Noviembre 2012.
Centro de Análisis Multidisciplinario FE-UNAM.
Ciudad Universitaria. UNAM.
Ni empleo, ni mejora para los trabajadores durante la gestión de Felipe Calderón: 58% de los empleos se generan en la economía informal, sin recursos de los empresarios ni del gobierno mexicano.
El INEGI encubre la desigualdad.
En este Reporte de Investigación 103, el Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM da a conocer cifras sobre desempleo y empleo informal en México durante el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), construidas con base en la XIII y XV Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo, emprendidas por uno de las máximos referentes internacionales en este campo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Estas cifras contienen diferencias significativas con aquellas que actualmente se difunden por medios oficiales, ya que al seguir una metodología acorde con la OIT se refleja el escenario de la realidad del mercado de trabajo, misma que ocultan las tasas que divulga el gobierno cada vez que las utiliza como referente en temas para los cuales no fueron construidas. Como ejemplo de ello está el glosario de términos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, en donde el INEGI reconoce que su concepto de desocupación “no sea, ni pretenda ser, la magnitud que exprese cuánta gente necesita trabajar en un lugar y momento determinados o la medida de cuán grande es el déficit de oportunidades laborales”. Atendiendo a la necesidad de medición real de desempleo y empleo informal acorde a estándares internacionales obtenemos los siguientes resultados para el tercer trimestre de 2012:
A días de que termine el sexenio de Felipe Calderón, mismo que se autodenominó el presidente del empleo, un breve balance sobre desempleo y empleo informal en México de 2006 a 2012 refleja lo contrario a dicho slogan, y que ante el grave panorama económico y bajas salariales, las familias mexicanas han tenido que buscar alguna actividad que mejore sus ingresos en la economía informal, siendo ésta la de mayor peso en la generación de empleos durante el sexenio. No fue ni será reconocido como “el presidente del empleo”.
En este Reporte de Investigación 103, mostraremos cifras sobre el desempleo y el empleo informal construidas con base en la XIII y XV Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Éstas contienen diferencias significativas con aquellas que actualmente se difunden por medios oficiales. Como se mostrará a lo largo de este reporte, dichas cifras oficiales han encubierto la grave situación laboral que permea en nuestro país y que se han dado a conocer siempre sobre la base de dos confusiones. La primera de ellas es, como el mismo INEGI reconoce, es que la Tasa de desocupación que calcula no mide ni pretende medir el desempleo. Por esta razón presentaremos en este reporte la construcción de una auténtica Tasa de Desempleo en México. La segunda confusión estriba en la medición del empleo informal. El INEGI siempre reporta la tasa de trabajadores en el subsector informal de los hogares, pero ésta resulta igualmente incompleta para hablar del empleo informal, porque excluye a quienes trabajan en “Negocios no constituidos en sociedad”, que también forman parte del empleo informal. Por tanto, ambas categorías deben contabilizarse juntas para aproximarse a una cantidad que realmente represente al total de empleo informal, tanto en empresas como en hogares, sobre todo porque el empleo informal en las empresas llega a constituir una cantidad igual o mayor que aquel que puede encontrarse en el sector de los hogares.
Procederemos en dos momentos en este reporte. En el primero presentamos un breve balance sobre las cifras a nivel nacional de desempleo y empleo informal. En el segundo momento realizaremos un mapeo, estado por estado, del desempleo de 2006 a 2012. Los detalles de la metodología en la construcción de las cifras que a continuación se presentan pueden consultarse en el Anexo a este reporte.
En contraste con las cifras oficiales de desocupación, las cifras elaboradas con una metodología acorde a la OIT sobre desempleo y empleo informal son las siguientes:
Tomando como base una metodología acorde a la OIT –que el CAM ha difundido desde 2008– tenemos que para el tercer trimestre de 2012, la tasa de desempleo es de 15.1% y la población desempleada es de 8 millones 671 mil 062 personas con interés en trabajar y sin tener empleo. Para este mismo periodo, el INEGI calcula una tasa de desocupación de 5.2% y una población desocupada de 2 millones 646 mil 675 personas. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, el cálculo del INEGI, la tasa de desocupación, excluye a las personas que aunque tengan interés en trabajar no buscaron activamente un empleo en el último mes ya que, o no creen encontrarlo o se cansaron de buscar trabajo. Es decir, el INEGI excluye de la desocupación a quienes tienen un panorama laboral incierto y a quienes sufren de una situación crónica de desempleo, el problema es que esta población desempleada constituye más del doble de la población que el INEGI reporta como población desocupada. Cuando el gobierno habla de desempleo y utiliza la Tasa de Desocupación de INEGI, está ocultando al 69% de la población que en realidad está desempleada.
