18 de junio de 1995
A María Luisa Tomasini:
Periódico Tiempo, San Cristóbal de Las Casas
Abuela:
Recibimos su carta del 9 de junio de 1995. Por supuesto que ha sido aceptada como «abuelita» de todos nosotros. Agradecemos su apoyo. La edad no es impedimento para luchar por la democracia, la libertad y la justicia en el mundo. El único impedimento es la falta de vergüenza y de dignidad. Para estar con nosotros no se necesita ser joven sino ser humano, así que no hay que apenarse por la edad (yo, por ejemplo, tengo ochenta y seis años y ya ve usted, soy más joven que Fidel Velázquez). Después de todo, la edad no es más que un montón de calendarios guardados en la piel… pero no en el corazón.
Vale, abuela. Salud y que las lágrimas sean, un día, motivo de risa.
Desde las montañas del Sureste mexicano
Subcomandante Insurgente Marcos
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