A la prensa nacional e internacional:
31 de agosto de 1996.
Damas y caballeros:
¿Hay alguien todavía por ahí?, aquí va un comunicado donde se reitera nuestra necedad ¿Nosotros? Bien… todavía. Algunos medios de comunicación nos atacan por un supuesto «largo historial de vetos», el Poder pretende ubicarnos en el papel de los «buenos» (EZLN) contra los «malos» (EPR) y enfrentarnos con la ayuda de alguna prensa, el Ejército federal refuerza sus posiciones y aumenta el número de sus efectivos en la zona, las críticas por las fallas en el Encuentro Intergaláctico son voluminosas y, of course, intercontinentales, el supremo gobierno despliega sus monedas para que «líderes» de organizaciones sociales indígenas y campesinas malbaraten la dignidad de movimientos otrora independientes, los pueblos zapatistas se declaran hartos de la falta de resultados concretos en el diálogo, nuestros «aliados» se olvidaron ya de lo hablado en el foro especial y, satisfechos con la foto, ahora están muy ocupados en definirse para el 97, el discurso «duro» del gobierno atemoriza y provoca parálisis en la sociedad, la impresora se descompuso. Durito no está, y, por si fuera poco, el Olivio se ha enojado conmigo porque su balón de futbol se ha ponchado.
En fin, todo indica que triunfaremos. ¿O alguien lo duda?
Desde las montañas de Numancia.
Subcomandante insurgente Marcos.
México, agosto de 1996.
P.D. Que confiesa sus desviaciones. Cuando Roque Dalton escribía que era posible llegar «a la revolución por la poesía», la dirección del ERP salvadoreño planeaba el asesinato del poeta guerrillero por «desviaciones» y «agente enemigo». Hoy, la antigua y «revolucionaria» dirección del ERP hace alianzas con la criminal derecha salvadoreña, y desde la tumba Roque sigue maldiciendo al Poder y caminando a la revolución por la poesía ¿Alguna semejanza? Además, creo que para ser sólo unos poetas, hemos dado ya bastantes problemas al Poder ¿o no?
P.D. Marina. Tantos caminos como hay y ninguno que me lleve a Roma. ¿No es una lástima?
31P.D. Que pide disculpas. Sí, ya sé que son muchas cuartillas las que ahora mandamos. Pero tenemos la amarga sensación de que, si no decimos ahora esto, entonces ya no lo haremos nunca..
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