Un contraste entre ambas mediciones, la tasa de de desocupación de INEGI, y la Tasa de Desempleo calculada con una metodología acorde a la OIT se presenta en la Gráfica 1. Puede observarse fácilmente la proporción de desempleo que se encubre cuando no se utiliza un procedimiento adecuado.
Durante todo el periodo descrito existe una diferencia de al menos diez puntos porcentuales entre ambas cantidades. Como ejemplo, mientras la desocupación llega a su punto más alto durante el tercer trimestre de 2009 con 6.2%, para el mismo periodo el desempleo total es del 16.0%. Análogamente, la tasa de desocupación en el cuarto trimestre de 2010 reportaba apenas un 5.3% mientras la tasa de desempleo llegaba a su nivel más alto con 16.4%, cifra que refleja la situación de deterioro en el mercado laboral durante ese año no sólo por el nivel en términos absolutos, sino además considerando que el cuarto trimestre es siempre el que debería reportar menores niveles de desempleo debido a que en él se encuentra la temporada de fin de año y con ello el incremento generalizado de la actividad económica. Aun con ello, el cuarto trimestre de 2010 llegó a un nivel de desempleo que afectó a una sexta parte de la población que se encontraba disponible para trabajar y sin embargo no conseguía empleo.
Pero el aspecto más importante de esta forma de medir el desempleo no es solamente la obtención de las tasas, sino de las cifras absolutas de la población desempleada como podemos ver en la siguiente Gráfica 2.
Al tercer trimestre de 2012 en México había una población de 8.7 millones de personas desempleadas, lo cual contrasta fuertemente con los 2.6 millones de desocupados que reporta el INEGI.
La otra cara del desempleo y los bajos salarios (pueden consultarse los otros Reportes de Investigación del CAM sobre el poder adquisitivo del salario) es el empleo informal. Éste se ha mantenido durante todo el sexenio en niveles altos, oscilando entre el 53.5% y el 55.8% como se puede observar en la Gráfica 3. Ante un escenario como el de México, en donde la Industria sólo es capaz de absorber a una proporción relativamente baja de trabajadores, y con las remuneraciones y condiciones laborales que ofrece, la gente prefiere el camino de la informalidad, que le permite ingresos de la misma magnitud pero sin tener que someterse a las restricciones del trabajo formal, pero igualmente precario.
Al tercer trimestre de 2012, el porcentaje de la población ocupada que se encontraba empleada informalmente fue del 54.5%. En general, durante el presente sexenio el empleo informal ha constituido más de la mitad de la población ocupada. Aún el valor más bajo de esta tasa, el 53.5% en el cuarto trimestre de 2008 y 2010, son valores que muestran claramente cómo en nuestro país, el panorama dominante en el empleo es el de la informalidad. Estas cifras contrastan con las ya de por sí altas tasas que el INEGI reporta sobre la población ocupada en el subsector informal de los hogares. Sin embargo, las cifras del INEGI excluyen a los ocupados en los “negocios no constituidos en sociedad”, que también forman parte del empleo informal, por lo que éstos deben ser contados. Con lo anterior se hace nuevamente necesario mostrar también las cifras absolutas de la población empleada informalmente (ver Gráfica 4). La población ocupada en los negocios no constituidos en sociedad es aproximadamente de la misma magnitud que la población ocupada en el subsector informal de los hogares, por ello cuando el gobierno informa utilizando las series de INEGI que los omiten, oculta el 50% de los niveles de empleo informal. Si los incluimos, la cantidad de población empleada informalmente queda de la siguiente forma:
Ahora bien, si tomamos como referencia el inicio y el final de nuestro periodo de estudio, esto es, del cuarto trimestre de 2006 al tercer trimestre de 2011 (último trimestre del cual se han publicado resultados actualmente), podemos sintetizar el comportamiento de estas variables en la siguiente tabla 2.
