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Palabra del Ejército Zapatista de Liberación Nacional

Mar022006

En Tepeji del Río, Hidalgo. 1 de marzo

Escuche aquí las palabras del delegado zero con adherentes en Tepeji del Río, 1 de marzo


 
Palabras del Delegado Zero con adherentes en Tepeji del Río, Hidalgo
1 de marzo del 2006

Compañeros, compañeras: ¿si me escuchan allá atrás? Bueno pues, ya lo que escuchamos, prácticamente un resumen fue lo que nos dieron los compañeros de Despegando el Vuelo, de todas las situaciones que estamos padeciendo, pero lo que nos está uniendo aquí, no digo aquí nada más en Tepeji del Río o en Hidalgo, sino en toda la Otra Campaña, es lo que nos platicó un poco el compañero que viene de los ex braceros, ahora aquí de Hidalgo.

Lo que está pasando es que así cuando llevan ellos los papeles de sus demandas y dicen: “pues los vamos a echar a la basura”, ahora el sistema está diciendo que nosotros también vamos a la basura junto con los papeles de nuestra demanda. Eso es lo que estamos viendo donde estamos pasando, porque estamos viendo que en todas partes donde hemos ido —en los diez estados donde hemos pasado— hay muchas luchas, muchas demandas, con muchas injusticias que no se conocían. Y que el gobierno, de plano, está diciendo: “no me importa, no me importa tu demanda, no me importa tu sufrimiento, no me importa que te organices, para mí no vales para nada y te voy a echar a la basura”. Echar a la basura es lo mismo que mandarnos de migrantes a Estados Unidos o ignorarnos o despojarnos de la tierra.

Sin embargo, lo que estamos haciendo aquí en la Otra Campaña es que nos estamos dando a conocer con está nuestra voz. Hay mucha gente que va a reconocer en los compañeros anarko punks, que el color del cabello, los estoperoles, los percings, los tatuajes —lo que sea— no representan una moda, sino una forma de pensar que tiene detrás una propuesta de mundo. Y quién mejor que ellos para decirlo y quién mejor que todos los demás, nosotros, para conocerlo a través de ellos precisamente.

Nos aprendemos a respetar nosotros, este es un movimiento por la dignidad, por el respeto de cada quien que está abajo y, a la hora que estamos conociendo a cada quien, su lucha, su sufrimiento, la forma en que se está rebelando, aprendemos a respetarlo y dejamos de guiarnos nada más por lo inmediato, por lo que se aparenta. Estoy seguro pues que mucha gente que nos está escuchando por la radio (¿sí? o que nos va a escuchar, bueno alguna vez se va a escuchar por los compañeros que vienen de medios alternativos), pues van a entender que hay muchas cosas que aparentemente son exteriores, como esto de la forma de vestir o de comportarse, los gustos musicales, todo como uno se viste, la apariencia que uno tiene, es una posición política.
Y finalmente eso es lo que está construyendo la Otra Campaña: una posición política, y la está tratando de juntar. Aquí no se trata de que si Marcos va a ser el faro —como dijo un compañero— sino que estamos descubriendo que cada quien tiene en su lado una vela prendida. Y la tiene así, con cuidado, con su misma lucha protegiéndola para que el viento del capitalismo no la apague, porque eso significa que si se apaga, se apaga no sólo su lucha, o la vida de una comunidad, o de un colectivo, sino que ahí también se va muriendo lo que llamamos la patria, nuestro país.

Y lo que está haciendo la Otra Campaña es que estamos juntando todos esas velas para, entre todos, desde abajo —como se ha dicho—, juntar esa luz y que sí se haga el faro y la gente diga —la gente que ahorita está pensando en otras cosas: en la telenovela, en las elecciones, en qué va a comer el día siguiente, si va a tener trabajo o no, si no lo van a despojar de la tierra—, que aparezca otra cosa, otra luz. Que la gente se empiece a dar cuenta que no es cierto que es inevitable lo que nos está pasando. No es cierto que el capitalismo no tiene remedio. No es cierto que el neoliberalismo es lo más alto que hay en los tiempos y después de eso ya no hay nada más. No es cierto que sólo hay desarrollo dentro del capitalismo. Porque lo hemos visto que a la hora que los de arriba hablan de progreso, va resultando que el progreso nada más es para unos cuantos ricos y los políticos que les sirven, y para la gente de abajo cada vez está peor.

