CONFERENCIA DE PRENSA DE MARCOS
Ricardo Alemán, Víctor Ballinas y David Aponte, San Cristóbal de las Casas, Chis. [LJ, 1/iii]. El proceso de paz en Chiapas «aún es largo; hay mucho tramo que recorrer, y en este momento se ve amenazado por otras sombras que se ciernen sobre este proceso», aseguró el subcomandante insurgente Marcos.
Por ejemplo, dijo, «la de los ganaderos es una sombra regional que obstaculiza la paz, y si el Ejército Zapatista de Liberación Nacional llega a un acuerdo de paz con el comisionado Manuel Camacho Solís, pero no lo respetan los ganaderos, entonces vamos a tener que rompernos la madre con los ganaderos. El comisionado nos dijo el 21 de febrero que el gobierno resolvería ese problema, y ya estamos a 28».
Luego se refirió nuevamente a la fuerza de la sociedad civil: «Lo que tiene que hacer es tomar por asalto el poder, pues es la única opción, y de esa forma se puede garantizar que quien llega al poder mande no por mandar, sino mande obedeciendo».
Durante una conferencia de prensa que el subcomandante Marcos ofreció a los medios impresos nacionales, dijo que al EZLN no le preocupan tanto los acuerdos de esta primera ronda del diálogo, «porque no va a haber acuerdos». Ni el comisionado gubernamental ni el EZLN tienen poder de decisión, y Camacho Solís tendrá que consultar con el gobierno y los delegados zapatistas con sus comunidades, dijo el líder rebelde.
Durante casi dos horas de preguntas y respuestas, en las que ya no aparecieron los 15 delegados del EZLN sino sólo cinco zapatistas, cuatro de ellos de la guardia, el tema central del interrogatorio se dedicó a la beligerancia de los ganaderos chiapanecos, de sus protestas y sus amenazas hacia la prensa.
Al respecto, Marcos señaló que aún hay mucho tramo que recorrer para alcanzar la paz, y ese tramo está amenazado no tanto por la intolerancia de una o de otra de las partes en conflicto, sino sobre todo por «otras sombras que se ciernen sobre este proceso» .
‑¿Cuáles son esas sombras?‑ se le preguntó.
-Altamirano, por ejemplo, es una sombra previa al proceso de paz. Pero lo más grave es la sombra regional que se cierne sobre este proceso, o sea una tercera fuerza que para nosotros siempre existió y que ustedes apenas están descubriendo, que es el poder alterno al poder civil y que es el poder de los ganaderos, de los finqueros.
«Esto es, el poder militar alterno, de los guardias blancas de los ganaderos, que se opone al poder policiaco. Nosotros siempre lo conocimos y sabemos que existe y sabemos cómo atenernos a este problema en tiempos de guerra. Pero para la paz habrá que tomar en cuenta a esta sombra. Finalmente, si el poder civil no puede controlar a esa tercera fuerza que son los ganaderos, no va a haber paz. ¿Cómo le vas a pedir al ejército zapatista que se desarme si no puedes controlar o desarmar a una guardia blanca que quiere aniquilar a los zapatistas, a todos, no sólo a los zapatistas?
«A todos los que ellos ven como enemigos, incluidos los que cargan su cámara, un lapicero, un cuaderno y un letrero que dice «prensa», o a quienes dice «ONG», o «Comisión Nacional de Derechos Humanos», o que dice lo que sea. Todo lo que ellos imaginan que es un enemigo, contra ese van.
«Las de los ganaderos son las mentes más anacrónicas que puedan imaginarse, y es lo que campea por esos rumbos. Y Altamirano es un botón de muestra, pero además de Altamirano están Ocosingo, Las Margaritas, Comitán, San Cristóbal. Y todo donde el poder de la tierra se concentra va a existir problema. Lo que antes eran los comités de defensa ciudadanos o las uniones de defensa ciudadana, son las sombras que se van a tender sobre el proceso de paz y su concreción. Incluso aunque ya haya acuerdo de paz, va a estar la sombra ahí para obstaculizar lo más que se pueda. Esa situación tiene que tomarla en cuenta el gobierno para el proceso de paz.»
El jefe militar rebelde habla del problema de los ganaderos como de un tema «bien conocido», incluso critica a los periodistas que apenas conocen esa arista del tema:
«Nosotros le decíamos al comisionado que los ganaderos son un elemento que habría que tomar en cuenta, porque si finalmente nosotros llegáramos a un acuerdo de paz y los ganaderos a un acuerdo de guerra, nos íbamos a engañar ellos y nosotros, porque finalmente tendríamos que partirnos la madre con los ganaderos. Pero el comisionado nos dijo el 21 que iban a ver ese problema. Nos lo dijo el 21 y estamos a 28».
El subcomandante Marcos insiste en el conflicto con los ganaderos, especialmente los de Altamirano:
«Ahorita puedes ir a un lugar como la cabecera municipal de Altamirano y vas a ver lo que es capaz de desatar una guerra. Tu amplía Altamirano, como amplías una foto, y la pones sobre el estado de Chiapas. Amplíala otra vez y ponla sobre el sureste mexicano. Amplíala una vez más y ponla sobre el país, y vas a ver qué horror es la desproporción de esa reacción, la de los ganaderos. Si ya la viste ahorita, para qué vamos a esperar, tú o el país. En realidad el problema no es Altamirano, Altamirano es sólo la muestra del botón, y si se puede evitar para qué dejarlo crecer.
