Ejército Zapatista de Liberación Nacional
México
8 de Septiembre de 1998
A quien corresponda:
Damas y caballeros:
Va respuesta a invitación. Acá sigue lloviendo. El gobierno sólo se acuerda de Chiapas cuando necesita hacer demagogia y mejorar su imagen publicitaria. Seguro que Zedillo vendrá a la costa suroriental a esconder muertos, prometer ayudas, tomarse fotos, repartir croquetas y a ocultar omisiones y negligencias. Por lo demás, las lluvias tienen varios días ya, pero Albores estaba demasiado ocupado en el tocador como para pensar siquiera en un plan de emergencia. Acá el gobierno sabe matar indígenas, pero no evitar que se mueran. Mientras tanto los aviones y helicópteros del ejército están ocupados en sus vuelos rasantes sobre comunidades zapatistas, cuando se desocupen irán a atender a los damnificados. Los ríos parecen enojados, con fiereza destruyen endebles puentes y carreteras que el informe gubernamental detalla como «importantes obras de infraestructura» dentro del gasto social en Chiapas. ¿Por qué no se dan una vuelta para ver cómo están las obras cuya inauguración tanto se difundió?
Ni modos, la lluvia no ve televisión ni respeta escenografías de opereta. Como siempre, hasta que los muertos llegaron a las noticias nacionales e internacionales les vino la urgencia a los desmemoriados que padecemos como gobierno. Así es ahora con los indígenas en México: sólo muertos existen y son nombrados.
Vale. Salud y ¿cuándo será que Chiapas no aparezca en los mapas gubernamentales sólo cuando hay rebeliones, matanzas o catástrofes?
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos
México, Septiembre de 1998.
P.D. A pesar de informes de gobierno intrascendentes e irrelevantes, y como partes de los grandes festejos, aquí está…
¡La sección de la posdata recurrente!
P.D. Que ve llover y se moja. Felices, el Mariscal Croquetas Albores y sus soldaditos se frotan las manos por la catástrofe pluvial que azota la costa de Chiapas. Millones de pesos serán enviados para ayudar a los damnificados. Poco o nada llegará a manos de los necesitados. Mucho o todo irá a engordar las cuentas bancarias del sustituto del usurpador y de la banda The Dogs. Pero, apueste usted, ya verá a Zedillo y a su plana mayor en fotos y reportajes, poniendo cara de circunstancias y anunciando planes de rescate y-calma-todo-está-bajo-control-muchachos. ¡Ah pobre Chiapas! El gobierno queriendo olvidarlo y las lluvias, que no escuchan informes de gobierno, vienen a azotar caminos y memorias…
P.D. Que dice lo que dice. Estaba yo una tarde con el Pedrito fumando los dos (él un cigarro de chocolate y yo la pipa), cuando entonces se me da el quererme hacer como el Viejo Antonio y empiezo a aleccionar al Pedrito (tojolabal, dos años cumplidos) sobre la vida y oros dolores. Y empiezo a decirle:
-Mira Pedrito, hay cosas que debes saber para cuando crezcas. Cosas importantes como hacer el nudo de las botas, abrocharte la camisa sin que te sobren botones, acomodarte en la hamaca, encender la pipa con la cazuela boca abajo, y otros etcéteras que ya irás aprendiendo. Pero ahora vamos a hablar de cuando un hombre ama a una mujer.
