Al pueblo de México;
A los maestros y maestras mexicanos;
Hermanos:
En días pasados fueron detenidos y encarcelados injustamente un grupo de profesores de la sección 9 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Esos maestros están acusados de diversos delitos por el hecho de haberse manifestado dentro de la sede de la Cámara de Senadores exigiendo el respeto a sus derechos.
Los maestros llevan meses demandando el reconocimiento de sus autoridades sindicales elegidas democráticamente, lo que les es negado por la dirigencia del SNTE.
Al entrar a la sede del Senado de la República, los maestros de la sección 9 no violaron la ley ni afrentaron a los legisladores. La Cámara de Senadores no es propiedad ni del Legislativo ni del Ejecutivo, es propiedad de la República, de quienes la forman y la hacen caminar todos los días.
Al demandar que los senadores escucharan sus demandas, los maestros no secuestraron, sólo exigían que la práctica más elemental de buen gobierno, es decir, escuchar a los gobernados, fuera practicada por quienes se dicen representantes del pueblo.
Al exigir la democratización de su sindicato, los maestros no se amotinaron pretendiendo desestabilizar »las instituciones de la República», sólo repitieron de viva voz lo que es sentimiento de todo el gremio magisterial y del sindicalismo obrero de México.
Por obra y gracia de la alquimia judicial (solapada por algunos senadores de la República), maestros que exigen sus derechos están ahora en el mismo nivel que quienes cortan orejas y dedos para obtener dinero de los familiares de sus víctimas. Los senadores no fueron tomados como rehenes, la que está tomada como rehén es la justicia en México.
No debemos permitir ese crimen legal, no sólo por los maestros presos, sino también porque lo que se juzga como motín y secuestro es el derecho ciudadano a ser escuchado y a exigir que los que mandan, manden obedeciendo.
Los zapatistas apoyamos a los maestros presos y nos sumamos al repudio popular que existe contra esta injusticia.
Llamamos al pueblo de México a movilizarse para evitar que se siente el precedente de tipificar como delito la lucha política y social. No es trato de delincuentes lo que deben recibir los que luchan por los derechos ciudadanos, sino respuestas y soluciones a sus justos reclamos.
Demandemos todos, junto a los profesores y profesoras, lo que es deseo y derecho de todos los mexicanos y mexicanas.
Desde las montañas del sureste mexicano
Comité Clandestino Revolucionario Indígena
Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional
México, enero de 1999
No hay comentarios todavía.
RSS para comentarios de este artículo.