Comunicado del Comité Clandestino Indígena Comandancia general del Ejército Zapatista de Liberación Nacional
México
29 de noviembre de 1997
Al pueblo de México
A los pueblos y gobiernos del mundo:
A la prensa nacional e internacional:
Hermanos:
El Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del EZLN dice su palabra y recuerda la historia inmediata:
1.- El día de hoy, 29 de noviembre de 1997, se cumple un año de que la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), organismo representativo del Congreso de la Unión, presentara su propuesta de iniciativa de reformas constitucionales en materia de derechos y cultura indígenas.
2.- Esta iniciativa de ley fue presentada a las partes en conflicto, el EZLN y el Ejecutivo federal, con el ultimátum de la Cocopa; sólo aceptaría un «sí» o un «no» a ese documento. En todo caso de que cualquiera de las partes respondiera con un «no», la Comisión de Concordia y Pacificación consideraría, los legisladores miembros de este organismo, terminada su labor de coadyuvancia y renunciarían en masa.
3.- El EZLN, después de consultar con un grupo de asesores y con la comisión de seguimiento del Congreso Nacional Indígena, reconoció el esfuerzo de los miembros de la Cocopa, apreció que una parte importante, si bien no todos, de los acuerdos de San Andrés se hallaban plasmados en la mencionada iniciativa, y aceptó la propuesta de la Cocopa.
4.- El Ejecutivo federal, a través de su secretario de gobernación (Emilio Chuayffet Chemor), aceptó también la propuesta de Cocopa y pidió a los legisladores que esperaran a que el señor Zedillo (que se encontraba fuera del país) regresara para hacer pública su aceptación del documento.
5.- El señor Zedillo, a su regreso, decidió dar marcha atrás en la aceptación de la iniciativa de la Cocopa. Después de pedir un tiempo para «analizar» su respuesta, el señor Zedillo se desdijo de su palabra empeñada y, respondiendo «no» al documento de la Cocopa, en diciembre de 1996 presentó una contrapropuesta que en esencia, pretende renegociar los acuerdos de San Andrés y echar abajo el reconocimiento de las justas exigencias de los pueblos indios.
6.- El EZLN rechazó, el 11 de enero de 1997, la contrapropuesta gubernamental, ratificó su aceptación de la iniciativa de la Cocopa y llamó a ésta a hacer honor a su palabra, a su compromiso con la nación y con la paz, y a hacer valer la independencia y autonomía del Poder Legislativo.
7.- Desde esa fecha, en los medios de comunicación y en los sectores interesados se realizó un amplio debate en el cual la posición gubernamental, que pretendía asustar a la opinión pública con el fantasma de la «balcanización», salió derrotada. Los mejores pensamientos de México, de todo el espectro político, argumentaron y demostraron que en las justas aspiraciones de los pueblos indios no había afán alguno de «separatismo» o «independentismo», sino un reclamo a reconocer e incluir, en la nación mexicana, su ser indígena.
8.- El entonces inminente proceso electoral hizo pasar a segundo plano el problema del incumplimiento gubernamental de los acuerdos de San Andrés y los partidos políticos se desentendieron de la Cocopa, que había sido ya humillada, burlada y desprestigiada por el Ejecutivo federal.
9.- El EZLN mantuvo y mantiene su posición, y en la que coincide el Congreso Nacional Indígena: la autonomía de los pueblos indios no supone separación del Estado mexicano o su fragmentación, sino la inclusión de los habitantes originales de estas tierras como lo que son como indígenas.
10.- Desde el mes de diciembre de 1996, el EZLN ha denunciado una y otra vez que el proceso de diálogo y negociación para una paz digna en Chiapas ha sido saboteado por el gobierno federal. Asimismo, el EZLN ha repetido una y otra vez que mantiene su posición de respaldo a la iniciativa de la Cocopa, de fecha de 29 de noviembre de 1996, como el documento que recoge y cumple algunos de los más importantes acuerdos de San Andrés, firmados por el EZLN y el Ejecutivo federal de febrero de 1996.
El retiro de la contrapropuesta gubernamental no es suficiente, es necesario que la iniciativa de reformas constitucionales elaborada por la Cocopa se convierta en realidad dentro de nuestra carta magna. No se renegociarán los acuerdos de San Andrés.
11.- Desde el inicio de la administración del señor Zedillo, su esfuerzo principal respecto a la guerra en el sureste mexicano ha sido encaminado a destruir a la mediación. Ahora insiste en hacerla a un lado, sea mediante la intervención de la alta jerarquía católica (a través del nuncio Justo Mullor), sea mediante su eliminación física recurriendo al magnicidio (como lo demuestra el atentado del 4 de noviembre). Esta es la verdadera historia de lo ocurrido Hay ahora una nueva campaña gubernamental: la deliberada amnesia del Ejecutivo federal pretende provocar confusión en la opinión pública, trata de presentar al EZLN como el «intransigente» y el que se niega al diálogo cuando, los hechos así lo demuestran, es el gobierno federal, en complicidad con el estado de Chiapas, el que se niega a un diálogo verdadero y profundo para construir soluciones a las justas exigencias del alzamiento zapatista. Frente a esta campaña , y para que lo escuchen todos los desmemoriados, el EZLN repite:
Primero.- Es necesaria la satisfacción plena de las 5 condicionas mínimas, planteadas por el EZLN en agosto de 1996, para el reinicio del diálogo.
