Discurso del SubComandante Insurgente Marcos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en el parque central de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México. El día jueves, 5 de enero del 2006.
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En Chiapa de Corzo.
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Parte 2. Escuche aquí:
En Tuxtla.
Reunión de adherentes
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Palabras del delegado Zero en Tuxtla, Parque Centenario, 5 enero 2006
(versión estenográfica)
Aquí se trata compañeros y compañeras de pensar qué vamos a hacer y yo le pido a cada uno y a cada una de ustedes que me escuche por favor con atención sólo un momento lo que le voy a decir. Tenemos que decidir qué vamos a hacer; si vamos a volver a apostar a que una persona o un grupo de personas hacen lo que tenemos que hacer nosotros y vamos a esperar y a dedicar nuestro mejor esfuerzo y dedicación para que alguien llegue al poder y haga lo que hizo el gobierno del estado de Chiapas con los maestros de la sección 7 y con todo el movimiento magisterial y de salud aquí en el estado de Chiapas. Voy a recordar lo que ustedes ya saben: llamó a estos compañeros a dialogar, estos compañeros confiaron, llegaron al dialogo y ahí los tomó presos y desde entonces, a pesar de las movilizaciones, no los ha dejado libres. Este es el país del cambio: los grandes ladrones y los grandes criminales están libres y los luchadores sociales están presos. Y los menciono aquí porque esos compañeros y compañeras —que algunos están en la cárcel de El Amate— son compañeros y compañeras de la Otra, de la Otra Campaña, y mañana cuando vamos rumbo a Tonalá vamos a pasar por ahí y les vamos a dar un saludo como compañeros de lucha que somos.
Cuánto esfuerzo y cuánto trabajo dedicaron muchos de ustedes para que llegara un gobierno diferente e hiciera lo mismo que hicieron los gobiernos anteriores. Yo sé que cada quien tiene su corazón y siempre han recibido de nosotros el respeto; nosotros no los despreciamos ni los tratamos como niños chiquitos o como tontos, sabemos que la decisión que vayan a tomar la van a tomar pensando bien en su cabeza y en su corazón qué es lo que hay que hacer. No venimos a decirle a nadie qué es lo que tiene que hacer; venimos a hacerles una propuesta.
La Otra Campaña no es para cualquier gente, la Otra Campaña está buscando a aquel hombre o mujer, aquel trabajador, aquel joven, aquel colono, aquel trabajador agrícola, aquel maestro, aquel estudiante, aquel niño o niña que está dispuesto a dedicar su mejor esfuerzo por transformar este país en algo verdaderamente nuevo, justo, libre y democrático. Nosotros no venimos a pedir el voto para nadie, es más, nosotros decimos que no hay que trabajar para darle el voto a nadie, porque nadie va a resolver lo que tenemos que resolver nosotros. Tienen que escoger compañeros si su fuerza, si su tiempo, si su trabajo lo dedican para llevar a otra persona al poder, para que vuelva a hacer no lo mismo que han hecho los gobiernos pasados, sino hacerlo peor, de manera más brutal, robarlos más, despojarlos más. Ahí va en su cuenta. Va a llegar el dos de julio y van a votar; unos meses, unos años y van a ver que nada cambió, que volvió a repetirse.
Tal vez cambió el color del que está arriba si era verde, o si era azul, o tricolor, o amarillo y negro depende como vienen los ….. de los partidos políticos, pero lo fundamental no va a trasformarse, no va a cambiar. Y aquí lo que está en juego es qué cuentas vamos a darnos a nosotros mismos de este país y vamos a seguir dejando que pase lo que está pasando y se nos esté desmoronando la vida entre las manos y yendo a ver cómo le hacemos para llegar a la otra mañana, si es que llegamos, y viendo que cada vez somos más pobres, más miserables, con menos dignidad, con menos respeto por nosotros mismos y siempre apostando a que otro lo va a hacer; a ver si ahora el que viene sí sale bien, a ver si no es tan ladrón, a ver si no es tan represor y autoritario. Y al poco tiempo nos damos cuenta que sí, que es igual o peor de represor, igual o peor de autoritario, que los que le antecedieron.
