A la prensa nacional e internacional
Damas y caballeros:
Va carta para un poderoso político priísta. No, no me refiero a Zedillo, sino a Fidel Velázquez. Nosotros estamos bien, hace días escuché por radio la noticia del asalto militar a la Embajada del Japón en Perú. El gran Poder internacional decidió un nuevo crimen en tierras latinoamericanas y ordenó el asesinato de los rebeldes de Tupac Amaru (que, no hay que olvidarlo, estaban negociando con el gobierno de Fujimori la solución a la crisis) y de uno de los personajes que se encontraban detenidos. Ustedes recuerdan que se buscaba resolver el problema sin violencia. Pero a tiros entraron los militares. «Operación limpia», dicen los noticieros. Y describen a un Fujimori sonriente y feliz. Y, muy por encima de él, sonríen también los poderes supranacionales que dieron la orden de aniquilamiento. Durante meses, el gobierno peruano fingió que negociaba para buscar una salida pacífica. En realidad sólo buscaba el momento preciso para el golpe. Así son el Poder y sus gobiernos neoliberales, fingen dialogar y negociar, cuando en realidad sólo buscan la oportunidad de ejercer su violencia.
Este nuevo episodio triste para América Latina es un golpe internacional a la vía del diálogo y la negociación como forma de resolver los conflictos.
Se apresuran en sonreír Fujimori y sus patrones. Apresurado fue también el beneplácito de Zedillo. Todavía falta mucha historia por escribir…
¡Y pensar que hay quien dice que debemos esperar, no un ataque, sino el cumplimiento a los acuerdos que firmó el gobierno!
Desde la Embajada del Japón… perdón: desde las montañas del Sureste Mexicano.
El Sup con tanto miedo que hasta diarrea le dio.
México, 25 de abril de 1997.
P.D. QUE SE SUMA, MUUUUY ATERRADA, AL BENEPLACITO. Haciendo gala del miedo que nos caracteriza (y por aquello del «no te entumas»), se han dado órdenes de requisar todos los «beepers» que portan los indígenas de la zona, hemos cancelado todas las suscripciones de comunicación satelital, y una tuza, que cavaba túneles bajo la hortaliza de Don Abel, está siendo severamente interrogada. En fin, de todas formas el desenlace será el previsible: la historia, cansada de andar, se repite.
P.D. QUE ENARBOLA SU PANCARTA EN LA MARCHA.
¡Feliz 1o de Mayo para los trabajadores mexicanos!
¡Infeliz para los que viven a costa de ellos!
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