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Palabra del Ejército Zapatista de Liberación Nacional

Dic012006

Comienza la huasteca potosina, última etapa de la gira de la Comisión Sexta. 26 de Noviembre.

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Con adherentes en La Palma

Fotografias

Transcripciones

La Palma, Tamasopo, Huasteca potosina
Reunión de adherentes

26 de noviembre del 2006

Buenas tardes compañeros, compañeras. Agradecemos a las autoridades tradicionales y a los de bienes comunales también que nos hayan invitado, desde que estábamos allá en la ciudad de México.

Nosotros queremos contarles, así con palabras sencillas, cómo vemos pues nuestro país. Nosotros también somos indígenas, pero estamos en otro estado que se llama Chiapas. Y como explicó un compañero, pues somos de raíz maya. Así como explicó el compañero que su pueblo indígena escogió aquí para vivir, pues el nuestro escogió allá, pero también en montañas como ésta, igual.

Y entonces, lo que nosotros vimos allá, según estábamos viviendo, pues es que de por sí nos avientan a los peores lugares a los indígenas. Desde que llegaron los españoles, pero también cuando fue la guerra de independencia, como quiera, quedamos arrinconados. Y cuando fue la revolución mexicana, también quedamos arrinconados.

Y vimos pues que el rico nos desprecia por cómo hablamos nuestra lengua. Mi gente es gente indígena pues, no habla español. La mayoría habla pura lengua indígena. La mayoría no fue a la escuela nunca. A la escuela del mestizo pues. Sino sólo a la escuela del indígena.

Y eso que dice que yo soy Subcomandante, sub quiere decir abajo: abajo del comandante. El comandante, según nosotros, es el que manda en colectivo. Así como ustedes mandan ahorita en colectivo, pues allá mis jefes también mandan en colectivo. Y son gente como ustedes, que no tiene estudio, que no habla español, habla sólo la lengua. Pero conoce bien la tierra y la necesidad de la gente.

Entonces, vimos que nos… Pues nos desprecian como si fuéramos animales. Nos desprecian pues por nuestro color, porque si somos nuestro tamaño, porque somos chaparritos —allá todos somos chaparritos pues—, y también por cómo nos vestimos, por nuestra cultura, y por nuestras creencias.

Pero aparte de eso, pues nos están explotando como campesinos que somos. Nos dieron las peores tierras, pura piedra. Nosotros no conocemos el tractor, ni la yunta. Sólo la coa. Y sembramos con un palo haciendo un hoyo y echándole ahí. Y no había hospitales, ni escuelas, ni nada ahí hasta que ya se hartó nuestra gente, dijo: ya no vamos a aguantar más.

Y fue cuando nos levantamos en armas contra el gobierno, igual como cuando Zapata y cuando Villa. Y entonces, lo que pasó es que el gobierno dice: no, párate la guerra, vamos a echar trato. Vamos a dialogar y a hacer un acuerdo. Y nos preguntó que qué queremos nosotros. Y nosotros decimos: queremos respeto como indígenas que somos. Que nadie se burle de nosotros, pero que también respeten nuestro territorio.

Porque antes de que llegara el blanco, aquí estábamos nosotros en nuestras montañas —decimos nosotros—. Y queremos que respeten, y nuestro territorio es todo: es la tierra, el agua, los árboles, los animales, hasta el aire. Y es nuestro territorio porque así nos tocó.

Los dioses o el dios, según cada quien piense, así nos puso a nosotros. Así es nuestro pensamiento. Y nosotros dijimos que nos tienen que respetar como seres humanos que somos, pero que somos diferentes. Somos de otro color, otra lengua, otra cultura.

Y el gobierno firmó que va a cumplir y no cumplió. Ya ven cómo hace el gobierno, como contaron ustedes: que date otra vuelta, y date otra vuelta, y date otra vuelta, y así.

Ahora pronto vamos a ir a una escuela de apicultura que tienen aquí los compañeros, aquí en la Huasteca, que le pusieron Comandanta Ramona. Ésa era nuestra jefa, la Comandanta Ramona, era así como la compañera Josefina que está aquí, más chaparrita pues. Y era nuestra jefa. Y se murió pues de la enfermedad. Le llegó la edad y la enfermedad y murió.

Y esa compañera nos decía: a todo lo que diga el gobierno, dile que no. Porque el gobierno sólo busca engañarte y hacerte daño. Y a lo que te diga la gente humilde y sencilla a ése dile que sí. Porque ella no hablaba español, sólo hablaba lengua tzotzil. Entonces, cuando el gobierno le hablaba, ella decía: no, no, no. Aunque no entendía qué están diciendo. Porque lo que sea que esté diciendo es mentira, dice: me quiere engañar.

Y como era nuestra jefa, pues así nos ordenó y así estamos haciendo. Entonces, no le creímos al gobierno pues. Y dijimos: bueno, en lugar de hablar con el gobierno, pues vamos a hablar con otros pueblos indios. Otras razas indígenas —como dicen ustedes—, nosotros decimos pueblo indio.

Y vamos a recorrer también para hablar con otra gente que es mestiza, pero que está pobre: estudiantes, maestros, trabajadores, mujeres, gente ya de edad, ancianos pues. Que donde quiera, que no importa si es indígena o no, como quiera lo tienen jodido. Porque le están quitando las cosas.

Y empezamos pues a caminar por todo México compañeros. Ya ahora sí que ya lo vimos todo. Y lo que vimos pues dan ganas de llorar, pero de coraje. Porque lo vimos que lo que están haciendo los gobiernos y los ricos: igual que hace 500 años. Están conquistando la tierra, están conquistando nuestros pueblos.

Pero en lugar de ejércitos, están mandando licenciados, y diputados, y senadores, y presidentes municipales, y gobernadores, y presidentes de la República. Y todo eso que ésos son los políticos, es como el nuevo ejército que nos está conquistando otra vez, así lo estamos viendo nosotros.

Y cuando vamos pasando por varios lados, yo les tengo que decir la verdad compañeros. Lo que vimos es lo que ya hizo el Procede, no que va a hacer, lo que ya hizo con ejidatarios que le entraron. Y decirles que se pongan abusados porque, además del Procede esté el Procecom, que es lo mismo pero contra la tierra comunal.

Ya ven pues que hace tiempo llegó ese cabrón que se llama Salinas de Gortari. Ése puro engaño, dijo: “pobre campesino mexicano está muy jodido, lo que necesita es que se va a hacer ranchero, pequeño propietario”. Pero el ejido no lo deja, porque el ejido dice que la tierra no se puede vender, ni se puede comprar, ni se puede embargar ni prestar. Y la tierra comunal, peor todavía, porque la tierra comunal no es de un ejidatario, es de un pueblo indígena pues. Todo lo que hay ahí en la tierra comunal.

Entonces, dice el Salinas de Gortari para engañar a la gente, dice: “yo les voy a ayudar y los voy hacer a todos rancheros, pequeños propietarios. Así el campesino va a poder comprar más tierra, y va a poderse hacer un gran terrateniente”, así dijo pues. Y entonces, cambió el Artículo 27 que habían conquistado Villa y Zapata —ahora sí que como dijo el compañero que pasó hace rato— con la sangre, porque murieron peleando por eso pues.