A).- Cumplimiento de los acuerdos de San Andrés con la aprobación de la propuesta de la Cocopa para reformas constitucionales en materia indígena, e instalación y funcionamiento, con plena autonomía de las partes, de la Comisión de Seguimiento y Verificación (Cosever).
B).- Una propuesta seria y responsable para llegar a acuerdos en la llamada «Mesa 2» de San Andrés, con el tema «Democracia y justicia».
C).- Libertad a todos los presos zapatistas en el país.
D).- Cese al hostigamiento, las matanzas, los desalojos y persecuciones en contra de los indígenas chiapanecos en el norte, altos, selva, frontera, sierra y costa.
E).- Un comisionado gubernamental con capacidad de decisión, con seriedad y respeto.
Mientras estas 5 condiciones no sean satisfechas, no dialogaremos con el Ejecutivo federal o con sus representantes.
Segundo.- El juego de la aceptación y posterior rechazo gubernamental a la iniciativa de la Cocopa no sólo incumple con los acuerdos firmados por los representantes del Ejecutivo federal y del EZLN en la mesa de San Andrés Sakamach’en de los Pobres, también pone en crisis total la vía de diálogo como método de resolución de la guerra en México.
Tercero.- No es el EZLN el que se niega a dialogar, es el gobierno el que pretende fingir un diálogo mientras apuesta a una solución militar. Como muestra de esta hipocresía están los desalojos y ataques ya cotidianos, protagonizados por guardias blancas y policías (ambas al servicio del ilegítimo Ruiz Ferro) en los municipios de Tila y Sabanilla, en el norte del estado de Chiapas; los asesinatos impunes en el municipio de Chenalhó, en los altos de Chiapas, realizados por escuadrones de la muerte financiados por la Triple Alianza formada por el gobierno del Estado-PRI-Ejército Federal; el constante hostigamiento militar en contra de los indígenas en las comunidades de la selva lacandona; la persecución de zapatistas en las regiones frontera, sierra y costa; y la campaña de mentiras y simulaciones que en los medios de comunicación regionales y nacionales se realizan para atacar a la mediación, a la diócesis de San Cristóbal, a las ONG, a los organismos defensores de los derechos humanos, a los municipios autónomos, y al EZLN.
Cuarto.- Si el Poder Ejecutivo no tiene palabra, y si el Legislativo duda en cumplir la suya, el EZLN sigue pensando que la palabra empeñada y su cumplimiento son medida de la estatura humana.
Quinto.- El futuro de la relación entre la Cocopa y el EZLN no está en poder de los zapatistas. No fuimos nosotros los que la atamos de manos, ni los que nos retractamos de los compromisos acordados, ni los que nos burlamos de los legisladores, ni los que jugamos con el diálogo y la guerra. Los legisladores de la Cocopa tienen un trabajo por hacer. La confianza se gana con hechos y no con declaraciones de prensa. Ellos empeñaron su palabra y su honor. Si no la cumplen, entonces ¿para qué hablamos con ellos?
Y si la cumple, no es con nosotros con quien tienen que hablar, sino con aquel que faltó a su palabra y regatea la paz de los pueblos indios de México: el Ejecutivo federal.
Sexto.- La Cocopa se ha referido, en sus declaraciones a la prensa, a un documento que nos envió. Nosotros no hemos recibido ningún documento oficial de la Cocopa. El canal establecido para entrar en comunicación con el EZLN es la Comisión Nacional de Intermediación (Conai). A través de ésta no hemos recibido nada. No hay contactos directos entre el EZLN y los poderes de la Unión.
Séptimo.- Nosotros estamos dispuestos a reunirnos con la Cocopa en cuanto el Congreso de la Unión apruebe su iniciativa, que cuenta ya con la aprobación del EZLN, y los acuerdos de la Mesa I de San Andrés sean parte de la constitución mexicana.
Octavo.- Los diferentes actores que juegan en torno al conflicto olvidan lo que los zapatistas recordamos desde el 12 de enero de 1994: La construcción de una paz justa y digna para México tiene como actor principal a la sociedad civil.
Hermanos y Hermanas:
Representaciones de las bases de apoyo zapatistas de las regiones de la selva, altos, norte, frontera y costa, a nombre de todos los miembros del EZLN, nos manifestamos hoy para que nuestra voz vuelva a exigirle al gobierno que cumpla su palabra, para demandar el fin de la violencia y la impunidad que nos afecta a todos y llena de muerte a nuestros hermanos del norte y altos de Chiapas, para decirles a nuestros hermanos zapatistas de Chenalhó que no están solos, para recordarles a todos que la reconstrucción de México, su democratización y su renacimiento, pasa también, y necesariamente, por las montañas del sureste mexicano.
¡Democracia!
¡Libertad!
¡Justicia!
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Subcomandante Insurgente Marcos
México, noviembre de 1997.
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