Oventik, Chiapas, 9 de agosto de 2003.
Palabras de la Comandanta Fidelia.
A las mujeres de México y el mundo:
Muy buenas tardes, hermanas del pueblo mexicano y del mundo:
Hermanas:
Nosotras les queremos decir estas palabras de mis hermanas revolucionarias del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y por ellas reciban un saludo muy especial:
Hermanas mujeres:
Yo les quiero decir estas pequeñas palabras, que hoy le hacemos un llamado al pueblo mexicano de los hombres, que nosotras queremos exigir nuestro respeto como mujeres que somos. No sólo lo vamos a exigir, porque no vamos a pedir favor ni súplica, es que esto va a ser obligadamente.
Porque hermanas mujeres, ustedes lo saben bien, que acá las mujeres están en el campo y en la ciudad y ellas trabajan, ellas son violados sus derechos, no los respetan. Por eso hoy las invitamos a las mujeres de todo México y el mundo y todas las mujeres de la ciudad y las que están en los rincones que no son organizadas, no nos escuchan pero sí va a llegar mi voz.
Que nosotras vamos a obligar obligatoriamente nuestro respeto como mujeres que somos aun pongan su carita triste. Porque todavía hay muchas partes de México que nosotras las mujeres somos maltratadas, despreciadas, explotadas y dicen que no servimos, que no valemos, que no tenemos ningún derecho, pero hoy este momento se ha cumplido, que lo vamos a hacer: que por obligación nos tienen que respetar.
No los estoy regañando, escúchenlo bien, que se llama obligación nuestro respeto como mujer que somos. Entonces yo les doy un saludo muy especial de mis hermanas revolucionarias del Ejército Zapatista, del Comité Clandestino Revolucionario, desde el sureste mexicano y de todo México donde hay zapatistas también, porque dondequiera hay.
Gracias hermanas.
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