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Palabras de Subcomandante I. Marcos en Tzocohuite, Veracruz
31 de enero de 2006
Nosotros como la mayoría de ustedes, nahuas, otomíes, totonacas, somos indígenas, indígenas de ascendencia maya tzotziles, tzeltales, tojolabales, choles, zoques y mames. Hasta antes de nuestro alzamiento muchos gobernantes ni siquiera sabían que existían esos grupos indígenas, ni siquiera sabían que había gente en las montañas del sureste mexicano, a pesar de que con nuestro trabajo producíamos el maíz, el fríjol y alimentábamos el ganado que tenían los grandes finqueros y hacendados en las mejores tierras de Chiapas, mientras los indígenas éramos aventados a las montañas con pedregales y ahí éramos obligados a sembrar y a vivir para luego bajar a la planada para trabajar en las grandes fincas. Y llegó en nosotros lo que ha llegado en ustedes, el hastió, la rebeldía, el coraje por lo que estaba pasando, y así como llegó en su corazón de ustedes llegó en nosotros la hora de decir ya basta, a pesar de todos los problemas que tuvimos empezamos a organizarnos, aquí se habla mucho y en otras partes del subcomandante insurgente Marcos, pero no es nada el ni nada que se parezca a el, lo que ha hecho crecer este movimiento lo que hizo estremecer a México y al mundo, fueron hombres y mujeres como ustedes, que son los que realmente dirigen nuestro movimiento, indígenas cien por ciento y cien por ciento mexicanos, gente humilde y sencilla que supo decir ya basta y que supo organizarse, el trabajo que a mi me dieron fue de hablar, de explicar la lucha para ellos y de explicar su lucha de ellos a otros, pero la grandeza de ese movimiento no me pertenece, así como la grandeza del movimiento aquí en Tzocohuite y en todo el norte del estado de Veracruz no le pertenece a nadie en particular, sino a los hombres y mujeres que la levantaron y sobre todo que la murieron, por que así como ustedes nosotros sabemos lo que cuesta tener muertos y cargar con ellos, no solo para enterrarlos sino cargar con ellos a la hora que hay que decidir, que hay que seguir, que no hay que rendirse, que no hay que dejar caer la carga .
Ustedes y nosotros como indígenas sabemos que hace mucho tiempo, cuando no habían llegado acá los españoles, ni los norteamericanos, ni los ingleses, ni los franceses, ni los japoneses ni toda esa bola de países que han visto este lugar, estas tierras, como un lugar para conquistar, sabemos que hace mucho tiempo fuimos sembrados como pueblos indios en toda la republica, para estar pendientes del despertar a nuestros pueblo cada vez como fuera necesario, cumplo el encargo de mis compañeros y compañeras, jefes y jefas, de decirles a los compañeros y compañeras que están aquí que son de sangre indígena ,que les pase el mensaje que tenemos que despertar, que llegó la hora y que tenemos que levantar como pueblos indios a todo el país, ya no para que cambie alguien que esta allá arriba sino para cambie todo, todo lo que está acomodado de mala manera.
Lo que les voy a contar son historias que he escuchado en estos meses, en estos recorridos que hemos hecho por Chiapas, por Quintana Roo, por Yucatán, por Campeche, por Tabasco y ya por parte del sur de Veracruz y parte del centro y tal vez los que son campesino o las mujeres que son campesinas, entiendan lo que digo, todo el día trabajando de sol a sol para conseguir un poco de cosecha, poder llevarla al lugar donde se agarra el carro, pagar el carro, en el camino ser detenido por un policía de transito o un judicial que se queda con una parte de la carga, llegar por fin a donde se vende, encontrarse con que hay un coyote que ofrece una miseria por lo que fueron días y días de trabajo, y estar en la necesidad de aceptarlo, de aceptar ese precio sabiendo que no es justo por que la otra opción que nos dejan es regresar a nuestras casas sin nada, por fin vender esa cosecha mal pagada muy bien trabajada para que otro la aproveche, regresar si es que ese dinero no se queda en un burdel o en una cantina, regresar a la casa y escuchar ahí que se necesita el uniforme de la escuela, que se necesita la medicina, que se necesita la ropa, la lamina, pagar la luz, todas las cosas con las que nos abruman allá arriba y darse cuenta que después de horas y horas de trabajo no alcanza, y uno puede pensar esta bueno, así es, así nos tocó vivir, así nos toca morir, pasando cada día a ver si al otro sobrevivimos, a ver si al otro las cosas salen bien, a