Y los compañeros que están aquí, los compañeros y compañeras de edad, pues nos pueden decir y les pueden decir y les tenemos que creer, que cada día estamos peor que antes, y antes, y antes, y antes, y muchos tiempos, si lo comparamos como estamos ahora, ahora va a estar peor. Y va a seguir estando peor mañana, pasado mañana, la semana que viene, después del dos de julio, todo va a seguir estando peor, si no construimos está otra luz, desde abajo, para que la gente pueda mirar hacia otro lado. Porque todo esto de las elecciones va a durar nada más unos meses, luego viene otra vez la realidad. La televisión se va a apagar por sí sola, no porque la apaguemos nosotros, sino porque la realidad va a empezar a exigir de que una cosa es lo que está poniendo la televisión, la radio y los periódicos, y otra cosa es lo que estamos viviendo cada quien.

Y el recorrido se empieza a ver en Hidalgo, como lo vimos ya, la parte de Veracruz que agarramos ahora que estuvimos en está semana y en los otros nueve estados en los que hemos estado. Hay unos compañeros de Huehuetla, aquí de Hidalgo, que nos daban esta imagen: “es que va pasando la carretera que se va abriendo, en la que no vamos a transitar nosotros ni nuestros productos, y va echando la tierra que va abriendo y está destruyendo nuestros cafetales”. Hagan de cuenta que eso es lo que está haciendo el sistema capitalista con nuestras vidas, nuestras luchas, nuestro trabajo, nuestra tierra. Están construyendo la pista de la modernidad y el progreso para los de arriba y nos están sepultando bajo tierra.

De la misma forma que a los compañeros braceros les dicen: “vamos a tirar a la basura tus papeles”, nos están diciendo “los vamos a tirar a la basura a todos ustedes”. Lo mismo si son jóvenes anarko-punks, que si son de las comunidades eclesiales de base, que si son cristianos comprometidos, que si son campesinos sin tierra, o con tierra pero con amenaza de desalojo, o con tierra pero contaminada, como nos explicó el compañero de Tezontepec, dice: “nosotros damos agua y de pago recibimos contaminación y desempleo”. ¿Dónde está la equidad y la justicia? y ¿dónde está el progreso y la modernidad?

Entonces, estamos todos ésos y, en cada lado donde estamos viendo, encontramos todos estos colores que somos aquí y que hemos visto —a través de todo el estado de Hidalgo y a través de toda la parte de la república que llevamos— que hay algo que nos está identificando, como si en la vestidura de cada quien, en alguna partecita —lo más seguro es que sea abajo a la izquierda— empezara a aparecer esto de la Otra Campaña. Que nos hace que estemos juntos aquí a pesar de que, si lo pensáramos, ningún otro movimiento nos va a hacer que estemos juntos. Cualquier otro movimiento, sobre todo de los partidos políticos de arriba, le dice a cada quien: “tú por tu lado”. Tú, tu problema de campesino a ver cómo le voy a hacer, a ver si compro a tu líder, a ver si logro que se corrompa. Tú estudiante, no tú cálmate, espérate, que si va a haber clases. Tú maestro no estés de huevón, ponte a trabajar. Tú que no tienes trabajo, vete a Estados Unidos a ver si logras cruzar la frontera. Tú que eres mujer que te quejas de hostigamiento y de persecución, aguántate, quién te manda ser mujer. Tú que eres joven, pues ni modo, a ver si cuando pasen unos años más ya no vas a traer esa onda de pintarte el pelo, ponerte estoperoles o hacer mantas como ésta”. (Ojalá no salga está manta en la televisión porque la van a copiar los partidos políticos, es mucho mejor que las que hacen los del PRI, PAN y PRD, ésta sí invita pues a leerla, lo que pasa es que no les va a gustar lo que dice).