Pedrito me queda viendo con seriedad y sigue chupando el cigarro de chocolate. Yo supongo que he, como luego dicen, «capturado» su atención y prosigo:
-Mira Pedrito, cuando un hombre ama a una mujer… porque no es lo mismo que cuando una mujer ama a un hombre, o cuando un hombre ama a otro hombre, o cuando una mujer ama a otra mujer, porque de todo hay y es necesario saberlo y comprenderlo. Pero bueno, cuando un hombre ama a una mujer… porque tampoco es tan sencillo de explicar como, por ejemplo, qué hay que hacer para que no te sobren botones cuando te pones una camisa, cosa complicada si no se le ponen la atención y el cuidado debidos. Por ejemplo, yo uso la técnica de «abajo hacia arriba» que, además de ser un concepto de la ciencia política, es muy buena para abotonarse. Mira, se pone uno la camisa y mira hacia abajo con seriedad y concentración -Pedrito frunce el ceño y me mira con seriedad-. ¡Eso mero! Bueno, después sigue alinear los bordes inferiores de la camisa, el derecho a la altura del izquierdo y el izquierdo a la altura del derecho, y no es tan sencillo como en la política hacen aparecerlo los «centristas», aquí, si no te cuidas bien, se te puede pasar el izquierdo, lo que no sería en todo caso, más que ser consecuente, pero también puede ser que se pase el derecho y entonces sí es algo muuuy lamentable. Entonces el equilibrio es muy importante, parejo pues. Después tienes que buscar el botón más bajo que tenga la camisa y resulta que el botón más bajo no es siempre el último sino que, debes saberlo Pedrito, hay unos perversos fabricantes de camisas que le ponen un botón extra (para reponer por si se te pierde alguno, dicen) con la evidente intención de dificultar el abotonado de esta prescindible prenda de vestir. Bien, ya que lograste encontrar el último botón, sigue buscar el ojal correspondiente (albureros, absténganse), cosa que es más difícil que encontrar alguna referencia a Chiapas en el informe de Zedillo. Como sabrás más adelante, dicen que nunca falta un roto para un descosido. Puede ser, pero lo que es cierto es que hay más botones que ojales, así que ahí te quiero ver cuando te sobran botones. Claro que hay otras técnicas para evitar que sobren botones. Está, por ejemplo, la técnica de la Mar que se pone las camisas como si fueran playeras. Es decir que no las desabotona. Ergo, no hay botones que sobren. Sin embargo, no te recomiendo esa técnica porque… Bueno, pero puesto que la Mar y etcétera, te estaba yo explicando de cuando un hombre ama a una mujer… Bueno, ya ves Pedrito que es muy difícil explicar cómo es cuando un hombre ama a una mujer y, sin embargo, es muy importante entenderlo porque…
Mientras le explicaba, Pedrito se comió su cigarro. «Cocate», me dice mientras me extiende la mano pidiéndome, en su dialecto, más chocolates. «No hay», le digo. El da media vuelta y se va. Está claro que esta juventud de hoy no está interesada en temas importantes (suspiro). ¿En qué estaba yo? ¡Ah sí! Cuando un hombre ama a una mujer»…
P.D. Sección «Cuentos del Hipocampo» (siguen los regalos):
Agujetas de Color de Rosa
Había una vez un par de zapatos que usaba, como todos los demás zapatos, agujetas negras o cafés. De día andaba este par de zapatos como todos los demás zapatos, es decir, arrastrándose por el suelo. Pero resulta que este par de zapatos tenía escondidas en su clóset unas agujetas de color de rosa y de noche se las ponía y se ponía a darle vuelo a la hilacha. Y así se la pasaba este par de zapatos, hasta que un día se cansó de esconder su felicidad en el clóset y se puso las agujetas de color de rosa y todos los demás zapatos lo miraron con sería desaprobación y le tendieron un cerco con agujetas de color café y negro para aislarlo, no fuera que contaminara al resto de los zapatos. El par de zapatos de agujetas de color de rosa se inconformó y todos los días marchaba con una pancarta que decía «Respeto y dignidad para las agujetas de color de rosa», pero los demás zapatos lo ignoraban y más fuerte anudaban sus nudos negros y cafés para dejar solo al par de zapatos de agujetas de color de rosa y organizaban contramarchas con pancartas que decían «Acabemos con la enfermedad de las agujetas de color de rosa». Y en eso estaban cuando alguien vio al par de zapatos con agujetas de color de rosa, le puso un sombrero grande y feo y el sombrero lleva plumas de color azul pastel y le hizo una canción y el par de zapatos de agujetas de color de rosa se hizo muy famoso y todos lo bailaban y a los zapatos de agujetas de color café y negro nadie les puso sombrero ni plumas y nadie les hizo una canción, ¡qué les van a hacer! Tan, tan.
P.D. Que regala memorias. El día de hoy, 8 de septiembre, es el cumpleaños de Deni Prieto Stock (asesinada por el gobierno el 14 de febrero de 1974 en San Miguel Nepantla, Estado de México). Todos la celebramos.
Vale de nuevo. Salud y ojalá escampe en la historia.
El Sup Archer, líder de los Gorgonites (¿)
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