Ir a las fábricas donde están los obreros. Ir a cada lugar, a cada comunidad donde hay pueblos indios, y escuchar la palabra de cada quién, y empezarla a hacer grande. Y empezar a construir lo que se llama un Programa Nacional de Lucha, donde podamos responder a la pregunta ¿qué país queremos? Porque ya sabemos que el país que tenemos no lo queremos. Lo que queremos es lo que vamos a construir. Y entonces, cuando quede cabal esto otra vez, compañeros y compañeras, vamos a revolver todo el país, a sacudirlo, que se caigan los que están allá arriba, y que caigan donde deben caer, que es en la cárcel y en el basurero.
Y entonces, cuando ya quede todo cabal, entonces necesitamos hacer un acuerdo de cómo nos vamos a llevar, cómo nos vamos a relacionar entre trabajadores, entre pueblos indios, entre mujeres, entre hombres, entre jóvenes, entre ancianos o gente de la tercera edad. Y esta nueva forma de organizarnos es lo que decimos que es una nueva Constitución. O sea que nosotros no estamos luchando por láminas, ni por despensas, ni por un cargo público. Lo que estamos luchando es por un nuevo país. Y este movimiento que estamos presentando ahora aquí en Orizaba, que se llama la otra campaña, es ya que está en todo México. No apenas está empezando, sino que hay compañeros y compañeras ya en todos los estados de la república, que no piensan que va a haber solución por los partidos políticos que están en las elecciones. Sino que piensan que la única solución que va a haber es cuando la gente de abajo se organice y luche.
Cien años después de que empezó la lucha por la Revolución Mexicana en 1906, aquí en tierras veracruzanas; cien años después venimos a decirles como pueblos indios que somos nosotros los zapatistas, que ahora sí va a quedar cabal. Ya no vamos a dejar otra vez que triunfe un movimiento y quedemos olvidados de nuevo. Porque hemos visto que desde la guerra de independencia y todas las guerras, los que primero luchan, los que más avanzan, los más decididos son los pueblos indios. Y a la hora de que se reparten las cosas y que se gana, nos dejan otra vez olvidados. Porque hemos visto que las palabras que sacaron aquí de dolor los pueblos indios, son las mismas de hace cien años y las mismas de hace quinientos años. Por eso tenemos que unirnos como pueblos indios, y tenemos que hacer que cuando ganemos esto se reconozcan nuestros derechos y nuestra cultura. Y podamos vivir con dignidad como cualquiera, pero sin dejar de ser indígenas como somos. Sin abandonar nuestra raíz cultural, nuestra lengua, nuestro vestido, nuestras ideas y nuestra creencia. Y así como decimos esto de los pueblos indios, como somos indígenas nosotros, igual tendrá que ser con las mujeres, con los jóvenes, con los homosexuales, con las lesbianas, con los transgéneros, con todas las diferentes posibilidades de relación y de amor que hay en nuestro país. Los obreros, los campesinos, todos los que trabajan y hacen andar esta historia. Solamente en este país no va a haber lugar para los de arriba, y todos los que están arriba y construyeron su bienestar sobre nuestro malestar, van a estar en la cárcel. Y ahí se van a pudrir, como ahora están en la cárcel los que luchan por estos derechos.
Cuando esto ocurra, o antes, porque estamos también levantando un movimiento en ese sentido, van a salir de la cárcel Jacobo y Gloria. Y va a venir aquí, y van a estar reunidos todos ustedes y también nosotros, y le vamos a dar un aplauso a ella y a él. Y les vamos a decir que un día, tres de febrero, hacía mucho calor, nos metimos todos aquí y nos comprometimos a luchar por su libertad de ellos y por la libertad de todos los presos políticos. Ese día va a llegar, va a haber un vaso de agua para cada quién, yo me voy a quitar el pasamontañas porque hace mucho calor, y me voy a tomar ese vaso de agua, y con él vamos a brindar. Entonces, todos los que están aquí y otros que no están aquí, van a saber lo que nosotros ya sabemos: ese día que se amaneció, cuando terminó la noche de nuestro dolor, hicimos algo, hicimos nuestra lucha. Y nadie nos va a venir a contar quien hizo el nuevo movimiento que pasó un nuevo México: uno más justo, más libre y más democrático. Sólo así, compañeros y compañeras, que todavía están pensando si es que se van a entrar o no, que les decimos que escuchen todo lo que ya se dijo aquí, que vean y escuchen todo lo que ya se vio y se miró en otros estados, y que digan si no es cierto que nuestra causa es noble, es justa y es verdadera. Y si aún así dudan, pues que más vale estar con el que va a ganar. Y el que va a ganar está en la otra.
Gracias compañeros, gracias compañeras.
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.yo soy de cordoba veracruz y me parece bien hecho lo k estan haciendo por tada la republika mexikana, gggg soy sincero no etsoy muy bien enterado de lo k esta pasando en etsos momentos pero almenos he leido sus declaracioes por mediode su pagina en internet y ps ciertamente es ta bien planteado todo.
ps sobre dar a concer su movimiento mi movimiento nuestro movimiento ,deberia de haber mas publicidad para k las personas puedan saber k es lo k pasa kon uds y el movimiento asi de esta manera sera mejor y mayor auge la respuesta del pueblo. ps espero haberme dado a entender, al igual k me kontesten por este medio. gracias
Comentario de rodrigo xolo — abril 18, 2006 @ 12:45 pm
hola yo vivo en la ciudad de cba. y ahora que estuvieron con la gira aqui, fui un momento ya que trabajo y no me fue posible quedarme todo el tiempo, por lo que escuche es un movimiento que busca la igualdad y en eso estoy de acuerdo, la politica apesta, pero francamente no hay mucho apoyo de la comunidad para causas como la de uds. me parecen muy buenas sus propuestas, pero como pueden llegar a mas gente si el mismo sistema los boicotea, aunque sigan adelante ojala algun dia el pueblo abra los ojos y hagamos de mexico un pais de igualdad ya que aunque afortunadamente yo no tengo carencias me es muy triste ver a mi alrededor que hay demasiada pobreza, quisiera que esto dejara de pasar espero que asi sea, Suerte y adelante Saludos Claus
PD.
Comentario de claus — abril 27, 2006 @ 6:13 pm