Entonces está todo esto pues que nos está pasando compañeros y está esta oportunidad que tenemos de la Otra Campaña, que estamos construyendo entre todos. El EZLN es una parte nada más de ese movimiento, junto con ustedes. Por eso, así cuando dicen los compañeros anarko-punks, dicen: “nosotros no queremos aquí autoridades”, la Otra Campaña no está promoviendo una autoridad o un liderazgo. Se está aprovechando pues que anda el EZLN de un lado para otro para convocar a toda la gente para que se conozca, pero no para erigir un nuevo líder, que luego salga con su pendejada de que quiere ser gobernante o que quiere tener una casa, o esas cosas que luego pasan con los líderes.

Entonces lo que nos está planteando esa historia que estamos escuchando aquí, es como dijo un compañero: “nombre pues, ahora sí que ahora estoy conociendo otro Hidalgo”. Eso es lo que está haciendo la Otra Campaña. Y nos decían los compañeros de Puebla: “pues ahora sí conocí a la Otra Puebla”. Y ahí vivían, pero no conocían. No es que no conocieran la miseria, la explotación, la desigualdad. La conocían. Lo que no se conocía era la gente que ha dicho que “no”, así como nosotros no la conocíamos. Porque del EZLN sí se sabe, porque luego van —iban pues, ya no—, iban los medios de comunicación y que esto se está haciendo, esto se está diciendo, y ataca el ejército y resisten, y pelean, y todo eso.

Pero de todas esas otras luchas que son iguales o más heroicas que la zapatista, no se sabía compañeros. Y ahora se está conociendo aquí en el Valle del Mezquital, aquí donde estamos en Tepeji del Río, y a lo mejor ya la están conociendo otros compañeros de Hidalgo: de Pachuca, de la Sierra en donde hemos estado. La están empezando a conocer y también, junto con ellos, la están conociendo en otras partes de la República.

Entonces, está pasando esto que estamos diciendo donde pasamos siempre: uno se empieza a dar cuenta que no está solo, no está solo en el sufrimiento, no está solo en el dolor y, sobre todo, no está solo en la rebeldía.

Y ese poder que da el saber que no está solo, viene a contestarse con la pregunta ¿y ahora qué hacemos? Y entonces, es donde la Otra Campaña dice: otra cosa. Otra cosa que nos permita organizarnos abajo, y nos permita saldar la cuenta que nos deben los que están allá arriba. Y nos deben su existencia, eso es lo que hay que saldar. El sistema capitalista existe sobre la explotación, el desprecio, la humillación, el despojo y la represión en contra de todos nosotros y de gente como nosotros en todo el país.

Entonces, saldar la cuenta es cobrar. Necesitas desaparecer, porque aquí es una cuestión de sobrevivencia: o tú o yo. Porque si sigue el sistema capitalista, es muy imbécil el sistema capitalista, no le importa destruir la naturaleza que es destruir el mundo pues, dónde va a haber capital si va a destruir el mundo. Pues menos le importa destruirnos a nosotros como seres humanos. Y así como no le importa que la carretera va echando tierra, o que a los que están haciendo una demanda meterlos a la basura junto con sus demandas, pues tampoco le va a importar destruir todo eso, aunque eso signifique su propia destrucción.

Pero ¿para qué nos vamos a esperar que nos vamos a morir todos? Como seres humanos, no estoy hablando sólo de la vida, lo que nos hace ser seres humanos que es la dignidad. Que nos convirtamos, como dijo una compañera en uno de los puntos que pasamos: “es que somos herramientas de trabajo”. ¿Cuál es la diferencia entre una obrera de maquiladora y una máquina de coser? Pues que una tiene que ir al baño y la otra no, esa es la única diferencia, pues. Y a lo mejor es más barato mantener a la mujer, a la obrera, que a la máquina de coser, y ahí se está extrayendo todo, y todo, pues. Y así hay muchos ejemplos que hemos visto que no vamos a repetir. Algunos se dijeron aquí, otros se han dicho en otras partes de Hidalgo, es el mismo problema.