Y entonces, ya empiezan a hacer… Y ¿cómo le van a hacer para que cada campesino ejidatario o comunero se haga pequeño propietario? Entonces dice el gobierno: pues por el Procede. Y empiezan a echar mentiras compañeros, porque ya lo vimos nosotros. Con campesinos que les dijeron: “tú ahora ya vas a ser propietario de tu tierra, ya te va a poder prestar el banco”. Y el banco pues manda su licenciado y ve la tierra, y si la tierra está buena, le presta.

Y ahí está el campesino contento que ya es ranchero, y está sembrando o criando ganado. Pero no hay precio para el producto. Siembra maíz, frijol, tomate, sorgo, trigo, lo que ustedes quieran. Y a la hora que va a venderlo, pagan muy barato. Entonces, no le puede pagar al banco, le queda a deber otra vez —como las tiendas de raya—.

Y así, como el banco le prestó si le daba los papeles —porque ya es pequeño propietario—, llega un momento en que se endeuda, y el banco dice: “ya no me puedes pagar, te embargo”. Y le quita la tierra.

Y entonces, todos esos años estuvo trabajando para pagarle al banco, y no le dio por los intereses. No sé cuántas veces tiene que pagar uno ese préstamos, porque por los intereses va subiendo. Y al final se quedó sin la tierra. Si fuera ejidatario, no se la pueden quitar porque estaba prohibido. Pero ahora era pequeño propietario, ya se lo pueden quitar.

Es como que das de garantía tu carro. Si no pagas, te lo quitan. Nada más que aquí estás dando de garantía la tierra.

En otra parte pasó que es, como me platican que pasó aquí, nomás que ustedes no se están dejando y esa gente pobre se dejó engañar. Es que el gobierno mandó al licenciado, y le pagó trago y viejas al comisariado ejidal —ésa es la verdad, así le hizo—. Se lo llevó, le puso unas chamaconas y unas cervezas, y le dijo:
—Fírmale aquí.
—No, pero tengo que hacer la asamblea ejidal.
—Pues a ver cómo le haces.

¿Sabes qué hizo? Fue al cementerio y sacó la lista de los finados, de los difuntos y lo presentó: “aquí está la asamblea”. Y entonces, están todos los ejidatarios y un día así los reúnen —así como ustedes— y llega el licenciado del banco y les dice: “todos ustedes son invasores de tierra, porque la tierra donde están es mía, del banco. Si no se van mañana, viene la policía a desalojarlos”.

Y la gente no entendía. Dice:
—¿Por qué? pues nunca firmamos nada, ni nada. Esta tierra es de mi papá, de mi abuelo, de mi bisabuelo, desde hace muchos, desde hace 500 años aquí vivimos”.
—No, aquí está el papel.

Y empiezan a revisar los nombres y dicen:
—No pues si éste ya se murió hace diez años, éste se murió hace veinte.
—Pues yo no sé —dice el abogado pues del banco—.

Entonces, se inconforma la comunidad y mete papeles a Reforma Agraria para protestar. Ustedes saben compañeros que aquí la justicia en México el que tiene la paga, la compra.

Hace unos días estuvimos en San Luis Potosí, en la capital, donde está el sinvergüenza éste de Marcelo de los Santos Fraga, que es el gobernador. Y ahí nos enteramos que tienen preso al hijo de la compañera Josefina. Ahí estaba en huelga de hambre. Nosotros le dijimos: no, mejor levántala y vamos a hablar de eso.

Y pues le empiezan a inventar delitos, nada más porque ese compañero lucha por los pobres, al gobernador no le gusta —a él le gusta que luchen por los ricos—, lo mete a la cárcel y le empieza a inventar delito, y otro, y otro, y otro. Y hasta sale en los periódicos que es un gran criminal. Y el criminal es el gobernador, no el compañero Wong Soto, se apellida. Es hijo de la compañera.

Pues ¿quién compró a ese juez? Pues el que tiene el dinero. Y como ni la compañera Josefina ni su hijo tienen dinero, porque están luchando en lugar de hacerse ricos, pues pierden.

Y entonces, así pasó. Están estos campesinos peleando la tierra que es suya y tienen que pagar dinero. Porque tienen que mandar comisión —como ustedes platican—, y van a San Luis Potosí, a la capital, y les dicen: “no, aquí no es, vete para Valles”. Y van de regreso para Valles: “aquí no, a la ciudad de México”. Vas a la ciudad de México y vas a Reforma Agraria y te miran, y te preguntan:
—¿Tú de dónde eres?” —ahí en la puerta, ni siquiera vas a entrar—.
— No pues yo soy de allá de Las Palmas.
—Pero ¿en dónde queda eso? no sabemos.
—No, pues San Luis Potosí.
—Ahí date otra vuelta mañana.

No le importa si comió, si durmió, si tiene dónde descansar, nada: “date otra vuelta mañana”. Pues ahí el pobre campesino, la comisión que mandaron, se hace a una orilla y ahí espera a que llegue la noche. Y llega la policía: “¿tú qué haces aquí? no se puede estar en la calle, levántate”. Y a la cárcel. Y ya con trabajos se puede comunicar. Si no habla la lengua española, peor, a lo mejor hasta le cargan un finado ahí, un difunto, que dice: “no, pues tú lo mataste”. Y como uno no habla español, pues órale.

Entonces, lo que está haciendo el Procede compañeros es para robarles la tierra, así claro. Ni siquiera se las van a pagar. Los van a endeudar —el banco— para quitársela. O algún cabrón les va a vender su firma y, de un día para otro, sin recibir un quinto, no van a tener la tierra.

O los van a engañar y les van a decir: “mejor vende la tierra”. Porque si empiezan a trabajar la tierra y el producto no tiene precio, pues ya dices: ahora yo ¿qué hago? Pues voy a ver si mi muchacho se cruza al otro lado, a ver si agarra trabajo allá en Estados Unidos. Pero pues hay que pagarle al coyote pa’ que te crucen.
—Pues ¿qué hago?
—Pues vende la tierra apá.
—No, pues ¿cómo la voy a vender?
—Pues sí no te da nada,

Pues la vende. Y se va el pobre muchacho, o muchacha pues. Cruza al otro lado, a ver si no lo agarró la migra, a ver si no se murió en el desierto, o al cruzar el río. O a ver si… Como hace rato que estuvimos aquí en el municipio de Tamuín, en una comunidad, pues que agarraron a uno que es indocumentado y le dijeron: “tú mataste a alguien, estás preso”. Pues como es indocumentado, no tiene derecho, no se puede defender. Y el gobierno pues no lo defiende.

Entonces, en cada lugar pasa eso. Así, ése es el plan de ellos. Y nos platican unos compañeros indígenas mixtecos. Ya ven como la geografía que puso el rico no está cabal. Por ejemplo, la Huasteca pues, le pusieron un pedazo a San Luis, otro pedazo a Tamaulipas, otro pedazo a Querétaro, y todo eso. Pues esa zona mixteca, donde son indígenas mixtecos, pues un pedazo está en Guerrero, otro pedazo está en Puebla, otro está en Oaxaca.

