20 de Febrero de 1999.
A la Sociedad Civil Nacional e Internacional
De: SupMarcos
Señora:
Nosotros de nuevo. Si otra vez. ¿Que? ¿Que era mejor cuando estábamos en silencio? ¡Voooy! ¿A lo macho? ¿Qué? ¿Era broma? ¡Ah bueno! Pues fue de muy mal gusto. Ahora de castigo no le voy a contar nada de como van las brigadas en México. Así que usted no sabrá que para el 16 de febrero (dos días después de que le dijéramos que iban 600) se habían ya acreditado mas de 800 brigadas y que son mas de 10,000 voluntarios los que en ellas trabajan.
Y no sabrá que ya se están acreditando Coordinadoras de varios estados, ni que algunas de ellas están tan avanzadas en su trabajo que ya tienen el plan y el modo para cubrir todos sus municipios. ¿Que? ¿Duele? Ya pues, estamos a mano.
Mire, yo le escribo para avisarle que ya hay un número de cuenta bancaria para que usted pueda aportar económicamente a la Consulta. El número de cuenta es CUENTA MAESTRA BANCOMER Num. 5001060-5, Plaza 437, San Cristobal de Las Casas, Chiapas, México, y está a nombre de Doña Rosario Ibarra de Piedra. Les aclaramos que este número de cuenta es independiente de las finanzas de cada estado. Así que les pedimos a todos y todas, de México y de todos los países que quieran ayudar, que manden su donativo a esta cuenta. Los gastos que se harán son muchos y, no obstante que hemos recurrido ya a nuestro fondo de guerra (que en realidad es de paz, porque sólo lo usamos para iniciativas pacíficas), no la libramos. Les solicitamos que confirmen sus depósitos en la Oficina de Contacto para la Consulta del EZLN (e-mail: contacto@laneta.apc.org. Tel y fax: (967) 8-10-13 y 8-21-59).
Aprovecho el viaje para responder afirmativamente a la invitación que recibimos de la Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad Xochimilco en el sentido de que delegados zapatistas visiten esa casa de estudios en las fechas en que andarán en la Ciudad de México (ojo: del 14 al 21 de marzo). Por supuesto que aceptamos, ahí estaremos (claro, siempre y cuando cambien el menú de la cafetería). Hay más peticiones de Instituciones de Educación Superior, las cuales iremos respondiendo.
También le aviso (veo como no soy rencoroso) que ya está a la venta el video zapatero sobre la consulta, es de 20 minutos, vale 20 varos y se consigue (creo) en la Oficina de Contacto para la Consulta. ¡Apúrese porque se agotan! (¡Ojalá!).
Vale. Salud y ya casi terminamos un «video clic» (que es distinto al anterior), nos está quedando de peluquines y aspiramos, modestamente, a un Grammy por el mejor «video clic» o a una nominación al Oscar en micro-cortometraje (dura menos de 4 minutos). ¡No se lo pierda!
Subcomandante Insurgente Marcos
México, Febrero de 1999.
EL ARBOLITO Y LOS OTROS
Había una vez un arbolito que muy solito se estaba pero muy dispuesto de adornar y cantar en el huerto del otro.
Ahí estaba pues el arbolito y entonces llegó el otro a mirarlo y llevarlo. Pero resulta que el otro no era otro sino otros. Los otros querían llevar el arbolito a su respectivo huerto, pero sólo había un arbolito pues, y los otros eran varios otros. Y el arbolito estaba pues dispuesto a plantarse en todos los huertos, pero solo un arbolito había y los otros pues eran varios otros.
Entonces los otros empezaron a discutir que quién se quedaba con el arbolito para llevarlo a su huerto. Y el uno de los otros decía que él lo llevaba porque él era más otro que los otros de los otros. Y el otro uno de los otros decía que no que él llevaba el arbolito porque él tenía un huerto más bonito y etcétera, y otro otro decía que mejor él porque él era mero jardinero y qué mejor que él para cuidar al arbolito y así se estuvieron peleando un rato y no llegaban a ningún acuerdo de unidad, porque aunque eran otros, no respetaban al otro que era de ellos pero era otro. Y entonces acabaron peleando y dijeron que cada quien se iba a llevar un pedazo del arbolito.
Entonces el arbolito habló y dijo así: No estoy de acuerdo porque, además de que no hay que andar cortando árboles porque atenta contra el balance ecológico nadie va a salir ganando. Si uno de ustedes se lleva mis ramas, y otro se lleva el tronco, y el otro la raíz y cada quien lleva su pedacera a su huerto pues no va a salir bien. El que lleve las ramas y las plante pues no va a tener nada porque no tienen el tronco para sostenerse ni la raíz para alimentarse. El que lleve el tronco tampoco va a tener nada porque, sin ramas ni raíz, el tronco no va a poder respirar ni alimentarse.
El que lleve la raíz igual, porque sin tronco ni ramas la raíz no va a poder crecerse ni respirar. Si, en cambio, si hacemos un buen acuerdo entre todos, puedo plantarme un tiempo en el huerto de uno y luego otro tiempo en el huerto del otro y así. De esta manera todos tendrán frutos y semillas en todos y cada uno de los huertos.
Los otros quedaron pensando. Tan-tan.
– ¿Así termina? -pregunta la Mar.
– Sí pues- digo yo cerrando el libro. La Mar insiste:
– No sé, hay que esperar.- respondo mientras esquivo el lapicero que la Mar me arroja.
Vale de nueve.
El Sup tarareado aquella que dice «Mi padre y yo lo plantamos, en el límite del patio donde termina la casa, etcétera».
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