En la población ocupada, las personas empleadas en los “negocios no constituidos en sociedad” (parte del empleo informal) creció en 5.1% mientras que la del subsector informal de los hogares lo hizo en un 24.7%. En conjunto, el empleo informal creció 14.7%, durante todo el sexenio, en comparación con el 13.7% que reportó de crecimiento la población ocupada total. Es decir, la economía informal fue la principal causa de crecimiento del empleo en este sexenio. De las 5 millones 886 mil 111 personas que se incorporaron a la población ocupada, 3 millones 411 mil 538 fueron empleadas informalmente, esto es, el 58% de los nuevos empleos de este sexenio fueron en la economía informal. Actualmente, hasta el cierre del tercer trimestre de 2012, de los 48.7 millones de la población ocupada en todo el país, 26.6 millones lo hacían en la economía informal, lo que representó un aumento de 3.4 millones de personas más en la informalidad respecto al inicio del sexenio.
Por otra parte el desempleo ha crecido en el sexenio en un 32.7%, aumentando en 2 millones 176 mil 214 personas, siendo hasta ahora un total de 8 millones 671 mil personas desempleadas en México.
Durante lo que va del sexenio de quien en campaña se auto nombró “el presidente del empleo”, sólo dos cosas resultan claras; el crecimiento del desempleo a niveles nunca antes vistos por una parte, y por la otra, que lo poco que creció la ocupación en México fue debido principalmente a la economía informal y no a algún otro tipo de impulso, ni empresarial ni estatal.
A continuación, en la Tabla 3 mostramos el seguimiento, estado por estado, de los niveles de desempleo en México con base en la metodología desarrollada por el Centro de Análisis Multidisciplinario y acorde a la OIT.
Con estas cifras hemos elaborado los mapas que se presentan en esta sección. Antes de pasar a ellos mencionaremos la manera de interpretar el esquema general de los mismos; en la esquina superior derecha se encuentra su título en donde lleva además el número del trimestre al cual hace referencia, hemos escogido el cuarto trimestre de cada año, entre otras razones, porque es en el que se presenta mayor actividad económica durante el año y por tanto al que no le es imputable algún otro desajuste en cuanto a que el ciclo anual de la economía permita ver algún escenario de las peores condiciones, en el caso de 2012 se utiliza el tercer trimestre dado que es el último disponible a la fecha en que se redacta este reporte; en la esquina superior izquierda se encuentra la escala de colores utilizada, que va desde un verde muy claro para aquellas tasas de desempleo menores al 8% y que va incrementándose a dos puntos porcentuales por vez, hasta llegar al color vino para aquellos estados que tengan tasas de desempleo mayores al 22%; del lado derecho al mapa hay una columna que se preserva siempre en el mismo tamaño y está compuesta por 32 secciones, una por cada estado de nuestro país, y la forma en que se encuentra coloreada corresponde a una construcción de abajo hacia arriba en la que cada una de esas 32 secciones de la barra se va coloreando de acuerdo al número de estados que se encuentran en el rango del color correspondiente, por ejemplo en 2006, el que hasta arriba de la barra sólo haya una pequeña franja roja quiere decir que sólo un una pequeña porción de los estado se encontraba en niveles mayores a 18% de desempleo y el resto se encontraba por debajo de este rango.
Es de hacer notar que en 2006, los estados de la zona fronteriza norte (Baja California Norte, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Monterrey y Tamaulipas) se encontraban dentro de los niveles bajos y medios de desempleo –sólo en la medida en que se les compara con el resto del país, ya que sea cual fuere el estado, no hay alguno que se salve de tener altos niveles de desempleo (por encima del 6%) – situación que se modificará drásticamente para los años siguientes, en especial para 2010, que es el año en que se registran los mayores niveles de desempleo, vinculados con la crisis económica en Estados Unidos que comienza en 2007 y que repercute de manera directa en aquellos estados dada la profunda dependencia de su industria con el mercado exportador hacia aquel país.
Al ver la secuencia para los años 2008 y 2009, puede apreciarse claramente, en principio un oscurecimiento de la barra derecha, que en 2009 comienza a presentar los niveles más altos de desempleo, y a la vez una tendencia al enrojecimiento principalmente de la zona fronteriza además de Guanajuato y Querétaro. Al contrastar 2007 con 2009 puede apreciarse este cambio tan drástico en aquellos estados, pero ya no sólo, sino que la tendencia se ha generalizado hacia la mayor parte del territorio mexicano, quedando en niveles similares a los de 2007 sólo los estados de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Quintana Roo, Yucatán y Campeche. Para 2010 las zonas rojas incorporan también a los estados de Michoacán, Veracruz y Tabasco. Esta tendencia coincide con la manera en que se redujo la actividad exportadora en los estados de la frontera desencadenando la baja en los ingresos, ya sea por ocupación parcial o por desempleo. Para 2011, la tendencia en los altos niveles de desempleo se mantuvo en todos estos estados, ocurriendo casos similares en todos aquellos en donde se extendieron las zonas rojas y otro tanto con aquellos que venían de por sí con niveles altos de desempleo y al llegar la crisis, los llevó una aguda crisis en este rubro, estos son los casos de Durango, Guanajuato y Zacatecas (ver mapa de 2011).