ver si al otro no nos roba el banco, a ver si al otro día no nos detiene la policía, a ver si al otro día el gobierno baja las tarifas eléctricas, a ver si al otro día hay un precio justo por la naranja, a ver si al otro día las cosas van mejor. Y uno piensa que no, a lo mejor no, que así nos tocó y que vamos a seguir siendo pobres e ir sobreviviendo o ir tirando siempre cuesta arriba día tras día, pero como quiera uno tiene algo poco, muy poco, casi nada y sigue teniendo vergüenza y uno piensa que las cosas tal vez van a seguir así. Pero resulta compañeros y compañeras, y ahí véanlo si lo que les digo es mentira, que el que esta allá arriba, el que tiene dinero, que es rico y a veces es gobierno, y a veces el es el que manda al gobierno, no está contento con todo lo que nos quita y viene por más, viene por la poca tierra que tenemos, por el poco trabajo que sudamos, por el poco dinero que conseguimos, y vemos que meten los programas gubernamentales, aparentemente que quieren ayudar y lo que vemos es que están privatizando el ejido, convirtiendo a todos los campesino ejidales y comunales en pequeños propietarios, les están metiendo fertilizantes y semillas transgénicas para que la tierra se acostumbre a esos productos y no acepte otros y cada vez el campesino tenga que endeudarse para poder comprar ese fertilizante, ese desmontador, esa semilla y no otra por que si no la tierra no da y como no alcanza el dinero alguien lo presta y la deuda crece y resulta que el mismo trabajo que hicimos a la hora que regresamos otra vez de la ciudad o del mercado, donde vendimos mal nuestro producto, ahora tenemos al llegar no solo poco dinero sino mucha deuda y esa va creciendo y creciendo hasta que llega un momento en que la tenemos que vender, entonces lo que antes no se podía ahora se puede, que es quitarle a los campesinos la tierra, ya no solo no nos la dan por que antes los grandes movimiento eran para que los campesinos consiguieran tierra, ahora ni siquiera podemos defender que no nos quiten la poca tierra que tenemos, esa es la verdad.
Las leyes que están allá arriba están hechas para despojarnos de todo, de todo, no sólo del trabajo sino también de lo que nos hace vivir, de lo que nos permite trabajar, de un pedazo de tierra y se trata de convertirnos en hombres y mujeres que no tengan nada, absolutamente nada y tengan que salir de esta tierra a buscar trabajo en otras partes, a emplearse de cualquier cosa o a seguir en estas tierras y trabajarla pero ahora como empleados, ya no como propietarios, ya no como campesinos que tienen tierra, ya no como ejidos, ya no como comunidades sino como una gran hacienda, muchos años después de que los hacendados fueran expulsados por las tropas de Emiliano Zapata, las tropas de mi General Villa, por los Dorados de Villa, muchos años después los gobiernos y los ricos vuelven a convertir al campo mexicano en haciendas y no para producir maíz, fríjol, no para producir lo que comemos, nuestra frutas, lo que podemos vender, café, no, es para hacer centros turísticos, para explotar el petróleo y Tabasco, Veracruz, Chiapas saben bien lo que hace el petróleo en nuestras tierras, como las destruye, como después de que clava sus colmillos en la tierra, la tierra no vuelve a ser la misma, y pasan años y años, y lo que antes daba una tonelada en una hectárea, ya no da ni siquiera doscientos kilos por hectárea, lo sabemos porque somos campesinos y no importa cuanto fertilizante le echemos, ni cuanta semilla cambiemos una y otra vez porque esa tierra esta muerta y el que la mató esta allá arriba y el que la mató la quiere matar otra vez porque nos la quiere quitar. ¿Qué va ha ser de las comunidades indígenas, de las comunidades campesinas si pierden la tierra? Nada. Las familias se van a romper, esos niños que están estudiando en las escuelas, el futuro que les espera es irse a otro país a buscar trabajo o acabar como peones en las nuevas haciendas que se están construyendo, no les estoy hablando de nada nuevo, a eso sumen el desprecio que cargamos por ser indígenas, por tener un color, un modo de ser, una lengua, una forma de bailar como nos decían aquí los compañeros danzantes hace rato, que eso sea motivo burla, de folclor para que gente de fuera venga y se ría que chistositos son los mexicanos indios, como se mueven, como rezan, como hablan a sus antepasados, pero ningún respeto a lo que eso significa en la relación con la tierra, con nuestros antepasados, con nuestra cultura.