Entonces tienen una tierra —me acordé ahorita que dijeron que hay unas tierras aquí en Agua Puerca, que es pura piedra, pues igual ahí—, pura piedra. Y entonces, llegan y le dicen a la señora, porque ya no hay hombres. Los hombres se fueron al otro lado. Entonces, ahora sí, que puras mujeres y chamacos, y las mujeres ahí mandan.

Entonces, llega el del banco y le dice:
—Te compro tu tierra.
—¿Cuánto?
—Pues te doy un peso por metro cuadrado.
Y entonces esta compañera queda dudando, dice: ¿por qué? si es pura piedra.
—No, no me conviene.
—Te doy 20 pesos por metro cuadrado.

Veinte veces le ofreció así de a la otra, entonces ya empezó a pensar mal. Dice: ¿por qué un rato me da un peso y luego me da 20 pesos, si yo veo que es pura piedra? Y el licenciado le está diciendo: no te conviene, es pura piedra, no vas a sembrar nada. Y ya está pensando la compañera y va con compañeros —así como hay compañeros aquí de Querétaro y de San Luis que vienen a echarles la mano—, pues le estudian y dicen: no, pues es que esa piedra es mármol. ¿Y luego? Pues vale muchos millones de pesos. Entonces, ¿para qué quiere el banco la tierra? No es para sembrar, es para sacar la piedra, que vale oro.

Entonces, si estaba dispuesto a pagar 20 pesos el metro cuadrado, si fuera que se sabe lo que tiene ahí: 700 u 800 pesos el metro cuadrado. Que es más o menos como anda. Pero como es indígena, y es mixteca, pues le mete la idea por otro lado. Pero ellos dijeron —como la Comandanta Ramona—: no. No sé qué me estás diciendo, pero no. Porque empezó a desconfiar. Y de por sí del rico y del gobierno hay que desconfiar. Porque así han hecho todos estos años. Lo hemos visto.

Si se pasan a propiedad comunal ¿ya se salvaron? No, va a venir el gobierno a decirles: bueno, está bien, eres comunero, aquí está el Procecom. Que es lo mismo. Y les voy a decir qué van a hacer, porque ya lo hicieron en otros pueblos indios. Dijeron: aquí está la comunidad Xi´uiyet —a ver si no lo dije mal— pues la comunidad pame aquí. Y le dice: bueno, entonces yo le voy a hacer la parcela de cada uno, su solar, y fuera va a quedar el manantial y los bosques.

Y eso ¿de quién va a ser? Que pasa a propiedad de la nación, dice. Ya no es propiedad de la comunidad, ahora es propiedad de la nación, o sea, del gobierno. Y al rato vas a ver que el manantial ya lo compró la empresa de Coca Cola, o la Pepsi Cola, los que hacen refrescos, porque ahora ya venden el agua embotellada —ya no es que pides un vaso de agua—. Y que el bosque ya se lo concesionó a no sé quién que hace papel, porque de ahí sacan pues el papel de la madera, o que hace muebles o lo que sea.

Y resulta que te dijeron que te iba a beneficiar. Y ahí estás tú en tu solar y estás viendo cómo se están llevando todo. Pero se lo llevan de veras, no es así de imagen. Al rato, el agua, el manantial ya está seco, o ni lo ves porque lo entuban y se lo llevan para otro lado.

Y ya nomás vas a ver, donde antes había árboles y había un manantial, vas a ver una tubería nada más. Que no puedes agarrar agua tú. Si quieres agarrar agua, tienes que pagar una toma de agua. Aunque tus antepasados eran los dueños. Y como dijo el compañero hace rato, pues ahí donde abrevaba mi ganado no era de nadie y ahora resulta que es de alguien. Y que hay que pagar o hay que pedir permiso, pero antes no era así.

Entonces, si el gobierno les quiere meter el Procede y el Procecom, díganles que no: es un robo. Un robo, nadie va a ganar nada. Van a terminar sin la tierra, sin empleo, sin trabajo, y más pobres que nunca. Y además, como indígenas, nosotros tenemos en la tierra nuestra raíz. Hagan de cuenta que nos arrancan de ahí y ¿dónde vamos a quedar? ¿Dónde nos vamos a plantar? Si aquí fue donde se hizo la cultura —como explicaron—.

Entonces, se va a perder la cultura tradicional, los bailables, la lengua, todo se va a perder. Y nosotros decimos: bueno, es que están las leyes para defendernos. Mentira. Las leyes están para robarnos. Ése es el trabajo de las leyes. Y el trabajo de los licenciados que trabajan con el gobierno es robarnos. Hacernos que firmemos.

Y se aprovechan que no hablamos pues el español. “Tú fírmale ahí” —o si a alguien le gusta el trago—, “pues échate unas cervecitas y fírmale ahí”. O si le gusta la música… pues fírmale. A cada quien le empiezan a buscar para dividirlos compañeros. El plan es dividirlos. Y los pueblos indios, su modo es estar unidos, juntos pues, como comunidad. Por eso somos comunidad indígena.

Miren, lo que nosotros vemos es que porqué nos derrotaron los españoles hace 500 años —casi 500 años—, pues porque estábamos divididos. Y como estábamos divididos pues, primero fue y acabó con uno, luego fue con otro, y… Ya los últimos fueron acá los huastecos, pero a cada quien lo agarró separado.

Y ¿si se hubieran unido todos los pueblos indios de México? Pues lo hubieran derrotado pues al español. Y hubiera sido otra historia, pero ésa ya fue. Pero ahorita, lo que nosotros tenemos que ver es qué vamos a hacer, porque viene otra conquista. Y no puede ser que nos hayamos resistido tantos años… Que viene uno, y viene otro, y otro, y otro… Cambia el nombre pues, pero siempre es alguien que se quiere apoderar de la tierra.

Está el título primordial que dice 45 mil hectáreas, y ahora ya le mocharon y ahora son nomás 34 mil. ¿Quién se quedó con las otras 11 mil? Pues el gobierno, ése lo tiene por ahí aparte para llevarlo. Pero es de ustedes, no es de nadie más.

Lo que dicen los compañeros, mis compañeros jefes indígenas de Chiapas, que les diga es: que ya estuvo bueno. Que ahora sí que como le prestamos la tierra al rico estos años y lo único que han hecho es destrozos: contaminación, crimen, asesinato, prostitución. Todo lo que han hecho en nuestras tierras. Que ya estuvo bueno y ya no, hay que quitárselos otra vez. Tiene que volver a manos de los pueblos indios otra vez.

No 34 mil hectáreas, las 45 mil. Y si alguien quiere vivir en estas tierras, tiene que pedirle permiso a la comunidad indígena. Y ya ven si le dan o no. ¿Por qué vamos a tener una ley que no está en nuestra lengua, que no salió de nosotros? A nadie de aquí de los pames vino un licenciado a preguntarle: ¿estás de acuerdo con tal ley? No, le dijeron; “aquí está la ley y la tienes que cumplir”.