Esta secuencia que corre a partir de los mapas puede verse en analogía clara con escalas de temperatura. Resulta particularmente importante que ante estos escenarios de desempleo, que si bien no son determinados por una política gubernamental, tampoco hayan sido atendidos por el gobierno mexicano, y más aún, que sea la franja de la frontera norte, los estados en donde el empeño más grande del gobierno en sus tres niveles, federal, estatal y municipal, se encuentre de manera conjunta encaminado a la militarización del territorio más como medida de contención social que como lucha contra el crimen; baste ver que es también en esos estados donde la población que le resulta sobrante a la acumulación de capital, ahora no sólo engrose las filas del ejército industrial de reserva, sino también de aquellos a los que llaman falsos positivos, bajas civiles que no tienen que ver con el crimen organizado y que han sido considerados como “desechables” en la llamada guerra contra el narco.
Es éste pues el panorama que Felipe Calderón, el Presidente del desempleo y la informalidad, después de los seis años de su gestión en México deja al país en la peor situación de estabilidad laboral en la historia.
Una burla para los mexicanos el aumento al salario mínimo. Con los pocos dineros de fin de año las familias hacen un gran esfuerzo para poder estirar su gasto. En este fin de año, los trabajadores destinarán el 44 por ciento del pago de aguinaldo para cubrir deudas, el 25 por ciento para alimentos y el resto 31% para pago de servicios, ropa y calzado entre otros. Que en comparación con destino de los ingresos de los trabajadores de su aguinaldo para el año 2009, el monto destinado al pago de deudas se incrementara 2% con respecto al año anterior y el rubro más castigado será el de los alimentos. Lo anterior se debe a que aun la mayoría de los trabajadores que contaran con la prestación de aguinaldo se encuentran recomponiendo sus niveles de ingreso por los efectos de la crisis reciente. Actualmente casi 18 millones 180 mil de trabajadores percibirán un ingreso extra por concepto de aguinaldo, significando un impacto en 72 millones 720 mil personas, que de manera directa o indirecta tendrán que establecer una política familiar para hacer rendir sus ingresos. También es necesario mencionar que 26 millones de personas en el país se encuentran en el empleo informal y que no cuentan con dicha prestación de ley. En los últimos 30 años, la mayoría de los trabajadores ha bajado el consumo de tortilla, pan blanco y leche, porque dicha percepción es insuficiente.
También las familias mexicanas con esa mínima percepción mensual, que en el país las más alta es de 63 pesos con 33 centavos, apenas pueden comprar algunos alimentos y pagar servicios como agua, luz y teléfono.
Por lo que las familias mexicanas han tenido que establecer medidas para hacer rendir sus ingresos, sacrificando algunos bienes y compras de alimentos. ¿Cuántas mujeres en México recibirán aguinaldo? El número de hogares mexicanos encabezados por mujeres en el país ha aumentado, hoy más miembros de las familias mexicanas tienen que buscar empleo para hacer frente a las condiciones económicas del país. El aumento de la pobreza y con los de por sí bajos salarios, ha obligado a l@s trabajador@s a buscar otras fuentes de ingreso. En 2005 el total de hogares mexicanos que eran encabezados por mujeres era del 23.1% lo que representó 5.7 millones de hogares, para el año 2008 el 25% de los hogares eran encabezados por mujeres, lo que representó 6 millones 705 mil 434 hogares. Para el año 2012 se estima que el porcentaje de hogares encabezados por mujeres es del 29.5% lo que representa 8 millones 104 mil hogares. Los hogares encabezados por mujeres en el país que recibirán aguinaldo para 2012 es de 4 millones 700 mil hogares.
A. La Metodología de medición del Desempleo y el Empleo Informal en México.
De forma permanente, el gobierno ha encubierto las cifras reales de desempleo en México. La metodología utilizada por el INEGI para medir la Tasa de Desocupación no es pertinente para conocer realmente el desempleo. Durante años se ha considerado en las instituciones oficiales el término desocupación para deslindarse de la responsabilidad de medir auténticamente el desempleo. Las consecuencias de este quid pro quo son graves para una medición real del panorama laboral en México. Y por tanto, para conocer mejor las verdaderas causas del Desempleo y así hacer posible construir una política económica y social de empleo digno. Por tales motivos, en primer lugar explicamos cómo se mide la desocupación en México , y posteriormente expondremos la manera en que debe ser construida una Tasa de Desempleo Total (TDT) acorde con parámetros de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y que será presentada en esta sección, de manera que quien lea, sepa cómo se construyeron las cifras.
