Julio del 2002.
Para: Arquitecto Fernando Yáñez Muñoz.
De: Subcomandante Insurgente Marcos
Don Fernando:
Reciba usted el saludo de todos los compañeros y compañeras zapatistas y de las comunidades indígenas en resistencia. Esperamos que usted y todos los que trabajan junto a usted se encuentren bien de salud y con ánimo firme.
Como sabemos, usted trabaja, junto con otros hombres y mujeres honestos, en el cuidado de la memoria de lucha de nuestro pueblo. Parte importante de esta memoria está guardada en la Casa Museo del Doctor Margil, en la Ciudad de Monterrey, Nuevo León, México. En esta casa museo, se encuentran testimonios de una parte fundamental de nuestra historia como zapatistas, historia de la que estamos orgullosos y, en la medida de nuestras posibilidades, tratamos de honrar.
Usted, y quienes con usted trabajan, son zapatistas. Y esa Casa Museo es zapatista. Por eso hemos querido enviarle un pequeño regalo con tierra zapatista. Es un discreto homenaje a todos esos hombres y mujeres que murieron por la libertad después de vivir por la Patria. Ojalá y exista un espacio en la Casa Museo para este discreto homenaje del EZLN a los mexicanos y mexicanas que nacieron la esperanza que este próximo 6 de Agosto del 2002 cumple 33 años.
Sería un gran honor para nosotros que este 6 de Agosto del 2002, esta tierra zapatista brillara en el norte mexicano y que, tímidas, se escucharan las letras de ese rudimentario intento de poema llamado «Relación de los Hechos», que escribí hace 18 años, en los albores del EZLN, y que, según es sabido, ya tiene un lugar en la Casa Museo del Doctor Margil.
En espera de verlo pronto y repetir el honor de saludarlo personalmente, me despido a nombre de todos mis compañeros y compañeras.
Vale. Salud y que la esperanza tome nuevos bríos cuando el 3 se enfrente al espejo y regale a la memoria uno de los momentos más dignos de la historia de México.
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, Julio del 2002.
POEMA (?)
«RELACION DE LOS HECHOS»
«Hoy, día sexto del mes
de agosto del año
mil novecientos sesenta y nueve,
estando prevenida la historia,
el café amargo,
el tabaco por terminarse
la tarde por fenecer
y todo adecuado para conspirar
contra las sombras y tinieblas
que opacan el mundo y su sol,
los abajo firmantes comparecen
ante mí, la patria, para
declarar lo siguiente
Primero.- Que los abajo firmantes
renuncian a su hogar, trabajo,
familia y estudios y a todas las
comodidades que, sobre la miseria
de los más, se han acumulado
en manos de los menos.
Segundo.- Que los abajo firmantes
renuncian a un futuro,
vendido en abonos para
disfrute individual.
Tercero.- Que los abajo firmantes
renuncian también a la coraza
de indiferencia frente al sufrir
de otros y a la vanagloria de un
lugar entre los poderosos.
Cuarto.- Que los abajo firmantes
están dispuestos a todos los sacrificios
necesarios para luchar calladamente
y sin descanso para hacerme a mí,
la patria, libre y verdadera.
Quinto.- Que los abajo firmantes
están dispuestos a padecer persecución,
calumnias y torturas, e incluso
a morir si es preciso para lograr
lo señalado en el punto Cuarto.
Sexto.- Que yo, la patria, sabré
guardarles su lugar en la historia
y velaré por su memoria
como ellos velaron por mi vida.
Séptimo.- que los abajo firmantes
dejan bastante espacio debajo de sus
nombres para que todo hombre y
mujer honestos firmen este
documento y, llegado el momento,
lo rubrique el pueblo entero.
No habiendo más que decir
y sí mucho por hacer, los
abajo firmantes dejan su
sangre como ejemplo y
sus pasos como guía.
Heroica y Respetuosamente.
VIVIR POR LA PATRIA O
MORIR POR LA LIBERTAD
Manuel, Salvador, Alfredo, Manolo, María Luisa,
Soledad, Murcia, Aurora, Gabriel, Ruth, Mario,
Ismael, Héctor, Tomás Alfonso, Ricardo…
Y siguen firmas de los
que habrán de morir y
de los que habrán de vivir
luchando en este
país de dolorosa historia
llamado México, abrazado
por el mar y, pronto,
con el viento a su favor.
EL CAPITAN.
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