Nosotros decimos: debe ser al revés. La misma gente tiene que hacer la ley. ¿A poco uno va a hacer una ley que lo perjudica? No, tiene que hacer una ley que lo defienda. Ésa es la que tiene que estar en la Constitución. La que digan ustedes, y tiene que estar en la lengua. No en la lengua del españolista. En todo caso, si quiere, que aprenda la lengua si la quiere leer.

Porque ahorita las leyes están en español, y el que no hable español, lo perjudican compañeros. Lo vimos en todo el país. En todas las cárceles de los estados, hay indígenas presos. Y si les preguntas ¿por qué? No saben, porque los agarraron y no saben español. Y sí sale en el periódico: que ya detuvieron narcotraficantes, que ya detuvieron ladrones.

¿Cuál? Es pura gente que agarraron ahí en la calle. A lo mejor lo había mandado la comunidad para hacer una comisión, y ahí nomás lo pepenaron. Y pa’ dentro. ¿Por qué? Pues no sabe. Y el abogado, pues no, si no hay dinero. El abogado le dice: “dame dinero y te saco”. Pero pues ¿si no hay dinero?

El Procede les dice que si tienen la tierra les va a prestar el banco. Vayan al banco, bueno, vayan al gobierno. Y les va a decir: sólo doy crédito al que tiene. Entonces tú presenta… ¿quieres 10 mil pesos? Tienes que tener 10 mil pesos tú, y yo te presto los otros 10 mil. Compañeros, pues si viera que tiene, no pide ¿no? ¿A quién es al que le van a dar? Pues al que tiene, o sea al hacendado, al finquero, al terrateniente.

Porque lo que estamos viendo ahorita que vimos por todas partes de México, es que está igual que cuando Porfirio Díaz. Las grandes haciendas. Porque le están quitando a todos los ejidatarios y comuneros la tierra. Y otra vez está siendo un solo propietario. Y lo sabemos bien lo que hacen los caciques en la Huasteca. Que aunque se muere uno, pues su hijo, y luego el hijo, y el hijo… Ahora sí que se va heredando uno a otro quien es el que nos va a tener con el pie en el pescuezo.

Y nosotros decimos pues que ya estuvo bueno. Porque me piden ustedes que vaya a hablar con Fox, y pues si yo voy a hablar con Fox, es que Fox está detrás de una reja preso. Si no, para qué voy a hablar con él. Y le voy a preguntar si es que tiene para mear, o si quiere un cigarro o algo. Pero ya va a estar preso. Porque ¿para qué voy a hablar con él si ya sé que va a echar mentiras?

Ustedes lo ven todos los días en la televisión. ¿No dice que el Seguro Popular cubre a todos los pobres? A ver, díganme pues si alguien se puede enfermar y tiene ya la paga para la medicina, para el doctor, para el hospital. ¡Ni siquiera hay hospital! Y si hay un hospital, vas y te dice:
—Sí, estás enfermo, compra esta medicina.
—Pues démela.
—No hay. Tienes que ir a Valles, o a Tampico, o a San Luis por la medicina.

Que aparte es bien cara, y aparte tienes que pagar el pasaje. El pasaje y además ¿qué vas a comer allá? o ¿dónde vas a dormir? Porque ¿si llegas y está cerrado? Entonces, está diciendo eso. Está diciendo que el Procede beneficia al campesino. Compañeros, no es cierto.

Lo único que está produciendo el campo mexicano ahorita en México, ya lo vimos, son indocumentados que están en el otro lado. Es lo único que se siembra y se cosecha. Ni maíz, ni frijol, ni sorgo, ni nada de eso, en el campesino pobre. El que está produciendo para los ricos, pues es el gran terrateniente. Ése sí está contento.

Y a lo mejor piensa uno: no pues es que estas tierras no le va a gustar porque hay mucho cerro, mucha bajada. Le gusta. Porque ya vio que hay algo que tiene aquí que nosotros no sabemos. A lo mejor esas piedras de Agua Puerca, a lo mejor son algo que vale mucho. Y van a engañar a esos campesinos, a decirles: “véndalo, total es pura piedra. Te voy a dar un buen dinero y con eso vas a poner una tiendita”.

¿Cuál compañero? Pues si esa tiendita con trabajo va a librar, y al rato llega ese Wal Mart —o no sé cómo esa madre grandotas— y te quita todos los clientes. Y ¿qué vas a hacer? Y antes eras campesino y ahora vas a vender refrescos en la calle ¿o qué? Y luego ¿qué le vas a heredar a tus hijos? Una caja de refrescos para que vaya a vender, o de chicles.

Entonces, nosotros decimos: ¿para qué vamos a estar dando vuelta y vuelta, si ya sabemos que el gobierno nos va a engañar? Y ya sabemos que la ley nomás está para perjudicarnos. Procede, Procecom, acuérdense de ese nombre, porque van a llegar los licenciados y van a decir: “ta’ bueno Procede no, aquí está el Procecom”. Es la misma mentira, contra la tierra comunal.

Entonces, nosotros lo que decimos: así como están ahorita ustedes unidos. Porque ya lo sentimos que sí están unidos que el Procede no. ¿Y si nos unimos todos los pueblos de raza indígena que hay en México? ¿A poco no la tierra vuelve a ser otra vez de quien la trabaja? Y entonces sí se va a empezar a producir, no lo que el rico quiere, sino lo que necesita el campesino, la familia pues.

Y empezar a hacer acuerdo. ¿Y si nos unimos todos los pueblos indios con los campesinos que no son indígenas, que también los están jodiendo? Pues ya somos unos buenos millones. ¿Y si nos unimos con los trabajadores que los tienen bien asoleados?, ya somos más millones. Con los ancianos, con las mujeres, con los estudiantes, con los jóvenes, con los maestros… Somos la mayoría. Más de 100 millones de gente que están así.

Si nos ponemos todos de acuerdo ¿para qué queremos gobierno? Lo tumbemos. Tumbemos esos licenciados, que desaparezca la Reforma Agraria, y la Procuraduría, y la presidencia de la República, y la Cámara de diputados y senadores. Y otra vez vamos a empezar a hacer las leyes de nuevo, pero que nos tomen en cuenta.

Miren, nosotros decimos allá una cosa, ahí en la comunidad zapatista, que dice: el problema no es quién está de gobierno. Porque ya vimos que pasa PRI, PAN, PRD e igual. Entonces decimos: ¿entonces cuál es el problema? El problema es quién manda. Porque ahorita como está es que el gobierno manda y el pueblo obedece ¿qué no? Se dice: ésta es la ley y la tienes que cumplir.

Nosotros decimos: ¿y si es al revés? Y si la comunidad manda y el gobierno tiene que obedecer. Así es como debe ser porque eso se llama democracia. Democracia no es que vas a poner un voto. Democracia es quién manda. Y democracia, quiere decir la palabra: manda el pueblo. Pero el pueblo no es Fox, ni el de Reforma Agraria, ni Felipe Calderón, ni el que va a quedar.

