2 de marzo de 1995
A la Comisión Nacional de Intermediación (Conai):
Al pueblo de México:
A los pueblos y gobiernos del mundo:
A la prensa nacional e internacional:
Hermanos:
En relación a la llamada «Iniciativa de Ley para el Diálogo y la Paz en Chiapas», que será discutida a partir del día 6 de marzo de 1995 en la sesión extraordinaria del Congreso de la Unión, este Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional señala lo siguiente:
1. La mencionada iniciativa de ley significa un verdadero retroceso en el camino de una solución digna y justa al conflicto. El supremo gobierno nos vuelve a escatimar nombre y causa, se refiere a nosotros como «grupo de inconformes» o «autodenominado EZLN». El grupo de inconformes con las políticas del mal gobierno comprende a millones de mexicanos de todas las clases sociales.
El EZLN es sólo una pequeña parte de esos millones de inconformes y es una organización representativa y auténtica de amplios grupos indígenas a nivel nacional y, en especial, en el Sureste mexicano.
No nos autodenominamos «EZLN», millones de nacionales y extranjeros nos conocen y nos llaman con ese apelativo, y el así llamado «presidente de México», Ernesto Zedillo Ponce de León, se ha referido, en reiteradas ocasiones, a nosotros como «EZLN». Incluso en la correspondencia que nos ha dirigido, cuando era candidato y después del 1° de diciembre de 1994, se refiere a nosotros como «EZLN».
2. Al querer escamotearnos nombre y causa, el mal gobierno pretende eludir cualquier compromiso que pueda contraer, nos sigue tratando como delincuentes y no es más que una trampa para completar la persecución política en contra nuestra. Si el gobierno va a hablar con los inconformes, debe entonces hacer una gran mesa de diálogo nacional con todos los ciudadanos porque, repetimos, la inconformidad y la incredulidad son patrimonio de millones de nacionales. Si el gobierno quiere hablar con el EZLN, debe reconocerlo como lo que es, una organización de ciudadanos mexicanos, indígenas mayoritariamente, que están alzados en armas demandando Democracia, Libertad y justicia para todos los mexicanos.
3. Hay, en la mencionada iniciativa de ley, una confusión entre lo que es una «zona franca» o «zona gris», y lo que es el espacio físico para el diálogo y la negociación.
La «zona franca» o «gris» es la que se establece para distanciar dos fuerzas armadas con el fin de evitar choques armados; se forma por instancias neutrales al conflicto, que se interponen entre las agrupaciones aunadas. Las características de esta «zona de distancia» entre «agrupaciones armadas» son acordadas por las partes en conflicto. Por otro lado, el espacio físico del diálogo y la negociación, la agenda de las pláticas, los mecanismos de acuerdos y verificación de su cumplimiento, es algo que se acuerda entre los representantes de las partes contendientes, la Secretaría de Gobernación y el Comité Clandestino Revolucionario Indígena en este caso, con una parte que «media» entre ellos, la Comisión Nacional de Intermediación en este caso.
4. Anulando las zonas francas o zonas grises que eviten el contacto entre las fuerzas armadas, el gobierno pretende volver a cero los avances en la resolución del conflicto, sólo trata de justificar la ocupación inhumana de poblados indígenas por parte de sus fuerzas armadas.
5. El Poder Legislativo no puede mediar en el conflicto porque forma parte de uno de los contendientes: el gobierno federal. Al proponer la conformación de una especie de comisión de verificación con cuatro representantes de la Comisión Legislativa, dos del gobierno y dos del EZLN, la propuesta oculta que, en realidad, se trata de seis representantes gubernamentales y dos del EZLN. No es equitativo, ni justo, ni procedente.
6. El gobierno ha vuelto a sus posiciones de enero de 1994, pretende hacer cómplices de su intolerancia y autoritarismo a la Comisión Plural Legislativa y al Congreso de la Unión. No concebimos en personas y organizaciones políticas contradictorias de independencia y lucha democrática, puedan avalar una ley humillante, indigna, prepotente e injusta.
7. Sin embargo, este Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional reconoce un aporte sustancial en la mencionada iniciativa de ley: la claridad de que una eventual ley de amnistía debe ser resultado del diálogo y la negociación, no un prerrequisito para las pláticas.
8. El Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional reconoce el esfuerzo sincero y la auténtica preocupación de los miembros de la Comisión Plural Legislativa por encontrar los caminos necesarios para lograr una solución justa, digna y definitiva al conflicto.
9. El Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional rechaza el contenido de la mencionada iniciativa de ley, pero saluda el espíritu de diálogo que la animó. Exhortarnos a los responsables a seguir buscando mecanismos que reanuden el diálogo y posibiliten la solución definitiva al conflicto. El espíritu que los anima refleja en la clase política mexicana, incluso dentro del PRI y dentro del gobierno federal, que existen tendencias reales y auténticas que buscan la solución política, no la vía del aplastamiento militar.
10. El Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional reitera su voluntad verdadera de seguir el camino político, justo y digno, para resolver el conflicto.
¡Democracia! ¡Libertad! y ¡Justicia!
Desde las montañas del Sureste mexicano, por el CCRI-CG del EZLN
Subcomandante Insurgente Marcos
Firman: M. Ana María, C. David, C. Javier, C. Felipe.
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