Como campesinos no indígenas, como campesinos indígenas, como pueblos campesino e indios tenemos todo absolutamente todo que perder esta vez, ya ni siquiera nos van a dejar la pobreza, ni siquiera nos van dejar la duda a ver si al otro día las cosas van a mejorar, y entonces, ustedes saben que está pasando esto y se presentan dos caminos, el camino que algunos de los que vinieron a hablar aquí lo dijeron, esperar a ver si ahora si el gobierno cumple, si Miguel Alemán no cumplió a lo mejor Fidel Herrera, si Fox no cumplió a lo mejor el próximo que entre a lo mejor si cumple, y los sabemos bien que no, pero no va seguir igual como estamos, no crean que va a seguir el dolor nada mas como está, se va a ser más grande y se va a convertir en muerte y la muerte no va ha venir de los cañones de los soldados ni de la policía, la muerte va ha venir con el rostro del dinero, bien trajeado, disfrazado de banco, disfrazado de gobernante, disfrazado de funcionario que ofrece PROCEDE, PROGRESA, OPORTUNIDADES a cambio de la dignidad, por que ustedes saben que para un campesino la dignidad es la tierra, es lo que lo hace ser, lo que hace reconocerse y respetarse a si mismo, y si nos quitan eso que queda, y a cambio de una miseria. No va a seguir igual, lo saben bien ustedes, lo sabemos bien nosotros, lo vemos cada año que pasa, cada gobierno que cambia está peor y peor, pero llega un momento que se va acabar, y entonces hay que decidir si se acaba lo que es nuestro o si se acaba la simulación, la mentira y el crimen que está allá arriba y no estoy hablando solo de los gobiernos que lo sabemos que durante el sexenio de Miguel Alemán era muy bueno según los medios de comunicación, según la radio, la televisión y los periódicos y ahora que ya saliá están saliendo todos los crímenes que ha hecho al pueblo de Veracruz, y así va a pasar con el que sigue y con el que sigue y mientras que están en el poder todos callan, y a la ahora que se van entonces si sale todo lo que hicieron. Podemos hacer eso que dijeron aquí, vamos a esperar si este es el bueno, vamos a sentarnos a ver si va a cumplir, y vamos a seguir viendo como nuestros hijos o los hijos de nuestros hijos ya no heredan ni siquiera la vergüenza, ya no heredan ni siquiera la pobreza, solo heredan un futuro que es negro, que no se sabe que va a pasar y que no se va a decidir en esta tierra, no va a ser en Tzocohuite, no va a ser en el norte de Veracruz, ni siquiera va a ser en México, va a tener que ir como una persona errante, como un vago buscando a ver donde puede echar raíces otra vez y volver a empezar y lo más seguro es o que lo maten al cruzar la frontera o que del otro lado encuentre otra cultura otro modo y entonces toda su historia, lo que aprendió aquí en la escuela, lo que aprendió con su familia no sirvió de nada, va a tener que volver a nacer y va a tener que volver a nacer con la cabeza gacha.
Esa es un opción; esperar a que el que está allá arriba cumpla o esperar que allá arriba se van a resolver las cosas y eso es lo que nos van a proponer todo este tiempo, porque vienen las elecciones, y vienen los partidos políticos y vienen y les dicen sí les vamos a resolver lo de la cooperativa, sí vamos a resolver lo de los autobuses, sí vamos a resolver los problemas de las escuelas, sí vamos a arreglar las carreteras que tienen malas, sí vamos a resolver el drenaje, vamos a bajar las tarifas de luz, y cada quien en su corazón sabe que no es cierto, sabe que no van a cumplir, que van a hacer todo lo contrario y entonces decide si cree en eso o no cree, pero entonces se pregunta ¿pero entonces que hago?, y eso es lo que estamos presentando ahora compañeros y compañeras, lo que estamos diciendo es que hay que hacer otra cosa, ya no nada más por que es nuestro deber como gente que lucha, como gente que es digna, el deber siempre es buscar un nuevo camino y si no hay, hay que abrirlo así como que hay que abrir la tierra para que pueda parir frutos; igual tenemos que hacer, pero ya no solo por ese deber, ahora se trata de sobrevivir como país, porque si seguimos así las cosas no va a haber Veracruz y no va a haber México, no va a haber nada aquí, sino va a haber una vergüenza de haber sabido desde antes lo que iba a pasar y no haber hecho nada.