La concepción metodológica que define la Tasa de Desocupación en México la elabora el INEGI. La Tasa de Desocupación está calculada con los datos absolutos obtenidos en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (en adelante ENOE ) en la cual de la población de 14 años en adelante se les clasifica en las siguientes categorías:
Esquema 1. Estructura de la Población en México de Acuerdo a la ENOE
La forma en que el INEGI calcula la Tasa de Desocupación, es dividiendo a la Población Desocupada entre el total de la Población Económicamente Activa, y multiplicando el cociente por cien.
Es importante recordar que de acuerdo a las resoluciones de La Organización Internacional del Trabajo (OIT): “La población desempleada está compuesta por personas mayores de una edad especificada que no aportan su trabajo para producir bienes y servicios, pese a encontrarse disponibles. Cuando se calcula con respecto a un período de referencia corto, este concepto engloba a todas las personas que no tienen empleo y que durante el período de referencia habrían aceptado un empleo adecuado o puesto en marcha una empresa si se les hubiese presentado la oportunidad, y que en el pasado reciente buscaron activamente formas de encontrar empleo o poner en marcha una empresa.”
Y por otra parte:
“En situaciones en que los medios convencionales de búsqueda de empleo son insuficientes, en que el mercado laboral está bastante desorganizado o es de alcance limitado, en que la absorción de la mano de obra es, en el momento considerado, inadecuada, o en que la fuerza de trabajo está compuesta principalmente por personas con empleo independiente, la definición estándar de desempleo dada en el subpárrafo 1) anterior puede aplicarse suprimiendo el criterio de búsqueda de empleo.”
Por tanto, siguiendo la definición de desempleo de la OIT, tendríamos que integrar una nueva tasa que incluyera realmente a la totalidad de desempleados (y no sólo de desocupados) con interés en trabajar y de esta forma, un indicador más apegado a la realidad actual del mercado laboral en el país. A esta tasa la llamaremos Tasa de Desempleo:
La aclaración tiene más de un sentido. En primer lugar la “informalidad” suele asociarse con una concepción fuertemente arraigada al sentido común y que nos trae a la mente el “comercio informal”. Esta idea es incorrecta, pero cabe decir aquí que el INEGI clasifica a dicho comercio bajo el rubro de “comercio no estructurado”. En segundo lugar, también es común el hecho de pensar que el empleo informal es aquel que sólo ocurre en el subsector informal de los hogares, esta idea es imprecisa porque –al igual que en el desempleo– no cuenta a la totalidad del empleo informal y con el concepto que hace referencia a solamente una de sus partes, se quiere presentar (u ocultar) su magnitud total. Por esta razón es necesario distinguir lo que la OIT llama “Economía Informal” y lo que el INEGI llama “Sector informal”.
Cada año, el INEGI da a conocer al público usuario los resultados de la “Cuenta Satélite del Subsector Informal de los Hogares”, que constituye una ampliación de las Cuentas por Sectores institucionales. En ella se habla primordialmente del subsector informal. Para su elaboración se utiliza, solamente en parte, la definición aprobada en la XV Conferencia de Estadísticos del Trabajo de la OIT: “El Subsector Informal está integrado por todas aquellas empresas no constituidas en sociedad que forman parte del Sector de los Hogares, dedicadas a la producción de bienes o servicios, con la finalidad primordial de generar empleo e ingreso para las personas implicadas.”
De acuerdo a dicha definición podemos darnos cuenta entonces que no sólo se refiere al ambulantaje, sino a aquellas unidades no constituidas en sociedad pero que además se encuentran en el sector de los hogares. Sin embargo, la OIT llama Economía informal (y no sólo sector informal) a un espectro más amplio de actividades, como lo podemos observar en el Cuadro A1 que incluimos a continuación y que es un extracto del Informe VI de la Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT realizada en 2002 (ver Cuadro A1).
