Ejército Zapatista de Liberación Nacional
México, junio de 1999
Al Comité de la Diversidad Sexual;
A la comunidad lésbica, gay, transgenérica y bisexual:
Agradecemos que se nos dé la oportunidad de decir nuestra palabra en esta 21 Marcha del Orgullo Lésbico, Gay, Transgenérico y Bisexual a la que convoca algo de lo mejor de la diversidad sexual en México.
Reciban todas, todos, y los que no son ni todos ni todas, el saludo de los zapatistas en este día de lucha por la dignidad y el respeto a la diferencia.
Durante mucho tiempo, los homosexuales, lesbianas, transgenéricos y bisexuales hubieron de vivir y morir ocultando su diferencia, soportando en silencio persecuciones, desprecios, humillaciones, extorsiones, chantajes, insultos, golpes y asesinatos.
Lo diferente tuvo que soportar el ser reducido en su calidad humana por el simple hecho de no ser según una normalidad sexual inexistente, pero fingida y convertida en bandera de intolerancia y segregación.
Víctimas en todos los niveles sociales, objeto de chistes, chismes, insultos y muertes, los diferentes en su preferencia sexual callaron una de las injusticias más antiguas en la historia.
No más.
De todos los sectores sociales, de todos los rincones del país, de todos los centros de trabajo, de estudio, de lucha y de vida, se levanta una exigencia humana: respeto y reconocimiento de los derechos de la comunidad lésbica, gay, transgenérica y bisexual.
Hoy participan en esta jornada por el reconocimiento de la diversidad sexual en forma visible quienes, hartos de esconder su ser distintos, tienen la valentía y la combatividad en el pecho y la mirada.
Nada hay que esconder. Ni la preferencia sexual ni la rabia por la impotencia ante la incomprensión de un gobierno y un sector de la sociedad que piensan que todo lo que no es como ellos es anormal y grotesco.
¿De qué tienen qué avergonzarse lesbianas, homosexuales, transgenéricos y bisexuales?
¡Que se avergüencen quienes roban y matan impunemente siendo gobierno!
¡Que se avergüencen quienes persiguen al diferente!
Pero no sólo participan en este día de lucha quienes se pueden hacer ver y oír.
Muchas y muchos tienen que ocultarse -a veces de sí mismos-, pero no por ello renuncian a un derecho que es de todo ser humano: el del respeto a su dignidad, sin importar su color de piel, su lengua, su ingreso económico, su cultura, su creencia religiosa, su ideología política, su peso, su estatura o su preferencia sexual.
Para quienes están presentes en esta movilización, nuestra admiración por su valentía y audacia para hacerse ver y oír, por su ¡ya basta! orgulloso, digno y legítimo.
Nuestro saludo a su existencia organizada.
Nuestro apoyo a su lucha y a sus demandas.
Para quienes no están pero son, nuestro saludo y esperanza de que algún día se pueda ser y estar sin pena, sin vergüenza, sin temor.
Los y las zapatistas, y quienes no son ni los ni las, pero son zapatistas, saludamos la dignidad lésbica, gay, transgenérica y bisexual.
Larga vida a su combatividad y un mañana distinto, es decir, más justo y humano, para todos y todas los diferentes.
Vale. Salud y ojalá algún día el silencio no tenga ni un rincón para esconderse.
Desde las montañas del sureste mexicano
Subcomandante Insurgente Marcos
México, junio de 1999
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