El pueblo aquí son ustedes, no hay otro. Y el presidente municipal tenía que obedecerlos a ustedes. Y ahorita es al revés: él manda. Y la policía tenía que obedecerlos a ustedes, y el ejército también. Y sabemos que ésos están obedeciendo ahorita a los terratenientes y a los caciques. Y debiera ser al revés.

Y a lo mejor uno piensa: no, pues es que si hacemos eso aquí, rápido va a venir la policía y el ejército y nos van a pepenar a todos. Sí, si lo hacemos solos sí. ¿Y si lo hacemos al mismo tiempo? No alcanza. Porque no se trata que nos vamos a levantar en armas. Se trata de que vamos a hacer movilización pacífica —decimos nosotros—, sin armas. ¿Qué quiere decir? Pues que vamos a tomar la tierra. Que a la hora que llegue el licenciado, le vamos a decir: ahí agarras el camión y te vas de regreso, porque aquí no vas a encontrar nada.

Así, en todos, con la misma fuerza y decisión que tienen ustedes, pero en todo México. Hagan de cuenta que metemos todo el país que está jodido en este salón. Y si le preguntamos si quiere ser libre, pues va a decir que sí. Y si le preguntamos si está dispuesto a luchar, también va a decir que sí.

Y si nos pregunta ¿cómo? Pues cada quien en su lugar. Pero no para que Marcos va a ser presidente, u otro va a ser presidente. No, para que cambie quién manda. Que aquí en Las Palmas mande el pueblo de Las Palmas. Y el que esté de gobierno tiene que obedecer lo que dice la comunidad. Y tiene que decir: tienes que irte a México —que él vaya de comisión— y que vaya y que consiga el dinero para los créditos, no ustedes.

Y si no cumple: a la cárcel, o lo corren. Lo quitan, así como quitaron al comisariado ejidal. Así debiera ser. A ver, nosotros sabemos pues cuánto ganan los políticos. Porque dicen que el salario mínimo es de 45 o 50 pesos.

¿Cuánto gana un político? El gobernador de San Luis Potosí, Marcelo de los Santos, gana casi 200 mil pesos. O sea que gana —más lo que le dan así pa’ sus chicles y sus transas y todo eso—, o sea que está ganando más de 6 mil pesos al día. Y un campesino gana 70, 80 pesos —nos platicaron ahí por el municipio de Tamuín, que de ahí venimos ahorita—, 70, 80 pesos al día. Ocho o nueve horas de trabajo. Tal vez más. Si más, pues no te lo toman en cuenta pues.

O sea, dos salarios mínimos. Y ustedes ven pues las compañeras pues que son de la casa: hay que pagar el predial, la luz, el gas, el agua, el drenaje, la escuela pa’ los niños —porque resulta que la escuela hay que pagarla, dice Fox que es gratuita y no es cierto, te cobran comisión y otro, y otro—. Y luego aparte pues sube la gasolina, y luego, luego sube el transporte, la leche, el pan, la carne, el frijol, todo lo que vas a comprar tú, sube de precio.

Y lo que tú produces, baja de precio. Que si está produciendo sorgo, maíz, fruta, lo que sea, de pronto llegas al mercado y valía 10 pesos el kilo. Pues ahora nomás te lo van a pagar a cinco. ¿Por qué? Ni sabemos porqué, porque así es la ley del mercado —dicen—. ¿Y esa ley y ese señor dónde están? No sabemos pero es el que nos está perjudicando.

Entonces, lo que nosotros decimos en esto que es la Otra Campaña, pues es que nos unamos todos los pueblos indios, que es en el Congreso Nacional Indígena donde de por sí está el Consejo Supremo pame. Y ahí estamos todos los pueblos indios. Porque nosotros decimos: si hacemos un levantamiento y sale igual, entonces ¿pa’ qué?

Porque lo vimos pues que la revolución mexicana, los principales que lucharon fueron los indígenas. ¿Y cómo quedó? Igual. Y cuando fue la guerra de independencia luchamos mayoría indígenas ¿y cómo quedó? Igual.

Entonces, en esta vuelta ya no tiene que quedar igual. Tiene que ser que a la hora que ganemos, los pueblos indios manden en su territorio. Todo. Y no se puede hacer nada sin permiso del territorio y de la autoridad tradicional. ¿Acaso respetan la autoridad tradicional? Nosotros entre indígenas sí nos respetamos, sí sabemos qué es. Pero el gobernador tradicional debía ser tan grande pues, que Marcelo de los Santos tenía que pedir permiso para venir a verlo. Y ahorita ni siquiera lo ve el presidente municipal. Le manda un licenciadito ahí a ver qué hace pues.

O sea que no nos respetan como indígenas. Ni como campesinos. Ni como hombres, ni como mujeres, ni como ancianos, ni como jóvenes… Entonces ¿pa’ qué vamos a estarlos cargando? ¡Vamos a tirarlos!

Pero vamos a ponernos todos de acuerdo, juntos. En todo el país. Así como se juntan aquí. Entonces, eso es lo que es la Otra Campaña. Porque ahí vienen estos compañeros que se bajaron del autobús, que están con las cámaras y los micrófonos. Ésos lo que hacen es que grabaron eso, lo que dijeron ustedes, aunque sea en lengua, no nos da pena. Porque ya les digo pues, nosotros, mis jefes hablan pura lengua.

Y que lo oiga otro indígena en otro lado. Pues lo va a ver a usted y va a decir: ese señor es igual que yo, o esa señora es igual que yo. Y lo que está diciendo sí lo entiendo. Lo que dice el licenciado no lo entiendo, pero lo que dice ese señor y esa señora, sí lo entiendo. Y me está diciendo que el Procede no sirve. Y que el gobierno no sirve, y que la ley no sirve y que hay que tumbarlo. “Yo estoy de acuerdo”, va a decir. Pues lo entiende.

Y el licenciado viene y nomás hasta se marea uno ya, como que le da sueño de que está “bla, bla, bla, bla” y no se entiende qué está diciendo.

Entonces, así nos empezamos a conocer entre todos. Eso es lo que estamos haciendo ahorita. ¿Y luego qué sigue? Ya que nos conocemos entre todos. Pues que nos presentamos. Porque ahorita sí ustedes se conocen entre aquí. Y aquí pasa un señor y dice: aquí me conoce la mayoría. Pues sí, pero no lo conocen en Quintana Roo, o en Baja California. Entonces ¿de qué se trata?

Pues que los compañeros de la Otra Campaña que son los que nos invitaron para acá, y que nos trajeron —y les agradecemos—, pues hay otros en Baja California. Ése le tiene que llevar allá: mira, los pames dicen esto, éste es el problema que tienen. Y mira cómo viven, y que tome foto y video de la montaña. “Ah, pues está muy diferente, porque aquí vivimos pues cerca del mar”.