Entonces, lo que tenemos que hacer es elegir si vamos a volver a apostar porque allá arriba hagan lo que no van a hacer, porque allá arriba nada más se dedican a robar y a veces nos enteramos por las noticias, pero a veces no nos enteramos compañeros y compañeras, pero cada gobierno que entra, cuando sale, es más rico que antes y cada vez que entra un gobierno nosotros estamos de una forma y cuando sale estamos peor y va un gobierno y viene otro y no hay cambios que podamos decir que somos mejores, tanto como comerciantes, como maestros, como estudiantes, como jóvenes, como mujeres. En los distintos gobiernos las mujeres siguen siendo perseguidas, hostigas, asesinadas; los jóvenes siguen siendo despreciados, por su modo, por su cultura, perseguidos como si fueran delincuentes, y qué raro que los que los están persiguiendo por delincuentes, son los que están robando, reprimiendo y asesinando. Cada vez los locatarios del mercado ven peor, pues, sus productos y cada vez aparecen más centros comerciales de los grandes capitalistas que son los que se están llevando el dinero de la gente, porque según esto venden más barato y sabemos que es mentira. Y cada vez vemos que los maestros reciben peores salarios, se les quiere destruir su contrato, son perseguidos y reprimidos, y por las campañas de publicidad del gobierno se dice que ellos son los haraganes, y nosotros ya hemos visto lo que tienen que sufrir y trabajar para dar sus clases y nada mas están exigiendo sus derechos.
Y ahora en la campaña pasada que hicieron los compañeros maestros por sus derechos, el gobierno del estado gastó un montón de dinero en propaganda para desprestigiarlos, como si fuera que va a poder engañarnos a nosotros de que es cierto que los malos son los maestros cuando los malos es el gobierno. Y nosotros escuchamos, allá en la Selva Lacandona, que en la radio del estado están diciendo que el 100 por ciento de los chiapanecos está en contra del movimiento magisterial. Y nosotros dijimos: momento, nosotros somos chiapanecos y no estamos en contra del movimiento magisterial; lo apoyamos y guardamos silencio porque estábamos preparando esta palabra que ahora están escuchando. Teníamos que estar callados porque teníamos que prepararlo bien pero, aun en nuestro silencio, nosotros acompañamos a estos hermanos y junto con ellos estamos demandando, exigiendo, la libertad de esos compañeros que están presos por el delito de ser luchadores sociales; no robaron, no se enriquecieron, lo único que hicieron fue luchar por los derechos.
Ese es el futuro que nos espera, tenemos que elegir. Lo único que va a cambiar aquí es que vamos a elegir quién nos va a meter a la cárcel, quién va a dar la orden que nos dispare, quién va a dar la orden para que aumenten los precios, quién va a firmar el decreto para que nos despojen de la tierra, quién va a firmar el decreto para desalojarnos de nuestros puestos donde vivimos y donde vendemos, quién va a dar la orden que se legalice. La forma de vestir de los jóvenes, eso es lo único que va a cambiar.
Entonces, compañeros y compañeras, ahí lo vean; decidan si van a dedicar su esfuerzo y su trabajo para esto, o mejor se van a entrar en la Otra Campaña. Pero aquí no va a haber ningún cargo, ni una paga, vaya no les van a dar ni para la torta o refresco que sí dan en las campañas electorales. Yo sé que hay gente honesta y sincera que cree que puede por ese lado, órale, prueben, nos vemos dentro de seis meses, van a ver que no cambió nada, que volvió a salir el acarreo, el derroche de dinero de spots publicitarios, en publicidad como si estuvieran vendiendo refrescos o calzones. No, todavía el refresco y el calzón sirven para algo, los políticos no sirven para nada. Entonces si se cayó uno por ahí, ahí se los encargo —el refresco, no el calzón—. Entonces, hay que ver si vamos a hacer eso aquí.
