EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL
MÉXICO.
12 de septiembre de 1998
A la prensa nacional e internacional:
Damas y caballeros:
Va carta para el PRI nacional sobre las suciedades del PRI chiapaneco y comunicado sobre la atrocidad que se está cometiendo en la sierra y costa suroriental. Sin comentarios.
Vale. Salud y ¿hay castigo para un crimen de ese tamaño?
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos
México, septiembre de 1998.
P.D. ¡Siguen los grandes festejos! Ahora el regalo es el cuento Supmarino que se llama…
Siempre y Nunca contra A veces
Había una vez dos veces. Una se llamaba una vez y la otra se llamaba otra vez. Una y otra vez formaban la familia A veces, que vivía y comía de vez en vez. Los grandes imperios dominantes eran siempre y nunca que, como es evidente, odiaban a muerte a la familia A veces. Ni siempre ni nunca toleraban que los A veces existieran. Siempre no podía permitir que una vez viviera en su reino porque entonces siempre dejaba de serlo porque si ya hay una vez entonces ya no hay siempre. Nunca tampoco podía permitir que otra vez apareciera otra vez en su reino porque nunca no puede vivir con una vez ni menos si esa vez es otra vez, Pero una vez y otra vez se la pasaban molestando una y otra vez a siempre y a nunca. Y así fue hasta que siempre las dejó en paz para siempre y nunca nunca las volvió a molestar. Y una vez y otra vez se la pasaron jugando una y otra vez. «¿Qué me ves?» preguntaba una vez, y otra vez contestaba: «¿Pues qué no ves?» Y así se la pasan felices de vez en vez, ya ves. Y siempre fueron una y otra vez y nunca dejaron de ser A veces. Tan, tan.
Moraleja 1: A veces es muy difícil distinguir entre una vez y otra vez.
Moraleja 2: Nunca hay que decir siempre (bueno, a veces sí).
Moraleja 3: Los «siempres» y los «nuncas» los imponen los de arriba, pero abajo aparecen «los molestos» una y otra vez que, a veces, es otra forma de decir «los diferentes» o de vez en vez, «los rebeldes».
Moraleja 4: Nunca vuelvo a escribir un cuento como éste, y yo siempre cumplo lo que digo (bueno, a veces no).
Vale encore. Salud y, a veces, el siempre y el nunca nacen abajo (del vientre, por ejemplo).
El Sup batallando una y otra vez con los botones de la camisa (¡vivan las playeras!). (De «playa», se entiende). (Y «de trigo», más a mi favor).
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Sub. Marcos, bueno, estoy diciendo esto ahora, el 29 de julio de 2015 y no me resigno a que estés muerto, pero, entonces, le digo al Sub. Galeano a quien le dejaste tu herencia lo siguiente: vaya, si que dibujas con la palabra compa!!! Tu pluma es placer para los sentidos, para los ojos que la leen, para los oídos que imaginan escuchar las palabras de tu boca, el aroma profundo a flores y tierra mojada que se percibe con cada letra y para las manos, que imaginan tocar lo que cada quien quiera tocar, es decir, a quien ama. Y lo puse en este texto porque quise muchas veces decirlo en tantos otros, en esos tan otros que me emocionan el cuerpo y el alma. Salud!!! Gracias!!!
Comentario de Hilda — julio 29, 2015 @ 1:26 pm
Gracias
Mi hijo nació hace 15 años, se llama Marcos en honor a su lucha y a su triunfo…una vez y otra vez y tantas veces de nuevo…
Gracias
Comentario de Francisco jose — octubre 31, 2020 @ 7:32 am