Mira, éste que traigo aquí es de indígena wirarikari —huichol le dicen—, éste que está acá es de mayo, yoreme. Éste que está aquí es de cucapá, en el norte, puro del norte. Y éste de acá comca’ac. Son puros indígenas pues que me van dando pues, para que lleve la palabra, no es que voy a mandar ahí.

Nosotros nomás donde nos toca. Y ustedes donde les toca. Pero apoyándonos. Eso es lo que estamos diciendo. Pero no se trata que vamos a venir a dar órdenes. No, ustedes mandan aquí. El gobernador tradicional, sus usos y costumbres los respetamos. Pero a ustedes los está jodiendo el rico y el gobierno. Y a nosotros también. Y al cucapá también. Y al comca’ac, que es el seri, también. Y al huichol también. Y a todos, en cada pueblo indio que hemos pasado, a todos.

Porque ahora sí que ya los vimos a todos. Bueno, nos faltan los teenek, pero al rato los vamos a ver —mañana o pasado—, a todos los está jodiendo el rico y el gobierno. Y además estamos viendo que el problema no es quién es indígena y quién es mestizo. No, compañero. El problema es quién tiene y quién no tiene. Y nomás resulta que si eres indígena, no tienes. No importa pa’ dónde llegues.

Pero luego sale alguien que dice que es indígena —porque la Xóchitl Gálvez dice que es otomí, ni siquiera sabe que se dice hña-hñu, otomí es como le dicen los mestizos—. Y pues si la vieron, si es cierto que llegó aquí, pues la vieron y trae un traje que nomás lo que vale el traje, pues con eso come una familia diez años. Puro dinero pues.

Y ahora que bueno que nos contaron eso, ojalá si lo agarran los periódicos, porque acaba de salir Xóchitl Gálvez —como ya va de salida— a decir que está muy contenta porque ayudó mucho a los pueblos indios. Y a ver, que salga qué dicen los pames. A ver que diga, porque aquí vino. Ni siquiera puede decir que no conocía, sí los conoció. Pero pues nos despreció, aunque sea que dice que es indígena.

Entonces, aquí el problema es: los trabajadores y los patrones. Y en medio, está el gobierno. Viera que el gobierno sirve a los trabajadores, pues vamos sobre los patrones. Pero no nos sirve a nosotros. Al que le está ayudando es al patrón y nomás nos está metiendo malas ideas y división, para cambiar las cosas.

Entonces, compañeros, yo les pido varias cosas. Y lo voy a hacer así, despacio: primero, no acepten el Procede, va a ser su muerte. Tampoco acepten el Procecom: también es la misma muerte. Manténganse unidos, porque empiecen a dividir a uno o a otro… el gobierno es muy ladino pues —se dice ¿no? cuando es malvado— que empieza a meter chisme. Oye ya viste que el gobernador, que no sé qué. Y empiezan a poner en contra unos con otros.

Mejor háblense derecho, como hablan. Oye ¿es cierto que tú dijiste eso? Y ahí se va a quedar claro si es que sí o que no. Entonces, que no se dividan, que se mantengan unidos. Y que se mantengan en la Otra Campaña.

Y que le pidan a estos compañeros… Dice: oye cuéntanos que dijo el pueblo cucapá, porque… o los kiliwas, que ya se están muriendo pues. ¿Cómo están luchando ellos?, ¿qué demandan? Y van a ver que van a hablar: el Procede, el Procecom, el gobierno, Reforma Agraria. Lo mismo, has de cuenta que estás oyendo una reunión de ahorita.

Nomás que la oímos en todas las partes de la República, en todos, no hay un lugar donde hablaron bien del gobierno, ninguno. Sólo el mismo gobierno habla bien de sí mismo.

Y entonces, que nos conozcamos, que conozcan a los otros pueblos indios que estamos en esto que es lucha pacífica en el Congreso Nacional Indígena. Ahí acaban de sacar el acuerdo de que tenemos que defender la tierra. Cada quien su territorio —decimos nosotros—, porque luego dicen que la tierra es donde estás parado. No, el territorio es todo: es el árbol, el agua, el aire y los animales. Porque luego resulta que les gustan tales animales que sirven para algo que no sabemos. Entonces, agarran el territorio, no les importa la tierra, ni el árbol, lo que quieren es agarrar todos los animales pues, y sacar pues no sabemos qué quieren sacar. O abajo de la tierra.

Entonces, esas cosas les pido compañeros. No les estoy echando mentiras. Lo vimos, si no pregunten con los compañeros que bajaron del autobús, porque ellos también lo vieron y lo escucharon. Y les van a decir: sí, ya vimos donde aceptaron el Procede, y ya vimos que está desierto. Muerta la tierra. Y la gente ésa está muerta aunque esté viva. Porque ni sabemos dónde está.

Y lo que hizo el Procecom en comunidades indígenas, también que les cuenten. Donde quiera, que les cuenten cómo los gobiernos ni una sola vez han ayudado al pobre. Ni una sola vez. Y no hay una sola ley que se respete, que beneficie al pobre.

Entonces, nosotros decimos: nos pongamos de acuerdo todos, nos levantemos, tumbamos al gobierno, que se vuelva otra vez como estaba antes —entonces que se vea el título primordial, dice aquí 45 mil hectáreas, vamos a medirlo—, aquí estamos nosotros. Que quedaron otros adentro. Vamos a ver cómo nos arreglamos, a ver si les damos permiso. Si no, pues no. Porque ya estuvieron mucho tiempo ahí. Pero esto es propiedad de los indígenas y de sus descendientes, se dice.

Así como tú dices: no pues esta es mi tierra, es mía y de mis hijos, aunque no hayan nacido, ya es de ellos. Y puedes decir: hasta de mis bisnietos. ¿Pero si tienes 15 años? No importa, pero un día voy a echar hijos, y luego ésos van a echar otros y otros, y ésa es la tierra de ellos. Pues igual al revés: esta tierra es de los originarios y de sus descendientes. Y los descendientes somos nosotros.

Entonces, se hace eso y entonces se haga una nueva ley. Pero ya no que se les ocurra allá, sino qué es lo que dice la gente. Y eso esté en la Constitución. Y no venga un licenciadito aquí a decir: no pues que dice el artículo tal. No, no es cierto, nosotros hicimos esa ley y no dice eso. Dice en lengua: la tierra es de quien la trabaja. Y aquí los que la trabajamos somos nosotros.

Y así en cada parte. Y a lo mejor parece que es muy difícil, porque uno está metido aquí en la montaña y no se puede. Pero lo que hace la Otra Campaña es que lleva la palabra lejos, pa’ donde quiera.

Entonces ya cuando nos conocemos todos ¿qué sigue? Pues es donde nosotros decimos: el Programa Nacional de Lucha. Pero ese va cambiando, porque si le preguntamos a un cristiano en la ciudad, pues nos va a decir unas cosas. Entonces, ¿qué va a ser aquí en Las Palmas? Lo que ustedes digan. Que dicen: no pues techo, o sea vivienda —nosotros decimos techo, porque a veces ni techo tenemos—.