Nosotros decimos: ¿por qué en lugar de desaparecer nosotros, por qué no desaparecen ellos? Y ahí, pensamos nosotros, ya hay muchas propuestas políticas sobre lo que sigue: lo que dijeron los compañeros anarko-punks, lo que traen los de organizaciones políticas de izquierda… Sí se puede, el mundo sí va a seguir y va a ser mucho mejor que como es ahora: con la gente que trabaja.
Y con la gente que no trabaja, los capitalistas, que son los que tiene las máquinas, los gobiernos —también son propietarios de los gobiernos—, las tierras, los grandes terratenientes, que esos son los capitalistas, los propietarios de lo que se necesita para producir, sin ellos, si ellos siguen allá arriba, perdón, si ellos siguen allá arriba, sí se va a destruir todo, nosotros incluidos.

Y entonces, aquí lo que se está haciendo es levantando este movimiento, que va a ser un orgullo para nosotros y para los que siguen. Hace rato… ahí está todavía ¿es niño o niña? un niño pues, a ese le van a contar “no pues es que ahí estábamos en la reunión cuando nos conocimos entre todos y conocimos no sólo que no estábamos solos en el Valle del Mezquital, conocimos ahí que no estábamos solos en Hidalgo, pero también llegaron otros compañeros de otras partes a decirnos con su presencia o con su palabra que no estábamos solos en el país. Y ahí fue donde empezó a levantarse este movimiento que ahora, hijo —o hija, según lo que tenga cada quien, o nieto o lo que vaya a ser—, pues todo esto ahora sí que lo levantamos nosotros”.

No es que alguien vino de allá arriba a decirnos que así va a ser, a cambio de que lo obedeciéramos o le diéramos el voto o que creyéramos en él. Porque la Otra Campaña lo que nos vino a convencer, primero, es que teníamos que confiar en nuestra propia fuerza. Y sólo confiamos en nuestra propia fuerza a la hora que lo vimos reflejado en la fuerza del otro. Y lo vieron los compañeros braceros cuando estuvieron en Tlaxcala — porque el compa fue, o alguien de ustedes fue ahí a Tlaxcala—, que se vio toda la fuerza ahí de gente de edad, a la que no sólo ya le dicen ya no sirves porque ya estás viejo, pero además lo que te quité de dinero —que es un dineral, el diez por ciento que les quitaron de salario por tantos años de trabajo—, pues ya se lo gastaron. Y ahora les dicen que no hay dinero. Entonces, ¿de dónde sale lo de las campañas electorales?, ¿de dónde salen las casas de los presidentes municipales, de los gobernadores, de los hijos de Martha Sahagún? Todo lo que nos estamos enterando por los periódicos o por la televisión, y cuántas cosas que no nos enteramos.

Entonces resulta, como platicaron las compañeras religiosas, que cada quien va por su camino. Como platicaron también los compañeros pues que denunciaban: “aquí la educación nada más está formando en la ambición y en el egoísmo”. Y cada quien va caminando un camino y, de pronto, llegan y se encuentran aquí abajo, porque no nos estamos encontrando en una senaduría, ni en una diputación, ni en ningún partido político electoral. Nos estamos encontrando en un movimiento que está creciendo apenas.

Entonces, nos empezamos a ver entre nosotros y dices: ¿órale y por qué estoy yo con éste pues? A lo mejor no había otra cosa que permitiera que nos sentáramos aquí. A lo mejor sólo muertos, abajo bajo tierra, y a lo mejor ni en el cementerio teníamos lugar común. Es esto que se está construyendo, es lo que no tiene precedentes, se dice, o sea que no hay otra cosa que haya pasado igual en otra parte del mundo o en otra parte de la historia, porque es acá abajo en donde se está construyendo ese movimiento, no sobre líderes, sino sobre grupos, colectivos, familias —como la que nos platicaban aquí—, o individuos que están diciendo: “órale vamos a hacer algo y vámonos poniendo de acuerdo”. Y es en donde uno dice: “yo le voy a entrar, pero órale sí, a qué me estoy metiendo, porque no quiero meterme a lo que ya sé que no funciona. Y lo que no funciona es lo que nomás me va a usar mi credencial de elector, mi persona en una marcha o en un mitin. Lo que yo quiero es algo en donde a mí me tomen en cuenta con mis demandas, con mi lucha, un lugar donde se me respete”. No hay otro lugar compañeros, es aquí en la Otra Campaña.

