Ejército Zapatista de Liberación Nacional
México.
13 de septiembre de 1997.
A los asistentes al Congreso de Fundación del Frente Zapatista de Liberación Nacional:
Hermanos y hermanas:
A nombre de todos los hombres, mujeres, niños y ancianos, bases de apoyo y combatientes, del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, les damos un gran saludo a todos.
El día de hoy se inician los trabajos del Congreso de Fundación del FZLN.
No son pocas las esperanzas que están pendientes de los resultados de este Congreso.
De todos los rincones de la República Mexicana han llegado las voces y oídos de quienes han encontrado en el nacimiento del Frente Zapatista de Liberación Nacional un reto y una esperanza.
El reto de construir una organización política de nuevo tipo que no luche por la toma del poder.
La esperanza de que esta nueva organización política pueda crecer en todo el territorio nacional y en todos los sectores sociales que luchan por un México con democracia, con libertad y con justicia.
Hace 20 meses, el primero de enero de 1996 y desde las montañas del sureste, vino el llamado para formar esta nueva organización. Era nuestra respuesta a la consulta nacional por la paz y la democracia hecha en agosto de 1995.
La cuarta declaración de la selva Lacandona, lanzada desde los pasamontañas y los fusiles zapatistas, llamaba a formar una organización zapatista civil y pacífica.
Una organización de nuevo tipo que no luchará por el poder sino por una nueva relación entre gobernantes y gobernados. Una organización que promoviera en todo el país el »mandar obedeciendo».
Hoy inicia el congreso de fundación al que llamamos en enero de 1996.
Los zapatistas del EZLN no estamos en este congreso de fundación como participantes directos sino como observadores.
Muchos de ustedes, muchos mexicanos se preguntarán por qué no están los zapatistas dentro del FZLN, dentro de la organización que llamaron a formar.
Muchos se preguntan por qué hemos venido sólo a observar su congreso y no a participar directamente en él. Muchos se preguntan por qué, en los últimos días, hemos declarado una y otra vez que el EZLN no formará parte del FZLN y que seremos dos organizaciones hermanas, pero distintas.
Todo tiene una respuesta.
El responsable de que no estemos junto a ustedes como parte del FZLN es el mal gobierno.
Es el gobierno el que se niega a solucionar nuestras justas demandas. Es el gobierno el que nos obliga a permanecer con el rostro oculto y la mano armada.
Es el gobierno el que nos niega toda posibilidad de una salida política y pacífica, justa y digna, para seguir luchando.
Es el gobierno el que nos mantiene separados. Es el gobierno el que quiere rendirnos con declaraciones de sus funcionarios, diciendo que ya nos vamos a transformar en fuerza política, que ya no hay guerra en el sureste mexicano, que el reto armado de los zapatistas ya no existe.
Es el gobierno el que mintió diciendo que los zapatistas dejaban las armas sin haber conseguido nada y entraban a la vida institucional de la política mexicana.
No es así.
No nos vamos a transformar en fuerza política civil y pacífica, la guerra sigue en el sureste mexicano, y los zapatistas seguimos armados y listos para combatir.
El EZLN continúa desafiando al supremo gobierno con las armas, con la razón y con la historia.
Esta es la verdad, hermanos y hermanas frentistas. En nuestras montañas sigue ondeando el negro del dolor y el rojo del mañana que pinta nuestra bandera.
Y seguirán así hasta que nuestras demandas sean satisfechas y cumplidas, y hasta que la lucha armada se convierta en un absurdo y un obstáculo para la transformación revolucionaria de nuestro país.
Así que el EZLN sigue armado, sigue clandestino, sigue rebelde, sigue viviendo.
Pero no sólo hay zapatistas en el EZLN. No sólo hay zapatistas armados y clandestinos. Hay también zapatistas civiles y pacíficos. Hay también zapatistas en el FZLN y en otras partes.
Cuando llamamos a la formación del FZLN pensábamos que la paz estaba cerca y que nuestra rebeldía tenía que buscar nuevos caminos y formas de lucha para continuar su empecinado andar.
Pensábamos que en poco tiempo estaríamos como ustedes y junto a ustedes. Con la misma rebeldía frente al poderoso, pero sin armas necesarias.
Con la misma dignidad para el mañana, pero sin el rostro escondido por el negro del dolor o el rojo de la sangre. Pero nos equivocamos hermanos y hermanas frentistas.
La paz no estaba cerca. La paz sigue lejana. Antes y ahora el gobierno usó y usa la mentira de una paz que no imagina más que como rendición y castigo.
Pero tampoco podemos seguir deteniéndolos ni pidiéndoles que nos esperen, que no avancen, que no crezcan, que no se hagan grandes, que no se organicen hasta que haya paz justa y digna y el EZLN pueda compartir con ustedes presente y futuro.
No será una fuerza militar la que dirija sus pasos civiles y los ponga en riesgo. Esto no debe ni puede ser así.
En los últimos 20 meses, lo que ahora será el FZLN ha crecido en todo el territorio nacional.
Tiene obreros y campesinos, indígenas, intelectuales, artistas, religiosos, maestros, profesionistas, estudiantes, amas de casa, colonos, pequeños empresarios, desempleados, ancianos, niños, jóvenes, mujeres, hombres, homosexuales, lesbianas.
Tiene a rebeldes y olvidados de todo México y de todos los sectores sociales.
Esta organización rebelde que es el FZLN tiene que seguir adelante, tiene que seguir creciendo, tiene que tener su propio rostro y hacer de la razón, el diálogo y la tolerancia sus armas. Esta organización tiene que acabar de nacerse.
Incluso sin aquellos que la convocaron una madrugada como lo que ya es, como una esperanza.
Llegó pues la hora, hermanos y hermanas frentistas. Tienen que nacerse ya y empezar a caminar sin nosotros dentro de su cuerpo.
Su país, que se llama México, los necesita ya y deben cumplir con el llamado que la historia les hace.
Muchos serán los trabajos que habrán de afrontar. Nosotros sólo les pedimos que agreguen uno.
El de luchar por una paz justa y digna para el EZLN y para todo México.
Por ahora sólo podemos caminar a su lado, sabiéndonos hermanos pero diferentes. Un día llegará en que al vernos al espejo encontraremos borrada ya la herida que nos separa aún y nos lastima con el »nosotros» y el »ustedes».
Ese día va a llegar, que nadie lo dude. Va a llegar simple y sencillamente porque vamos a ganar. Porque la historia la estamos haciendo ya y nos saldrá como debe ser: redonda.
Porque redonda es la tierra que hacemos, redonda es la lucha y redonda es la vida por la que, muriendo, nos naceremos de nuevo junto a ustedes y junto a los que no son ustedes pero luchan por un México mejor.
Es hora de que vuelva a temblar el poderoso porque nace ya el Frente Zapatista de Liberación Nacional.
¡Salud hermanos frentistas!
¡Viva el Frente Zapatista de Liberación Nacional!
¡Viva el Ejército Zapatista de Liberación Nacional!
¡Democracia!
¡Libertad!
¡Justicia!
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Subcomandante Insurgente Marcos
México, Septiembre de 1997.
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