«Más aún -continúa Marcos‑, la injusticia, la intolerancia y la aberración es patrimonio del sureste, (pero) también lo vas a encontrar en el norte, en el centro, en la costa, en el golfo y en la península…»
La propuesta del EZLN sobre un gobierno de transición fue otro tema en la conferencia de prensa, en la que no se permitió preguntar a los enviados de La Jornada ante el beneplácito del resto de informadores.
‑‑¿Cuál es el gobierno de transición que ustedes proponen?
-Bueno, tendría que ser la entrega más directa del poder a la sociedad civil, que hubiera un gobierno colectivo nombrado por el Congreso de la Unión de entre las personas sin partidos con prestigio, que tengan la autoridad moral para conducir al país sólo lo necesario para que haya elecciones democráticas. Yo creo que el Congreso y los partidos políticos pueden ponerse de acuerdo para nombrar a alguien, un grupo de personas. Y si es que la sociedad ya no tiene personas de prestigio sin partidos, estamos más mal de lo que creíamos, pero ojalá lo haya. Me parece que no será por este lado, será por el lado de la reforma electoral.
Luego habló sobre la situación del diálogo y los avances logrados:
«Los puntos de la cuestión nacional siguen parados, no puede haber solución a nivel de la mesa. Nos dicen que la reforma al artículo 27 constitucional es un problema nacional y tienen que tomarse en cuenta otras fuerzas (…) Ellos dicen que el problema somos nosotros, porque insistimos en una respuesta a nivel nacional. Nosotros decimos que son ellos porque no entienden que la solución local sólo es posible si tiene respaldo nacional, y ahí nos echamos la culpa unos y otros.
«El pliego de demandas se va a entregar a la prensa así como la respuesta del comisionado a aquél. Llegamos a un acuerdo para discutir, por ejemplo: que nosotros decimos queremos electrificación y el gobierno contesta: «sí se va a presentar un plan de electrificación». Bueno, nos está diciendo que sí va a electrificar las comunidades, pero lo que hay que ver es en cuánto tiempo y si vamos o no a esperar para que se cumpla eso.
«Pero en otros casos tal vez haya doble redacción, como por ejemplo en el asunto de la democracia. Ahí habrían las posiciones del ejército zapatista, la del mediador y la del comisionado.»
El jefe militar zapatista dijo que en los puntos de democracia y reformas al 27 constitucional puede haber un acuerdo de pronunciamiento. «Empero -comenta- se supone que en los problemas nacionales nos pronunciamos por algo. A nosotros no nos preocupan tanto los acuerdos de esta primera ronda de negociaciones, porque no va a haber acuerdos, porque ni él (Camacho) ni nosotros tenemos poder de decisión.
«En concreto -prosigue Marcos- él no puede firmar nada, porque no representa nada. Si hay un acuerdo de paz y lo firma el comisionado, jurídicamente qué significa eso. No significa nada para nosotros. Y él a su vez, nos dice: «Si firma un grupo de encapuchados, para la nación no significa nada, no hay ninguna garantía de que se va a respetar el acuerdo de paz». Entonces nosotros decimos: «Bueno, entonces que nos reconozcan como algo, y así habrá garantías». Pero nos dicen: «No, eso no se puede». Y ahí estamos.
«Si hay avances a ese nivel, pero el proceso de discusión para llegar a un acuerdo todavía es largo, porque por nuestra parte vamos a nuestras comunidades y el comunicado va a la estructura del gobierno federal.»
Al ser interrogado sobre la participación de la sociedad civil, dijo: «Es un proceso y lo que tiene que hacer la sociedad civil es tomar el poder por asalto. Es la única salvación de este país, que la sociedad tome por asalto el poder y diga «aquí mando yo» o sea todos. Y lo que yo les diga es lo que diga la sociedad civil. ¿Cómo puede tomar el poder ésta? Nosotros decimos que ella sancione quién triunfa -en los procesos electorales- y quién es el que va a mandar obedeciendo. Y quién deja de ser el que manda el triunfo y se convierte en manda mandando, para quitarlo. Se debe tener una labor de vigilancia por encima de los demás poderes, por encima del Legislativo, del Judicial, del Ejecutivo.
«Eso es lo que nosotros pensamos que si no ocurre, entonces es lógico que el ejército zapatista renazca con otros nombres, en otras tierras, con otra sangre corriendo y derramándose en todo este país. Ese es el riesgo totalmente de la balcanización, y es lo que nosotros le decimos a la sociedad civil. Nosotros ya hicimos lo que pudimos ahora le toca a otros hacerlo, pero además, si no lo hacen, va a pasar esto y ojalá y no sea necesario y luego recuerden: no, pues dijeron que iba a pasar esto y pensamos que no, y ahora que ya lo tenemos encima hubiera sido más barato cambiar de gobierno y hacer realmente los cambios que ahora lo que tenemos encima.»
(28 de febrero de 1994)
No hay comentarios todavía.
RSS para comentarios de este artículo.
Denuncias
Actividades
Caminando
En el Mundo
Red nacional contra la represión y por la solidaridad