Y eso es lo que hay que explicarle a más gente. Aquí como quiera las cosas van a seguir igual, porque la gente les va decir: “bueno, pero y luego qué vamos hacer, porque a lo mejor ahora que el que va a entrar… éste a lo mejor sí es bueno, vamos a esperar”. Que se esperen compañeros, ya sabemos que no va a ser el bueno. Lo sabemos que todas las cosas que se han conseguido —las que se han hablando aquí o que se han hablado en otras partes— es porque las han construido ustedes mismos desde abajo.

Nadie aquí a dicho: “nosotros tenemos algo porque el gobierno llegó y nos dijo: a tú necesitas esto, ahí tienes tu casa”. Ni madres, se tuvo que pelear por la tierra, se tuvo que pelear por la educación, se tuvo que pelear por la cultura. Y ahora resulta que todo eso por lo que se peleó, también lo quieren quitar.

Y es lo que pasamos a decir en cada lado: compañeros, la novedad no es que seamos pobres, es que también la pobreza se la quieren llevar. Si nos quedaban unos centavos en los bolsillos, también quieren eso. Es lo que decimos pues nosotros: los capitalistas no tienen llenadero. Es como un pozo sin fondo; quieren más y más y más. Y uno cuando conoce sus riquezas, dice: “bueno si ése ya tiene seis casas y diez carros ¿para qué quiere más?” Pues sí, quiere más. Quiere otra casa, y quiere otro carro, y quiere otra fábrica, y quiere otra hectárea de tierra.

Y si para conseguirlo tiene que destruir los montes, los ríos, a la gente, no le importa. De veras que no le importa. Y entonces para eso va a usar sus gobernantes. Y entonces, no le importa qué partido es, es quién va a ganar. El que vaya a ganar tiene que portarse aquí derechito. Esas son las leyes, no las que están en la Constitución, no las que son públicas. Son las leyes del capital que dicen: “¿tú me vas a garantizar que voy a seguir despojando de tierra a los campesinos?” Sí, pero lo vamos hacer de forma de controlar a la gente para que no se rebele. Ésa es la propuesta del PRD. O lo vamos a hacer así con mañas: el PRI. O lo vamos hacer de que vamos a hacer pequeños empresarios a cada quien —como que su changarro, como dice Fox—: el PAN.

Y así cada quien, todos están bajando la cabeza, hincándose de rodillas pues, ante el gran capital: “sí, yo te voy a obedecer”. “Ta bueno mi hijo —le dicen—levántate ahora a ver cómo cuenteas a todos esos que están allí”. Y lo vemos, vean los discursos de los candidatos —cuando estén en el baño, porque es cuando uno se aburre, luego sirve para la letrina pues el papel— y van a ver que los candidatos le dicen una cosa a los empresarios, otra cosa a los estudiantes, otra cosa a los maestros. No le dicen lo mismo siempre pues, porque a cada quien según que les convenga, porque el que manda, ése ya les dijo lo que tienen que hacer.

Ahí sí los políticos no hablan, calladitos y toman su apunte. Pero cuándo vamos a ver que un político llegue acá y los junte a ustedes, que vaya con la banda y les diga: “a ver cómo está el pedo aquí, qué onda, y voy a tomar el apunte”. No lo va a hacer pues, porque él ya está haciendo el cálculo: “nombre a todos éstos me los voy a chingar, voy a hacer una policía más fregona”. Y esa es la principal propuesta que tiene el capital. Ya ve que todo esto se va a levantar porque ¿qué va a hacer la gente si ya no tiene nada, sino alzarse? Lo que falta es que alguien diga: “órale, vamos a alzarnos”. Y que ese alguien sea colectivo, no una persona, o sea que sea la Otra Campaña. Entonces, si se va a hacer eso, entonces lo que se necesita es controlar a la gente de alguna forma, porque si todos se levantan, todos los pobres…

Compañeros, cuando nosotros íbamos… cuando sale la Sexta y empezamos a ver qué va pasar, pensamos que vamos a ser unos pocos, decíamos nosotros: “puta, con que se junten 100 mexicanos y mexicanas que tengan —parece programa de televisión— pero que los tengan, pues, bien puestos, los ovarios y los coyoles, pues, con eso”. Y luego resulta que cuando vamos viendo pues hay mucha gente que está diciendo: “yo, yo, yo le entro, yo le entro, y estoy dispuesto porque ya me puse hasta la madre de todo esto”. Como dijo el compañero: “ya basta, ya chole, ya no más” y todo lo que se ha escuchado en la Otra Campaña de que ya no más.