Lo que les estamos ofreciendo nosotros es un espacio donde van a contar ustedes, sea como organización, sea como personas, sea como grupo o colectivo. No les estamos pidiendo que se entren del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, ni que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional sea algo y a ver quién se va a entrar. Les estamos invitando desde el principio, vamos a hacer juntos un movimiento que nosotros le llamamos la Otra Campaña porque es diferente a las campañas electorales que van a empezar dentro de unos días. Aquí en esta plaza, va a venir Roberto, va a venir Felipe, va a venir Andrés Manuel, no sé cómo se llama el verde que anda por ahí, viene en la foto, y van a venir y les van a decir: señores y señoras les prometo esto, lo otro, lo otro, si votan por mí. Al otro día, ni dónde estuvieron se acuerda, ni quiénes son; lo que importa es la credencial que tienen y que van a votar. Y si no votan, para eso está el fraude, para meter votos o hacer trampa pues, para que quede alguno u otro.
Hemos venido aquí a la ciudad de Tuxtla porque cuando nosotros hicimos la cuenta, nosotros dijimos si vamos a hacer esto necesitamos gente, gente que esté dispuesta, que sea luchadora, que sea trabajadora, que no esté persiguiendo el beneficio personal, que sí esté dispuesta a luchar por todos, por un país mejor y entonces nosotros dijimos: Tuxtla. Porque los tuxtlecos de por sí, las tuxtlecas claro, de por sí tienen fama y se las venimos a reconocer de gente muy chingona y muy entrona en nuestro estado que es Chiapas, porque nosotros somos chiapanecos.
No se compuso ese letrero para darnos la bienvenida. ¿Cómo se llama ese edificio blanco que está ahí? La Catedral de San Marcos, hombre no se hubieran molestado, les agradezco profundamente el gesto —catedral zero— pero hay que pintarla de otro color —de blanco y negro—: de rojo y negro.
Compañeros y compañeras, lo que nosotros les estamos ofreciendo es trabajo y la satisfacción del deber cumplido. Al final, no van a tener paga ni ningún puesto, ni cargos, ni un papel donde les diga que ahí les reconocen sus terrenos. Al final lo que van a tener es la satisfacción de este gran movimiento que se está levantando, que va a voltear este país de cabeza, lo va a sacudir, lo va a volver a tender. Ahí vamos a ver si está plano, no como nos han hecho creer que hay unos que están arriba que son muy pocos y hay muchos que estamos abajo, que somos bastantes. No es cierto, así no es y aquí no tiene que ver nada la religión, aquí lo que tiene que ver es que esos que están arriba, están arriba porque nos explotan, nos roban, nos despojan, nos reprimen y nos desprecian a nosotros.
Como pueblos indios no podemos solos. No venimos como otras veces a decir apóyenos, simpatiza con nuestra lucha. Venimos a decirles: vamos a unir nuestra lucha, tú como joven, como mujer, como maestro, como trabajador agrícola, como estudiante, como trabajador del mercado, transportista —lo que sea cada quien—, vamos a unir nuestras luchas, y vamos a echar acuerdo para juntos empezar a trasformar, porque si no el día de mañana ustedes se van a ver en el espejo y van a decir: toda esta fuerza que tenías como organización, o como persona, la dedicaste para que otro te resolviera, porque no hiciste la cuenta de qué tienes y qué no tienes.
Compañeros y compañeras, todo lo que tienen se lo han conseguido con su trabajo, nadie les ha regalado nada. Los que se han robado las cosas —porque ni siquiera se las regalaron— son los que están allá, los que están en los gobiernos y en las grandes empresas. Si esos se van, aquí no pasa nada; va a seguir funcionando el tránsito, las mercancías, la producción. Pero si se van los trabajadores y los campesinos todo queda desierto. No es cierto que los necesitamos. Nosotros ya lo vimos: nosotros vimos que gente que ni siquiera sabe leer y escribir —como esos que tienen grandes títulos de licenciado— pueden gobernar. Lo hemos visto en las Juntas de Buen Gobierno que la gente sencilla y humilde puede gobernar, y que si el pueblo la está vigilando, no da chance de que se va a corromper.