BREVE DESCRIPCIÓN Y EXPLICACIÓN:
En la “Matriz: un marco conceptual para la economía informal” se tiene en las filas una clasificación según el tipo de unidades económicas: empresas del sector formal, empresas del sector informal, hogares. En las columnas están los puestos de trabajo según su situación en el empleo: los trabajadores independientes, los empleadores, los trabajadores familiares auxiliares, los asalariados, y finalmente, los miembros de cooperativas de productores. Las casillas en gris oscuro, son aquellos tipos de trabajos que por definición no existen, y las casillas en gris claro son aquellos tipos de puestos de trabajo que no son relevantes para el estudio de la economía informal. Ahora bien, todos los cruces que se encuentran numerados, de las casillas del 1 al 10, son los que constituyen la Economía Informal: Casillas 1 y 5: Trabajadores familiares auxiliares: sin contrato de trabajo ni protección jurídica o social que se derive del propio puesto, en empresas formales (casilla 1) o empresas informales (casilla 5) (Los trabajadores familiares con contrato de trabajo, sueldo, protección social, etc., se considerarían trabajadores en el empleo formal). Casillas 2, 6 y 10: Trabajadores que tienen puestos de trabajo informales, ya se encuentren en empresas formales (casilla 2) o informales (casilla 6) o se trate de trabajadores domésticos remunerados empleados en hogares (casilla 10). Casillas 3 y 4: Trabajadores independientes (casilla 3) y empleadores (casilla 4) que poseen sus propias empresas informales. El carácter informal de sus trabajos se desprende directamente de las características de las empresas que poseen. Casilla 7: Trabajadores empleados en empresas informales pero en puestos formales. (Ello puede ocurrir, por ejemplo, cuando las empresas se definen como informales basándose únicamente en el criterio del tamaño.) Casilla 8: Miembros de cooperativas de productores informales. Casilla 9: Productores de bienes para su propio uso final en sus hogares.
En resumen, lo que el INEGI reporta como subsector informal de los hogares es lo contemplado sólo en las casillas 9 y 10 y no contempla las otras ocho, por lo que no es correcto tomar sólo al subsector informal de los hogares como una medida general de la Economía informal, y por tanto, del Empleo informal. A partir de la ENOE, sin embargo, se puede realizar una aproximación a lo que la OIT llama economía informal. Lo anterior podemos lograrlo contando tanto a la población ocupada en el subsector informal de los hogares, como a la ocupada en el sector de las empresas bajo el rubro de “negocios no constituidos en sociedad” (empresas informales). Con esto lograríamos la contabilización de ocho de las diez casillas de la definición de la OIT. A las series así construidas las llamamos población empleada informalmente y al porcentaje que ésta representa del total de la población ocupada la llamamos tasa de empleo informal.
Fuentes:
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo: ENOE, Una Nueva Encuesta para México. Varios años, 2005-2011
OIT, Conferencia Internacional del Trabajo, 90.a reunión 2002. Informe VI. El trabajo decente y la economía informal.
OIT. XV Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo. Informe III. Estadísticas del empleo en el sector informal (documento ICL//III), 19 al 28 de enero. Ginebra, Suiza, 1993.
Organización Internacional del Trabajo. OIT Página de entrada > Actividades > Estadísticas y bases de datos > Introducción y temas. http://www.ilo.org/global/What_we_do/Statistics/topics/Employment/lang–es/index.htm. Consultada el 28 de marzo de 2008.
Organización Internacional del Trabajo. OIT. Resolución sobre estadísticas de la población económicamente activa, del empleo, del desempleo y de subempleo, adoptada por la decimotercera Conferencia Internacional de Estadígrafos del Trabajo (Octubre de 1982).
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En Brasil és una verguenza, también! En Latino America como todo! El gobierno de isquierda en Brasil,lo cual creí y elegí, és una broma! Salir en las calles de las ciudades brasileñas és ver la realidad!Mi apoyo al EZLN!
Saludos e gracías,
Alexandre
Comentario de Alexandre Collares Baiocchi — diciembre 13, 2012 @ 11:31 am
¿Como podemos demostrar lo siguiente?
“En situaciones en que los medios convencionales de búsqueda de empleo son insuficientes, en que el mercado laboral está bastante desorganizado o es de alcance limitado, en que la absorción de la mano de obra es, en el momento considerado, inadecuada, o en que la fuerza de trabajo está compuesta principalmente por personas con empleo independiente, la definición estándar de desempleo dada en el subpárrafo 1) anterior puede aplicarse suprimiendo el criterio de búsqueda de empleo.”
Demostrandolo podríamos tener con certeza que la tasa de desocupación esta mal calculada
Comentario de Jaime Cruz — marzo 8, 2017 @ 4:28 pm