Entonces, estamos viendo que esta fuerza es muy grande y que está creciendo por todos lados. Lo que les decía yo en otra parte, es que ustedes están pensando que pues como se están viendo aquí, dicen: “no pues somos bien poquitos no vamos a poder”. Pero los compañeros de la caravana que vienen desde Chiapas, o nosotros también que venimos desde Chiapas, pues nos reímos ¿no? porque decimos: “¡puta somos un chingo!”. Porque ahora sí que ya vamos haciendo la cuenta. Pero no nos lo estamos guardando, sino que les estamos diciendo: “somos un chingo”. Y cada vez que estamos pasando, se entra más gente. Si salimos con unos cuantos el primero de enero de este año del 2006, pues ahora que llevamos dos meses —que ahora se cumplen, ayer perdón se cumplieron—, pues ya somos muchos, muchos, muchos más en todas partes.

Ahorita la única organización nacional que puede hacer esto es la Otra Campaña, porque ahí es donde están metidos todos los que realmente quieren hacer algo. Y los que quieren hacerse patos pues esos se van a los partidos políticos allá arriba, si es que son honestos. Y si son corruptos pues ven: aquí el negocio es o pones una gasolinera o te haces político. Pues es mejor ser político, porque ni siquiera tienes que estar pendiente de la bomba de gasolina. Y sí es cierto, y lo vemos pues, que cada gobernante que entra ¡puta! pues parece que un gran negocio porque salió rico ¿no? Y lo vemos pues que la gente, su comunidad que está gobernando, está igual o peor.

Entonces, se están sumando esas rebeldías que están pasando y se empieza a correr la voz abajo. O sea, a poco no más banda va a decir ahora: “pues eso de la Otra Campaña nosotros ya vimos ahí a unos que son como nosotros, pues qué onda trae eso, a ver vamos a oír”. Pero no van a buscar lo que diga yo, o lo que digan las hermanas, va a buscar lo que dice la misma gente de la banda que está en la Otra. Igual los cristianos comprometidos con las luchas populares, pues van a decir: “pues ahí vimos a unos”. Pues van a buscar la palabra de ellos. Y los indígenas a los indígenas, y los maestros a los maestros, y los doctores a los doctores, como nos hablaron unos doctores aquí.
Y entonces se empieza a hacer esta fuerza, porque lo que nosotros queremos que entiendan es que la Otra en el Valle del Mezquital, no acaba ahorita que acabe de hablar yo, sino que se empieza hacer esta bulla y la gente empieza a buscar:
— “Oye, y por dónde ¿dónde están esos?”
—Nombre, están donde sea, en esa casa, en donde quiera andan pues, ahía andan, unos andan pintando, grafiteando, otros traen su playera, otros están haciendo volantes, y hay que entrar pues con ellos.
—Y ¿qué es lo que te piden?
—Que escuches, que hables y que escuches.
—Pero, ¿qué voy a oír?
—Pues al otro que es como tú, que está en otra parte de México o en el otro lado, porque también vamos para hablar con los compañeros que están en Estados Unidos. Y a lo mejor, qué va a pasar ahí cuando lleguemos a Juárez o a Tijuana, que es que vamos a invitar a los compas, hombres y mujeres que están trabajando de aquel lado, a lo mejor nos van a pedir razón:
—Oye ¿y en Hidalgo?, yo soy del Valle del Mezquital ¿ahí qué onda?
—Nombre pues ahí ya se está levantando. Ya que te retaches, pero ya no a sufrir, sino a luchar junto con tu gente.

Y así que ojalá le pudiéramos dar esa cuenta a esa gente. Nosotros pensamos que allá del Valle del Mezquital si topamos gente por allá, pues ya les vamos a decir: “sí, allá está la raza, y había de todo: había niños, había mujeres, jóvenes, adultos, banda, había maestros, doctores jubilados, había ex braceros, de todo pues, había ahí. Y ellos ya están levantando un movimiento y son nuestros compañeros. Y ahí me dicen que te entres.
—No pues que yo acá.
—Pues ahí, ahí donde estás, también ahí hay que luchar y apoyar esta lucha.