Pero para que eso llegara hubo que organizarse y luchar y hubo que pasar muchos años de sufrimiento. Elijan compañeras y compañeros: de este lado, abajo y a la izquierda, hay sacrificio, trabajo y sólo el deber cumplido; de ese lado hay ilusión, mentira y esperanza vana. Ustedes tienen su fuerza y tienen su corazón y su pensamiento y van a saber elegir bien si quieren ir junto con nosotros, y no digo nosotros nada más los zapatistas, sino obreros y campesinos que hay en otro país de todo este país —perdón— en otras partes de este país y entonces vamos a luchar juntos y a organizar un gran movimiento. Y va a pasar lo que pasó con esta plaza, ahorita —no se dieron cuenta porque yo estoy acá arriba— les voy a contar: cuando llegamos, nomás llegaba hasta aquí y ahorita ya se está llenando. A lo mejor nomás vienen a ver si sí es cierto que ahí está Marcos —o si es un clon o que—, pero yo estoy seguro que la mayoría viene a escuchar, a ver qué hay. Claro, habrá orejas del gobierno también —eso no lo dudamos—, pero la mayoría de la gente es esa noble y honesta que se está preguntando qué va a hacer.
Lo que tenemos que hacer es escoger, es elegir, y no elegir qué candidato; lo que tenemos que elegir es qué camino vamos a seguir, y lo tenemos que elegir ya. No va a ser que vamos a perder seis meses y luego según que quedó quien quedó, que si nos dio hueso o no nos dio hueso, o le tocó a mi compadre, o algo —como luego pasa—, entonces ya vemos si luchamos de otra forma o no. Tenemos que decidirlo ya, porque en cada lugar que estamos pasando —apenas empezamos el día 2 y estamos a 5—, llevamos cuatro días y ya vemos que se está levantando un movimiento muy grande. Y todavía no salimos de Chiapas, apenas llevamos la mitad del recorrido y nos falta todavía toda la costa, y luego ir a otros estados de la república. Y entonces, en todo ese tiempo, esa gente se está dedicando a vender paragüitas de un candidato para ver quién las compra, pero con una gran cantidad de dinero en publicidad, en la televisión, en los periódicos, en las revistas y en el radio. O todo este movimiento que se está levantando, que va a haber gente que va a decir yo le entro, ya sé que no voy a agarrar nada pero ya sé que cada mañana me voy a levantar sin vergüenza, con el orgullo de haber dicho: “todo este movimiento que está revolviendo este país y lo está volviendo a aplanar —que es como debía de estar desde siempre—, yo fui parte, a mí no me contaron. No es algo que me van a decir cómo fue: yo participé —como organización, como grupo, como colectivo, como persona individual—, yo fui parte de la Otra Campaña, y esos que se llaman zapatistas eran igual que yo, estaban como yo e iban a cada lado a hablar con la gente y a construir el programa nacional de lucha”.
Compañeros y compañeras, está sencillo. ¿Qué van a escoger? Por el camino del deber, que es el que les está proponiendo la Otra Campaña, o el camino de la esperanza vana, que es el que les están prometiendo los que están en las elecciones. A la hora de la hora ustedes vean según su corazón si votan o no votan, ese no es nuestro problema, ahí véanlo. Lo que nosotros decimos es que por ahí no hay solución, y hagan la cuenta, hagan la cuenta de todo lo que han hecho y díganme si ha cambiando, si Tuxtla es una mejor ciudad ahora, o pa’ quién es una mejor ciudad. Ahora los ricos tienen más lugares para divertirse, más ventajas, pero la gente que está jodida esta más jodida que antes. Entonces ¿nos vamos a juntar para trasformar estas cosas o nos vamos a juntar para escoger a otro, que es el que nos va a meter a la cárcel? —si es que nos mete— a lo mejor nos desaparece o nos va a matar.
