Palabra del Comandante David
en la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco
20 de marzo de 2001
Buenas tardes hermanos y hermanas, maestros, estudiantes y trabajadores de esta comunidad universitaria autónoma metropolitana.
Hermanos y hermanas indígenas y no indígenas de toda la Delegación Xochimilco.
Hermanos todos:
Reciban un saludo fraternal de esta Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y gracias por invitarnos y recibirnos. Queremos explicarles que nuestra marcha de la dignidad indígena que estamos realizando con el apoyo, con la solidaridad y participación de miles y millones de hermanos indígenas y mestizos de todo México y del mundo, no ha sido en vano, porque de esta manera juntos hemos demostrado ante la nación y ante los ojos del mundo entero de que los pueblos indios de México nos hemos despertado y hemos tomado la decisión de tomar en nuestras manos el timón de nuestra historia, tenemos la capacidad, tenemos el apoyo y la solidaridad de millones de hermanos y hermanas de México y del mundo.
En más de 500 años de opresión, humillación, despojo, marginación y olvido que hemos padecido los pueblos indios, ahora entre todos hemos dicho «BASTA», hemos dicho «HASTA AQUÍ», ya no más humillaciones, burlas, persecuciones y muertes. Aunque en más de cinco siglos hicieron todo lo posible por exterminarnos en muchas formas; cortaron nuestras ramas, marchitaron nuestras hojas y nuestras flores, pero nunca lograron arrancar nuestras raíces y ahora de ella ha brotado de nuevo la vida y la esperanza para todos. Ahora exigimos respeto, exigimos un lugar digno, un reconocimiento a nuestros derechos y a nuestra cultura; exigimos libertad y justicia para todos.
Estas son las razones por las cuales nos hemos movilizado, nos hemos arriesgado y todos nos hemos expuesto a todo tipo de riesgos y peligros y entre todos hemos tocado la puerta de la casa grande que se supone que era de todos y para todos; pero el poderoso y los que dicen que hacen leyes para el pueblo, se han adueñado y dicen que sólo ellos pueden ocupar.
Nosotros los indígenas zapatistas, los del Congreso Nacional Indígena y muchos otros hermanos, hablamos, saludamos y pedimos permiso para entrar en esa casa de los mexicanos y expresar allí nuestra palabra. Pero nos negaron y no nos abrieron la casa que también es nuestra; ahora nos vamos porque nosotros los indígenas no vamos a estar haciendo la larga cola para ver si al fin nos escuchan o no; no vamos a estar rogando y suplicando quienes no tienen oído para escuchar ni ojos para ver.
A esos que se consideran patrones y grandes señores no vamos a darles el gusto de tenernos aquí para ver si nos gana la confianza, o nos humillamos o nos rendimos ¡ESO JAMÁS!
Ya no permitiremos que se burlen de nosotros y del pueblo mexicano, porque nosotros tenemos derecho, tenemos dignidad y tenemos la razón, por eso ahora, con la frente muy en alto, nos vamos con todos los nuestros, con todos ustedes, con las palabras verdaderas de millones de hermanos y hermanas de todo México y del mundo, juntos con todos, seguiremos en la lucha hasta lograr el reconocimiento constitucional de los derechos y cultura indígenas; hasta que el pueblo mexicano sea verdaderamente libre, democrático, incluyente y soberano; nuestra bandera la levantaremos juntos hasta lo más alto posible, y bajo estas banderas que nos cobijan crecerá y triunfará nuestra lucha por democracia, libertad y justicia para todos.
Desde la Universidad Autónoma Metropolitana, Delegación Xochimilco, México
Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena
Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional
Comandante David
20 de marzo del año 2001
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