Al Semanario Nacional «Proceso»:
Al Periódico Nacional «El Financiero»:
Al Periódico Nacional «La Jornada»:
Al Periódico Local «Tiempo» de S.C.L.C, Chiapas:
30 de Junio de 1995.
Señores:
Va comunicado y cartas a sus respectivos destinatarios. Se nos fue junio después de estar jugando a que se hacía mayo y se hacía Julio. Por cierto, de acuerdo a la «eficiente» PGR, en este mes de junio sería mi cumpleaños y, siempre según las complicadas computadoras de la PGR, cumpliría 38 años.. Declaro solemnemente que no he recibido (todavía) ni un sólo centenario de oro de los 38 a los que tendría derecho. Camilo se ríe y dice que cuáles-38-si-pareces-de-83. Bueno, entonces que sean 83 centenarios de oro o su equivalente en UDI’s.
Vale. Salud y a ese rompecabezas, digo yo, lo que le falta para armarlo es… vergüenza.
Desde las montañas del Sureste Mexicano
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, Junio de 1995.
P.D. QUE CUENTA QUE YA REGRESO DURITO Y DE OTROS INFELICES (PARA MI) SUCESOS.
– No, no y no -le respondo a Durito que ha iniciado la plática con la reseña de que se le apareció el tal Merlín, con rostro de calaca y cuerpo de huesuda, para revelarle el secreto del encantamiento de la Dulcinea de La Lacandona.
– ¿Por qué dices «no» si todavía no sabes lo que te voy a pedir? -pregunta Durito.
– Porque yo ya conozco esa historia de la II Parte del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha, donde Merlín le dice a Sancho Panza que debe darse tres mil y trescientos azotes en las pasaderas.
Y entonces yo recuerdo no al ruco de Sancho, o al alado «Clavileño Alígero»… cuyo nombre conviene con el de ser de leño, y con la clavija que trae en la frente, y con la ligereza con que camina; y así, en cuanto al nombre, bien puede competir con el famoso Rocinante»(1), sobre el cual derrotara el noble caballero al gigante y encantador Malambruno, sino a las monturas que hube de padecer en anteriores derroteros: El «Salvaje», que era como su nombre lo indica y que se daba en enrumbar al monte tupido cuando quería librarse de su montura, o se tiraba en el suelo y se zafaba de fuste y carga cuando ambas lo hastiaban.
El «Puma», famélico caballo, tan flaco como un perchero que apenas servia para acompañar a los otros, y que, según cuentan, murió de melancolía en un potrero. El «Choco», que si la antigüedad valiera grados militares, comandante fuera. Caballo viejo y noble que, sin ojo diestro, con el izquierdo se las arreglaba para librar acantilados y lodazales, que en tales abundaban las rutas de entonces. El «Viajero», burro de paso alegre y avivado. El «Tractor», macho de brillante negro y paso acomedido y elegante, un caballero en los cerros de piedras planas de loma y promesas de resbalones y caídas….
P.D. QUE MUESTRA COMO LA CRITICA Y AUTOCRITICA ¿FORMAN?.
– Una nube perezosa se recuesta entre los árboles y la luna la horada con miles de blancos alfileres. Algún cocuyo, que olvidó que ya es junio, serpentea dubitativo entre la hoguera y el rojo gris de los cigarros. Una madrugada cualquiera, una montaña cualquiera, unos hombres cualquiera y… ¿un escarabajo?
– Tienes un escarabajo en el hombro -me dice Camilo. Yo no me inmuto y respondo con:
– Y Tú tiene una garrapata en el cuello y mi otro yo una araña en la oreja, y yo no digo nada. Además no es un escarabajo, es un lorito que habla en francés…
Durito me mira sorprendido, pero no se intimida y, consecuente, empieza recitar:
«¡Me pauvre muse, hélas! qu` as-tu done ce matin!
Tes yeuxx creux son peuplés de visions nocturnes,
Et je vois tour á tour refléchies dut ton teint
La folie et l`horreur, froids et taciturnes».(2)
Y luego agrega, contundente:
«¡No somos 10 ni somos 100,
somos como 3,
cuéntenos bien!».
Se está reuniendo la «célula» de tres y Durito ha decidido aportar su necedad de que la naturaleza imita al arte y se suma a la sesión.
– ¿No eran 4 los 3 mosqueteros? -me pregunta Durito cuando me opongo a que asista a la reunión de la célula…
Yo asentí y Durito tomó la afirmación como aprobación y aquí estamos… Los 3 que somos 4.
El primer punto del orden del día es ponerle nombre a la célula de estudio político y actividades culturales. En honor a Etore Scola nos autodenominamos «Sucios, Feos y Malos». Pero hubo protestas, Camilo dijo que Sucios y Feos puede ser, pero lo de malos era una visión simplista y maniquea. Camilo proponía cambiar «malos» por «groseros» y quedó «Sucios, Feos, Malos y Groseros». La crítica y la autocrítica suelen provocar un profundo silencio que devela una complicidad.
Pero hoy hay mucho zancudo, anuncio de lluvia, y nadie quiere separarse del fuego y del humo, así que mi otro yo empieza una sesión que promete ser como diálogo entre el ezetaelene y el supremo: «Yo me autocritico que fui por la leña cuando le tocaba al Sup y de esta forma fomento su hueva y que se haga pato con sus historias de escarabajos y caballeros andantes». Yo me mantengo ecuánime y respondo con un conciliador; «Yo me autocritico de que siempre recojo las cosas que deja tiradas mi otro yo y fomento de este modo su desidia, flojera y desmadre». Camilo no critica ni autocritica, sólo se divierte al escuchar cómo mi otro yo y un servidor intercambiamos críticas disfrazadas de autocríticas. Ahí nos hubiéramos pasado la noche entera si no es porque empieza a llover la leña se moja, se apaga el fuego…
El nombramiento del secretario de la célula quedó pendiente porque Durito, es decir el lorito, alegó que había que depurar el padrón electoral….
P.D. QUE DECLARA: Acuso recibo de una libreta de apuntes (que dicen que mandaron desde abril) con una reproducción, en la portada, del óleo de Pablo Picasso titulado «Mujer con pelo amarillo». En la primera página se lee: «Para sonetos y cualquier otra cosa.. Cuídate mucho».. Yo estrené el cuaderno con lo siguiente: «Si yo supiera escribir sonetos no me habría alzado en armas, y si me cuidara mucho no estaría acá. Firma del Sup», y pasé a usar el cuaderno para «cualquier otra cosa».
Vale de nuez. Salud y, si los ojos brillan, ¿qué importa que la noche nos ahogue?
El Sup apagando las velitas del pastel, nomás pa’ mostrar que todavía sopla… (Durito dice que no se vale apagar las velitas con estornudos. Yo le dije que no se valen pasteles de lodo nomás por hacerle el caldo gordo a la pe-ge-erre.)
(1) Capítulo XI. «De cosas que atañen y tocan a esta aventura y a esta memorable historia».
(2) «La Muse Malade» en «Les Fleurs Du Mai». Charles Baudelaire…
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