Creo que la vivienda pues es una casa. No, la vivienda es la casa, que tenga recámaras para las crías, que tenga recámara, su cocina, su comedor, que tenga luz, que tenga agua, que tenga baño, que tenga drenaje ¿no? Su jardincito, todo lo que necesite pues cada quien. Que se necesita pues luchar por la tierra. Sí pero que la tierra vaya con las máquinas, con lo que se necesita para trabajarla. Y que haya precio para el producto, no es nomás el pedazo de tierra. Sino que lo que está produciendo el campesino, sí le dé bien para vivir.

Y así en cada cosa. Educación, pues que van a hacer escuelas ¿y si no hay maestros? Salud. Vamos a hacerles un hospital, dice el gobierno ¿y dónde está el doctor? Y si ya está un doctor y te dice: sí estás enfermo. ¿Y la medicina? Pues no hay. Entonces ¿para qué te quiero pues? ¿Para saber que estoy enfermo? Yo ya sé que estoy enfermo, pues si me siento mal. ¿Pero dónde está la medicina que me va a curar?

Todas esas cosas tienen que ir según qué diga la gente. Ése es el programa Nacional de Lucha. Y cuando tumbemos al gobierno, van a preguntar:
—Bueno y ustedes qué quieren, que andan de revoltosos, para qué tiraron al presidente municipal, ahí está llorando en la calle. O el pobre Marcelo de los Santos ahí está corriendo en calzones que no lo alcanza nadie. Pues ¿qué quieren?
Entonces le van a decir:
—Bueno, aquí en Las Palmas, nosotros queremos esto, esto, y esto.
—Y esto ¿quién lo dijo?
—Nosotros.
—A no, es que vino otro a decirles.
—No, nosotros mismos, vinieron a preguntarnos y esto fue lo que contestamos. Todos estos puntos tiene que tener.
—Y ¿de dónde lo van a sacar?
—Pues de lo que le vamos a quitar a los ricos.

Porque ahí está la riqueza compañeros, no es cierto que no hay dinero. Si no porqué están saque y saque dinero, ¿por qué gana tanto dinero Marcelo de los Santos?, ¿o los caciques? Pues es que lo están agarrando de un lado. ¿De dónde lo están agarrando? Pues de nosotros. Eso se llama explotación. De nuestro trabajo pues.

Entonces, en veces nos despojan la tierra, o sea que nos la roban. A veces, nos explotan nuestro trabajo. A veces, nos reprimen —como dijo el compañero pues que lo amenazan con la policía—, y a veces nos desprecian si somos indígenas. Y a veces, las cuatro cosas.

Como indígenas, las cuatro cosas: nos roban la tierra, nos explotan nuestro trabajo, nos reprimen y nos meten a la cárcel con engaños, y nos desprecian nuestra cultura.

Entonces, lo que tenemos que hacer es organizarnos eso, es el Programa Nacional de Lucha. Se hace, ya tumbamos, y van a decir: bueno, pero ahora es que eres un desmadre, que no hay ley. No, la vamos a hacer: una nueva Constitución.

¿Y qué va a decir la Constitución? ¿Vamos a llamar a un licenciado? No, ni madre. Vamos a llamar a alguien que lleve el apunte y le vamos a ir diciendo: aquí en Las Palmas ésta es la ley. Esto, esto, se va a respetar la cultura, los niños y las niñas tienen que aprender la lengua. Y si alguien viene de fuera, tiene que hablarnos en la lengua o en español, y ahí vemos si le entendemos o no. Y los letreros, todo tiene que estar en lengua, para que aprendan.

Y la cultura tiene que ser las enseñanzas, las tradiciones. Eso es lo que van a aprender, no las tonterías que están aprendiendo en la escuela. Y en la televisión van a salir los programas de cómo eran los pames antes, cómo se organizaban, y todo. En lugar de las tarugadas que están saliendo ahí ¿no?

Y el gobierno ya no va a gastar dinero en sacar sus carteles que dice: yo, Fox hice muchas cosas, porque… Que no, lo que ahí va a salir en ese cartel va a decir —allá en Baja California va a decir: nuestros hermanos indígenas pames, ya construyeron un hospital. Y el cucapá que está allá va a decir: ¡ah qué chingón! pues ésos son nuestros compañeros pues —perdón que dije mala palabra, pero a veces se sale porque se calienta uno—.

Bueno compañeros, entonces, eso es lo que va a pasar y entonces ahí sale una nueva Constitución. Y ahí es donde tenemos que poner que el gobierno tiene que obedecer a la comunidad. La tiene que obedecer y si no hay que quitarlo. Y lo primero que vamos a hacer es que todo el gobierno va a tener salario mínimo. Van a ver que luego, luego lo suben. Porque ellos no pueden vivir con ese salario mínimo.

Y entonces, el ejército, la policía y todo eso van a estar para defender a la gente y no para estarla atacando y despojando.

A lo mejor pues, uno piensa: no pues ya de plano qué está pensando, ya está soñando. No, compañero, lo vamos a hacer de por sí. Si es que nos unimos, lo vamos a hacer de por sí. Así como resistieron tantos años —cientos de años— en estas tierras. Porque yo vi lo que me entregaron y tiene un resolutivo de 1922, que no les están respetando. O sea, ya va a salir cien años. En 1922, les firmó ahí el presidente de la República y les dijo: esta tierra es de los pames. Y ahorita resulta que la quieren echar para atrás. La quieren desconocer.

Pues si ya cien años, o doscientos, trescientos, cuatrocientos, quinientos años, pues ya llega el momento en que todo eso se junta y entonces ya decimos: en lugar de que nos estamos defendiendo nomás. Que nomás nos están atacando, pues ya nos hartamos y ahora vamos por ellos. Ya, a darles un estate quieto pues.

¿Y qué vamos a hacer con los políticos compañeros? Pues hay que pensar qué vamos a hacer. Yo digo que hay que meterlos a la cárcel. Hay que abrir la cárcel y sacarlos a los pobres que están ahí. Y ahí los metamos a los gobiernos y a los ricos, porque se entienden muy bien. Y ahí que se muerden o a ver qué chingados hacen. Y ya que si viene derechos humanos pues que viene a ver cómo estamos tratando a los ricos. No, que ahorita venga derechos humanos a ver cómo están tratando a los pobres.

Y entonces, ya que no haya ricos. Que haya pura gente que trabaja: en el campo, en la ciudad y todo. Y así como somos diferentes: hay indígenas de uno, indígenas de otro, hay quien no es indígena. Y todos nos respetemos, sí lo podemos hacer, sin necesidad de esos gobiernos.

Entonces, ese es el plan compañeros que traemos nosotros. De por sí lo vamos a hacer. No importa pues si es que nos vamos a morir. Estamos dispuestos. Pero sí lo vamos hacer porque ya la tierra —es el mensaje que mandan mis jefes—, la tierra ya nos está diciendo: yo te ayude a resistir, ahora me van a matar —porque están matando a la tierra, la están envenenando con tanta fregadera que le ponen y contaminación—, y entonces ahora sí, nosotros sentimos que la tierra nos está diciendo: ahora te toca defenderme. ¿Eres mi hijo? Te toca defender a tu madre la tierra.

