EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.
MÉXICO.
A los familiares de Digna Ochoa y Plácido:
A los integrantes del Centro Miguel Agustín Pro de Derechos Humanos:
Hermanos y hermanas:
Les escribo a nombre de los ancianos, niños, hombres y mujeres del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Apenas nos hemos enterado del asesinato de Digna Ochoa y Plácido, tan largamente anunciado y tan irresponsablemente menospreciado. El crimen que manchó esta vida alcanza y sobra para estremecer de indignación a cualquier persona honesta. Cuando los luchadores sociales son eliminados, el Poder celebra fiestas, luce sus mejores galas y deja caer algunas monedas para que sus limosnas compren indiferencia. Arriba no hay más cambio que el que dicta la moda, y abajo la injusticia y la miseria se repiten en rostros y pasos. Abajo vuelve a haber dolor y rabia, pero ya no habrá impotencia.
Ciertamente, el crimen cometido contra Digna ensombrece el andar de todos esos hombres y mujeres que han hecho de la defensa de los derechos humanos su camino y meta.
Pero de todas partes habremos de construir la luz colectiva que ahuyente esa sombra e impida que el reloj vuelva a marcar ayeres de impunidad, cinismo e indiferencia, que no son sino vestidos del olvido.
No encontramos las palabras que sirvan, a un tiempo, para doler y aliviar la pena que a ustedes y a nosotros nos vela la mirada, pero no el rumbo. Como quiera vaya nuestro silencio como tímido abrazo, porque ustedes saben que también callando se acompaña.
Vale. Salud y larga vida a quien en el nombre llevó la vocación y el destino.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, Octubre del 2001.
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