Nosotros no les estamos pidiendo que voten por un candidato, ni por Marcos, ni por ningún de sus lideres que ya conocen ustedes, ni por nadie mas, nosotros lo que les estamos pidiendo es que se organicen ustedes, no les estamos pidiendo que deshagan sus organizaciones, al revés, háganlas mas fuertes, háganla crecer, que no desaparezca el movimiento tzocohuite, que no desaparezcan los dorados de Villa ni todas las organizaciones, que la radio Huayacocotla no calle, que siga gritando y siga siendo lo que es, que cada quien en su organización mantenga su identidad pero queya no siga solo, que ya no queden solo aquí, que viajen pero no agarrando un carro sino viaje su palabra aquí en la otra campaña y escuchen su voz y su historia la que escuchamos aquí, como se enfrentaron a la represión, como no tuvieron miedo, la mirada que descubrió en ustedes esa compañera de derechos humanos que vio que a pesar de todo no encontró miedo ni desesperación en ustedes, que esa mirada la conozcan otros compañeros en Chiapas, en Campeche, en Tabasco, en Yucatán, en Quintana Roo y en los demás estados de la republica, y que cada vez que se levanten los campesinos, los hombre, las mujeres, los jóvenes , en el norte de Veracruz no se vuelvan a levantar solos, que cada vez que alguien los quiera atacar no los encuentre solos, que los encuentre junto con otras organizaciones, unidos, cada quien como es, pero juntos hacia un mismo rumbo.
Lo que está en juego aquí compañeros y compañeras, no es a ver como le cambiamos un poco, o como pintamos para que se vea mejor, lo que esta en juego es: que o cambiamos de plano todo radicalmente, por eso decimos que somos radicales, o no va a quedar nada que pueda cambiarse.
Lo que nosotros queremos es ser un movimiento nacional de lucha contra el que tiene la responsabilidad de todo esto que vemos como campesino, como mujeres, como estudiantes, como grupos culturales, como radios comunitarias, el responsable lo sabemos bien es un sistema que es el capitalista y que tiene nombres y apellidos en este país y sabemos bien que los partidos políticos que hay actualmente allá arriba son sus capataces, como antes los grandes hacendados porfiristas tenían sus capataces para obligar a los peones a trabajar, no se trata entonces de este lado de acá, de lado nuestro de escoger a un líder y ver como se vende o se corrompe o lo matan o lo meten a la cárcel, se trata de levantar un movimiento que sea nuestro, de cada uno de los que esta aquí, de cada una de las organizaciones, que sea grande, que no importa que le hagan en un lado responda a todo, y que ese gran movimiento se escuche así mismo y empiece a levantar un programa nacional de lucha, no que venga un político a decirnos qué necesitamos aquí, sino que la misma gente de aquí diga qué se necesita y eso sea lo que se luche y eso sea lo que se logre, que no vaya a pasar como el hospital que lo quieren en un lado y se los ponen a otro, las cosas tienen que ser donde la gente los necesita porque es la gente que vive ahí la que conoce la necesidad y conoce la solución; y entonces las cosas empiezan a cambiar, si hacemos eso con otra forma de hacer política que es escuchar primero las necesidades, las injusticias y sobre todo las historias de lucha de cada quien, si escuchamos a nosotros mismos nos empezamos a conocer, a recordar nuestra historia y recordar lo mas importante de esto: que no tenemos de que avergonzarnos, al revés, hay mucho de lo que hay que estar orgullosos y hay que estar orgullosos de ser veracruzanos y hay que estar orgullosos de ser mexicanos, y esos ricos y esos gobernantes hacen que a uno le de vergüenza decir que es también de México, quien puede compartir con orgullo el que Fox diga que es mexicano, mejor hay que comprarle el pasaporte en otro país para que ya no diga que es de este país, y tal vez la gente de otros lados piense que así son los mexicanos de tarugos como es el Fox, pero lo sabemos bien que no es así, que acá se trabaja y se sufre, y se hace que la tierra produzca, lo que pasa es que el sistema se está comiendo todo y pronto nos va a comer a nosotros. Lo que les estamos invitando nosotros, compañeros y compañeras y les pedimos que lo piensen y que tomen una decisión el día que sea es que nos ayuden, que vayan junto con nosotros, iguales, el movimiento ttzocohuite y los dorados de Villa, radio Huayacocotla y todas las organizaciones que aquí hablaron sean compañeras de los zapatistas, no debajo de nosotros, no dentro de nosotros, sino junto con nosotros y no sólo con el EZLN, sino con todas las organizaciones políticas que hay, organizaciones políticas de izquierda que son nacionales que tienen gente, militantes, gente combativa