Hay véanlo compañeros y compañeras. De veras, nosotros los respetamos y qué sea su decisión lo vamos a respetar. Y si deciden estar de este lado, nosotros aseguramos que este movimiento no va a dar un paso sin que ustedes lo sepan, y no va a dar un paso sin que ustedes decidan cuándo y cómo se da este paso. En esta primera etapa de la Otra Campaña estamos yendo a cada lugar para hablar con compañeros y compañeras de la Otra Campaña y a hacer acuerdo, porque sólo es la primera vuelta y ahorita estamos unas horas, pero en la segunda vuelta que venimos, vamos a tardar acá tiempo y vamos a ir a sus centros de trabajo, a su centro de estudios, y ahí vamos a tardar con ustedes para aprender de ustedes, de su lucha, de su vida, de sus necesidades, no van a estar solos.
Es lo que les vengo a decir: ya no se trata de que nos digan a nosotros que no estamos solos, ustedes tampoco, van a tener compañeros en otras partes de Chiapas, en el norte, en los Altos, en la costa y en otras partes de México, en cualquiera de los estados va a haber compañeros y a la hora que hagan una lucha la vamos a hacer entre todos, como decimos nosotros, de mutuo acuerdo. Del otro lado, vayan si quieren. Va a haber camisetas, gorras —depende si les va bien—, refrescos, tortas, lo que sea y algo de dinerito para pegar carteles, pero todo se acaba el 2 de julio. La Otra Campaña no se acaba, va a seguir y seguir y seguir y sólo se va a acabar hasta que este país esté cabal como debe de estar, y debe de estar donde los trabajadores del campo y de la ciudad reciban lo justo por su trabajo y el que trabaja más avanza y no el que está de huevón nada más explotando y a ver qué está recibiendo de los otros; porque hay empresarios y hay políticos y hay policías también, esos nomás se dedican que están sacando dinero y dinero y no hacen nada productivo, ni siquiera dirigen bien el tránsito; o ni siquiera hacen bien las leyes.
Y en la Otra Campaña también tenemos que apoyarnos mutuamente ¿por qué madres vamos a ir a comprar con los grandes centros comerciales? que luego sales nomás y los calzones luego luego se rompen o la camiseta; el pantalón, te agachas y hasta la garganta se ve. ¿Por qué no vamos con los mismos compañeros y compañeras de los puestos pues, que con mucho trabajo están haciendo eso y les compramos a ellos? Me cae que va a durar más, va a ser mejor pues lo que estemos entre hermanos y así vamos a apoyarnos unos a otros y vamos dándoles, demostrándoles a los ricos, que no sólo este país, esta ciudad de Tuxtla, este estado de Chiapas puede caminar y puede caminar mejor sin ellos.
Y, a la hora de la hora, quien decida quién va a estar arriba muy su problema y a ver cómo le van hacer. Para nosotros no importa que color está arriba, eso es lo mismo, como quiera nosotros estamos abajo y lo que nosotros estamos luchando es para que haya desde aquí, abajo a la izquierda, un nuevo México: un México más justo, más libre y más democrático. Ahí lo veas compañero, compañera, si es que le vas a entrar, vas a estar a nuestro lado como compañero de lucha, si es que no le vas a entrar como quiera va a pasar lo que va a pasar y ahí lo vamos a platicar y ahí vamos a ver cuál fue el camino bueno y cuál fue el camino que se fue chueco.
Gracias Tuxtla, gracias compañeros y compañeras.
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Video del Sup en Tuxtla Gutiérrez…
Discurso del SubComandante Insurgente Marcos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en el parque central de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México. El día jueves, 5 de enero del 2005. Audio y fotos aquí…….
Trackback de otromundoesposible — enero 7, 2006 @ 4:38 am
que se arme una revolucion, para mandar al carajo al neoliberalismo de mierda que tanto daño hace en mexico y en latinoamerica.
Comentario de roberr — septiembre 6, 2006 @ 4:45 pm