Pero ya no para que uno solo mande, sino para que todos mandemos y el gobierno nos obedezca, eso es lo que estamos tratando de levantar. Entonces así va pues, compañeros y compañeras, así es como lo estamos viendo. Gracias a estos compañeros de la caravana pues la palabra que por este micrófono —pues uno está hablando y no se oye nada más fuerte ¿verdad?—, no pues es que lo están grabando para que lo mandan pues a otros estados para que se conoce esta palabra de ustedes.

Entonces, nosotros lo que les pedimos es que también ustedes se interesen, sea a través de la coordinadora estatal o de sus coordinadoras regionales, que le digan:
—Oye, y ¿qué pasó en Puebla? ¿qué pasó en Tlaxcala?, o ¿qué pasó en Querétaro ahora que se fueron para allá?
—No pues no sabemos.
—¿Cómo no? si allá andan los de la caravana que van a pasar los mensajes que se están diciendo.
Y van a ver que va haber más gente pues como nosotros y es donde se va a empezar a sentir más la fuerza. Eso es lo que les queremos decir, compañeros y compañeras, muchas gracias, buenas noches.

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2 Comentarios »

  1. LOPEZ OBRADOR ES UN TRAIDOR, DICTADOR Y DESPOTA CON NUESTRO PUEBLO Y PAISANOS.

    DIA 20 DE ENERO DEL AÑO 2000, FUE ASESINADO DON LUIS ALCAZAR PULIDO, FUNDADOR DE LAS PALETERIAS “LA MICHOACANA” EN COMPAÑÍA DE SU ESPOSA Y EMPLEADA DOMESTICA, EN SU DOMICILIO EN LA CIUDAD DE MEXICO.

    LA PROCURADURIA NO QUIERE RESOLVER ESTOS ASESINATOS YA QUE LA AVERGUACION PREVIA NUMERO 13a/366/00-01 ANTE LA FISCALIA PARA HOMICIDIOS DIRECCION “A” NO HA AVANZADO EN LO MAS MINIMO, YA QUE GUILLERMO ZAYAS GONZALEZ FISCAL CENTRAL DE INVESTIGACION PARA HOMICIDIOS Y EL LICENCIADO RENATO SALES HEREDIA SUB PROCURADOR DE ASUNTOS CENTRALES, SE LIMITAN SOLO A BUSCAR LA FORMA DE DARLE CARPETAZO A DICHO CRIMEN SIN INDAGAR QUIENES FUERON LOS PRINCIPALES BENEFICIADOS CON ESTE HOMICIDIO YA QUE DON LUIS POSEIA UNA FORTUNA ESTIMADA EN $4,000’000,000.00 CUATRO MIL MILLONES DE PESOS.

    ES SABIDO POR UNA INVESTIGACION REALIZADA POR PROFESIONALES QUE ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR RECIBIO UN MILLON DE DOLARES PARA SU CAMPAÑA DE PARTE DE LUIS ALCAZAR ANDRADE, AUTOR INTELECTUAL DEL ASESINATO DE SUS PADRES Y QUE BERNARDO BATIZ, AL IGUAL QUE SU ANTECESOR SAMUEL DEL VILLAR, HAN ESTADO COBRANDO PROTECCION A ESTA PERSONA, POR CONDUCTO DE MAURICIO TORNERO SALINAS.

    TOCUMBO, MICHOACAN A 24 DE ABRIL DEL 2006

    Comentario de MIGUEL ANDRADE — abril 24, 2006 @ 4:14 pm

  2. no soy fanatico de la politica. ni mucho menos de movimientos. pero puedo opinar y criticar con respecto a mi patria (mexico). y digo y juzgo a aquellos perros que no saben que hacer, que sepongan a trabajar que realicen labores para con sus conciudadanos. que no solo se dediquen a robar para ellos. mejor que roben para todos. y que mexico sufre porque nosotros queremos. porque somos demaciados idiotas y no reconocemos que nos nesecitamos a nosotros mismos para sobrevivir.

    Comentario de francisco — octubre 10, 2006 @ 3:33 pm

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