Y de por sí lo vamos a hacer. Gracias compañeros, gracias compañeras.

 
 

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5 Comentarios »

  1. la dificultades suyas, son las dificutlades universales, en un mundo globalizado. En una etapa del capitalismo totalmente depredadora.
    Aqui en esta Galiza martir, llevamos años acosdos de incendios, derrames de petroleros, heolicos… nos destrozan el pais, nos roban el paisaje de cuando eramos niños…

    y nos roban la historia y la cultura y nuestra lengua gallega..

    por eso creo que nuestra lucha es comun… luchamos por los mismos derechos e identidades.

    um abraço desde a Galiza.

    Comentario de artur alonso — diciembre 1, 2006 @ 11:28 am

  2. Con mucho gusto seré el primero en dejar comentario.
    Es uno de agradecimiento a las Compañeras y Compañeros de la Comisión Sexta por el importantísimo, peligroso, necesario y correcto trabajo que hicieron a lo largo, ancho, abajo y a la izquierda de este país que todavía se llama México (pero que ahora es propiedad del dinero transacional aunque sea administrado por supuestos mexicanos).

    A más de un@ l@ seduce el turismo revolucionario. La seducción de saber que hacemos (aunque a veces no la hagamos) suele también ser intensa.
    Mis respetos a tod@s l@s que dejaron su vida cotidiana y sus necesidades materiales personales para impulsar un verdadero y profundo cambio en México. Me refiero a todas y todos, incluído por supuesto, el Compañero Sub-delegado, Delegado, Sub-Comandante, llamenle como quieran) Marcos…. finalmente lo que importa es lo que se hace.
    Lo digo porque much@s creen que es bonito y motivo de fiesta lo que hacemos. Si lo és y no lo és a la vez:
    Lo es porque da gusto, entusiasmo y alegría saber que querer es poder y que poder es querer…. Saber que si nos lo proponemos, abajo y a la izquierda, en el corazón de cada un@ de nosotr@s, podemos vivir una vida mejor.
    No lo es porque con la vida, con la política, con el tiempo no se juega. Lo que digamos y hagamos, y lo que dejemos de decir y de hacer trae consecuencias. A cada quien y a los demás.

    Podremos aprender en la marcha, pero en la marcha pasan muchas cosas….
    Si. Es cierto: «Caminante no hay camino, se hace camino al andar»…. Pero no podemos andar así nomás caminando como los Zombies de Sahuayo (referencia a la caricatura, no a l@s compatriotas de ese bello rincón del país)….
    Y hablando de dejar de hacer cosas, me llamó la atención ver de que nadie ha escrito un comentario (aunque sea de l@s infiltrad@s y marruller@s), ver que poc@s han leído la transcripción y que nadie la ha descargado.
    ¿Ya dejó de tener actualidad La Caravana? ¿Ya no tiene caso hablar de ella?
    Pienso que las palabras del Compañero Marcos de éste día son las que de mejor manera han resumido y explicado el cómo estamos en México y el qué hacer y el como le vamos a hacer (claro está que mucho de esto último depende del resultado de la Consulta Interna).
    Si bien fueron dirigidas a l@s compatriotas indígenas, pero ¿acaso no nos pasa lo mismo a los mestizos? ¿Acaso no no desalojan de los edificios y terrenos donde vivimos porque el dueño ya tiene otros planes con él? ¿Cuantas veces no nos han traído vuelta y vuelta en las oficinas? ¿Acaso los citadinos no nos enfermamos? ¿Nos alcanza para las medicinas? ¿A poco no vamos a la escuela? ¿Y no hay que pagar transporte, útiles y quien sabe que tanta cosa más? Muchos tambien hemos sido victimas de despojos por parte de priistas, panistas, perredistas y demás oportunistas.
    Por mi parte, ya descargué este documento, lo repartiré entre mis conocidos y lo incluiré entre los documentos que reparto a la ciudadanía.

    ¡Viva la Dignidad del Pueblo Mexicano!
    ¡Viva el sentido común y la creatividad de l@s mexican@s!
    ¡Viva La Otra Campaña!… Y lo que decidamos como siguiente paso luego de la Consulta Interna. ¡Ni un paso atras!
    ¡Viva el Ejército Zapatista de Liberación NACIONAL!
    ¡No estamos solos!

    P.D. 1 Escrita con el corazón y el más profundo respeto:
    Le envío un cariñoso y fraternal abrazo a tod@s l@s familiares amistades y compañer@s de l@s que han muerto, están desaparecidos o tomados prisioneros (los malos gobiernos ilusamente les llaman detenidos).
    A las compañeras y compañeros presos en todo el país les digo que no descansaremos hasta lograr su libertad.
    ¡Exigo a los malandrines que dizque ejerecen la justicia que detengan las torturas y los hostigamientos y abusos en contra nuestra!

    P.D. 2 Escrita con el corazón y con una bien fundada preocupación de un trabajador del arte:
    Lo del dinero transferido de las cuentas-salarios de los gobernantes (un supuesto ahorro) a las de los soldados y policías (una evidente inversión) ni hablar. Más claro que el agua no puede ser.
    Lo que me preocupoa enormemente es de que el señor gerente de México ni nombró ni ha ratificado a nadie al frente del Instituto Nacional de Antropología e Historia (I.N.A.H.) ni al frente del Instituto Nacional de Bellas Artes (I.N.B.A.). Dos instituciones sensiblemente importantes en la solución (o el exterminio o transformación fársica) de muchos de nuestros problemas y de nuestra existencia como nación.
    ¡Ya basta de convertir nuestra cultura en Espectáculo!
    Eso sí, el nombramiento del quien continuará la usurpación llamada COBRACULTA es clara y encabezó la lista de nombramientos.
    Además estamos a un paso de que se consolide la privatización de la infraestructura y de el uso y usufructo del arte en México y que los partidos políticos aprueben la venta del patrimonio antropológico, histórico y cultural.

    Comentario de alejandro Fernández — diciembre 6, 2006 @ 2:05 pm

  3. no comentarios , pero quiero saber mas de la situacion indigena de nestro pais

    Comentario de JOSE ROMERO — abril 30, 2007 @ 7:39 pm

  4. cuando era nino me acuerdo de unas revistas URSS que llegavan ami cas alla adentro de la huasteca potosina y de un partido llamado PSUM del cual mi padre fue partidario yo tenia 7 anos no me acuerdo mucho despues emigre a EUA PERO CREO QUE LA MISMA SITUCION QUE SE VIVA AQUI SE VIVE CON LOS INDIGENAS O TALVES PEOR

    Comentario de jose romero — abril 30, 2007 @ 7:53 pm

  5. Es uno de agradecimiento a las Compañeras y Compañeros de la Comisión Sexta por el importantísimo, peligroso, necesario y correcto trabajo que hicieron a lo largo, ancho, abajo y a la izquierda de este país que todavía se llama México

    Comentario de Pablo — marzo 14, 2021 @ 4:06 pm

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