en muchos estados de la republica, que hacen trabajo con obreros, campesinos, con estudiantes, con el sector magisterial, que hagan suya la lucha de ellos, respetándonos, que nos unamos a las organizaciones sociales, las que luchan por la gente, y no nomás le están llevando votos a los partidos políticos, que nos unamos con las organizaciones no gubernamentales que defienden derechos humanos, pero que también buscan defender la naturaleza, que también buscan mejores proyectos de vida, o mejores proyectos de producción, o la defensa de los derechos de la mujer, o la defensa de los derechos de la niñez, toda esa gente está con nosotros, no está en los partidos políticos y todos los grupos culturales, los musiqueros la gente que hace radio comunitaria, prensa alternativa, cine, video, que está acá abajo compañeros y compañeras y que no se ven porque cada quien estamos donde estamos y lo que estamos haciendo en ésta otra campaña es pasando lista abajo, y pasando lista a ver quién está dispuesto a dar el paso adelante, no a tomar una arma, no a cubrirse la cara, sino a luchar ahí donde está, ya no para que cambien las cosas por arriba, sino para que cambien por abajo y a la hora que les pedimos que aquel que se decida se adhiera, es eso que estamos pasando lista y ese compañero, esa compañera está diciendo presente, porque esto que va a pasar aquí ya es un movimiento nacional y ahorita estamos viendo a los que ya están e invitando a los que ya no están. Al final de todo esto lo que vamos a tener es otro país, un país mucho mejor, más justo y más libre y democrático que el que nos están imponiendo allá arriba.
Es primera vuelta que damos compañeros y compañeras, vamos a regresar otra vez, ahora ya no solos, porque ahora vengo solo, sino con mis compañeros y compañeras comandantes y comandantas, los van a conocer y van a ver que es gente igual que ustedes y con ellos van a platicar sus luchas, porque aquí sabemos que hablaron unos, pero otros quedaron callados y sabemos que tenemos que escuchar esa palabra y mientras esto pasa, van a ver que la pequeña voz que se escuchó aquí, que parecía que aquí nomás quedaba donde llega el sonido, se empieza a hacer grande y empieza a ser escuchada en otros estados y empieza a ser reconocida por otros como nosotros, estamos seguros cuando les decimos que quienes estamos en la otra campaña, podemos decir cada día que no estamos solos, sea que nos va bien y avanzamos en la lucha, sea que nos quieren reprimir, sabemos que no estamos solos, y de eso se trata, ya no sólo por luchar por los derechos y la cultura indígena, sino luchar por los derechos y la cultura de todos los mexicanos que están abajo, porque lo que estamos proponiendo no caben los ricos, no caben los criminales, ni los haraganes, sabemos bien que quienes están en las cárceles son quienes luchan por sus derechos o a lo mejor ni sabe por qué están ahí y los grandes criminales, en lugar de estar en las cárceles, son los jueces, son los policías, son los diputados, los senadores, los gobernadores, los presidentes municipales y hasta el presidente de la república, si vamos a voltear éste país, hay que decirle la verdad a todos ellos, lo digo aquí aunque se que la prensa no lo va a escribir, pero la propuesta que tenemos nosotros para toda esa gente es la cárcel. Gracias compañeros, gracias compañeras.
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Estoy de acuerdo con la mayoria de los puntos, pero claro son radicales las ideas, asi que supongo que es normal que no este de acuerdo en todo sin embargo cuentan con mi apoyo, creo que la clase politica es de lo peor no hay alguien que valga la pena, no soy de la idea de verle el lado malo a todo y creo que marcos tiene mil defectos, sin embargo, al lado de los politicos es bastante mejor, saludos.
Comentario de aache — abril 30, 2006 @ 1:17 am
Estoy muy de acuerdo con todo lo comentado por l;o lideres de los movimoientos izquierdistas, porque todos los participes por lo menos en una ocacion de este tipo de movimientos, traemos en la sangre la viva esperanza de marcar el futuro en una manera benefica para nuestros sucesores, y en lo personal quiero y boy a hacer algo en cuanto yo regrese de California, y si pr alguna razon el tiempo no me fuera suficiente, quiero morirme en el intento de dejarles un mundo mejor a mis sucesores, y al final de mi recorrido brindar mis logros y mis fracasos a las personas con los mismos ideales, pero que por infortuna no llegaron o llegaran a ver los cambios positivos que ellos mismos iniciaron, mucho menos a disfrutarlos, pero que es lo que heredaron a sus hijos y a los hijos de sus hijos.
Comentario de rodrigo — octubre 12, 2007 @ 12:29 am